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(Rescatado de www.motivationalinterviewing.org)
(Traducción no autorizada de Mario Pacheco)
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[N.T.] Véase al final de este artículo.
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tenerlo atrapado en el “aquí y el ahora” y que a veces parece que lo hacen perder el sentido
profundo de si mismo, o cómo siente él que está ahora. La meta es que el cliente obtenga
alguna perspectiva de la inmediatez de su circunstancia y observe cómo han cambiado las cosas
a través del tiempo.
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[N.T.] Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, respectivamente.
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dado respecto a las fases del cambio. El consejero podría pedirle al cliente que piense en las
cosas que han cambiado en el pasado, y dé ejemplos de cuando estaba en las diversas fases del
cambio en ese proceso de cambio. Si un cliente se ha quedado atascado previamente en una
fases, pídale que piense en qué métodos estuvo usando en esa fases, si es que puede identificar
alguno. También pídale que lo escriba. Use algún tiempo para conversar acerca de las
experiencias del cliente con el cambio, y céntrese en los cambios “menos amenazantes”, como
una dieta, adherencia a un consejo médico, fumar cigarrillos, hábitos laborales, ejercicio, más
que en el abuso de drogas y alcohol. Esto puede reducir las defensas respecto a las drogas y al
alcohol en las sesiones posteriores, y contribuye a enseñar cómo el cambio de un
comportamiento adictivo es similar a efectuar otros cambios.
El consejero podría introducir el tema en la siguiente forma:
“Ya sea en tratamiento o fuera del tratamiento, las personas parecen pasar por fases
similares a medida que trabajan para hacer cambios. Resto ocurre en muchos tipos de cambio.
Parecen corresponder las mismas fases a las personas que quieren bajar de peso, así como
también a las personas que desean reducir o detener su uso del alcohol y drogas.
La primera fase del cambio es denominada ‘Fase de Pre-contemplación’. Durante esta
fase, las personas no están pensando en hacer algún cambio. Esto puede ser porque nunca han
pensado respecto a su situación o ya han pensado cosas y decidieron no cambiar su
comportamiento. A veces las personas quieren cambiar, pero no sienten que tendrían éxito en
lograr el cambio que desean. Las personas es esta fase podrían encontrar que es útil obtener
más información respecto a su situación en esta fase.
Cuando las personas comienzan a pensar en su situación, comienzan la segunda fase,
denominada ‘Fase de Contemplación’. Durante esta fase, las personas están ‘inseguras’ respecto
a qué hacer. Hay cosas buenas y cosas no tan buenas respecto a su situación presente. Las
personas en esta fase también se aprobleman con las cosas buenas y las no tan buenas que
podrían ocurrir con el cambio. Con frecuencia durante esta fase, las personas quieren cambiar y
quieren permanecer donde mismo al mismo tiempo. Esto puede ser un poco confuso para las
personas, que se sienten indecisas entre esas dos opciones.
En algún momento, cuando las personas han estado pensando si cambiar o no cambiar,
pueden sentir que las razones para el cambio son más importantes que las razones para no
cambiar. En la medida que eso aumenta un lado del cambio, la persona se encuentra más
determinada para hacer algo. Este es el inicio de la fase siguiente, denominada la ‘Fase de
Preparación’. Durante esta fase, las personas comienzan a pensar respecto a cómo pueden hacer
los cambios que desean, haciendo planes y después efectuando algunas acciones para detener
los comportamientos anteriores y/o iniciar los comportamientos nuevos, más productivos. Las
personas se sienten más y más “preparadas” y dispuestas a hacer cambios.
Durante la siguiente fase del cambio, denominada “Fase de Acción”, las personas
comienzan a implementar sus ‘planes de cambio’ e intentan las nuevas formas de ser. Con
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frecuencia, durante esta fase las personas comunican o otros lo que está sucediendo y esperan
apoyo de parte de ellos para hacer esos cambios.
