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Carlos Aranibar
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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UKU PACHA. Revista de Investigaciones Históricas. Año 11, N° 17, Julio – 2013
ISSN: 1992-1055
apremio ser reeditado, para ilustrar, científicos de la época. Pero con eso y
esclarecer, rectificar y remozar muchos con todo, si le requerimos noticias sobre
cuadros tradicionales de la historia de la religión incaica, bien se le puede
los Incas. Juzgará cuánto importa calificar de testimonio secundario y de
reimprimir esas fuentes primordiales exiguo valor intrínseco, porque sus
quien revise algunos trabajos a la moda, datos provienen del Compendio editado
en que menudean las citas de Garcilaso, por el Concilio Límense de 1583 y que, a
Cieza, Betanzos, Montesinos, Acosta, su turno, sólo extractaba averiguaciones
Cobo, Sarmiento y otros “cronistas de Polo de Ondegardo hechas en el
mayores”, prescindiendo por entero de Cuzco desde un cuarto de siglo antes.
calibrar los testimonios de un Ramos
Gavilán, de un Morales, de las I. ITINERARIO BIOGRÁFICO DEL
informaciones de Enriquez, de un Vega AUTOR
Bazán, de un Diego de Silva, de un
La biografía
Rodríguez de Figueroa y, ¿por qué no?,
hasta de un Girolamo Benzoni, cuya La necesidad de contar con la biografía
heterogenea y rarísima obra, a cuatro del cronista se hace evidente. Piénsese,
siglos de publicada, aún no ha sido por ejemplo, cómo en la Suma y
traducida al español. Narración, a pesar de la prosa deslucida
y fatigante, valúa el experto el
CRÍTICA INTERNA
testimonio de Betanzos, quechuista
Cubre este renglón las averiguaciones primigenio, que sirvió tempranamente
que permiten precisar la validez de los de intérprete a Pizarro y que tuvo
datos trasmitidos por la crónica, acceso a los cantares épicos de la
mediante dos elementos historia oficialista del Cuzco, en razón
complementarios: la biografía del autor de su matrimonio con doña Angelina
y la compulsa con fuentes coetáneas. Yupanqui. O en la confianza que suele
merecer el probo e incansable Cieza,
Por medio del itinerario biográfico del curioso de antiguallas y “cosas de la
relator, interesa descubrir, como tierra” que, por mediados del XVI,
ulteriores elementos de juicio, la prefigura, como anticipo genial, la
personalidad del cronista, el grado de avidez y laboriosidad de Raimondi,
cultura que tuvo, la profesión, el Squier o Middendorf entre los viajeros
propósito que le indujo a escribir, los ochocentistas. Y las oscilaciones críticas
lugares en que acopió las noticias, el sobre el valor del testimonio de
tiempo que empleó en hacerlo, el Garcilaso, desde la aparición de sus
conocimiento de lenguas aborígenes, Comentarios en 1609 da el meollo de la
sus fuentes de información. Todo esto comprensión misma del antiguo Perú; y
permite calificar la validez de la obra corresponden no sólo al progreso de la
vista en conjunto. ciencia historiográfica, sino también al
enriquecimiento paulatino de su
De la compulsa con fuentes coetáneas – biografía, a tal punto que ciertos finos
declaradas o no- surge, en cambio, la matices interpretativos sobre la
relativa novedad de cada grupo verdadera personalidad del Inca sólo se
particular de noticias, lo que podría hicieron posibles a raíz de dos series de
llamarse “filiación del dato”. Por hallazgos documentales: el de 1922 por
ejemplo, la ilustre figura del jesuita José la Torre y del Cerro, y el de 1949, por
de Acosta garantiza, a priori, la seriedad Raúl Porras.
