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ARTÍCULOS

ALGUNOS PROBLEMAS HEURÍSTICOS EN LAS CRÓNICAS DE


LOS SIGLOS XVI – XVII∗

Carlos Aranibar
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Tan cierto como que la ciencia histórica prosperar en épocas de esteticismo y


no puede reducirse a la transmisión renacimiento clásicos.
escueta y nuda del testimonio de las
fuentes, es que sin éstas no cabe Por eso triunfan, más bien, la demorada
función historiográfica alguna. Pero, artesanía y el desdén a la heurística de
porque se trata siempre de utilizar el un Virgilio Polidoro, de un Marineo
inerte testimonio e introducirlo en una Sículo, profesor de retórica en
reconstrucción re-creadora y dinámica, Salamanca ascendido a historiógrafo de
la historia de la historiografía aparece, los reyes católicos, de un Paul Emile –el
en cierto sentido, como la historia de los “Tito Livio galo”– o del historiador
avatares y fluctuaciones del valor escocés Buchanan, imitador de Catulo; o
asignado al testimonio. del diligente biógrafo italiano de Enrique
V, embozado en el nostálgico
Ya en los albores de la edad moderna, la seudónimo de “Titus Livius”. Y aun las
escuela purista de Leonardo Bruni, el adulteraciones y triquiñuelas de
analista florentino, buscó inspiración en Tschudi, hermoseador profesional de la
los preceptos canónicos de los autores historia suiza, no distan mucho, en
clásicos y dio a la forma feliz el esencia, de la vigorosa pero
privilegio sobre el fondo. De su Historia distorsionada figura literaria que del
florentina mana, de uno y otro modo, la Ricardo III de Inglaterra fabrica el
principal vertiente de la historiografía humanista Tomás Moro, el soñador de
humanista. Bajo su impulso Sabellicus, Utopía, de cuyas manos pasa a hacer
profesor de elocuencia en Udine, o el fortuna inevitable en el teatro de
cultísimo cardenal Pietro Bembo – Shakespeare.
ciceroniano escrupuloso, que dice
Fueter– repiten la acuciosa persecución El descubrimiento de las nuevas tierras
de la forma, que conlleva el sacrificio de aporta a la circunscrita historiografía
la crítica de fuentes y un inevitable humanista el contingente de nuevas
desdén al documento. Frente al regusto comunidades humanas, con su dosis de
de esa historia retoricista y virtuosa se pintoresquismo –precursora de
erguía, por cierto, la escuela filológica etnografías futuras– y amplía el campo
de Calchi o el Beato Renano, que hacia la perspectiva universal. O, por lo
insistían en el examen de autenticidad y menos, al enfoque nacionalista que se
valuación de fuentes. Pero tales pretende ecuménico. Las Décadas de
esfuerzos habrían de quedar larvados Pedro Mártir o la obra clásica del padre
por mucho tiempo. Porque hubo muy Mariana, afectada y pulquérrima, hacen
poica difusión para la adustez de la fortuna de la forma purista y relegan
gabinete de un Sigonio o para el al humilde testimonio. No se valúan las
desmayado estilo de anticuario fuentes sino en cuanto provienen del
cuidadoso de un Flavius Blondus. Ni arsenal precario de los autores clásicos
siquiera las eruditas demostraciones de –que se extraen a capricho de la
Lorenzo Valla, en su análisis famoso de antigüedad y de la patrística medieval–
la falsa donación de Constantino, podían o en cuanto surgen del manantial
exótico de exploradores recientes. Y,

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como si faltasen testimonios, se los Historia con ribetes de filosofía, persigue


halla a menudo en la recopilación leyes o uniformidades vastas y elimina
apresurada, cuando no en la lo accidental: huelga recordar el papel
adulteración, el maquillaje y aún el que juega el testimonio en los afanes
fraude. Circula, así la impostura famosa políticos de Montesquieu, en las alígeras
del dominico Annius de Viterbo, que acometidas del mordedor Voltaire, en
alega rescatar antiguas fuentes como el las visiones esteticistas de Shaftesbury
apócrifo Catón o como el falso Beroso, o en la rousseauniana visión de
presunto autor caldeo que se infiltra humanidad de Herder.
conspicuo y que hasta merece los
honores de la cita a tan remotos Pero el sino del documento, como
escritores como los cronistas de Indias, materia prima de toda historia posible,
Las Casas o Sarmiento de Gamboa1. no se resiente ya de más desaires. Ni el
El siglo XVII contempla, por eso, los color local del romanticismo liberal, ni la
excesos del género en Corpus y historia naturalista de los rankianos, ni
colecciones de erudición y prolijidad la inflada presunción de los
fabulosas. Contra ellas, y también neocomtianos, ni el criterio un poco
contra el decaer de la producción escéptico del historicismo del XIX,
histórica humanista, reacciona el conmueven los cimientos remotísimos
movimiento iluminista, codicioso de del Blondus, Valla o Mabillon. Se ha
obras de síntesis y cuajado de cuadros modernizado, con mucho, la
amplios y teorías generalizadoras. metodología heurística y se llega a
veces a extremos fidelistas que aterran
1∗
Texto transcrito por Jorge Huapaya al profano. Riesgos como aquel que
Garriazo. Este artículo fue publicado Marrou llama “nettoyage du document”
originalmente en: Revista Nueua Coronica. son de todos los días; a veces se
Órgano del Departamento de Historia.
practica colaciones sin término y hasta
Facultad de Letras. Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Núm. 1, 1963. pp.
prolifera, en ocasiones, un rebuscado
102-135. Por otro lado, la idea de reeditar el tecnicismo, una suerte de criptografía
presente trabajo surgió en el curso bibliófila, que sólo entusiasma al
Seminario de Hermenéutica y Semiótica, a iniciado. Pero subsiste, como una
cargo del profesor Dino León Fernández, en positiva conquista de la ciencia de la
la Facultad de Ciencias Sociales de la historia, el postulado de que el punto de
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. partida del historiador está siempre en
Junto con él, consideramos que tal escrito es el examen crítico de sus fuentes.
de vital importancia para la comprensión,
análisis y el mejor desarrollo de la Venidos al caso particular de que se
investigación histórica. ocupa el presente trabajo, interesa
Ilustrativa puede ser la mención que hace referirse a ese manido instrumental
del Beroso el cronista Sarmiento de Gamboa heurístico de la crítica de fuentes éditas.
en su Historia Indica (Cap. V). Debió tomarla
Y, con la misma y pertinaz trivialidad de
del historiador valenciano Pero Antón
Bauter, autor de la Coronica General de las cosas muy sabidas, en cuanto se
toda España… (Valencia, 1464 - 51). ingresa al campo de las crónicas de los
Modernamente ha demostrado Cirot que siglos XVI – XVII, asoma el problema de
Beuter plagió con profusión a Florián de la valuación y compulsa de testimonios
Ocampo, el celebrado autor de la Crónica tan dispares.
General. Y fue, justamente, Florián de
Ocampo el principal difusor en España del La crítica de las fuentes escritas se
Beroso inventado por Annius de Viterbo. presenta en la misma forma en que se
La cadena que va desde el falsario dominico planteaban el problema Droysen o
hasta Sarmiento, no es sino típica muestra Bernheim, Seignobos o Bauer. Y, aunque
de aquellos “aparatos” eruditos de citas que en algunos manuales de metodología se
circulaban como buena moneda en la presenta bajo un agobiador aparato de
bibliografía de la época y que cada autor
normas y pautas que se dividen o
tomaba de otro cualquiera sin embarazo
alguno, con apresurado candor.
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multiplican al infinito, bien entendida elegante y sólida erudición de Jiménez


puede reducirse a dos preguntas: de la Espada, del moroso cuidado de
Means a las biografías de Romero y
¿Qué grado de confianza merece tal Angulo, desde el entusiasmo del Riva
fuente? (Crítica externa: autenticidad, Agüero juvenil hasta las exiguas pero
fecha, lugar de procedencia. En el caso certeras líneas de Baudin o Rowe, a
de obras impresas: verificación de su vuela pluma, y hasta los magistrales
conformidad con lo que el autor escribió estudios de Porras Barrenechea, el más
realmente; problemas de ediciones grande conocedor de cronistas, o las
truncas, dolosas, mal anotadas o que eruditas aportaciones del infatigable
usaron copias del testimonio original, Lohmann Villena.
etc.).
Por lo tanto, al revisar a continuación
¿Qué grado de confianza merecen los algunos de los escollos que surgen del
testimonios consignados en tal fuente? material cronístico y destacar lo difícil
(Crítica interna: valor del testimonio; que resulta la fundación de una
grado de competencia del autor: jerarquía de testimonios, no se pretende
¿alcanzó la verdad? ¿Estuvo en renovar el panorama heurístico, ni
condiciones de trasmitirla con fidelidad? mucho menos, pero sí presentarlo en
Grado de seguridad del autor: partícipe toda su densa y confusa magnitud y
de los hechos, testigo de referencia, sugerir, alguna vez, alguna vía.
compendiador, etc. Y, finalmente,
compulsa del testimonio con fuentes CRÍTICA EXTERNA
coetáneas).
EL PROBLEMA DE LA EDICIÓN DE
Sólo a condición de ensayar respuesta a CRÓNICAS
ambas preguntas, es permisible la
interpretación de las fuentes y la Se diría que todo ese impresionante
construcción histórica propiamente caudal de consejos y precauciones con
dicha. que la moderna técnica de edición
prepara el documento hace desaparecer
Bien podría alegarse que nada de esto o reduce al mínimum los tropiezos, por
constituye novedad. Pero, quien ha la magia de la letra impresa. Y la verdad
deambulado por el acervo cronístico es que, para que quien busca historia de
peruano de los siglos XVI y XVII sabe divulgación, no existen tales problemas.
que una cosa es su simple lectura Lo demuestran, con pertinaz candor,
ilustrativa y muy otra fundar la jerarquía multitud de compendios sobre la
de testimonios, mediante compulsas materia incaica, que se agotan en la
laboriosas, señalando precedencias y sola repetición de cuadros tradicionales.
grados de originalidad, estableciendo El frecuentador de crónicas sabe que,
vertientes de información, expurgando por el contrario, para los fines de la
errores de lectura, de copia o investigación es deseable usar en cada
tipográficos y aún resguardándose de caso la mejor edición obtenible o, en su
anotaciones exóticas que más de un defecto, expurgar en lo posible de
editor escribiera de ligero. errores la edición defectuosa, que por
desgracia suele ser la más accesible.
La enorme lista de investigadores,
propios y extraños, que acometieron el Las reediciones de textos cronísticos de
estudio de la materia incaica; ha los siglos XVI-XVII suman legión. Un
enriquecido el bagaje crítico que puede vistazo a los usuales repertorios hace
utilizar el estudioso de hoy. Pedantería ver la ciclópea e inútil tarea que sería
suma fuera desconocer los impagables colacionar todas las ediciones de cada
trabajos de los mejores expertos en cronista. Esto no pasa de ser un
crónicas, desde algunos breves y desideratum pero, en más modestos
atinados juicios de Prescott a la límites, la compulsa es siempre
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provechosa. Aún sin repetir proezas


