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YOM YESHUA- SEUDAT MASHIAJ

En honor a nuestro Santo Maestro, el

Mélej HaMashiaj

Séptimo Mes, Día 23, Año 5770 de la creación de Adám


HaRishón, correspondiente a Octubre 10, 2009.

Preparado por: Dan Avraham H para las comunidades


miembros de la Alianza Internacional Netzarita AMI.

Introducción:

Este año 5770, la cena de cumpleaños en honor de nuestro


Santo Maestro está programada para el comienzo del primer
día de la semana, inmediatamente después de Havdalá del
Shabat de Shmini Atzeret, correspondiéndose al inicio de la
noche del 10 de Octubre 2009, calendario secular. Los que
seguimos al Maestro debemos hacer de este momento toda una
ocasión. Cena suculenta, fuegos artificiales y fogatas
(donde sea permitido y con las debidas precauciones y
cuidados del caso) y un ambiente de gran festividad, con
intercambios de regalos y enviando porciones cada uno a su
compañero. También porciones a los pobres, según las
posibilidades de cada familia. ¡Estamos santificando el
momento cuando hizo su llegada al mundo el alma de nuestro
Santo Maestro, Yeshua HaMashiaj!

Este evento debe ser anunciado con tiempo en la comunidad.


Se anunciará también que se sortearán dos honores muy
grandes ese día. Primer honor: leer la biografía de nuestro
Santo Maestro. Segundo honor: Encender la luz del
cumpleaños de nuestro Santo Maestro. El líder anunciará que
los elegidos para tan sagrados honores, deberán apartar una
tzedaká especial para entregar al líder de la comunidad
como expresión de cariño por su trabajo de enseñanza y
dirección de la misma. Esto debe ser así para que todos
estén preparados.

Para la cena, sugerimos lo siguiente:

Cena de cinco tenedores intercambiados con siete copas de


vino entre ellas. Cada copa no debe tener más de 3 onzas
(86 ml) y el vino no debe pasar de 6%. Se recomienda jugo
natural de uvas para los menores de edad, mujeres
embarazadas y débiles en la fe. Si hay duda, usar solamente
mosto.

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El lugar de la reunión debe estar bellamente arreglado.
Juegos y regalos para los niños deben estar disponibles
para el final de la cena, a fin de mantenerlos en
expectativa y que no se duerman. Los que acostumbran el uso
de piñatas para los niños, es una magnifica ocasión.
También pueden hacerse piñatas para los pequeñitos ( 1-3
años), para los medianos, (4-7 años) y los mayores (8-12
años). Si se quiere, se pueden hacer piñatas para las
mujeres y para los hombres, separadamente. Otros juegos
pueden hacerse. Cada comunidad debe desarrollar al máximo
su sentido de fiesta por tan magnífica ocasión. Como
dijimos, enviarse regalos unos a otros y hacer del día una
ocasión de kiruv es magnífico.

Debemos recordar que los festejos deben iniciarse con una


seudá solemne, precedida por el intercambio de regalos
entre los asistentes. Cada niño debe recibir un regalo que
marque la ocasión en sus vidas. A continuación, sugerimos
el orden a seguir. Los alimentos sugeridos para la cena
pueden adaptarse a la situación cultural de cada comunidad.

Introducción:

Después que todo esté listo y los presentes sentados a la


mesa, se dará lectura a una breve reseña histórica de
nuestro Santo Maestro. Se sorteará la lectura de esta
biografía entre las parejas de la comunidad. Cada cónyuge
leerá un párrafo hasta la conclusión del mismo. En el
evento que los elegidos no sepan leer bien el castellano,
deberá proveerse un representante legal para dicha función
con la mira que todo sea bien leído y escuchado. El líder
deberá tener varios papelitos del mismo tamaño y doblados
de la misma manera. Uno solamente tendrá marcado para tan
grande honor. Es costumbre que la pareja elegida prometa
una tzedaká para la comunidad por tan grande privilegio y
que la cumpla en los primeros diez días posteriores a este
evento.

Primer Honor

Líder: Hermanos y hermanas de la Casa de Israel, venid,


escuchemos la biografía de nuestro Santo Maestro y
prestemos atención a la historia de su vida.

La pareja elegida pasará el frente y dirá:

El: “Por el honor de leer esta reseña histórica de nuestro


Santo Maestro, Yeshua Hamashiaj en presencia de la

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comunidad y en nombre de todo Israel, prometemos velí
neder, apartar una tzedaká de $__________ para bendecir a
nuestro maestro ____________ (se nombra al maestro o moréh
local) quien tiene la responsabilidad de enseñarnos
continuamente de nuestro justo Mesías, para que lo siga
haciendo con amor y alegría. Amén.

