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Sugerencias.

Temática: Ansiedad.

Durante un ataque de ansiedad es posible que el niño se quede paralizado o


comience a respirar muy fuerte y transpirar. Sin embargo, lo importante es que no
te dejes llevar por el terror e intentes tranquilizar al niño en todo momento,
transmitiéndole calma, ya que si te ve nervioso empeorará la situación. Toma en
cuenta lo siguiente:

 Respira con ellos: La respiración profunda y lenta facilitará la reducción


de la ansiedad. Puedes ayudarlo a practicar, guiándole para que se
imagine como el aire viaja entrando por la nariz, pasando por la tráquea
y llegando al vientre, el cual se hincha como un globo.
 Ayúdale a identificar los pensamientos negativos: Puedes orientarle,
para que encuentre y asimile a un personaje o dibujo con este tipo de
pensamientos. Anímalo a que te exprese sus miedos y háblalo con ellos.
Escucharlo le ayuda a entender que todos somos vulnerables y eso no
significa ser débil.
 Utiliza estrategias de exposición: La ansiedad tiene un componente
fisiológico, es decir, que produce sensaciones corporales generalmente
desagradables. Por ello es importante que hagas que se exponga a
estas sensaciones. Aunque suene paradójico, con esta práctica lograras
facilitar la interrupción de la escalada de ansiedad. Por ejemplo, si en el
momento presenta falta de aire, siéntate con él y juntos contengan la
respiración.
 Guíalo para que imagine escenas que le resulten agradables: Como
por ejemplo, imaginar un lugar relajante o una caja donde ponga todas
las preocupaciones que le molestan.
 Respirar juntos: La respiración lenta y profunda ayuda a disminuir la
ansiedad, por ello siéntate o túmbate al lado del niño y enséñale a respirar
lenta y profundamente, Pídele que se imagine las olas del mar, incluso
puedes pedirle que coloque un peluche en su abdomen, para que vea como
sube y baja en cada respiración.
 Respirar con los dedos de las manos: Este ejercicio es sencillo pero
ayuda mucho, se trata de enseñar a los niños a inspirar y expirar a medida
que recorre lentamente los dedos de una de sus manos con el índice de la
otra. Empezará con el dedo pulgar, y con el movimiento de ascenso el
pequeño inspirará profunda y suavemente; de este modo conseguirás que
realice diez respiraciones.
 Tensar y relajar los músculos: Este es otro ejercicio fácil y divertido, se
trata de tensar y relajar los músculos de su cuerpo como si fuera un león
rugiendo, una tortuga escondiéndose en su caparazón o como si exprimiera
limones entre sus manos.
 Jugar con plastilina
Si tu hijo es muy ansioso, es importante que le enseñes cómo puede descargar
esa energía de la mejor manera.

Jugar con plastilina es una actividad perfecta, para los niños que concentran
mucha tensión.

Cuando juegan con plastilina, pueden tensar y distender las manos, cuando la
amasan o la estrujan; de esa forma, tu hijo canalizará toda esa tensión de una
forma positiva.

 Colorear o dibujar
Esta es una actividad excelente para jugar con niños ansiosos, porque es una
forma de expresión terapéutica, y se desestresan dándole rienda suelta a su
imaginación, logrando descargar las tensiones del día.

Cuando los niños colorean antes de ir a la cama, se relajan y mejoran su


concentración, su creatividad y les ayudará a expresar mejor sus emociones y
pensamientos a través del color.

 La caja de la ira
Esta es una técnica para enseñar a los niños a canalizar su ira y que aprendan a
atrapar la rabia y a frenarla.

Esta actividad se desarrolla, dándole papel y colores al niño para que dibuje lo que
le molesta y luego meter todo ese enfado en una caja.

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