de sus Historia Natural y Moral de las
Indias (1589). De ella podrá siempre Recientemente, y aumentando la
sacarse con provecho información, confusión que siempre hubo en torno a
sobre todo en la materia de la fauna y la biografía del cronista mexicano
flora americanas; y es fácil captar su Gutiérrez de Santa Clara, se ha
celebrado espíritu crítico en problemas insinuado que no vino jamás al Perú. De
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infancia mestiza en ese sonoro desfilar por el cronista y esto no apareja mayor
de imágenes de “armas y caballos”! dificultad cuando la supo separar del
dato mismo. Zárate redacta una airosa
Con frecuencia, la versión excéntrica semblanza de Pizarro y Almagro “como
pierde fuerza a la luz de las hace Plutarco” y se afana por no perder
motivaciones personales del cronista. de vista a sus modelos latinos, como
Pascual de Andagoya, el fracasado Horacio. Oviedo imita, con algún
pionero de la conquista del Perú, no desorden, a Plinio en sus esquemas de
puede amortiguar el despecho en sus historia natural. Las Casas conduce su
escritos tardíos: ni al lector profano Apologética al modo usual de la teología
persuade aquella su disminuida figura erudita de la Escuela y los cronistas
de Pizarro, en cuyas propias conventuales arman un mismo aparato
frustraciones. El obsesivo Borregán, con edificante y piadoso.
su desconocimiento de la materia
incaica –sobre la que pontifica, sin Pero el problema empieza en cuanto se
remedio– y su declarada vocación de perciben improntas en los juicios de
querellante, no alcanza a reivindicar el elogio y censura y en las analogías
título de primer cronista, que reclama a aparentes y afinidades presuntas. Decía
porfía, De igual modo, frente a una sutilmente Jiménez de la Espada que en
cincuentena de testimonios sobre la las crónicas “las cosas indias suceden a
sucesión de Huayna Cápac (en que una la española, o quizá a la romana o a la
historia acrítica ha configurado el mito griega”. Y, aunque a nadie extravía el
aquel de la división del Imperio), la informante primigenio cuando nos dice
interesada voz de Titu Cusi Yupanqui de la lengua indígena que es “una abla
adjudica el derecho sucesorio a su como aravigo”, cuando trabuca
padre, Manco Inca, y desaloja, en un nombres vernáculos y toponimias
ecléctico afán de legitimación póstumas, exóticas, cuando llama “mezquitas” a
a Huáscar y Atahualpa. los templos incaicos o transforma la
tiana en una “silletica muy baja del
LAS IMPRONTAS CULTURALES suelo… como los turcos acostumbran
sentarse”, sí constituye, en cambio,
La personalidad del cronista y los
riesgo continuo el tomar muy en serio
motivos de su escrito resultan claro y
las sugestivas afinidades que, un poco
primer indicio para valuar su testimonio.
por todas partes, muestran las crónicas
Pero es necesario advertir otras fuerzas
al enfocar las instituciones incaicas y las
que en él actuaron, visible o
nuevas cosas a través de anteojeras
encubiertamente. Son los inevitables
cristianas y romanizantes.
