COLEGIO NACIONAL DE ECÓLOGOS – COLNADE

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COMUNICADO
COLEGIO NACIONAL DE ECÓLOGOS-COLNADE

Por un Plan de Protección Integral para el Río Cali

Ha llegado el momento de que la ciencia se

ocupe de la tierra. El primer paso es reconstruir
una muestra de lo que teníamos en un
principio.
Aldo Leopold (1934) Universidad de
Wisconsin.

Por medio del presente comunicado y en colaboración con colegas del Valle del
Cauca, desde el Colegio Nacional de Ecólogos - COLNADE expresamos nuestro
apoyo a la petición para decir #SalvemosElRíoCali.

Destacando lo siguiente:

1. A partir de una formación holística e interdisciplinadiria, la ecología como ciencia

debe propiciar la revaloración de la conservación de los ecosistemas y sus servicios,
para que sean incluidos como eje principal en las agendas del desarrollo sostenible
local, regional y nacional. En este sentido será de gran aporte para la resolución de
conflictos socioambientales, por su imparcialidad y su capacidad de generar y
contrastar información objetiva e integradora.

2. A inicios y mediados del siglo XX, la deforestación era la Práctica dominante en el

área de montaña en la jurisdicción de Cali (Suarez, 1985). En las últimas cuatro
décadas se conjugaron distintos elementos que permitieron la recuperación natural
de algunos territorios en las cuencas medias y altas de los Farallones de Cali. Esta
recuperación se hace evidente, al comparar las coberturas vegetales en las
fotografías aéreas históricas (Guerrero y López, 2005; Caicedo y Jiménez, 2015) y en
la novedad que representan los recientes avistamientos de fauna silvestre en el
territorio local (Jiménez, 2019; Caicedo, Jiménez y Jaramillo, 2020; Monteadentro
2020-2021). Por primera vez en varias décadas, los pobladores de los Farallones de
Cali relatan, rastrean y registran en video y fotografía, la presencia de guatines,
zorros, venados, felinos y recientemente el oso de anteojos, filmado por el colectivo
Monteadentro en la cuenca del río Pance.

La presencia de este tipo de mamíferos silvestres, es un indicador de la restauración

natural de los ecosistemas, resultado de un costoso trabajo de la naturaleza, que se
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encuentra soportado en la lenta y compleja recuperación de la vegetación natural

multiestratificada, por medio de la sucesión ecológica1.

En la actualidad, gran parte de las áreas y de los servicios ecosistémicos restaurados

en los Farallones de Cali, vuelven a estar en riesgo por distintas actividades como la
minería de oro, afectando la regulación del agua, el microclima y la erosión, fertilidad
edáfica, CO2, biodiversidad, recreación, salubridad, y espiritualidad del lugar 2.

3. Por su ubicación entre el río Cauca (950 m.s.n.m.) y la cima de los Farallones (4000
m.s.n.m.), Santiago de Cali cuenta con “ríos propios”, ya que el sistema de riachuelos,
quebradas y cauces principales, nacen y desembocan en su jurisdicción. Si bien en
la actualidad, el caudal de los ríos de los Farallones de Cali, no es suficiente para
abastecer a toda la ciudad3, la excelente calidad del agua y la continuidad promedio
de suministro durante el año, puede ser considerado como un servicio ecosistémico
de valor incalculable.

En el área del Parque Natural Nacional Los Farallones de Cali, existe suficiente
evidencia del alto riesgo de contaminación de las aguas del río Cali con derivados de
la minería de oro. Con las aguas del río Cali, se abastece cerca de 700.000
habitantes4, que históricamente reciben un líquido vital de muy buena calidad en su
origen. De esta manera, se configura un grave problema socioambiental y de salud
pública. Autores de investigaciones recientes, relacionadas con la presencia de
mercurio en el rio Cali en sedimentos (Vivas, 2020), en plantas (Barragán, 2018) o en
el agua (Conde, 2018), señalan un riesgo inminente.