Ella: Breve biografía del Santo Maestro Yehoshua ben Yosef

El: Nuestro Santo Maestro, Yeshua ben Yosef, descendiente


de David, nació en Bet-Léjem, la ciudad de David, durante
los días Sucot del año 3757 de la creación del mundo. Este
gran evento tuvo lugar cuando estaba por terminar el cuarto
milenio y entrar el quinto de la creación.

Ella: Los siguientes ilustres nombres, son una lista


representativa de los personajes más destacados en la
genealogía de nuestro Santo Maestro. (Cada lector lee uno
de los nombres):

1. Avraham 2. Yitzjak
3. Ya’acov 4. Yehudáh
5. Perez 6. Jezrón
7. Ram 8. Amninadav
9. Naj-shón 10. Zalmón
11. Rajav 12. Boáz
13. Oved 14. Yishái

El: DAVID

1. Salomón 2. Rejáv-am
3. Aviyah 4. Asah
5. Yejoshafat 6. Yorám
7. Uziyahu 8. Yotám
9. Ajaz 10. Jizkiyahu
11. Menashéh 12. Amón
13. Yoshiyahu 14. Yejoniyah

Ella: Después de la DESTRUCCION DEL PRIMER TEMPLO Y


DEPORTACION A BABILONIA, los siguientes nombres aparecen en
la genealogía de nuestro Santo Maestro:

1. Yejanyáhu 2. Shalatiel
3. Zerubavél 4. Aviad
5. Avner 6. Elyakim
7. Azur 8. Tzadok
9. Amón 10. Elijad

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11. Eleazar 12. Matán
13. Ya’akov 14. Yosef

YEHOSHUA BEN YOSEF (3757 de la creación del mundo)

El: De los últimos tres nombre, un antiguo documento


siríaco, hasta hoy día la versión semita más antigua
encontrada, los identifica de la siguiente manera:

“Matán engendró a Ya’akov y Ya’akov engendró a Yosef y


Yosef, quien estaba casado con Miriam, engendró a Yeshua,
llamado el Mashiaj”.

Como es evidente de su genealogía, la familia real de David


ha sido dividida aquí en tres grupos generacionales de
catorce, para indicar así la relación íntima de Yehoshua
con su padre David, cuyo nombre (‫ )דוד‬tiene el valor
gemátrico de 14.

El: Los padres de Yeshua, Don Yosef ben Ya’akov y Doña


Miriam bat Kohen, a los ocho días de nacido y para el
tiempo de su brit miláh (pacto de la circuncisión), le
pusieron por nombre Yehoshua, según las indicaciones
recibidas por un santo mal’aj quien ordenó que así fuese.

Ella: Al tiempo de su nacimiento, como ocurrió con Moshé,


el primer redentor, la sucá donde tuvo lugar su
advenimiento se llenó de luz, la cual permaneció allí por
un largo tiempo.

Una gran cantidad de huestes celestiales fueron enviadas a


los levitas que cuidaban los rebaños de ovejas cercanas a
Bet Léjem, la ciudad de David, usadas en los sacrificios
del Templo.

El: Ellos fueron de los primeros en conocer de tan


extraordinario evento. Coros celestiales se escucharon en
los aires de Israel identificando el nacimiento de Yeshua
como una señal de paz para Israel y para todos los hombres
de la tierra.

Ella: Unos días después de su nacimiento, llegaron a la


Sucá de la familia real donde estaba el niño, una
delegación de grandes maestros de Toráh procedentes de la
escuela de profetas establecida por Daniel en Babilonia los
cuales trajeron a sus padres preciosos tesoros de oro,
plata y mirra en abundancia.

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El: Fueron ellos los que tuvieron el honor de practicar el
brit milá al bebé Yeshua a los ocho días de nacido,
conforme la ley de Moisés.

Un día después de su brit, el bebé fue llevado por sus


padres a una comunidad judía que existía junto a la
frontera con Egipto, donde se habían refugiado los
legítimos descendientes sacerdotales que ministraron a la
Casa de David.

Ella: De allí, cuando estaba para cumplir los 30 días de


nacido, Yeshua fue traído por sus padres al Gran Templo de
Jerusalén a fin de presentarlo ante el Eterno y ser
rescatado según las leyes de los primogénitos establecido
en la Torah (Pidión HaBen).

El: Estando en eso, un profeta de la Casa de David, Shimón


HaTzadik lo bendijo y lo consagró como señal para Israel y
para las naciones.

