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Campaña de Miller a los puertos intermedios[editar]

Artículo principal: Campaña de Miller a los puertos intermedios

Por iniciativa del almirante Cochrane, el general San Martín autorizó una expedición al sur
del Perú en marzo de 1821, esta fuerza se componía de 500 infantes del batallón N.º 4 de
Chile y 100 jinetes al mando del comandante Guillermo Miller, la expedición partió
de Huacho y desembarcó en Paracas el 21 del mismo mes. Avanzando por tierra Miller
ocupó Chincha donde cuatro días después sostuvo una escaramuza con las avanzadas
realistas. En este lugar pudo aumentar sus fuerzas con esclavos negros huidos de las
haciendas de sus amos, los cuales le sirvieron para cubrir las bajas que la peste había
causado en sus filas. Para evitar mayores bajas por enfermedad se reembarcó para Arica,
puerto en que no se decidió a desembarcar por estar bien defendido con una guarnición y
piezas de artillería. Miller ordenó entonces el desembarco en Sama al norte de Arica, de
donde avanzó y ocupó la ciudad de Tacna y luego Arica que fue evacuada por los
realistas. En Tacna, Miller formó un contingente peruano al cual entregó una bandera azul
con un sol al medio como distintivo, algunos autores consideran a este enseña como el
primer emblema del Perú.
Mientras tanto los realistas habían despachado un contingente en Arequipa al mando del
coronel José Santos de la Hera siendo derrotado por Miller el 22 de mayo en el combate
de Mirave, quien el 24 de ese mes logró capturar Moquegua y el día 26 dispersó
completamente a las fuerzas de La Hera en el combate de la Calera. Tras el
armisticio Punchauca del 2 de junio, entre el virrey de la Serna y San Martín, que regía
hasta el 30 de junio de 1821, La Hera capturó Moquegua y reanudó operaciones el 15 de
junio, entrando en Tacna el 20 de junio y en Arica el 22, en donde se embarcaron las
tropas de Miller poniendo fin a la expedición.29
Conferencias de Punchauca[editar]
Artículo principal: Conferencias de Punchauca

Óleo de Juan Lepiani que representa la entrevista de Punchauca, entre el virrey del Perú José de la
Serna y el Libertador José de San Martín.

