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Ensayo:

“Problemática de los pequeños municipios en Colombia”

Erika Sofía Serna Pérez

Escuela Superior de Administración Pública, Territorial Valle del Cauca

Administración Pública Territorial, V Semestre

Organización del Estado Colombiano

Mg. José Diego Henao Giraldo

10 de abril de 2021
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Ensayo:

Problemática de los pequeños municipios en Colombia.

“El municipio menor también es Colombia”

Esta frase que Hernández (2003) plantea en su texto “Objetivos inéditos de la

categorización municipal” nos afirma de entrada, la pertinencia de discutir si los municipios

pequeños se deben suprimir agregando su población a municipios de mayor tamaño o por el

contrario se deben fortalecer para que cumplan sus funciones de manera más eficiente,

puesto que son municipios que aunque son considerados “menores”, albergan población

colombiana con los mismos derechos que la población que habita en las grandes urbes. En

este sentido, el presente ensayo pretende identificar las principales razones que alimentan

estas posturas contrarias respecto a los pequeños municipios, para establecer con base en

argumentos nuestra postura en este asunto.

Cuando se habla de municipios pequeños se hace referencia a los de menor

población conforme a la Ley vigente. En Colombia, a excepción de la ley 136 de 1994, las

leyes que establecen la creación de municipios han venido endureciendo los requisitos para

su creación en criterios de población, pasando de 3.000 habitantes establecidos en la Ley

149 de 1888 a la Ley 1551 de 2012 vigente en la actualidad, que establece un mínimo de

25.000 habitantes y que el municipio del que se segregue no quede con menos de esa

población. Es decir, la legislación en materia de municipios tiende a evitar la formación de

municipios pequeños.

Según Hernández (2003) el prejuicio generalizado contra la fundación de

municipios está basado en un propósito de ahorrarle al Estado “gastos innecesarios” dado

que un municipio nuevo crea burocracia y gastos adicionales al erario. Además, que al
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suavizar los requisitos se puede dar lugar a municipios artificiales incapaces de sostenerse

generando parasitismo del presupuesto departamental y nacional; que la segregación de

municipios debilita los municipios ya creados; que al crearse un municipio también se debe

crear una circunscripción electoral; que la multiplicación de municipios disuelve la

capacidad de inversión del Estado y le obliga a instalar infraestructura de servicios para

comunidades excesivamente pequeñas y dispersas y por lo mismo costosas. Estos han sido

los principales argumentos por los que la legislación ha sido contraria a la creación de

municipios, eminentemente el factor económico prima en estas posturas.

Por otro lado, los argumentos tendientes al fortalecimiento de los pequeños

municipios y la fundación de nuevos están fundamentados en el carácter identitario y social

de su población. De acuerdo con Hernández (2003) en la tradición colombiana no se ha

desarrollado la visión sociológica del municipio, sino que éste ha sido una emanación

abstracta de la institucionalidad, sin entender que las comunidades o asociaciones naturales

en un lugar determinado, para existir y crecer deben satisfacer eficazmente necesidades

colectivas de naturaleza local, en las que se establecen relaciones de vecindad y

convivencia y se atienden mediante la auto organización y la ayuda mutua.

En el contexto del Estado colombiano, que ha tenido que administrar un territorio

muy extenso y desconectado en medio de un conflicto armado de décadas, la noción de

municipio desde la postura sociológica cobra especial importancia, pues a través de estas

asociaciones naturales dispersas en el vasto territorio nacional es que se debería estar

haciendo presencia estatal, mas allá de consideraciones numéricas de la población. Es

precisamente el continuo endurecimiento de los requisitos poblacionales para la creación de

nuevos municipios lo que ha impedido que estas comunidades que cumplen con unas

características asociativas puedan obtener el reconocimiento del Estado configurándose