módulos de época, las proyecciones
culturales y las improntas de su propio Los labrados muros de Coricancha
momento histórico. Ellas suelen derivar evocan en el cronista la imagen familiar
en subjetivismos que alteran el dato o de la torre cordobesa de la Calahorra y
en explicaciones por falsa analogía, en los caminos incaicos le dictan,
que la información presuntamente invariablemente, comparaciones con la
objetiva se anastomosa con los Roma imperial. Por ese camino de
prejuicios del cronista. Pero no se asociaciones fáciles, en que las cosas de
piense, esto va sin decir, en la absurda la tierra nueva se miden con el cartabón
exigencia que fuera censurarle por no de un ajeno habitus cultural, el cronista
haberse desprendido de los módulos de advierte la extrema frecuencia del
su hábitus cultural que, como oráculo indígena, pero le escapa el
específicos de una época y lugar sentido profundo que juegan adivinación
histórico, gravitaron sobre él y y presagio en las concepciones mágico-
condicionaron sus juicios. religiosas de los incas, porque a cada
vuelta de esquina encuentra al diablo –
A menudo la impronta de época es
la “mona envidiosa”, el incansable autor
consciente o voluntariamente seguida
de tretas y prodigios para perder el
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Justo es señalar, sin embargo, que esta Laboriosa y eficaz preceptiva la del Inca:
suerte de comparaciones oficiosas no es estilo de forma y estilo de fondo, sápida
alarmante si se puede ser reducida a amalgama en que la artesanía
límites reconocibles. Conocer es primorosa de la frase escandida exige la
siempre comparar, decía Riva Agüero. Y evocación adulciguada y armónica y se
sólo puede compararse con lo conocido. apartan los tonos sombríos de la silueta
Al cronista del nuevo mundo le sedujo la imperial. Las aristas y las líneas más
asociación pronta con la antigüedad duras, se suavizan y purifican por la
clásica y hubo por todas partes, Méjico y gracia espontánea que tienen siempre
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esas visiones radiosas que añoraba frente al relato oficialista. Así, frente a
Goethe. los datos sobre religión incaica
recogidos en el Cuzco por Cieza,
Más apegado a la tierra, el sobrio Betanzos, Polo o Molina, asoman
soldado que fuerza Cieza de León infirió variantes geográficas de los cultos y
tempranamente que “parece que ritos provinciales en la relación norteña
también se usó de guerras y tiranías de los misioneros agustinos, en las
entre estos indios, como en las demás descripciones tradicionales de Guaman
partes del mundo”. Pero al tardío Poma, en la perspectiva collahua de
conjuro del anciano amoroso y Santa Cruz Pachacuti o en los relatos del
nostálgico, el imperio pujante de los padre Ramos Gavilán para la región del
Incas conquistadores se acerca, un Titicaca.
poco, al ensueño renacentista, que
deleita y conmueve. Aquí se hace muy difícil trazar las líneas
justas que separan al rito y fábula
EL LUGAR EN QUE SE RECOGIÓ LA diuturnos en cada región, con respecto
INFORMACIÓN a aquello que fue su fase final, al
refundirse en usos e instituciones
El sitio en que acopiara datos el relator
perfeccionadas –y, en algún sentido,
aporta luces nuevas sobre el valor del
más o menos nuevas– gracias a la
testimonio. Claro que no es posible
expansión incaica de 1450-1532.
determinar una rigurosa cartografía de
Ejemplos de ello, los extraños datos
cada crónica, ni mucho menos. Pero el
recopilados por Lope de Atienza en la
informante se hace más digno de
zona ecuatoriana, la breve relación de
confianza en la medida en que declara,
Ortega y Castro obtenida en Chincha en
para un particular grupo de datos, su
1557 o algún relato que recoge mitos de
fuente de origen o el lugar en que los
la asendereada sierra limeña de
obtuvo. Muchos riesgos entraña seguir
Huarochirí; y, por supuesto, las
literalmente a los cronistas soldados,
relaciones geográficas y las relaciones
por su manía de generalizar y dar como
de los extirpadores de idolatrías. Demás
práctica usual de toso el Imperio lo que
está decir, porque es lugar común, que
era, mas cien, visión local de un pueblo
los cronistas no alcanzaron a distinguir
de frontera o de una zona reducida.
entre preincaico e incaico en la materia
Confiable es, por lo general, el prolijo
de usos e instituciones y que apenas
Cieza que a menudo singulariza y ubica
hay atisbos que pudieron agrietar la
y que con tanta frecuencia consigna la
granítica coherencia de la historia
procedencia de sus datos.
oficialista elaborada en el Cuzco.
