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SEMANA 26
TEMA: TIPOLOGÍA TEXTUAL SEGÚN DECO: TEXTOS FILOSÓFICOS II
TEXTO 1
Las ciencias empíricas son sistemas de teorías; y la lógica del conocimiento científico, por tanto, puede
describirse como una teoría de teorías. Las teorías científicas son enunciados universales; son, como todas
las representaciones, sistemas de signos o símbolos. Por ello, no creo que sirve de gran cosa expresar la
diferencia entre teorías universales y enunciados singulares diciendo que estos últimos son «concretos»
mientras que las teorías son meramente fórmulas simbólicas o esquemas simbólicos: pues exactamente
lo mismo puede decirse hasta de los enunciados más «concretos». Las teorías son redes que lanzamos
para apresar aquello que llamamos «el mundo»: para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos
de que la malla sea cada vez más fina.
POPPER, Karl (1934). Lógica de la investigación científica. Madrid: Tecnos.
2. Popper, al decir que «[…] tratamos de que la malla sea cada vez más fina», se refiere a que
A) las apreciaciones subjetivas deben ser superadas por las intuiciones.
B) nuestra comprensión del mundo se perfecciona de forma progresiva.
C) el efecto de la racionalidad científica es, muchas veces, imperceptible.
D) la ciencia carece de sentido para las mentes torpes y carentes de nivel.
4. Es incompatible con el texto afirmar que las teorías científicas se caracterizan por su singularidad,
porque
A) solo es posible razonar acerca de lo que el hombre puede observar de forma directa para, de esa
forma, alcanzar un grado de certeza aceptable.
B) la lógica del conocimiento científico se sustenta en hechos concretos que el científico debe razonar,
observar, analizar y explicar de manera detallada.
C) al servir para analizar y comprender el mundo, estas deben poseer un mayor grado de abstracción,
de manera que su rasgo medular es la universalidad.
D) entre los enunciados particulares y universales existe una imprecisión conceptual que, para el
autor del texto, al parecer, es irresoluble por su complejidad.
TEXTO 2
En resumidas cuentas, el actual novelista escribe la historia del corazón, del alma y de la inteligencia en
estado normal. Para producir el estado que persigue, es decir, la emoción de la simple realidad, y para
hacer resaltar la enseñanza artística que pretende descubrir, o sea la revelación de lo que es
verdaderamente a sus ojos el hombre contemporáneo, deberá emplear tan solo hechos de una verdad
irrecusable y constante. Sin embargo, al situarnos en el mismo punto de vista de esos artistas, debemos
discutir e impugnar su teoría, que parece poder resumirse con estas palabras: «Nada más que la verdad y
toda la verdad». Siendo su propósito hacer resaltar la filosofía de ciertos hechos constantes y corrientes,
deberán modificar con frecuencia los acontecimientos en provecho de la verosimilitud y en menoscabo
de la verdad, ya que lo verdadero puede, a veces, no ser verosímil.
El realista, si es un artista, no intentará mostrarnos la fotografía trivial de la vida, sino proporcionarnos
una visión más completa, más sorprendente y más cabal que la de la misma realidad. Contarlo todo
resultaría imposible, ya que en ese caso sería menester, por lo menos, un volumen por día a fin de
enumerar la multitud de incidentes insignificantes que llenan nuestra existencia. Se impone, por tanto,
una selección, lo cual significa ya una primera vulneración de la teoría de toda la verdad. Además, la vida
está compuesta por cosas totalmente diferentes, las más imprevistas, las más contrarias, las más
contrapuestas; es brutal, sin sucesión, sin encadenamiento, repleta de catástrofes inexplicables, ilógicas
y contradictorias, que deben clasificarse en el capítulo de los «sucesos corrientes». He aquí por qué el
artista, una vez elegido el tema, tomará tan solo, de esta vida repleta de contingencias y casualidades, los
detalles característicos útiles a su argumento, y rechazará todo lo demás, todo cuanto quede al margen
de él.
La vida, también, deja todo en el mismo plano, precipita los acontecimientos y los prolonga
indefinidamente. El arte, en cambio, consiste en usar precauciones y preparaciones, en disponer
transiciones sabias y disimuladas, en poner tan solo en evidencia mediante la habilidad de la composición
el grado de relieve que convenga, según su importancia, en provocar la profunda sensación de la verdad
especial que se pretende demostrar. Escribir con verdad consiste, pues, en dar la completa ilusión de lo
verdadero, siguiendo la lógica ordinaria de los hechos, y no en transcribirlos servilmente en el desorden
de su sucesión. Deduzco de ello que los realistas de talento deberían llamarse, con más propiedad,
ilusionistas.
DE MAUPASSANT, Guy. (2010 [1888]). Prólogo. La novela. Pierre y Jean. Madrid: Veintisiete Letras, 13-14.
9. Desde la perspectiva del autor, es incompatible sostener que el realismo se reduce al deseo de captar
la realidad cotidiana de los ambientes populares o pequeños burgueses, y reproducirla directamente
para que produzca una impresión de vivido, debido a que
A) es imposible hablar de reproducción directa de la realidad en términos artísticos.
