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Parejas

Índice
Parejas ...........................................................................................................................................3
Condiciones para que haya orden en la pareja ............................................................................3
Mujeres y hombres .....................................................................................................................4
Principios arcaicos .......................................................................................................................5
Reflexiones sobre la pareja más allá de Hellinger ..........................................................................9
El hijo ........................................................................................................................................... 11

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Parejas

Según los Órdenes del Amor de Bert Hellinger, el amor no es suficiente para armar
una pareja. Amor y Orden deben complementarse.
El impulso más intenso en el hombre y en el animal es la conservación de la especie y
del individuo mismo. En torno a este tema se fueron formando diversos órdenes
culturales que garantizaran la continuidad. Es posible llegar a lo profundo de estos
órdenes a través del método de las Constelaciones Familiares.

Condiciones para que haya orden en una pareja

- Equilibrio entre el dar y el recibir


Al dar algo bueno al otro, la relación se descompensa. Quien recibe siente la
necesidad de compensación que se manifiesta como tensión y que se desvanece al
devolver. Si da más de lo que recibió, el intercambio se enriquece al generar una
nueva necesidad de compensación.
Es similar a una transacción comercial que, por último también implica energía. A
mayor inversión, mayor ganancia. “Ganancia en términos de felicidad”, dice Hellinger.
Por lo tanto, a mayor volumen de transacciones entre dar y tomar, mayor felicidad.
Quien desea libertad debe dar y tomar poco. Quien quiere enriquecerse en la
transacción deberá dar y tomar mucho.

¿Cómo debería ser el dar?

- Sabiendo que el otro esté dispuesto a tomar y sea capaz de devolver.


- Sabiendo que si da más, asfixia al compañero y el desequilibrio es cada vez mayor.

Cuando una pareja se rompe, generalmente quien recibe más es aquél que se va
enojando. Al saber que jamás podría devolver lo que recibió, se va por que no soporta
la tensión de la descompensación.

- Compensar lo negativo
El culpable deberá ofrecer un sacrificio o una satisfacción al otro, equivalente al daño
cometido. Esto ayuda a una relación de pareja. Es grave, en cambio, cuando en una
relación un miembro hace un daño al otro y éste se cree demasiado bueno para exigir
compensación. Así ni se logra subsanar el error, ni se soluciona la necesidad de
compensación. Perdonando al culpable, el dañado se coloca por encima de él.

Hombre y Mujer en la relación de pareja


Las energías masculinas y femeninas se encuentran en el hombre y la mujer.
Si la relación entre una mujer y su madre o entre un hombre y su padre está
perturbada, la relación de pareja se verá dificultada. Efectivamente, la causa más
común de los problemas de pareja reside en la relación del miembro de la pareja con
su progenitor del mismo sexo

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Dinámicas habituales observadas son:
- la identificación de un miembro de la pareja con la mujer o marido anterior del
progenitor
- doble transferencia

¿Quiénes constituyen parejas?

- Cónyuges
- Prometidos
- Relaciones importantes aún sin relación sexual. Ejemplo: el primero novio/a.
- El hombre o mujer con quien se haya engendrado o recibido un hijo aunque no
haya mediado amor o haya sido ocasional. Tener relaciones sexuales genera
un vínculo más allá de si las personas desean o no vincularse.

Dice Hellinger,
“La sexualidad hace que la vida vaya hacia delante sin importar que obstáculo
aparezca en el camino. En este sentido, la sexualidad es más grande que el amor.
Ella será naturalmente aún mayor cuando se hace con amor”
Para que una relación de pareja prospere, cada integrante debe abandonar su familia,
principios, creencias, etc. Una pareja no es responsable de la carga o peso que
arrastra de su familia de origen.
Te honro a ti y a tu carga que es sólo tuya
Yo soy tu pareja.
Es nocivo para la pareja si uno de sus miembros piensa que su familia es mejor o
superior a la de su cónyuge.

El enredo sistémico no desconoce la asunción de la


responsabilidad por los propios actos.