Yeshua creció en un hogar de tzadikim, siendo el hijo mayor


de una larga familia. Como todo niño judío de la época del
Segundo Templo, aprendió primeramente de sus padres y a la
temprana edad de 5 años, fue llevado a la escuela del
poblado donde vivían, la sinagoga de Nazaret, donde fue
instruido por los maestros judíos de la zona. Yeshua creció
física y espiritualmente, rodeado de jojmá, bina y daat
provista por la Torah.

Ella: A la corta edad de 12 años, conocía toda la


Escritura de memoria y era un experto en la Ley de Dios,
tanto Escrita como Oral y fue capaz de sentarse junto a los
grandes maestros de la gran academia de Shamai y Hillel en
Jerusalén, dejando a todos maravillados ante su sabiduría y
lógica únicas por la manera cómo podía resolver los
problemas halájicos más difíciles que le fueron presentados
de una forma coherente, y en armonía con la Torah.

El: Yeshua continuó sus estudios de Torah a los pies de los


mejores maestros de su sinagoga y de forma especial,
recibía clases privadas de Torah directamente venidas de
Moshé Rabenu y Eliyahu HaNaví quienes le acompañaron, por
medio de visitas y revelaciones continuas, durante todo el
tiempo de su avodah (servicio) a HaShem.

Ella: La última de esas revelaciones e instrucciones le fue


entregada unos días previos a su muerte, recibiendo de
ambos mensajeros las advertencias y procedimientos

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finales de las cosas que debía realizar en su última visita
a Jerusalén antes de su ocultamiento temporal.

El: A la corta edad de 30 años, Yeshua inició su revelación


pública en Israel, asentándose en la región de la Galilea,
y encendiendo allí, en la tierra tomada por los gentiles,
la gran luz de la enseñanza de la Torah. Viajó
incansablemente de un lugar a otro, sembrando la semilla de
la promesa de la redención en toda aldea y ciudad de
Israel. Sus viajes y enseñanzas de Torah fueron acompañados
por grandes dones curativos cual nunca antes se había visto
en nuestra tierra.

Ella: En efecto, Di-os hizo por medio de él milagros y


maravillas, portentos y prodigios que demostraban, más allá
de cualquier duda razonable, su realeza davídica y su
misión mesiánica. Uno de los jueces de uno de los Concilios
de Jerusalén, en una entrevista privada, le confesó:
“Sabemos que has sido enviado de Di-os porque nadie puede
ser estas señales que tu haces, si Dios no estuviere con
él”.

El: Durante los días de su vida pública, esto es, desde el


3787 hasta el 3791, el Rebe Yehoshua restauró el movimiento
Jasídico que se había perdido en Israel lo cual le atrajo
una enorme cantidad de discípulos, especialmente entre los
judíos sencillos de su generación que esperaban la
redención final del pueblo judío, todos los cuales le
vieron como la fuente primaria de guianza espiritual en su
apasionada búsqueda de Di-os.

Ella: A estos transformó en jasidim y de entre ellos,


escogió a un pequeño grupo para transformarlos en sus
principales estudiantes a los cuales reveló privadamente,
los secretos del hasidismo profético y del Reino prometido
a David.

El: No obstante, y como ha sucedido siempre con los


profetas y maestros hasídicos, una grande oposición fue
levantada y el Ribi fue despreciado por todos aquellos que
no entendieron su mensaje y que pensaron que demasiada
familiaridad con Di-os no era apropiada.

Ella: La oposición se incrementó mucho más hasta que


finalmente se convirtió en una conspiración ilegal que
terminó con su vida. De esta forma y cumpliendo los
secretos escondidos en la voluntad soberana del Eterno,
Yeshua fue sentenciado a muerte por un tribunal romano unos

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cuarenta años antes de la destrucción del Segundo Templo,
en la víspera de Pésaj del 3791.

El: Tres días después de su muerte, fue resucitado por Di-


os mismo y visto vivo por sus discípulos con los cuales
compartió por espacio de cuarenta días, en cuyo tiempo les
reveló otros secretos de la redención que nunca antes
habían sido conocidos en Israel.

Ella: Diez días antes de la fiesta de Shavuot del año 3791


desde la creación, se ocultó temporalmente no sin antes
prometer a sus discípulos que les acompañaría en la misión
de la redención que les había encomendado, esto es, ir a
las naciones y buscar a las ovejas perdidas de la Casa de
Israel para traerles de vuelta a HaShem y a Su Torah.

El: En el año 3801, el Ribi se reveló a un maestro judío,


Rav Shaul de Tarso, a quien comisionó para ir a los pueblos
no judíos y enseñarles las Siete Leyes Universales con
todas sus derivaciones y explicaciones a fin de eliminar la
idolatría de la tierra y causar que los gentiles pudieran
encontrar, a través de sus méritos, un lugar entre el
pueblo de Israel y su porción en el mundo por venir.

