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ARTICULO 115: ABORTO CONSENTIDO

1.TIPO PENAL
El delito conocido como legrado permitido, está debidamente tipificado en el
artículo 115, donde al pie de la letra se prescribe:
El que causa el aborto con el consentimiento de la gestante, va a ser reprimido
con pena privativa de independencia no menor de uno ni más grande de cuatro
años. Si sobreviene el deceso de la dama y el representante ha podido prever
este resultado, la pena va a ser no menor de dos ni más grande de cinco años.

2.TIPICIDAD OBJETIVA
Previo a señalar la acción tradicional del aborto permitido en nuestro sistema
penal vigente, cabe indicar que, en el código derogado del 1924, el tipo penal
pertinente recogía dos ocupaciones delictivas diferentes: provocar el aborto con
el consentimiento de la abortante y prestar ayuda para que aquella se cause el
aborto. No obstante, en la actualidad se ha superado tal equívoco. En impacto,
con la fórmula del código derogado se confundía la cuestión. Se sancionaba un
acto de complicidad primaria (prestar asistencia) como un acto de auto ría. Por
lo cual, se aseguraba que, si bien el tercero no causaba el legrado en forma
directa, él cooperaba a que la abortante se lo cause. Solamente el carácter
importante de la participación del tercero le hacía pasible de la sanción prevista
en el artículo 160. El legislador del Código Penal de 1991, implementando de
forma coherente los conceptos y categorías del derecho punitivo nuevo, ha
tipificado en el artículo 115 el comportamiento delictivo de provocar el legrado
con el consentimiento de la gestante como exclusiva conducta clásica, dejando
de lado la acción de "prestar ayuda", la cual está prevista como una conjetura
del artículo 25 del Código Penal que regula la complicidad, según sea el nivel
de cooperación del tercero.
En dicha línea, en la actualidad el hecho punible que se sabe con el nomen
iuris de aborto permitido surge una vez que el individuo activo, contando con el
consentimiento de la preñada, les somete a prácticas abortivas y le produce la
interrupción de su embarazo. En el supuesto recogido en el tipo penal, el
tercero actúa activamente ejecutando la interrupción del estado gestacional. El
comportamiento de la dama surge circunscrita a prestar su consentimiento para
que el tercero ejecute la acción delictiva. Resultando como situación agravante
del actuar del representante, el deceso de la gestante, logrando preverlo o
suponerlo y, por ende, evitarlo. El consentimiento prestado por la gestante
debería ser legal, voluntario y espontáneo y sin ningún vicio que lo invalide, es
decir, debería ser emitido por dama más grande de 18 años, sin maltrato ni
coacciones de cualquier tipo, caso opuesto, estaremos ante la figura delictiva
del aborto no permitido.
2.1 Aborto seguido de muerte
La doctrina habla de muerte intencional aun en controversia.
Ocurre cuando un empleado engaña en secreto a una mujer embarazada para
que aborte, lo que hace que muera de culpa anticipada. La muerte debe ser
consecuencia de un aborto en el que la gestante deba abortar el embarazo, lo
que exige un requisito fundamental para que concurra la sentencia penal contra
la conducta del agresor. Un acto malo se convierte en un acto pecaminoso.
Hurtado Pozo afirma que la muerte esperada de una mujer embarazada no
sólo es causa de aborto, sino también un pecado miope.
Al comentar sobre la naturaleza criminal de la Sección 160 del Código
derogado, Roy Freyre argumentó que las causas físicas por sí solas no eran
suficientes para responsabilizar al perpetrador por las consecuencias más
graves y explicó que era necesario. Predecir el resultado de la muerte. Prado
Sardariaga entendió que la muerte debe ser el resultado de la imprevisión, la
falta de precaución y la imprudencia. La pena de muerte se extiende a un
tercero por la imposición de un delito, pero, por el contrario, en el caso de
muerte por fuerza mayor (no se puede detectar el defecto orgánico de la
madre), el tercero no puede ser considerado responsable de esta muerte.
Precisamente, el individuo activo debería tener la probabilidad de prever el
resultado muerte de la gestante, ha opuesto sensu, es atípica el
comportamiento. La responsabilidad es más grande no en funcionalidad del