Mujeres y hombres
Mujeres y hombres son diferentes y por ello siempre se sentirán un poco extraños.
Fascinación por complementarse, miedo de no conocerse.
Ejemplos de parejas.
Cuando en un pareja por ej. Uno es agresivo y el otro es más pacífico y tolerante.
En el trasfondo puede mostrarse una dinámica diferente (el que estalla en ira siempre
es el más débil)
A veces la escala de agresión se produce en ambas partes.
Estas pertenecen a dinámicas familiares y a la disposición personal.
En muchas mujeres dormita una extrema violencia contra los hombre aunque puede
no se consientes.
En lo superficial puede verse su desprecio y poco respeto.

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Puede tener que ver con una doble transferencia (lo que mi madre no expreso frente a
mi padre, lo expreso yo ante mi marido), con un patrón familia que se repite (mi
abuela, mi madre y yo)
Puede tener que ver con un odio o resentimiento transgeneracional:
Las mujeres eran duramente reprimidas, por el dolor y violencia vividos durante la
guerra, alguna mujer fue violada por ej. Entonces sus descendientes mujeres, toman
hombres a los que humillan, faltan el respeto, etc. Puede ser por supuesto a la
inversa.
A veces la mujer aunque vive la violencia no es conciente de ella.
No todas las agresiones en la pareja tienen como meta la destrucción y humillación
del otro.
A la mujer le gusta o tiene necesidad de ver la ira del hombre: como fuerza, no como
violencia. Se trata de una ira sin violencia.
La violencia es una manifestación y expresión de desborde sin conciencia del acto.
Generalmente los hombres manifiestan más la ira que las mujeres.
En las agresiones entre hombres se esconde el ritual de medir las fuerzas. Desde la
conciencia colectiva arcaica. La medición de la fuerza entre hombres y mujeres
encuentra su significado en el CORTEJO.
Solo si el hombre es más fuerte puede ser pareja y así dar SEGURIDAD y protección
y así una mujer se le ENTREGA.
Si hay una medición de fuerzas que exige esfuerzo, surge el respeto.
Tanto al hombre como a la mujer les gusta que se les exijan. Si la mujer exige el
hombre, éste la respetará y surgirá el vínculo.
Si se logra el vínculo no hay vencedores ni vencidos.
Dice Hellinger: La mujer sigue al hombre y el hombre sirve a lo femenino.

Principios arcaicos
El primero en el orden es responsable de la seguridad.
En general se ve que cuando esto es así, en una constelación produce alivio. A veces, en algunas
constelaciones, es al revés, primero va la mujer.
Estos antiguos programas de supervivencia siguen actuando como principios.

El vínculo con la primera relación


Es necesario discriminar vínculo de amor. El vínculo con la primera relación es el más
fuerte y va perdiendo fuerza con cada separación.
Hellinger afirma,
“La segunda relación no tiene la profundidad de la primera. No puede ni necesita
tenerla. Esto no significa que sea menos feliz o menos amorosa.
Incluso es posible que la segunda relación sea más profunda e importante.
Simplemente, deja de ser un vínculo en el sentido original propio de la primera
relación”
También dice,
“el hombre y la mujer perfectos son difíciles de encontrar. El hombre y la mujer
buenos son suficientes”.

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Algunas personas se apegan tanto a la otra como un hijo a sus padres y se sienten
desvalidos si el otro no está. En tales cases conviene rastrear a quién se le reclama
devoción ¿a la madre o al padre?
Tú eres mi madre
Tú mi mujer
Tu padre está detrás de ti
Yo sólo soy tu marido.
Cuando un integrante de la pareja le dice al otro “si me abandonas, me muero” ¿a
quién se lo está diciendo verdaderamente? Son todos ejemplos de relaciones no
adultas.

Matrimonio
La relación de pareja conduce hacia el vínculo y éste lleva a la unión duradera: el
matrimonio.
Si uno desea el matrimonio y el otro no, esto es vivido como una enfermedad que
lleva al fracaso de la relación.