Una vez que las personas han tenido éxito en efectuar y lograr algunos cambios durante
un período de tiempo, entran en la “Fase de Mantención”. Durante esta fase, las personas
intentan mantener los cambios que han hecho y prevenir el retorno a sus viejos hábitos. Muchas
veces, la persona es capaz de mantener los cambios efectuados y sale exitosamente de la rueda
(espiral) del cambio. Durante esta fase también es común que las personas tengan “caídas” en
las cuales los viejos hábitos regresan durante un breve período de tiempo.
A veces las personas también tienen “recaídas” que duran más tiempo. Cuando una
persona tiene una recaída, en forma típica regresa a las fases de pre-contemplación o de
contemplación. La tarea de la persona es comenzar nuevamente en la rueda del cambio, más
que quedarse atascado. Tenga en cuenta que los deslices y las recaídas son normales cuando
una persona intenta cambiar hábitos que tiene hace tiempo. A veces las personas recorren la
rueda del cambio 3 o 4 veces (o más veces) antes de mantener un cambio en forma
permanente.
Hay buena evidencia que indica que las personas no deberían saltarse fases. A veces ese
salto a la fase de acción no ha implicado darse el tiempo suficiente para preparar el cambio. El
resultado es que luego hay problemas para mantener los cambios que se han hecho. Por esta
razón, es importante que usted sepa en cuál fase está usted y qué cosas necesita hacer para
avanzar hacia la fase siguiente.
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[N.T.] Incorporado desde el año 2005 en la Atención Primaria, para ser usados en Consejerías y en el Programa para el
Beber Problema.
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sexual, y después revisar con los clientes la información que ellos poseen, incluidas las
inconsistencias encontradas. El punto más importante aquí es que el terapeuta actúa
simplemente como un conductor para la información. Se asigna al cliente la tarea de adscribir un
significado. Un ejemplo de retroalimentación informal podría ser como el siguiente:
Exploración de valores
Colocar el foco en los valores puede ayudar a la persona a definir su “yo ideal”, al
explorar los ideales conductuales con los cuales resuena la persona. A veces, los individuos han
olvidado esos valores o los han rechazado por ser ingenuos o inalcanzables. Concentrarse en
esos ideales puede ayudar a que la persona se abra para la detección de los comportamientos
concretos que son inconsistentes con el ideal.
Esto puede estimular la motivación para el cambio. La observación de las discrepancias
entre las condiciones de vida ideales y las condiciones reales puede inducir un deseo de
“recalibrar” los comportamientos cotidianos para que sean más congruentes con las creencias
profundas de la persona. Al despertar a un sentido más profundo de si mismo y los valores, la
persona puede aumentar la conciencia que los comportamientos problema satisfacen ciertas
necesidades a corto plazo, pero no llevan a la satisfacción de valores elevados o a la satisfacción
a largo plazo. Colocar la atención en los ideales puede ayudar a disminuir la posición defensiva
del cliente y aumentar su deseo de cambio, retirando el foco de los comportamientos o estilo de
vida “indebido” y dirigiéndolo hacia un estilo de vida más satisfactorio que puede ser alcanzado y
disfrutado. Los clientes pueden percibir que no necesitan necesariamente eliminar aspectos
valorados de su yo actual, sino que necesitan restringir ciertas tendencias para desarrollar un yo
más consciente y vivir con un mayor sentido de propósito (importancia) y poder (confianza).
La ambivalencia respecto a diversas posibilidades puede ser vista en parte como el
resultado experiencial de múltiples valores en conflicto. A la vez que la ambivalencia puede ser
resuelta a partir de valores a largo plazo (por ejemplo, trabajo estable, buenas relaciones
familiares y de amistad, tener posesiones económicas) que son precedentes a valores a corto
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plazo (por ejemplo, diversión, alivio del estrés o la ansiedad, excitación), hay otras vías para su
resolución. A veces no hay mucho conflicto entre los valores a largo y corto plazo, pero las
estrategias para satisfacer los valores a corto plazo son precisamente aquellas que impiden la
satisfacción de valores a largo plazo. Hay otras formas para obtener excitación que el uso de la
cocaína y vivir en forma rápida. Al buscar con el cliente las motivaciones positivas subyacentes a
los comportamientos problema, podemos abrir la puerta a la consideración de comportamientos
alternativos que acojan las necesidades a corto plazo sin interferir con el propósito de las metas
a largo plazo.