Ella: Yeshua insufló en sus discípulos el principio de que


no importa qué tan lejos estuviera un judío de Di-os,
siempre el camino del retorno estaba disponible y propició
que los méritos por él obtenidos en su servicio obediente a
Di-os, pudieran ser transferidos a favor de todos los que,
sinceramente, con una motivación pura, decidieran acogerse
a las promesas de perdón de pecados anunciada por los
profetas.

El: Yeshua subrayaba el principio de la fe en HaShem y


obediencia a Sus mandamientos como la clave para el éxito
de la vida de piedad y prometió derramar una porción de su
espíritu en todos aquellos que le recibieran.

“Tened fe en Di-os” decía, pues, “todo es posible para Di-


os”, y “lo que para los hombres es imposible, para Di-os es
posible”. Esa absoluta confianza en Dios fue fundacional
en su enseñanza.

Ella: Yeshua predicó una vida sencilla, de transparencia


moral mientras servimos al Eterno con amor absoluto.
Yeshua dijo que el mandamiento de “Oye Israel, el Eterno
nuestro Di-os, el Eterno Uno es. Y amarás al Eterno tu Di-

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os con todo tu corazón y con toda tu mente y con todas tus
fuerzas”, es el más grande de todos.

El: Afirmó también que el segundo mandamiento en


importancia es el que dice: “Ama a tu prójimo como a ti
mismo”, afirmando que de estos dos mandamientos “colgaban”
o “dependían” todos los demás mandamientos.

Ella: Yeshua experimentó una muerte violenta y terrible,


plagada de torturas y sufrimientos indecibles, en estricto
orden establecido por los Profetas, pues su alma estaba
siendo derramada en expiación por los pecados de muerte de
nuestro pueblo y del mundo.

El: Su cuerpo sin vida fue sembrado en la tierra según las


leyes judías para la sepultura y depositado con cuidado y
amor en un sepulcro de un judío rico que lo prestó para la
ocasión.

Ella: De allí, luego de tres días y tres noches, fue


levantado por Di-os, conforme a las Escrituras y fue visto
durante cuarenta días por sus más cercanos discípulos con
los cuales comió y compartió grandes y extraordinarias
lecciones del orden de la redención que tendría lugar para
Israel y el mundo.

El: Diez días antes de la santificación de Shavuot de aquél


año, el Eterno envió por su justo mesías una legión de
ángeles en carros de fuego que lo arrebataron ante la vista
de sus estudiantes.

Ella: Cuando Yeshua fue escondido de sus discípulos, ellos


no nombraron un sucesor, como ha ocurrido con otros
movimientos, sino que continuaron mirándole a él y
recurriendo a él para inspiración y guianza, aceptándole
como Mashiaj hasta su revelación final como había
prometido.

El: No obstante, Yeshua continuó revelándose a ellos en


muchas ocasiones y formas diversas, asegurándoles que
estaría con ellos hasta el fin de esta edad presente. Hasta
el día de hoy, los judíos que le hemos aceptado como el
Ríbi, seguimos sus instrucciones y buscamos su guianza en
cada aspecto de nuestras vidas.

Ella: Para ello, procuramos siempre estudiar sus dichos y


enseñanzas y acomodarlas a la realidad de la vida presente
de tal manera que con el corazón en los cielos y los pies

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en la tierra, nuestras vidas puedan ser todo lo relevantes
como para mantener la tradición que recibimos de nuestro
Santo Maestro, el Mélej HaMashiaj.

El: Su amor por el pueblo judío ha sido tan grande que aquí
y allá el Ribi ha levantado grandes maestros hasídicos que
son una encarnación de su espíritu mesiánico para salvar al
pueblo judío del ostracismo religioso que muchas veces ha
sufrido en diferentes lugares y momentos de nuestra
historia.

Ella: Estos maestros han restaurado el hasidismo en


comunidades y circunstancias que por razones ocultas a la
opinión popular, no habría sido posible por los medios
convencionales. Dichos maestros y místicos judíos perpetúan
el espíritu mesiánico de nuestro Ribi hasta el momento de
su revelación final a nuestro pueblo.

El: Así las cosas, Yeshua continúa siendo entonces el gran


maestro y Ribi de todos los que le hemos aceptado como
aquél prometido a la Casa de David para restaurar
finalmente el reino a la Casa de Israel, eliminar la
idolatría de la tierra y establecer la edad mesiánica en
paz y justicia para todos.

