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Corrientes del Pensamiento

Lic. José Alfredo Yoj

EL DIVORCIO
Es la disolución del matrimonio, mientras que, en un sentido amplio, se refiere al proceso que
tiene como intención dar término a una unión conyugal. En términos legales modernos, el
divorcio fue asentado por primera vez en el Código Civil, el divorcio moderno nace como una
degeneración de un matrimonio vincular cristiano, siguiendo la lógica de la secularización de
éste, el divorcio se diferencia de la separación de hecho en que, dependiendo del ordenamiento
jurídico de cada país, puede tener o no algunos efectos jurídicos.

“Jesús enseña sobre el divorcio:


5 Y dijo por esto al hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carné?
6 Así que no son ya más dos, sino no una carné; por tanto, lo que Dios junto no lo separe el
hombre.
7 Le dijeron ¿porque pues, mando Moisés dar carta de divorcio y repudiarla?
8 El les dijo: por la dureza de nuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;
más al principio no fue así.
9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se
casa con otra adultera: y el que se casa con la repudiara, adultera.” San Mateo 19. 5-9. Antigua
versión de Casiodoro de Reyna (1,569).
En primer lugar, no importa el punto de vista que tome en el asunto del divorcio, es importante
recordar las palabras de la Biblia de Malaquías 2:16ª: “Yo aborrezco el divorcio –dice el
SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un
compromiso de toda la vida. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha
unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6NVI). Sin embargo, Dios comprende que el
divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos pecadores.
En el Antiguo Testamento Dios estableció algunas leyes, a fin de proteger los derechos de los
divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que aquellas
leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fueran el
deseo de Dios (Mateo 19:8).
La controversia de si el divorcio y el segundo casamiento son permitidos de acuerdo con la
Biblia, gira principalmente alrededor de las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase
“excepto en caso de infidelidad conyugal” es lo único en la Escritura, que posiblemente da el
permiso de Dios para el divorcio. Muchos intérpretes entienden esta “cláusula de excepción”
como refiriéndose a “infidelidad conyugal” durante el período de “desposorio”. En la
costumbre judía, un hombre y una mujer se consideraban casados, aún mientras todavía
estaban comprometidos, es decir, “prometidos”. La inmoralidad durante este período de
“desposorio” debería entonces ser la única razón válida para un divorcio.

Brenda Beatriz Cuc Caal Carné: 201600922

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