Parejas que concluyen


Frases sanadoras
“Yo acepto mi parte de responsabilidad en el fracaso de nuestra pareja y te cedo tu
parte en este fracaso”
Cuando hay mucho enojo por parte de uno de los miembros en referencia al otro, la
frase es: “¿Qué te habré hecho para estar tan enojado/a contigo?
A veces puede ser que se trate de un enojo sistémico. En tal caso, verificar si se trata
de una doble transferencia.
Lo que no está resuelto entre los padres se refleja en los hijos. Sin embargo, los hijos
tienen un vínculo indisoluble entre padre y madre.
“A través de nuestro hijo te sigo amando, respetando. Permanecemos vinculados”
Cuando un progenitor quiere tomar a un hijo de ambos como aliado contra el otro
padre está abusando del hijo para lograr sus objetivos.
Un hijo se enfrenta a un dilema irresoluble si debe optar por la madre o por el padre.
Un hijo es siempre fiel a ambos.
“Tú eres sólo el hijo, él tu padre, ella tu madre. No tienes que optar por ninguno. Tú
eres de los dos”
Hijo: “Lo que pasó o pase entre ustedes es asunto de ustedes. Yo soy de los dos”
Es importante que luego de un fracaso conyugal el hijo pueda seguir en contacto con
ambos padres sin verse inmiscuido en conflictos o separaciones.
Los hijos unen para toda la vida y aún después. El hijo es fruto de un amor compartido
en un momento y más allá de las circunstancias posteriores. Esto es fáctico y es así.
Quien como hombre no respeta a su mujer o a las mujeres tampoco respetará a la
hija. Quien como mujer no respeta a su hombre o a los varones tampoco respetará a
sus hijos.

Final de una pareja


En la mayoría de los casos nadie, al final, tiene la culpa. La pareja se acaba porque
cada uno está en su trama personal o se encuentra o es llevado por un camino
distinto.

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Al intentar localizar la culpa existe la ilusión e idea de que se podría hacer algo o
comportarse diferente para salvar la relación. De esta forma se buscan culpas y
reproches y la pareja no se conecta con la tristeza y el dolor profundo.
Otro mecanismo de evitación del dolor es el enojo. La tristeza implica que cada sujeto
de la pareja se conecte consigo mismo y con la pérdida de la relación abandonando la
propia culpa o la intención de culpar al otro.

Divorcio y culpa
El divorcio es asunto de los padres y no tienen que justificarse por este tema ante los
hijos. Existe un elemento importante. Todo divorcio implica también una culpa y es
imposible vivirlo de otra manera.
Una separación realizada a la ligera se vive como un crimen capital que reclama la
expiación por un miembro del sistema. Si uno de los cónyuges se separa como
diciendo “Ahora algo para mi realización y lo que pase con ustedes es asunto de
ustedes y a mí no me interesa”, termina con frecuencia con el suicidio de uno de los
hijos.
Vínculo con parejas anteriores
Hay una ley inquebrantable. Siempre que hubo un vínculo con una pareja anterior y
siempre que hubo hijos de una relación existe un vínculo fuerte, y cuando la nueva
pareja tiene hijos, los cónyuges precedentes serán representados por los nuevos hijos
que vengarán la injusticia cometida por sus padres con las parejas anteriores: la hija
de la pareja nueva representará a la primera mujer de su padre y el hijo de la pareja
nueva representará al marido anterior de la madre.
Quien se separa debería respetar a su pareja anterior a fin de mantener el orden. El
estar enojado/a, dañará a la nueva relación.
El buen lugar de una pareja anterior, implica que:
- sea respetada
- sea bien vista
- sea reconocida como anterior
Frases sanadoras del segundo/a al primero o primera:
Tú estabas antes que yo
Yo vengo después de ti
Te honro a ti y a tu lugar
Quien quiera imponerse en una nueva relación o se crea superior, sólo generará
tensión y dañará la relación. Muchas veces el segundo desearía ser el primero. Si no
acepta y respeta el lugar del antecesor, la nueva relación es dañada. Cuando ambos
miembros de la novel pareja hacen como si el/la primero/a no hubiese existido, se
engañan a sí mismos y perjudican a la nueva relación.
Si la pareja anterior es ocultada o despreciada será representada posteriormente por
un hijo o una hija de la segunda pareja.
Todos y cada uno tienen derecho a su propio lugar. Ejemplo: Una mujer, pareja
anterior del padre deja lugar a mi madre-segunda mujer- para que mis padres se unan
y yo venga al mundo.
Frases sanadoras del padre a la primera mujer
Tú eres la primera
Tienes un lugar en mi corazón como la primera
Durante la Constelación presenta la actual mujer e hija a la primera mujer diciendo
Por favor, míralos con buenos ojos, amistosamente

