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BIBLIOGRAFÍA

del «Consorcio Ruta del Carrilet» como FKRNÁNDEZ RODRÍGURZ, Tomás Ramón,
auténtico Ente público encargado de la Estudios de Derecho Ambiental y Urba-
gestión y ejecución de las actividades a las nístico, en «Revista de Urbanismo y
que ha de dar respuesta la nueva ruta ver- Edificación», Ed. Aranzadi, Navarra,
de del Carrilet. El Consorcio fue la fórmu- 2001, 269 págs.
la jurídica elegida frente a otras fórmulas
posibles, como la Mancomunidad, por ra- I. La obra objeto de la presente re-
zones básicamente de participación, y su censión es una muestra más de la inten-
naturaleza jurídica es, en opinión de la sa y extensa dedicación de su autor al
autora, la personificación de una relación campo del Derecho Urbanístico. Con
¡nteradministrativa (frente a voces que motivo de un nuevo proyecto de la Edi-
abogan por la consideración de la referida torial Aranzadi, íntimamente relaciona-
figura como Ente Local). do con los temas urbanísticos, este au-
Al plantearnos la cuestión sobre la ti- tor ha querido reunir en una obra mo-
tularidad de los bienes que constituyen nográfica algunos de sus artículos que
la Ruta, bienes que tras su desafecta- ya fueron publicados, a lo largo de las
ción han vuelto a formar parte de la ca- dos últimas décadas, en diversas revis-
tegoría del dominio público, se sostiene tas jurídicas. Con este volumen se pre-
que el auténtico titular no es el Consor- tende, como él mismo señala en las pri-
cio, sino todas y cada una de las Admi- meras páginas, invitar a la reflexión so-
nistraciones consorciadas (16). bre cuestiones esenciales relacionadas
Para poner fin a esta reseña del libro con el «caótico y malogrado» campo del
que la profesora CANALS nos presenta, Derecho Urbanístico.
creo estar en la obligación de mostrar mi A través de los diferentes capítulos en
reconocimiento a esta obra llena de espe- que se divide la obra, correspondientes
ranza en el ya clásico Derecho Adminis- cada uno de ellos a otros tantos artícu-
trativo. Es cierto que numerosos concep- los que ya vieron en su día la luz, nos
tos y técnicas administrativas perduran vamos acercando de manera cronológi-
con el paso del tiempo, y que es la Histo- ca, desde la década de los ochenta, a la
ria la que nos lo demuestra, como afirma- realidad tanto jurídica como económica
se en su día el profesor GARCÍA DE ENTE- y social que ha ido envolviendo a nues-
RRÍA; pero lo que también es cierto es que tro «derecho del suelo», y que ha ido
la sociedad avanza, su motor está en forjando las bases de lo que hoy es pre-
constante funcionamiento, y es en este sente. Podemos ver cómo se han ido su-
panorama lleno de novedades en el que cediendo diversas normas estatales, des-
hoy por hoy debe mostrar su valía nues- de el Texto Refundido preconstitucional
tra Disciplina Administrativa (17). de 1976 hasta la actual Ley del Suelo del
98, con la correspondiente reforma del
M.;l Isabel RIVAS CASTILLO año 2000; vemos, igualmente, cómo se
ha llevado a cabo la asunción desde las
Comunidades Autónomas de esta mate-
ca de carácter asociativo y naturaleza vo- ria como competencia propia; cómo
luntaria, con personalidad jurídica propia, nuestro más Alto Garante de la Consti-
e integrada por los diferentes ¡Municipios tución se ha visto, en no pocas ocasio-
del trayecto». Además, en ellos se afirma- nes, inmerso en debates decisorios so-
ba la posibilidad de que al Consorcio se
integrasen otras Administraciones Públi-
cas, e incluso entidades privadas sin áni- Universidad de Gerona. La obra que nos
mo de lucro. presenta ha sido elaborada a partir de una
(16) Junto a tales afirmaciones, no ol- propuesta de investigación del profesor
videmos que es el Consorcio el encargado ESTUVE PARDO, iniciativa que tuvo su ori-
de conseguir los fines concretos progra- gen en la tesis defendida por aquélla en
mados, por lo que ha de ser a él a quien noviembre de 1995, tesis que fue escrita
ha de reconocerse la titularidad de compe- en lengua catalana bajo el título: La des-
tencias tendentes a su protección. afectado deis bens de donini públie i la
(17) La doctora Dolors CA.MALS AME- seva reutilizació per a noves necesiltatas
TLER trabaja actualmente como profesora collectives, por la que obtuvo la máxima
ayudante de Derecho Administrativo en la calificación académica.