La masa principal del acervo cronístico
EL CONOCIMIENTO DE LENGUAS
fue recogida en el Cuzco, ciudad
ABORÍGENES
hegemónica y depositaria de la tradición
oficialista. Los relatores que allí El mayor o menor dominio de las
obtuvieron informes de los lenguas indígenas –particularmente el
quipucamayocs o de allegados a la elite quechua– que pudo alcanzar el cronista,
dirigente, han permitido reconstruir la es problema que compete, con perfecto
historia canónica de los Incas, historia derecho, al campo de la lingüística. Pero
politizada y deformadora por necesidad. hablando latamente, bien se ve las
Eso implica, por lo tanto, el riesgo oscuridades que surgen en los cronistas
inverso de dar por existentes en todo el que ignorando idiomas alteraron
vasto territorio a peculiaridades vocablos y aún deformaron las noticias
cuzqueñas. captadas por intermediarios. El propio
Cieza adolece de graves y repetidas
Sólo en un momento posterior surgen
fallas de esta naturaleza. Mucho vale la
valiosas contribuciones para la historia
obra de cronistas que aprendieron
provincial y aún divergencias acusadas
lenguas, como Betanzos, que ya sirvió
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por más que menciones a unos cuantos. presentados como de propia cosecha.
Fue, al parecer época en que no se veía En ocasión más propicia, valdría la pena
mal el “préstamo” intelectual, con cita o detenerse en un análisis de sus fuentes,
sin ella. De ahí que sobre el propio aunque se corriese el riesgo de no
Garcilaso (tal vez uno de los que más dejarle más cosas propias que una
cuidado puso en las citas), aún a medio inventiva a toda prueba y un arraigado
siglo de distancia de la incivil acometida prejuicio contra España, también a toda
del presbítero Gonzales de la Rosa, prueba.
penda todavía algún respecto cargo que
no aclaró Riva Agüero en forma Sin llegar a semejantes excesos, como
convincente. el del plagio total, el “préstamo” es
moneda corriente en la cronística. Un
Tal sistema de préstamos y autor puede ser más o menos novedoso
transferencia es mucho más notorio en en punto de su dominio y correr
los cronistas de convento del siglo XVII – traslado, sin reparos a ajenos autores en
en lo que toca a materias incaicas, cuanto aborda materia extraña. Este
desde luego– y en los compiladores suele ser el más común entre los
tardíos, como el cronista mayor de escritores de Indias.
Indias Antonio de Herrera, quien en sus
Décadas, a fuer de historiador de oficio, Por eso es de necesidad continua el
procedía al saqueo sistemático sin rastreo de influencias y de prioridades,
detenerse mucho en declarar fuentes. de tal suerte que pueda, virtualmente,
ser desglosada la materia contenida en
Todos los colores y matices aparecen en cada crónica. Entronques y
este trasiego continuo. El espectro va ramificaciones arrojan claridad sobre el
desde los primeros narradores del valor del dato consignado. El análisis y
descubrimiento y conquista –que, hasta compulsa pueden siempre revelar
donde se sabe, no tuvieron a quien sorpresas. El Señorío de Cieza y la Suma
despojar– y algunos extirpadores de y Narración de Betanzos, tan disímiles y
idolatrías que hicieron labor original por aún contradictorios, presentan sin
necesidad catequista, hasta Cieza de embargo afinidades extrañas que solo
León, que puntualiza sus fuentes de parcialmente se explicarían por el caso
información a cada trance. En el medio de haber recogido noticias ambos en el
deben hallarse los compiladores mismo lugar y fecha (Cuzco, circa
sistemáticos, como la excelente síntesis 1550). Porras y Valcárcel han señalado
del padre Bernabé Cobo. Al final del el posible entronque de Sarmiento y
espectro asoma algún acontecido hurto Cabello con la perdida historia del padre
literario, como el perpetrado por el Molina, de la que ambos habrían
padre Román y Zamora, de la seráfica disfrutado. Villagómez transliteró, a
orden agustina, quien no añadió nada y cada paso, la Extirpación de Arriaga.