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Frase sanadora del padre a la hija
Ahora ella tiene un lugar y tú puedes tomar el tuyo. Ella es tu madre y tú eres sólo mi
hija
Frase sanadora de la hija a su madre
Ahora te tomo como mi madre
La representación de una pareja anterior es una causa frecuente de perturbación en la
relación entre hijos y padres.
Una pareja anterior que haya jugado un papel importante como gran amor forma parte
del sistema, se haya tratado de un compromiso, de un matrimonio e, incluso, cuando
se haya tratado de un amor romántico no consumado. Todas las parejas anteriores
pertenecen al sistema.
En una Constelación se fortalece y se da apoyo al hombre y a la mujer.
Incluir, detrás de cada uno, la mayor cantidad de ancestros. A veces es necesario
convocar como sostén, a algún personaje dentro o fuera de la familia.
Ejemplo: Evita, Cristo, etc. Se pide entonces al hombre y a la mujer que cierren los
ojos y tomen esa fuerza que viene de atrás.

Hijos extramatrimoniales
Dice Hellinger que cuando un hombre durante un matrimonio tiene un hijo con otra
mujer, tiene que dejar su matrimonio e ir a vivir con esa mujer, aunque tenga muchos
hijos en su matrimonio. Si no lo hiciera será fatal para todos.
Naturalmente sigue siendo padre y responsable de esos hijos. La relación de pareja
sólo puede ser con la nueva mujer. El sistema nuevo tiene prioridad sobre el antiguo.
Es una gran exigencia para la primera mujer pero, por lo general, todo lo demás sería
peor.
Cuando una mujer durante el matrimonio tiene un hijo con otro hombre, este hijo debe
ir con su padre aunque no se sepa si la mujer puede formar un hogar con ese hombre.
El hijo, por regla general, en ninguna parte estará tan seguro como con su padre.
Naturalmente se acaba el matrimonio anterior aunque hacia afuera siga existiendo.

La falta de hijos
En general, el vínculo de pareja, busca la realización a través del hijo. El hijo es el
resultado biológico natural, -siempre que no haya impedimentos. En el caso de una
pareja que no ha tenido hijos o de una persona que no ha tenido descendencia es
posible también trascender, a través de un proyecto con el cual haga digno con la vida
que recibió de sus padres.
La pareja que deseando tener hijos no puede lograrlo y lo asume como destino,
fortalece la pareja. Quien asume el dolor de la privación y su pérdida, crece.
La decisión de ambos miembros de la pareja de no tener hijos, debilita la pareja.
Si un integrante de la pareja quiere tener un hijo, A, y el otro, B, no quiere o no puede
tenerlo, significa, según Hellinger, que la relación se termina. Si a pesar de todo A
decidiera quedarse, debería ser valorado expresamente por B.
Por otra parte, es sanador para quien elige no tener hijos no despreciar al que sí los
tiene. Quien desvaloriza a otro creyendo que la suya es la decisión correcta, se limita.
La persona que se decide a favor de algo, en general tiene que renunciar a otra cosa
a cambio. Aquello por lo que se decide es aquello que es, que se realiza.
Aquello a lo que la persona renuncia es como un no-ser. Por lo tanto, afirma

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Hellinger, todo lo que existe y se realiza está rodeado de un no-ser, de algo no
realizado. No se trata de una nada. Se trata de un no-ser. Si una persona
menosprecio el no-ser al que está renunciando, ese no-ser –la parte de su existencia
que permanece sin realizar-disminuye su ser, reduce lo que eligió.
Por el contrario, si la persona valora la parte no realizada de su existencia, el no-ser
añade algo a lo que el individuo eligió y permite que aumente.