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RECENSIONES Y NOTICIAS DE LIBROS

bre cuestiones competcnciales al respec- soluciones a esos múltiples problemas.


to; y, en definitiva, a lo largo de las pági- El compromiso ha de ser general, de le-
nas de la obra nos acercamos de lleno al gisladores, jueces, estudiosos y Adminis-
Derecho Urbanístico, un Derecho, aun- traciones Públicas. Un compromiso
que problemático, plenamente vivo en constante, que en muchas ocasiones re-
los últimos tiempos. querirá del trabajo y esfuerzo conjunto,
de la colaboración de todos, como no
II. A nadie pilla por sorpresa afir- duda en señalar el profesor Tomas Ra-
mar que en torno a las cuestiones urba- món FERNÁNDEZ en la obra.
nísticas y de ordenación territorial son
muchas las dudas, y consiguientes los III. El libro se presenta estructurado
problemas, que se le presentan no sólo en dieciséis capítulos, «Estudios», dis-
al ciudadano de «a pie», sino también a puestos en orden cronológico, desde fi-
aquellos que dicen llamarse conocedo- nales de la década de los ochenta hasta
res del Derecho. Muchas son las «opor- el año 2000. Dos son las partes en que
tunidades» que tenemos de acercarnos, podríamos subdividir la obra: por un
bien de manera consciente o bien sin re- lado y como primer gran bloque, nos
parar en ello, a la disciplina que ahora encontramos con capítulos dedicados de
nos ocupa. lleno al análisis del Urbanismo y a la
Todos pertenecemos a un territorio en Ordenación del territorio (caps. 1, 3, 4,
el que nos desarrollamos como perso- 7, 8, 10, 11, 12) y, por otro lado, como
nas, en el que expresamos algunos de segundo bloque, el autor recoge diver-
nuestros más preciados derechos, como sos artículos en los que lleva a cabo el
es el derecho de propiedad o cualquiera estudio extensivo de la disciplina, el ur-
de sus «variantes»; anhelamos poder banismo en su conexión con otras reali-
materializar el derecho a una vivienda dades de interés (patrimonio histórico,
digna; en él, ejercitamos nuestra liber- puertos y costas, medio ambiente, orde-
tad de circulación y consiguiente necesi- nación comercial y expropiación forzo-
dad de soporte físico mediante la reali- sa).
zación de obras públicas; es un mismo
territorio en el que desearemos, incluso, — En cuanto al primero de los sub-
ver hecho realidad nuestro afán empre- grupos en que hemos considerado divi-
sarial mediante la creación y ubicación dido el libro, vemos cómo el profesor
de una empresa (siguiendo los paráme- Tomás Ramón FERNÁNDEZ nos acerca al
tros clásicos, lejanos a las múltiples Derecho Urbanístico desde una triple
oportunidades virtuales que en la actua- perspectiva: desde la posición que al
lidad se nos presentan); un suelo sobre respecto ha ocupado, o vienen dejando
el que conoceremos la expresión de la ocupar, al legislador estatal en materia
evolución humana a través de los múlti- de ordenación territorial, urbanismo y
ples monumentos y restos arqueológi- régimen del suelo; desde el actuar del le-
cos; un territorio que en ocasiones esta- gislador y de las Administraciones auto-
rá amenazado por los ataques al medio nómicas en ejercicio de lo dispuesto en
ambiente; en definitiva, todo un soporte el artículo 148.1.3." de la CE; y, en tercer
real del desarrollo cotidiano y de las vi- lugar, la postura que ha mantenido el
vencias del hombre, en el que nos en- Tribunal Constitucional en todo este
contramos inmersos en el Derecho Ur- «campo de batalla» entre el Estado y las
banístico. CC.AA. en el desarrollo de la política
Ante este panorama, los Poderes pú- constante de adaptación competencial.
blicos no pueden permanecer inmóviles Desde la Ley del Suelo de 12 de mayo
e inalterables; son muchas las cuestio- de 1956, como punto de arranque del
nes jurídicas que se entrelazan y mu- Derecho Urbanístico moderno, muchos
chas las soluciones que han de ofrecer- han sido los cambios que se han experi-
nos; es, por tanto, esencial el trabajo mentado en esta rama del Derecho Ad-
que han de realizar en aras a la conse- ministrativo. El Estado ha dejado de ser
cución de un sistema claro y eficaz para el único «gran legislador» para dar
que así, desde éste, podamos ir dando paso, en la España de las Autonomías, a