B) el escritor realista solo emplea hechos de una verdad irrecusable y permanente.
C) la novelística de la época se concentró en los estados normales de la cognición.
D) el imperativo estético de «toda la verdad» es pertinente en la narrativa moderna.
10. Si los escritores realistas tradicionales no pretendieran generar en el lector la emoción de la simple
realidad, para estos autores,
A) renovar la noción de verosimilitud en la novela sería su principal finalidad.
B) preocuparse por consignar sucesos veraces dejaría de ser un imperativo.
C) el valor de la narrativa se sustentaría en su aptitud para engañar al lector.
D) mostrar una representación fiel de la vida cotidiana sería muy importante.
TEXTO 3
Sobre el origen de la moral hay, básicamente, dos corrientes de pensamiento: una considera que la
moralidad es una innovación cultural propia de la especie humana y rechaza que las tendencias morales
dimanen de la naturaleza humana.
«Las tendencias morales son una elección, pero en el fondo no somos verdaderamente morales», sostiene
Frans de Wall. Es la teoría de la capa de Waal, originada en las ideas de Henry Thomas Huxley: «La
moralidad es un revestimiento cultural, una fina capa que oculta una naturaleza egoísta y brutal».
La otra corriente, a contrario sensu, sostiene que la moralidad es el resultado de la prolongación directa
de los instintos sociales que son comunes a otros animales. No es una decisión personal nacida en un
momento histórico concreto, sino el resultado de la evolución social. El sustento de esta concepción es la
teoría de la evolución de Darwin. Esa moralidad se hace evidente hasta en los animales que cooperan
entre sí, muestran lealtad y se ayudan. Esta conducta se observa con mayor razón en los seres humanos
al mostrar sentido de la justicia, tolerancia, empatía…
Una perspectiva actual del origen de la moral concibe …nuestra psicología moral- como un instinto- es
una capacidad producto de la evolución, que posee toda mente humana y que de manera inconsciente y
automática genera juicios sobre lo que está bien y lo que está mal. Esto permite entender mejor por qué
algunos de nuestros comportamientos y decisiones se considerarán siempre injustos, permisibles o
punibles, y por qué algunas situaciones nos conducirán a pecar a los ojos de una sensibilidad impuesta
por la ley, la religión y la educación. (HAUSER, Marc. La mente moral).
Lo anterior permite evidenciar la tesis: existe una gramática moral con la cual nacemos y el medio
ambiente influye, pero no hace nada sin la base innata. Los juicios morales no proceden de la religión, la
familia, el Estado u otras instituciones, sino que es un instrumento milenario de supervivencia heredado
que ha permitido que la sociedad progrese. Si bien, por ejemplo, en las religiones y, en general, en las
diferentes culturas existen notables diferencias, todas tienen como común denominador unos principios
comunes a todos los humanos que son transversales a sus juicios morales.
Tomado de Revista Colombiana de Bioética. ¿La moral: innata o adquirida? Nelson Molina Ramírez
15. Si los juicios morales procedieran de la religión o de una institución cualquiera, entonces
A) sería irrelevante considerar injusto o punible un comportamiento o decisión.
B) el comportamiento humano no se podría modelar a través de la moralidad.
C) resultaría innegable que la moral humana sea un producto de la evolución.
D) defender la existencia de principios universales en la humanidad sería inviable.
TEXTO 4
Si hay un problema sobre el que es difícil hablar en el Perú de hoy, este es el racismo. Traerlo a colación
es visto como una manifestación de mal gusto porque transgrede las normas sociales de convivencia que
todos debiéramos respetar. En el Perú de los noventa, el racismo era un tema tabú, incluso, a pesar de
múltiples evidencias que demostraban que su vigencia era cotidiana, su existencia se discutía, y si se
aceptaba que existía, era de lejitos, porque se trata de un tema que toca fibras muy sensibles y cuando lo
tocamos, solemos movernos entre el temor de herir o ser heridos, de modo tal que tanto los pedestres,
como los intelectuales, ofrecen resistencias al momento de tratar el tema. Por ejemplo, en una
publicación, que recoge los testimonios de un concurso donde se invita a los participantes a hablar de sus
experiencias sobre el racismo, el grueso de las historias presentadas está expresado en tercera persona
(«A una persona que yo conozco…»).
Hablar de racismo, entonces, moviliza sentimientos negativos que van desde la incomodidad y las
actitudes evasivas, hasta la agresión abierta; pero no siempre fue así: en el siglo XIX y en el primer tercio
del XX, el racismo gozaba de carta de ciudadanía.
Mientras que autores como Alejandro O. Deustua, podían descalificar al indio argumentando
«científicamente» su inferioridad biológica innata, otros sostenían que para que el país saliera adelante,
se debería matar a todos los indios y volver a oprimir a los negros. Esto último aún tiene eco en la sociedad,
por ejemplo, todavía es posible encontrar grabadas en las carpetas de algunas universidades particulares
limeñas la consigna «¡Haga patria, mate a un cholo!» o las sutiles expresiones cotidianas «¡He trabajado
como negro!», «¡Hablas como negro!» y el triste comentario aspirante a broma y carente de empatía
repetido una y otra vez en las escuelas: «los negros dejan de pensar después de las doce».
