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psicoactivas
RESUMEN
Objetivo: Describir el significado de las vivencias durante la gestación de mujeres consumidoras
de sustancias psicoactivas (SPA) en situación de calle internadas en el Hospital Mental de
Risaralda, Pereira, 2016-2017. Materiales y Métodos: abordaje cualitativo fenomenológico-
interpretativo basado en la filosofía de Heidegger con nueve gestantes. La información se
recolectó mediante entrevistas en profundidad. Resultados: Emergieron tres temas sobre
vivencias frente al consumo de SPA, los cuidados y la vida en la calle de las gestantes. Se resalta
el inicio temprano del consumo, lo cual las lleva a situación de calle, así como la gestación
inesperada con sentimientos ambivalentes y baja adherencia a cuidados prenatales. Discusión:
Para las mujeres consumidoras de SPA en calle, la gestación es un momento no planeado; los
hijos son una motivación que viabiliza la posibilidad de cambio. Mientras avanza la gestación
algunas mujeres hacen conciencia acerca de la necesidad de los cuidados, sin embargo, en otras
se favorecen conductas hacia el consumo de SPA que las llevan a situaciones de mayor pobreza
y menos posibilidades de cambio. El consumo de PSA y la vida en calle constituyen una decisión
de vida, con mayores estigmas y discriminación social por ser gestantes. Conclusiones: Se
propone a los profesionales de enfermería, liderar el equipo interdisciplinario, para ofrecerle a la
gestante consumidora de SPA en situación de calle una atención en salud, incluyente y
protectora, tanto para ella como para su hijo.
La gestación es una experiencia en la vida de las mujeres que genera significados a partir de los
cambios físicos y psíquicos de una realidad observada y sentida desde la óptica de quien la
experimenta, que no se puede trasferir ni generalizar. El cuerpo adquiere mayor protagonismo por
la condición de entrañar otro ser. Esta vivencia crea un espacio discursivo en el cual se articula
una pluralidad de respuestas y actuaciones en consonancia con el contexto en el que se
desenvuelve la gestante; es un proceso en el que se experimentan miedos, sensaciones y
discernimientos1. Cuando la gestación se produce en situaciones de riesgo, como el consumo de
Sustancias Psicoactivas (SPA) y el hecho de vivir en calle, se producen experiencias cuyo
conocimiento permitirá reconocer a la mujer en estado de gestación de forma que se posibilite no
solo actuar sobre ella sino transformarla.
El uso de SPA se ha incrementado en los últimos años. El Informe Mundial sobre Drogas 2017 3
señala que cerca del 5% de la población adulta entre 15 y 64 años consumió drogas al menos en
una ocasión. Por su parte, el Observatorio de Drogas de Colombia, en su informe de 2017, estima
que alrededor de tres millones de personas han consumido drogas ilícitas alguna vez en sus vidas,
y revela que por cada 4 hombres 1 mujer consume SPA 4. Esto evidencia un incremento en el
consumo del género femenino, y muestra de ello es el incremento de gestantes consumidoras en
los servicios de salud, quienes acuden solo en situaciones complejas y no para la prevención y la
protección de la gestación.
El cuidado de la salud de las gestantes ha sido objeto de muchos estudios a nivel mundial y
nacional realizados por profesionales de enfermería5, pero pocos han abordado la gestación en
consumidoras de SPA en calle, o el significado de continuar viviendo las adicciones. Los pocos
estudios encontrados fundamentaron la experiencia de la gestación con un enfoque biológico, de
género y vulnerabilidad frente a los efectos del consumo, especialmente para el recién nacido 6,
con intervenciones fundamentadas en tendencias restrictivas, de pobre contacto enfermera-
paciente, con bases empíricas, reforzando un modelo positivista en el que las mujeres con
problemáticas sociales son tachadas con adjetivos discriminatorios y prejuiciosos asociados, por
la carencia de herramientas cognitivas en el ámbito social, a la poca sensibilidad en cuanto a las
relaciones interpersonales y el desconocimiento de la multicausalidad de su situación 7, que llevan
a estrategias de cuidado encaminadas a la protección de la gestación enmarcada en una
normatividad pero con un enfoque diferencial acorde con la condición de la mujer.