En abril de 1821, el virrey de La Serna, mal de su grado, pero obligado por las
instrucciones traídas desde España por el comisionado Abreu, en el sentido de llegar a un
acuerdo pacífico con los patriotas, invitó oficialmente a San Martín a entrar en
negociaciones, lo que el general argentino aceptó. Como sede de estas reuniones se
designó la casa hacienda Punchauca, situada a 25 km al norte de Lima, en la jurisdicción
de Carabayllo.
En la primera fase de estas conferencias, se reunieron los delegados de San
Martín: Tomás Guido, Juan García del Río y José Ignacio de la Roza; y los delegados del
virrey: Manuel de Llano y Nájara, José María Galdeano y Mendoza y Manuel Abreu (4 de
mayo de 1821). Los delegados patriotas fueron instruidos para que se abstuviesen de
llegar a algún acuerdo en tanto que no fuese reconocida la independencia de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, Chile y Perú. Como ya había ocurrido en las
anteriores conferencias de Miraflores, los españoles se mantuvieron inflexibles en no
reconocer la independencia, lo que hacía que ambas partes se enquistaran en posiciones
insalvables. Se decidió solo un armisticio de 20 días y se programó una entrevista personal
entre los jefes adversarios, es decir entre de La Serna y San Martín.
La entrevista entre de La Serna y San Martín se realizó el 2 de junio. Acompañaban al
virrey, el general José de La Mar y los brigadieres José de Canterac y Juan Antonio Monet.
Por su parte, San Martín estaba acompañado por el general Juan Gregorio de Las
Heras, Mariano Necochea y James Paroissien.
Según testimonio del comisionado Abreu, el plan que San Martín expuso al virrey consistía
esencialmente en lo siguiente: que se instalaría una regencia, de la que de La Serna sería
Presidente y que estaría, además, integrada por un vocal nombrado por el virrey, y otro
nombrado por San Martín. Los dos ejércitos beligerantes deberían unificarse y se
declararía la independencia. Luego, San Martín en persona viajaría a Madrid para solicitar
de las Cortes que escogieran a un infante de España, un príncipe Borbón, que debía ser
proclamado Rey del Perú. En un primer momento, a de La Serna no le pareció inaceptable
este plan y consideró incluso la voluntad de San Martín de ir a España como un gesto de
buena voluntad. Al parecer, esa también fue la primera impresión de sus oficiales, que
departieron con los delegados patriotas en medio de brindis y chanzas. El virrey pidió dos
días para consultar a todos sus oficiales y, según parece, se impuso entonces el criterio de
sus dos oficiales más importantes, Canterac y Valdés, que vieron en el plan de San Martín
solo un pérfido ardid para ganar tiempo. De la Serna se abstuvo de dar una respuesta a
San Martín, aduciendo que no tenía instrucciones para decidir en asuntos tan
trascendentes.
No obstante, las conversaciones continuaron, nuevamente entre delegados. El clima
insalubre del valle de Chillón obligó a que la sede de las conferencias se trasladara
nuevamente al pueblo de Miraflores, al sur de Lima. Allí, el 8 de junio, los diputados del
Virrey de La Serna, Manuel del Llano, José María Galdiano, Manuel Abreu, con su
secretario Francisco Moar y los diputados de San Martín, Tomás Guido, Juan García del
Río, José Ignacio de La Rosa, con el secretario Fernando López Aldana, reiniciaron las
conferencias. No se logró ningún resultado. Desde el 20 de junio, las reuniones
continuaron a bordo del buque neutral Cleopatra, igualmente sin resultado en lo que
respecta a los puntos centrales. Lo único rescatable que se acordó en todas estas
reuniones fue prorrogar el armisticio hasta el 30 de junio, así como un canje de
prisioneros.30
Tras las conferencias de Punchauca el virrey José de la Serna observó que mantenerse en
Lima le era totalmente desfavorable desde todo punto de vista, por lo que tomó la decisión
de retirarse de la ciudad capital del virreinato con sus tropas, acción que ejecuta el 6 de
julio de 1821. Empero, dejó un destacamento al mando del general José de La Mar, para
que custodiara la Fortaleza del Real Felipe, en el Callao.
La ocupación de Lima por los patriotas[editar]

José de San Martín recibido por los ciudadanos de Lima. Pintura de Teófilo Castillo Guas.

A comienzos de julio de 1821 se vivía en Lima una tremenda escasez de alimentos, debido
precisamente al asedio de las montoneras, que cortaron las vías de comunicación con el
exterior. Las tropas realistas no contaban con recursos y los patriotas ya habían
conseguido importantes victorias al interior del país (como en Cerro de Pasco), en tanto la
población entera reclamaba la presencia del libertador. 31
Ante la cercanía del Ejército Libertador, dice Pedro Escribano:
«Lima se convirtió en una fuente inagotable de rumores tremebundos. Las puertas de tiendas,
pulperías y negocios fueron cerradas ante el temor de un inminente saqueo. Los limeños, corrían
por las calles, en tumulto, desconcertados. Muchos buscaron refugio al conocer la noticia. La
insurgencia emancipadora, no era un movimiento con muchos adeptos en la capital del virreinato. El
pánico, por ello, fue generalizado. Miles de familias se dejaron arrastrar por una ola de histeria y
desesperación. El rumor de la Independencia, fue asumido, y no por pocos, como si se tratara de la
inminencia de un cataclismo. Circulaba el rumor que el Ejército Libertador, era extremadamente
violento y sanguinario, que estaba compuesto por hordas de indios, negros y resentidos sociales,
que su sed de venganza contra los sectores pudientes que residían en Lima desataría una matanza
nunca vista. Todos vivían la sensación de estar en la víspera del fin del mundo».

