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Fui testigo de la historia de

la Segunda Guerra Mundial


En el 75.° aniversario del fin del conflicto mundial,
sobrevivientes recuerdan momentos destacados.
por: Alex Kershaw, Jon Saraceno y Mike Tharp, AARP, 1 de julio de
2020

AP PHOTO/JOE ROSENTHAL, FILE

Marines estadounidenses izan la bandera estadounidense en la cima del monte Suribachi


en Iwo Jima.

In English | Hace tres cuartos de siglo finalizó el conflicto más mortífero de la


historia de la humanidad. La generación que vivió durante esos
acontecimientos memorables está desapareciendo de escena. Solo siguen con
vida el 2% de los hombres y las mujeres que prestaron servicios en las fuerzas
armadas durante la guerra. Sin embargo, algunos de ellos todavía pueden
describir increíbles acontecimientos históricos con claridad.

Estos son relatos de algunos de los momentos más inolvidables de la Segunda


Guerra Mundial. 

Vi la bandera flamear en Iwo Jima


Hershel “Woody” Williams era un infante de marina de Estados Unidos de 21
años que se entrenaba en Guam para invadir Japón cuando supo que la guerra
finalmente había terminado. Dice que solo hay una palabra para describir lo
que sintió: euforia. “Casi todos salimos corriendo de las carpas y empezamos a
disparar al aire, dando vueltas como un montón de idiotas”. 

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Para Williams, fue como ser liberado de una condena de muerte en la que
había vivido desde principios de año, cuando vivió los horrores de la batalla en
Iwo Jima.

“No es posible describir el infierno de Iwo Jima”, señala Williams, de 96 años, la


última persona con vida que recibió la Medalla de Honor del Teatro de
Operaciones del Pacífico. “A menos que lo hayas vivido en persona, no hay
modo de entenderlo verdaderamente”.

El 23 de febrero de 1945, el cabo Williams destruyó varias posiciones


japonesas con un lanzallamas arriesgando su vida repetidamente mientras los
jóvenes fusileros a su alrededor morían en una de las batallas más sangrientas
de la guerra. El mismo día, desde lejos, vio flamear la bandera de Estados
Unidos en la cima de Mount Suribachi. 
CORTESÍA DEPARTAMENTO DE DEFENSA

Hershel "Woody" Williams

Williams dice que sobrevivió gracias a su increíble entrenamiento y la firme


convicción de que llegaría con vida hasta el final. “Nunca me permití pensar
que no iba a sobrevivir. Escuchaba que los infantes de marina decían ‘no voy a
llegar’, y no llegaban”.

En Iwo Jima murieron casi 7,000 estadounidenses, y otros 20,000 resultaron


heridos.

En octubre de 1945, Williams recibió la Medalla de Honor de manos del


presidente Harry S. Truman en la Casa Blanca. Durante muchos años padeció
el trastorno por estrés postraumático. Comenzó a recuperarse cuando renovó
su compromiso con el cristianismo, y luego durante 35 años se desempeñó
como capellán de la Congressional Medal of Honor Society.

Casi todos los días siente que la guerra está muy lejos: “He intentado borrar de
la memoria las cosas malas que sucedieron”. Pero el recuerdo que no puede
borrar son los rostros de dos jóvenes infantes de marina que murieron
luchando a su lado. “Se sacrificaron por mí”, dice. “Me he preguntado miles de
veces, ¿por qué yo? ¿Por qué fui elegido para recibir la Medalla de Honor y
todos los elogios cuando ellos dieron todo lo que tenían, dieron su vida?”. 

"No es posible describir el infierno de Iwo Jima. Es


como tratar de explicar cómo se siente una madre
cuando está dando a luz. A menos que hayas
pasado por eso, no hay manera de que puedas
entenderlo adecuadamente".
— Hershel "Woody" Williams

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