La población objeto de estudio fueron mujeres que cursaban primero, segundo o tercer trimestre
de gestación, bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Hospital
Mental de Risaralda Homeris y las fundaciones Hogares Claret sede Arco Iris y Temeridé por ser
consumidoras de SPA en calle. Las mujeres fueron contactadas por las investigadoras cara a cara
en estas instituciones, para su selección se utilizó la estrategia de bola de nieve con participantes
claves en cada grupo, de forma que las mismas gestantes identificaron y motivaron a otras que
tuvieran interés en participar en el estudio y cumplieran los criterios de selección. Se contactaron
26 gestantes de las cuales 2 participaron en la prueba piloto (la información de estas entrevistas
no fue tenida en cuenta en el estudio), 5 gestantes salieron del estudio por las siguientes
razones: 2 abandonaron la institución en la que estaban bajo protección, 2 terminaron la
gestación y 1 recayó en el consumo de SPA. El tamaño de la muestra fue indeterminado y se
estableció con los criterios de saturación de la información, quedando finalmente una muestra
conformada por 9 participantes10.
Para la recolección de los datos se utilizaron las entrevistas en profundidad con una guía temática
elaborada para tal fin, las entrevistas se llevaron a cabo en las insituciones donde fueron
contactadas las participantes, tuvieron una duración de entre 40 y 90 minutos, con cada
participante se hicieron entre dos y tres entrevistas, las cuales fueron realizadas y transcritas por
las investigadoras, una vez transcritas éstas se les devolvieron a las participantes a fin de que
comentaran y/o corrigieran algunos aspectos de las mismas, no obstante, ninguna de las
participantes devolvió las transcripciones. Así mismo, se tuvieron en cuenta las notas de campo.
El análisis de los datos se realizó en dos momentos. El primero, en forma simultánea con la
recolección de información a través de una revisión inicial por medio de la lectura párrafo por
párrafo de cada entrevista, proceso que permitió identificar en el texto diferentes descriptores
como significados, definiciones, experiencias y vivencias sobre el fenómeno estudiado. Además,
permitió plantear la necesidad de una segunda, tercera o cuarta entrevista, según el caso, hasta
obtener una saturación de datos.
El segundo momento del análisis se logró con la recolección de los datos en su totalidad. Fue un
proceso manual que consistió en la revisión de cada entrevista individual y como parte de un
todo. Este análisis posibilitó determinar temas y subtemas para interpretar los significados que
atribuían las participantes al fenómeno estudiado. En este proceso se identificaron diferentes
significados a partir de las interpretaciones de casos completos mostrando aspectos relevantes del
fenómeno estudiado. Una vez establecidos los temas y subtemas tras los análisis inicial y final, se
contrastaron con los diferentes referentes lo cual posibilitó plantear conclusiones y
recomendaciones.
Resultados
La edad de las participantes osciló entre 16 y 45 años. Siete participantes eran mestizas y dos
afrodescendientes. Siete procedían de Risaralda, una de Chocó y otra de Tolima. Se encontró
abandono temprano de los estudios en cuatro de las gestantes; dos cursaron primaria completa,
dos bachilleratos incompletos y solo una logró iniciar estudios universitarios. Cuatro
participantes tenían pareja estable, cinco no identifican pareja estable por factores como muerte
del cónyuge o múltiples parejas. Seis participantes se encontraban afiliadas al régimen
subsidiado, dos no contaban con afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud y
solo una pertenecía al régimen contributivo, atribuyendo la afiliación a ser beneficiaria de su
familia. Frente a las prácticas de cuidado por su embrazo, cuatro participantes habían iniciado
controles prenatales, toma de paraclínicos del primer y segundo trimestre, y programación de cita
para próxima consulta. Las cinco participantes restantes no habían iniciado controles prenatales;
una finalizando el primer trimestre, tres en su segundo trimestre y una en el tercer trimestre de
gestación, y acusaban falta de atención por no afiliación y pérdida de documentación.