El estudio de CVC en 2011 (Memorando 0650-15945-2011), verificó la preocupación

de la comunidad en relación con el alto impacto ambiental y social que puede

1 Desde una perspectiva simplista, la restauración ecológica podría entenderse como lograr el retorno de un ecosistema

dado al estado previo, del cual fue sacado como consecuencia de alguna actividad humana. Pero (…) un ecosistema tiene
propiedades emergentes; es decir, que surgen como resultado de haberse logrado un complejo nivel de integración entre
sus componentes, bióticos y abióticos (Maass, 2003). Esto deja ver que la restauración ecológica no se reduce al mero
hecho de plantar especies vegetales en un sitio, o de reintroducir especies animales espectaculares; por el contrario, es un
proceso de emulación de estadios de sucesión de distintas comunidades biológicas conocidas en un sitio, hasta lograr que
éstas tomen una trayectoria autónoma y viable de establecimiento permanente en el lugar (Sánchez, 2007).
Tomado de: http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones2/libros/467/sanchez.html
2 Es necesario mencionar que, entre las montañas de los Farallones y la comunidad de la zona rural de Cali, ocurrieron

procesos espontáneos de resignificación del entorno ambiental territorial. Procesos que aún no son reconocidos desde las
esferas urbanas, institucionales, académicas, ambientales y patrimoniales. Es urgente la protección de estos procesos de
construcción social del territorio.
3 Plantas de tratamiento de agua potable en Cali: Planta Río Cali: 1,80 m³/s. Planta La Reforma (río Meléndez): 1 m³/s.

Planta Río Cauca: 2,5 m³/s. Planta Puerto Mallarino (río Cauca): 6,6 m³/s.
Tomado de: https://www.cali.gov.co/informatica/publicaciones/106111/infraestructura_de_cali/
4 Esta cifra incluye la población móvil, es decir, no solo el número calculado de suscriptores por parte de EMCALI, sino

que las aguas del río Cali también abastecen el sector comercial, administrativo, turístico, culinario del centro y oeste de la
ciudad.
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generar la presencia de minería de oro y el uso de cianuro y mercurio en el Parque

Natural Nacional Farallones y en la cuenca abastecedora de agua para la ciudad: Los
resultados evidencian actividad minera aurífera reciente, por la presencia de cianuro
en el agua, el cual en tiempos cortos pasa al aire y solo si el vertimiento es reciente
se detecta en el agua. Las concentraciones de mercurio en agua y sedimentos,
exceden los valores límites establecidos por la normatividad nacional e internacional
respectivamente para las dos matrices (Sandoval, Directora Técnica Ambiental
CVC)5.

Según la ONU, Colombia ocupa el primer puesto mundial en contaminación per

cápita por mercurio. Esta circunstancia es más que un llamado de alerta para que los
entes responsables, desplieguen acciones contundentes e integrales ante la
complejidad y los altos riesgos que involucra el problema. En la literatura científica,
se encuentran plenamente identificados los efectos del mercurio y el cianuro en la
salud humana, así como los altos e irreparables impactos de la minería del oro en los
ecosistemas (Escobar, 2013).

5 Es conocido que la entidad desmintió posteriormente el informe, acusando un error en el procedimiento. No obstante, los
resultados coinciden con estudios posteriores y con los hechos identificados por la comunidad y reconocidos por entidades
como Parques Nacionales, CVC, DAGMA, Secretaría de Salud, entre otras: Frente a esta problemática la Corporación
Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, realizó monitoreos encontrando presencia de mercurio y cianuro. Estos
monitoreos fueron realizados en los años 2012 y 2013 en el sector Las Minas del Socorro o alto del Buey. Luego se prosiguió
realizando monitoreos a lo largo de la cuenca del Río Cali y en la Bocatoma del Acueducto San Antonio, y se encontró
presencia de mercurio que superaron los límites permitidos. A este respecto EMCALI en el año 2014 realizó monitoreos al
agua cruda que se usa para los procesos de potabilización, y encontró presencia de metales pesados, pero en niveles que
no excedieron la norma (Personería Municipal Santiago de Cali, 2015. En Conde 2018). La CVC en el monitoreo ordenado
por la Personería en 2014, encontró graves daños ambientales, como 136 hectáreas de páramo y 116 hectáreas de bosque
alto andino afectadas por la minería ilegal, la remoción de suelos para construir campamentos, destruyó la capa vegetal,
existió vertimiento de aguas residuales a las fuentes hídricas, hubo presencia de erosión y deforestación, además de todo
esto se encontraron 63 socavones, 13 campamentos en el área protegida del PNN Farallones (El País, 15 de octubre, 2014).
Entre el 25 y 30 de abril del 2015, PNN junto con la Policía Nacional y el Batallón de Alta Montaña No. 3 recorrieron la
zona. Llegando a la conclusión de que la afectación por parte de la minería ilegal aumentó en un 152%, las hectáreas
afectadas, los socavones encontrados, campamentos, zonas de trabajo minero, se habían incrementado con respecto al año
2014. Sin embargo, lo más sorprendente fue el cambio de cauce que sufrió la quebrada del Socorro, la cual es una micro
cuenca que es afluente del río Cali, según Juan Iván Sánchez, se construyó un túnel artesanal de más de 30 metros de largo,
el cual permitió que 800 litros por segundo de la quebrada el Socorro cayera a la cuenca del río Anchicaya (El País, 17 de
marzo, 2015). Solo hasta el 13 de octubre del 2016 se logró recuperar la quebrada La Mina haciendo que corra en dirección
a Cali, esto se logró gracias a una detonación realizada tras varios operativos por parte del Ejército, con ayuda de la
Alcaldía y Emcali (El País, 15 de octubre, 2015 En Conde, 2018). Julia Miranda, directora general de Parques Nacionales
Naturales de Colombia, PNNC, en su visita a Cali la semana pasada para tratar las distintas problemáticas del Parque
Nacional Natural Los Farallones (PNNF), admitió que “los datos por contaminación de mercurio de Los Farallones,
superan los de todo el país, más que Medellín y Bogotá. Una parte por billón de mercurio ya es inadmisible (…) La
funcionaria añadió que así lo concluye la ‘Investigación científica y sociológica respecto a los impactos de la actividad
minera en los ecosistemas del territorio colombiano,’ cuyo informe final recibió hace solo un mes (…) Claudia María
Buitrago, directora del Dagma, admitió que “hay mercurio arriba (en Farallones), y la causa es clarísima, es la minería
ilegal” (Mera, 2018 en El País 3 septiembre, 2018). El ex secretario de Salud Harold Suárez (2015 ¿?), socializó los
resultados de las mediciones hechas al río Cali en donde se encontró presencia de cianuro y mercurio (Conde, 2018)
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A pesar de no superar los valores permitidos en la normatividad nacional, los niveles

