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Vida

es piri ual
Vida Espiritual #192
Enero 2021 • Mayo 2021
Orden de Carmelitas Descalzos
Provincia de Colombia - Delegación de Ecuador

ES EN SILENCIO...
Fray Jorge Iván Duque Jurado de Jesús, María y José ocd

¿QUÉ TIEMPOS VIVIÓ JOSÉ DE NAZARET?


Caroline Gebehart ocds

JOSÉ, TRANSPARENCIA DEL PADRE


Wilson Ossa ocd
Contenido Vida
3 Editorial es piri ual
Es en silencio…
5 Fray Jorge Iván Duque Jurado de
Jesús, María y José ocd Revista Vida Espiritual® #192

Una publicación de la Orden de Carmelitas Descalzos,

¿Qué tiempos vivió José de Provincia de Colombia


Provincia de Santa Teresita del Niño Jesús
Nazaret?
10 Instituto Carmelitano de Espiritualidad
Carrera 18 A # 43 A - 59 Bogotá / Tel. (57) 7904227
vidaespiritualocd@gmail.com
Caroline Gebehart ocds
Delegación de Ecuador
Santa Mariana de Jesús
Instituto de Espiritualidad Santa Teresa del Niño Jesús
San José, padre de la Robles E4—27 y 09 de Octubre. Parroquia Santa Teresita, Quito
Tel. 02 22 30 502, Ext. 103
14 valentía creativa institutosatere@hotmail.com

Padre José Septién ocd Superior Provincial:


Padre Carlos Alberto Ospina Arenas ocd

Director de la revista:
Padre Jairo Gómez Díaz ocd
José, transparencia del jairo1971@hotmail.com

15 Padre Editor:
Padre Jorge Antonio Zurek Lequerica ocd
Wilson Ossa ocd
Consejo Editorial:
Padre Jorge Antonio Zurek Lequerica ocd
Catalina Schuth B.
Encontré un camino hacia Claudia Victoria Llano (Tita)
Raquel Tirado Molina
Dios: estar en sus manos Liz Anguelly Trujillo Puentes

18 Paula Clavijo
Padre Carlos Alberto Villa Jaramillo ocd
Julián Gélvez
Gabriela Duarte Méndez

Apoyo Editorial Internacional:


Padre José Luis Auquilla ocd
San José: el hombre que se Padre Darwin Castro ocd

20 dejó habitar por Dios Colaboradores en esta edición:


Padre Carlos Alberto Villa Jaramillo ocd
Padre Jorge Iván Duque Jurado ocd
Ovidio Rendón ocd Caroline Gebehart ocds
Padre José Septién ocd
Padre Wilson Ossa ocd
Paula Clavijo
Los sueños de san José Padre Ovidio Rendón ocd

22
Padre Darwin Castro ocd
Padre Benjamín Guayanay Guayanay ocd
María Yatzil Franco
Fray Darwin Castro ocd
Diseño:
AdMark

El trabajo, esfuerzo sagrado Diagramación:

24
Lilibeth Castro Ramones

Benjamín Guayanay Guayanay ocd Fotografías:


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Cómo buscar el alma en las www.shutterstock.com

26 cosas
ISSN 0120- 811X / Resolución No 00535
Mayo 1962 / Mingobierno
María Yatzil Franco Reservados todos los derechos de
reproducción total o parcial
Bogotá / Mayo 6 de 2021
Editorial
ESCUCHEN QUÉ COSA Y
COSA TAN MARAVILLOSA
AQUESTA1…

No podríamos iniciar nuestro año en la revista A medida que va avanzando el año y tras la
Vida Espiritual sino hablando de este andariego infinidad de iniciativas josefinas que nacen a
divino: san José. En sintonía con toda la Iglesia, partir del llamado del Papa, solo va emanando una
iniciamos este tiempo en manos de este glorioso certeza: José es nuestro. Esta es la posibilidad
patriarca, con la santa presunción de caminar que llega a nosotros de soñar en grande, soñar
hacia Aquel que reúne en sí mismo la plenitud del en Dios, así como José en medio de noches e
amor y la realización humana, Dios con nosotros. incertidumbres tiene un sueño sublime y escucha
El Carmelo de Teresa de Jesús y toda la Iglesia la voz de Dios; voz que se traduce en un llamado
cantan de alegría por la presencia del padre de concreto: custodiar a su Hijo amado, y proteger
Jesús en medio de cada Carmelo Descalzo, o a su madre. ¡Qué locura de amor!
portal de Belén (CV 2,9) como le solía llamar la
Santa abulense. No será José, hijo de David, el punto de llegada,
al contrario, el horizonte donde se alcance a
Maestro de oración, guía de vida interior, divisar el paisaje que Dios va pintando de la
andariego del amor, podríamos desbordarnos mano de su Hijo; óleo divino que deja permeada
en cantidad de calificativos sobre la figura de la creación entera de la hermosura de Dios: la
José no solo frente a la tradición bíblica, sino historia divinizada por Dios, y José el marco
también en medio de la historia de la Iglesia; presentado por la Iglesia para contemplar el
baste con enunciar los títulos paternales que Misterio.
señala Francisco en su carta apostólica Patris
corde: padre amado, padre tierno, padre
obediente, padre acogedor, padre valiente,
padre trabajador, padre en la sombra. 1
Himno de Laudes, 19 de marzo Solemnidad de San José.

03
San José
Salve custodio redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,


muéstrate Padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracias, misericordia y
valentía, y defiéndenos de todo mal.
Amén.

carta apostólica Patris corde

04
Es en silencio...
Fray Jorge Iván Duque Jurado de Jesús, María y José ocd

El valor del silencio en la vida espiritual resulta La búsqueda del silencio


casi que imponderable, por lo cual se hace
necesario escribir sobre el mismo, resaltar la Creemos que para poder estar en silencio
importancia de su búsqueda, la dificultad que debemos irnos muy lejos, apartarnos de todo,
puede presentarse para hallarlo; es útil también distanciarnos de las fuentes de ruido exterior
conocer cómo los místicos del Carmelo hablan de que nos aturden. Esto ayuda, en parte es verdad,
sus bondades, y, como si fuera poco, remitirse al pero de nada sirve o no es garante si la fuente
ejemplo de san José, el “santo del silencio”, el de ruido se encuentra en nuestro interior. Es
varón justo que supo obedecer a Dios. importante buscar la soledad exterior para
evitar las distracciones, pero el problema es
Afirma san Gregorio Magno que el silencio es la cuando nuestro ritmo de vida no lo permite hacer
“casa del místico”, y para el místico Dios es el tan a menudo. Ante esto, ayuda saber que no
“Señor del silencio”1. Por tanto, cuando estoy en necesariamente debo aislarme para conseguirlo.
silencio, estoy en Dios, y puedo tomar conciencia Hablando del poder del silencio, Franz Kafka
de su presencia en mí. Ese silencio es atención, escribe:
receptividad, acogida. También es quietud. La
quietud es el silencio del cuerpo. Cuanto más No hay necesidad de salir de la habitación.
quietos estamos, más se mueve el interior, y más Basta con sentarse a la mesa y escuchar.
atentos estaremos a esos movimientos. Cuando Ni siquiera es necesario escuchar, solo esperar.
estoy en silencio, estoy atento al Dios en mí, y Ni siquiera hay que esperar, solo aprender a estar en
puedo entender, o mejor, vivir lo que dice santa silencio, quieto, solitario.
Isabel de la Trinidad: El mundo se te ofrecerá libremente para ser
descubierto.
Dios en mí y yo en Él. He ahí nuestro lema. Qué No tiene otra alternativa; caerá en éxtasis a tus
agradable es esta presencia divina dentro de pies.
nosotros, en ese santuario íntimo de nuestras
almas. Allí le encontramos siempre, aunque El silencio parte de una disposición, de un deseo,
no disfrutemos de su presencia sensible. Sin un anhelo, también de una lucha. Y puedo lograrlo
embargo, Él sigue presente y se encuentra hasta a pesar de estar ocupado o distraído en deberes
más cerca de nosotras. Es allí donde me gusta y actividades. Basta con que hagamos una pausa,
buscarle.2 apartarnos un poco, dar un paseo, o simplemente
observar por la ventana y maravillarnos con lo
Así, el silencio es una oportunidad privilegiada que se presenta ante los ojos.
para el trato con Dios, para estar en comunión
con Dios y su misterio. 1
Diccionario de Mística, en la voz “silencio”.
2
Carta a la señorita Margarita Gollot, 18 de abril de 1901.

05
No obstante, existe un silencio de la Cruz nos recuerda que es ruidos y palabras. ¿Por qué so-
más difícil de alcanzar, es el posible silenciar el contenido mos maestros de la fuga? ¿Por
silencio interior. Hay que reco- sensible de las potencias para qué huimos permanentemente
nocer cómo muchas veces los que Dios obre la unión divina de nosotros mismos? La respues-
ruidos internos brotan de nues- (3S 2,2). ta del autor citado es porque en
tros deseos, pasiones o apetitos ese silencio emergen nuestras
desordenados, y urge acallar- Dificultad frente al silencio sombras; si bien los seres hu-
los para que no nos perturben. manos somos belleza, verdad y
Y también brotan de nuestras Alcanzar este silencio no es fá- bien, también hay en nosotros
potencias (memoria, entendi- cil, pero tampoco imposible. codicia (tener), ambición (po-
miento y voluntad) que se “al- Basta reconocer que como se- der) y vanidad (en el ser). En el
borotan” e impiden disfrutar res humanos estamos llamados silencio emergen las sombras,
del silencio. a ser espirituales, es decir, a vi- y por eso escapamos, y no vi-
vir conscientes del espíritu que vimos la experiencia que el si-
Ante los apetitos3, el gran maes- nos habita y dejarnos guiar por lencio nos puede aportar. Ahora
tro San Juan de la Cruz nos pre- él. El ser humano espiritual es bien, Pablo afirma que las som-
senta los primeros capítulos del consciente de su interioridad, bras no hay que erradicarlas,
primer libro de Subida del Mon- su profundidad, y contempla a sino atravesarlas. Se atraviesan
te Carmelo. Nos habla de la ne- quien está allí en lo profundo en la contemplación constante.
cesidad de purificar los apetitos de su ser, y así lo puede escu- Atravesar un problema significa
para vaciarnos de ellos. El santo char. El sacerdote español Pa- redimirlo (redención). Redimir
llama “noche” a la privación del blo D’Ors, uno de los autores es sufrir con amor, sufrir por
gusto en el apetito de todas las contemporáneos que más habla amor. Si una sombra se sufre
cosas, con el fin de quedarse el de este tema, entiende que el con amor esa sombra puede re-
alma como a oscuras y sin nada. silencio es una nostalgia, un pá- dimirse. Aquí el anhelo, por lo
Quien hubiere negado y despe- nico y una revelación.5 tanto, es nostalgia de luz.
dido de sí el gusto de todas las
cosas, mortificando su apetito, Es nostalgia. Todos intuimos Es revelación. El silencio es esa
está como de noche, lo cual no que el silencio nos hace bien, luz que nos revela nuestra iden-
es otra cosa sino un vacío en y esto porque sabemos que el tidad, que nos ayuda a descu-
ella de todas las cosas para así problema primordial del ser brir quiénes somos. Esa revela-
poder fijar más claramente su humano actual es la disper- ción se va adquiriendo poco a
mirada en Dios (1S 3,1-2). sión; estamos bombardeados poco, y deja efectos como paz
permanentemente por imáge- interior y alegría. Por tanto,
Por su parte, cuando hablamos nes, palabras, sonidos, sin un el silencio como revelación es
de las potencias del alma, la tiempo de silencio para digerir aquel que nos permite caer en
manera de “silenciarlas” es con esas mismas palabras, imáge- la cuenta del Dios que se revela
el recogimiento, que consiste nes, sonidos. Tenemos entonces en nuestro interior y, al revelar-
en enfocar, dirigir, centrar u nostalgia de ese espacio-tiem- se, nos habla, se comunica, nos
ocupar la memoria, el entendi- po. Existe un anhelo interior. permite escucharlo y estar en
miento4 y la voluntad con una comunión con Él.
imagen apropiada o, en este Es pánico. El silencio genera
caso con la de Jesús, de tal inquietud pues cuando lo hace-
manera que ayude a centrar mos lo primero que suscita es el 3
Referido a la purificación de los deseos.
la atención en Él y así evitar la deseo de acabar con él y su de- 4
En el entendimiento ubicamos también el
dispersión o distracción, con el rivada quietud como un escape. pensamiento, la imaginación y la fantasía.
fin de disponer nuestro ser para No lo soportamos y necesitamos 5
Tomado de la conferencia “El silencio” por
la comunión con Dios. San Juan volver a las imágenes, sonidos, Pablo D’Ors, del 18 de noviembre de 2013.