bibliográficas, como la excelente paso, algunos puntos que aún no se ven
colación hecha por Alexander Pogo de claros en la materia de dependencia de
fuentes, a pesar de los cuales las citas de
las relaciones de Xerez y Mena, modelo
Murúa campean en los estudios actuales
de pulcritud y seriedad, la mayor parte sobre historia incaica. Las citas las hago por
de las crónicas en actual circulación dicha edición Bayle.
claman por una reedición severa. Tal El editor español pensó que si impresión
ocurre, por ejemplo, con los escritos de ganaba notablemente sobre la anterior;
Polo de Ondegardo, provenientes de pero los nuevos capítulos añadidos al libro
copias disímiles o truncas, en grado tal III, que creyó ser originales del mercedario
que el editor Urteaga llegó a imprimir Murúa, no son otra cosa que transcripción
dos veces el mismo escrito, sin caer en de las noticias insertas en el Confesionario…
la cuenta. (que editó el III Concilio Limense), a base de
averiguaciones de Polo de Ondegardo. Es
De un modo general, las dificultades son fácil compulsar las noticias de capítulos XLV
las que derivan por descuidos en la a LXII de Murúa (MURUA, 1946: 269- 321)
con los Errores y supersticiones y la
técnica de edición de fuentes. En la
Instrucción… que proceden de Polo, como se
mayor parte de las veces, a las sabe perfectamente.
oscuridades del texto original –o de la Pero hay mucho más que la interpolación de
edición princeps– se han añadido un veintena de capítulos de ajeno autor,
deslices tipográficos y enmiendas pues más o menos así se surtían Acosta,
caritativas por editores improvisados o Calancha, Cobo, Herrera, etc. Pues se hallan
en extremo confiados. Los publicistas de curiosas afinidades entre el texto presunto
la conocida colección llamada de Torres de Murúa y otros relatores. Puede señalarse
de Mendoza o. entre nosotros, Francisco entronques con Gómara, con Molina, con
Loayza en sus ediciones populares, han Guamán Poma, tal vez con Gutiérrez de
Santa Clara y aún con informantes tan
demostrado cierta liviana urgencia de
precarios como fray Toribio Benavente
imprimir a todo correr. Historiador hubo, (Motolinia) y, quizá, con Sahagún, por cuyas
tan eficiente como el padre Constantino resultas figuran en el texto interpolaciones
Bayle, que, puesto a reeditar la historia las más caprichosas y extrañas, que
del padre Murúa a vista de un describen costumbres mejicanas o antillanas
manuscrito diferente que contenía 20 (v. gr. MURUA, 1946: 98, 140, 245; ¡quema
nuevos capítulos, trasliteraba, sin ritual de la viuda en la pira del difunto, en
sospecharlo ni de lejos, los escritos pp. 343- 44!) o amazónicas (el manzanillo,
provenientes de Polo de Ondegardo. Y los caribes, las flechas envenenadas, etc.),
en trance así, se realizó el hallazgo de que por cierto ponen en figuritas al
otro manuscrito que, al decir del comprensivo y ecléctico editor Bayle.
El extractador o copista que, a vista de un
descubridor –que aún no lo publica– es
original de Murúa, preparó el texto que
“completamente diferente de lo que hasta aquí se ha difundido, logró, mediante
estábamos acostumbrados a saber la consulta indiscriminada de tan dispares
como de Murúa”2. fuentes, el variopinto arsenal que se va
examinando aquí. Pues aún parece haber
2
El mejor texto en circulación de la Historia alguna indicación de ligamen con el
del origen y genealogía real de los Incas del licenciado Falcón (MKURUA, 1946: 332 ss.),
Perú es, desde luego, el editado en Madrid quizá con la pérdida Apología pro indis más
por el padre Constantino Bayle, en 1946. que con la conocida Representación. Y, dada
Hace notoria ventaja a la edición limeña de tan original amalgama, también es sencillo
Urteaga y Romero y, por supuesto, a la refutar a Murúa con el propio Murúa.
hecha en Lima por Loayza, también en El padre Bayle, sin ahondar en razones,
1946. Pero, exclusión hecha del manuscrito encontraba ya muy extraño que aquella
aún no publicado, la obra de Murúa tal como eglógica visión del Imperio idílico, “edad de
se la conoce es un abigarrado conjunto del oro” de la vida natural y feliz (MURÚA,
valor más heterogéneo posible, con 1946: 159-60) tropezara, a las pocas
interpolaciones, párrafos truncos, páginas, con una antología de denuestos
repeticiones, ensambladuras artificiales, para el indígena: “Es gente muy viciosa, de
transliteraciones copiosas, etc. Mostraré, al poco trabajo, tristes, melancólicos,
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También es conocido el censurable muchas crónicas, como la mayor parte


cobardes, viles, flojos, tibios, mal inclinados, de la serie Urteaga-Romero. Puede
mentirosos, ingratos, de muy poca memoria, asegurarse que escasean notablemente
y de ninguna firmeza, y algunos ladrones y
de las ediciones críticas, lo cual es, por
embaidores; son también idólatras,
abusioneros, adúlteros, dados y
cierto, muy distinto de atiborrarlas de
acostumbrados a pecados nefandos y notas. Son de confiar, desde luego,
abominables…”(MURÚA, 1946: 168). algunas limpias ediciones del erudito
Con tan pernicioso sistema de taracea, nada Jiménez de la Espada, quien alegara
más frecuente que hallar versiones cierta vez ser, más que historiador, un
contrapuestas en el texto y confusos datos mero “exhibidor de materiales”, lo cual
por completo ajenos a la materia incaica. no le impidió sentar los más firmes
Baste decir en algún párrafo se habla de cimientos de la cronística peruana. Pero
flechas con puntas de pedernal y huesos de sólo en los años recientes se ha usado
peces –lo cual es materia mexicana– y ha
rigor en la impresión de algunos textos;
merecido ser incluido en el texto nada
menos que tres veces (MURÚA, 1946: 88,
muy pocos, por desgracia. Entre ellos, la
95, 106). El templo de Coricancha es crónica de Sarmiento de Gamboa por
convertido en pirámide escalonada azteca, Pietschmann, en 1906; la de Estete por
con plataformas superpuestas y “ciento diez Larrea, en 1919; la relación de Chincha
gradas para subir a lo alto”. Y no faltan por Trimborn, en 1936; la llamada
noticias estrambóticas, sin precedente serio, Sámano – Xerez y la de Trujillo por
como aquellos “guacacue” o filósofos que se Porras, en 1937 y 1948; la de los
daban a la meditación y vagaban desnudos Comentarios Reales por Rosenblat, en
por los desiertos (MURUA, 1946: 155- 56). 1943.
Por tales motivos, que solo resultan
atendibles desde la edición madrileña de Pero, aun sin solicitaciones eruditas y
1946, se hace explicable que el eruditísimo sin aludir a memoriales o informaciones
investigador que fue Raúl Porras concibió
de servicios ni a textos presuntos o
tempranamente una idea equivoca del
mercedario Murúa: elogió su información
extraviados, hay un cúmulo de valiosas
histórica y etnográfica y, por su calidad crónicas y relaciones breves que han
literaria le juzgó “el Palma de la historia sido ocasionalmente impresas y que
incaica”. flotan, un poco escondidas, entre
Es necesario apuntar que aquellos juicios colecciones documentales (como las de
fueron hechos en 1944, sobre la base de la Medina y Levillier o la C.D.I.H.E.),
única edición conocida hasta entonces, que revisitas especializadas (v. gr. la
ya era una crónica taraceada, mutilada o relación de Ruiz de Arce, el Anónimo
adicionada a capricho. El hallazgo del escurialense) y libros raros, de difícil
manuscrito original en 1951, por el profesor acceso. Todo ese material requiere con
Ballesteros, exige una revisión crítica sobre
la obra de Murúa, que no puede ser hecha materia religiosa, no ha hecho ninguna
mientras no se dé a prensas el nuevo texto. indicación sobre el valor informativo de
Las indicaciones del descubridor, brevísimas Murúa y aún pareciera mantener la
por desgracia, no permiten rectificar con confianza de Bayle cuando elogiaba al
seguridad el cuadro crítico y la apreciación mercedario por sus profusas noticias sobre
del cronista mercedario. Se limita, dados los idolatrías (En el prólogo a la edición
fines informativos de su comunicación, a madrileña, escribía Bayle: “Cuyo meollo y
destacar que lo conocido como de Murúa es sustancia, y blanco principal de Murúa, es, a
un abregé, interpolado; y no entra en ningún mi entender, lo relativo a las idolatrías y
detalle heurístico. supersticiones”. Pero ésta es materia, ya
De todos modos, Bellesteros ha informado dije, en que saqueaba a Polo de
que el texto nuevo se acompaña de 37 Ondegardo!)
láminas en colores y que es muy diferente, Cómo juzgar del grado en que Murúa
con numerosos capítulos nuevos. Asegura rescate su originalidad del conjunto que
que Murúa no fue autor particularmente siempre pasara por suyo, es cosa que no
atraído por lo escabroso y sensual (como puede aventurarse. Pero, de cualquier
pensara Porras) ni tampoco se dio a una modo, toda cita de Murúa debe ser hecha
denigración de lo indígena –como quería con el máximo rigor posible en la cuestión
Loayza- ; pero, en lo que concierne a la de compulsas y dependencia de fuentes.
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apremio ser reeditado, para ilustrar, científicos de la época. Pero con eso y
esclarecer, rectificar y remozar muchos con todo, si le requerimos noticias sobre
cuadros tradicionales de la historia de la religión incaica, bien se le puede
los Incas. Juzgará cuánto importa calificar de testimonio secundario y de
reimprimir esas fuentes primordiales exiguo valor intrínseco, porque sus
quien revise algunos trabajos a la moda, datos provienen del Compendio editado
en que menudean las citas de Garcilaso, por el Concilio Límense de 1583 y que, a
Cieza, Betanzos, Montesinos, Acosta, su turno, sólo extractaba averiguaciones
Cobo, Sarmiento y otros “cronistas de Polo de Ondegardo hechas en el
mayores”, prescindiendo por entero de Cuzco desde un cuarto de siglo antes.
calibrar los testimonios de un Ramos
Gavilán, de un Morales, de las I. ITINERARIO BIOGRÁFICO DEL
informaciones de Enriquez, de un Vega AUTOR
Bazán, de un Diego de Silva, de un
La biografía
Rodríguez de Figueroa y, ¿por qué no?,
hasta de un Girolamo Benzoni, cuya La necesidad de contar con la biografía
heterogenea y rarísima obra, a cuatro del cronista se hace evidente. Piénsese,
siglos de publicada, aún no ha sido por ejemplo, cómo en la Suma y
traducida al español. Narración, a pesar de la prosa deslucida
y fatigante, valúa el experto el
CRÍTICA INTERNA
testimonio de Betanzos, quechuista
Cubre este renglón las averiguaciones primigenio, que sirvió tempranamente
que permiten precisar la validez de los de intérprete a Pizarro y que tuvo
datos trasmitidos por la crónica, acceso a los cantares épicos de la
mediante dos elementos historia oficialista del Cuzco, en razón
complementarios: la biografía del autor de su matrimonio con doña Angelina
y la compulsa con fuentes coetáneas. Yupanqui. O en la confianza que suele
merecer el probo e incansable Cieza,
Por medio del itinerario biográfico del curioso de antiguallas y “cosas de la
relator, interesa descubrir, como tierra” que, por mediados del XVI,
ulteriores elementos de juicio, la prefigura, como anticipo genial, la
personalidad del cronista, el grado de avidez y laboriosidad de Raimondi,
cultura que tuvo, la profesión, el Squier o Middendorf entre los viajeros
propósito que le indujo a escribir, los ochocentistas. Y las oscilaciones críticas
lugares en que acopió las noticias, el sobre el valor del testimonio de
tiempo que empleó en hacerlo, el Garcilaso, desde la aparición de sus
conocimiento de lenguas aborígenes, Comentarios en 1609 da el meollo de la
sus fuentes de información. Todo esto comprensión misma del antiguo Perú; y
permite calificar la validez de la obra corresponden no sólo al progreso de la
vista en conjunto. ciencia historiográfica, sino también al
enriquecimiento paulatino de su
De la compulsa con fuentes coetáneas – biografía, a tal punto que ciertos finos
declaradas o no- surge, en cambio, la matices interpretativos sobre la
relativa novedad de cada grupo verdadera personalidad del Inca sólo se
particular de noticias, lo que podría hicieron posibles a raíz de dos series de
llamarse “filiación del dato”. Por hallazgos documentales: el de 1922 por
ejemplo, la ilustre figura del jesuita José la Torre y del Cerro, y el de 1949, por
de Acosta garantiza, a priori, la seriedad Raúl Porras.
de sus Historia Natural y Moral de las
Indias (1589). De ella podrá siempre Recientemente, y aumentando la
sacarse con provecho información, confusión que siempre hubo en torno a
sobre todo en la materia de la fauna y la biografía del cronista mexicano
flora americanas; y es fácil captar su Gutiérrez de Santa Clara, se ha
celebrado espíritu crítico en problemas insinuado que no vino jamás al Perú. De
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hacerse la demostración, quedarían Presidente del Consejo de Indias