Aborto
El integrante de la pareja partidario del aborto se expresa negativamente sobre la
pareja y la relación “Yo no quiero a tu hijo”
Frase sanadora:
Yo cargo mi culpa y mi responsabilidad por decidir acerca de la vida del otro y ahora
te doy un lugar en mi corazón.
Así aparece la tristeza que irá desapareciendo al aceptar la responsabilidad y la culpa.
Luego de un tiempo la culpa desaparecerá y no se hablará del tema y el hijo estará en
paz.
Casi siempre se culpa en secreto al miembro de la pareja que forzó el aborto. Por eso
es importante que cada uno tome su parte en la responsabilidad.
El efecto de un aborto se descubre durante una Constelación Familiar por la reacción
de los representantes. Habitualmente se percibe como fuente deç culpa e injusticia, y
todo lo que el alma percibe como injusto es reprimido.
Existen oportunidades en que una Constelación revela que la intranquilidad manifiesta
en los representantes de una pareja está relacionada con un aborto.
Realizado el trabajo, la pareja encuentra alivio y paz.

 El amor adulto
Madura lentamente. A veces basta con que el consultante pueda reconocer su amor a
los padres para que el movimiento comience.
Es importante cuando en una Constelación se llega al punto en el que algo se revela
claramente aunque en el momento no se evidencie ningún cambio.
Todo ser humano tiene el deber de asentir con su propio destino. No nos corresponde
mezclarnos. Todos cargamos con algo y así también tenemos pretensiones.
Las Constelaciones Familiares ayudan a:
- Tomar conciencia de la influencia de la familia y sus vínculos
- Brindar el impulso para la sanación y curación

Reflexiones sobre la pareja más allá de Hellinger


Una de las diferencias más significativas entre el hombre y el resto de los animales
reside en que es el único con familia política.
La pareja, el matrimonio, no es meramente la unión de dos personas sino la
conjunción de dos familias que ejercen su influencia y crean una compleja red de
subsistemas.
Cuando una pareja comienza a constituirse, a convivir, deben ser acordadas nuevas
maneras de relacionarse con sus familias de origen, sus pares, los aspectos prácticos
de la vida en común y las diferencias sutiles, y no tanto, que existen en ellos como
individuos.