En esta categoría se abordan vivencias de las participantes a partir del momento en el que
empiezan el consumo de PSA. Una participante se inició en el consumo antes del período de
gestación, mientras que en las demás el consumo se dio desde la infancia, aproximadamente
desde los 8 años de edad; otra en la pre-adolescencia (cerca de los 12 años), seis en la
adolescencia, y una en la adultez temprana. El inicio temprano en el consumo de SPA llevó a las
participantes a vivencias como la prostitución, policonsumo, mendicidad, violación, maltrato,
enfermedades de trasmisión sexual, pérdida completa de la red de apoyo familiar, abandono
escolar y nulas oportunidades laborales.
Tres participantes expresaron consumo de SPA concomitante con vivencias en calle; cinco
gestantes experimentaron el consumo y seguidamente la calle, esta última como consecuencia de
la adicción a las drogas. Solo una participante indicó vivencias en la calle de manera intermitente,
acusando factores de movilización como mecanismo de supervivencia y búsqueda de salidas
frente al consumo, que terminaban siendo necesarias como fuente de consecución de SPA y
fuentes de trabajo informal. Todas las participantes continuaron consumiendo SPA aun
conociendo su condición de gestantes. En la Tabla 4 se muestran las participantes con sus
respectivos tiempos de vida en la calle y su permanencia en el consumo, haciendo un paralelo de
ambas vivencias, que muestran una estrecha relación llevando en algún momento a vivirlas de
manera simultánea.
Para las participantes los cuidados propios de las gestantes, como asistencia a controles, ingesta
de micronutrientes y salud sexual, no eran prioridad, pues seguían asumiendo comportamientos
favorables hacia el consumo de SPA y viviendo en calle. Relataron lo que denominaron “minutos
de oro”, haciendo referencia al instante en el que desean, sienten y piensan ansiosamente cambiar
sus vidas abandonando el consumo, pero no encontraban apoyo. Así lo comentan: “Ya desde que
me di cuenta del embarazo estaba viviendo en un hotel y llevaba varios días sin consumir
bazuco. No consumir del todo es mi sueño. Antes consumía diez, doce veces al día; en el
embarazo empecé a consumir muy controlado; sí, pues, muy suave. Y ya desde hace dos días no
consumo nada, trato de comer un dulce, de hacer otra cosa cuando me da ansiedad por
consumir; dormir, salir a caminar, hablar con alguien, otra cosa menos consumir”. Mg4
Es importante resaltar que fueron constantes durante los encuentros con las participantes las
expresiones frente a la continuación de su actividad sexual como trabajo, y la presencia de
maltrato por parte de algunas personas, las humillaciones que experimentaban y el consumo a
pesar de enterarse de su estado de gestación. Adicionalmente, se observaron en ellas los efectos
del consumo expresados a través de signos como la pobreza ideativa y risas inmotivadas.
Para la mayoría de las participantes el temor permanente a recaer y perder la custodia de sus
futuros hijos implicaba poner de su parte para evitar el consumo, temor debido a experiencias
anteriores de pérdida de sus hijos. Mientras narraban sus vivencias se mostraban tristes por la
pérdida de sus hijos anteriores y por la incapacidad de “liberarse” del consumo: “Ya lo estoy
haciendo y lo estoy logrando, ya no vivo por los puentes, me alejé de las drogas, de la calle, de
la gente de por allá; la verdad, lo estoy haciendo porque no quiero que me quiten mi hijo. Mire,
mami, yo sé que fui muy mala madre, que no me importaban mis hijos y por eso no los tengo
conmigo, pero yo quiero cambiar con este, yo no quiero seguir mal, no quiero vivir más de un
lado a otro, tampoco seguir trabajando así en lo que le conté que, con hombres, no, yo quiero
componerme ya”. Mg11
Comentaban que buscaban otros mecanismos de subsistencia diferentes a los que acostumbraban
y hablaban enfáticamente sobre los deseos de cambiar por sus hijos para que repetir la historia de