resultado exclusivamente, sino en atención a que el representante no previó
aquel gravísimo efecto que ha podido y debió prever, siendo su correlato el
artículo VII del Título Preliminar del Código Penal que evidentemente instituye
como comienzo de cumplimiento imperativo:
” La pena requiere de la responsabilidad penal del autor. Queda proscrita toda
forma de responsabilidad objetiva.”
Es fundamental destacar que, a partir de la vigencia del vigente código
sustantivo, ha quedado desterrada la responsabilidad penal por el fácil
resultado. Ahora, es requisito sine qua non la existencia del dolo o la culpa en
definida conducta para considerarla delictiva (artículo 11 del C.P).
De manera, la agravante presupone que el delito base se haya consumado,
siendo suficiente entablar el nexo de causalidad entre el método abortivo y el
deceso de la dama. No obstante, la agravante subsiste, aunque después de
elaboradas las maniobras abortivas, el producto de la concepción se pueda
rescatar por participación de terceros.
En suma, como aseguran Bramont-Arias Torres/Carda Cantizano, el deceso
de la gestante a efecto del aborto o prácticas abortivas solo agrava el
comportamiento si se hace de forma culposa. Si se establece que el individuo
activo ha tenido el dolo de asesinar a la gestante, así sea dolo ocasional, nos
encontraremos frente a un delito de asesinato o homicidio, según corresponda.
2.2 Bien jurídico protegido
La vida dependiente. El interés que se pretende tutelar con la tipificación del
delito nombrado "aborto permitido" lo constituye la vida del producto de la
concepción, el mismo que genera el estado de gestación o embarazo en la
dama. De esta forma lo ha entendido la jurisprudencia nacional. En impacto, la
Resolución Preeminente del 26 de enero de 1998 emitida por la Corte
Preeminente de Lima presenta que "en esta clase de delitos se tiende a
defender la vida humana dependiente, en otras palabras, la vida del embrión o
feto, teniendo presente que nuestra Constitución Política del Perú, consagra en
su artículo segundo inciso primero como derecho importante del individuo, la
vida humana e instituye, además, que el concebido es individuo de derecho a
todo cuanto le favorezca". Con la tipificación del supuesto previsto en el
segundo párrafo del tipo penal en comentario, sin lugar a dudas que se
pretende defender y proteger un solo bien jurídico como lo es la vida, sin
embargo, en nivel de desarrollo evolutivo distinto: la vida dependiente del
embrión y la vida libre de la abortante.
2.3 Sujeto activo
Creador podría ser cualquiera, a partir de un profesional de la ciencia médica
hasta una comadrona, siendo suficiente la verificación del desarrollo de su
conducta dolosa, luego de haber obtenido el consentimiento de la dama que se
dispone a abortar. En este supuesto únicamente se excluye a la gestante que
presta su consentimiento, puesto que su conducta se encuadra en el tipo penal
del artículo 114 ya tratado en su calidad de creadora.
2.4 Sujeto pasivo
El producto de la gestación, sobre el cual recae la acción dolos a del
representante. De producirse el supuesto agravado, víctima va a ser la dama
fallecida a efecto del aborto o del método abortivo empleado por el individuo
activo.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
El representante precisamente debería actuar con entendimiento y voluntad de
efectuar el aborto con pleno consentimiento de la abortante. Es un acto doloso.
El tercero debería tener el fin de aniquilar el producto de la concepción. Caso
opuesto, si se establece que el tercero solo participó para apresurar el parto y a
efecto de una deficiente maniobra provocó el aborto, su conducta va a ser
irrelevante para el derecho punitivo. Es decir, al no haberse tipificado el aborto
culposo, cualquier acción que no tenga como fin y finalidad aniquilar al
embrión, constituye conducta irrelevante penalmente, de esta forma se
verifique el aborto. En el supuesto del segundo párrafo del tipo penal del
artículo 115, participa el componente culpa como situación para provocar un
resultado más grave, motivando el crecimiento de la penalidad.
4. ANTIJURICIDAD
Cuando se ha verificado la concurrencia de los recursos fines y subjetivos de la
tipicidad del aborto permitido, al operador del derecho le corresponderá revisar