lesionadas las riquísimas noticias sobre invitado a la mesa del corregidor del
las guerras civiles de los Cuzco, el padre de Garcilaso! ¡E intuye
conquistadores, que consigna el cronista que allí pudo nacer la afición histórica
como de primera fuente; habría que del tardío comentarista!
revisar, también, ciertas originales
informaciones sobre religión incaica, La mejor prueba de que la personalidad
hasta hoy acreditables por la presunción del autor es primerísimo elemento de
de haber sido recogidas in situ, juicio, la dan muchas relaciones
Imputación semejante puede hacérsele, anónimas. Sin resucitar los alborotos
con mayores visos de justicia, al milanés que suscitan, cíclicamente, los
Girolamo Benzoni, el embrollado autor presuntos escritos de Valera, algunas
de la Historia del Mondo Nuovo, del que breves relaciones o compendios de
no se conoce más datos biográficos que urgencia mueven a dudas continuas.
los que él mismo diera, al describir Hay por allí una redactada por un
siempre en términos de recogedor doctrinante de Chincha –en la que veo
directo las noticias de Indias “da lui acusadísimas concordancias con las
propio vedute, per acqua, et per terra in relaciones de Castro y Morejón (1557),
quattordeci anni”. A despecho de la de Damián de Bandera (1557) y de
aceptación de que gozara su obra en Santillán (ca. 1572), que parecen haber
Europa cuando fue publicada, y de la pasado inadvertidas–, en la cual alguna
moderna credulidad de Medina y Means, nota discordante pudiera ser atendida si
el vivaz Benzoni parece configurar, se conociese al autor y se pudiese
mutatis mutandis, al perfecto juzgar el grado en que merece crédito.
Mendeville de la exploración americana.
La revisión del ligamen entre crónica y
También la necesidad de una biografía cronista, se hace también visible a
del cronista se patentiza en el caso menudo. El llamado Anónimo de Yucay,
frecuente de relaciones semianómicas o de 16-III-1571, fue por mucho tiempo
decididamente inidentificadas. Ya es atribuido a Polo de Ondegardo y parece
posible mirar con favorable parsimonia haber influido en la calificación de este
crítica las noticias que trae un actor en cronista como “toledano”, lo cual
los sucesos de Cajamarca en 1532 – entraña, normalmente, prevención y
cuyo “mezquino y codicioso espíritu” suspicacia para con el resto de sus
irritaba al magnánimo Prescott–, pues obras. Sólo hace una década ha
sólo ahora se sabe que fue el capitán sugerido Bataillon como presunto autor
Cristóbal de Mena. al padre Ruiz Portillo, con razones de
fuerza3 y ya debiera librarse al acucioso
Y del propio historiador sajón brota el Polo del gravoso fardo que le dieron a
ejemplo en contraria: teniendo a la vista cargar los editores Urteaga y Romero.
una copia del Señorío de los Incas sin
indicación de autor, la atribuyó al En el mismo terreno de adjudicaciones
licenciado Sarmiento, Presidente del hipotéticas, la crónica sobre el
Consejo de Indias, a quien imaginó levantamiento de Manco en el Cuzco, de
deambulando por tierras peruanas –a 2-IV-1539, fue atribuida con insistencia
las que no asomó nunca– en su calidad al dominico Valverde sin aducirse
de altísimo funcionario de la corona prueba seria: de ahí resultaba,
española y a quien atribuyó virtudes naturalmente, cargar los defectos de
que, felizmente, ya fueron restituidas aquella relación anónima a la cuenta de
por Jiménez de la Espada al autor
legítimo, Cieza de León. Y, a tantos años 3
BATAILLON, Marcel.- Comentarios a un
de la enmienda, todavía asoma un famoso parecer contra las Casas. En revista
ocasional autor, como Bertrand Flornoy, “Letras”, número 49 pp. 241-254. Lima,
que llevando a lo increíble el desliz de Facultad de Letras de la Universidad
Prescott, imagina al circunspecto Nacional Mayor de San Marcos, 1953.
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fray Vicente, ya bastante abultada por cronológicos de Baudin y Porras. Hay


su discutida intervención en Cajamarca. que reconocer, de todos modos, el valor
testimonial del jurista Polo en asuntos
LA FORMACIÓN DEL CRONISTA de su competencia, como el de las
creencias religiosas recogidas por el
El grado de cultura y la formación del
párroco Molina, etc.
cronista suelen ser arma de doble filo.
Brota, a veces, más confiable la EL PROPÓSITO DEL RELATOR
observación sencilla del relator y la
transmisión del dato escueto antes que La razón que movió al cronista para
la trabajada erudición que en muchos componer su relato equivale, a menudo,
otros autores recubre y asfixia al dato. a una declaración de principios. Muy
Cierto que no hacen reparo a la fidelidad lejos del soldado secretario del Pizarro,
en Cieza algunas citas de autores llámese Xerez o Sancho, que escribe al
griegos –muy de ocasión y por entero pie del jefe, está el veterano que
sobrepuestas– y que no es motivo de reconstruye con libertad, cuarenta años
censura que Oviedo (y con mayor éxito después, las jornadas en que gastó su
el padre Bernabé Cobo) calcara en Plinio juventud. A un narrador áulico, puesto a
su catálogo de naturalista de Indias. justificar una bandería en el tráfago de
Pero suele darse mayor sabor las guerras civiles, no le asaltarán,
etnográfico en un ceñido párrafo del desde luego, las vacilaciones y tapujos
soldado Estete que en las galas que sobrecogen el ánimo erasmista del
discursivas de la Miscelánea de Cabello. Inca Garcilaso, prudente y fino. Muy
Y sin algún mérito asiste al agustino distantes, también, los juicios
Román y Zamora, quien plagió por apologéticos y exculpatorios en un
entero manuscritos del obispo de Falcón, un Valera, de las zarandeadas
Chiapas, será el de haber seleccionado Informaciones de Toledo, dado a
para su trasiego los capítulos justificar sus convicciones regalistas.
concernientes a Méjico y el Perú. Porque Tampoco hay punto común entre
la Apologética de Las Casas es un algunas de las llamadas “relaciones
centón inacabable, taracea en que geográficas” (la del clérigo Hernando
algunos datos de segunda mano sobre Italiano, por ejemplo, plagiario ingenuo)
la materia incaica flotan entre miríadas en que se absuelve a trancas y
de citas bíblicas y griegas, anécdotas barrancas un formulario oficial de
del Malleus malleficarum, crédulas urgencia, y muchas breves pero
visiones de hombres transformados en excelentes relaciones de idolatrías que
bestias o llevados por los aires por el no tienen desperdicio y que fueron
demonio, candorosas evocaciones como movidas, en esencia, por un interés
la de los hiperbóreos que alcanzaban a proselitista que derivó en hallazgos y
vivir mil años; y mil y una datos primigenios.
“nefandidades” que al propio autor
atosigaban y que ganan la simpatía del En lo que toca a deformaciones
lector cuando el jadeante padre Las conscientes de índole personal –y aún
Casas confiesa, a media jornada, que las inconscientes que son las de mayor
desespera por concluir y “salir de este riesgo– nada ilustra mejor que los
laberinto”. trechos autobiográficos, en que la
veladura o distorsión suavizan el
Asiste a Markham o a Sánchez buena recuerdo ingrato. Sin llegar a la
razón en haber señalado la profesión del desenfadada vanidad del blasonador
cronista como criterio ordenador. Sin Enríquez de Guzmán, qué airosas salen
embargo, puestos a buscar una las figuras de Pedro Pizarro o de Ruiz de
clasificación única, ni la profesión, ni la Arce a la luz de sus propios recuerdos! Y
raza, ni el partidismo pasan de ser con cuánto amor transforma el Inca
connotaciones genéricas. Mayor Garcilaso las pretericiones de su
aplicabilidad revelan los esquemas
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infancia mestiza en ese sonoro desfilar por el cronista y esto no apareja mayor
de imágenes de “armas y caballos”! dificultad cuando la supo separar del
dato mismo. Zárate redacta una airosa
Con frecuencia, la versión excéntrica semblanza de Pizarro y Almagro “como
pierde fuerza a la luz de las hace Plutarco” y se afana por no perder
motivaciones personales del cronista. de vista a sus modelos latinos, como
Pascual de Andagoya, el fracasado Horacio. Oviedo imita, con algún
pionero de la conquista del Perú, no desorden, a Plinio en sus esquemas de
puede amortiguar el despecho en sus historia natural. Las Casas conduce su
escritos tardíos: ni al lector profano Apologética al modo usual de la teología
persuade aquella su disminuida figura erudita de la Escuela y los cronistas
de Pizarro, en cuyas propias conventuales arman un mismo aparato
frustraciones. El obsesivo Borregán, con edificante y piadoso.
su desconocimiento de la materia
incaica –sobre la que pontifica, sin Pero el problema empieza en cuanto se
remedio– y su declarada vocación de perciben improntas en los juicios de
querellante, no alcanza a reivindicar el elogio y censura y en las analogías
título de primer cronista, que reclama a aparentes y afinidades presuntas. Decía
porfía, De igual modo, frente a una sutilmente Jiménez de la Espada que en
cincuentena de testimonios sobre la las crónicas “las cosas indias suceden a
sucesión de Huayna Cápac (en que una la española, o quizá a la romana o a la
historia acrítica ha configurado el mito griega”. Y, aunque a nadie extravía el
aquel de la división del Imperio), la informante primigenio cuando nos dice
interesada voz de Titu Cusi Yupanqui de la lengua indígena que es “una abla
adjudica el derecho sucesorio a su como aravigo”, cuando trabuca
padre, Manco Inca, y desaloja, en un nombres vernáculos y toponimias
ecléctico afán de legitimación póstumas, exóticas, cuando llama “mezquitas” a
a Huáscar y Atahualpa. los templos incaicos o transforma la
tiana en una “silletica muy baja del
LAS IMPRONTAS CULTURALES suelo… como los turcos acostumbran
sentarse”, sí constituye, en cambio,
La personalidad del cronista y los
riesgo continuo el tomar muy en serio
motivos de su escrito resultan claro y
las sugestivas afinidades que, un poco
primer indicio para valuar su testimonio.
por todas partes, muestran las crónicas
Pero es necesario advertir otras fuerzas
al enfocar las instituciones incaicas y las
que en él actuaron, visible o
nuevas cosas a través de anteojeras
encubiertamente. Son los inevitables
cristianas y romanizantes.
módulos de época, las proyecciones
culturales y las improntas de su propio Los labrados muros de Coricancha
momento histórico. Ellas suelen derivar evocan en el cronista la imagen familiar
en subjetivismos que alteran el dato o de la torre cordobesa de la Calahorra y
en explicaciones por falsa analogía, en los caminos incaicos le dictan,
que la información presuntamente invariablemente, comparaciones con la
objetiva se anastomosa con los Roma imperial. Por ese camino de
prejuicios del cronista. Pero no se asociaciones fáciles, en que las cosas de
piense, esto va sin decir, en la absurda la tierra nueva se miden con el cartabón
exigencia que fuera censurarle por no de un ajeno habitus cultural, el cronista
haberse desprendido de los módulos de advierte la extrema frecuencia del
su hábitus cultural que, como oráculo indígena, pero le escapa el
específicos de una época y lugar sentido profundo que juegan adivinación
histórico, gravitaron sobre él y y presagio en las concepciones mágico-
condicionaron sus juicios. religiosas de los incas, porque a cada
vuelta de esquina encuentra al diablo –
A menudo la impronta de época es
la “mona envidiosa”, el incansable autor
consciente o voluntariamente seguida
de tretas y prodigios para perder el
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alma del indio– y aún reconoce su Centro América, trasiego igual de