06
El silencio desde los santos del Carmelo En cuanto al santo padre Juan de la Cruz, te-
nemos que en el libro Subida al Monte Carmelo
Los místicos del Carmelo sí que saben del silen- enseña: para pasar adelante en contemplación a
cio. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant, en un unión de Dios, para lo cual todos esos medios y
texto sobre la necesidad del silencio6, presenta ejercicios sensitivos de potencias han de quedar
la mirada de estos hombres y mujeres inscritos atrás y en silencio, para que Dios de suyo obre en
en esta escuela de interioridad. el alma la divina unión (3S 2,2).

La primera, santa Teresa de Jesús, nos enseñó En resumen, la experiencia del silencio en los
que la oración es tratar de amistad estando mu- místicos carmelitas se sintetiza en estas palabras
chas veces tratando a solas con quien sabemos de Pedro Donoso: Soledad y silencio, para tener
nos ama (V 8,5), y para vivir siempre en Él las un corazón dispuesto a acoger y oír al Amado.
que a solas quisieren gozar de su esposo Cristo, Soledad y silencio para que nada nos impida ir
que esto es siempre lo que han de pretender, y al encuentro con Él. Soledad y silencio para des-
solas con Él solo (V 38,4). A partir de esta no- cubrir que estamos habitados por el Dios Trini-
ción, instruye a sus monjas en su obra Camino de dad. Soledad y silencio para dialogar con el amor
perfección. Con el objetivo de inculcarles la ora- eterno, que en silencio habla.
ción sin desfallecer (Lc 18,1), les dice: Dice en la
primera regla nuestra que oremos sin cesar. Con
que se haga esto con todo el cuidado que pudié-
remos, que es lo más importante, no se dejarán
de cumplir los ayunos y disciplinas y silencio que
manda la Orden (C 4,2), y más adelante agrega
que el silencio no nos ha de hacer mal (C 10,
6), por ello hemos de procurar estar a solas (C
24,4) y vuelve a resaltar que importa mucho este
estarnos a solas con Dios (C 35,5). Por último,
para entender el valor del silencio, en su obra
culmen, Las moradas, afirmará: En este templo
de Dios, en esta morada suya, solo Él y el alma se
gozan con grandísimo silencio (7M 3,11).

Si nos referimos a santa Isabel de la Trinidad, en-


contramos que, a los 15 años, en sus poesías, so-
ñaba con estar en soledad con Cristo. Así escribe
en agosto de 1896: Vivir contigo solitaria. Luego,
a los 19 años, anota en una noche en su diario:
Pronto seré totalmente tuya, viviré en la sole-
dad, a solas contigo, me ocuparé solamente de
Ti, viviré únicamente para Ti, y tan solo contigo
conversaré7.

Por su parte, el beato padre María Eugenio del


Niño Jesús comenta en su libro Quiero ver a Dios
lo siguiente: El don de sí provoca la misericordia
divina; la humildad aumenta la capacidad recep-
tiva del alma; el silencio asegura a la acción de
Dios toda su eficacia.
6
San Juan de La Cruz y la necesidad del silencio.
7
Diario Espiritual, Noche, 27 de marzo de 1899.

07
En silencio José obedece a Dios por lo que resolvió repudiarla en secreto. Es en-
tonces cuando el evangelista recurre a la figura
“Con corazón de padre: así José amó a Jesús, del sueño para mostrar cómo Dios se comunica
llamado en los cuatro Evangelios el hijo de José” con José y le revela que el hijo que María lleva
(Lc 4,22; Jn 6,42; Mt 13,55; Mc 6,3). Con esta en su vientre es fruto del Espíritu Santo y será el
expresión, inicia la carta apostólica Patris corde Emmanuel. Ante estas palabras, José obedece y
del Papa Francisco en ocasión del aniversario 150 toma a su mujer tal como el ángel del Señor le
de la declaración de san José como patrono de la había ordenado.
Iglesia Universal.
Mt 2, 13-15: ante la amenaza de Herodes, de
Ese es José, patrono, padre amoroso, tierno, res- nuevo, el ángel del Señor se apareció en sueños a
ponsable, trabajador; es un hombre que funda- José. Esta vez le pidió prepararse y tomar al niño
mental y esencialmente supo obedecer a Dios. y a la madre para huir a Egipto. José, obediente,
Esta obediencia es fruto de su docilidad y silen- sin preguntas ni reparos, confiado en quien le ha-
cio, escuchó a Dios e hizo lo pedido sin ningún blaba, se preparó, tomó de noche al niño y a su
reparo, lo obedeció para cuidar y custodiar su madre, y se retiró a Egipto donde vivió hasta la
tesoro más preciado, el Hijo del Hombre, su Hijo muerte de Herodes.
amado, en el seno de la Sagrada Familia.
Mt 2, 19-23: tras la muerte de Herodes, de nuevo
A san José se le conoce como “el santo del si- el ángel del Señor se le apareció a José y le pidió
lencio”. Si bien se dice que es llamado así de- tomar al niño y a su madre para volver a Israel.
bido a que no se halla una sola palabra suya en Una vez más, José hizo lo que le mandó el ángel
los Evangelios, podríamos también decir que la y se retiró a la región de Galilea, a una ciudad
denominación se debe principalmente a que en llamada Nazaret.
todo obedeció a Dios, y para obedecerlo tuvo
que escucharlo, y para escucharlo vivió en silen- Estos detalles de la vida de José muestran que
cio, porque a Dios se le escucha en el silencio. era un “hombre de Dios” pues lo escucha atenta-
mente, en silencio, lo obedece, y luego es fiel a
La palabra “obedecer” viene del latín ob audire la misión que se le encomendó.
y significa “saber escuchar”. Por tanto, obedien-
te es quien sabe escuchar. Ese saber no es solo En su libro El silencio, análisis y estructura,
identificar con claridad lo que me dicen, sino que Patricio García Barriuso refiere:
va más allá. Implica poner por obra aquello que
me están comunicando.
El silencio posee una función mística
o mágica, es decir, crea un clima, un
La figura de José solamente aparece en los rela-
ambiente, una situación, un contex-
tos de la infancia de Jesús presentados por Ma-
to, en el que se posibilita la más alta
teo y Lucas. En el Evangelio de Mateo tres textos
comunicación interpersonal y la más
nos dejan ver de qué modo él primero escucha a
honda penetración en la realidad. Los
Dios, y luego le obedece. Así nos lo confirman los
autores han llamado a esta función la
siguientes textos:
función mágica o mística del silencio.
Es el silencio de la plegaria mística
Mt 1, 18-25: José era un hombre justo. El adje-
que establece una honda comunión
tivo de justo se le otorga por la disponibilidad
grande a lo que Dios quiere hacer. Es un rasgo de
docilidad, de disposición a la obediencia. Cuando Así pues, tras esta afirmación, el autor presenta
él se entera de que María, la mujer a quien había diversas modalidades de silencio que se pueden
desposado, estaba encinta, no quería difamarla, ver reflejadas en la actitud de san José:
8
García Barriuso, El silencio, análisis y estructura,24

08
•El silencio de sobrecogimiento: se da cuan- “emular”, seguir el ejemplo de los santos para
do el ser humano queda impresionado, sobre- orar y estar en silencio ante Dios, para escuchar-
cogido, no le quedan palabras, se vuelve mudo le como lo hizo el padre de Jesús.
dichosamente ante una realidad que lo supera y
desborda como es la inagotable riqueza del mis- Somos llamados a apartamos del ruido, del ritmo
terio divino. Este silencio, más que obtenerse a de vida acelerado y frenético, del estrés que nos
través de esfuerzos propios ascéticos, sobreviene impide hacer pausas, respirar y analizar la vida.
porque en el interior del hombre ha irrumpido Tenemos la oportunidad para aquietarnos en me-
una realidad excelsa, la realidad de todas las dio de la vida común, para presentarnos a Dios
realidades y le ha dejado sin palabras, sin nada y tomar conciencia de su presencia en nosotros.
qué decir.9 José, sobrecogido ante la majestuo- Estamos motivados a vivir el silencio para abrir-
sidad del Dios de sus padres que le habla, queda nos al Espíritu, disponernos receptivos, mansos
absorto en el silencio. y pacientes, para que el alma se nos llene de
dinamismo divino.
•El silencio de acatamiento: acatar, según la
Real Academia de la Lengua Española, es tributar Vivamos en silencio, disfrutemos el silencio,
sumisión o respeto a una persona o a las órdenes amemos el silencio. Tengamos siempre presente
o consejos que provienen de ella; es cumplir sin que las palabras cambian al mundo. El silencio
ningún “pero”. Esto es un gran signo de enno- nos cambia a nosotros (Pablo D’Ors). Recordemos
blecimiento, pues consiste en inclinarse ante los que el santo padre Juan de la Cruz enseña en los
grandes y ante lo grande. Hablar y enseñar in- Dichos de luz y amor que Una palabra habló el
cumbe al maestro, pero al discípulo corresponde Padre, que fue su Hijo, y esta habla siempre en
callar y escuchar dice san Benito en su Regla.10 eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del
Esto es lo que hace José. Sin ningún “pero” acata alma. Así que contemplemos a Jesús en nuestro
las órdenes de Dios y obedece sin dudarlo. interior, mirémoslo y dejémonos mirar, abracé-
moslo y dejémonos abrazar, toquémoslo y dejé-
•El silencio de acogimiento: el silencio es tam- monos tocar por Él. Estemos a solas con Él, con
bién una forma de acogida del otro. Esa acogida la mirada fija solo en Él, y así, ante todas las
auténtica es aquella manera de comportamiento engañosas propuestas y ofertas que la sociedad
en la cual está silenciado todo interés personal y nos hace, podremos darnos cuenta y confirmar
subjetivo, contando sola o primordialmente con que Solo Dios basta.
la realidad del otro.11 Al encontrarnos hay acogi-
da, al acogernos hay encuentro. Así es más fácil En silencio, escucho.
obedecer, porque en el encuentro conocemos al En silencio, obedezco.
otro, al conocerlo confiamos en él, y José cono- En silencio, miro.
cía a Dios y confiaba en Él. En silencio, abrazo.
En silencio, beso.
Nuestra tarea: a ejemplo de José, ser aman- En silencio, contemplo.
tes del silencio En silencio, me deleito.
En silencio, admiro.
Este año 2021, dedicado especialmente a San En silencio, sonrío.
José, es una gran oportunidad para acercarse En silencio, espero.
a su figura, mirarlo, y desear seguir sus pasos. En silencio, anhelo.
Tengamos presente la recomendación de nuestra En silencio, vivo.
madre santa Teresa: También se pueden imitar En silencio, sueño.
los santos en procurar soledad y silencio y otras En silencio, deseo.
muchas virtudes, que no nos matarán (V 13,7). En silencio, amo.
Hoy podríamos decir que más que imitar, sería En silencio…
9
Ibíd., 40
10
Ibíd., 42
11
Ibíd., 52