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BIBLIOGRAFÍA

nuevos «hacedores» de leyes urbanísti- iba negando cualquier participación re-


cas y de ordenación territorial (en el guladora al Estado en ella, puede hacer-
ámbito urbanístico no podemos olvidar nos pensar que el resultado fuese el de
la capacidad normativa que otras Admi- leyes de ordenación urbana totalmente
nistraciones menores han tenido, y si- diferentes e inconexas. A pesar de los
guen teniendo, en el desarrollo planifi- posibles conflictos compelenciales, que
cador que exige la peculiaridad de esta iban a ser ineludibles (como la experien-
disciplina). Nos encontramos con la cia de más de veinte años de Constitu-
existencia de diecisiete legisladores de ción nos ha venido a demostrar), la rea-
una materia respecto a la que el Tribu- lidad que envolvió al urbanismo en
nal Constitucional no dudó en negar nuestro país hasta casi los últimos años
toda posible competencia reguladora al de la década de los noventa ha sido,
Estado (STCde 13 de mayo de 1986, STC como nos dirá el autor, una situación
de 29 de noviembre de 1988 y STC de 4 de caracterizada por la existencia de un
julio de 1991), y ello de una manera «núcleo común» en la materia (se palpa-
«simplista y criticable», como nos dirá ba un «consenso silencioso y complejo»
el autor en la obra (caps. 1 y 3). El Alto de respeto al sistema legal general pre-
Tribunal consideró de forma rotunda en constitucional —cap. 3—); se llegaría,
la década de los ochenta que el Estado en palabras de aquél, «a una cultura ur-
no tenía competencia alguna en materia banística común», hasta la famosa STC
de ordenación territorial y urbanismo, de 20 de marzo de 1997 (cap. 10).
aunque (y al menos en estas afirmacio- Tras una desafortunada Ley estatal re-
nes estuvo acertado) ello no podía ir en guladora del suelo a principios de los
detrimento de otras competencias de ti- noventa (Ley 8/1990, de 25 de julio), y de
tularidad estatal y que pudiesen coexis- los no pocos intentos de dar salida ópti-
tir con aquéllas (obras públicas de inte- ma a ésta, a través de la aprobación del
rés general, derecho de la propiedad, ex- Texto Refundido de 1992; a pesar del In-
propiación forzosa, etc.). En esta línea, forme que en 1993 el Tribunal de Defensa
una importante llamada de atención es de la Competencia presenta ante las au-
expuesta por el profesor, y he creído po- toridades gobernantes, con el propósito
sitiva su consideración en este comenta- de ir adaptando nuestra legislación ur-
rio ante la esperanza de futuros estu- banística, entre otras, a los nuevos aires
dios: si, en efecto, se negaba toda potes- de liberalización europeos; o de los di-
tad reguladora al Estado en materia de versos intentos que desde 1996 llevaría
ordenación territorial (y, como veremos, a cabo un gobierno naciente en el pano-
incluso la supletoriedad de las leyes rama nacional con el propósito de ir es-
estatales en los casos que aquélla podía clareciendo aquella situación confusa;
tener cabida), la situación en la que sería de nuevo el Tribunal Constitucio-
quedaban (y quedan) las ciudades de nal, a finales de los noventa, quien asu-
Ceuta y Melilla era una situación de au- miese las riendas de la evolución urba-
sencia legal; dos Ciudades Autonómicas nística en nuestro país. La Sentencia
con regímenes muy especiales que indu- 61/1997, de 20 de marzo, ha venido a
dablemente forman parte del territorio marcar un verdadero hito en el campo
español (cap. 11). En realidad, y a pesar del Derecho Urbanístico.
de la doctrina que desde el Constitucio-
nal se iba forjando, el panorama general Definitivamente, desde 1997 se «en-
en cuanto a la distribución de papeles tregará» por nuestro mayor intérprete
entre los legisladores estatal y autonó- constitucional, in loto, la ordenación del
micos se caracterizaría, en los años si- territorio y del urbanismo a los legisla-
guientes, por una casi total incertidum- dores autonómicos. Varios son los artí-
bre. culos que en los años siguientes publica-
ría el profesor Tomás Ramón FERNÁN-
Planteadas las cosas de esta manera, DEZ, y que ahora ha incluido en este
viendo cómo las CC.AA. se «apodera- trabajo, en los que comentaba la «incon-
ban», vía Estatutos, rápidamente de gruente y contradictoria» sentencia
toda competencia urbanística posible, y (caps. 10, I 1 y 12). Sus críticas al respe-
viendo cómo el Tribunal Constitucional to han sido abiertas v muv directas, crí-

