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El libro de Lectura del año es Aventuras en la Jungla.

Consta de 12 capítulos en los cuales un niño junto con sus


familiares y amigos de una aldea muy lejana conocen a Dios a partir de la llegada de una familia misionera.

La historia comienza cuando Toga, el hijo del jefe de una aldea llamada Pahit, junto con su tío Jala el hechicero de la
aldea, se acercan a la ciudad de Padang para conocer al “maestro blanco” como ellos lo llaman, un misionero que
predicaba sobre el evangelio en esa ciudad. Dejan entreveer que viajan a conocerlo ya que habían escuchado que
había “maestros” predicando sobre el hijo de Dios, y que hacían milagros, sanaban niños, curaban animales, y ellos
ya estaban cansados de la magia que había en la aldea donde vivían. Durante este capítulo, conocen al misionero,
comienzan a ver y a sentirse diferentes luego del encuentro con el maestro, y vuelven a su aldea, decididos a
contarle al resto lo que habían descubierto y la experiencia vivida en Padang.

En el segundo capítulo Toga y Jala logran hablar con el maestro y le cuentan que quiere que vaya a la aldea para
poder mostrarles al resto de los habitantes esta nueva “magia” que predica, pero el maestro les dice que no puede ir
ya que tiene mucho trabajo que hacer en Padang todavía. Sin embargo se compromete a poder escribir una carta
para que otros “maestros” puedan ir a la aldea. Por otro lado, Toga y Jala vuelven a su aldea y le cuentan al Jefe
Mandías (padre de Toga) todo lo vivido. Llaman a una reunión en la aldea y definen que el Jefe y Jala van a ir hasta
Singapur a buscar a algún maestro para que vaya a predicar a la aldea.

Mientras Jala y el Jefe viajaban a Singapur, en la aldea comenzaban los preparativos para poder alojar al nuevo
maestro. Las personas de la aldea comenzaron a construir una casa donde este misionero iba a quedarse. La
primera dificultad con la que se encuentran es que el terreno en el que estaban construyendo la casa estaba maldito,
un hechicero le había puesto una maldición años atrás y nadie había querido vivir ahí desde entonces. Además, la
aldea se preparaba para una fiesta muy importante que tenía que ver con la cosecha de arroz. Al finalizar el tercer
capítulo, Toga comienza a cuestionarse las antiguas tradiciones de su tribu y llega el nuevo maestro pero no viene
solo: viene con su esposa, dos niños pequeños y un niño más grande que los ayuda en los quehaceres domésticos.

Cuando el maestro y su familia llegan a la aldea acompañados de Jala y el Jefe, se encuentran con que llega de una
aldea vecina un hombre con una niña muy enferma. Lo primero que hacen los nuevos maestros es sacar medicina y
curar a la niña enferma. Toga y su tío Jala se preocupan mucho por la familia misionera ya que iban a dormir en el
sector que había sido maldecido por el hechicero, por lo que le piden a los maestros que les muestren cómo funciona
la magia que hacen con su Dios, ellos oran y se van a dormir. Al día siguiente ante el asombro de toda la aldea y
sobre todo de Nee pah, el consejero del Jefe que se oponía a la nueva “magia”, los misioneros estaban sanos y no
habían sufrido ningún mal por dormir en esa casa.

La familia misionera comienza a predicar sobre la palabra y las costumbres del pueblo de Dios, le muestran a los
aldeanos distintos artefactos que ellos no conocían. Mientras tanto, una enfermedad azota la aldea y todos los niños
caen enfermos de Sarampión. Los misioneros recorren las casas curando a los niños y orando por ellos, pero Nee
Pah desobedece las órdenes del “maestro” y sus niños mueren por la enfermedad. Esto le hace guardar mucho
rencor y se dispone a destruir a la familia misionera como venganza, ante esto elabora un plan para poner a prueba
la paciencia de la esposa del “maestro”: comienza cambiando las semillas de la huerta que había sembrado, luego
tira la ropa limpia de la familia en barro, le pide a las mujeres que le pidan prestado fuego mientras ella cocinaba su
comida, le roba los huevos que sus gallinas ponían, arruina las galletitas que preparaba y finalmente intenta
envenenar a los hijos del maestro pero por error termina envenenando a Toga y a su amigo Kiri.

Toga y Kiri son salvados del envenenamiento por el maestro y Jala. Para cuando descubren que quién los envenenó
fue Nee Pah, este había desaparecido de la aldea. Lo buscaron por todos lados pero no pudieron encontrarlo. Toga
por su lado comienza a sentir cada vez mayor curiosidad por este Dios del que tanto hablaban Kiri y el maestro, así
que le pide a su amigo que le enseñe a orar. Kiri lo lleva a Toga a una colina en dónde le explica cómo orar y como
comenzar a entablar una conversación con Dios. Cuando estaban volviendo a la aldea escuchan gritos de auxilio y se
dan cuenta que puede ser Nee Pah que se encontraba en peligro. Toga se queda esperando en la oscuridad para
marcar el lugar dónde escuchaban los gritos y Kiri se vuelve a la aldea en busca de ayuda.

Mientras Toga se encontraba solo sintió miedo porque se le acercó un tigre, pero se aferró a la idea de que la
presencia de Dios estaba con él y pudo afrontar esta situación. Luego llega la ayuda: aparece Kiri junto con el
maestro, el Jefe, Jala y muchas personas más de la aldea con faroles para alumbrar en la noche. Encuentran a Nee
Pah y lo salvan de un tigre.

Cuando Nee Pah se recupera pide perdón por todo lo que hizo y les cuenta que durante esa experiencia que tuvo
con el tigre pudo conocer a Dios y confiar en Él. En la aldea se comienzan a construir una clínica y una escuela para
que todos puedan estudiar sobre Dios, y también un albergue para que niños de aldeas cercanas tengan la
posibilidad de estudiar.

El libro termina con que se inauguran la escuela y la clínica junto con el albergue, la familia misionera se muda cerca
de la escuela para poder acompañar a los niños que lleguen, y Nee Pah se muda a la casa en la que vivían los
misioneros ya que consideraba que el vivir en el terreno maldito iba a hacer que su Fe en Dios siguiera firme.
Finalmente le cambian el nombre a la aldea, pasa de llamarse Pahit (amargo) a Tongui Tongui (dulce).

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