vitanda presencia cuando escucha, marbetes y rótulos. Y aún las propias
atónito, brotar de un ídolo oracular la “cosas de Indias” sirvieron de cartabón
voz del demonio, “con espantables más o menos novedoso y proveyeron de
silbos tenorios”. nombres ajenos a usos y costumbres
incaicas. Tanto se habló de maíz o de
En la materia religiosa se recorre un chicha o de caribes en el Perú, se
camino espinoso en el que sin el auxilio nombro a la tiana con el duho antillano,
de la moderna etnología y de la historia al catu o mercado con el tianguez
comparada de las religiones, no fuera azteca y se encontraron calpixques y
fácil desbrozar la mala hierba. Al lado de caciques donde había camayocs y
–y sofocando a– múltiples hallazgos de curacas.
valor, los cronistas pintan ritos incaicos
semejantes al alquible morisco y más de Pero no siempre los justos límites
una especiosa Trinidad, como la pueden trazarse a conveniencia.
Tangatanga del padre Acosta, de que Todavía no está calibrado el desigual
reclamaba el buen Garcilaso, sin valor, muy desigual, de los Comentarios
sospechar, siquiera, la peruanísima Reales. Cierto que hay bibliografía
tríada del relámpago rayo trueno. profusa y excelentes trabajos sobre el
Inca y su obra histórica; pero aún no se
Así, los prejuicios del relator, imbuido de ha deslindado en esa cantera
moldes tomados de los cultos de la etnográfica que es los Comentarios lo
Roma antigua y del cristianismo que hay de ripio en cada capítulo. Pues
seiscentista, operan a menudo como en Garcilaso se dan la deformación del
rígidos lechos de Procusto: las acllacuna dato concreto –v.gr. cuando niega, con
deben parecerse a las vestales, el obstinación penosa, la existencia de
Coricancha debe corresponder con el sacrificios humanos entre los Incas– y la
Panteón romano, los sacrificios tienen del cuadro de conjunto que ofrece sobre
que guardar “la misma forma que el Incario.
cuentan los poetas Homero y Virgilio y
otros haber guardado los gentiles Pues el Inca Garcilaso, conflictivo y
griegos y romanos”. Aparecen pontífices reticente, conjuga sus lecturas
y obispos cuasi mitrados, que comandan humanistas con sus recuerdos maternos
planteles cenobitas y monjas de y los somete al rigor clásico del estilo.
clausura. Y, como no pudo ser menos, al Quitados aquellos extraños capítulos
descubrir el conocidísimo ritual mágico finales, en que ex nihilo irrumpen
de purificación, el cronista concede la visiones de crueldad y masacre, los
confesión auricular y la penitencia de Comentarios se disponen en una
descargo ético. Por eso, cuando estructura coherente, sin tropiezos ni
enumera las culpas de que se acusaba grietas, en que fluye agradable la
el indígena –incluidos los pecados historia política narrada en el modo
inferiores o de simple intención–, llegan analista de la escuela de Bruni, con
a contenerse todas las que hacían intercalaciones etnográficas a lo Pedro
infracción al Decálogo. Y aún algunas Mártir, bajo el tamiz rosáceo de su
cuantas más. propia melancolía neoplatónica.

Justo es señalar, sin embargo, que esta Laboriosa y eficaz preceptiva la del Inca:
suerte de comparaciones oficiosas no es estilo de forma y estilo de fondo, sápida
alarmante si se puede ser reducida a amalgama en que la artesanía
límites reconocibles. Conocer es primorosa de la frase escandida exige la
siempre comparar, decía Riva Agüero. Y evocación adulciguada y armónica y se
sólo puede compararse con lo conocido. apartan los tonos sombríos de la silueta
Al cronista del nuevo mundo le sedujo la imperial. Las aristas y las líneas más
asociación pronta con la antigüedad duras, se suavizan y purifican por la
clásica y hubo por todas partes, Méjico y gracia espontánea que tienen siempre
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esas visiones radiosas que añoraba frente al relato oficialista. Así, frente a
Goethe. los datos sobre religión incaica
recogidos en el Cuzco por Cieza,
Más apegado a la tierra, el sobrio Betanzos, Polo o Molina, asoman
soldado que fuerza Cieza de León infirió variantes geográficas de los cultos y
tempranamente que “parece que ritos provinciales en la relación norteña
también se usó de guerras y tiranías de los misioneros agustinos, en las
entre estos indios, como en las demás descripciones tradicionales de Guaman
partes del mundo”. Pero al tardío Poma, en la perspectiva collahua de
conjuro del anciano amoroso y Santa Cruz Pachacuti o en los relatos del
nostálgico, el imperio pujante de los padre Ramos Gavilán para la región del
Incas conquistadores se acerca, un Titicaca.
poco, al ensueño renacentista, que
deleita y conmueve. Aquí se hace muy difícil trazar las líneas
justas que separan al rito y fábula
EL LUGAR EN QUE SE RECOGIÓ LA diuturnos en cada región, con respecto
INFORMACIÓN a aquello que fue su fase final, al
refundirse en usos e instituciones
El sitio en que acopiara datos el relator
perfeccionadas –y, en algún sentido,
aporta luces nuevas sobre el valor del
más o menos nuevas– gracias a la
testimonio. Claro que no es posible
expansión incaica de 1450-1532.
determinar una rigurosa cartografía de
Ejemplos de ello, los extraños datos
cada crónica, ni mucho menos. Pero el
recopilados por Lope de Atienza en la
informante se hace más digno de
zona ecuatoriana, la breve relación de
confianza en la medida en que declara,
Ortega y Castro obtenida en Chincha en
para un particular grupo de datos, su
1557 o algún relato que recoge mitos de
fuente de origen o el lugar en que los
la asendereada sierra limeña de
obtuvo. Muchos riesgos entraña seguir
Huarochirí; y, por supuesto, las
literalmente a los cronistas soldados,
relaciones geográficas y las relaciones
por su manía de generalizar y dar como
de los extirpadores de idolatrías. Demás
práctica usual de toso el Imperio lo que
está decir, porque es lugar común, que
era, mas cien, visión local de un pueblo
los cronistas no alcanzaron a distinguir
de frontera o de una zona reducida.
entre preincaico e incaico en la materia
Confiable es, por lo general, el prolijo
de usos e instituciones y que apenas
Cieza que a menudo singulariza y ubica
hay atisbos que pudieron agrietar la
y que con tanta frecuencia consigna la
granítica coherencia de la historia
procedencia de sus datos.
oficialista elaborada en el Cuzco.
La masa principal del acervo cronístico
EL CONOCIMIENTO DE LENGUAS
fue recogida en el Cuzco, ciudad
ABORÍGENES
hegemónica y depositaria de la tradición
oficialista. Los relatores que allí El mayor o menor dominio de las
obtuvieron informes de los lenguas indígenas –particularmente el
quipucamayocs o de allegados a la elite quechua– que pudo alcanzar el cronista,
dirigente, han permitido reconstruir la es problema que compete, con perfecto
historia canónica de los Incas, historia derecho, al campo de la lingüística. Pero
politizada y deformadora por necesidad. hablando latamente, bien se ve las
Eso implica, por lo tanto, el riesgo oscuridades que surgen en los cronistas
inverso de dar por existentes en todo el que ignorando idiomas alteraron
vasto territorio a peculiaridades vocablos y aún deformaron las noticias
cuzqueñas. captadas por intermediarios. El propio
Cieza adolece de graves y repetidas
Sólo en un momento posterior surgen
fallas de esta naturaleza. Mucho vale la
valiosas contribuciones para la historia
obra de cronistas que aprendieron
provincial y aún divergencias acusadas
lenguas, como Betanzos, que ya sirvió
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de intérprete al Marqués Pizarro, según nombres de los meses y fiestas en el


afirma Angulo, y que también parece calendario incaico, partición reciente de
haber intervenido en las informaciones Guillén sobre el tocricoc, o esa miríada
levantadas por Vaca ante los de inacabables interpretaciones sobre
quipucamayocs en 1542; Molina, los nombres de las divinidades,
párroco de indios en el hospital esfuerzos todos que por su número –y
cuzqueño de Nuestra Señora de los de vez en cuando por su calidad– rayan
Remedios; Ávila, predicador en quechua en lo increíble.
en su doctrina huarochirana. En otro
renglón figuran los cronistas indígenas De manera muy particular, las crónicas
como Guaman Poma o Santa Cruz escritas por redactores nativos o las
Pachacuti o el anónimo informante de transcripciones de párrafos quechuas o
Ávila que escribió el manuscrito Runa aymaras esperan todavía un adecuado
yndio ñiscap Machoncuna…4 tratamiento por parte de los lingüistas
contemporáneos, que sustituya a la
Y, con menos derecho, Titu Cusi antojadiza escuela de los eruditos de la
Yupanqui, casi mero suscritor de un filología americanista del XIX, como un
alegato español. patrón o un Lafone Quevedo. En tal
sentido, es valioso el esfuerzo de
En los que toca a transmisión de voces especialistas como Teodoro Meneses,
quechuas, la inicial dificultad del quien en la actualidad concluye una
cronista para dar grafía castellana a depurada versión crítica de las famosas
sónicos de otra lengua se complica, a oraciones quechuas de Cristóbal de
menudo, con errores y deformaciones Molina.
de copia y de impresión hasta
extremosos casos en que la DATACIÓN DEL RELATO
investigación se hace heroica, a poco
que se busque un particular aspecto de El problema de la cronología o datación
la materia incaica. La toponimia y la del relato y el de las fuentes de
onomástica, que harto difieren ya de información que usó el cronista
una crónica a otra, se desfiguran al (problemas ambos que, para el análisis
pasar de una edición a otra. usual de las fuentes inéditas competen
Prácticamente cada vocablo de algún a la crítica interna), en el caso de las
interés –nombre de soberanos o fuentes impresas son aspectos
divinidades, de instituciones y oficios, complementarios y pasos de necesidad
aún de objetos de uso diario, etc. – ha previa para la compulsa con fuentes
venido transmitiéndose en tan dispares coetáneas, i. e. la valuación final del
grafías que sus múltiples modos testimonio.
fonéticos han soportado vicisitudes
En el caso de algunas crónicas
semánticas. Baste recordar, al paso, las
afortunadas, casi podría elaborarse una
controversias clásicas sobre la
biografía del texto: cuándo empezó a
mascapaicha, la indefinición sobre los
escribirse, cuándo fue terminada, qué
4
tiempo permaneció inédita, cuándo se
De este relato escrito en quechua por un publicó o se exhumó de un archivo.
anónimo indígena peruano –que alcanzó ya Bastante se ha trabajado en torno a la
a ver Jiménez de la Espada–, no se conoció,
“biografía” cronológica de los
por mucho tiempo, otra cosa que la
traducción o paráfrasis que iniciara el padre Comentarios, por ejemplo. Para las
Francisco de Avila, quien tuvo en sus manos obras de Oviedo y Cobo son útiles el
el manuscrito original a principios del siglo antiguo estudio de Amador de los Ríos y
XVIII. Recientemente se han hecho dos un enjundioso análisis de Mateos,
ediciones por Trimborn y por Galante. En respectivamente. Cabello ha merecido
esta última, una reproducción facsimilar del un cuidadoso esquema de Luis E.
original va acompañada por una traducción Valcárcel.
al latín y por una insegura y poco útil
versión castellana, retraducida del latín!
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Pero en los casos menos favorecidos – cuyos Quinquenarios cabe distribuir