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como municipios con derechos, deberes y competencias, privando a sus ciudadanos de una

presencia real del Estado que se ajuste a las condiciones del territorio y de la población. En

este sentido, el impedir la formación de nuevos municipios y el escaso fortalecimiento de

los municipios ya existentes es una política que tiene gran responsabilidad en el abandono

estatal que percibe buena parte de la población colombiana, pero no hablamos de la

población urbana, pues para nadie es un secreto que las leyes en Colombia han sido hechas

de acuerdo a las características de las grandes ciudades, hablamos de la Colombia rural en

la que el Estado no ha hecho presencia con sus instituciones, la que tiene características y

necesidades totalmente diferentes que no son atendidas desde las políticas centrales porque

las desconocen, dejando así a esta Colombia olvidada a merced de los diversos grupos

armados al margen de la ley que en algunos territorios hasta se convierten en paraestados

que dictan el ordenamiento del territorio, recaudan los impuestos y someten a la población

de manera ilegal, con el propósito de controlar territorios estratégicos para las rutas

ilegales, que a la vez son disputados por otros actores armados legales o ilegales, quedando

en medio del horror de la guerra la población civil rural.

En esta dinámica, el pequeño municipio encuentra tanto en el Estado, como en los

actores armados ilegales un enemigo que busca prescindir de él: para las organizaciones

ilegales son un obstáculo en la lucha por el poder y el dominio territorial; para el Estado

son una carga fiscal. Además, si consideramos que los llamados a resolver esta

problemática son los congresistas que desde el legislativo dictan las leyes, es mucho más

improbable obtener una legislación favorable para los municipios de menor tamaño y en

general para la creación de nuevos entes territoriales de cualquier nivel, dado que en la

política electoral ya están configurados unos fortines políticos en territorios establecidos en

los que los políticos no estarían interesados a abrir espacio a nuevas circunscripciones que
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necesariamente representan más candidatos en la pugna electoral. Al final, lo que más pesa

es el interés particular de algunos políticos (la mayoría) por permanecer en las mieles del

poder, dejando de lado la urgencia de reorganizar el Estado y consolidar un proyecto de

identidad nacional.

Es indispensable entender que el territorio colombiano es amplio, diverso y

disperso, por lo cual la rigidez del Estado para crear institucionalidad y fortalecer la

existente en los municipios menores hace imposible la construcción de nación desde los

procesos identitarios de las comunidades, pues en la medida de que las poblaciones

pequeñas que comparten identidad cultural estén agregadas a entes territoriales más grandes

solo por conveniencia económica, sin compartir interés por el desarrollo comunitario o

asociativo no será posible establecer un Estado Nacional con la identidad de nación que

debería tener: una Nación que proteja sus recursos naturales mediante políticas de

conservación y promoción del desarrollo que solo es posible hacer tangible en el territorio

particular atendiendo a las condiciones específicas del lugar y de sus gentes.

Conclusiones

A modo de conclusión, consideramos que es fundamental el fortalecimiento de los

pequeños municipios, pues suprimirlos y/o mantenerlos en el abandono seria la

confirmación de que el Estado fracasó en sus fines constitucionales fundamentados en el

Estado Social de Derecho. Los pequeños municipios responden por la presencia del Estado

en más del 70% del territorio colombiano, más allá de la representación demográfica de

cada municipio en particular, tienen importancia geográfica, estratégica, ambiental y

económica por los recursos naturales que poseen, por ende, suprimirlos o no atenderlos de

manera certera y con todo el rigor institucional que proporciona el Estado permite que las
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empresas privadas o los actores ilegales o las empresas transnacionales se quieran apropiar

de los recursos colombianos.

No solo es necesario fortalecer los pequeños municipios, es indispensable una

política de Estado que fomente la creación de nuevos municipios, teniendo en cuenta las

características de sus territorios y la sociedad que lo compone, que en consecuencia serian

municipios pequeños que probablemente lo alcancen el requisito de 25.000 habitantes que

establece la Ley 1551, pero que son indispensables para reorganizar la estructura territorial

general del Estado.

Referencias

Hernández, Augusto (2003) “Objetivos inéditos de la categorización municipal”. En:

Ramos, Cruz, Sagawe, Jolly, Hernández, Navas, Pérez, Amaya & Parra (2003)

Problemática de los pequeños municipios en Colombia ¿supresión o reforma?

Bogotá, Colombia: Universidad Externado de Colombia.

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