se limitó a publicar, con alteraciones Zárate, a la luz de muy recientes
microscópicas, un arsenal de noticias de investigaciones de Bataillon (que
los manuscritos del padre Las Casas prosiguen una ruta abierta por Raúl
quien era, a su turno, escasamente Porras), está amenazado de perder
original en la materia incaica, que nunca crédito en beneficio del olvidado
le fue familiar. Rodrigo de Lozano. Y, mientras se
aguarda la prometida edición del nievo
Al lado de Román y Zamora, pero con manuscrito de Murúa, es aventurado
títulos propios, pudiera figurar el decidir si el mercedario, no contento con
fabulador Girolamo Benzoni, cuya poner en Yanaoca discordia en el hogar
Historia del Mondo Nuovo, publicada en de Guaman Poma, anduvo también por
1565, es una verdadera retorta en que entre las inéditas páginas de su Nueva
se entremezclan y suceden textos Coronica; o si, por el contrario, con la
arrebatados a Gómara, Las Casas, Pedro misma cazurra voluntad con que aceptó
Mártir, Cieza o Ramusio, retocados y de buena gana el apellido español y el
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“DIVERSIDAD DE OPINIONES”
aquella carta, que, como demostró Quitado el fatigoso tema de los enlaces
recientemente Bataillon, pertenecía a otro y préstamos, el lector podría llegar a un
autor. Pero el error cundió y contribuyó a la total escepticismo crítico en cuanto
figura “toledana” del licenciado Polo: es asoma el problema inverso: la infinita y
decir, colgar un sambenito de “anti- bizarra pluralidad de informaciones y
indigenista” al autor que llegara a escribir
juicios que, casi sobre cada punto del
que más daño hicieron los españoles en
cuatro años que los Incas en cuatrocientos!
Incario traen las crónicas.
Pero, ni siquiera el más divulgado de los
La “diversidad de opiniones” con que el
escritos de Polo, la Relación de los
fundamentos…, pésimamente editado en
relator tropezara en sus averiguaciones
1872, corresponde en rigor a la época de es una queja continua. El relator declara
Toledo, como lo aseguran todos los a menudo su vacilación entre dos o
biógrafos de Polo; porque no es, de ningún más versiones que le cupo conocer y a
modo, diligencia histórica iniciada por veces admitir su franca inseguridad,
instancias del virrey Toledo. Cierto que lleva cuando no la apuntala con
la fecha de 1571; pero en el mismo texto su quipucamayocs providenciales.
autor declara repetidamente que utiliza
borradores y papeles antiguos y se remite, Frente a aquella dignísima
con frecuencia, a la Relación que ya tenía incertidumbre del cronista castellano
escrita. Y, por si fuera poco, una compulsa que evitó en lo posible valerse de
con un escrito anterior de Polo –que, aunque “conjeturas” falaces, se levanta el
conocido por Muñoz y Prescott, solo se ha
edificio magnífico y proteico de las
publicado en 1940–, descubre hasta la
evidencia que la sustancia histórica de la
modernas construcciones sobre historia
Relación de los fundamentos… se contiene y cultura incaica, en que se disimulan
en el Informe… dado a Nieva en 1561, el vacíos o se suple, con rigores de dogma,
cual es, a su turno, entresacado de “los las lagunas de la información original.
borradores que entonces hice sobre cada Hay una suerte de artificiosa certeza en
cosa”: o sea, las averiguaciones originales la actual compilación de historia
de 1554 adelante. Polo resulta, así, divulgada sobre la materia incaica, que
contemporáneo de Cieza o Betanzos y resuelve dudas y contradicciones a
fuente original sobre historia incaica. macha martillo.