tenerlos y no disfrutarlos, para dejar el consumo de PSA, para dejar la vida en calle y para que
sus hijos se sintieran orgullosos de ellas: “Sueño con estar bien por mi hijo pa´ darle todo lo que
necesita y estar cerca de él, viviendo a lo bien, cuidándolo, dándole comida, viéndolo crecer; yo
sueño con eso; a mí me parece que es muy lindo pensar en eso; por lo menos mejor que lo que he
vivido hasta hoy, me gustaría mucho cambiar pa´ que él se sienta orgulloso de mí”. Mg8
Algunas mujeres señalaron como un momento muy importante el primer contacto con el personal
de salud, abordadas en sus contextos, cuando les hablaron sobre la posibilidad de perder sus
hijos. En ese momento experimentaron temor e ira intensa por su situación de extrema
vulnerabilidad, que no solo comprometía sus vidas sino las de sus futuros hijos. El cambio era la
única opción para tenerlos y poder soñar con estar mejor: “Yo toda mi vida he estado en
Bienestar Familiar, desde chiquita también he estado yo, y el niño que tiene cuatro años también
pasó por Bienestar Familiar. Entonces, pues, yo no sé; lo que Dios quiera. Pero esa gente dizque
ayuda, pero sí, ayuda a quitar los niños, a ellos no les importa dejarlos sin mamá, eso es un
negocio; pero se jodieron, en este embarazo cero, que ni se metan en mi vida, ¿sí me entiende?
Tengo que cambiar porque si no, paila, pierdo este niño y ahí si me jodí, porque yo no sé si
aguante perder otro”. MG2
Algunas participantes no dieron importancia a la gestación en su primera etapa, debido a que esta
no había sido planeada, de forma que consideraban normal continuar viviendo en la calle y
consumiendo sustancias. Tres de las participantes hablaron sobre el deseo de acabar con la
gestación argumentando que no tenía sentido continuar el proceso sin querer y no deseaban salir
de sus mundos, donde la prioridad era el consumo; todo giraba en torno a este y un hijo no tenía
posibilidad de entrar en sus proyectos de vida: “Uno no tener un lugar fijo, estar lejos de su
familia, uno no poder asearse todos los días, no poder tener una comida segura, un sueño
seguro. Yo a veces me salgo y me quedo así en la calle uno o dos días, pero no mucho tiempo, me
quedo trasnochando, consumiendo, buscando plata para consumir y así. Uno anda sin ningún
cuidado por ahí en la calle, trasnochando, pasando frío, y a veces llueve y todo eso, y uno todo
irresponsable por ahí con una barrigota”. Mg11
Las gestantes participantes en el estudio son temerosas de las vivencias en calle; eran
escalofriantes los contextos que describían sobre su cotidianeidad. La calle es un espacio
constante de agresiones, peleas, violencia, rechazo y humillaciones. Narraban cómo en la medida
en que sus vientres crecían adquirieron una postura defensiva, buscando evadir cualquier riesgo
para la gestación.
Para la mayoría de las participantes, en el primer trimestre de gestación sus vidas continuaron
siendo rutinarias y no cambiaron sus estilos de vida. Para ellas no era necesario cuidarse. Solo
una participante hizo ajustes en sus hábitos alimenticios, como ingerir micronutrientes, además
de la suspensión del consumo, o adhirió a exámenes de seguimiento y mostró una voluntad
absoluta para cambiar con terapia institucionalizada.
Tres gestantes manifestaron haber iniciado el consumo simultáneamente con las vivencias en la
calle, articulando la situación con la necesidad de superar la ausencia de familia, o la falta de
comida, sueño seguro y un lugar fijo donde vivir. Seis de las nueve gestantes habían perdido todo
contacto con sus familias de origen, y atribuían el fenómeno a que ellas persistían en el consumo;
expresaron cansancio de sus familias por las oportunidades que no tuvieron y la poca respuesta de
ellas frente a los procesos de cambio. Tres participantes hablaban de sus familias con expresiones
de tristeza, admitiendo dolor, angustia y cansancio porque a pesar de su insistencia por ayudarlas
ellas continuaban sumergidas en el mundo del consumo y la vida en la calle aun en período de
gestación.
