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FORMACION DE PETROLEO ARGENTINA

Por otro lado, cabe señalar que la Organización de Países Exportadores de


Petróleo (OPEP) concentra el 50,5% de las reservas mundiales de gas
natural, la Comunidad Sudamericana de Naciones el 3,5% y la Economic
Co-operación and Development (OECD) el 8,8% restante. Argentina
concentra el 0,3%, Bolivia el 0,4% y Venezuela el 2,4%.

Según Ricardo Andrés de Dicco, Investigador del Área de Recursos


Energéticos y Planificación para el Desarrollo del Instituto de Investigación
en Ciencias Sociales (IDICSO), "las reservas mundiales de gas natural
tienen un horizonte de vida algo superior a los 65 años al ritmo de
extracción de 2005".

Sobre el futuro de la relación de Argentina y Bolivia en torno al gas, De


Dicco afirmó que posiblemente sucedan dos cosas: "Por un lado, muy
pronto veremos el resultado de la la negociación entre Evo Morales y la
Argentina por un nuevo precio del gas boliviano que suspenderá el acuerdo
precario que se firmó en 2004, y por otro lado, se deberá construir el
gasoducto del Noreste (NEA) como una herramienta esencial para nuestro
país".

Por su parte, Federico Bernal, Bioquímico especializado en Microbiología


Industrial (UBA), amplió el tema al enfoque regional: "En primer lugar, Brasil
se ha hecho dependiente del gas boliviano en un 50% (el 70% de la
industria paulista se abastece del insumo) y eso no es bueno para una
potencia industrial como para ningún otro país. Los precios
condescendientes de los últimos años han promovido esa dependencia. Así
que Brasil, además de renegociarlos deberá acelerar el autoabastecimiento
en materia de gas, o bien buscar fuentes sustitutas a ese recurso. El caso
de la Argentina es similar en el sentido de que somos hidrocarburífero-
dependientes (90% de la matriz energética), aunque importamos desde
Bolivia el 4% del gas consumido".

A pesar de ciertas coincidencias en lo ideológico, y del discurso inaugural


en el que el propio Evo Morales señalaba a Néstor Kirchner como su aliado
y le agradecía entre los presentes por su apoyo durante la campaña
electoral, la relación argentino-boliviana desde su llegada al poder empezó
a circular por un camino sinuoso. La campaña de Evo constó de diez puntos
específicos, entre los cuales se destacaba su promesa de nacionalizar los
hidrocarburos.

En enero de este año, Morales emprendió una gira por Europa y América
antes de su asunción formal, que incluyó una breve estadía en Buenos
Aires. "Nos interesa mejorar los precios y volúmenes, pero esta reunión no
es para negociar nada todavía, esperaremos que se formen comisiones",
adelantó Morales, durante aquella visita.

Más específico, el vicepresidente de ese país, Álvaro García Linera, afirmó


entonces que la voluntad del futuro gobierno de Evo Morales es "promover
la venta de gas a la Argentina", y aclaró que la pretensión es "ir poco a
poco" adecuando el precio del fluido a valores internacionales.

Bolivia exporta a Argentina desde junio de 2004 volúmenes de gas que han
ido en ascenso y que al momento llegan a cerca de 7.7 millones de metros
cúbicos diarios, a través del gasoducto Argentina-Bolivia, que fue el primer
gasoducto de interconexión binacional de América Latina. El mismo une los
campos de producción de Santa Cruz de la Sierra con el mercado de la
ciudad de Buenos Aires, partiendo del campo de gas de Colpa y terminando
en Pocitos

Bolivia tiene la segunda reserva de gas de Sudamérica, después de


Venezuela, y actualmente vende a Brasil, su principal mercado, alrededor
de 25 millones de metros cúbicos diarios. La Argentina tiene asegurado el
envío de gas por hasta 7,7 millones de metros cúbicos diarios desde Bolivia
hasta finales de este año, a un precio de 3,18 dólares por millón de BTU. La
tarifa es similar a los 3,23 dólares por millón de BTU que paga Brasil.

Por tanto, la reunión de urgencia que se produjo en Puerto Iguazú el


pasado 5 de mayo - sólo cuatro días después de que Evo Morales decretó
la nacionalización de hidrocarburos-, fue un intento de los presidentes Lula
da Silva y Kirchner, por contener y en la medida de lo posible prever, los
futuros pasos de Bolivia en materia energética.
En relación a los proyectos que tiene la Argentina para apaciguar su
dependencia, De Dicco explicó que "los anuncios oficiales señalan que en
2008 estará terminado el aumento de cota en Yacyretá, lo que adicionará
1400 MWe netos de potencia instalada, y en 2010 estará terminada la
Central Nuclear Atucha II, de 692 MWe netos de potencia".