El excelente estudio de Porras sobre el
licenciado Polo de Ondegardo, ilumina con Fuera inútil y moroso cuidado
noticias inéditas la biografía del cronista; entresacar las dudas que los mejores
pero, quizá bajo la sugestión del importante investigadores modernos han expresado
papel que jugara Polo en la visita de Toledo,
en lo que toca al testimonio
mantiene la atribución a Polo de aquel
gravoso anónimo de Yucay; y aún le supone indiscriminado del conjunto cronístico,
“papel activo en las célebres Informaciones tan disímil y desconcertante. Con solo
de Toledo”. El riesgo estriba en derivar , en mencionar un punto, escogido al azar,
los textos al uso, para el ecuánime y exacto se ilustra el tema: la capaccuna o lista
Polo, aquel gastado marbete de “toledano” de soberanos incas. Y, si bien ha hecho
que inventara Means, que cada vez se hace fortuna la tradicional galería de 12
más difícil de definir y que y que, al fin, (hasta Huayna Cápac inclusive), parece
parece que ni al propio Toledo se le va a que poco a poco se agrieta la que fue
poder aplicar. compilación oficialista y tardía,
El estudio crítico de las crónicas fue hecho
practicada por los últimos soberanos
por Porras en 1944 y es seguro que habría
enmendado estas apreciaciones de detalle cuzqueños en pleno de la expansión
en cuanto hubiese vuelto sobre el tema. imperial (ca. 1450).
Pero, por cierto, el extraordinario conocedor
de historia del Perú que fuera Raúl Porras –y “Diversidad de opiniones” es la angustia
a quien es tan difícil sorprender en errores usual del cronista, tanto si toma
informativos, por menudos que se deseen–,
no hubiera reconocido en estas rápidas
líneas sino la buena voluntad por alcanzar la discípulos supo inspirar su propia y
verdad, que es lo que en todos sus magistral enseñanza.
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madrileña, hecha en 1897 por el causa de las fuentes puras en que bebió
bibliófilo Pedro Vindel, en los tomos 14- este cronista”.
15 de la Colección de libros españoles
raros o curiosos que tratan de América. Si el bibliófilo español hubiera sido más
cauteloso, habría pensado dos veces
El padre Román, que jamás vino a la antes de escribir así. Ya en 1892 había
América, al mencionar sus fuentes de publicado Jiménez de la Espada, bajo el
información declara haber tenido entre ocasional título de De las antiguas
manos numerosas relaciones enviadas gentes del Perú, veintisiete capítulos
de Indias a los reyes de España, cartas referentes al Perú, entresacados de la
de Cortés y de los Pizarro, papeles del Apologética Historia Sumaria del padre
obispo de Chiapas: “…sin esto he leído Bartolomé de las Casas, que aún
todas las Historias que andan escritas o permanecía en manuscrito. Un cotejo de
impresas…” En si Catálogo de autores rigor le hubiese revelado al confiado
consultados, son de notar, para las Vindel que el padre Román y Zamora no
cosas peruanas, Calvete de Estrella, hizo otra cosa que saquear la inédita
Pedro Mártir, “relaciones varias de obra de las Casas y transliterarla, por un
Indias” y “Varios conquistadores y engorroso sistema de taraceas y
cronistas, entre ellos los Pizarros, zurcidos que desmejoran el original.
Hernán Cortés, Gómara, Cieza de León,
obispo de Chiapas, Francisco Xerez y No debía escapar, algunos años
Gonzalo Fernández de Oviedo”. después, a la perspicacia de Riva
Agüero algo de la expropiación de los
El padre Román, a los principios, escritos de las Casas por Román. La
promete ser extenso en materias de intuyó de cerca un momento y, sin
religión indígena: “Y pues soy el primero advertirla más, continuó siempre
que trato esta materia, bien será que citando a Román como fuente
me largue un poco”. Más de una vez, a independiente y aún legó a llamarte,
medio andar, repite el tópico. Véase alguna vez, “apreciada autoridad”. 11
esta perla: “…las cosas de los indios
quedarían a los venideros oscuras y En 1928 publicó Philip Ainsworth Means
muy faltas, si yo agora no me alargase, su Biblioteca Andina, primer esfuerzo
porque tengo por cosa dudosa que 11
Riva Agüero pensó alguna vez que, a lo
algún particular tenga en el mundo sumo, Román citaba de cerca a las Casas.