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RECENSIONES Y NOTICIAS DE LIBROS

licas que no dudó en predicar en los actuaba como único protagonista, pero
más variados foros administrativistas, sí como parte esencial; diferentes preo-
dentro y fuera de nuestro país (cap. 12). cupaciones de actualidad, todas ellas
Se trataba de una decisión constitucio- siempre relacionadas de un modo u otro
nal inesperada, en un momento en el con el Derecho Urbanístico y la ordena-
que se respiraba cierta tranquilidad ur- ción territorial.
banística, y a las puertas de ser aproba- Comentarios a la Ley de Costas de
da una nueva Ley estatal del Suelo y Va- 1988, con ocasión de la famosa STC
loraciones (Ley 6/1998, de 13 abril). Con 149/1991, de 4 de julio, en la que se rea-
esta Sentencia se eliminaba de «un plu- firma por el TC su postura del 86 sobre
mazo» cualquier actuación estatal en la distribución competencial en materia
materia urbanística, dejando al legisla- de ordenación del territorio. El régimen
dor autonómico toda decisión sobre su portuario y su estrecha relación con los
futuro (se decía «adiós» a la posibilidad problemas urbanísticos (cap. 5) (su evolu-
de crear un ius commune urbanístico en ción desde e) mas claro maximalismo
España, como sostuvo en su voto parti- estatal hasta el maximalismo municipal,
cular el Magistrado JIMÉNEZ DE PARÜA; para llegar a una situación intermedia
posición que ha vuelto a confirmar en loable en la Ley de Puertos de 1992). Otra
su también voto particular a la STC de las grandes «preocupaciones jurídi-
164/2001, de i I de julio, por la que se cas» de Tomás Ramón FERNÁNDEZ ha sido
declaran inconstitucionales algunos pre- el régimen jurídico del patrimonio histó-
ceptos de la Ley 6/1998, de 13 de abril). rico español y su conexión con el Dere-
Negando incluso el carácter supletorio cho Urbanístico; los grandes comenta-
que podrían tener las normas estatales rios sobre las nuevas categorías protec-
en la regulación de la ordenación terri- cionistas a esos ejemplos urbanos
torial, aparecía en España un importan- testigos del pasar del tiempo no están
te «vacío» legal, que las CC.AA. tuvieron faltos de interés para cualquier jurista
que ir cubriendo de una forma más rá- inmerso en el Derecho Administrativo
pida que racional. En definitiva, ante —quién no se ha quedado sorprendido
esta realidad desconcertante, y con el en alguna ocasión al conocer la noticia
propósito de conferir márgenes de clari- sobre «nuevos conjuntos históricos» (?)
dad y unanimidad, sólo queda la opción en su ciudad; o quién no híi leído en el
de intentar, aun de una manera indirec- diario local afanosas protestas de algún
ta, ofrecer por parte del legislador esta- administrado afectado por nuevas deci-
tal algunos elementos básicos que las siones municipales de protección a edi-
CC.AA. deberían apreciar y convertir en ficios ruinosos, pero calificados como
propios. «de históricos», por impulso del nuevo
gobierno municipal—. El Derecho me-
De forma constante, el profesor To- dioambiental también ha tenido cabida
mas Ramón FERNÁNDEZ a lo largo de es- en esta recopilación y, aunque su autor
tos años ha venido a reflejar esa su pos- no llega a profundizar en la cuestión, no
tura, la de alentar al diálogo y trabajo son nada despreciables algunas de las
conjunto entre las diferentes Adminis- afirmaciones que, siguiendo la tónica
traciones Públicas, todas las Adminis- que le es propia, deja deslizar en las lí-
traciones, puesto que ellas actúan sobre neas que al respecto dedica. Siendo
un mismo territorio, aquel que un día conscientes de la gran novedad y el des-
en las aulas de la Facultad de Derecho concierto que ha llegado a despertar en-
nos enseñaron como elemento esencial tre los juristas, en los últimos años, el
del Estado. Derecho del Medio Ambiente (descon-
cierto principalmente por el carácter ge-
— El segundo bloque que podríamos neral del mismo, por ser un Derecho
extraer de la obra está constituido por «sin fronteras»), el profesor Tomás Ra-
los restantes artículos (estudios 2, 5, 13, món FERNÁNDEZ no duda en criticar que
14, 15 y 16), en los que el profesor, a lo éste haya venido utilizándose general-
largo de estos años, se hizo eco de diver- mente como «arma arrojadiza» entre la
sas preocupaciones y cuestiones de inte- clase política; de igual forma, el autor
rés en las que el Derecho Urbanístico no