09
¿Qué tiempos vivió José de Nazaret?
Caroline Gebehart ocds, Parroquia Nuestra Señora del Carmen
Iglesia Santa Teresita, Bogotá

Cuando el papa Francisco escribió la carta apos- el Evangelio de Mateo (1,16) sobre la genealogía
tólica Patris corde con motivo del 150° aniversa- de Jesús. Las familias judías eran muy numero-
rio de la declaración de san José como patrono sas, y tener descendencia era considerado una
de la Iglesia universal, me pregunté lo que pen- bendición.
saría el mundo acerca de este acontecimiento.
Probablemente algunos, si vieron o escucharon La Palestina del siglo I estaba conformada por
la noticia, simplemente no les importó, otros, cuatro provincias: Galilea, Judea, Samaria y Pe-
quizás, lo relacionaron a lo lejos con la Navidad rea, todas bajo el dominio del Imperio Romano.
o con una persona algo extraña, que, en una Los Evangelios sitúan la vida de la familia de Na-
época muy complicada para las mujeres decidió zaret en la región de Galilea. Esta región se ca-
hacerse cargo de un hijo que no era suyo. Por racterizaba por su fertilidad, sus verdes pastos
todas esas especulaciones, opté por escribir es- e increíble belleza natural y de gran atracción
tas líneas para conocer un poco más de cerca el para los agricultores que cultivaban trigo y ce-
contexto en el que vivió José, su camino de fe bada (Mc 2,23), mostaza, también tierras con
esbozado en sus sueños y su legado. extensas plantaciones aptas para el cultivo de la
vid y los olivos, cuyo aceite era utilizado para
Un poco de historia las ofrendas y unciones del templo. Había ovejas
y corderos, vacas, toros y bueyes y, en menor
Para los hijos de Israel o judíos como Jesús, María proporción, cerdos por ser considerados impu-
y José, la familia era el núcleo de la sociedad, ros. Una actividad económica importante era la
la cual a su vez estaba estructurada en forma pesca, se realizaba principalmente por medio de
de clanes o tribus. Una tribu estaba conforma- redes y el mar de Galilea, también llamado mar
da por un grupo de familias descendientes de un de Tiberiades o lago de Genesaret, era una de
antepasado común, de quienes conservaban su las zonas predilectas de los judíos para realizar
nombre. Las familias ampliaban su conformación esta actividad. A menor escala se trabajaba en
cuando se fusionaban entre sí para fortalecerse carpintería y probablemente los artesanos no se
ante posibles agresiones de otros pueblos; cuan- dedicaban solamente a la madera sino también a
do esto pasaba, quienes entraban, acogían los la piedra. En el oficio de artesano-carpintero es
antepasados y también el nombre, obligándose donde situamos a José; en el Evangelio de Ma-
a casarse dentro de la misma tribu para la pro- teo (13,55), Jesús es identificado como “Hijo del
longación de su estirpe, de tal forma que no solo carpintero”, ya que era muy usual que los hijos
se consideraban hermanos aquellos unidos por un siguieran la tradición de su padre, tanto en su
lazo de sangre sino quienes conformaban el clan. relación filial como en los oficios.
La historia señala que la familia en tiempos de
Jesús era patriarcal, la autoridad era ejercida
por el padre, por tanto, los derechos hereditarios
y la descendencia se reconocían por línea pater-
na; ejemplo de ello es la descripción que hace

10
En cuanto al matrimonio, todo cuyo gobernante era Herodes I relató algunos acontecimientos
parece indicar que tanto hom- o el Grande, rey de Judea, Gali- propios del viaje y lugares que
bres como mujeres se casaban lea, Samaria e Idumea y súbdito visitaron, entre ellos Belbeis,
muy jóvenes, las que no se ca- del Imperio Romano, nombrado en donde se cree que la Sagrada
saban dependían de su padre y por Marco Antonio y su reinado Familia se resguardó del calor a
las casadas de sus maridos. El había sido impuesto a costa de la sombra de un árbol, que hoy
padre ejercía autoridad total un gran derramamiento de san- recibe el nombre de “el árbol
sobre los hijos y sobre las mu- gre. Su linaje no del todo judío de la Virgen María”; en su paso
jeres de sus hijos que vivieran y su apatía hacia la religión no por Lysous, la huella de Jesús
con la familia y pertenecieran lo hicieron un gobernante que- apareció en una roca que duran-
al mismo clan; por lo tanto, en rido por su pueblo. te siglos fue ocultada y ahora se
el matrimonio de las hijas, tan- expone al público. La tradición
to el padre como los hermanos En este contexto en el que José indica que los lugares visitados
intervenían para acordarlo sin recibió a su Hijo, un tiempo de por la Sagrada Familia se con-
que ni siquiera los novios fueran persecución, recibe también virtieron en templos, como el
consultados previamente. una revelación, por parte de un Monasterio de Al-Moharrak que
ángel del Señor en un segundo fue construido sobre una gran
El marido podía repudiar a la sueño, y le pide que se levan- roca en la que descansaba Je-
mujer si no era casta, redac- te, tome al niño y a su madre y sús. Posiblemente ahí, se le
tando un acta de repudio que salgan de Belén, vayan a Egipto apareció por tercera vez el án-
lo liberaba del compromiso y le y se queden allí hasta nueva or- gel del Señor a José, en sueños,
permitía contraer nuevas nup- den. diciéndole que tomara al niño
cias; sin embargo, algo que pa- y a su madre para ponerse en
recía sencillo estaba dotado de Probablemente para José la di- camino, porque quienes atenta-
un gran significado de indecen- cha del alumbramiento de Ma- ban contra la vida del Niño, ya
cia (Dt 24,1). Lo que vivió José ría se vio acompañada de un habían muerto (Mt 2, 19-21).
como hombre cuando se enteró sentimiento de preocupación al
que su futura esposa María es- tener que velar por ella y por un José retornó junto con su fami-
taba encinta no debió ser nada bebé recién nacido por caminos lia a la Galilea de Israel, pro-
fácil. La Sagrada Escritura en el desconocidos. Un mal cálculo vincia que albergaba la ciudad
Evangelio de Mateo (Mt 1,19) de la distancia que caminaron de Nazaret, de donde, según el
nos dice que no quería ponerla con el calor ardiente del sol du- evangelista Lucas, eran Jesús y
en evidencia, por eso resolvió rante el día y el frío en la noche María:
repudiarla en secreto. Este pa- por la Península del Sinaí, con
saje nos permite conocer el do- desiertos arenosos en el norte
lor de José, una prueba muy di- y montañas escarpadas en el
fícil de enfrentar antes de que sur, podría ser de unos 700 ki-
el ángel del Señor en un sueño lómetros para llegar al norte de
le comunicara que lo engendra- Egipto. Herodes I, enfurecido
do en ella era del Espíritu Santo por verse burlado por los magos
(Mt 1,20). de Oriente, había ordenado ma-
tar a todos los niños de Belén y
Según los datos históricos, para de su comarca (Mt 2,16).
el momento del nacimiento de
Jesús, la familia de Nazaret se La tradición cuenta que, al papa
encontraba en Belén de Judea Teófilo, quien fuera el patriarca
(tribu de Judá), ubicada a unos de Alejandría en Egipto entre
nueve kilómetros de Jerusalén, los años 385 a 412, la Virgen le

11
«Sucedió que por aquellos días salió un edicto El templo de Jerusalén era el centro de la fe
de César Augusto ordenando que se empadrona- judía y casa de oración, aún también para los
se todo el mundo...iban todos a empadronarse, paganos, aunque en espacios diferentes, estos
cada uno a su ciudad. Subió también José desde últimos podían pagar sacrificios sin pasar al patio
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la de los judíos. La estructura del templo empeza-
ciudad de David, que se llama Belén, por ser él ba por la explanada que estaba dividida por un
de la casa y familia de David, para empadronarse muro que daba paso al santuario y otro en donde
con María, su esposa, que estaba encinta. Y su- se encontraban los vendedores de animales para
cedió que, mientras ellos estaban allí, se le cum- el sacrificio y los cambistas. Pasando esta área
plieron los días del alumbramiento, y dio a luz a se encontraba el santuario, el patio para las mu-
su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le jeres hasta donde llegó María, quien, junto a su
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en esposo, escuchó la profecía del anciano Simeón
el alojamiento» (Lc 2,1-7). sobre el Niño. Esta zona se dividía en cuatro ha-
bitaciones. En la primera se tenían las reservas
Con relación al retorno a su tierra natal, Mateo de aceite, sal y vino, porque la unción era un
nos deja entrever algo interesante: nos dice que ritual muy importante para el pueblo de Israel.
José, al enterarse de que Herodes Arquelao, hijo La segunda habitación era el lugar a donde iban
de Herodes I o el Grande, famoso por heredar su los enfermos curados de lepra para hacer el rito
crueldad, reinaba en Judea en reemplazo de su de purificación y de ofrenda. En la tercera habi-
padre, tuvo miedo de ir allí y avisado en sueños, tación, se apilaba la leña, la cual era minuciosa-
se retiró a la región de Galilea. Este sería el cuar- mente revisada para que no estuviera podrida ni
to sueño de José referenciado en la escritura (Mt tuviera gusanos. La cuarta y última habitación
2,22). Quizás por esta razón se le llama a su hijo estaba reservada para aquellos que se compro-
Jesús de Nazaret, pues a pesar de haber nacido metían a nunca beber vino o licor alguno.
en Belén de Judea, se crió en Nazaret de Galilea.
Al lugar de los sacrificios solo podían entrar los
José, un padre presente hombres judíos. Pasando este lugar se accedía
finalmente al santuario que tenía un altar de
Por las acciones y actitudes de Jesús, se pue- oro, un candelero judío, doce panes y un velo
de deducir que aprendió de sus padres lo con- que separaba del Santo de los Santos o Sancta
cerniente a la cultura y la fe judía. José estuvo Sanctorum con una piedra llamada la piedra de
presente en varios momentos de la vida de su fundación del mundo, a la que Pablo apóstol le
hijo: por ejemplo, en su nacimiento como ya llamó piedra angular (Ef 2,20). Sobre ella se en-
vimos y en la circuncisión, a los ocho días de contraba el arca de la alianza (Ex 25,26), una
nacido (Lc 2,21), acto que se realizaba como caja con cobertura de oro que guardaban las pie-
mandato de la ley judía inspirado en el Antiguo dras de los diez mandamientos que había recibi-
Testamento, como señal de alianza entre Dios y do Moisés.
Abraham (Gn 17,11) y también como una manera
de evitar enfermedades preservando la salud e Finalmente, un acontecimiento que vivió José
higiene. Otro momento importante fue la pre- fue la angustia junto a su esposa por la pérdida
sentación de Jesús en el templo (Lc 2,22), una de Jesús durante una de las visitas que anual-
vez que María cumplió los cuarenta días después mente solían hacer a Jerusalén en caravanas,
del parto, determinados por la Ley de Moisés (Lv con motivo de la celebración de la Pascua, y lue-
2,2 y Nm 6,9), cuando se dirigió con su esposo e go, el feliz hallazgo del Niño en el templo (Lc 2,
Hijo al templo, en la ciudad de Jerusalén, para 41-47).
su purificación y presentación de su bebé, con-
sagrándolo como primogénito al Señor (Ex 13,2)
y ofreciendo un par de tórtolas.