El ejército realista al mando del general José Canterac, ya había dejado Lima, rumbo a la
sierra, el 25 de junio de 1821. En su persecución fue enviado Arenales. Este destacamento
patriota ya estaba a punto de enfrentarse a las fuerzas de Canterac, pero desistió por
órdenes de San Martín. Indudablemente, el general argentino no deseaba un
enfrentamiento frontal con los españoles.
El 5 de julio de 1821, el virrey José de la Serna anunció a los limeños que abandonaba la
capital para refugiarse en el Callao, en la fortaleza del Real Felipe. Lima quedaba
abandonada a su suerte. Según el marino inglés Basil Hall, que se hallaba entonces en
Lima: «los timoratos eran presa fácil de los temores más extraños; los audaces y fuertes
no sabían de qué modo utilizar su coraje; los vacilantes estaban en el estado más
calamitoso». Como la fortaleza del Real Felipe, según el virrey, era el sitio más seguro,
«multitudes se precipitaron hacia el castillo, y al ser interrogadas sobre las razones que les
empujaban a abandonar la ciudad, no daban otra que el miedo». Mientras tanto, parte del
pueblo limeño, representado por algunos notables (españoles y criollos), hizo llegar una
invitación a San Martín para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821. 32 En efecto, el
Libertador del Sur, mandó un pequeño destacamento de patriotas e hizo su entrada a Lima
en la noche del 12 de julio de 1821. «En vez de venir con pompa oficial, como tenía
derecho a hacerlo, San Martín esperó que oscureciese para entrar a la capital a caballo y
sin escolta, acompañado por un simple ayudante», continúa diciendo Basil Hall. Dos días
después lo hizo el grueso del ejército libertador, «siendo recibido con mucho fervor
patriótico».
Sobre el ánimo de los limeños al tiempo del ingreso del Ejército Libertador a Lima, Pedro
Escribano, nos dice: «parece mentira. En los días siguientes Lima se fue reanimando
lentamente. Poco a poco la población tomó confianza en los emancipadores y comprobó
que no había razón para el temor. Mucho había pesado, en todo caso, la mala conciencia»
Por su parte, sobre lo mismo, Basil Hall, dice: «Era inconcebible que tanta gente pudiera
estar encerrada tan largo tiempo sin tentarse siquiera una vez a curiosear, especialmente
cuando el peligro no era inminente o cierto».
Proclamación de la independencia del Perú[editar]
Artículo principal: Declaración de Independencia del Perú

Proclamación de la Independencia del Perú. Óleo de Juan Lepiani.

En cumplimiento de lo acordado con San Martín, los notables de Lima se reunieron


en Cabildo Abierto, con el propósito de jurar la Independencia. La firma del Acta de
Independencia del Perú tuvo lugar el 15 de julio de 1821. Unos 300 ciudadanos principales
firmaron el Acta ese día; en los días siguientes lo hicieron muchos más. 33 Manuel Pérez de
Tudela, letrado ariqueño, más tarde Ministro de Relaciones Exteriores, fue quien redactó el
Acta de la Independencia.34 El almirante Cochrane entró en Lima el 17 de julio.
El sábado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pública muy solemne, el generalísimo
José de San Martín enunció la célebre proclamación de la Independencia del Perú.
Primero lo hizo en la Plaza Mayor de Lima, después en la plazuela de La Merced, luego,
en la plaza Santa Ana, frente al Convento de los Descalzos y finalmente en la plaza de la
Inquisición (hoy plaza Bolívar).3536 Según testigos de la época, presenciaron la ceremonia
más o menos 16 000 personas.37 El libertador con una recién creada bandera peruana en
la mano, exclamó:

Video externo

 Así fue la proclamación de la Independencia del


Perú (2016) en Youtube (Agencia Andina de Noticias)

Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de
la Fundación Wikimedia.

