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Goliat y Glasgow

Debo de admitir que no soy el mejor sujeto del mundo, desde que era niño estuve en el ojo del
huracán, con una impecable actitud y calificaciones perfectas todo mundo quería saber que
escondía el niño bien portado, el cerebrito del salón o si les pasaría las tareas. Durante la
secundaria todo fue mas duro pues deje de ser un objeto de admiración y comencé a ser un objeto
de burlas, agraciadamente solo para los hombres pues mi belleza y carisma me permitió estar con
las chicas que yo quisiese y, dejando que todos pensaran que sus intentos de hacerme sentir mal
eran eficaces carcajeaba a sus espaldas pues de una mentalidad que busca exponer las debilidades
de alguien mas no podía esperar nada bueno.

Soy dueño de una empresa muy prestigiada de periódicos, mis artículos y los de mis empleados se
extienden con rapidez por todo el mundo minutos después de ser publicados, gracias a ello pude
abrir también unos cuantos locales de café y pastelillos en un par de países, no había mejor
compañía para una buena critica o historia que un café en un ambiente pacifico, creo que eso fue
lo único bueno que me inculco aquella pelirroja que me dejo plantando en el altar, me dio una
valiosa lección al saber que era bueno en todo, menos en los compromisos. Con el tiempo su
recuero dejo de estar en mi cabeza y lo reemplace por centenares de bellas piernas, si sabía que
no era bueno en las relaciones serias, tenia que ser bueno en dejárselo en claro a todas. Lo único
que en verdad me podría deleitar mas de una noche era detallar las emociones que me ofrecía
cada color que estaba plasmado en las pinturas de Bath y el resto del mundo.

Al cumplir los 25 me canse de estar todos los días en mi oficina ansioso de que legara el fin de
semana para poder ver a mis amigos o a mis furcias, así que comencé a viajar a pueblos en busca
de inspiración, algo que me dejara jactado sin la necesidad de tener alcohol o estupefacientes en
mi organismo, fue así como termine en Ámsterdam, países bajos. Esa tarde después de una gran
mañana con una moza asistí al museo de Van Gogh, razón por la que había llegado hasta ahí.
Durante el recorrido quede atónito al presenciar por primera vez a ´´los comedores de patatas´´,
aquella pintura me trajo tantos recuerdos de mí, fue como si en aquel lienzo estuviese un resumen
de mi vida ya que, a pesar de no ser muy pintoresca era costosa y sumamente excéntrica, éramos
el uno para el otro, no tarde ni dos minutos en saber que seria mi siguiente compra.
Desafortunadamente una cosa tan etérea no estaba a la venta, por lo menos eso me dijo aquel
trabajador. Me sentí tan injuriado, jamás me habían negado algo en la vida., a la mañana siguiente
volví a casa listo para escribir sobre mi horrida experiencia y hacer un poco de dinero con ella,
asimismo, quizás rodeado de amigos encontraría la solución a mis males.

Una vez instalado en mi casa busque en docenas de artículos si había alguna forma de obtener a
los comedores de patatas, todos me arrojaron al mismo estúpido resultado, de un momento a
otro se me quitaron completamente las ganas de viajar en busca de algo nuevo, tuve una gran
decepción y no quería mas drama por un tiempo. Pasaron algunos meses llenos de trabajo con el
cambio de estación, las nuevas tendencias y los desastres políticos de mi Londres, hasta que una
noche tuve une revelación mientras el agua caliente golpeaba mi espalda… a veces, por más que
un sujeto sea honesto y tenga mucho dinero como yo, no es suficiente para todo, a veces, tendrías
que recurrir a otras opciones, quizá no tan rectas, pero sin duda eficaces…
Sonara descabellado pero aquella noche salí de la ducha decidido a robar ese cuadro, me tomo
media hora saber cómo lo lograría. Iría de nuevo al museo anunciando que estaría yo regalando
fotos y libros de mis editores y con el museo mas lleno que de costumbre, José, mi empleado más
leal cortaría la luz y robaría el cuadro mientras yo quedaría ante todos como una victima mas el
robo mas bello del año, del siglo quizás.