si el comportamiento clásico es antijurídica o acorde a derecho. O sea, en este
periodo se determinará si en el comportamiento concurre o no, alguna causa
de justificación como podría ser el estado de necesidad justificante o un temor
insuperable. Si llega a determinarse que en el comportamiento clásica de
aborto no concurre alguna causa de justificación estaremos frente a un
comportamiento clásica y antijurídica.
5. CULPABILIDAD
Con base en la práctica típica de los abortos ilegales, el operador legal debe
analizar si puede atribuirse a su creador personalmente, es decir, el operador
jurídico analizará si el típico aborto ilegal puede imputarse penalmente al
abortista con consentimiento, autorización o aquiescencia en los siguientes
actos de gestación subrogada. En primer lugar, se investigó si se puede atribuir
el aborto, es decir, tener al menos 18 años y sin trastornos psiquiátricos. La
cuestión de si el aborto es imputable es si ella sabía que sus acciones eran
ilegales (y sabía que sus acciones eran ilegales) al practicarle el aborto a la
mujer embarazada. Aquí es posible visualizar el número de errores prohibidos.
Por ejemplo, cuando las razones o razones del autor se encuentran en el país,
este comportamiento no es castigado y enfrentaremos errores prohibidos.
Después de verificar a los autores del aborto, puede atribuirse y conoce por
completo la ilegalidad de su comportamiento. Corresponde a si se requiere otro
comportamiento, es decir, es un embarazo que se puede hacer cumplir. Si se
establece que la persona que realizó un aborto como consecuencia de la
inmunidad no tiene que actuar de manera diferente en el caso específico, la
pretensión no existe.
6. CONSUMACION
El consentimiento para el aborto se perfecciona cuando la gestante actúa con
el consentimiento de la gestante para lograr el fin de provocar la muerte del
producto de la concepción mediante el aborto. En este sentido, es claro que las
circunstancias que provocaron la liberación de los productos del embarazo son
irrelevantes, ya que es muy posible que la muerte del feto se produjera en el
útero materno sin ser expulsado. Como el comentario es sobre el acto
mencionado en el segundo párrafo del tipo de delito, es perfecto o perfecto si
se confirma la muerte real de la mujer embarazada. Luis Bramont Arias señaló
que la agravante se da por cumplida cuando se constata la muerte de la mujer,
siendo necesaria la realización del aborto. Si todavía se intenta un aborto y la
mujer embarazada muere, tenemos un concurso de asesinato y tentativa de
aborto.
7. PARTICIPACION
Existe la oportunidad de participar, y el juez decidirá el grado de cooperación
de los participantes en cada caso. El acto puede ser la incitación primaria o
secundaria al aborto o la complicidad. Por ejemplo, el padre de una mujer
embarazada que incite y aliente a que se practique un aborto y le prometa
brindarle ayuda económica para terminar la universidad será sancionado como
cómplice. Y tendrá la cualidad de ser cómplice de dar a la gestante la causa del
embarazo de la comadrona para que ésta aborte o incluso pague sus servicios.
También participarán las asistentes de parteras que ayudan a las mujeres
embarazadas a prepararse para el aborto; o los amigos recurren a las clínicas
de aborto, o incluso piden dinero prestado para pagar a los proveedores de
abortos ilegales, etc.

8. TENTATIVA
Al constituirse en una figura delictiva de resultado, la tentativa es perfectamente
posible. Ocurrirá, por ejemplo, cuando por circunstancias extrañas a la voluntad
del agente (es intervenido cuando ya se disponía a hacer uso de la sonda, o
cuando estaba haciendo los masajes respectivos, etc.) se frustra el aborto;
cuando la mujer supuestamente embarazada no lo está en la realidad; cuando
los medios empleados en las maniobras abortivas no son idóneos para tal fin;
o, cuando después de la expulsión violenta, el producto del embarazo no
muere y logra sobrevivir.

9. PEMALIDAD
El funcionario acusado de cometer el delito de aborto voluntario es sancionado
con prisión de uno a cuatro años. Si ocurriera la muerte de la mujer abortada,
ya sea esperada o sospechosa, el oficial lo condenaría de dos a cinco años de
prisión.

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