En medio de sus contextos, algunas narraciones frente a las vivencias de la gestación mostraban
temor por experimentarla en situaciones poco beneficiosas para la crianza de los futuros hijos; el
contacto con personal de salud se convertía en una situación tensa porque mediante conductas
represoras buscaban aislarlas del medio que tanto daño les hacía; esos minutos las alejaban cada
vez más de mecanismos protectores, amigables, estimuladores de cambio y de cuidados para la
gestación, principalmente para el futuro infante. Sentir la aproximación del término de la
gestación representaba mayor estrés por la alta posibilidad de perder a sus futuros hijos tan pronto
nacieran en medios hospitalarios. Todas las participantes relataban experiencias negativas con
otras gestaciones o por otras mujeres en similares condiciones, por lo que el contacto con
entidades de protección al infante provocaba la adopción de posturas violentas. Las participantes
percibieron la intervención de trabajadores de la salud intra y extra hospitalaria como muestras de
estigmatización, de conductas represoras y discriminatorias, y justificaban la baja adherencia a
los cuidados prenatales y la asistencia a controles asumiéndolos como encuentros traumáticos,
terminando por renunciar a cualquier contacto con personal de salud.
La vida en la calle es fuente de mayor riesgo para las mujeres embarazadas. Algunas expresiones
con respecto a lo vivido por las participantes lo ponen de presente: “La calle es muy dura, en la
calle solo se consiguen vicios y gente mala, la gente es sin sentimientos, sin remordimientos, lo
ven a uno mal y dicen lo que sea para hacerlo sentir peor; uno aguanta hambre, frío, le toca a
uno dormir por ahí en cualquier parte, tirado en los andenes, a la orilla del río, en cambuches,
por ahí, donde lo coja a uno la noche; eso es lo que toca cuando uno prueba el vicio”. Mg8
Algunas participantes del estudio relataron cómo la gestación no era impedimento para seguir
consumiendo, viviendo del “rebusque”, a tal punto que las conductas de riesgo, como las
violaciones, fueron vistas como experiencias normales cuando están bajo efectos de las SPA. La
gestación era una posibilidad para salir del mundo de las drogas. Aunque sentían temor, todas las
participantes experimentaban deseos de cambio.
Los sentimientos de culpa por la exposición a la que habían sometido a sus futuros hijos, el riesgo
de perder la gestación por continuar viviendo en el mundo de las drogas y las intenciones de estar
mejor se derrumbaban cuando aparecían los deseos compulsivos de consumir. Algunas
participantes relataban que no sería un camino fácil, pero estaban decidas a vivirlo, a tomar
riesgos, porque esa posibilidad que les brindaba la vida era motivo para intentarlo, para perseguir
el sueño anhelado de “estar bien”: “Uno no tener un lugar fijo, estar lejos de su familia, uno no
poder asearse todos los días, no poder tener una comida segura, un sueño seguro, solo
trasnochando, consumiendo, buscando plata para consumir y así, uno anda sin ningún cuidado
por ahí en la calle, pasando frio y a veces llueve y todo eso y uno todo irresponsable por ahí con
una barrigota”. Mg13
Discusión
Frente al significado de la gestación en mujeres consumidoras de SPA en calle, los resultados del
estudio mostraron que estas mujeres viven múltiples situaciones debido no solo al estado de
gestación, aunado al consumo de PSA, sino a los riesgos que supone el habitar en un espacio
como la calle.
Se resalta el inicio temprano del consumo de SPA en las participantes, situación que incide en
varios aspectos de sus vidas, particularmente en su escolaridad y en los ingresos económicos, que
afectan su alimentación, vivienda, el acceso a los servicios de salud y demás servicios que
requieren en su estado de gestación. Lo anterior está ampliamente descrito en la literatura por
diferentes autores13-17. Así mismo, esta situación incide en diversos roles como su actividad
laboral, llevándolas al abandono personal y a situaciones de riesgo para su salud y su vida,
especialmente al asumir actividades sexuales como principal fuente de ingresos. Este hallazgo
coincide con lo descrito en el análisis publicado por el Estudio Nacional en Población General en
201318.