Ella: Debido a circunstancias históricas, políticas y


culturales, sus enseñanzas juntamente con las de sus
discípulos originarios han sido muchas veces mal
interpretadas y torcidas, causando el surgimiento de muchas
sectas y grupos religiosos no judíos, que nada tienen que
ver con la vida de nuestro Santo Maestro ni su mensaje
original.

El: Parte de nuestra misión es permanecer en guardia contra


esos abusos y distorsiones de tal manera que su mensaje
único pueda ser mantenido, restaurado, visto y entendido
apropiadamente por nuestro pueblo judío así como los
gentiles de las naciones.

Ella: Esta ha sido una breve reseña histórica de nuestro


Santo Maestro, el mélej HaMashiaj.

El: ¡Que viva nuestro señor, maestro y rabino, Yeshua


HaMashiaj para siempre¡

Todos: Amén.

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1. Santificación

Líder: Sirvamos la primera copa en memoria de nuestro Santo


Maestro. (Se sirve la primera copa).

Líder: Nos hemos reunido aquí en el contexto de la Fiesta


de Sucot, para recordar la llegada al mundo del alma de
nuestro justo Mesías como ha sido leído en esta breve
reseña histórica de su vida. Fue una gran ocasión cuando
Adám, el primer hombre, fue creado. Fue una grande ocasión
cuando Avraham avinu vino al mundo. También grande el
momento cuando David HaMélej nació. Pero mucho más grande
el momento cuando nuestro Santo Maestro, el Mélej HaMashiaj
hizo su entrada por el milagro de su nacimiento, en Eretz
Israel, en la ciudad de David.

Grandes hombres el Eterno ha enviado a nuestro pueblo.


Profetas extraordinarios, magníficos en su servicio y
lealtad al Eterno. Entre ellos, dos destacan de forma
especial:

Moshé Rabenu, Moisés nuestro Maestro y Eliyahu HaNaví, el


profeta Elías. Moshé por ser el primer redentor y Eliyahu
por ser el escogido para preparar el camino para la
manifestación del Mashiaj ben David.

En el último de los libros proféticos, cuando el Eterno


cierra, por así decir, la puerta de la profecía escrita, se
nos dice lo siguiente:

“Acuérdense del libro de Instrucciones (Toráh) de mi siervo


Moisés. Recuerden los preceptos y las leyes que le di en
Horeb para todo Israel. Estoy por enviarles al profeta
Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y
terrible”. (4:4,5)

El profeta Malaquías fue el último de los profetas enviados


por el Eterno para que su profecía fuese escrita para la
posteridad. Es como la despedida de un padre de su hijo.

Cuando un padre se despide de su hijo, sus últimas palabras


representan lo que él considera más importante, lo que no
debemos olvidar bajo ningún concepto, lo que debe tener
prioridad de todos los consejos recibidos.

Aquí el profeta Malaquías hablando de parte del Eterno nos


da los dos últimos consejos de la profecía bíblica.

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¿Cuáles son esos dos consejos?

Primero: Acuérdense de la Toráh de Moshé mi siervo.

Segundo: Vivan en la expectación de la llegada de Eliyahu


HaNaví.

Estas son las dos cosas mas importantes que el Eterno


espera que tengamos presente: Sus Mandamientos y Su promesa
de enviarnos a Eliyahu.

¿Por qué Eliyahu? Porque será Eliyahu quien preparará el


camino para la venida del Mashiaj ben David, como
previamente lo anuncia el propio profeta al decirnos en el
capítulo tercero de su profecía lo siguiente:

“El Señor Todopoderoso responde: «Yo estoy por enviar a mi


mensajero para que prepare el camino delante de mí. De
pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan;
vendrá el mensajero del pacto, en quien ustedes se
complacen”. (3:1)

Debido a estas profecías, es imposible hablar de la


redención sin mencionar a Moshé y a Eliyahu, el mensajero
del pacto. Ambos, fueron grandes, valiosos, magníficos y
extraordinarios. Pero todos ellos no hicieron otra cosa que
preparar el camino para el mayor de todos, nuestro justo
Mesías, el mensajero del pacto, el príncipe de la redención
final.

Cuando hablamos de la redención nos referimos al hecho de


la eliminación de todo lo que es representado por términos
como “oscuridad”, “maldad”, “injusticia”, “enfermedad”,
“dolor”, “tristeza”, “depresión”, “ansiedad”,
“perturbación”, “muerte”…cosas que finalmente han de ser
destruidas, quitas y eliminadas para siempre de la
experiencia humana.

“Redención” significa literalmente, “pagar un precio por el


rescate de una persona que está incapacitada por sí mismo
para auto redimirse”.