que son los más, con mucho–, la noticias en lapso tan extendido y
parvedad es patente. A menudo sólo se precario como el de 1544-1600.5
cuenta con la fecha de conclusión de la
crónica; con frecuencia las fechas son 5
La obra de Gutiérrez de Santa Clara es de
tan sólo aproximados cálculo, las menos estudiadas en lo que concierne al
usualmente inferidos del contexto. Pero valor heurístico de sus noticias sobre
cada crítico moderno suele efectuar sus historia incaica. En este punto nadie ha
propios cálculos. señalado aún entronques con fuentes
coetáneas o derivados posteriores. Sus
Por no tocar sino rectificaciones Quinquenarios podrías, técnicamente, haber
severas, baste acudir a algunos casos sido escritos entre 1544 y 1600. El editor
aclarados por Porras. Para la llamada Serrano y Sanz –y más tarde Measn, Porras
Relación Anónima del Escorial, que y Bataillon– no han tocado, por desgracia, el
Trimborn presentó como “nuestra problema de la datación de sus fuentes
fuente etnográfica más antigua del incaicas, pues han estudiado
preferentemente el valor de Santa Clara
Imperio incaico” y situó por el año de
como cronista de las guerras civiles.
1535, debe aceptarse ya que no puede Del texto de su crónica, podría inferirse
ser anterior a 1542; para la Relación verosímilmente que Gutiérrez de Santa
de Andagoya, cabe admitir la fecha de Clara obtuvo sus informaciones entre 1543-
1542, mejorando un cálculo anterior de 44 (fecha en que habría llegado al Perú) y
Means. También son instructivas las unos pocos años subsiguientes, alejándose
pautas de Porras sobre la cronología de del Perú en torno a 1550, fecha en que
redacción de la Nueva Crónica, todavía vivía Paullu, a quien cita como uno
superando los cómputos del primer y de sus informantes. Al parecer, habría
lúcido investigador sobre Guaman tomado noticias por averiguación personal
en sus andares por Huambacho, Chincha,
Poma, Pietschmann, y, por supuesto,
Lunahuaná, Cuzco. Si hubiese llegado al
multitud de conjeturas libremente Collao, se explicaría cómo pudo acopiar
vertidas sobre el famoso códice. datos novedosos, que le acercan a Zárate,
Gómara y Murúa. La vertiente Zárate-
Casos así, en que parece tratarse de Gómara-Garcilaso (aún anteponiéndole a
años de más o menos, no son los más Rodrigo Lozano), señalada por Porras, podría
graves. La dificultad real se hace ampliarse y englobar a Santa Clara, según
notoria, por ejemplo, en las cronologías pienso. Si llegó al Perú, debió hacerlo más o
ambiguas que aún los mejores críticos menos en la época en que llegó el contador
sugieren para las obras de Pachacuti o Zárate, quien sólo estuvo un año y regresó a
el Jesuita Anónimo –que no parece ser el España. Bien pudiera ser el enlace entre
reclamado y fantasmal Valera, como Santa Clara y Gómara, sobre todo en lo que
tanto se ha dado en sostener–, para toca a un complejo de noticias y tradiciones
quien autor tan meticulosos como del Collao. En uno y otro autor irrumpen
comunes divergencias con la historia
Jiménez de la Espada postulaba la fecha
cuzqueña y noticias atípicas que sería largo
de 1615-21, fecha que Raúl Porras detallar. Y son, precisamente, Santa Clara,
recomendaba retrotraer hasta 1580! Zárate y, Gómara (aunque después los sigan
otros, como Murúa y Garcilaso) los primeros
Hay infinidad de crónicas o relaciones en consignar leyendas que vinculan a la
flotantes y autores escurridizos que los tradición cuzqueña con la región del Lago.
expertos suelen datar a discreción. En Santa Clara, como en Zárate y Gómara,
Ocurre así con las noticias de los se dan también las primeras apariciones del
misioneros agustinos o con la ciclo mítico de Con y Pachacamac, como
Representación del licenciado Falcón. A igualmente ese extraño “Zapalla Inga”
Lope de Atienza se le ve situado en originario de la región colla, etc.
1572 como en 1585; al Morúa de 1590 Investigaciones recientes de Marcel
se halla, recientemente, como el Murúa Bataillon plantean la duda sobre si Gutiérrez
de Santa Clara, “1´historien-romancier”,
de 1615-16. Linda en lo dramático el
llegó alguna vez al Perú. Es verdad que
caso de Gutiérrez de Santa Clara, en hasta ahora no hay un solo documento que
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Por último, si aún no está sugerido el el periodo “pretoledano”, cuando se


clima de confusiones continuas que dispuso de noticias procedentes de los
plantea el datar crónicas, conviene quipucamayocs y guardadores de la
recordar que ni aún en el caso de tradición cuzqueña.
consignarse fechas expresas en el
documento original desaparecen las Las pesquisas realizadas en la época de
dudas. De la valiosa información de Toledo acusan, por momentos, cierto
quipucamayocs, que se dice recogida agotamiento de las fuentes prístinas.
por Vaca en 1542, existe una copia Molina sugiere todavía imprevisión
datada en 1608. Riva Agüero creyó en el vívida y directa del ritual incaico y en la
valor primigenio de aquellas versión de Sarmiento se trasunta la
informaciones y solía apuntalar con ellas tesitura marcial y gallarda de los incas.
la versión gracilasista de la “expansión Pero los tardíos relatos finiseculares
gradual” del Imperio. Porras prefería, en denuncian inevitable lejanía y acuden a
cambio, verlas como un extracto tardío resortes literarios y manipulan el
y sospechoso, de valor muy secundario. pasado. Murúa –el texto atribuido, desde
luego– o Cabello recogen las más
Nunca está demás, pues, insistir en lo suaves leyendas para componer
mucho que cuenta la datación de cuadros de fácil amenidad. El jesuita
informes consignados por el cronista. anónimo o el ingenioso Oliva exhuman
Las conocidas clasificaciones de Baudin extraños quipucamayocs, con cuyas
y de Porras acometen el acervo discutibles noticias ensayan
cronístico con el propósito medular de rectificaciones del esquema. Y durante
distinguir los momentos o periodos que la primera mitad del siglo XVII –salvados
atravesó la indagación cronística. los extirpadores de idolatrías, que
hacen, sin saberlo, tarea histórica
Es sabido que a los relatores del originalísima y perdurable– la crónica
descubrimiento y conquista les escapó repite y gasta las noticias primeras, que
mucho de la materia incaica, porque comenta, amplía, mutila o deforma.
atendieron a la narración de la gesta
conquistadora. Hay, desde luego, El enriquecimiento de la materia incaica
atisbos útiles en la primigenia relación es positivo, desde luego, con la crónica
llamada Sámano-Xerez; y a Estete bien conventual. Por cierto que todavía habrá
puede mirársele como un precursor en Calancha, que escribe hasta 1638,
remoto de la etnografía. Pero en su rasgos como el hermoso mito de
conjunto, la crónica soldadesca arroja Huachacama u observaciones singulares
parva materia sobre la historia incaica y sobre la religión yunga; aún en obra tan
casi nada sobre religión, asuntos que compendiosa como el Memorial de
sólo pudieron describirse con latitud en Buenaventura de Salinas asoma alguna
extraña novedad, como la remota
atestigüe la presencia del cronista en estas
tradición de las “cuatro edades”,
tierras y que el profesor Bataillon ha
destacado algunas trasposiciones literarias posiblemente hurtada del manuscrito de
por las cuales Santa Clara habría Guaman Poma. Pero, a cambio de estas
aprovechado ajenas fuentes y aún habría agregaciones, parciales y esporádicas,
trasladado su experiencia mexicana a el aporte de la crónica de la primera
algunos sucesos de las guerras civiles del mitad del XVII es de grado muy menor
Perú. Pero no se ha hecho cargo de las en la materia incaica, cuya silueta ha
noticias sobre historia incaica, las cuales le sido configurada, mal que bien, por los
obligarían al profesor Bataillon a convertir a relatores antiguos. Por eso aquellos
Santa Clara en un desierto copista y falsario centones conventuales –de valor sumo
de gran tono, para lo cual aún no hay
en otros terrenos– solventan su exigua
prueba seria. Por otro lado, ya el erudito
investigador Rafael Laredo ha admitido, información sobre el Imperio Incaico en
desde hace algunos años, la posibilidad de los pioneros como Cieza, Betanzos y
que nuestro cronista haya estado en el Polo, como sobre Zárate o Gómara y
Collao por 1546.
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Acosta y, por supuesto, sobre el al bautizarle de “el Plino del Nuevo


afortunado Garcilaso. Mundo”, que “no halló de quien
transcribir cosa alguna”.7 Un crítico
moderno repite que “no se advierte en
los materiales acumulados ningún
género de transcripciones: todo allí es
II. COMPULSA original”.8 Pero la Historia Natural, si
FILTRACIÓN DEL DATO bien revela cualidades que todos han
La cronología o datación del testimonio elogiado en lo que toca a minuciosa
tiene vinculación estrecha con las presentación de flora y fauna, como
fuentes de información del cronista. también destaca la sagacidad y rigor del
Ambas, de consuno, permiten un culto jesuita, en tan concreta materia
especial tipo de compulsa de fuentes como es la religión incaica, por ejemplo,
que bien podría llamarse “filiación del muestra luces diferentes. Tal como
dato”: es decir, señalar la novedad y siguió a Tovar para las cosas mexicanas,
originalidad del testimonio o su se guió muy de cerca por el ya citado
dependencia de otros anteriores. Compendio, que extractaba
averiguaciones muy antiguas de Polo de
Esto es, a buen seguro, la bete noire del Ondegardo y del cual transcribe Acosta,
investigador. Los ligámenes, confesados con disciplina paciencia, casi la totalidad
o no, van de unos a otros y se insertándolo por fragmentos casi sin
multiplican de tal manera que todo el adulterar. Con buen tino, en el
acervo cronístico ofrece, un poco, la excelente estudio preliminar con que O
imagen de variaciones de un tema en ´Gorman precede a una moderna
cuanto se hurga un punto particular. edición de la obra del jesuita, sin entrar
en minucias y cotejos áridos se intenta,
“Los cronistas se copiaron unos a otros más bien, una defensa sutil y elegante
de continuo”, dice con hastío un erudito de aquel sistema de préstamos y
contemporáneo, Imbelloni. El padre trasliteraciones profusas, tan
Bayle, al apadrinar benevolente un característico de la época.
abigarrado extracto del extractador
Murúa, se ha referido a “la costumbre El relator seiscentista, deseoso de
añeja de no citar fuentes, opuesta a la captar la voluntad de sus lectores, no
comezón bibliográfica actual”.6 vacila en alegar en su abono su
condición de testigo presencial o
El padre Acosta puede hacer buen recogedor fidedigno y directo, con razón
ejemplo. De esta recia figura intelectual o sin ella. En el cronista, la cita de
del 600 –a quien tanto se acoge testimonios anteriores no implica débito
Garcilaso en cuanto le parece útil–, en moral y es, con frecuencia, de seo de
su Theatro Crítico Universal decía Feijóo, reposar sobre autoridades. Nunca podrá
señalarse con exactitud cuánto tomó
6
El erudito Lino Canedo, en reciente edición cada cronista de los que le precedieron,
de la crónica de Córdova y Salinas, se
7
expresa así del franciscano: “en general, FEIJÓO Y MONTENEGRO, Fr. Benito
copia literalmente a casi todos los autores Jerónimo; Theatro Crítico Universal, vol. IV,
que cita. Esto parece que era práctica p. 478. Madrid, 1781.
8
común en su tiempo; quizá se consideraba MOREYRA, Manuel; El Padre Acosta y su
cosa obligada…” (CORDOVA SALINAS, Fray labor intelectual. En “El Comercio” de Lima,
Diego de; Crónica Franciscana de las 13-X-1946. Es verdad que Feijóo insistía en
Provincias del Perú. New Edition with Notes un puento a ciencias naturales y Moreyra
and Introduction by Lino G. Canedo, O. F. M.; pareciera expresarse en igual sentido; pero
p. xlv. Washington, D. C., 1957). no hace alusión ninguna a las abundantes
Naturalmente, el relator que declara fuentes transcripciones del padre Acosta en asuntos
está en nivel muy diverso de aquel que de religión mexicana y peruana, en que
traslitera y saquea. Y esto último es lo más vació las noticias de Tovar (el llamado
frecuente. Códice Ramírez) y de Polo.
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por más que menciones a unos cuantos. presentados como de propia cosecha.
Fue, al parecer época en que no se veía En ocasión más propicia, valdría la pena
mal el “préstamo” intelectual, con cita o detenerse en un análisis de sus fuentes,
sin ella. De ahí que sobre el propio aunque se corriese el riesgo de no
Garcilaso (tal vez uno de los que más dejarle más cosas propias que una
cuidado puso en las citas), aún a medio inventiva a toda prueba y un arraigado
siglo de distancia de la incivil acometida prejuicio contra España, también a toda
del presbítero Gonzales de la Rosa, prueba.
penda todavía algún respecto cargo que
no aclaró Riva Agüero en forma Sin llegar a semejantes excesos, como
convincente. el del plagio total, el “préstamo” es
moneda corriente en la cronística. Un
Tal sistema de préstamos y autor puede ser más o menos novedoso
transferencia es mucho más notorio en en punto de su dominio y correr
los cronistas de convento del siglo XVII – traslado, sin reparos a ajenos autores en
en lo que toca a materias incaicas, cuanto aborda materia extraña. Este
desde luego– y en los compiladores suele ser el más común entre los
tardíos, como el cronista mayor de escritores de Indias.
Indias Antonio de Herrera, quien en sus
Décadas, a fuer de historiador de oficio, Por eso es de necesidad continua el
procedía al saqueo sistemático sin rastreo de influencias y de prioridades,
detenerse mucho en declarar fuentes. de tal suerte que pueda, virtualmente,
ser desglosada la materia contenida en
Todos los colores y matices aparecen en cada crónica. Entronques y
este trasiego continuo. El espectro va ramificaciones arrojan claridad sobre el
desde los primeros narradores del valor del dato consignado. El análisis y
descubrimiento y conquista –que, hasta compulsa pueden siempre revelar
donde se sabe, no tuvieron a quien sorpresas. El Señorío de Cieza y la Suma
despojar– y algunos extirpadores de y Narración de Betanzos, tan disímiles y
idolatrías que hicieron labor original por aún contradictorios, presentan sin
necesidad catequista, hasta Cieza de embargo afinidades extrañas que solo
León, que puntualiza sus fuentes de parcialmente se explicarían por el caso
información a cada trance. En el medio de haber recogido noticias ambos en el
deben hallarse los compiladores mismo lugar y fecha (Cuzco, circa
sistemáticos, como la excelente síntesis 1550). Porras y Valcárcel han señalado
del padre Bernabé Cobo. Al final del el posible entronque de Sarmiento y
espectro asoma algún acontecido hurto Cabello con la perdida historia del padre
literario, como el perpetrado por el Molina, de la que ambos habrían
padre Román y Zamora, de la seráfica disfrutado. Villagómez transliteró, a
orden agustina, quien no añadió nada y cada paso, la Extirpación de Arriaga.
se limitó a publicar, con alteraciones Zárate, a la luz de muy recientes
microscópicas, un arsenal de noticias de investigaciones de Bataillon (que
los manuscritos del padre Las Casas prosiguen una ruta abierta por Raúl
quien era, a su turno, escasamente Porras), está amenazado de perder
original en la materia incaica, que nunca crédito en beneficio del olvidado
le fue familiar. Rodrigo de Lozano. Y, mientras se
aguarda la prometida edición del nievo
Al lado de Román y Zamora, pero con manuscrito de Murúa, es aventurado
títulos propios, pudiera figurar el decidir si el mercedario, no contento con
fabulador Girolamo Benzoni, cuya poner en Yanaoca discordia en el hogar
Historia del Mondo Nuovo, publicada en de Guaman Poma, anduvo también por
1565, es una verdadera retorta en que entre las inéditas páginas de su Nueva
se entremezclan y suceden textos Coronica; o si, por el contrario, con la
arrebatados a Gómara, Las Casas, Pedro misma cazurra voluntad con que aceptó
Mártir, Cieza o Ramusio, retocados y de buena gana el apellido español y el
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hermano mestizo, fue el cronista indio


