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Indenpencia del perú

En 1821, San Martín, tras establecer el Protectorado, y al darse cuenta de que los
habitantes del Virreinato del Perú seguían sin sentir simpatía por la causa independentista
y por el sistema republicano, propuso convertir la naciente nación en una monarquía
independiente. San Martín albergaba sentimientos monárquicos, temía que los peruanos
no podrían sentirse contentos con un modelo republicano, y para evitar un estado de
desorden y anarquía, pensó que lo mejor era otorgar a los peruanos una monarquía
constitucional. Es por eso que se reconocieron todos los títulos y derechos de la nobleza
colonial, cambiando los "Títulos nobiliarios de España" por "Títulos nobiliarios del Perú";
asimismo creó la Orden El Sol, una condecoración militar de corte monárquico y
hereditaria, fundó la Sociedad Patriótica de Lima, que tenía el objetivo de difundir un
sentimiento monárquico a la población peruana a través del diario El Sol del Perú.
Proclamado gracias a sus negociaciones como Protector, entonces, San Martín estaba
convencido de instalar una monarquía en Perú, aunque no se atrevió a tomar pasos
decididos en este sentido durante su confuso mando en Lima, pese a contar con apoyo de
la acaudalada nobleza local para este propósito. Prefirió, en su lugar, un camino más cauto
y así, en las Conferencias de Paz de Punchauca de mayo de 1821, otra vez trató de verter
sus dotes de negociador, proponiéndole al Virrey José de La Serna que se coronase en
Perú un príncipe de la Casa Real de España. Sin embargo, esta vez fallaron sus encantos:
De la Serna se opuso, y la propuesta naufragó; empeñado en no frustrarse, el
perseverante San Martín hizo buscar por su cuenta también algún príncipe europeo,
enviando a Buenos Aires una misión compuesta por el colombiano Juan García del Río, a la
sazón su secretario de relaciones exteriores en Perú, y el médico y comerciante británico
James Paroissien, está comisión diplomática, la Misión García del Río-Paroissien, partió a
Europa con el fin de contactar con las principales casas reales, y encontrar al futuro Rey
del Perú. Entre los candidatos que se tomó en cuenta para asumir tal cargo estaban
Leopoldo de Sajonia-Coburgo; el duque de Sussex, Augusto Federico de Hannover;
Leopoldo de Borbon y María Clementina de Austria. El candidato principal era el príncipe
Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha, siguiéndole algún príncipe de la Casa de Brunswick,
Habsburgo, Romanov, Borbón, Braganza y en última instancia, solicitar al Duque de Lucca
(todos bajo la condición de su catolicidad). Paz Soldán señala que los pedidos de la misión
fueron ignorados y menospreciados en Europa, dado que casi nadie quería venir a
gobernar el Perú por su falta de legitimidad.101Como sucedió antes con la misión Irisarri
de Chile, los enviados partieron bajo la fachada de ir a lograr el "reconocimiento" de la
Independencia de Perú, aunque estaba escrito que no conseguirían ni lo uno ni lo otro.
Para tal fin, San Martín, envió a fines del mismo año una misión diplomática encabezada
por su ministro Juan García del Río para convencer a Leopoldo de Sajonia-Coburgo de que
inaugurase la monarquía en Perú. Sin embargo, cuando se iniciaban las gestiones en
Europa, San Martín decidió renunciar al gobierno en Lima y el Primer Congreso
Constituyente instauró un régimen republicano, por lo que Juan García del Río fue
desautorizado inmediatamente y el anhelo de un Perú monárquico con el que soñaba la
aristocracia limeña pasó en definitiva al olvido.

Los dias prévios


 El 6 de julio, el virrey José de la Serna abandona Lima con 6.000 hombres.

 El 8 de julio entran en Lima los emisarios de San Martín.

 El 9 de julio, en horas de la noche, ingresa a Lima una división de la


caballería patriota.

 El 10 de Júlio, San Martín entra en Lima y se aloja en casa del marqués de


Montemira.

 El 12 de julio, San Martín recomienda al general Arenales no comprometer


su división en combate mientras no tuviera la seguridad completa de vencer.

 El 14 de julio, San Martín dirige un oficio al Cabildo de Lima destacando la


conveniencia de convocar una junta general que, representando al común de los
habitantes de la capital, expresase si la opinión general estaba decidida a
proclamar la Independencia. El Cabildo responde, de inmediato, en sentido
afirmativo al día siguiente.

 El 16 de julio, La Gaceta de Lima publica un homenaje a San Martín:

“¡Gloria al ínclito varón, al libertador general del


Perú, guerrero esforzado, que vino a romper
nuestras cadenas (…) La presencia del general San
Martín embotó las armas del enemigo obstinado en
perpetuar nuestra opresión. ¡Esfuerzo inútil! (…)
Lima respira finalmente sostenida por sus virtudes
patriotas; y no teniendo ya nada que temer, recibe
dentro de sus muros pacíficos a su libertador”.
 El 17 de julio, Antonio José de Sucre sofoca un levantamiento realista en
Guayaquil. Ese mismo día, San Martín emite un bando en el que dispone la
supresión de escudos de armas en los edificios públicos; aunque permite el
uso de los escudos particulares y emite otro en el que se dispone sean
castigados los atropellos e insultos contra españoles. Empero, dos días
después, en un nuevo bando dispone que el comercio español debe abrir
sus puertas, caso contrario será sujeto a confiscación. El día 24 prohibirá,
asimismo, la utilización de distintivos realistas.
 El 18 de julio se reanudan las actividades públicas de Lima.
 El 19 de julio, San Martín le escribe a O’Higgins anunciándole que los
realistas han abandonado Lima y que percibe un gran entusiasmo popular
por la noticia.
 El 25 de julio, San Martín emite un bando en el anuncia a los peruanos que
el sábado 28 se proclamará solemnemente la Independencia.

“Y para que se haga con la solemnidad


correspondiente, espero que este noble vecindario
autorice el augusto acto de la Jura, concurriendo a él:
que adorne e ilumine sus casas en las noches del
viernes, sábado y domingo; para que con las
demostraciones de júbilo se den al mundo los más
fuertes testimonios del interés con que la ilustre capital
del Perú celebra el día primero de su independencia y
el de su incorporación a la gran familia americana.”

 El sábado 28 julio, la dura, extensa y sacrificada campaña da su mejor fruto


al producirse la jura de la independencia del Perú. San Martín lanza una
proclama cuyas palabras

“(…) permanecerán esculpidas en el corazón de todo


peruano eternamente: El Perú es desde este momento
libre e independiente por la voluntad general de los
pueblos, y por la justicia de su causa que Dios
defiende.”

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