Por tanto, “redención” siempre se relaciona con el acto de


liberar a un pueblo de su opresión, a una persona de sus
verdugos, a un cautivo de sus secuestradores, cuando ese
pueblo o esa persona se encuentra en una posición tan
crítica y difícil que no podría nunca, por si misma,
escaparse de sus captores.

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Mientras un pueblo se libera a sí mismo, no podemos hablar
de redención. Tal vez liberación, pero no redención.

Cuando una persona puede por sí misma, resolver todos sus


problemas, no podemos hablar de redención.

Pero cuando llegamos a un punto de nuestras vidas que


excepto que Dios extienda Su mano y nos salve pereceríamos,
entonces podemos hablar de redención.

Consecuentemente, la redención siempre es de Dios,


pertenece a Dios aun cuando él utilice instrumentos
angelicales y humanos para hacerlo.

El último y final redentor que el Eterno usará y nos


enviará es el Mashiaj, como está escrito en el profeta
Isaías (59:23):

“Yo envío me redentor a Tzión a favor de aquellos que se


arrepienten de pecados intencionales”.

Si los pecados intencionales pudieran ser resueltos


mediante los sacrificios establecidos en la ley de Moisés,
¿qué necesidad habría de anunciar un redentor a Tizón a
favor de los que se arrepientan de esos pecados?

La promesa de tal redentor, posterior a la ley, indica


claramente que por medio de las provisiones de la ley de
Moisés, los pecados intencionales no podían ser expiados.

Solamente por medio del “redentor” prometido tal expiación


sería posible. Hoy estamos festejando la llegada al mundo
de tal redentor para una redención tan grande.

Si pensamos que redención significa también, restaurar y


devolver todo aquello que se perdió entonces la llegada
del Mesías al mundo por primera vez, no puede ser pasado
por alto.

El profeta Isaías nos dirá también lo siguiente:

“Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla,


y toda la ropa teñida en sangre serán arrojadas al
fuego, serán consumidas por las llamas. Porque nos ha
nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía
reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres:
Consejero admirable, Di-os fuerte, Padre eterno,
Príncipe de paz. Se extenderán su soberanía y su paz, y no

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tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su
reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y
rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a
cabo el celo del Señor Todopoderoso” (9:5-8).

Y en otro lugar afirma:

“Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá


de sus raíces. El Espíritu del Señor reposará sobre él:
espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de
consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor
del Señor. Él se deleitará en el temor del Señor; no
juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga
decir, sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y
dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra.
Destruirá la tierra con la vara de su boca; matará al
malvado con el aliento de sus labios. La justicia será el
cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura.
El lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con
el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de
león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con
la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá
paja como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la
cueva de la cobra, y el recién destetado meterá la mano en
el nido de la víbora. No harán ningún daño ni estrago en
todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el
conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas.
En aquel día se alzará la raíz de Isaí como estandarte de
los pueblos; hacia él correrán las naciones, y glorioso
será el lugar donde repose. En aquel día el Señor volverá a
extender su mano para recuperar al remanente de su pueblo,
a los que hayan quedado en Asiria, en Egipto, Patros y
Cus; en Elam, Sinar y Jamat, y en las regiones más remotas.
Izará una bandera para las naciones, reunirá a los
desterrados de Israel, y de los cuatro puntos cardinales
juntará al pueblo esparcido de Judá. Desaparecerán los
celos de Efraín; los opresores de Judá serán aniquilados.
Efraín no tendrá más celos de Judá, ni oprimirá Judá a
Efraín”. (11:1-13)

¿Quién será el instrumento que el Eterno usará para darnos


esta redención tan grande y extraordinaria? La respuesta
es: HaEved HaShem, el Siervo de HaShem, el Ungido, el
Mashiaj, el escogido por el Eterno para hacer depositar
sobre él todos los recursos de gloria necesarios para tan
formidable misión. Y esta noche estamos aquí para agradecer
al Eterno que tenemos tal redentor, santo, puro, apartado
de los pecadores, que ha sido sentado a la diestra del

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Todopoderoso en las alturas, esperando hasta que todos sus
enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

Mientras tanto, y por sus méritos, todo aquel que se acerca


a Dios por medio de él, todo aquel que vuelve sus ojos a
Dios en busca de ayuda, de perdón, de liberación, de
redención, recibe, por los méritos de nuestro Santo
Maestro, el poder de una vida indestructible.

Y así como Moisés, el primer redentor guió a nuestro pueblo


fuera de Egipto, así el Mashiaj, el segundo redentor, nos
conducirá aun más allá de la muerte para presentarnos
delante del Padre, sin manchas, sin pecados, sin faltas,
perfectos y elevados a su misma estatura y gloria.