Además de una discusión general de los valores del cliente, los consejeros pueden usar
un conjunto de naipes de valores y pedir a los clientes que busquen entre los naipes aquellos
que están de acuerdo con sus prioridades. Los tópicos a conversar pueden incluir el significado
de las diversas afirmaciones de valor, la evaluación de la consistencia actual entre los valores y
el comportamiento, barreras percibidas y las oportunidades para aumentar la consistencia valor-
comportamiento, y la evaluación personal del grado en el cual el uso de de sustancias juega un
rol que permite alcanzar o impedir la consistencia. Los consejeros reportan que esta técnica
aumenta la disposición hacia la práctica y el compromiso del cliente.
Balance decisional
El ejercicio del balance decisional es un ejercicio similar al de las buenas cosas/las cosas
menos buenas, experto por su foco en el comportamiento futuro. El consejero le solicita al
cliente que identifique y anticipe los “pro” y los “contra” de cambiar un comportamiento, luego
compararlos con los pro y los contra de no cambiar el comportamiento. Una vez que se han
identificado los pro y los contra, el consejero puede solicitar a los clientes que consideren cuáles
de esas opciones coincide más con sus ideales, a la vez que considera sus preferencias o
experiencias. Los consejeros pueden indicar a los clientes que tienen la oportunidad para crear
estilos de vida distintos y escoger en parte como serán en el futuro a través del curso de las
acciones que emprendan.
Como ocurre con diversas de las estrategias indicadas aquí, el balance decisional puede
ser hecho en una hoja como suplemento de la conversación. Véase más abajo para un ejemplo.
Bill, usted está en la tercera semana de tratamiento y está sintiendo que ha logrado todo
lo que necesitaba (RETROALIMENTACION [Feed-back]). Siento que ha estado explorando lo que
lo llevó a beber (RETROALIMENTACION). Me preocupa que usted no use mucho tiempo en
pensar respecto a cómo manejara su vida en casa (RETROALIMENTACION). Si usted siguiera mi
consejo, yo le recomendaría que permaneciera un poco más de tiempo en el tratamiento y
trabajara en esta área (CONSEJO [Advice]). Sin embargo, puede haber otras formas de hacer
esto (MENU DE OPCIONES [Menu of options]) y realmente la elección es suya
(RESPONSABILIDAD [Responsability]). Yo sé que usted ha estado impaciente (EMPATIA
[Empathy]) y tengo fe en que usted puede tomar una buena decisión (AUTOEFICACIA [Self-
Efficacy]). ¿Qué piensa?
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APENDICE5
Las preguntas abiertas son interrogantes que el cliente no puede responder con un
“sí”, un “no” o “tres veces en la última semana”. La mayoría de las personas comienzan las
sesiones de tratamiento con una pregunta abierta –“¿Qué lo hizo venir ir?” o “Hábleme de lo que
ha estado ocurriendo desde la última vez que nos vimos?”. Una pregunta abierta permite que el
cliente cree el ímpetu para seguir adelante. Aunque las preguntas cerradas tienen su lugar –en
realidad son necesarias y muy valiosas a veces– las preguntas abiertas crean un impulso hacia
delante que deseamos usar para ayudar al cliente a explorar el cambio. Por ejemplo, “¿Qué le
hace sentir que este podría ser el momento para un cambio?”
Las afirmaciones son comentarios del reconocimiento de las fortalezas del cliente.
Estamos muy de acuerdo con Carlo DiClemente que muchas personas que buscan nuestra
asistencia han fracasado en cambiar por si mismos. Es decir, intentaron alterar su
comportamiento y no funcionó. Como resultado, el cliente viene desmoralizado o a lo menos
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Fuente: www.motivationalinterviewing.org
Material adaptado de: Ingersoll, Wagner & Gharib, 2000; NIAAA Project MATCH Motivational Enhancement Therapy manual
(Miller, Zweben, DiClemente, & Rychtarik, 1992; Rosengren & Wagner, 2001.
