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Alumno: Alexander Alberto Cahua Iparraguirre - U20213056

Componentes y dimensiones biológicas de la personalidad

Definimos a la personalidad como un conjunto de actitudes y comportamientos que tiene una


persona. Es decir, es todo el conjunto de rasgos psicológicos que caracterizan a una persona y
le permiten distinguirla de las demás. La personalidad es la suma de los factores biológicos y
ambientales. En primer lugar, tenemos al temperamento, que está determinado por la
herencia genética y que influye de manera muy notable en el funcionamiento de los sistemas
nerviosos.

El temperamento puede entenderse como una combinación de rasgos hereditarios, ya que los
padres pueden transmitir ciertos comportamientos a sus hijos a través de los genes, siendo
este inmodificable, pero si regulable. Además, el temperamento es la base del carácter y de la
personalidad, pues es responsable de las emociones espontáneas y las reacciones típicas
frente a estímulos externos. Es el componente aprendido que se desarrolla a través de la
sociedad o del ambiente. Aparece como consecuencia de las experiencias que vivimos. Según
la teoría humoral hipocrática, la clasificación se basa en 4 los líquidos que hay en nuestro
cuerpo, llamados humores:

- Si existe un exceso de Bilis Negra, el individuo tendremos un temperamento melancólico


(triste, soñador, lento).

- Si el exceso es de Flema, el individuo tendremos un temperamento flemático (lento y


apático). - Si el exceso es de Bilis Amarilla tendremos un temperamento colérico
(desenfrenado, impulsivo).

- Si el exceso es de Sangre tendremos un temperamento sanguíneo (sensible).

De acuerdo con esta teoría podemos afirmar que todos nosotros tenemos un temperamento
predominante ante los demás, ya que las personas no pueden tener un solo temperamento,
según la teoría de Hipócrates.

Además, cuando hablamos sobre el desarrollo de la personalidad debemos tener en cuenta la


expresión de 2 elementos. Primero, el genotipo, que es un conjunto de genes heredados
(ADN), que son responsables de un rasgo en particular. Asimismo, el genotipo, se relaciona con
el potencial que tenemos en función de nuestra constitución biológica. En decir, lo que
podríamos o deberíamos ser, viene determinado por la herencia y el desarrollo
neuropsicológico. Por ejemplo, los genes codifican el color de ojos en un individuo. Segundo, el
fenotipo, que es básicamente la expresión del genotipo en función de un determinado
ambiente. Además, los rasgos fenotípicos son tanto físicos como conductuales. Es decir, el
fenotipo es un conjunto de caracteres visibles que un individuo presenta como resultado de la
interacción entre su genotipo y el medio. Dicho de otro modo, lo que hacemos y cómo lo
mostramos, está determinado por el genotipo y los procesos de aprendizaje a lo largo del
desarrollo de nuestra vida. Por ejemplo, un individuo de ojos marrones.

Finalmente se puede decir que la personalidad es el resultado de la interacción entre los


factores genéticos y el social. Así la personalidad se hereda o se puede nacer con una
personalidad propia, pero forzosamente va a encontrar diferentes formas y expresiones de
acuerdo con el ambiente y medio sociocultural del individuo.

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