tantos Memoriales como yo de aquella Confundió un poco los límites de la obra de
gente. Y así quiero como el primero Román y los de la Apologética, que solo
alargarme y dar entera luz a los juzgó a través de las indicaciones de
venideros de las cosas más notables Jiménez de la Espada en la edición de De las
que hubo en el mundo en los tiempos Antiguas Gentes del Perú. Se explica, por
antiguos.” eso, que alguna vez Riva Agüero afirme que
cuando Garcilaso se apoya en Román, está
Quizá impresionado por esta usando, a través de este, una relación del
presentación de lujo, el editor Vindel en “padre Molina”. Ocurre que no el agustino
Román, pero si las Casas, se sirvió en
su nuncupatorio a Ricardo Palma y José
muchos trechos de su Apologética de
Toribio Medina, hallaba a la obra parágrafos copiados de la relación del
importantísima, por contener “cosas presunto Molina el “chileno” (y no de la
muy poco sabidas o quizá del todo relación del “padre Molina”, el “cuzqueño”),
ignoradas por la mayoría de los como usó también otros de la relación de
escritores que han ocupado de los ritos, Xerez, si bien es cierto que el dominico las
idolatrías y gobierno de los antiguos Casas lo confunde a menudo y cita como
pobladores del continente americano”. Estete.
Aceptó, pues, de plano las fuentes En posteriores escritos de Riva Agüero,
alegadas por el arbitrio de Román y le como en el clásico texto de 1937,
Civilización Peruana, se utiliza a Román a
adjudicó “garantía” y “veracidad… a
menudo, siempre considerándolo como
fuente independiente.
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serio de estudiar crónicas con rigor, Román, de cuya obra dice llanamente
aunque impregnado, aquí y allá, de que “forma un interesante estudio de
algunas arbitrarias repulsas conjunto”.
antiespañolas. Revisó en ella las obras
de los más conocidos cronistas, El padre Vargas Ugarte, en su útil
precediendo a la crítica con apuntes trabajo sobre fuentes de historia
biográficos de valor. Y, frente a las dos peruana, enjuicia con brevedad la obra
páginas que Means concede a Santa del agustino Román. Dice sumariamente
Cruz Pachacuti, o a las tres exiguas que que “recoge las noticias hasta entonces
le merecen Betanzos, Ávila o Arriaga, publicadas (1575) sobre el gobierno de
sorprende mucho el detenimiento sobre los Incas y empresas de la conquista,
el agustino Román y Zamora, a quien más algunas que sin duda debió recibir
dedica nada menos que once páginas. de sus hermanos de hábito que ya
andaban por estas partes”.
Calificó Measn a las Repúblicas de
Indias como “an etremely informative Pero, en lo que toca a noticias sobre las
work by a man of high inteligence” y empresas de la conquista, nada trae
encumbró al agustino “in the same class Román, si no es un breve juicio sobre la
as Fathers Acosta, Cobo and Ramos”. obra conquistadora, con el que cierra la
Pero, lo que más mueve a asombro es materia. Y, por supuesto, no hay una
que, sin percatarse de que en realidad sola línea que revele conexión la más
tenía entre manos un plagio burdo de la mínima con las averiguaciones de su
Apologética de las Casas, atribuye a la Orden, por ejemplo la valiosísima
presunta obra de Román las virtudes relación de los primeros agustinos sobre
que niega al escrito original! Así, como las idolatrías de Huamachuco.