quien buscó, para algún trecho de su con los instrumentos que usaba” (COBO,
obra, inspiración en los escritos de 1956: II, 226).
Sin contar múltiples referencias coetáneas,
Murúa (cuya Historia cita, por ahí), tal
del propio padre Bernabé Cobo Surge el
vez para vengar las livianas tentativas valor que tuvieron aquellas averiguaciones.
del doctrinero español. Pues afirma que la Relación de Polo es su
principal fuente de noticias y declara que,
Bastaría un solo y notable caso, el de los en su propia indagación entre algunos
escritos de Polo de Ondegardo sobre descendientes de los Incas, no encontró
religión incaica, para ilustrar la “cosa en contra de lo averiguado por el
imperiosa urgencia de fundar una licenciado”. La perdida Relación (cuyo título
jerarquía de testimonios, estableciendo parece haber sido Tratado y averiguación),
vertientes de información y contenía también datos sobre la capaccuna
conexionando cronistas. Pues el o relación de soberanos, asuntos de
acucioso Polo, que parece haber sido gobierno, religión e historia incaica. Informa
uno de los más grandes y sagaces Cobo que en un memorial o petitorio de un
indio de linaje (probablemente Topa Atau,
investigadores del pasado incaico y, por
nieto de Huayna Capac), halló “la misma
eso, uno de los más confiables, fue una línea y número de Incas reyes que pone en
suerte de manantial prístino de su relación el licenciado Polo”. Huelga decir
informaciones sobre la religión y en él que en los escritos de Polo que han llegado
abrevaron, con cita o sin ella y aún hasta nosotros, no existe nada de eso
deformando los hallazgos originales, Polo de Ondegardo merece, con toda
legión de cronistas. Ya en la época seguridad, un estudio más detenido sobre
inmediata a sus investigaciones en el sus escritos perdidos y aún creo necesaria
Cuzco, sufrió Polo los honores de la cita, una revaloración del excelente cronista que
la paráfrasis, la refutación contumaz; un fue. Sobre el eximio conocedor de historia
incaica, que se hizo imprescindible a varios
compendio de sus noticias se transliteró
gobernantes sucesivos como Cañete, Nieva,
y extractó con abierta profusión, aún en Castro y Toledo o al arzobispo Loayza, y
obras tan valiosas como las de Acosta, cuyas averiguaciones fueron un manantial
Calancha o Cobo. Y, para que nada primigenio que consintió saqueos,
faltase, no faltó contemporáneo suyo compendios y aún ataques furibundos como
que, obsedido por persecuciones uno del embozado Borregán u otro del
fantasmales, alegara ser el despojado desembozado jesuita Anónimo, debiera
conocedor de los “secretos de la tierra” recaer, con iguales o mejores títulos, la
que derivaron, durante el gobierno de fama de que gozan un Cieza, un Garcilaso.
Cañete, en el hallazgo esplendoroso de Son numerosos los testimonios de época
los “bultos” de los Incas, desenterrados que delinean la clara figura de un
magistrado profundamente atraído por la
en el Cuzco por el licenciado Polo.9
realidad social indígena y así lo juzgan
algunos críticos contemporáneos.
9
Ningún biógrafo de Polo de Ondegardo ha Pero las obrad históricas de Polo han
tratado con espacio el punto. A lo sumo padecido descuido y relegamiento, además
suele concederse que hizo indagaciones en de extravío. Un desdichado signo editorial
1559, que le llevaron al hallazgo de los parece cernirse, por siglos, sobre los
bultos de los Incas y que lo principal de escritos del licenciado Polo. Como en su
aquella pesquisa fue salvado por el anónimo época, en que corrían manuscritos desde
compendiador que preparó los resúmenes 1559 (y no 1567, como pensara Porras) y se
sobre religión incaica, que publicó el mutilaban e insertaban en obras múltiples
Confesionario. Así lo expresa Raúl Porras, (Confesionarios, presuntos Murúa, Acosta,
por solo tocar un autor de categoría. Herrera, Calancha, Cobo), los modernos
Lo primero que cabría decir, es que las editores Urteaga y Romero le restituyeron
pesquisas de Polo fueron iniciadas en 1554, un poco y le endosaron, a cambio, la famosa
siendo juez en el Cuzco; si bien la más carta anónima de Yucay, de 16-III-1571, en
provechosa fue la realizada en junta de que se impugna a las Casas y se justifica,
alcaldes indios y señores principales en el por inseguras vías, el derecho de la corona
Cuzco, en 1559, en que se reunieron ante el española sobre las Indias. Nada más lejos
Corregidor Polo 485 hechiceros, “cada uno del espíritu de otros escritos de Polo que
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“DIVERSIDAD DE OPINIONES”
aquella carta, que, como demostró Quitado el fatigoso tema de los enlaces
recientemente Bataillon, pertenecía a otro y préstamos, el lector podría llegar a un
autor. Pero el error cundió y contribuyó a la total escepticismo crítico en cuanto
figura “toledana” del licenciado Polo: es asoma el problema inverso: la infinita y
decir, colgar un sambenito de “anti- bizarra pluralidad de informaciones y
indigenista” al autor que llegara a escribir
juicios que, casi sobre cada punto del
que más daño hicieron los españoles en
cuatro años que los Incas en cuatrocientos!
Incario traen las crónicas.
Pero, ni siquiera el más divulgado de los
La “diversidad de opiniones” con que el
escritos de Polo, la Relación de los
fundamentos…, pésimamente editado en
relator tropezara en sus averiguaciones
1872, corresponde en rigor a la época de es una queja continua. El relator declara
Toledo, como lo aseguran todos los a menudo su vacilación entre dos o
biógrafos de Polo; porque no es, de ningún más versiones que le cupo conocer y a
modo, diligencia histórica iniciada por veces admitir su franca inseguridad,
instancias del virrey Toledo. Cierto que lleva cuando no la apuntala con
la fecha de 1571; pero en el mismo texto su quipucamayocs providenciales.
autor declara repetidamente que utiliza
borradores y papeles antiguos y se remite, Frente a aquella dignísima
con frecuencia, a la Relación que ya tenía incertidumbre del cronista castellano
escrita. Y, por si fuera poco, una compulsa que evitó en lo posible valerse de
con un escrito anterior de Polo –que, aunque “conjeturas” falaces, se levanta el
conocido por Muñoz y Prescott, solo se ha
edificio magnífico y proteico de las
publicado en 1940–, descubre hasta la
evidencia que la sustancia histórica de la
modernas construcciones sobre historia
Relación de los fundamentos… se contiene y cultura incaica, en que se disimulan
en el Informe… dado a Nieva en 1561, el vacíos o se suple, con rigores de dogma,
cual es, a su turno, entresacado de “los las lagunas de la información original.
borradores que entonces hice sobre cada Hay una suerte de artificiosa certeza en
cosa”: o sea, las averiguaciones originales la actual compilación de historia
de 1554 adelante. Polo resulta, así, divulgada sobre la materia incaica, que
contemporáneo de Cieza o Betanzos y resuelve dudas y contradicciones a
fuente original sobre historia incaica. macha martillo.
El excelente estudio de Porras sobre el
licenciado Polo de Ondegardo, ilumina con Fuera inútil y moroso cuidado
noticias inéditas la biografía del cronista; entresacar las dudas que los mejores
pero, quizá bajo la sugestión del importante investigadores modernos han expresado
papel que jugara Polo en la visita de Toledo,
en lo que toca al testimonio
mantiene la atribución a Polo de aquel
gravoso anónimo de Yucay; y aún le supone indiscriminado del conjunto cronístico,
“papel activo en las célebres Informaciones tan disímil y desconcertante. Con solo
de Toledo”. El riesgo estriba en derivar , en mencionar un punto, escogido al azar,
los textos al uso, para el ecuánime y exacto se ilustra el tema: la capaccuna o lista
Polo, aquel gastado marbete de “toledano” de soberanos incas. Y, si bien ha hecho
que inventara Means, que cada vez se hace fortuna la tradicional galería de 12
más difícil de definir y que y que, al fin, (hasta Huayna Cápac inclusive), parece
parece que ni al propio Toledo se le va a que poco a poco se agrieta la que fue
poder aplicar. compilación oficialista y tardía,
El estudio crítico de las crónicas fue hecho
practicada por los últimos soberanos
por Porras en 1944 y es seguro que habría
enmendado estas apreciaciones de detalle cuzqueños en pleno de la expansión
en cuanto hubiese vuelto sobre el tema. imperial (ca. 1450).
Pero, por cierto, el extraordinario conocedor
de historia del Perú que fuera Raúl Porras –y “Diversidad de opiniones” es la angustia
a quien es tan difícil sorprender en errores usual del cronista, tanto si toma
informativos, por menudos que se deseen–,
no hubiera reconocido en estas rápidas
líneas sino la buena voluntad por alcanzar la discípulos supo inspirar su propia y
verdad, que es lo que en todos sus magistral enseñanza.
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información directa cuanto si busca el