Frente a la gestación inesperada, las participantes seguían sus vidas de manera rutinaria, es así
como durante el primer trimestre no mostraron intenciones de cambio frente al consumo de PSA.
Solo hasta el segundo y el tercer trimestre tuvieron pensamientos favorables hacia la gestación y
los cuidados que ésta implica, hallazgos que coinciden con los documentados por Berrouet et
al.21, estos autores encontraron que las mujeres en el primer trimestre presentan momentos
inadvertidos acerca de su gestación con baja percepción del riesgo, sobre todo cuando se trata de
embarazos no planificados. Otros autores como Pérez19 y Raffo20 describen la gestación como un
período que no constituye una tregua para el consumo y, por el contrario, lleva a las mujeres a
envolverse en situaciones de riesgo como la prostitución, el consumo de SPA colectivo, el
abandono familiar y al deterioro de su salud física y mental.
Los resultados permiten identificar otros aspectos relevantes en las vivencias de la gestante
consumidora de PSA, como la estigmatización por su situación de calle y la presencia de
situaciones de violencia. Es así, que se identificó una mayor posibilidad de abuso a la mujer, riñas
callejeras, competitividad por la adquisición de las SPA, los alimentos y el espacio físico, así
como de malos tratos, rechazo, humillación y desprecio, como las principales experiencias
vividas en esta situación; hallazgos que son similares a los presentados por Llort et al.1 y Medina
et al.14.
Un aspecto destacable en los hallazgos fue la oportunidad de reconocer los vacíos que tiene la
Política de Atención Integral en Salud (PAIS) Colombiana para este colectivo, que en su Modelo
Integral de Atención en Salud MIAS22 presenta los lineamientos técnicos y operativos de la Ruta
Integral de Atención para la Promoción y Mantenimiento de la Salud y la Ruta Integral de
Atención en Salud para la Población Materno Perinatal, en las cuales no se contempla una ruta
específica de atención en salud para las mujeres gestantes consumidoras de SPA en situación de
calle. Los profesionales que atienden a este colectivo de mujeres, carecen de unas directrices
específicas para proveerles atención en salud. Esta brecha en la política conlleva a la
invisibilización y exclusión de las necesidades de atención particulares de estas mujeres, con
todas las implicaciones que esto genera.
Desde el enfoque disciplinar, la teoría sobre la Adopción del Rol Maternal de Ramona Mercer 8
propone para el cuidado de las gestantes, como aspecto fundamental el que los profesionales de
enfermería consideren incluir otros actores tales como las redes de apoyo, espacios protectores,
vínculos con instituciones sociales como la escuela, el trabajo, la iglesia y otras entidades
comunitarias como elementos primordiales para la adopción de este rol. Aspectos que están en
sintonía con los hallazgos de este estudio, en el que las experiencias de las gestantes
consumidoras de PSA en situación de calle, muestran la brecha frente al cuidado de enfermería
donde sus sus necesidades particulares son abordadas solamente desde el modelo biomédico.
Entre las limitaciones del studio, encontramos que 1) si bien los hallazgos de un estudio
fenomenológico no se pretenden generalizar, como se acostumbra en los estudios cuantitativos
con muestras estadísticamente representativas, los resultados del presente estudio pueden
transferirse a gestantes consumidoras de PSA en situación de calle en nuestro país y otros países
con contextos similares; 2) el frágil estado emocional y el poca compromiso con el estudio de
algunas participantes llevó a que en muchas ocasiones no se realizaran las entrevistas cuando se
habían programado, esto también contribuyó a que no se lograra incluir un mayor número de
gestantes en el estudio,y 3) en algunas ocasiones los gestantes no toleraban la duración planeada
para las entrevistas (45 minutos a 1 hora), a pesar de que antes de cada entrevista las
investigadoras se aseguraban de que la gestante se sintiera en condiciones para hacerla. La fatiga
de las gestantes obstaculizó profundizar en el fenómeno del estudio.