Y así fue, un par de semanas después volví a Ámsterdam y después de estar un par de días entre
copas y mujeres decidí ir al museo y decirles a mis seguidores que estaría ahí al caer la noche, el
museo se lleno mas de lo esperado y no podía estar mas feliz, mientras mas gente hubiese mas
sospechosos serian juzgados. No puedo dar mas detalles sobre aquella noche pues no tuve nada
que ver con el robo, solo supe que al cabo de dos días la pintura ya estaba en mi casa, yo seguía en
Ámsterdam comprando un par de recuerdos sobre aquel gran país y tomando fotografías de sus
paisajes mas espléndidos. Al llegar a casa colgué el cuarto en la cabecera de mi cama, mientras
bebía un poco de adrenocromo y no pude evitar el querer escribirle algo a mi cuadro, era muy
bello y quería que todo el mundo supiera que había logrado tener algo en mi vida que amaba, así
que hice una sección en mi periódico sobre poesía e iba a ir subiendo poemas para mi cuadro de
manera anónima, disfrazando el amor que le tenia y sin que nadie supiera que estaba
escribiéndole a un cuadro, esa misma noche surgió algo de mí:

Tu piel, lisa en las zonas que mas amo y con estrías en las que me enloquecen

Tu piel, con algunas zonas claras y otras oscuras me hacen pensar en mis rachas de mala suerte en
donde ni el día me parecía brillante

Tu piel, por la que cometí la locura mas grande de mi vida, volverme poeta tratando de verte
quieta un segundo en mi libreta y no dando vueltas en mi cabeza.

A la mañana siguiente me llegaron docenas de mensajes preguntando quien era ese autor
anónimo que dejo impactado a mas de uno, yo era mas feliz que los lectores enamorados que
etiquetaban en sus fotos a mi empresa y las chicas con vitíligo que sintieron que su cuerpo era
sobreviviente de un eclipse hermoso. Mi amor había sido expuesto y aceptado, no podría estar
más conforme.

El poema vendió tantas copias y me trajo tanta emoción ver mi cuadro a diario mientras todos lo
buscaban en países bajos que, no me quedo mas que aceptar mi nuevo estilo de vida, robar
cuadros le dio un giro por completo a mi vida, quería mas emoción, mas amor habitando en mí,
más escándalos y más burlas para los museos. Tantas emociones invadiéndome trajeron a mi
mente ´´El circo azul´´ de Marc Chagall. Fue así como mande a José a Niza, al sur de Francia al
museo Chagall. Cuando estábamos en países bajos nadie vio a José transitar las calles o el museo
pues fui muy específico cuando dije que no quería ni una migaja de duda sobre si el estuvo fuera
de su casa aquel fin de semana. Estaba tan eufórico por saber que estaba a semanas de tener
entre mis brazos a aquel encanto, la inspiración invadió mis manos sin si quiera sospecharlo y salió
mi segunda oda:
Amada mía, te alejan de mí,

En cuatro paredes te encuentras mientras mi corazón desangra penas

Tranquila preciosa, pague tu rescate por adelantado,

Tus segundos sin mi están contados

Tengo una compañera para ti por si en las mañanas no me encuentras

Mi amor por ti revolcó el mundo, todos quieren que mi mascara caiga al suelo

Pero no miento cuando digo que soy tuyo, si me ven los medios será porque no necesitas más mi
consuelo.

Lo publiqué ese mismo día, leí en unos cuantos medios como decían que la amada del nuevo autor
estaba en cuarentena y por eso me era imposible verla, no tenían idea de lo que es un verdadero
obstáculo para el amor, y yo menos, así que a la mañana siguiente salió el vuelo de José.

Esta vez José tuvo que estar dos semanas en Francia pues sería más difícil transportarla sin ser
sospechosos, no podría estar mas enojado con su imprudencia, la espera me mataba, pero
mientras esperaba su llegada, compre una casa pequeña a las afueras de la cuidad para poner ahí
todas mis pinturas y que fuese mi lugar de descanso, la mas pura fuente de inspiración solo para
mí. Cuando José llego después de sus merecidas vacaciones, llore de felicidad, sin duda era
hermosa, pase 4 días junto a ella y con un poco de dmt nació mi siguiente copla:

Llevo noches deleitado con tu incoherencia

Tu esencia tan fría no encaja con lo cálido que es pasar las noches contigo

Lo irreal de tus curvas y lo crudo de tu entorno

Tienes fuego en el pecho, aunque no conoces mas que el mar

Me incitas a nadar, a volar, a amar.

Ese día fue muy extraño, solo quería estar a solas en mi oficina buscando pinturas para robar, para
alguien como yo que lleva toda la vida entre los excesos era perjudicial para mí, no podía permitir
que algo que le dio razón a mi existir se convirtiera en un consumismo sin chiste, que fuese una
pila mas de todo lo que el dinero puede acumular. No quería volver a mi vida materialista y sin
amor, llevaba apenas 2 meses tocando el cielo y no quería sentirme en el suelo de nuevo.

Vi con detenimiento ´´El circo azul´´

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