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La mayoría de las decisiones de la pareja están influidas, se de o no cuenta, lo
rechace o no, esté presente o no, por lo que cada uno aprendió de su familia de
origen y también por las alianzas inconscientes con los respectivo padres. Son
aspectos inevitables en toda pareja. Al armarse una pareja, se establece una nueva y
única identidad. Dentro de líneas generales cada uno de sus miembros trae consigo
experiencias de su familia de origen y también vínculos anteriores.
Deseos, gustos, expectativas se multiplican y entrecruzan en función de la cantidad
de gente que participa en este acontecimiento: familias de origen, parejas o
matrimonios anteriores, hijos de matrimonios anteriores, etc.
Es falso pensar que una pareja afecta solamente a un hombre y a una mujer, en la
medida que al haber una pareja son dos las familias comprometidas.
Para que una pareja tenga éxito es necesario que su independencia la alcance
mientras conserva el compromiso emocional con los parientes.
La pareja es un punto de llegada, de confluencia de familias y de parejas anteriores y,
a la vez, es un punto de partida de una nueva familia. La pareja es condición
necesaria pero no suficiente para constituir una familia.
Los miembros de la pareja unen al amor una serie de negociaciones para estar juntos
referentes a lo que cada uno necesita para su proyecto personal y también en relación
a la pareja. En efecto, cuando uno de los cónyuges se ve obligado a resignar o
abandonar alguna necesidad personal en función de la pareja, sus pretensiones
posteriores en relación al vínculo serán altas, como altas también las posibilidades de
frustración.
Cuando una pareja crea sus propias normas de funcionamiento debe lograr acuerdos
que a veces son difíciles de obtener debido que hay aspectos de la formación de cada
uno, de la educación que han recibido, que están muy arraigados y que pueden ser
vividas como indiscutibles.
Gran parte de la comunicación íntima de una pareja se apoya en dar por
sobreentendido que el otro lo sabe, lo entiende y éste es, en realidad, el camino para
el desacuerdo y el conflicto.
Sucede que cada integrante de la pareja piensa en su propio contrato o programa
matrimonial y actúa como hubiese estado firmado por ambos. Se constituyen, por lo
tanto, dos tipos diferentes de contratos que coexisten y cada uno representa deseos,
obligaciones y expectativas distintos.
Muchas veces resulta difícil, al trabajar con parejas, lograr nuevos acuerdos ya que
cada uno evita confrontar su propio contrato con el del otro siendo la confrontación
con la realidad de cada uno un requisito indispensable para evaluar el nivel de
desilusión y frustración que aparece cuando el otro partícipe no cumple con las
propias fantasías.
El encuentro entre dos personas no es casual. La elección, el enamoramiento, puede
responder a la fascinación pero el armado desde el amor y la continuidad requiere de
un nivel de complejidad mayor y es un precio que no todos están dispuestos a pagar.
La relación de pareja es un proceso lento de afianzamiento en la relación y de
diferenciación de la familia de origen que muchas veces es vivida porç alguno o
ambos integrantes como traición.
El Orden del Amor en la relación entre marido y mujer, y en la familia, exige por lo
general, que la mujer siga al marido. En otras palabras, sigue a su familia, a su
idioma, a su cultura, incluso a su religión y permite a los hijos que sigan al padre de la
misma forma. Hellinger sostiene que no tiene razones para eso y que no se relaciona
con el patriarcado ni nada similar. Se basa en el efecto resultante de una u otra

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actitud, en la paz reinante y en la fuerza primitiva que surge de repente en una familia
así.
La excepción se presenta cuando la familia del padre está especialmente afectada por
destinos trágicos o difíciles. Los hijos deben salir de la esfera del padre y de su familia
para pasar a la esfera de la madre y de su familia.

El hijo
Es una responsabilidad compartida entre el padre y la madre. A través del hijo se crea
un vínculo muy fuerte e independiente de otras realidades.
Un hijo está mejor protegido cuando los padres están juntos y si no, estará mejor con
aquel progenitor que más respete a la anterior pareja.
La pareja tiene prioridad frente al hijo. Primero está la pareja, luego vienen los hijos.
Quien prefiera más al hijo que a la pareja o si la pareja pone primero al hijo que a la
pareja, la pareja corre riesgo como tal.
Toda aventura o relación paralela que crea un embarazo, superpone este vínculo al
anterior. Si un hombre deja a una mujer embarazada, no cumple con su
responsabilidad y comete una injusticia.
Frente a una nueva pareja, el hijo de la relación anterior tiene primacía.
Es importante que la nueva pareja respete el orden porque así tendrá un buen lugar la
nueva mujer o el nuevo marido.
Desde los Órdenes del Amor y el trabajo de Constelaciones Familiares de Hellinger, el
regalo más grande de los padres a sus hijos es la vida. Por otra parte, respeto y
agradecimiento son los elementos fundamentales para que los hijos se separen de los
padres.
El amor que vincula a un hijo con su familia es inmenso. Su deseo de pertenecer es
infinito y estará dispuesto inclusive a dar su vida con tal de pertenecer. Por eso
comparte los destinos y sufrimientos como si estuviese fusionado a la familia.
A un hijo se le puede delegar que tenga éxito y salvar a la familia, y lo tendrá. Otro,
que no sea exitoso, se pondrá dificultades para sabotearse.
La lealtad es algo profundo e inmenso. Crecer y madurar en el amor de un hijo a sus
padres es el paso a una mayor soledad. Implica separarse de estrechos vínculos de
indestructibilidad que le daban seguridad y deber asumir más responsabilidad por su
propia vida. Los padres deben prepararse, apartarse y dejar partir a los hijos.
Todo lo que ocurre y se mantiene por amor sólo se resuelve con amor.