Por medio de Mashiaj se cumplirán todas las promesas de paz


y redención que el Eterno nos ha dado, no solamente a
Israel, sino también al mundo entero, a cada familia de la
tierra, a cada persona y a la creación misma.

Es por eso que esta noche es tan especial para nosotros,


porque estamos reconociendo en seguridad y esperanza que
hay un redentor que vino y que viene, hay un redentor que
se acerca a nosotros, hay un redentor confiable por cuyos
méritos podemos recibir la promesa del perdón, la
liberación y la vida en el mundo por venir que nos ha sido
prometida.

Por eso estamos aquí esta noche, para rendir adoración a


Di-os y honor al que él nos envió de la Casa de David, a
Yeshua, por medio de quien somos libres de la condenación
del pecado de muerte.

Levantemos esta primera copa y digamos:

¡Yejí Adoneinu Moreinu V’Rabeinu Yeshua ben Yosef, HaMelej


HaMashiaj L’olam Va’ed1! ¡Que viva nuestro Adón, Maestro y
Rabino Yeshua ben Yosef, el Rey Mashiaj, desde ahora y para
siempre!

“Baruj Atá Adonai, Eloheinu Mélej ha’olam, boré peri


jaguefen”

(Se bebe la primera copa)

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2. Lavamiento de manos con brajá. Se hace la berajá primero
y se lavan las manos posteriormente.

3. Partimiento del pan y bendición correspondiente.

Líder: “Baruj Atá Adonai, Eloheinu Mélej ha’olam, hamotzi


lejem, min haaretz”. Amén.

4. Primer plato: Crema de calabazas. Se sirve. Luego de


ingerir la sopa, el líder dirá: Sirvamos la segunda copa.
Al concluir de servirse, dirá:

“Gocemos del banquete festivo en honor de nuestro Santo


Maestro. Como tu pan con alegría y bebe tu vino con gozo.
Esta es la cena en memoria del nacimiento de nuestro Santo
Maestro, el Mélej HaMashiaj.

¡Yejí Adoneinu Moreinu V’Rabeinu Yeshua ben Yosef, HaMelej


HaMashiaj L’olam Va’ed2!

¡Que viva nuestro Adón, Maestro y Rabino Yeshua ben Yosef,


el Rey Mashiaj, desde ahora y para siempre!

Líder: “Levantemos todos la segunda copa. ¡Que por medio de


Mashiaj sean destruidos todos los enemigos de nuestro
pueblo Israel”.

Se bebe la segunda copa.

5. Segundo plato: Ensalada mixta. Sugerimos: uvas


moradas y verdes cortadas a la mitad, juntamente con
espinacas y lechugas frescas, salpicadas de higos
secos. Al concluir se sirve y bebe la tercera copa.

Líder: (para la tercera copa) “Que cada uno bajo su


vid e higuera pueda vivir en paz y sin temor, que
veamos el día cuando las naciones vuelven sus espadas
en arados y sus lanzas en hoces y la paz llene la
tierra bajo el gobierno de nuestro justo Mesías
Yeshua. Amén. (Se bebe la tercera copa).

6. Tercer plato: Pescado (recomendamos tilapia o


salmón) acompañado de vegetales salteados y papas
(patatas) al vapor. Algunos acostumbran añadir una
ensalada de papas y huevos. Al finalizar de comer el
tercer plato, se sirve y bebe la cuarta copa.

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Líder: “Alcemos la cuarta copa en honor de Mashiaj.
Que seamos fructíferos en la tierra, que llevemos
fruto y mucho fruto y que nuestro fruto permanezca
para la eternidad. Amén. En honor de nuestro Santo
maestro, la vid y la vida, bebamos”. (Se bebe la
cuarta copa)

7. Cuarto plato: Pollo acompañado de arroz y


vegetales. Al concluir se sirve y bebe la quinta copa.

8. Quinto plato: Postre. Al concluir, se sirve y bebe


la sexta copa.

Nota: El postre consistirá de un gran pastel (cake) de


forma cuadrada para indicar el dominio de Mashiaj en
los cuatro puntos cardinales de la tierra, un reino
que no tendrá fin. Se recomienda que los colores del
pastel sean blanco y azul, como los colores de nuestra
bandera. El momento cumbre será cuando la persona
escogida tenga el privilegio de encender una lumbrera
(vela) en honor del alma de nuestro santo maestro. El
honor de encender esta luz será muy grande. Se hará un
sorteo entre los miembros de la comunidad y el que le
toque en suerte será de gran estima por todos pues un
privilegio muy especial. Quien lo haga tendrá un año
de bendición y prosperidad. Luego que la luz ha sido
encendida, todos cantarán: Yom Juledet Sameaj, en
honor del Maestro. Al concluir el canto, se tomará la
luminaria (vela) y se colocará en un candelabro
especialmente designado para ello y se procederá a
partir el pastel entre todos.