12
José no solamente representó para su familia el
amor, ternura y cuidado de un padre y esposo,
sino que en la formación de su hijo dejó tam-
bién una herencia de respeto por sus tradiciones
como el rezo de los Salmos, la lectura de la pa-
labra, las bendiciones y las celebraciones impor-
tantes de Israel.

NOTA CURIOSA:

De acuerdo con la Agencia Fides, Órgano de In-


formación de las Obras Misionales Pontificias,
en colaboración con L’Opera Romana Pellegrina-
ggi, Egipto dará al mundo el regalo de la ruta
“El Camino de la Sagrada Familia”, un ambicioso
proyecto que busca poner en marcha peregrina-
ciones por cerca de veinticinco lugares con uno
de los recorridos religiosos más largos (3.500 ki-
lómetros aproximadamente) que tiene como fi-
nalidad seguir las huellas del paso de la familia
de Nazaret en tierra egipcia.

Referencias

•Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004).


Biografía de Herodes I el Grande. En Biografías
y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Bar-
celona (España). Recuperado de https://www.
biografiasyvidas.com/biografia/h/herodes.htm
el 9 de marzo de 2021.

•África/Egipto (2021). El proyecto del “Camino


de la Sagrada Familia” despega, a pesar de la
pandemia. Recuperado de: http://www.fides.
org/es/news/69337-AFRICA_EGIPTO_El_pro-
yecto_del_Camino_de_la_Sagrada_Familia_
despega_a_pesar_de_la_pandemia el 7 de marzo
de 2021.

•De Lucas, P. (2018). EGIPTO. La ruta de La Sa-


grada Familia. Recuperado de: http://www.fe-
pet.info/texto-diario/mostrar/1149706/egipto-
ruta-sagrada-familia el 8 de marzo de 2021.

13
San José, padre de la valentía creativa1
Padre José Septién ocd

Dios siempre actúa a Mientras María, José y el Niño permanecieron en


través de acontecimien- Egipto, tuvieron que afrontar necesidades bási-
tos y personas. José fue cas: conseguir una casa para morar, un trabajo
un medio por el cual Dios del qué vivir, tuvieron problemas concretos como
se ocupó de los comien- los tienen hoy en día nuestros hermanos y her-
zos de la historia de la manas migrantes que arriesgan su vida, forzados
redención. Por medio de por las adversidades y el hambre. San José es
san José, Dios salvó al Niño y a su madre con- realmente un santo patrono para los que tienen
fiando en la valentía creadora de este hombre, que dejar su tierra a causa de la guerra, el odio,
que, al llegar a Belén y no encontrar un lugar la persecución y la miseria. En cada relato en el
donde María pudiera dar a luz, los acomodó en que José es el protagonista, el Evangelio señala
un pesebre que arregló hasta convertirlo en un que él se levantó, tomó al Niño y a su madre
lugar acogedor para el Hijo de Dios que vendría e hizo lo que Dios le había mandado (Mt 1, 24;
al mundo (Lc 2,6-7). Ante el peligro inminente de 2,14.21). De igual forma, santa Teresa escribe:
Herodes que quería matar al Niño, José, alertado Me dijo el Señor que no dejara de hacer el mo-
en un sueño para protegerlo, organizó la huida nasterio, que se llamase de San José, que él cui-
a Egipto en medio de la noche (Mt 2,13-14). Al daría una puerta y nuestra Señora la otra (V 32,
leer estos relatos, se tiene la impresión de que el 11) y que fuese en pobreza (V 35, 6).
mundo está a merced de los fuertes y poderosos,
pero la “buena noticia” consiste en mostrar que El Hijo de Dios viene al mundo, asumiendo una
Dios siempre encuentra un camino para cumplir condición de gran debilidad. Necesita de José
su plan de salvación. para ser defendido, protegido, cuidado, criado.
Dios confía en este hombre, como lo hizo María,
El carpintero de Nazaret, con su valentía creati- que encuentra en José al que siempre velará por
va, supo transformar un problema en una opor- ella y por el Niño. En este sentido, San José es
tunidad, anteponiendo siempre la confianza en el Custodio de la Iglesia, porque la Iglesia es la
la Providencia. extensión del Cuerpo de Cristo en la historia.

Es la misma valentía creativa que mostraron los Lo que hicieron con uno de mis hermanos más
amigos del paralítico que, para presentarlo a Je- pequeños, conmigo lo hicieron (Mt 25, 40). Así,
sús, lo bajaron desde el techo y lo ubicaron a cada necesitado, cada pobre, cada sufriente,
los pies de Jesús (Lc 5,17-26). La dificultad en cada moribundo, cada extranjero, cada prisio-
acceder a Jesús debido a la multitud que lo ro- nero, cada enfermo es “el Niño” que José sigue
deaba no menguó la audacia de estos hombres, custodiando. Por eso invocamos a San José como
convencidos de que Jesús podía curar al enfer- protector de los indigentes, los necesitados, los
mo. Al evidenciar su fe, Jesús dijo al paralítico: exiliados, los afligidos, los pobres, los moribun-
tus pecados quedan perdonados. Jesús reconoció dos. De José debemos aprender el mismo cuida-
la fe creativa de los amigos del enfermo, (vv.19- do y responsabilidad: amar a los pobres pues en
20). Es la misma fe creativa con la que santa Te- cada una de estas realidades están el Niño y su
resa de Ávila, motivada por amor a Jesús, confió madre, necesitados de cuidado y protección.
a la custodia de san José a la primera y demás
fundaciones del Carmelo Descalzo.
Extracto de la novena de san José, elaborado por el Instituto de Espiritualidad de la ciudad de Quito.
1

14
José, transparencia del Padre
Wilson Ossa ocd, Ciudad de Dios, Villa de Leyva

En este año dedicado a san José, nos entregamos misión con la creación y el Creador. Esto supone
a él para que, como santa Teresa1, aprendamos una apertura humilde al Señor y respeto asom-
de él a ser contemplativos, a alcanzar la unión brado por la vida, supone admiración y pureza
con el Señor por el camino de la humildad y la de intención para poder contemplar
obediencia, de la escucha y el silencio y de la al Dios que viene en lo que aconte-
entrega total a la voluntad divina. Acudimos a ce, especialmente en el niño o niña
este “padre y señor nuestro”, que sigue realizan- que nos visita. Supone contemplar
do por los hombres lo que ya hizo en la tierra por al Emmanuel, al Dios con no-
el Hijo de Dios y su madre, cuidarnos, alimen- sotros, en nosotros. Supone
tarnos, protegernos, guiarnos, para que también estar unido al Señor en el
nosotros imitemos su ejemplo y nos dispongamos Espíritu, que es la clave
a vivir su misteriosa paternidad, su entrega es- para comprender los mis-
posal a María. terios de la Encarnación,
supone estar en la ver-
Necesidad de san José dad, en las manos de
Dios como un niño, un
Jesús hubiera podido venir al mundo sin necesi- niño que deja que Dios
dad de un padre humano, pero Dios quiso para sea en él su padre.
Él, más que un varón, un hombre creyente, un
hombre justo. Para José esta presencia de Dios en él, en todo,
en el otro, será el culto verdadero, su religión,
José es heredero de la fe de Israel, por él se co- su ceremonia sagrada, el silencio profundo que
munica a Jesús lo mejor de la entrega de este supedita los propios deseos para escuchar y obe-
pueblo a Yahvé. El Dios de Abraham, de Moisés y decer los de Dios, un silencio para escuchar a
Jacob, es el Dios de José al que está entregado Dios que habla haciendo, creando. De hecho,
totalmente: él es el hombre justo, es decir, que Dios habla tan claro en ese niño y en esa mujer
es totalmente dependiente de Él y por eso ama a que se le ofrecen, que la fe de José consiste en
Dios por encima de sí mismo y a los demás con la acoger esa misteriosa presencia, reverenciarla y
misma misericordia de Dios. De ahí que, cuando darse todo a su familia, indicando que tiene un
el Señor le subvierta su plan y a cambio le invite corazón muy casto, muy puro, donde solo se ama
a ser padre de un hijo no engendrado por él y desde Dios. Trabajando, construyendo un lugar
esposo de una mujer cuyo dueño es Dios mismo, para acogerlos, propiciando lo que necesitan,
lo admita, no sin los sufrimientos que entraña José responde a la voz de Dios que lo impulsa a
toda obediencia y, por esta docilidad, tenga en ser varón a su imagen y semejanza: les entrega
su corazón los mismos sentimientos misericordio- lo mejor que tiene, su ser entero y ofrece la ple-
sos del padre para con María. na acogida del misterio del Dios que se encarna.
La realidad le propone un pesebre en Belén, una
José Luis Martín Descalzo afirma que, en defini- pobre casa en Nazaret, un árbol en medio del de-
tiva, todo padre es adoptante2, que a cada va- sierto en su huida a Egipto, un arenal y una duna,
rón le corresponde tomar la decisión de que ese pero él le propone a la realidad su corazón cre-
niño, esa niña, que no ha nacido propiamente yente, un cielo nuevo para su esposa y su hijo.
en sus entrañas, sea su hijo o hija, decida adop-
Teresa de Jesús, Libro de la Vida.
1
tarla como una tarea, una responsabilidad, una Martín Descalzo, Razones para la esperanza, 74-77.
2