de mercurio hallados por Vivas (2020) en la cuenca alta del río Cali (nivel 1 = 170
μg/kg / nivel 2 = 490 μg/kg) superan los valores permitidos por la normatividad
brasileña para la conservación de la biota en los sedimentos del medio acuático de
aguas dulces (Conama, 2004), la normatividad canadiense (ECMDDEPQ, 2007), la
normatividad de Australia (ANZECC, 2000) y la normatividad de USA (EPA, 2006).
Según Vivas (2019), . los datos históricos han mostrado que estas altas
concentraciones se han mantenido en el transcurso de los años y han tenido
fluctuaciones en las distintas temporadas de muestreo. El mercurio soluble y
biodisponible proporciona información útil sobre la movilidad y disponibilidad del
mercurio en los sedimentos. Aunque el mercurio soluble contabiliza concentraciones
por debajo de las normativas internacionales, las concentraciones de mercurio
biodisponible en algunos puntos sobrepasan las normativas internacionales,
proporcionando un alto riesgo porque fácilmente podrían entrar en las plantas, el
sistema acuático y acumularse en los organismos, así como estar disponible para la
metilación.

Recientes testimonios de pobladores de los corregimientos: Felidia, Leonera,

Pichindé y Andes, son claros en indicar un nuevo “auge” o incremento de la minería
de oro, en la parte alta de la cuenca del río Cali.

4. Por todo lo anterior, se invoca El Principio de Precaución y el cumplimiento de las

normas y sentencias relacionadas con (1) la minería en Áreas Protegidas RUNAP y
(2) la contaminación de las aguas para abastecimiento humano.

Según Gustavo de Roux, reconocido experto en temas ambientales en Cali, existen

3 elementos esenciales para la protección y el aprovechamiento del Parque Natural
los Farallones: (1) el ministerio debe contratar a la comunidad micro local para el
trabajo en conservación, (2) remunerar el no uso del suelo, (3) ser creativos en el
diseño de proyectos donde el ecosistema nativo (bosque y ríos) y la vocación del
territorio, se aprovechen de manera sostenible (en Escobar, 2013).

Es necesario que se tomen todas las medidas y se inviertan los recursos necesarios,
desde el gobierno local, regional y nacional, para suspender en su totalidad, la
minería en el área de las cuencas de los Farallones que abastecen de agua a sus
habitantes. Esto requiere de esfuerzos y compromisos intersectoriales e
interinstitucionales de corto, mediano y largo aliento. La autoridad ambiental debe
articular y garantizar esta tarea de manera inmediata y permanente.

Invitamos al Alcalde de Cali, la Gobernadora del Valle y el Ministro de Ambiente a

tomar las medidas pertinentes, ya que en el contexto actual, se pueden llegar a
causar daños irreparables y altamente costosos.
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Apostamos por el cuidado de la vida y la casa común, y defendemos las luchas que
se libran desde cada rincón del territorio nacional.

Atentamente,

Andrés José Vivas Segura

Presidente
Colegio Nacional de Ecólogos - COLNADE