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Maquinaria de degradación ósea de osteoclastos: un objetivo de VIH-1 que contribuye

a la pérdida ósea

Significado.
Este estudio demuestra que el virus del VIH-1 afecta a los osteoclastos, célula que se
encuentra en el tejido óseo cuya función es de resorción ósea. La maquinaria de resorción
ósea y reclutamiento de OC se ve mejorada por el virus, por lo tanto, contribuye a una
pérdida ósea mayor y afecta el proceso de remodelación ósea. Se identificó la proteína nef,
proteína accesoria del VIH-1, como el factor clave de estos efectos.
Resumen
Este trabajo de investigación realizo experimentos con ratas humanizadas e infectadas con
el virus VIH. El propósito de este trabajo era encontrar la relación que tiene el virus VIH
con las células óseas (OC), lo cual generaba perdida ósea en los infectados.
Los resultados muestran que el mecanismo de resorción ósea es mayor debido a que el
virus fomenta una mayor cantidad de precursores de OC y por consiguiente genera una
resorción ósea más profunda y prolongada. La estructura del SZ del OC se vio agrandada lo
cual aumento las capacidades de adhesión, degradación ósea del OC y la actividad de la
quinasa src. La expresión de Nef aumento el tamaño de los podosomas lo que resulto en
una resorción ósea mayor, esto indica que la expresión de Nef es suficiente para aumentar
la actividad osteolítica del OC.

Resultados
Los OC infectados se encuentran en los huesos de los ratones humanizados infectados
por VIH-1 y en los explantes sinoviales humanos expuestos al VIH-1.
Se utilizaron ratones humanizados portadores de VIH-1 por 14-21 días para examinar el
cartílago de crecimiento del fémur y tibia, zona enriquecida con osteoclastos. Se identifico
uno o dos OC positivos para la proteína viral p24 que se utiliza como un indicador de
infección. Por otro lado, se evaluó si los OC se podían infectar en tejido humano utilizando
como prueba explante de membrana sinovial. Se incubo el tejido sinovial con la cepa ADA
trópica R5 de macrófagos VIH-1. Quince días después, los OC presentaron múltiples
núcleos, TRAP- y catepsina K-positividad por IHC. El 10% de los OC resulto ser positivo
para el p24. En conclusión, los OC son infectados por el VIH en ratas humanizadas in vivo
y en tejido humano ex vivo.
Los OC humanos son permisivos para la infección por VIH-1 por virus libres de
células en diferentes etapas de diferenciación.
Los OC humanos se infectan preferentemente por transmisión desde células T
infectadas.
Se examino si los OC se podían infectar al estar en contacto con linfocitos T CD4
infectados, primero utilizando células T Jurkat. Luego de 6 horas, las células T Jurkat
fueron eliminadas y los OC fueron cosechados inmediatamente y otros OC se analizaron en
ese momento. Resulto que las 6 horas fueron suficientes para el traspaso de virus de las
células T a los OC, se traspaso alrededor del 15% de p24. Los OC cosechados presentaron
una infección productiva y, por lo tanto, una cantidad notable de p24.
La infección por VIH-1 mejora la migración de precursores OC y la actividad de
resorción ósea OC.
La pérdida ósea severa se relaciono con el aumento de cantidad y de tamaño de OC. Esto
quiere decir que existe un reclutamiento mejorado de precursores de OC o una
diferenciación de OC estimulada. Los precursores OC infectados se sembraron en Matrigel
y la migración se midió 48 más tarde. El porcentaje de células migratorias y la distancia
recorrida por las células aumentaron significativamente con la infección por VIH-1. Luego,
para probar si el virus afecta la diferenciación de OC, se analizó los cambios en el grado de
fusión de OC y actividad de resorción ósea. Los análisis mostraron una mejora significativa
de la fusión celular (más cantidad de OC infectados frente a los no infectados) y una mayor
área total de resorción ósea (fosas más profundas y menos alargadas). La actividad
osteolítica está mediada por la disolución ácida de los minerales y la digestión enzimática
de los componentes orgánicos, La infección por VIH-1 mejoró estas dos actividades. El
desprendimiento del OC se vio afectado, los OC fueron más resistentes al desprendimiento
lo que debería contribuir a la mayor degradación del tejido óseo. Aunque, no se observó
variación en la expresión y actividad de la proteína con respecto a la catepsina K secretada
y MMP9.
La infección por VIH-1 altera la arquitectura de la SZ y activa la quinasa Src.
el SZ se ha relacionado con las capacidades de adhesión y degradación ósea del OC. El
tamaño del SZ en las células infectadas aumento, además, el núcleo de podosomas de la F-
actina, el elemento basal de la SZ, fue mayor.
la actividad de la familia de la quinasa Src se mejoró.
El factor viral Nef está involucrado en los efectos inducidos por el VIH-1 sobre el CO
tanto in vitro como in vivo.
viral Nef porque se sabe, entre otras funciones, modular la organización de la actina F y
estimular tanto la actividad de la quinasa de Src como la fusión celular.
En OC maduro, la fosforilación de la quinasa Src, la actividad de resorción ósea, el
porcentaje de células con SZ, el índice de fusión y el área de SZ se redujeron en δnef OC
infectado con VIH-1 en comparación con las células infectadas con el virus wt.
La expresión de Nef aumenta el tamaño de los podosomas individuales. cuando las células
transfectadas se colocaron en placas sobre vidrio, observamos una fracción de Nef-GFP
localizada en el SZ en los huesos y que los podosomas ocupaban un área más grande. se
mejoró la resorción ósea y el ancho de la tinción de F-actina en la SZ, lo que indica que la
expresión de Nef es suficiente para aumentar la actividad osteolítica de OC.

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