"El gobierno también anunció que dos centrales térmicas de ciclo


combinado a gas natural de 800 MWe netos cada una, deberán estar listas
antes de 2009, al igual que el gasoducto del NEA. Por otra parte, el
megagasoducto que traerá gas natural venezolano, de concretarse, podría
darnos gas no antes de 2013", agregó el especialista.

"Con relación a la posibilidad de construir nuevas centrales hidroeléctricas y


nucleares, en relación con las primeras existen los proyectos de
aprovechamiento hidroeléctrico Garabí y Corpus Christi, pero su
cumplimentación puede demorar entre 10 y 12 años", concluyó De Dicco.

En sintonía con esta posición, Gustavo Calleja, director del Instituto de


Energía de la Fundación Illia e integrante del Movimiento por la
Recuperación de la Energía Nacional Orientadora Moreno, cree que "la
Argentina no tiene proyectos serios" y que la situación "es preocupante y
seguirá agravándose", y consideró entonces que "estaremos obligados a
seleccionar un vendedor seguro de este recurso, y esto es Venezuela y
nadie más".

"Políticamente la decisión que tomó Evo Morales desacomodó al presidente


Kirchner, ya que somos uno de los pocos países donde los recursos
hidrocarburíferos son considerados como un commodity y no como un
recurso estratégico", concluyó Calleja.

Lo cierto es que Evo Morales, forzó así una negociación para lograr un
aumento del precio que paga la Argentina por el gas boliviano, que motivó
la intervención directa del ministro de Planificación, Julio de Vido, y los
funcionarios del área.
Las negociaciones de los argentinos despertaron rápidamente los recelos
de Brasil, preocupados porque Argentina acepte el precio de U$S 5 dólares
por millón de BTU que quieren los bolivianos, ya que fijaría ese piso para su
país, y también la preocupación de Chile que teme que nuestros país -
exportador hacia el vecino trasandino- le traslade el costo del aumento.

El pasado lunes 29 de mayo, se produjo una reunión entre ministros de


Argentina y Chile en Santiago, y allí el ministro de Planificación y Obras
Públicas, Julio de Vido, intentó tranquilizar:

"El país espera mantener los volúmenes de sus envíos de gas natural a
Chile". El ministro dijo que la idea es conservar los volúmenes que se
exportaron hacia Chile en los últimos tres años, que rondan los 18 millones
de metros cúbicos diarios.

Por su parte, Carlos Villegas, economista y ministro de Planificación de


Desarrollo de Bolivia, blanqueó semanas atrás cuales son las aspiraciones
de su país: "Nosotros dijimos 5,50 dólares el millón de BTU -hoy Argentina
paga 3,35 dólares-, especialmente por el comportamiento del gas en el
mercado internacional. No nos podemos bajar sustantivamente de esa
propuesta".

En tanto que, el embajador de Bolivia en Argentina, Roger Ortiz Mercado,


afirmó el pasado 20 de mayo que el acuerdo ya era un hecho, y que solo
restaban definir algunos puntos menores:

"La negociación está prácticamente cerrada. Sólo falta acomodar la agenda


de los dos ministros (de Hidrocarburos de Bolivia Andrés Solís Rada y de
Planificación de Argentina, Julio de Vido) Es formal lo que queda".

Puntualmente, cuando fue consultado por el monto bajo el cual se estaría


cerrando este acuerdo, expresó que "los precios están, y son las que está
hablando la prensa", lo que significa unos "US$ 5 o US$ 5,5... por ahí",
concluyó.
Si las palabras suelen ser acompañadas por acciones, habrá que
considerar que las promesas de Bolivia deben ser tomada con precisión y
atención por parte del gobierno argentino. El decreto 28.701 de Evo
Morales que dispuso la nacionalización de los hidrocarburos, principal arma
de su campaña, se cumplió sin titubeos.

La cantidad de gas natural que se importa actualmente desde Bolivia


asciende a 10,5 millones de metros cúbicos por día (mm3/d), los cuales
brindan suministro a los clientes del norte argentino, en especial a
distribuidoras y generación eléctrica. Este volumen fue acordado durante la
renegociación llevada adelante en febrero, que permitió reducir los 18
mm3/d del contrato inicial.

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