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sospechoso de la afirmación que el cambio es posible. Esta condición significa que como
terapeutas, debemos ayudar a los clientes a sentir que el cambio es posible y que ellos son
capaces de implementar ese cambio. Un método para realizar esto es señalar las fortalezas de
los clientes, particularmente en las áreas donde ellos solamente observan fracaso. A menudo
exploramos los intentos de cambio anteriores. Por ejemplo, “Así que usted permaneció sobrio
durante una semana después del tratamiento. ¿Cómo fue capaz de permanecer sobrio esa
semana?” También usamos la resistencia como una fuente para las afirmaciones. Por ejemplo,
“Usted no quería venir hoy, pero lo hizo en alguna forma. No estoy seguro, pero parece como si
usted hubiera decidido algo suficientemente importante, está preparado para hacer algo con
eso.”
Las afirmaciones pueden ser unas maravillosas constructoras de vínculo. Para los
clientes que sufren adicciones, las afirmaciones son una rara comodidad. Sin embargo, deben
ser congruentes y genuinas. Si el cliente piensa que usted no es sincero, entonces el vínculo
puede dañarse en lugar de construirse.
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Los autores de refieren a los reflejos terapéuticos rogerianos, no a las preguntas reflexivas sistémicas. Para estudiar con
más detalle los diversos tipos de reflejos terapéuticos, recomendamos la lectura de:
Greenberg, L.; Rice, L. y Elliot, R. (1996) Facilitando el cambio emocional. El proceso terapéutico punto por punto. Ed.
Paidós, Barcelona
Rogers, C. y Kinget, G. M. (1971) Psicoterapia y Relaciones Humanas. Teoría y práctica de la terapia no directiva. Vol. II.
Ed. Alfaguara, Madrid
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tasa de tres reflejos por cada pregunta realizada. Las preguntas tienden a ocasionar un cambio
en el impulso y pueden detenerlo completamente. Aunque hay veces que usted querrá crear un
cambio o detener el impulso, la mayoría de las veces usted querrá que siga fluyendo.
Finalmente, están los resúmenes. Estos son realmente una forma especializada de la
escucha reflexiva, donde usted refleja al cliente lo que él ha estado contándole. Los resúmenes
son una forma efectiva para comunicar nuestro interés en un cliente, construir rapport, llamar la
atención a elementos destacados de la conversación y cambiar la atención o la dirección. La
preferencial personal determinará cuán a menudo usted los usará, pero le recomendamos
hacerlo en una forma relativamente frecuente en la medida que el cliente entregue mucha
información y sea difícil para usted digerirla toda y entregar retroalimentación. Además, si la
interacción está yendo en una dirección no productiva o problemática (por ejemplo, reforzar el
estatus quo, encuentro de resistencia), el resumen puede ser usado para cambiar el foco de la
intervención.
La estructura del resumen es simple. Comienza con un anuncio que usted resumirá una
lista de elementos seleccionados, invitará a corregir lo que usted se haya ignorado y después,
usualmente, una pregunta de final abierto. Si la ambivalencia fue evidente en la interacción
antes del resumen, debiera ser incluida en el resumen. A continuación puede observarse un
ejemplo,
“Permítame detenerme y resumir lo que usted ha dicho. No esta seguro de querer estar
aquí hoy, y vino solamente porque su pareja le insistió. Al mismo tiempo, ha tenido algunos
pensamientos preocupantes respecto a si mismo, acerca de lo que está sucediendo, incluido
cuánto usted ha estado consumiendo [la(s) sustancia(s)] recientemente, el cambio en su salud
física y la pérdida de su trabajo. ¿Pasé algo por alto? Me pregunto acerca de qué hace usted con
todas esas cosas.”
hacia el presente o el futuro, ya sea en la esfera cognitiva o emocional, puede representar una
afirmación auto-motivadora. Por ejemplo, “Pienso que el uso de [sustancia] puede estar
causando problemas” (presente-cognitiva), “Me preocupa que las cosas puedan estar saliéndose
de control” (presente-emocional), “Definitivamente haré algo respecto a eso” (futuro-cognitiva),
“Usted me entiende, estoy comenzando a sentir que esto podría funcionar” (futuro-emocional).