15
Silencio eres José conduce: Bajó con ellos a Naza- Dios en el silencio. Él mismo
ret donde vivió obedeciéndolos está sostenido por Dios que le
Es un contrasentido poner a ha- (Lc 2,51). He aquí la tarea de habla en sueños por medio de un
blar a alguien que en la escritu- todo padre que engendra en el ángel: No temas tomar a María
ra no manifiesta ninguna pala- Espíritu: ser transparencia del tu esposa, porque quien ha sido
bra, pero sí podemos aprender Padre eterno, acogiendo a sus engendrado en ella es obra del
de san José aquello a lo que hijos, esperándolos siempre, Espíritu Santo (Mt 1,18-24). Su
sucintamente invita san Juan levantándolos siempre, sobre silencio es obra de la justicia,
de la Cruz a quienes siguen al sus hombros, en la curva de sus de amar a Dios y amar a los her-
Señor: callar y obrar3, escuchar brazos, en su corazón entre- manos con el mismo amor con
y poner por obra la voluntad del gado al Hijo, por encima de sí el que Dios se ama. Sobreco-
Señor. Podríamos preguntarle mismo, como el Padre Miseri- gido por la palabra de Dios es
cuál es el secreto de su silencio cordioso que dibuja bellamente lanzado a proteger y cuidar. La
y encontramos un alma total- san Lucas en su Evangelio. fe le dice que él vive en Dios,
mente entregada a la voluntad que Dios vive en cuanto viene,
divina, sin otro deseo, sin otro José en el plan de Dios y el niño que viene, y su madre,
plan o proyecto, supeditando lo son su rostro, su presencia con-
suyo al querer divino. El beato José es un hombre contempla- creta.
María Eugenio del Niño Jesús4, tivo porque ha depuesto su vo-
después de hablar de la nece- luntad para hacer la de Dios. José, el obrero que sirve a la
sidad del silencio exterior y del tierra
silencio de la actividad, nos En esta unión con el Señor deja
recuerda que la esencia del si- traslucir el plan original de Dios A Jesús, el Hijo de Dios, el Sal-
lencio es la ausencia de deseos para los hombres. Edith Stein vador, se le conocía como el
contrarios a la voluntad divina. profundiza: Dios creó al hom- hijo del carpintero (Mc 6,1-5),
Todo atento, todo dispuesto a bre y la mujer para tres cosas5: hijo de un obrero callado, que
acoger la palabra divina, José Ser imagen y semejanza suya, en su silencio dejaba que el
escucha hablar a Dios en lo con- dominar la tierra y ser fecun- Espíritu Santo siguiera creando
creto de cuanto viene a la exis- dos. El mal había desfigurado desde sus manos de hombre. Su
tencia. En su humildad el Espí- esta imagen envolviendo a los trabajo no tiene el interés de
ritu Santo lo mueve. José vive hombres en el pecado, aleján- dinero, de asegurarse una vida
la ley del silencio: una Palabra donos en la desconfianza y fue que solo Dios puede sostener,
habló el Padre, que fue su Hijo, necesario que Cristo Jesús co- sino el amor con el que quiere
y esta habla siempre en eterno municara el Espíritu Filial con ayudar, proteger, cuidar. Es así
silencio y en silencio ha de ser su muerte y resurrección. Dios para lo que Dios hizo el traba-
oída del alma. tomó la iniciativa de introducir jo y él entiende el sentido: por
a José en su misterio y de puri- Dios, en Dios, para Dios, con
Después de haber escuchado al ficarlo para que el Salvador se Dios, en lo concreto del Hijo de
Verbo hecho carne, la respues- incorporara al mundo para de- Dios al que se le ha encomen-
ta dócil es dejarse mover por volvernos la comunión original dado cuidar. No hay apropiación
Él. Dios Padre aprovecha esta y, aún más, darnos la herencia ni del trabajo, ni del Hijo, en
transparencia de José para se- eterna, la gloria insospechada. suma, obediencia y humildad,
guir siendo padre de su Hijo por eso no le importa aparecer,
eterno, que ahora se abaja a José el hombre orante, a puede estar detrás de escena,
los hombres y se hace uno con imagen y semejanza de Dios porque no lo hace para los hom-
ellos, uno de ellos: el Emma- bres, ni para sí, solo para Dios,
nuel, el Dios con nosotros. Y Justificado por la fe, es tal la para Jesús, con un amor puro,
aunque parece padre adoptan- experiencia de la misericordia con una limpieza de intención
te es el mismo Dios en el que con la que es tratado por Dios que es la meta del camino: la
participándole su inmenso ser, que José no solo cree en Dios, gloria de Dios.
forma a su hijo, lo educa, guía y sino que vive en Dios, unido a
3
San Juan de la Cruz, Dichos de luz y Amor, 99
4
María Eugenio del Niño Jesús, Quiero ver a Dios, 1328.
16 5
Stein, Naturaleza del hombre y la mujer según el orden de la naturaleza y la Gracia, 1390.
José, siervo fiel, en el banquete del Señor
Como reza esta conocida oración, diga-
mos: • Una gota de amor puro
La pequeña gota que se echa al cáliz antes de
Enséñanos José cómo se es “no prota- la consagración es participación, muy escondida,
gonista”, cómo se trabaja sin exhibirse, del hombre en el plan salvador. El sudor de José
cómo se avanza sin pisotear, cómo se con su trabajo, para que creciera el Salvador,
colabora sin pisotear, cómo se obedece está bien representado en esa gota. Su vida, su
sin desconfiar, cómo se ama sin recla- esfuerzo, su sacrificio, todo lo que pudo dar de sí
mar, cómo se vive siendo número dos...o para que los hombres nos uniéramos a Dios está
tres. Cómo se hacen cosas formidables expresado en esa gota de amor puro. Más vale
desde un segundo puesto. Convéncenos una gotita de este puro amor que todas las obras
de que se puede ser útil, efectivo, hasta juntas repetirán Juan de la Cruz y Teresita del
héroe, siendo no importante…cómo se Niño Jesús.7
alcanza la gloria desde el silencio.
• Recibí una tradición
José, el esposo y el padre amoroso Pero hubo otras eucaristías anteriores, más
escondidas, las de las noches en las que, en la
José ama a María con amor puro. Los que de ver- humilde casa de Nazareth, después de la jorna-
dad aman reconocen en su corazón el deseo de da- el fruto del trabajo sobre la mesa- José, el
darle y dar su mejor versión a la persona ama- padre, pronunciaba la bendición y repartía ese
da6 (7), pero ¿quién puede competir con Dios? Él pan que conseguía con su esfuerzo.
es lo mejor para ella … - y yo si en algo puedo
enriquecerla será siendo totalmente de Él. Todo Su hijo repite esos gestos en la última cena para
amor sufre este camino de purificación y José expresar su entrega, y en el pan poner en co-
nos revela en el Evangelio también sus luchas, munión a los hombres con Dios y salvarlos. En
sus celos, sus proyectos que finalmente deja pu- definitiva, la eucaristía más que comerla es ha-
rificar en el fuego de un amor verdadero, de un cerse pan con el Hijo de Dios, entregándose con
amor santo y casto y no por eso menos eficaz Él. Hagan esto en conmemoración mía (1Cor 11).
y concreto. Con amor divino y espiritual, con Entréguense como yo me entrego.
ese amor con el que aman los contemplativos,
amor de sacrificio y sin interés, amor de entrega El banquete definitivo
gratuita que está dispuesto a sufrir sin esperar
nada de la persona a la que sirve. Si Jesús llama bienaventurados a aquellos que
cuidan de los otros, venid benditos de mi Padre
Desde ese amor José ama a María y al niño Jesús, porque tuve hambre y me diste de comer, tuve
amor casto y eficaz, amor sacrificial que da la sed y me diste de beber (Mt 25,31-45), cuánto
vida entera con tal de que ellos estén bien. Así, más pudo haber sido bendecido aquel que viva-
cuida a María y al niño Jesús de las insidias de mente lo alimentó, cuidó, protegió. No nos ima-
Herodes, Dios mismo por su ángel le enseña a ginaremos jamás con cuanto amor el Padre lo
protegerlos, a defenderlos del mundo y sus pro- recibió, correspondiéndole los estrechos abrazos
yectos, aunque esto implique soportar la perse- que le dio a su Hijo en la tierra.
cución (Mt 2,13-26), el destierro, la pobreza…,
porque primero, Dios. Y este cuidado de no de- José, tras una vida de fidelidad, contempló el
jarlos destruir por el mundo lo sigue teniendo rostro del Señor al que en la tierra cuidó como
con la Iglesia, protegiéndola de las ideologías y un hijo querido, como un Dios necesitado, como
corrientes que quieren subvertir el plan divino, un joven “perdido” y al que es el Señor del uni-
recordándonos a los varones: cómo se es esposo verso.
como Dios, cómo se es padre unido a Dios y cómo
Teresa de Jesús, Camino de perfección, 4-7.
6

se ama siendo creyente, fiel, orante. Juan de la Cruz, Cántico Espiritual B, 28


7

17
Encontré un camino hacia Dios: estar en sus manos
Paula Clavijo, Parroquia San Pío X, Bogotá

Jesús, Jesús, si tan delicioso es el deseo de amarte,


¿qué será poseer el Amor, gozar del Amor? Santa Teresita

¿Qué hacer en vicio básico de salud)? Pensé si realmente sien-


esta realidad que to con angustia lo que vivimos, o realmente se
ahora está des- ha convertido en algo tan cotidiano como el lis-
nuda frente a mis tado de titulares de las noticias que se anuncian
ojos, que siempre y no quiero ver, la cuales ya ni siquiera duelen.
ha estado allí pero Reflexioné si Dios se había quedado cautivo en
que simplemente los sagrarios de nuestros templos cerrados y nos
no he querido ver? estaba dejando abandonados a nuestra suerte.
Se contempla una sociedad llena de desigual- La respuesta que resultó fue: ¡No! Él siempre
dades, de gran pobreza y con una corrupción está ahí, aquí… acompañando nuestra realidad,
rampante que todo lo corroe, que no estuvo fuese la que fuese. Esto generó en mí un deseo
preparada y que se ha mostrado incapaz para ardiente por seguir un genuino camino: estar en
enfrentar adecuadamente este coronavirus. Se las manos de Dios.
advierte que esta sociedad ha tratado de res-
ponder con hospitales sin los servicios básicos y Ahora bien, al ver los templos cerrados y es-
mucho menos dotados de Unidades de Cuidados tar agobiada por estos sentimientos, comencé a
Intensivos con suficiente capacidad para en- añorar esos espacios con los cuales ya no podía
frentar el desafío de la pandemia. Se observa a contar, y esto me causó una profunda tristeza
miles de personas encerradas en sus casas con que no podía superar con las eucaristías virtua-
sus hijos y adultos mayores sin un mínimo vital, les, debido a un deseo profundo de sentir físi-
el desespero de aquellos que se quedaron sin camente la presencia de Dios en el sacramento.
trabajo y quienes comenzaban un proyecto de
emprendimiento y de la noche a la mañana se Llegué a preguntarme si nuestros presbíteros
quedaron sin nada. En todo esto, los pobres, de y demás pastores de la Iglesia se sentían igual
los que Dios se compadece, han sido como siem- que yo, si compartían estos miedos, razón por
pre, los más afectados. Es imposible no sentir- la que ellos se resguardaban, para protegerse
me avergonzada al recordar ese infame trapo como yo lo hacía. Sin embargo, me sentí contra-
rojo colgado en muchas ventanas como símbolo riada por la valentía de muchos otros ministros
de la miseria, el hambre y nuestra indiferencia. que se expusieron con tal de acompañar a sus
fieles, a enfermos y a sus comunidades, llegan-
Al ver esta realidad, me cuestioné ¿por qué este do a extremos como celebrar clandestinamente
dolor no era igual de intenso al que debía sentir en sus templos con tal de que la confianza de
por la violencia que vivimos cotidianamente en los fieles en ese Dios que siempre está para ellos
nuestro país (líderes sociales asesinados, niños en el sacramento y en su pastor, no quedase de-
y mujeres víctimas de abuso, abuelos abando- fraudada y en ese testimonio comprendí el por
nados en los andenes de nuestras ciudades, fa- qué nuestra fe comenzó en las catacumbas, a
milias enteras vagando por las carreteras con escondidas y con comunidades que subsistieron
sus niños y sus pocas pertenencias tratando de y crecieron por su permanencia en su fidelidad,
hallar un lugar en este mundo y las personas que siempre acompañada de sus pastores dispuestos
mueren a diario por no poder acceder a un ser- a dar su vida y atestiguar esta fe.