tratando de cosa por entero diferente,
Como en la conocida cadena de los
dedica un cicatero comentario crítico a
errores, el equívoco suele ir in
la Apologética y llega a decir: “It has a
crescendo. Existe un ubicuo manual de
slight value”, amén de otros extraños
estudios cronísticos, confeccionado por
juicios. Para contera, llevado su
Julián Santisteban Ochoa, que lleva el
obsesiva manía por partir fronteras
título de Los cronistas del Perú,
entre garcilasistas y toledanos, declara
aparecido en el Cuzco en 1946. El libro,
que Román y Zamora “accepted without
en su conjunto, es de precario valor e
question the toledan versión of Incaic
induce de continuo a error. Si bien
history”. Lo cual, en buena romance,
contiene alguna que otra observación
restituciones hechas, equivale a decir
de naturaleza personal, revela más bien
que el padre las Casas “aceptó sin
la fuerte y sostenida consulta de las
discusión la versión toledana de la
obras de Riva Agüero (como ya
historia incaica”, nada menos que
advirtiera el prologuista Carlos Daniel
veinte años antes de llegar Toledo al
Valcárcel), Means y Porras. Muy
Perú. Y esto es mucho despropósito para
abundantes son las confusiones en que
que pueda escribirlo americanista tan
el autor incurre. Pero ahora sólo
docto como Means.
interesa destacar su equívoca y
Con tan mal ejemplo, no es de extrañar contradictoria información sobre los
que en su breve estudio sobre fuentes cronistas las Casas y Román. Sobre el
cronísticas, el profesor Louis Baudin, último, repite una síntesis de lo
que suele ser tan riguroso en adelantado por Means, sin añadir nada y
apreciaciones heurísticos y que ya quitando mucho, por cierto. En lo que
señaló que toda la información del concierne al padre las Casas, el estudio
padre las Casas es “de segunda mano y que le dedica es de liviandad extrema
plagia sin rubor a Cieza de León, para figurar en texto de investigación.
Cristóbal de Molina (i.e. el presunto
Santisteban informa que “se duda si
Molina), Francisco de Jerez”, no cayera
estuvo y residió” en el Perú el dominico
en la cuenta del absoluto plagio de
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modernas, por las premuras del Nada más estéril y risible que reivindicar
esquema y la síntesis, sacrifican el rigor para la ciencia de la historia –que desde
y resuelven, por generales enunciados, sus raíces etimológicas apunta a la
las más intrincadas cuestiones sobre los “investigación de la verdad” – ese
usos y creencias del imperio de los horrible grado de certeza, que
Incas. exasperaba al buen Fontelle. Pero, en el
humilde y familiar terreno de las
Vasta y compleja como lo es la historia crónicas, solo por la fundación de una
incaica, el estudioso de las crónicas jerarquía de los testimonios podrá el
reconocerá siempre la plena fuerza con historiador actual lograr que al
que aleguen jurisdicción los estudiosos antojadizo arbitrio de las “citas” le
de campos afines y complementarios: llegue, sin prisa pero sin pausa, su
arqueología, lingüística, etnología, necesario correctivo: la exactitud. Pues
paleografía, folklore, etc. Solo el la exactitud, como decía Menéndez y
concurso de muchos investigadores Pelayo, es, también, una forma de
podrá rectificar, robustecer o afinar las probidad.
siluetas primordiales que siempre hay
que recordarlo una vez más, arraigarán
en el testimonio de las crónicas.
Por eso, la indagación científica sobre
cada punto de la materia incaica exige
una actitud muy diferente que el
tradicional acopio de los datos en las
fuentes primarias y su mero resumen
estadístico. Tarea perdida es la de
acumulaciones acríticas, como lo es
también la selección ingenua de media
docena de testimonios cuando se quiere
respaldar con ellos alguna tesis
inopinada. Las crónicas, como se ha
mostrado, contiene tan heterogénea y
riquísima substancia que a la más
caprichosa afirmación se le hallaría fácil
apoyo por el sistema candoroso de las
citas aisladas. Es necesario convertir la
trivial lectura de los relatos cronísticos
en pesquisa severa y rigurosa; y solo
por el análisis pertinaz de las fuentes
primarias, cabrá reemplazar aquellos
anacrónicos modos de la elección
arbitraria de las “citas” y de la
acumulación indiscriminada de
testimonios de valor discutible.