Reflejo simple
Una forma de reducir la resistencia es simplemente repetir lo que el cliente ha dicho.
Esto comunica que usted ha escuchado a la persona y que no es su intención discutir con la
persona.
Reflejo amplificado
ES similar al reflejo simple, sólo que el consejero amplifica o exagera el punto donde el
cliente puede estar en desacuerdo. Es importante que el consejero no exagere, porque si el
cliente siente que se burlan de él o están se está siendo condescendiente, es probable que
responda con rabia.
Cambio de foco
Otra forma de reducir la resistencia es simplemente cambiar de tópico. No es una
estrategia motivacional responder a la resistencia; y la meta del consejero se logra de mejor
modo simplemente no respondiendo a la afirmación de resistencia.
Reencuadre
El reencuadre es una estrategia que invita a los clientes a examinar sus percepciones
bajo una nueva luz o en una forma reorganizada. De este modo, se le da un nuevo significado a
lo que se ha dicho. Por ejemplo, si un cliente reporta que su cónyuge o su pareja está diciéndole
“Realmente necesitas ponerte en tratamiento para tratar ese problema”, el cliente puede ver
esto como “ella es como una peste” o “él siempre está diciéndome qué hacer”. El consejero
puede reencuadrar esto como, “esta persona debe estar muy interesada en usted para decirle
algo que ella siente que es importante para usted, sabiendo que usted se enojará mucho con
ella.”
El reencuadre también puede usarse para conversar acerca de la tolerancia [a la
sustancia]. Los clientes pueden reportar que ellos controlan la cuota de licor, o pueden ver al
uso de sustancia como no problemático porque “realmente no necesitan aumentar la dosis”. Esto
da al consejero la oportunidad de conversar acerca de la tolerancia, y reencuadrarla indicándole
al cliente no hay un sistema de alerta que indique cuando ha “tenido suficiente”. De este modo,
lo que originalmente parecía apoyar al concepto que no hay un problema (“Puedo controlarlo”)
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ahora apoya el concepto que puede haber un problema (“Estoy en riesgo de abusar sin saberlo
hasta que sea demasiado tarde”).
Referencias:
Miller, W. R., & Rollnick, S. (1991). Motivational interviewing: Preparing people for change. New York:
Guilford Press.
Miller, W. R., Zweben, A., DiClemente, C. C., & Rychtarik, R. G. (1992). Motivational Enhancement Therapy
manual: A clinical research guide for therapists treating individuals with alcohol abuse and dependence.
Rockville, MD: National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism.
Rollnick, S., Heather, N., & Bell, A. (1992). Negotiating behaviour change in medical settings: The
development of brief motivational interviewing. Journal of Mental Health, 1, 25-37.
BALANCE DECISIONAL
Cuando pensamos en hacer cambios, la mayoría de nosotros realmente no consideramos
todos los “lados” de la decisión. Por el contrario, a menudo pendamos en lo que “deberíamos
hacer”, evitando hacer las cosas que no nos gusta hacer, o nos sentimos confundidos y no
pensamos en ello. Pensar en los pro y los contra del cambio y no hacer un cambio es una forma
de ayudarnos a estar seguros que hemos considerado completamente un posible cambio. Esto
puede ayudarnos a “mantener” nuestro plan en épocas de estrés o tentación.
Escriba abajo, en cada uno de los recuadros, las razones en las que usted puede pensar.
Para la mayoría de las personas, “hacer un cambio” significará probablemente dejar el alcohol y
las drogas, pero es importante que usted considere qué cambios específicos le gustaría hacer,
los cuales podrían ser distintos a los mencionados más arriba.
Beneficios/Pros Costos/Contra
Hacer un
cambio
No cambiar
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PLAN DE CAMBIO
Las razones por las que quiero hacer esos cambios son:
Las razones más importantes por las que quiero hacer esos cambios son:
¿Cuáles son algunas consecuencias probables de la acción o la inacción?
¿Qué motivaciones para el cambio le parecen más importantes?