18
Todo lo anterior me hizo repen- hermosa experiencia de fe de mamos algunos, santa Teresita,
sar muchas de las comprensio- compartir y servir: todo se iba quien con su espiritualidad tan
nes que tenía, como es el he- dando en el tiempo y a la mane- sencilla y, al mismo tiempo,
cho de ir a la eucaristía donde ra de Dios; poco a poco fui re- tan grande, me ha hecho ex-
yo asistía, pero el Jesús que se conociendo la misericordia y la perimentar que es posible vivir
entregaba a mí quedaba oculto bondad de Dios en mi vida. Fue una profunda y estrecha rela-
o resguardado en el templo en increíble ver que casi sin mo- ción con Dios, la que antes vi
el que iba a verlo. Debo acla- verme de mi casa pude hacer tan lejana y casi inalcanzable.
rar que no pretendo con estas tanto bien a muchas personas Entre muchas de sus parábolas,
sencillas palabras, hacer un que el Señor iba poniendo en la imagen del pajarillo frente
tratado de espiritualidad, ni mi camino y pude sensibilizar al sol me reconforta porque me
de sociología, ni de ninguna a otros en esta causa, lo cual recuerda diariamente que Dios
de las ciencias (de las cuales resultó realmente hermoso. Re- siempre está, aunque parez-
no poseo ni un poco, o mejor, visando mi vida, me di cuenta ca oculto por las nubes de mis
ningún conocimiento), solo qui- de que muchas de las cosas que cuestionamientos y sequeda-
siera transmitir algo de lo que tenía, no me hacían falta y que, des. Por eso, la frase “quiero
he vivido a lo largo de este tur- al contrario, para otros podrían vivir mi cielo, haciendo el bien
bulento y, al mismo tiempo, ser de mucho valor: al apartar- en la tierra” me anima a vivir
maravilloso año. Por eso, des- me de esa conducta de hoy en mi historia y hacerla mía en
concertada por sentir que Dios que nos hemos vuelto especia- esta realidad de aislamiento,
estaba preso en los sagrarios de listas en acumular (riquezas, que me motiva a permanecer
las iglesias y confrontada por la conocimientos, títulos, amores unida en solidaridad con todos.
manera como llevaba mi opción y hasta odios), puedo dar tan- Por último, no quiero dejar de
de fe, busqué la manera de ha- to para aquellos que no tienen lado la frase de un presbítero
cer que mis espacios, mi casa nada. de una parroquia de un pue-
e intimidad se transformaran blo de nuestra geografía que
en mi nuevo templo y la nueva De esta manera, me convertí en ni siquiera figura en el mapa:
forma en que me encontraría un pequeño eslabón en esta ca- “Dios en mi mente, Dios en mi
con ese Jesús que, en principio, dena de amor y solidaridad, cla- corazón y Dios en mis manos”.
parecía tan distante y, ahora en ro está, gracias al soporte que Ahora bien, si con todo esto
cambio, descubría que habita- me viene de la oración que, en que estamos viviendo, no soy
ba conmigo. Llegué entonces esta pandemia, se convirtió en un mejor ser humano, he perdi-
a esta afirmación, Dios no está un proceso de autoconocimien- do mi tiempo y seguramente he
solo en los templos y que, para to, de mayor consciencia sobre perdido hasta la vida.
ver y sentir su presencia, úni- mi experiencia; una oración vi-
camente hacía falta que yo lo vida al modo como la enseñan
deseara y empezara a verlo en los santos del Carmelo. Nunca
todo y en todos, sobre todo, en había podido dedicar tanto a
lo profundo de mi alma, allí en la oración como lo pude vivir
ese castillo de cristal que soy yo en esta pandemia, que, insisto,
y donde Él es el Rey. no solo deja interrogantes, sino
profundas certezas frente a lo
Así pues, fue como todo lo que debo ser como creyente.
aprendido en tantas charlas,
reflexiones, retiros y lo cono- Quisiera concluir mi experiencia
cido de los santos del carme- dando testimonio de una gran
lo, tomaron sentido, y, de esta maestra para este contexto de
manera, la gracia del Señor me pandemia que vivimos, santa
comenzó a acompañar en una Teresa de Liseux o, como le lla-

19
San José: el hombre que se dejó habitar por Dios
Ovidio Rendón ocd,
Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Guayaquil, Ecuador

Es imposible hablar de san José sin tener como te, -aceptación- hizo como el ángel del Señor le
fundamento lo poco que habla el Nuevo Testamen- había mandado, y esa es una obediencia dinámica,
to sobre él, particularmente el Evangelio de San una fuerza que empuja y ya no es posible retroce-
Mateo. Cuando se logra ubicar la mirada por la ce- der:
rradura de la puerta, podemos alcanzar a ver algo
de lo que hay en el interior de la habitación, así -a Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se
mi parecer- nos acercamos al evangelio para escu- apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate,
driñar el interior de este hombre de Dios: toma al niño y a su madre y huye a Egipto; y está-
te allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a
El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su ma- buscar al niño para matarlo”. Él se levantó, tomó
dre María, estaba desposada con José y, antes de de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto;
empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que
por obra del Espíritu santo. Su marido José que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del
era Justo, pero no quería infamarla, resolvió re- profeta: de Egipto llamé a mi hijo (Mt 2,13-1).
pudiarla en privado. Así lo tenía planeado, cuando
el ángel del Señor se le apareció en sueños y le
dijo: “José, hijo de David, no temas tomar contigo
a María su mujer porque lo engendrado en ella es
del Espíritu Santo” (Mt 1,18-20).

Estos primeros versículos nos muestran a José en


su actitud ante María: resolvió repudiarla en priva-
do (Mt 1,19); pero sabemos que la condición huma-
na innegablemente es distinta, ¿tendría José miles
de preguntas, incertidumbre, dudas y por qué no,
rabia?

Y el texto continúa:

Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Ese “levántate”, en presente, le sigue una acción
Señor le había mandado, y tomó consigo a su mu- inmediata: Él se levantó, tomó al niño y a su madre
jer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un y huyó a Egipto. José, por tanto, es el guardián, el
hijo, y le puso por nombre Jesús (Mt 1, 24-25). custodio de día y de noche, de Jesús y de María.
(¡Qué responsabilidad más grande asume José! ser
el guarda de ellos, es el guarda de la Salvación,
Reparemos bien en esto: despertado José del sue- el guardián que no duerme, cumpliendo fielmente
ño hizo como el ángel del Señor le habia mandado, lo mandado por el ángel del Señor y actuando en
es decir, esa aparente pasividad de José, al no de- nombre de Dios es el que vela y sostiene al Hijo
nunciar a María, se suma la aceptación al designio de Dios y a su madre María). Es su auxilio, como
divino, el ángel del Señor lo empuja hacia adelan- canta bellamente el Salmo:

20
Alzo mis ojos a los montes, ¿de Vaticano I declaró a san José En otras palabras, cuando nos
dónde me vendrá mi auxilio? Mi patrono universal de la Iglesia. dejamos habitar por Dios, Él
auxilio me viene de Yahvé, que Dios ha puesto a san José al nos prepara para confiarnos
hizo el cielo y la tierra. frente de toda su hacienda, al grandes proyectos; un ejem-
frente de la Iglesia como su pa- plo claro es la Iglesia universal
¡No deja a tu pie resbalar! ¡No trón: no podía haber otro mejor animada por el Papa, por cada
duerme tu guardián! No duer- que el mismo que custodió a Je- obispo, sacerdote, diácono,
me ni dormita el guardián de sús cuando estaba en la tierra. religioso, religiosa en cada co-
Israel. munidad y por cada bautizado;
Sería que en el momento en sostenida e impulsada por la
Es tu guardián Yahvé, Yahvé tu que José se dispone a hacer la acción del Espíritu Santo; y en
sombra a tu diestra. De día el voluntad de Dios, en ser dócil a permanente construcción por
sol no te herirá, tampoco la la acción del Espíritu, ¿ya no es todos colaboradores de la Igle-
luna de noche. él quien obra, sino Dios que lo sia bajo la custodia de san José.
habita?, ¿sería como lo expre-
Yahvé te guarda del mal, el sa san Pablo, Ya no vivo yo, es Es Dios mismo el que nos enco-
guarda tu vida. Yahvé guarda Cristo que vive en mí (Gál 2,20) mienda, nos confía este cuidado
tus entradas y salidas, desde y años más tarde santa Teresa para que sea realidad la Iglesia
ahora para siempre. de Jesús en una de sus poesías? a la que todos pertenecemos,
(Salmo 121,1-8)

La misión encomendada a José


es de una trascendencia monu-
mental, es Dios mismo cuidando
de su Hijo y de su madre a tra-
vés de José, que ya había sido
elegido para ser el “padre” de
Jesús; es asumir el mismo rol
de Dios como nos lo expresa el
Salmo 121 en 1-8, o el Evangelio
en la parábola del mayordomo:

¿Quién es, pues, el siervo fiel


y prudente, a quien el Señor siendo miembros vivos que le
puso al frente de su servidum- “…Vivo ya fuera de mí, dan vida por la vida del Espíri-
bre para darles la comida a su Después que muero de amor; tu en nosotros. Todos somos san
tiempo? Dichoso aquel siervo a Porque vivo en el Señor, José, custodios de la obligación
quien su señor al llegar, lo en- Que me quiso para sí: que nos han confiado y todo lo
cuentre haciéndolo así. Yo les Cuando el corazón le dí hacemos por fe, aunque a veces
aseguro que le pondrá al frente Puso en el este letrero, ni lo entendamos o sintamos re-
de toda su hacienda. (Mt 24,45- Que muero porque no muero. chazo, pero el ángel del Señor
47). Esta divina prisión, sigue hablándonos en sueños,
Del amor con que yo vivo, para despertarnos y levantar-
¡Dios mío! El Señor cumplió la Ha hecho a Dios mi cautivo, nos con un nuevo impulso.
promesa: el 8 de diciembre de Y libre mi corazón;
1870, el papa Pio IX escuchó Y causa en mí tal pasión San José, patrono de la Iglesia
peticiones del pueblo católico Ver a Dios mi prisionero, universal, ruega por nosotros y
y al ruego de los obispos que Que muero porque no muero…1 ayúdanos a ser esos siervos fie-
estaban reunidos en el Concilio les y prudentes. Amén.
1
Santa Teresa de Jesús, Obras completas, 1676.

