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Efectos de la Insulina y del Glucagón

Las hormonas insulina y glucagón se producen en células especializadas del páncreas, los
Islotes de Langerhans. Las células α sintetizan glucagón y las β insulina. La glucosa que se
absorbe a nivel intestinal luego de una ingesta rica en hidratos de carbono es transportada por
el sistema porta-hepático al hígado, donde es captada por los GLUT-2 en su gran mayoría. La
glucosa que se escapa a la captación hepática pasa a circulación general elevando la glucemia.
Este aumento de la concentración de glucosa en sangre provoca el incremento en la secreción
de insulina y la disminución de la secreción de glucagón.

Existe una interacción entre las distintas células de los islotes, es decir, la insulina
suprime la secreción de glucagón y cada una es capaz de suprimir su propia secreción.
La insulina disminuye la glucosa sanguínea por estimulación de su captación por los
tejidos principalmente muscular y adiposo por medio del reclutamiento de transportadores de
glucosa (GLUT 4) desde el interior de la célula hacia la membrana plasmática. En el hígado y el
músculo, la insulina activa la glucógeno sintasa e inactiva la glucógeno fosforilasa, por
desfosforilación de estas enzimas. De esta forma gran parte de la glucosa 6-P se canaliza a la
formación de glucógeno. Además, se deriva el exceso de glucosa a la síntesis de lípidos en el
hígado y el tejido adiposo. En resumen, el efecto de la insulina consiste en potenciar la
transformación del exceso de glucosa en glucógeno (hígado/músculo) y triacilglicéridos (tejido
adiposo/hígado).
Las células diana del glucagón son los hepatocitos y los adipocitos. En el hígado, provoca
la degradación de glucógeno generando el aumento de la concentración de glucosa sanguínea
al activar a la glucógeno fosforilasa e inactivar a la glucógeno sintasa por fosforilación de
ambas enzimas. A su vez, inhibe la degradación de glucosa por la ruta glucolítica y estimula la
vía gluconeogénica. Estos efectos se deben a la fosforilación de la enzima bifuncional que
actúa como fosfatasa disminuyendo los niveles del metabolito frutosa 2,6-bisfosfato, efector
alostérico positivo de la fosfofructoquinasa-1 (glucólisis) y efector alostérico negativo de la
fructosa 1,6- bisfosfatasa (gluconeogénesis). En cambio, cuando aumenta la glucosa sanguínea
y hay liberación de insulina se produce la desfosforilación de la enzima bifuncional activándose
como quinasa, lo cual permite el aumento de la concentración de fructosa 2,6-bisfosfato,
estimulando la via glucolítica e inhibiendo la gluconeogénica.
En resumen, el glucagón, estimula la degradación de glucógeno, inhibe la glucólisis y
promueve la gluconeogénesis en el hígado. En tejido adiposo activa la degradación de
triacilglicéridos fosforilando la lipasa sensible a hormona. Esto permite la movilización de los
ácidos grasos para que sean utilizados por otros tejidos como fuente de energía en reemplazo
de la glucosa, excepto en el sistema nervioso central y los eritrocitos que son glucosa
dependientes. El glicerol producto de la degradación de los triacilglicéridos en el tejido adiposo
es el principal precursor de la gluconeogénesis hepática.

Efectos de la Adrenalina

La adrenalina es una hormona derivada del aminoácido tirosina producida por las
células de la médula adrenal. El mecanismo de secreción es por conexión nerviosa periférica; la
liberación de la hormona contenida en vesículas es desencadenada por impulsos nerviosos que
determinan el ingreso Ca+2 en la célula permitiendo la fusión de membranas y posterior
exocitosis. El estímulo para la liberación de adrenalina es el estrés. Por ejemplo, se libera
adrenalina ante un traumatismo o ante la necesidad de lucha o huida. En estos casos, la
adrenalina (entre otras muchas funciones) favorece la degradación del glucógeno muscular y
posterior glucólisis para obtener ATP para la contracción muscular. A nivel hepático activa la
glucógeno fosforilasa (glucogenolisis) e inactiva la glucógeno sintasa (glucogenogénesis) por
fosforilación dependiente de AMPc con el objeto de elevar la glucemia. Además, estimula la
degradación de lípidos en el tejido adiposo liberando ácidos grasos y glicerol a circulación.
Finalmente, estimula la secreción de glucagón e inhibe la secreción de insulina.
Ante una situación de estrés metabólico como es la hipoglucemia crítica también se
produce la liberación de adrenalina. Esto ocurre frente a valores de glucosa sanguínea que
comprometen la vida del individuo (alrededor de 40mg/%), debido a que la concentración de
glucosa no es suficiente como aporte energético para el sistema nervioso central y los
eritrocitos. La hipoglucemia se puede dar iatrogénicamente por exceso de insulina
administrada, por hepatopatías graves, gastroenteritis severas, insulinoma, glucogenopatías,
desnutrición extrema/caquexia, etc. Actúa a nivel muscular activando la glucógenolisis, se
acumula glucosa 6-P muscular, la misma ingresa a la vía glucolítica obteniéndose piruvato; la
lactato deshidrogenasa produce lactato que se dirigirá por sangre al hígado para, a través de la
vía gluconeogénica, liberar glucosa a sangre y aumentar la glucemia. En este caso en particular,
no se utiliza el glucógeno muscular para obtener ATP para la contracción muscular, ya que el
músculo se encuentra en reposo.

Efecto de los Glucocorticoides

Los glucocorticoides son hormonas esteroideas que se secretan por la zona fascicular
de la corteza suprarrenal ante situaciones de estrés crónico. La síntesis y secreción es regulada
por la adrenocorticotrofina (ACTH) la cual es regulada por el factor liberador de corticotrofina
(CRH) producido por el hipotálamo (mecanismo de secreción hormonal: eje hipotálamo-
hipofisiario-adrenal).
Poseen efecto sobre el metabolismo de hidratos de carbono, lípidos y proteínas.
Actúan estimulando la transcripción del ADN. Son capaces de atravesar las membranas
celulares por difusión simple y se unen a receptores específicos intracelulares citoplasmáticos
o del nucleoplasma. La fijación del corticoide al receptor provoca la separación de proteínas de
shock térmico y la dimerización del receptor que se fija a secuencias definidas del ADN
actuando como factor de transcripción estimulando la síntesis de ARNm y posteriormente la
síntesis de proteínas, principalmente enzimas.
Los glucocorticoides producen aumento de la glucosa, ácidos grasos libres, glicerol y
aminoácidos en sangre circulante potenciando la acción del glucagón. Esto se produce al
estimular la síntesis de la lipasa sensible a hormona en el tejido adiposo y la síntesis de
proteasas en tejido muscular. En los tejidos periféricos deprimen las vías de utilización de
glucosa (principalmente la glucólisis). En el hígado, estimulan la síntesis de enzimas tales como
piruvato carboxilasa, fosfoenolpiruvato carboxiquinasa, fructosa 1,6-bisfosfatasa y glucosa 6-
fosfatasa (gluconeogénesis), además de enzimas involucradas en el metabolismo de
aminoácidos, tales como las transaminasas, para utilizarlos como precursores de la vía
gluconeogénica. Tanto el estímulo para la secreción de glucosa a sangre como la disminución
de su consumo por tejidos periféricos (adiposo, muscular) favorecen el aumento de la glucosa
sanguínea.
Adaptado del Lehninger, Blanco y Harper.

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