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BIBLIOGRAFÍA

aboga por modificaciones en su regula- Suelo operada por la Ley 8/90, de 25 de


ción, cambios que hagan de esta «rama» junio. La materia objeto de estudio exi-
del Derecho un sector más imparcial y gía hacer frente a las dificultades que
racional. suponía el hecho de que, a pesar de la
Como nota final, y a través de un ar- evidente relación de las actuaciones ur-
ticulo publicado durante el último año banísticas y el contenido del derecho de
en una de las revistas jurídicas más propiedad contemplado en el Registro
prestigiosas en nuestro país, el autor de la Propiedad, sus respectivas norma-
nos habla de uno de los mayores proble- tivas (la urbanística y la hipotecaria) se
mas actuales relacionados con la Ley de entorpeciesen para alcanzar resultados
Expropiación Forzosa de 1954. Vengo a jurídicos inconsecuentes e irracionales;
referirme al tema de la «absorción» por en especial, la normativa hipotecaria
parte de las CC.AA. de competencias mantuvo su existencia al margen de la
que pertenecen, según la Constitución, incontestable incidencia del urbanismo
al Estado (la llamada «erosión del dere- en el derecho de propiedad, dando la es-
cho estatal»); y exactamente, en el ámbi- palda a la normativa urbanística, que
to de la expropiación forzosa, se mate- desde la Ley del Suelo de 1956 va a ser
rializa con la creación por parte de las la que defina el contenido del derecho
Administraciones autonómicas, al mar- de propiedad en materia de suelo, ale-
gen del artículo 149.1.18 CE, de Jurados jándolo de su configuración histórica li-
propios («autonómicos») de expropia- beral vinculada a la normativa civil.
ción (llegando, incluso, a poner en en- Esta nueva configuración del derecho
tredicho la naturaleza garantista de la de propiedad, avalada por la Constitu-
referida institución). ción de 1978, exige que el Registro de la
Propiedad al cumplir con su función de
proteger los derechos dominicales no
IV. Muchas son las cuestiones rela- pueda ignorar la incidencia de las ac-
cionadas con el Derecho Urbanístico, y tuaciones urbanísticas sobre los mis-
todas ellas bañadas de reflexiones de in- mos.
terés, que Tomás Ramón FERNÁNDEZ nos
presenta en casi trescientas páginas; un El estudio realizado por la profesora
profesor que desde hace ya muchos Mercedes FUF.RTF.S mostraba un trabajo
años se ha convertido, en el seno doctri- ímprobo de entrelazado de dos normati-
nal del Derecho Administrativo español, vas: la urbanística y la hipotecaria, y un
en uno de nuestros más importantes co- tratamiento de cuestiones de indudable
nocedores de la materia. y compleja trascendencia práctica, con
un espléndido resultado, enriquecido
M." Isabel RIVAS CASTILLO con propuestas de reforma de la norma-
tiva existente, muchas de las cuales han
sido incorporadas en los recientes cam-
bios normativos. Todo ello ha dado lu-
gar a que Urbanismo y publicidad regis-
FUERTES, Mercedes: Urbanismo y publi- tra! haya sido una obra magníficamente
cidad registra!, Marcial Pons, Madrid, recibida por los especialistas y por los
2.a ed., 2001. operadores prácticos del Derecho urba-
nístico, como demuestra el hecho, no
Urbanismo y publicidad registra! supu- demasiado frecuente en nuestra discipli-
so en su primera edición (Marcial Pons, na, de que se proceda a una segunda
Madrid, 1995) una importante novedad, edición de una monografía, segunda
a la vez que una valiosa aportación doc- edición que va a ser el objeto de las si-
trinal. La obra mostraba de forma rigu- guientes líneas.
rosa todos los entresijos de la actividad Si en su primera edición este trabajo
urbanística y la publicidad registral, en se centra en las incidencias y conse-
un momento en el que el Texto Refundi- cuencias de la Ley del Suelo de 1990 y el
do de 26 de junio de 1992 (TRLS) daba TRLS sobre la publicidad registral de
sus primeros pasos en su corta y azaro- las actuaciones urbanísticas, legislación
sa vida, tras la reforma de la Ley del que daba algunos pasos decididos hacia

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