DESDE ESTE MOMENTO EL PERÚ ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD


GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE. ¡VIVA
LA PATRIA!, ¡VIVA LA LIBERTAD!, ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!.
José de San Martín. Lima, 28 de julio de 1821.38
Basil Hall, capitán de la marina británica, que por entonces se hallaba en Lima, al
comentar la ceremonia culmina diciendo:
Sus palabras fueron recogidas y repetidas por la multitud que llenaba la plaza y las calles
adyacentes, mientras repicaban todas las campanas y se hacían salvas de artillería entre
aclamaciones como nunca se había oído en Lima. 39

Cabe destacar que hay cuestiones históricas que dicen que San Martín ya había jurado la
independencia peruana el 27 de noviembre de 1820 en la ciudad de Huaura (al norte
de Lima), en el denominado Balcón de Huaura, aunque este tema es muy debatido, lo
cierto es que en Huaura el Libertador reorganizó su ejército y comenzó el plan para el
asedio de la capital del virreinato. 40
El Protectorado del Perú[editar]
Artículo principal: Protectorado de San Martín

Primer Escudo de la República peruana.

El general San Martín había asumido el mando político militar de los departamentos libres
del Perú bajo el título de Protector, como dice el decreto del 3 de agosto de 1821. Para
todo efecto práctico, el Perú se hallaba dividido militar y administrativamente en dos
partes:

 1º Lima, el norte y un sector del centro del país estaban en manos de los
patriotas.
 2º Y la sierra sur y centro y el Cusco estaban en manos de los realistas.
Luego, el título de Protector fue cambiado por el de Protector de la Libertad del Perú. El
Perú debe al Protectorado, que duró apenas un año y 17 días, las siguientes realizaciones
político administrativas:

 1º Comienzo de un régimen administrativo autónomo después de tres siglos de


colonialismo.
 2º Posibilidad de que el pueblo elija el sistema que más conviniera a los
intereses nacionales.
 3º Los símbolos de la patria: la primera bandera (ver Bandera del Perú y el
himno nacional (ver Himno Nacional del Perú).
 4º La moneda nacional, signo fiduciario de libre poder económico.
 5º Reglamento básico de su sistema comercial para iniciar relaciones
económicas con otros países del mundo.
 6º La creación de la Marina de Guerra del Perú y la adquisición de los primeros
buques para su escuadra nacional a fin de defender la soberanía adquirida.
 7º La organización básica de su fuerza militar, para resguardar la seguridad
interna y externa.
 8º La determinación de su propia ejecutoria educacional con la fundación de la
Escuela Normal, así como las primeras escuelas públicas del Perú libre.
 9º El primer intento de rescatar, valorizar y difundir la cultura nacional mediante
la creación de la Biblioteca Nacional del Perú.
El Protectorado fue una dictadura que se basó en un Estatuto, que tuvo las siguientes
características:

 1º El Estatuto de gobierno fue una norma de emergencia, provisional,


correspondiente a una situación revolucionaria para un Estado emergente, que
había conquistado su independencia parcial y que trataba de culminarla.
 2º En sus principios declarativos fue de corte liberal, porque incluía la defensa
de los derechos del hombre, que habían inspirado la revolución Francesa y la
independencia norteamericana.
 3º La organización territorial del Estado independiente se basó en el sistema
departamental.
 4º La Alta Cámara de Justicia reemplazó a la Audiencia Real del virreinato y
asumió las funciones jurídicas y políticas del país.
 5º Se propuso crear un Consejo de Estado, que secundaría al Protector en su
gobierno, formado por varios miembros, entre los cuales estarían 3 condes
criollos y un marqués inca.
Otras disposiciones que se dieron en el Perú, durante el Protectorado, fueron:

 1º En una medida francamente conservadora, San Martín respetó todos los


títulos de la nobleza colonial, cambiando la denominación de Títulos de Castilla
por la de Títulos del Perú.
 2º Quedó fundada la Sociedad Patriótica de Lima, con la intención de defender
la instauración de un régimen monárquico peruano, del que San Martín era
partidario; pero, en la práctica, sus integrantes abogaron por el sistema
republicano.
 3º Se creó la Orden El Sol del Perú para reconocer la labor de los peruanos
más distinguidos y darles un estatus parecidos al de los Títulos del Perú.
 4º Una comisión especial, integrada por García del Río y Paroissien, viajó
a Europa por orden de San Martín para buscar un príncipe que viniera al Perú
como rey. Estos dos personajes salieron del Perú en diciembre de 1821 y
arribaron a Londres en septiembre de 1822, época en que se terminaba el
Protectorado de San Martín. Aunque fueron reemplazados por Ortiz de
Zevallos y Juan Parish Robertson, en el Perú se había consolidado la idea del
sistema republicano, por tanto, los comisionados tanto de la primera como de
la segunda, fracasaron en su intento.
 5º Los primeros miembros del gabinete sanmartiniano fueron: Juan García del
Río, ministro de Relaciones Exteriores; Bernardo de Monteagudo, ministro de
Guerra y Marina; e Hipólito Unanue, ministro de Hacienda. El primero era
colombiano, natural de Cartagena de Indias; el segundo, argentino, de la
provincia de Tucumán; y el tercero, peruano nacido en Arica.
 6º Prefecto de Lima fue nombrado José de la Riva-Agüero, un joven y rico
aristócrata de Lima, que había colaborado intensamente por la causa de la
libertad.
Independencia de Maynas[editar]
Artículo principal: Guerra de Independencia de Maynas
Sitio donde se libró la batalla de Habana en 1822, mapa del actual departamento de San Martín.

A pesar del progresivo desmembramiento del Virreinato del Perú en sus principales zonas
de influencia como Lima y Trujillo; la Comandancia General de Maynas seguía siendo fiel a
la corona española y solía ser refugio de varios soldados realistas que huían de los
territorios controlados por los patriotas, Nicolás Arriola —uno de los militares argentinos
que se quedó en Perú para continuar la guerra de independencia— auspiciado por José
Bernardo de Tagle desde Trujillo decidió comenzar la campaña para expulsar a los últimos
españoles que se refugiaban en la espesura de la selva amazónica, iniciando la guerra
el 28 de julio de 1821 desde la pampa de Higos Urco donde conseguiría sus primeras
victorias, en Higos Urco proclamaría oficialmente la independencia de Maynas el 19 de
agosto del mismo año, posteriormente se alisto para sitiar Moyobamba fracasando por la
traición de uno de sus comandantes que se pasó al bando realista, la campaña
desembocaría en una guerra de guerrillas hasta 1822 donde Arriola vuelve a lanzar un
asedio inesperado para los realista, logrando los patriotas la toma de Moyobamba el 4 de
septiembre donde vuelven a jurar la independencia de Maynas, la guerra termina
definitivamente el 23 de septiembre cuando el ejército patriota logra la victoria en la batalla
de Habana donde se refugiaban grandes cargos españoles que escaparon
de Moyobamba. Posteriormente Maynas estaría durante unos meses controlado de
facto por un gobierno militar provisional patriota autosustentado y dirigido por Nicolás
Arriola que más adelante cedería y reconocería formalmente la soberanía peruana sobre el
territorio que administraba.414243
Primer Sitio del Callao[editar]
Véase también: Primer sitio del Callao

El 12 de julio de 1821 tras la retirada del virrey José de la Serna y su ejército a la sierra, el


ejército patriota al mando de San Martín ocupó Lima, al día siguiente se inició el cerco
terrestre a la plaza del Callao, lo que unido al bloqueo marítimo previamente efectuado por
la flota chilena al mando del almirante Thomas Cochrane, vino a completar el sitio. El virrey
había dejado para la defensa de los castillos una guarnición de 2.000 hombres compuesta
de soldados regulares y milicias urbanas al mando del gobernador y jefe de la plaza el
mariscal José de La Mar, después de la retirada de Canterac, La Mar capituló el 19 de
septiembre de 1821 y se unió a las filas patriotas.
Campaña de Canterac sobre el Callao[editar]

El militar español José de Canterac.

