Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El retrato o imagen de sí mismo que cada individuo coloca en sus perfiles de las redes
sociales, sitios web, blogs, mailings, e-mailings, c-v-isual y otras piezas de
comunicación, es un elemento definitorio.
Las fotos, como las palabras, dicen muchas más cosas de las que se ven en una
primera mirada.
Si se tienen en cuenta ciertas pautas del retrato pueden conseguirse resultados que
harán que esa imagen salga de lo común y resulte relevante. Como dice Alberto
Levy, el experto argentino en marketing, “Si sos uno más, sos uno menos”.
Las 14 pautas
Muchas personas, incluso las de rostro perfecto para los cánones occidentales, se
consideran poco interesantes. Y ésta es la razón por la que se niegan a hacerse un
retrato o siguen utilizando otro inadecuado.
Helena Rubinstein afirma que “No existen mujeres feas sino mujeres holgazanas”.
Y el dicho popular asegura que “El hombre es como el oso: cuanto más feo, más
hermoso”.
Los avances actuales de la fotografían podrían dar origen a un nuevo refrán: “No hay
personas feas sino fotógrafos mal nacidos”.
Con la ayuda de un profesional del retrato es posible encontrar en cada mujer y
hombre su perfil más atractivo.
3. Dedicarle tiempo
4. Cuidar el aspecto
Con respecto a la época, a veces quien mira una foto puede sentir una sensación
incómoda si, en verano, ve que el retratado está con ropa de invierno.
Para evitar esto, habrá que emplear una vestimenta de media estación.
Con respecto al color, está aceptado que la ropa clara da idea de alegría y optimismo.
6. Cuidar el fondo
Los fondos abigarrados sólo generan confusión e, incluso, pueden llegar a tomar
protagonismo.
Por ejemplo, una biblioteca puede hacer que la persona que mira el retrato termine
leyendo los lomos de los volúmenes.
Lo mismo sucede con los paisajes, los árboles o las plantas florales.
Se han visto fotografías en las que el fondo es más potente que el fotografiado, con
una torre Eiffel que ocupa el 80% de la imagen mientras el resto queda para la
persona, quien a la vez simula sostenerla en sus manos.
En general, se recomienda un fondo claro y suave, que coloque al retratado en primer
plano.
En cambio, un fondo de color celeste fuerte se impondrá a la persona que está por
delante.
Eduardo Arnau, director de arte y diseñador gráfico argentino, considera que es
aconsejable “preseleccionar texturas identificadoras para cada caso. A modo de
ejemplos, una cortina translúcida para un rostro femenino, una pared rústica para
oficios o deportes, un papel decorado para ejecutivos o texturas metálicas para
industriales”.
Algo adicional: en ocasiones, el problema está en el frente. Por ejemplo, cuando un
micrófono, un pequeño cartel o una botella de agua mineral tapa parte del rostro.
7. Cuidar la postura
También hay que mencionar las fotos en las que la persona aparece perdida en medio
de un grupo, o tomando alcohol o con la mano de un amigo sobre el hombro como
resultado del recorte de una imagen mayor.
Si bien esas tomas sirven para fines sociales, no resultan óptimas para su uso
profesional.
En el caso de que el retratado utilice anteojos, en la fotografía habrá que cuidar que el
flash de la cámara no termine reflejándose en ellos u oscureciéndolos.
11. Sonreír
Los fotógrafos profesionales siempre ofrecen una versión en colores y otra en blanco
y negro de cada retrato que realizan.
Una barba oscura, ojeras, una mancha circunstancial de la piel o una huella de
varicela son pequeñas imperfecciones que es preciso que el fotógrafo corrija. Es parte
de su trabajo realizar esos pequeños retoques.
Aunque, claro, no es bueno abusar de ellos: la imagen de la foto debe parecerse lo
más posible a la imagen en vivo de la persona retratada.
En general, las personas no se sienten cómodas con su rostro cuando el fotógrafo les
entrega la imagen.
Sospechan que no son ellas, piensan que el experto no hizo bien su trabajo o que
deberían haber ido otro día al estudio.
¿Un consejo? Dejar que la foto “descanse”, y tenerla a mano y mirarla a lo largo de
varios días.
Es común que luego de ese tiempo el retratado se amigue con su imagen y se anime a
empezar a utilizarla.
La última toma
Por ello, será bueno que quien pasó por el estudio, una vez que tiene su nueva foto, la
coloque en todos los ámbitos o piezas de comunicación posibles.
Y reemplace la anterior por la nueva, en los diversos espacios de Internet.
De ese modo podrá construir una identidad sólida y positiva de sí mismo.
………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………….