Niño que nace muerto


Especialmente a partir del 5º mes de embarazo. Por lo general no se lo considera o ni
se lo cuenta como un hermano y, sin embargo, lo es.
Si un hijo nace después y vive, puede cargar con el sentimiento de culpa por no haber
muerto él también. Se siente Hijo de reemplazo.
La situación del Hijo de Reparación, es diferente.
En las Constelaciones Familiares es posible constatar el dolor de los padres cuando
su primer hijo nace muerto. A menudo se trata de duelos no resueltos.

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Muerte de un niño
Es un evento traumático que produce cimbronazos en la familia. Su lugar queda
vacante queda en la memoria familiar. El “niño muerto” queda como un niño que no
pudo llegar a grande, queda en el inconsciente como eternamente pequeño.
Los padres viven la culpa de no haber sido buenos padres y tienen también un
sentimiento de injusticia: “¿Por qué a nosotros?”. En particular la madre, puede que
quede sin resolver este duelo y esto se sume al sentimiento de culpabilidad por haber
permanecido ella con vida. Estas madres suelen compensar negativamente la vida o
no estar disponibles para el marido o para el resto de los hijos.

Muertes prematuras
Cuando una persona muere joven tiene consecuencias profundas y duraderas para
todo el sistema. Si bien algunos dicen hasta 23-25 años, no siempre es así.
La muerte a edad joven incide con más carga, porque los vínculos son más fuertes,
en:
- los hermanos
- los hijos en relación a los padres
- en una pareja

Madre que muere en el parto


Existe una sobrecarga en la familia a través de generaciones. Es una carga para el
hijo/a sobreviviente quien siente que es la causa de la muerte de su madre.
A veces el padre es visto por el sistema como el asesino: dejó embarazada a la mujer
y ella luego muere en el parto.
En generaciones siguientes hay mujeres que no pueden tener hijos o armar parejas.
Los hombres descendientes de una mujer que murió en el parto se sienten culpables
porque mediante la sexualidad pueden causar la muerte.
El hijo no desea vivir. Esto es amor infantil. La muerte de la madre se convierte así
para el sistema en una muerte en vano que genera dos desgracias: la madre muerta y
el hijo que no quiere tomar la vida. La sanación se produce cuando el hijo honra a la
madre y su destino, acepta el suyo propio como un regalo y decide hacer algo por su
vida para que la muerte de su madre no haya sido en vano.
En la fantasía del hijo resulta difícil cortar el cordón umbilical, el vínculo o amor ciego,
porque cortarlo genera culpa de separarse y dejar sola a la progenitora fallecida.

Amor interrumpido
No todo tiene causa en el sistema de origen. Existen otros acontecimientos en la vida
que deben ser abordados.
Un hijo necesita amor, calor y protección por parte de los padres. Si un hijo sufre una
separación temprana, un rechazo o se siente herido, más tarde sentirá las
consecuencias de esa separación y no se atreverá a realizar un movimiento
espontáneo hacia su madre o hacia su padre porque el movimiento natural se ha
interrumpido. La nostalgia frente a este vínculo interrumpido se transforma en tristeza,
dolor, rabia, y frustración.
Este hijo, cuando sea adulto, no tendrá la confianza de entregarse a una pareja.
Provoca inconscientemente este rechazo en su pareja. El enojo es sólo un sustituto
de su deseo de acercarse.
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¿Qué hacer en este trabajo con el hijo frente a la madre o al padre?
Decirle:
Con manos extendidas, receptivas hacia ellos, sentir y decir con amor
¡Por favor!, por favor!
Mamá… mamita…
Papá… papito…
Cuando una madre o un padre pierden a su padre o a su madre tempranamente
durante la infancia, un hijo de ellos –nieto del muerto representará muy
probablemente, el rol del familiar fallecido y se sentirá sobrecargado y exigido.

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