En conclusión: 1) El significado del fenómeno de estudio para las gestantes se constituye en una
oportunidad de cambio para sus vidas expresado en: el deseo de abandonar o regular el consumo
de SPA, rescatar el espacio familiar que tenían, realizar prácticas de autocuidado, formar un
nucleo familiar con el hijo que esperan y otros hijos que tenían, fortalecer la esperanza y la fe, es
decir re-encausar sus vidas hacia un mundo mejor. 2) Las vivencias de las mujeres gestantes
consumidoras de PSA en situación de calle, transitaron (en el primer trimestre del embarazo)
desde una baja percepción de riesgo para su gestación, expresado por conductas como:
prostitución, consumo colectivo de SPA, y verse implicadas en situaciones de violencia que
ponían en riesgo su vida y la de su futuro hijo, pasando (en el segundo trimestre de la gestación)
por acudir a las instituciones prestadores de servicios de salud, a fin de recibir cuidados para su
gestación, solo hasta el tercer trimestre adquieren consciencia plena de los riesgos del consumo
de SPA para la gestación. 3) La Política de Atención en Salud Colombiana presenta vacíos frente
a este colectivo, llevando a que los profesionales de salud no cuenten con directrices específicas
para proveer atención a las mujeres gestantes consumidoras de SPA en situación de calle. Se
sugiere diseñar políticas públicas incluyentes con enfoque de género, inter y transdisicplinares
con enfoque comuntario que favorezcan a grupos de población vulnerable y que permitan
reconocer a estas mujeres con sus necesidades particulares de atención en salud. 4) Un reto
importante como profesionales será el empoderamiento y el liderazgo frente al equipo
interdisciplinario que esté en contacto con este grupo poblacional, articulando un trabajo centrado
en las necesidades individuales de las mujeres en estas condiciones. La construcción de nuevas
oportunidades debe tejerse en torno a un cuidado directo que se construya en el día a día, donde
las protagonistas logren sentirse captadas por formas de vida que las fortalezcan como personas,
mujeres y futuras madres. 5) Se sugiere incluir en los planes curriculares contenidos relacionados
con el cuidado integral de las gestantes consumidoras en calle a fin de que los profesionales de la
salud puedan dar respuestas acordes a sus necesidades especiales. 6) Los hallazgos de la presente
investigación son únicos en el país, de forma que constituyen en punto de partida para
investigaciones futuras que aborden otros aspectos como el significado del nacimiento de un hijo
en medio de situaciones de vulnerabilidad.
AGRADECIMIENTOS
A las participantes del estudio, quienes voluntariamente aceptaron compartir sus vivencias y
experiencias con las investigadoras; a las instituciones Hospital Mental de Risaralda- Homeris y
Fundaciones Hogares Claret sede Arcoiris y Temeridé, de la ciudad de Pereira, Risaralda, por
abrir sus puertas y brindar la oportunidad de realizar el estudio.
Meaning of lived experiences during gestation of women in the street who consume
psychoactive substances
Objective: To describe the meaning of the experiences during the pregnancy of women who
consume psychoactive substances (PAS) in a homeless situation admitted to the Mental Hospital
of Risaralda, Pereira, 2016-2017. Materials and Methods: A qualitative phenomenological-
interpretive approach based on Heidegger's philosophy was performed with nine pregnant
women. The information was collected through in-depth interviews. Results: Three themes on
the experiences of the use of PAS, the care, and the life of pregnant women living in the streets
emerged. The early onset of consumption is highlighted because it leads them to become
homelessness. It’s highlighted as well the unexpected pregnancy with ambivalent feelings and
low adherence to prenatal care. Discussion: For women who consume PAS in the streets,
pregnancy is an unplanned moment; however children are a motivation that enables the
possibility of change. As gestation progresses, awareness of the need for care is raised.
Favourable behaviours towards consumption are normalized, leading to contexts of greater
poverty and fewer possibilities of changing. Conclusions: Consumption and life in the streets
constitute a decision of life, with greater stigmas and social discrimination for being pregnant.
The normalization of violent behaviour, as well as sexual, physical and mental abuse calls the
attention.
Key words: Phenomenology, Pregnant women, Maternal health, Life experiences, Drug abuse
REFERENCIAS