21
Los sueños de san José
Fray Darwin Castro ocd, Instituto de Espiritualidad de Quito, Ecuador

sano y cumplidor de la ley. En palabras de Fran-


cisco: un hombre a quien Dios le reveló sus de-
signios […] y que tuvo la valentía de asumir su
lugar en el plan de salvación.1

Ahora, ¿cómo asumió José su tarea? Los textos


La interpretación de los sueños ha sido objeto bíblicos que aluden a él narran sueños manifes-
de investigación y profundización a lo largo de tados por la divinidad mediante un ángel y lue-
la historia de la humanidad. Desde la comunica- go una acción concreta del mismo. Por eso, será
ción de la divinidad con la humanidad hasta la necesario introducirnos en estos sueños, en su
manifestación de los deseos reprimidos o de la interpretación y su debida manifestación.2
cultura, siguiendo a Jung y a Freud, los sueños
han formado parte fundamental del crecimiento Primer sueño: el ángel le ayuda a resolver
del ser humano. un dilema
Al profundizar en el Evangelio de San Mateo, en- El primer sueño muestra que José estaba muy
contramos que el encuentro de José con la divi- angustiado por el embarazo incomprensible de
nidad se dio mediante lo onírico, tal vez con la María, pues no quería “denunciarla públicamen-
intención de enlazar la historia de Jesús al pue- te”, pero sí decidió repudiarla en secreto (Mt
blo de Israel por medio del José del Antiguo Tes- 1,19).
tamento, específicamente, con el hijo de Jacob,
el hombre de los sueños (Gn 30,22). No es en Gracias a este sueño, observamos la manifesta-
vano que, en Mateo, el padre de José, el esposo ción de la cultura de José (a la luz de Jung, es lo
de María, se llame Jacob, igual que el José del que se considera un entrecruzamiento de senti-
Génesis. mientos, justicia, bondad y contexto). José debe
decidir y asumir las consecuencias de su deci-
En este tejido de historias, desde las cuales se sión. Sin embargo, el texto también nos presenta
desarrolla la vida de José, el padre de Jesús, se que esta determinación no le fue posible sin la
entrecruzan dos ideas: primero, el José del An- intervención divina: el ángel le dijo en sueños:
tiguo Testamento es conducido a través de sue- no temas aceptar a María (Mt 1,20-21).
ños a la salvación del pueblo de Israel, ante la
hambruna que venía sobre el Medio Oriente (Gn Así, este sueño nos muestra aquello que la misma
37,15); segundo, Raquel implora a Dios un hijo y Biblia ha manifestado: Dios es quien se revela
le pone por nombre José, que significa el añadido para acoger la humanidad y, a su vez, todo lo que
(Gn 30,22-25). ha asumido José implica poner en práctica la pa-
labra de Dios: Cuando José despertó del sueño,
Así pues, encontramos los hilos que tejen la hizo lo que el ángel del Señor le había mandado
historia de José, el padre de Jesús: un hombre (Mt 1,24). Esto solo fue posible gracias a la escu-
llamado por la divinidad a acoger a una mujer cha atenta de José a la divinidad; más aún, así
fecundada por el Espíritu Santo, un hombre arte- pudo encontrar solución a su dilema.
1
Francisco, Carta Apostólica Patris Corde, 11.
2
Para cada sueño realizaré su respectivo comentario.

22
Segundo sueño: el ángel le no puede ser distanciado de sus •Tercero: acoger la redención
pide salvar la vida de Jesús raíces, sino que es necesario de la existencia desde el sí ge-
volver, regresar. El evangelista neroso.
Tras el nacimiento de Jesús, en evidencia la urgencia de retor-
el segundo sueño, el ángel or- nar al lugar de origen y permitir •Cuarto: regresar y testimo-
denó a José: Levántate, toma la manifestación de Dios. niar, dando cuenta del paso de
contigo al niño y a su madre, Dios por nosotros.
y huye a Egipto; quédate allí Cuarto sueño: el ángel le ad-
hasta que te diga, porque He- vierte que vaya a la región Con todo esto, encontramos
rodes va a buscar al niño para de Galilea que los sueños de José son una
matarlo (Mt 2,13). José no dudó nueva manera de entender el
en obedecer y sin cuestionar las Finalmente, en el cuarto sueño, sí del creyente. Hasta ahora
dificultades que podía encon- durante el viaje de regreso: al hemos conocido el sí de María,
trar, se levantó, tomó de noche enterarse de que Arquelao rei- pronunciado por ella en la na-
al niño y a su madre, y se fue naba en Judea en lugar de su rración de Lucas; sin embargo,
a Egipto, donde estuvo hasta padre Herodes, tuvo miedo de poco se ha profundizado en el
la muerte de Herodes (Mt 2,14- ir allí y, avisado en sueños, se sí de José, un sí que rompe ba-
15). retiró a la región de Galilea y rreras, no escatima, no espera,
se fue a vivir a un pueblo lla- sino que actúa; un sí que surge
Al experimentar esto, José tuvo mado Nazaret (Mt 2,22-23). de un discernimiento y de una
que discernir y asumir su rea- integración con Dios. En pa-
lidad en el plan de salvación: A partir de este sueño es po- labras de Mateo: y se levantó
dijo “sí” y su respuesta se ha sible entender que la vida en e hizo todo lo que el ángel le
convertido en salvación, reden- sí misma es lugar de discerni- dijo, sin proferir palabra.
ción, confianza y paciencia. El miento: ya no es el lugar donde
evangelista Mateo nos muestra José moraba cuando Dios se le Las palabras de Francisco sin-
que quien se ha introducido en manifestó, ni son los problemas tetizan el discernimiento en la
la divinidad siempre está a fa- y dificultades que se le presen- vida de José:
vor de la vida, del inocente; en taban; ahora es la vida el lugar
otras palabras, es capaz de re- donde se debe discernir, es ella
dimir y salvar. la expresión de la conexión de La felicidad de
la persona con Dios.
Tercer sueño: el ángel le
José [en nuestras
pide que vuelva a Israel Así, al recorrer los cuatro sue-
palabras el discer-
ños de José, podemos hacer un nimiento] no está
En el tercer sueño, el mensajero breve itinerario que nos ayuda- en la lógica del
divino, después de informarle a rá en nuestra vida para caminar auto-sacrificio,
José que quienes intentaban y conocer los designios de Dios. sino en el don de
matar al niño habían muerto, Para eso, el discernimiento, se- sí mismo. Nunca
le ordenó que se levantara, que gún este corto acercamiento, se percibe en este
tomase consigo al niño y a su implica: hombre la frus-
madre, y que volviera a la tie- tración, sino solo
rra de Israel (Mt 2,19-20). José, •Primero: escuchar al Señor, la confianza. Su
una vez más, obedeció sin vaci- meditando en Dios mismo. silencio persisten-
lar: se levantó, tomó al niño y a te no contempla
su madre y entró en la tierra de •Segundo: asumir el plan de
Israel (Mt 2,21). salvación en cada uno, sin im-
quejas, sino ges-
portar las contrariedades que
tos concretos de
Esta narración nos muestra que esta conlleve. confianza.3
el discernimiento que hizo José
3
Francisco, Carta Apostólica Patris Corde, 30

23
El trabajo, esfuerzo sagrado
Benjamín Guayanay Guayanay ocd, Ecuador

Con sus manos creadoras, Dios ha moldeado a nizarse, sino que en ocasiones ha transformado
cada creatura y nos ha regalado a los seres hu- la materia para dar rienda suelta a su ambición
manos gratuitamente la creación entera para de conquista. El hombre, en la transformación
que la cuidemos y administremos sabiamente. de la materia, ha realizado distintas labores a
las cuales denomina trabajo. Entendemos por
Entremos en algunas consideraciones trabajo no solamente aquellos oficios
acerca de cómo percibimos a Dios que implican esfuerzo físico, también
recreándose en cada creatura y trabajo intelectual, el trabajo que
moldeando el corazón del ser plasman un sinnúmero de madres
humano; cómo san José se en- a través de las labores del hogar,
cuentra sumergido en Dios, etc. Cualquier forma de trabajo
y desde ahí se desprende su digno conlleva esfuerzo y respon-
laboriosidad; y de qué mane- sabilidad.
ra el ser humano está direc-
tamente implicado en lo que Todos los campos de producción
construye y el alcance que pue- en los cuales está implicado el ser
de desprenderse de aquello. humano exigen un grado de esfuer-
zo y responsabilidad, porque detrás de
Dios sigue trabajando por dentro en el él están rostros concretos a los que debe
corazón de cada persona. cuidar y proteger. El hombre es responsable de
gestar con su trabajo formas en las que se dé
Como lo escuchamos de labios del Señor: Mi Pa- cuenta de su pertenencia como parte activa del
dre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo pueblo de Dios. En la misma línea, afirma el
(Jn 5,17). Estamos frente a una perla de mucho Papa Francisco: El gran tema es el trabajo. Lo
valor: la humanidad de Jesucristo está recreada verdaderamente popular —porque promueve el
y movida por dentro por su Padre Dios, es de- bien del pueblo— es asegurar a todos la posibi-
cir, Jesucristo nos devela que su rostro laborioso lidad de hacer brotar las semillas que Dios ha
se desprende del movimiento creador del Pa- puesto en cada uno, sus capacidades, su iniciati-
dre. Más aún, la interioridad del Maestro ha sido va, sus fuerzas1.
cultivada y movida por el Espíritu de Dios. Así,
cuando Jesucristo sana integralmente a un en- San José, hombre trabajador, sacramentalizó
fermo o multiplica los panes, es Dios quien está todo lo que tocó, porque estaba sumergido inte-
trabajando en la persona del Señor. El primer la- gralmente en Dios. Por eso, con sus finas pincela-
brador que cultiva la interioridad del ser humano das ayudó a moldear el corazón de su Hijo Jesu-
es el Creador, así, el trabajo que despliega el ser cristo. Con san José caemos en cuenta de que no
humano de hoy debe ser para alabar al Hacedor. es concebible un universo desacralizado (mundo
sin Dios); cada creatura es concebida como hue-
El hombre ha sido artífice de la construcción de lla de su primer origen, el Hacedor.
la cultura y al verse sumergido en la creación la
ha manipulado, no siempre con el afán de huma-
1
Francisco, Fratelli Tutti, 162.