Nota: El elegido para encender la luz representativa


del alma de nuestro justo Mesías dirá: “Por el honor
de encender esta luz que representa la llegada al
mundo de nuestro justo Mesías Yeshua, entregaré, blí
neder, una tzedaká de $ __________ para nuestro moréh
__________ (menciona el nombre del moréh o líder de la
comunidad) para que esta luz del Mesías siga
alumbrando en él con fuerza y continúe enseñándonos de
Yeshua con fidelidad y alegría. Amén.

9. Birkat Hamazón. Se sirve la séptima copa. Luego de


la bendición, todos se ponen en pie y el líder dirá:

Líder: En el mundo venidero, la historia concluirá con una


boda, las bodas del “cordero”. La novia, y los invitados a

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las bodas, todos disfrutaremos las bodas. Entonces llegará
el momento de hacer una bendición, por el fruto de la vid.

Se presentará un rollo grande, con siete sellos, que son


las siete bendiciones (shevá brajot) de las bodas. El
primer sello, revela la primera bendición y quién la eleva.

La copa será entregada a Avraham, para que bendiga. Pero el


dirá: “No soy digno porque tuvo un hijo que fue rashá,
perverso, refiriéndose a Ismael”.

Entonces pasará la copa a Yitzjak, quien dirá: “No soy


digno, también tuve también un hijo que fue rashá”
(refiriéndose a Esaú)

Se le dará la copa a Yaakov, pero dirá: “No soy digno,


porque me casé con dos hermanas, a pesar de la prohibición
de la Torah”.

La copa entonces pasará a manos de Moshé, mas dirá: “No soy


digno, porque me porté mal ante los ojos de los hijos de
Israel y me fue prohibido entrar en la tierra prometida”.

La copa entonces será entregada a David, y el cantor dirá:


“No soy digno, porque me porté mal en lo relacionado con
Betsabé”.

Entonces habrá un gran llanto, porque no se encontró a


nadie meritorio. Pero he aquí que de pronto, todos indican
con su dedo a uno hallado digno.

Y la copa será dada a nuestro Santo Maestro Yeshua, el


Mélej HaMashiaj quien dirá: “Alzaré la copa de la salvación
y llamaré por el Nombre del Eterno”.

Y esto es lo que significa el verso escondido en nuestros


libros: “No llores, he aquí el león de la tribu de Yehudáh,
él ha vencido”.

¡Que oigamos esto pronto y en nuestros días!

“En honor a todas estas bendiciones, que son Sí y Amén


por medio del Mashiaj, bebamos la séptima copa, la
copa de la edad mesiánica.

Al decir: “Alzaré la copa de la salvación e invocaré


el nombre del Eterno… se añade:

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“BARUJ ATA ADONAI, ELOHEINU MELEJ HA OLAM ASHER
KID'SHANU VEMITZVOTAV VETZIVANU LEJADESH TIKVAT
HAGUEULÁ”

“Bendito seas Tú oh ELOHIM, poder dentro del Universo,


que nos santificas con tus mandamientos que nos
permite renovar nuestras esperanzas de redención”.

“BARUJ ATA ADONAI ELOHEINU MELEJ HA’OLAM BORE PERI


Haguefen”.

Bebamos de esta copa todos.

Líder: En memoria de la llegada al mundo de nuestro


Santo Maestro, Yeshua HaMashiaj, cantemos todos:

¡Yejí Adoneinu Moreinu V’Rabeinu Yeshua ben Yosef, Yeshua,


HaMelej HaMashiaj L’olam Va’ed!
¡Que viva nuestro adón, maestro y rabino Yeshua ben Yosef,
el Rey Mesías para siempre!
¡Yejí Adoneinu Moreinu V’Rabeinu Yeshua ben David, Yeshua,
HaMelej HaMashiaj L’olam Va’ed!
¡Que viva nuestro señor, maestro y rabino Yeshua ben David,
el Rey Mesías para siempre!

Festejos adicionales:
Una vez concluida la seudá en memoria de nuestro Santo
Maestro, se continuará con los festejos apropiados.
Piñatas, fuegos artificiales. Encendido de una fogata,
danzas, etc.

Todos se retirarán a sus casas bendecidos y alegres.

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