Mientras que en Lima, San Martín se dedicaba a fundar el nuevo estado peruano, el virrey
La Serna, aprovechando el retiro de Álvarez de Arenales de la sierra central, empezó a
recuperar posiciones. Reforzó sus posiciones en Jauja y Huancayo, puntos desde donde
planeó hostigar a Lima, pero esta operación no era fácil, por la resistencia que oponían los
peruanos andinos. Como en los castillos del Callao permanecía una guarnición española
apostada con gran cantidad de armamentos, el virrey planeó hacer una incursión allí. La
temeraria expedición española se preparó en Jauja, seleccionándose a 2500 infantes y
900 de caballería, al frente de los cuales fue puesto el general Canterac.
Canterac partió de Jauja el 25 de agosto de 1821, rumbo al valle del Rímac (Lima y
Callao). En el trayecto sufrió el ataque de los montoneros peruanos, que le ocasionaron
numerosas bajas. Impresionado por este ataque, Canterac dividió sus fuerzas en dos
columnas, una bajo su mando, que marchó por la ruta de San Mateo, y otra bajo el mando
de Lóriga, que siguió la ruta de Lurín. Ambos se encontraron en Cieneguilla, unos km al
sur de Lima. Los realistas se encontraban en condiciones desastrosas, tanto física como
moralmente. En esas condiciones habría sido posible que los patriotas los acorralaran y
exterminaran. No obstante, San Martín, que desde su emplazamiento estaba al tanto de
los movimientos de los realistas, no quiso atacarlos.
Los realistas empezaron el 8 de septiembre a desplazarse de Cieneguilla con dirección al
Callao, dispuestos en tres unidades, mandadas por Valdés, Monet y Carratalá, mientras
que Canterac iba al frente de la caballería. Los 7000 soldados de línea del Ejército
Libertador y los más de 3000 montoneros peruanos, que contemplaban atónitos tal
avance, ardían por entrar a combate, pero San Martín, pese a los ruegos de su jefe de
estado mayor, general Las Heras, se negó a dar la orden de ataque. Hasta el mismo
almirante Cochrane visitó a San Martín y le pidió que le pusiera al mando de 2000
soldados, con los que prometió aniquilar a todas las fuerzas realistas. Pero San Martín se
volvió a negar, siendo recriminado por Cochrane; fue en ese momento en que se produjo
la ruptura entre ambos. Se afirma que la actitud de San Martín, de no querer atacar a los
realistas, se debía a la esperanza que depositaba en que estos aceptarían las ofertas que
les había planteado en la conferencias de Punchauca para llegar a un acuerdo de paz; de
ser cierto ello, se equivocaba rotundamente.
Fue así que, en una maniobra sorprendente, y sin que las tropas patriotas los
obstaculizaran, los realistas de Canterac llegaron hasta el Callao y se encontraron con las
fuerzas del general José de La Mar, que custodiaba la Fortaleza del Real Felipe (10 de
septiembre de 1821). Luego de hacerles conocer las nuevas órdenes del virrey La Serna, y
de entregarles avituallamiento militar, Canterac regresó a la sierra el 16 de septiembre.
El alto mando del ejército libertador, reaccionó tarde, cuando Canterac ya se hallaba
rumbo a la sierra. Se dispuso que las tropas patriotas al mando del general Guillermo
Miller (que era nacido en Inglaterra e incorporado a las filas patriotas desde 1817,
en Buenos Aires) le siguieran produciéndose escaramuzas entre la vanguardia del ejército
patriota y la retaguardia del ejército realista. Como consecuencia de estos enfrentamientos
armados, se produjeron bajas considerables en el ejército de Canterac, principalmente por
desbande y por la acción heroica de los montoneros peruanos. Canterac se reunió con La
Serna en Jauja, el 1 de octubre de 1821, 35 días después de que iniciara la osada
expedición al Callao.

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