apoyo de los relatores precedentes. La variedad de asertos que no calzan
entre sí ha movido, a veces, al
En 1653 el padre Cobo daba remate a expediente muelle de usarlos del modo
su monumental Historia del Nuevo más arbitrario, sin otra regla ni
Mundo. Hombre de sistema y orden intención que respaldar en ellos una
increíbles, compilador de muchos idea preconcebida. Del tipo de trabajo
escritos anteriores –conoció y usó los de de “tijeras y engrudo” se ha burlado
Pedro Pizarro, Gómara, Molina, Acosta, Collingwood, el estimulante historiador
Garcilaso, Ramos Gavilán–, lúcido sajón. Ese sistema, que a menudo se
observador en más de cincuenta años cubre de subjetivismo ingenuo, en el
de viajes y autor de la mejor obra de caso concreto de la interpretación de
conjunto entre todas, fue él quien crónicas produjo ya muchos almodrotes
primero advirtió con meridiana claridad y consintió las tesis más estrafalarias.
esta hidra: “la diversidad de opiniones
(prudente lector) que he hallado en las La historia de divulgación sobre la
crónicas de este Nuevo Mundo, y el deseo materia incaica, vestida de flautista pío,
de inquirir y apuntar la verdad de las cosas arrastrará en pos de sí a los ingenuos de
que en ellas se escriben, fue el principal todos los climas. Pues se contiene en el
motivo que tuve para determinarme a conjunto cronístico material de tan
tomar este trabajo. Porque cualquiera que variada índole, que casi a cualquier
leyere atentamente los varios escritores que bizarra hipótesis le brinda un fácil
han impreso historias destas Indias
sustento legión de citas entresacadas.
Occidentales, experimentará lo que digo, y
en aquellos que más conforman entre sí en
Pienso, por ejemplo, en ese pintoresco
sus escritos, se echa de ver que unos han capítulo de los orígenes americanos, en
tomado de otros lo que dicen; sigueindo a el que a modo de recidivas sinfín
los primeros los que después de ellos irrumpen y desaparecen, con kafkiana
escribieron, fiados de su fe y autoridad, sin insistencia, el apóstol Santo Tomás, los
ponerse a examinar la verdad de lo que sumerios, la escritura. O en la
hallaron en ellos. De manera que si los megalomanía de ciertas agobiadoras
primeros se engañaron en algunas cosas, el dinastías, más o menos montesinianas y
mismo engaño fue cundiendo por los que evanescentes.
les siguieron…”
Frente al gaseoso ritual de la arbitraria
Bien se sabe cómo supo el padre Cobo selección de citas, suele erigirse el de la
promediar o duplicar versiones en los acumulación indiscriminada de los datos
puntos en que menos “conforman entre tocantes a la materia de estudio, que
sí”; y es relativamente sencillo, en lo quiere resolver toda controversia por la
que toca a sus abundantes noticias mera estadística. Pero la historia
sobre religión incaica, otorgar a Pedro incaica, como la ciencia histórica –y
Pizarro un poco, algunas páginas a como toda actitud humana en que se
Ramos Gavilán, mucho a Molina y más busca un juicio de valor– fuera agua de
aún a Polo, pues a ellos siguió y de ellos borrajas si las dudas pudieran
tomó el compendiador excelente que cancelarse por un promedio aritmético
fuera el padre Cobo. de juicios contrapuestos o por simple
suma y resta de analogías y afinidades.
“Diversidad de opiniones” y Si de diez crónicas tomadas al azar ocho
“préstamos” son Scila y Caribdis en la de ellas “conforman entre sí”,
compulsa de crónicas. En la práctica recordemos otra vez la prudente cautela
historiográfica han originado, con del padre Cobo.
frecuencia, dos sistemas por igual
erróneos, que buscan asir la verdad por No pretendo negar, por una suerte de
arbitraria selección de citas o por la nihilismo oficioso, la utilidad de una
mera yuxtaposición y extradística. Lo estadística racional (como de hecho
uno es capricho y lo otro mero hacen los mejores especialistas), sino
acumular. más bien alertar contra los excesos del
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género, que vician toda síntesis de un menores riesgos y señala mejores


acumulador stricto sensu. Así ocurre, perspectivas. Muchas de las
por ejemplo, con algún meticuloso “concordancias” del profesor Urteaga en
trabajo del reputado Levillier en que se su conocida colección, son enlaces un
yuxtapone sin crítica ni comentario poco arbitrarios y sin necesidad de
testimonios de 46 cronistas, para conexión urgente. No es provechoso,
respaldar el contenido sustancial de las como él solía hacerlo, conformar al
informaciones de Toledo, por cuya cronista Molina del siglo XVI con el
absoluta veracidad sale fiador Levillier10. historiador Rivero del siglo XIX. Si bien
la nota a pie de página da amplísimo
Un sano principio de compulsa de margen a todo género de comentos, el
crónicas recomienda poner en sentido de la “concordancia” debe ser,
cuarentena las noticias aisladas y en el caso de ediciones críticas, el
divergencias atípicas. Sin embargo, no señalamiento de fuentes antes que otra
siempre se ha procedido así ni mucho cosa. Así lo entendían Pietschmann
menos. Sólo hace pocos años que entró cuando imprimió la obra de Sarmiento o
en agonías la tradicional y simétrica Porras con las relaciones de Mena y
hipótesis de la “expansión gradual” del Trujillo, para quienes se establecen
Imperio, que tuvo tan larga vida gracias acuerdos con fuentes coetáneas o
a Garcilaso (y a Riva Agüero, desde anteriores.
luego), a pesar de que en su contra
militaba un caudal de testimonios Ahora bien, la pauta cronológica (id est,
básicos –Estete, Betanzos, Polo, Molina, leer crónicas en orden sucesivo a partir
Sarmiento, Cabello, etc. –, que la de las más antiguas) debe rectificada de
historia y la arqueología recientes continuo por el esclarecimiento de
confirman a satisfacción. Muchas conexiones y dependencias, con la cual
consabidas noticias, que gozan de gana notablemente en seguridad.
cómoda y agradable aceptación –como Determinadas noticias consignadas por
esa famosa “división del imperio” o Villagómez en 1649 valen solo en
como la decantada difusión del culto cuanto repiten sin añadido alguno las
solar– esperan todavía su tamiz crítico informaciones extractadas por Arriaga
riguroso. en 1621, sobre la base de cartas y
expedientes originales de visitadores de
Ni el sistema de la selección antojadiza idolatrías. Por el contrario, cuando en el
de fragmentos cronísticos, ni el sistema tardío Cobo, que escribe hacia 1653,
de la acumulación acrítica, surten asoma alguna noticia sobre religión
material idóneo para la investigación incaica y no es posible identificar su
seria. Queda otro expediente, el de la fuente, pero viene yuxtapuesta a otros
pesquisa cronológica. datos reconocibles, la noticia en
referencia puede ser valiosa, a pesar de
En rigor, la humilde pauta cronológica
su tardía aparición. Porque el padre
es el procedimiento que comparta
Cobo se guió de Ramos Gavilán, que
10
LEVILLIER, Roberto: Don Francisco de tomó noticias de Collao a principios del
Toledo, supremo organizador del Perú. Su XVII, y para el resto de la información
vida, su obra (1515-1582). Tomo II, pp. 207- sobre religión incaica trasegó a Molina
486. En casi trescientas páginas se acumula (1572-74) a Polo (1554-59): de este
textos sin que asome un solo juicio crítico último alcanzó las averiguaciones
sobre el heterogéneo material presentado.
originales que siendo Corregidor levantó
Una mitad de las transcripciones puede ser
perfectamente descartada; de igual modo, en el Cuzco y que, por desgracias, no
sería tarea simple acumular otras han llegado hasta nosotros.
trescientas páginas sobre la misma materia,
provenientes de fuentes coetáneas. Nada se La pesquisa cronológica, si se le
obtuviera con ello si no fuese advertir, hasta acompaña de un criterio claro sobre
la evidencia, los “préstamos” y recopias en jerarquía y dependencia de fuentes,
los testimonios tardíos o secundarios. reporta, así, las mejores perspectivas.
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Las únicas a que es dable llegar la frase literal “sacrificaban doscientos