La novedad de tales preceptos es que son expresados desde el anonimato, lo que da pie a tejer la triste
ilusión de que no existe racismo en el Perú actual gracias a la consolidación de la democracia en el país,
dicha ilusión no ha hecho sino acrecentar el problema, ya que ha llevado a las personas a vivir de espaldas
a la realidad, como a algunos intelectuales que se resisten a que se hable de racismo, aludiendo a que
hacerlo es fomentar una guerra racial. Por el contrario, la mejor manera de evitar una tragedia es afrontar
los problemas que podrían desencadenarla; es decir, con el tratamiento del racismo se puede encontrar
su solución. Al respecto, cabe reconocer que el enfoque economicista, con su explotación clasista, fue
insuficiente para formular soluciones al problema del racismo que aún vivimos, lo que nos debe llevar a
explorar otras dimensiones de la realidad, como la cultura, las ideologías, las mentalidades, desde un
enfoque historicista, que nos permita ver el racismo desde la particularidad de nuestro proceso histórico,
apreciándolo como una ideología.
Texto editado de Nelson Manrique, publicado en La piel y la pluma. Escritos sobre literatura, etnicidad y racismo, por Sur
Casa de Estudios del Socialismo y Centro de Informe y Desarrollo Integral de Autogestión – CIDIAG. Imagen extraída
de http://toda-mafalda.blogspot.pe/2010/11/tiras-de-susanita.html.
18. De acuerdo con el desarrollo textual y la imagen, podemos deducir que Susanita
A) soslayó la animadversión de Mafalda.
B) optó por refrendar su actitud intolerante.
C) considera que el racismo es reprochable.
D) priorizó su aseo personal sobre el juego.
19. De las expresiones raciales que tienen lugar en la ciudad de Lima en el siglo XX, es incompatible
sostener que
A) resultan peligrosas por el mensaje intolerante que expresan.
B) manifiestan la discriminación imperante disfrazada de sutilezas.
C) forman parte de la socialización de los menores en las escuelas.
D) fomenta el espejismo de que somos una sociedad exenta de racismo.
20. Si para el 2021, año de la celebración del Bicentenario, el Perú llegara a ser un país libre de racismo,
es posible que
A) se deba al hecho de un sentimiento xenofóbico en contra de los venezolanos.
B) el enfoque economicista haya brindado medidas apropiadas para combatirlas.
C) debido a esto, el gobierno de PPK podría ser considerado el mejor de la historia.
D) la solución se haya logrado gracias al hecho de abordarlo como una ideología.
TEXTO 5
Actualmente, abundan las definiciones que intentan delimitar el término metacognición, dada la
complejidad y multidimensionalidad de dicho constructo en el ámbito de la Psicología Cognitiva, si bien
la mayoría de ellas coinciden en señalar sus dos componentes fundamentales: el conocimiento de la
propia cognición (saber qué) y la regulación (saber cómo) de los propios procesos de pensamiento y
conocimiento (memoria, percepción, atención, comprensión, etc.). Planteada en estos términos,
comúnmente se identifican dos amplias formas de metacognición: la relativa al conocimiento declarativo
y explícito sobre el propio sistema cognitivo (conocimiento metacognitivo) y la referida al control,
dirección o regulación activa de sus procesos (control metacognitivo). Sin duda, ambos planos son
complementarios e inseparables, por lo que, aunque en principio cabría pensar que el conocimiento es
una condición necesaria para que se produzca la regulación de la actividad mental, sin embargo, no sería
condición suficiente. Por ejemplo, para elaborar un buen escrito, no es suficiente con que el escritor
plasme en una serie de signos gráficos, las ideas o los conocimientos que tiene en mente, sino que,
además, debe ser consciente de que debe elaborar sucesivos borradores que, revisados y corregidos, le
permitirán expresar finalmente lo que desea para que sea comprendido por la audiencia a la que va
dirigida. De acuerdo con lo precedente, podemos diferenciar la vertiente del contenido —conocimiento—
, de la funcional —control de la propia actividad cognitiva—; es decir, podemos diferenciar el producto —
un contenido de nuestro fondo de conocimientos, cuyo objeto es el propio sistema cognitivo—, del
proceso —operaciones estratégicas aplicadas durante la realización de la tarea—, como se representa en
la Figura 2.6.
23. Resulta incompatible con el gráfico y el texto señalar que el control metacognitivo
A) implica operaciones estratégicas aplicadas durante una tarea.
B) se aplica antes, durante y después de una actividad de lectura.
C) es equivalente al saber cómo descrito por los autores del texto.
D) se relaciona con la regulación pasiva de los procesos cognitivos.
24. Se colige del texto que una persona que decide releer un fragmento de un texto para comprenderlo
mejor
A) carece de conocimiento metacognitivo.
B) evidencia un procedimiento metacognitivo.
C) seguramente tiene dotes de escritor.
D) nunca acertará en pruebas de aptitud.