24
Por medio del trabajo se digni- prójimo para que nos sostenga Tendremos que meditar la for-
fica a la persona en cuanto que, y así nos proyectemos en este ma en la que el ser humano en
con sus dones gratuitamente re- mundo. la actualidad concibe la labo-
cibidos del Señor, coopera en la riosidad. A mi entender estamos
construcción del Reino de Dios. Somos peregrinos de un camino sumergidos en una sociedad del
El ser humano a través de la his- por transitar y tendremos que cansancio2, según la describió
toria se ha movido en una con- hacerlo con determinada de- Han. ¡Al ser humano lo cansa
tinua laboriosidad y en más de terminación. El Camino por an- el trabajo! Un gran número de
una ocasión absolutizándose en tonomasia es Jesucristo. En la personas de nuestra sociedad,
lo que es capaz de hacer. La la- vida laboriosa de San José per- muchas veces con una aparente
boriosidad sin referente divino cibimos una sana tensión entre libertad, tiene un aumento de
corre el riesgo de convertir al contemplación y acción, entre carga de trabajo que requiere
hombre en Homo faber (el hom- ora et labora (ora y trabaja). Él una particular técnica de admi-
bre que hace o fabrica). Los no cae en el tedio del trabajo, nistración del tiempo3. La per-
creyentes, más que comprender como sí lo hace Martha que re- sona sumergida en un sinnúme-
desde la razón el dinamismo la- clama a Jesucristo la ayuda de ro de actividades, con exceso
borioso, tendremos que perci- su hermana María: Señor, ¿no de información de por medio,
bir el trabajo como un regalo te importa que mi hermana me puede terminar la jornada ago-
de Dios, es decir, el trabajo es deje sola en el trabajo? Dile, tada y sin saborear cada acción
un don, un regalo de Dios, un pues, que me ayude (Lc 10,40). que realiza; la llamada es a
regalo que Él nos ofrece para María no estaba ensimismada sin caer en cuenta de cada acción
compartir. hacer nada, todo lo contrario, que despliegan sus manos.
desde el Señor se desprendía su
Un riesgo de nuestra época es la actividad laboriosa. María había Finalmente, San José es un
tentación de moverse desde el escogido la mejor parte, porque cualificado trabajador, porque
individualismo con la formula- luego de haberse sumergido en su laboriosidad se desprende
ción popular “esto es mío, por- la actividad, ahora es tiempo de del mismo Dios. Por lo que co-
que es fruto de mi esfuerzo”, hacer un alto en el camino para rresponde al hombre de hoy, es
que comienza en el momento arrodillarse frente al que es el tiempo de hacer un alto en el
en que una persona al desempe- dueño del trabajo, Jesucristo, camino para arrodillarse frente
ñar un oficio concreto y generar el Señor. María entendió que el al que es el dueño del trabajo,
recursos económicos propios. Señor era el único que la podía Jesucristo, el Señor, para que
Esto implica no caer en cuen- salvar, su verdad más genuina, desde Él, su actividad laboriosa
ta de que desde el nacimiento su libertad personal. En defini- se cualifique.
somos intrínsecamente relacio- tiva, encontró su horizonte de
nales, es decir, necesitamos del sentido.

Han, La sociedad del cansancio.


2

Ibíd., 33.
3

25
Cómo Buscar el alma en las cosas
María Yatzil Franco
Diócesis de Ciudad Juárez, México

Pequeño y de modestísimo valor según la moder- Mueven mucho, si no a la piedad, cuanto menos
na crítica del arte, el Ecce Homo que Martínez a la empatía, las imágenes del Cristo sufriente.
pintara tras dos horas de oración a la Virgen, per- Piénsese, por ejemplo, en la melancólica expre-
maneció mucho tiempo guardando polvo en un sión de los ojos enrojecidos y cuajados de lágri-
secreto rincón del Santuario de la Misericordia, mas del Nazareno de Frangipane. El dolor, en sus
en Borja. Pero, luego de un curioso intento de múltiples manifestaciones, es captado y com-
reconstrucción que la dejó totalmente desfigu- prendido como un lenguaje universal; expuesto
rada, la imagen cautivó la atención de un nu- pálidamente en las obras de arte, el sufrimiento
trido público en 2012, y desde entonces, se ha de Cristo en su Pasión, se revela ante nuestros
transformado en todo un fenómeno cultural: las ojos como algo admirable y heroico. No obstan-
peregrinaciones hechas por cientos de curiosos te, en su tiempo, el mismo dulce Jesús, destro-
turistas reactivaron la economía de la pequeña zado, sangrante, golpeado y escupido, caña en
localidad española; la industria ha sacado a la mano, cubierto con manto de burla y coronada
venta productos que van desde camisetas hasta de espinas, se convirtió en juguete y divertidísi-
dulces, pasando por platos, tazas, saleros, vinos, ma parodia para la soldadesca.
rompecabezas, bolsas, llaveros y demás minucias
que suelen encontrarse en tiendas de recuerdos. El Ecce Homo es la humanidad entera, herida y
Ni los académicos ni los literatos han quedado de condenada a muerte por el pecado, reflejado en
brazos cruzados, y son ya varios los libros que se el rostro agotado de nuestro Redentor y aunque
han publicado al respecto. parece menos grave mofarse de un cuadro, for-
malmente la burla al Señor en la cruz o al cua-
dro es lo mismo. El restaurador, valiéndose de los
Si bien es cierto instrumentos que Dios le proporcionó para que
que el mismo des- usase en servicio y alabanza suya, pretende des-
tino han corrido figurar a su Creador, y así lo presenta a su próji-
otras pinturas, sin mo para irrisión, ignorando que la lastimera ima-
duda más aprecia- gen es en cierto modo la suya propia, la nuestra,
das —como una co- pues quien no era hombre se hizo hombre para
pia de la Inmacu- redimir a los hombres, y a Cristo, que no conoció
lada Concepción, pecado, [Dios] lo hizo pecado por nosotros, para
cuyo original, de Murillo, se encuentra en El Es- que viniésemos a ser justicia de Dios en Él (2Cor
corial—, el caso Borja continúa siendo icónico, 5,21).
no solo por haberse convertido en detonador de
algo cuya naturaleza aún no puede precisarse Estamos llamados por el amor a tomar
con facilidad, sino por el profundo simbolismo nuestra cruz y seguir las huellas ensan-
que adquiere para nosotros que somos, por gra- grentadas con que Jesús nos indica el
cia de Dios, miembros de la Iglesia. camino al Calvario, para que unidos a
Él nos convirtamos en sacrificio vivo,
santo y agradable a Dios (Rom 12,1)
intercediendo sin cesar a Dios por la
salvación de nuestros hermanos.

26
De este modo nos dispondre- de cristal. Ortega y Gasset, cia su propio reflejo. De este
mos confiadamente a que el aunque aplicándolo al arte, uti- modo, cuanto más purificada
Espíritu Santo reproduzca en liza el ejemplo de una ventana se encuentre el alma, más deja
nosotros la imagen de Cristo que da a un jardín y admite dos mirar lo que yace en el fondo,
sin preocuparnos por el tiempo posiciones: una, en que el ob- y también puede reflejar mejor
en que decida ejecutar su obra servador contempla la especie a aquel para quien fue hecha.
y sin valernos exclusivamen- a través del vidrio; y otra, en la Fondo y reflejo es, en el hom-
te de nuestros propios esfuer- que lo contemplado es la misma bre, la adorable Trinidad que lo
zos, apropiándonos del pincel transparencia3. creó a su imagen y que no lo
y transmitiendo a los demás abandonó cuando hubo trans-
con lo que somos, con nuestra La metáfora de Ortega y Gas- gredido su precepto, sino que
persona, una caricatura, en lu- set habla de dos modos de ver siempre acompañó su caminar
gar de la imagen de quien es el vidrio: el primer modo es de y, al llegar la plenitud de los
la suma belleza1. Corresponde ser transparente y permitir ver tiempos, nos dio al Verbo re-
solamente al amor divino crear a través el jardín y, el segundo vestido de carne mortal para
y recrear su imagen2. modo, que es enfocarse en el revestir al hombre de inmorta-
vidrio mismo. Aplicado al alma lidad, recobrando y aun supe-
No hay en esta labor simple pa- como transparencia de Dios, rando infinitamente lo que el
sividad de nuestra parte. Pasi- podemos entender el primer primer pecado, y después todos
vidad, por lo menos, como se modo como ver a Dios en la per- los que siguieron, había degra-
entiende comúnmente. Cierta- sona y el segundo modo como dado, empañado y arruinado4.
mente debemos y podemos tra- ver solamente a la persona.
bajar nuestra alma con su ayu-
da lo más que podamos para, El primer modo es mucho más
con gran amor, presentarla excelente que el segundo, por-
como el lienzo de la Verónica al que es más digna la razón por
Cristo doliente, el cual, estan- la cual existe algo (infinitamen-
do limpio, pudo quedar sellado te, tratándose de Dios) que esa
con sangre, reteniendo en sí la misma cosa existente conside-
imagen del amor divino. No se rada en sí misma, aun teniendo
atrevería la piadosa mujer a un valor infinito, como el alma
tocar a su Señor con un lienzo humana. Mientras mayor trans-
manchado, sino que trabajaría parencia, mayor claridad en la
diligentemente porque estuvie- visión; en cambio, cuanto más
se lo más blanco posible antes opaco el cristal, aunque pare-
de llegarse a Él para limpiarle. ciera hacerse objeto de la mi-
rada del espectador, porque no
Dicho de otra manera, si qui- permite ver más allá de él, no
siéramos saciar la sed del Cru- es así: lo que se ve es el barro
cificado, pero solo tenemos una adherido; no el jardín ni aun la
gota de agua para darle, ¿por ventana, que se convierte en-
qué no procurar que esté lo más tonces en una contradicción,
limpia posible? Es el agua, o pues su finalidad última consis-
más bien la transparencia, una te en dejar ver a través de ella.
bella metáfora para represen-
tar al alma. Santa Teresa em- Mas cabe agregar otra perspec-
pleó en Las moradas la alegoría tiva en el ejemplo: la del que
de los ríos y del castillo hecho contempla en la transparen-

1
Ver: Is. 45, 9; Rom. 9, 20.
2
Santa Teresa de Jesús, “Buscando a Dios”, vv. 3-7.
3
Ortega y Gasset, La deshumanización del arte y otros ensayos de estética, 17.
4
San Juan de la Cruz, Romance sobre el Evangelio in principium erat verbum, 229-244.

27
¡Pero el Ecce Homo de Martínez yace aun bajo la
capa de pintura del Ecce Homo de Borja! Y así,
El hombre no ha tenido
en todas las almas está Dios real e íntimamente
presente, en el sentido de que es causa primera mérito alguno para tan-
de todo cuanto existe y sostiene su ser5. Si Él ta grandeza como esta a
odiara alguna cosa, no la habría creado y ni tam- la que ha sido llamado y a
poco la conservaría (Sab 11,24). la que ciertamente aspira;
No obstante esta realidad, tenemos al hombre queriéndolo Dios, consegui-
que parece empeñarse vanamente en destrozar rá en esta vida descubrir
todo vestigio de la imagen de Dios, y un Dios que anticipos de cielo que harán
por pura bondad se empeña en restaurar esta más fuerte su añoranza,
imagen, que constituye un motivo de honor in-
merecido y gran humildad para el género huma-
pero su alegría solo será
no. Dios nos llevará siempre de la mano como un plena hasta que pueda es-
padre (Sal 73,21-26). tar completamente trans-
formada y verse a sí misma
Tenemos también a nuestros hermanos, que son
y a Dios en la hermosura
como arroyos en los que deseamos ver dibujados
los rasgos de Cristo6. Es labor de caridad tra- divina, en lo cual consiste
bajar para que también nuestros rasgos se pa- la adopción de los hijos de
rezcan a los suyos, y poder aliviar al prójimo en Dios7.
sus fatigas ofreciéndoles el mismo consuelo que
nosotros mismos recibimos de Dios (2Cor 1,4).
Quien dice que permanece en Él, dice San Juan, 5
6
Antonio Royo Marín, Dios y su obra, 83.
San Juan de la Cruz, Cántico espiritual B, 12, 6.
debe vivir como vivió él (1Jn 2,6). 7
Ibíd., 36, 5.

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