mediante crónicas. Es de desear que niños de cuatro a diez años” es repetida
puedan acometes los estudiosos un en el Compendio… refutada por el
semejante trabajo de compulsa, por el Jesuita Anónimo y trascrita, con
cual se abreviaría la enorme cantidad de fidelidad ejemplar, en las obras clásicas
tiempo que demanda la superación de del jesuita Acosta, del presunto Murúa,
estos escollos. Una jerarquía de fuentes, del cronista mayor de Indias Herrera,
si quiera por líneas importantes, del agustino Calancha y del padre
facilitaría la consulta de las crónicas por Bernabé Cobo!
los demás estudiosos y evitaría que tan
morosa tarea tuviese que hacerla cada Lejos lleva este camino de fundar una
uno en cada vez. jerarquía de testimonios. La tarea es
gigante y reclama el esfuerzo continuo
Con más espacio se pudiera entresacar, de muchos investigadores; pero sólo así
del copioso acervo de las crónicas y a podrá cortarse el precario recurso de
guisa de ejemplo, algunas curiosas citar cronistas a capricho o el de
genealogías y vertientes de información, yuxtaponer, sin examen alguno,
referidas a grupos de datos y aún a testimonios secundarios, sin advertir
frases aisladas. Como aquello de las cuánto “conforman entre sí”.
“mil personas” muertas en el Cuzco al
fallecimiento de Huayna Cápac, que va En otra oportunidad he tenido ocasión
desde Betanzos (1551) hasta Cobo de hacer algunas indicaciones críticas
(1653), tras innúmeras repeticiones. O sobre el valor de cada testimonio
las “ordenanzas de Topa Inga”, que utilizado. Pero, para cerrar el punto y
enlazan a Sarmiento y Cabello Balboa como quien ejemplifica por un caso
con Molina y a Murúa con Guaman límite aquello de préstamos y despojos
Poma. Las “agras” y “auasipas” vinculan cronísticos y subraya la necesidad de
muy de cerca a Damián de la Bandera compulsas de rigor y dependencia de
(1557) con Ortega y Castro Morejón fuentes, presentaré con algún detalle el
(1558), con Santillán (circa 1572) y con caso del agustino Román y Zamora,
el anónimo autor de la Relación del plagiario de los manuscritos de Las
origen… (Circa 1580). Aún podría Casas.
perseguirse frases, como la indicación
aquella de que los soldados del ejército EL CASO DE ROMÁN Y ZAMORA
incaico “no tomaban una mazorca de
maíz” en sus campañas; la visión de los Un curioso ejemplo de trasiego y saqueo
indios como “ovejas sin pastor”, sistemático en el conjunto cronístico,
expresiva de la honda crisis ante el que hasta hoy no ha sido analizado, lo
impacto del conquistador español; o la ofrece el agustino fray Jerónimo Román
comparación aquella del linaje de los de la Higuera, falsario de gran estilo y
Yupanquis con “los Mendozas y extraviado inventor de los “falsos
Guzmanes” de Castilla. Algún autor Cronicones” supuestamente hallados en
temprano recogió la noticia de que en el monasterio de Fulda.
las fiestas de coronación en el Imperio,
o toma de borla del soberano, se El agustino fray Jerónimo Román y
sacrificaban doscientos niños. Sin los Zamora es particularmente conocido por
repetidores de tercera mano y por solo sus Repúblicas del Mundo, aparecidas
tocar autores familiares en el equipo en Medina del Campo en 1575, en dos
cronístico, la frase viene en los escritos volúmenes. Por ser la edición princeps
del padre Gregorio Gracia (1609) y de de extrema rareza, se cita usualmente
Montesinos, quienes la toman de Juan por la segunda, de Salamanca 1595, en
Diez de Betanzos (ca. 1550). Y, por su 3 vol. De aquella obra, la parte
cuenta, el pionero Polo de Ondegardo correspondiente a las Repúblicas de
surte de otra vertiente paralela, en que Indios Occidentales, i.e. Méjico y Perú,
ha merecido una moderna reedición
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madrileña, hecha en 1897 por el causa de las fuentes puras en que bebió
bibliófilo Pedro Vindel, en los tomos 14- este cronista”.
15 de la Colección de libros españoles
raros o curiosos que tratan de América. Si el bibliófilo español hubiera sido más
cauteloso, habría pensado dos veces
El padre Román, que jamás vino a la antes de escribir así. Ya en 1892 había
América, al mencionar sus fuentes de publicado Jiménez de la Espada, bajo el
información declara haber tenido entre ocasional título de De las antiguas
manos numerosas relaciones enviadas gentes del Perú, veintisiete capítulos
de Indias a los reyes de España, cartas referentes al Perú, entresacados de la
de Cortés y de los Pizarro, papeles del Apologética Historia Sumaria del padre
obispo de Chiapas: “…sin esto he leído Bartolomé de las Casas, que aún
todas las Historias que andan escritas o permanecía en manuscrito. Un cotejo de
impresas…” En si Catálogo de autores rigor le hubiese revelado al confiado
consultados, son de notar, para las Vindel que el padre Román y Zamora no
cosas peruanas, Calvete de Estrella, hizo otra cosa que saquear la inédita
Pedro Mártir, “relaciones varias de obra de las Casas y transliterarla, por un
Indias” y “Varios conquistadores y engorroso sistema de taraceas y
cronistas, entre ellos los Pizarros, zurcidos que desmejoran el original.
Hernán Cortés, Gómara, Cieza de León,
obispo de Chiapas, Francisco Xerez y No debía escapar, algunos años
Gonzalo Fernández de Oviedo”. después, a la perspicacia de Riva
Agüero algo de la expropiación de los
El padre Román, a los principios, escritos de las Casas por Román. La
promete ser extenso en materias de intuyó de cerca un momento y, sin
religión indígena: “Y pues soy el primero advertirla más, continuó siempre
que trato esta materia, bien será que citando a Román como fuente
me largue un poco”. Más de una vez, a independiente y aún legó a llamarte,
medio andar, repite el tópico. Véase alguna vez, “apreciada autoridad”. 11
esta perla: “…las cosas de los indios
quedarían a los venideros oscuras y En 1928 publicó Philip Ainsworth Means
muy faltas, si yo agora no me alargase, su Biblioteca Andina, primer esfuerzo
porque tengo por cosa dudosa que 11
Riva Agüero pensó alguna vez que, a lo
algún particular tenga en el mundo sumo, Román citaba de cerca a las Casas.
tantos Memoriales como yo de aquella Confundió un poco los límites de la obra de
gente. Y así quiero como el primero Román y los de la Apologética, que solo
alargarme y dar entera luz a los juzgó a través de las indicaciones de
venideros de las cosas más notables Jiménez de la Espada en la edición de De las
que hubo en el mundo en los tiempos Antiguas Gentes del Perú. Se explica, por
antiguos.” eso, que alguna vez Riva Agüero afirme que
cuando Garcilaso se apoya en Román, está
Quizá impresionado por esta usando, a través de este, una relación del
presentación de lujo, el editor Vindel en “padre Molina”. Ocurre que no el agustino
Román, pero si las Casas, se sirvió en
su nuncupatorio a Ricardo Palma y José
muchos trechos de su Apologética de
Toribio Medina, hallaba a la obra parágrafos copiados de la relación del
importantísima, por contener “cosas presunto Molina el “chileno” (y no de la
muy poco sabidas o quizá del todo relación del “padre Molina”, el “cuzqueño”),
ignoradas por la mayoría de los como usó también otros de la relación de
escritores que han ocupado de los ritos, Xerez, si bien es cierto que el dominico las
idolatrías y gobierno de los antiguos Casas lo confunde a menudo y cita como
pobladores del continente americano”. Estete.
Aceptó, pues, de plano las fuentes En posteriores escritos de Riva Agüero,
alegadas por el arbitrio de Román y le como en el clásico texto de 1937,
Civilización Peruana, se utiliza a Román a
adjudicó “garantía” y “veracidad… a
menudo, siempre considerándolo como
fuente independiente.
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serio de estudiar crónicas con rigor, Román, de cuya obra dice llanamente
aunque impregnado, aquí y allá, de que “forma un interesante estudio de
algunas arbitrarias repulsas conjunto”.
antiespañolas. Revisó en ella las obras
de los más conocidos cronistas, El padre Vargas Ugarte, en su útil
precediendo a la crítica con apuntes trabajo sobre fuentes de historia
biográficos de valor. Y, frente a las dos peruana, enjuicia con brevedad la obra
páginas que Means concede a Santa del agustino Román. Dice sumariamente
Cruz Pachacuti, o a las tres exiguas que que “recoge las noticias hasta entonces
le merecen Betanzos, Ávila o Arriaga, publicadas (1575) sobre el gobierno de
sorprende mucho el detenimiento sobre los Incas y empresas de la conquista,
el agustino Román y Zamora, a quien más algunas que sin duda debió recibir
dedica nada menos que once páginas. de sus hermanos de hábito que ya
andaban por estas partes”.
Calificó Measn a las Repúblicas de
Indias como “an etremely informative Pero, en lo que toca a noticias sobre las
work by a man of high inteligence” y empresas de la conquista, nada trae
encumbró al agustino “in the same class Román, si no es un breve juicio sobre la
as Fathers Acosta, Cobo and Ramos”. obra conquistadora, con el que cierra la
Pero, lo que más mueve a asombro es materia. Y, por supuesto, no hay una
que, sin percatarse de que en realidad sola línea que revele conexión la más
tenía entre manos un plagio burdo de la mínima con las averiguaciones de su
Apologética de las Casas, atribuye a la Orden, por ejemplo la valiosísima
presunta obra de Román las virtudes relación de los primeros agustinos sobre
que niega al escrito original! Así, como las idolatrías de Huamachuco.
tratando de cosa por entero diferente,
Como en la conocida cadena de los
dedica un cicatero comentario crítico a
errores, el equívoco suele ir in
la Apologética y llega a decir: “It has a
crescendo. Existe un ubicuo manual de
slight value”, amén de otros extraños
estudios cronísticos, confeccionado por
juicios. Para contera, llevado su
Julián Santisteban Ochoa, que lleva el
obsesiva manía por partir fronteras
título de Los cronistas del Perú,
entre garcilasistas y toledanos, declara
aparecido en el Cuzco en 1946. El libro,
que Román y Zamora “accepted without
en su conjunto, es de precario valor e
question the toledan versión of Incaic
induce de continuo a error. Si bien
history”. Lo cual, en buena romance,
contiene alguna que otra observación
restituciones hechas, equivale a decir
de naturaleza personal, revela más bien
que el padre las Casas “aceptó sin
la fuerte y sostenida consulta de las
discusión la versión toledana de la
obras de Riva Agüero (como ya
historia incaica”, nada menos que
advirtiera el prologuista Carlos Daniel
veinte años antes de llegar Toledo al
Valcárcel), Means y Porras. Muy
Perú. Y esto es mucho despropósito para
abundantes son las confusiones en que
que pueda escribirlo americanista tan
el autor incurre. Pero ahora sólo
docto como Means.
interesa destacar su equívoca y
Con tan mal ejemplo, no es de extrañar contradictoria información sobre los
que en su breve estudio sobre fuentes cronistas las Casas y Román. Sobre el
cronísticas, el profesor Louis Baudin, último, repite una síntesis de lo
que suele ser tan riguroso en adelantado por Means, sin añadir nada y
apreciaciones heurísticos y que ya quitando mucho, por cierto. En lo que
señaló que toda la información del concierne al padre las Casas, el estudio
padre las Casas es “de segunda mano y que le dedica es de liviandad extrema
plagia sin rubor a Cieza de León, para figurar en texto de investigación.
Cristóbal de Molina (i.e. el presunto
Santisteban informa que “se duda si
Molina), Francisco de Jerez”, no cayera
estuvo y residió” en el Perú el dominico
en la cuenta del absoluto plagio de
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ISSN: 1992-1055

las Casas, duda gratuita que no turba a Capítulos de Repúblicas de India en


ningún biógrafo serio. Señala como la Capítulos de la Apologética
obra más “importante para nosotros” a (ROMÁN, 1897: I) (LAS CASAS, 1909)
la Historia general de las Indias. Pero II 47-63 CXX-CXXIV pp. 321-
30
esta no aporta la más pequeña luz sobre
III 64-70 CXXVI 334-36
historia incaica –de que no trata en IV 71-83 CXXX y LI345-47, 133-
absoluto–, porque es obra sobre el 34
descubrimiento y solo narra las jornadas V 92-102 CXXXVIII365-72
de conquista hasta 1526! Señala VIII a X103-131 CXXXIX-CXLII
Santisteban la extraña fecha de 1564 368-76, etc.
como la de redacción del “opúsculo”
(sic) De las antiguas gentes del Perú y Del cotejo queda, mondo y lirondo, un
revela que en él “escribe contra el inexcusable hurto literario. Lo agrava el
proyecto de perpetuar las encomiendas” perpetrador porque cita de ocasión a las
(?); y, en incomprensible confusión, cree Casas, como si él tomara solo alguna
vislumbrar alguna huella de Garcilaso noticia concreta y mínima. Y el engaño
en los escritos del padre las Casas (!!). quiso ser mayor porque alegó diversas
Pero ya se sabe que el tal “opúsculo” no fuentes.
es otra cosa que una selección
Esta, que ya se ha hecho penosa y larga
modernamente practicada por Jiménez
razón, podría parecer enojoso debate en
de la Espada entresacando los ya dichos
torno a materias de lana caprina. Pero
veintisiete capítulos de la Apologética
no es un empeño ocioso por erudiciones
Historia Sumaria, escrita entre 1527-50,
fútiles lo que ha promovido. Pues, en
que Santisteban no comenta ni
asunto que no advirtieron o estudiaron
menciona jamás. Es inevitable inferir
Vindel ni Riva Agüero, Means o Baudin,
que el autor juzga los escritos de Román
Vargas Ugarte o Porras, bien vale un
y de las Casas acogiéndose a un mixtum
esfuerzo por cortar tan morosa cadena
compositum, abigarrado y confuso, de
de mal entendidos sobre el seráfico
informaciones de segunda mano.
Román, de quien debe prescindirse para
Pues lo positivo es que las celebradas cualquier trabajo serio sobre la materia
páginas de Román y Zamora no son otra incaica.
cosa que traslado de noticias acopiadas ____________
por las Casas en su Apologética. El testimonio de las crónicas de los
Quitados el primer capítulo de siglos XVI y XVII constituye inexcusable
introducción y los dos últimos –de vía de acceso a la materia incaica: y hay
gaseosidad suma12–, todos los demás mucho por hacer, como se ve, en la que
pueden compulsarse parágrafo a toca a la hermenéutica de tales
parágrafo, con el original. Por vía de testimonios.
ejemplo, mostraré en seguida el Para los compendios menores debiera
respectivo lugar de la Apologética en quedar la arquitectura engañosa de las
donde puede hallarse cada capítulo del formas perfectas, en que todo está
agustino Román. Las citas las hago por dicho y sabido y en que las nieblas del
las ediciones Vindel, 1897, para la obra pasado lejano ceden ante la fuerza
de Román y Zamora; y Serrano Sanz, arrogante del dogma. Todavía se repite
1909, para la de las Casas: en nuestras escuelas la historia
canónica de los Incas, sin lagunas ni
grietas; y el expositor promedio vive un
reposado clima de certeza, que
12 contrasta mucho con las vacaciones que
Bien se sabe que los dos últimos capítulos
ya asediaban al cronista primitivo y que
le valieron a las Repúblicas… una
prohibición y veda por real cédula de 30-IX- son la vida misma del investigador
1575, publicada por TORRE REVELLO, en actual. No escasean las obras de
1940. Cuestión por completo ajena al historia incaica –aún de calidad, como
presente análisis. las de Rowe o Mason– que, con ser
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modernas, por las premuras del Nada más estéril y risible que reivindicar
esquema y la síntesis, sacrifican el rigor para la ciencia de la historia –que desde
y resuelven, por generales enunciados, sus raíces etimológicas apunta a la
las más intrincadas cuestiones sobre los “investigación de la verdad” – ese
usos y creencias del imperio de los horrible grado de certeza, que
Incas. exasperaba al buen Fontelle. Pero, en el
humilde y familiar terreno de las
Vasta y compleja como lo es la historia crónicas, solo por la fundación de una
incaica, el estudioso de las crónicas jerarquía de los testimonios podrá el
reconocerá siempre la plena fuerza con historiador actual lograr que al
que aleguen jurisdicción los estudiosos antojadizo arbitrio de las “citas” le
de campos afines y complementarios: llegue, sin prisa pero sin pausa, su
arqueología, lingüística, etnología, necesario correctivo: la exactitud. Pues
paleografía, folklore, etc. Solo el la exactitud, como decía Menéndez y
concurso de muchos investigadores Pelayo, es, también, una forma de
podrá rectificar, robustecer o afinar las probidad.
siluetas primordiales que siempre hay
que recordarlo una vez más, arraigarán
en el testimonio de las crónicas.
Por eso, la indagación científica sobre
cada punto de la materia incaica exige
una actitud muy diferente que el
tradicional acopio de los datos en las
fuentes primarias y su mero resumen
estadístico. Tarea perdida es la de
acumulaciones acríticas, como lo es
también la selección ingenua de media
docena de testimonios cuando se quiere
respaldar con ellos alguna tesis
inopinada. Las crónicas, como se ha
mostrado, contiene tan heterogénea y
riquísima substancia que a la más
caprichosa afirmación se le hallaría fácil
apoyo por el sistema candoroso de las
citas aisladas. Es necesario convertir la
trivial lectura de los relatos cronísticos
en pesquisa severa y rigurosa; y solo
por el análisis pertinaz de las fuentes
primarias, cabrá reemplazar aquellos
anacrónicos modos de la elección
arbitraria de las “citas” y de la
acumulación indiscriminada de
testimonios de valor discutible.

Las páginas que anteceden no intentan


otra cosa que reclamar por la aplicación
de severas normas de hermenéutica.
Ojalá que por sostenida labor de los
estudiosos, en un tipo de trabajo que
requiere el esfuerzo cooperativo de
muchos, dejen de ser las crónicas
recurso de capricho y manantial
continuo de errores y contradicciones.

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