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Propiedades de los granos

Fotografía de la estructura laminar de una arcilla

Desgraciadamente, las distintas clasificaciones no coinciden en la especificación de


los límites adecuados. Esto es, en cierto modo natural, pues cada ciencia mira el
suelo desde un ángulo distinto. Para el análisis de un suelo de acuerdo al tamaño
de sus granos recurrimos al análisis granulométrico, que básicamente es separar al
suelo en partes formadas por granos de tamaños comprendidos entre determinados
límites. Más adelante, volveremos a detallar las distintas metodologías de análisis
granulométricos

2.3. Composición mineralógica

Las fracciones gruesas están compuestas por granos de uno o más minerales,
siendo fragmentos de roca que conservan la composición original, o bien el residuo
inalterable de la descomposición químicas, como lo son los granos de cuarzo. Las
fracciones finas, en cambio, son en general partículas de un solo mineral,
principalmente de minerales arcillosos producto de la descomposición química de la
roca original.

Los minerales arcillosos son silicatos de Al, Fe, Mg, K u otros metales. Presentan
estructuras cristalinas bien definidas, con retículas desarrolladas en capas. Unas
capas están formadas por átomos de silicio, Si, vinculadas a átomos de oxigeno O.
Otras capas están formadas por átomos de un metal (Al, Fe, Mg, K, etc.) ligamos a
átomos de oxigeno o grupos hidroxilos (OH).

Estas capas se juntan en formas de hojas o láminas, constituyendo una “unidad


fundamental”, un conjunto de estas unidades dispuestas en forma de pila, conforma
una partícula. La disposición y composición de las capas en cada “unidad
fundamental” determina el tipo de mineral arcilloso

Los dos elementos fundamentales en la estructura de los minerales arcillosos son


los tetraedros y los octaedros. En el tetraedro cuatro átomos de oxígenos rodean a
un átomo de silicio.

Los tetraedros forman capas, de modo que los oxígenos de las bases de todos ellos
se encuentran en el mismo plano y que cada oxígeno pertenezca a dos tetraedros.
Por otro lado en el octaedro un átomo de aluminio, hierro, magnesio, etc. esta
rodeado por seis átomos de oxigeno o iones hidroxilos (OH). También forman capas
y de las distintas combinaciones de ellas y de los distintos cationes o aniones
resultan la gran variedad de minerales arcillosos.

A continuación analizaremos rápidamente los minerales arcillosos más comunes y


su estructura cristalina, como así también algunas de sus propiedades.

a) Caolinita: como se puede ver en la imagen, la partícula de caolinita se compone


de capas de octaedros y tetraedros alternados. Su unidad fundamental tiene un
espesor de 7,2 angstroms y se extiende indefinidamente en las otras dos
dimensiones. Las sucesivas unidades fundamentales se mantienen unidas mediante
enlaces de hidrógeno. La partícula de caolinita posee, debido a su fino tamaño,
cargas positivas y negativas en los enlaces rotos de los bordes, que puede adsorber
iones

b) Montmorillonita: la unidad fundamental de una partícula de montmorillonita está


conformada por dos capas de tetraedros que encierran una de octaedros. La unión
entre cada dos unidades es mucho más débil que el enlace de hidrógeno en las
partículas de caolinita.

Como consecuencia, el agua puede penetrar entre ellas ocasionando una expansión
de la partícula en el sentido perpendicular a la capa. El diámetro medio de las
partículas de montmorillonita suele oscilar entre los 100 y los 5000  y al
dispersarlas en agua se separan las distintas unidades fundamentales. La bentonita
se compone en su mayor parte de montmorillonita

c) Illita: posee una estructura similar a la montmorillonita con la diferencia en que las
deficiencias de carga son equilibradas casi en su totalidad por átomos de potasio
que se sitúan entre las diversas estructuras fundamentales. Su estructura no es
expansiva pues no admite la entrada de átomos de agua entre las capas

Las partículas de minerales arcillosos presentan una gran superficie específica por
la cual las fuerzas eléctricas que actúan en la superficie de las partículas prevalecen
frente a las fuerzas de gravedad.
Las diferencias en la conformación de la estructura de las retículas y las
modificaciones que se producen al ser sustituidos los átomos de silicio y aluminio
por otros, producen diferencias de intensidad en las cargas eléctricas de superficie
que se manifiestan en el comportamiento de cada grupo de minerales arcillosos.

En forma simplificada podemos decir que en las caras de las partículas se ubican
cargas negativas no compensadas en los enlaces estructurales, y en los bordes,
cargas negativas y positivas, estas últimas debidas a la interrupción de la cadena
estructural. En el conjunto predominan netamente las cargas negativas.

Al disociarse, por ionización si agua y las sustancias disueltas, los cationes (+) son
atraídos por las cargas negativas de las caras y bordes de partículas. Esto genera la
formación de una capa de agua, con otras sustancias disueltas, que en estado cuasi
sólido queda fija a las partículas por adsorción, denominándose entonces “capa
adsorbida”.

La capacidad de adsorción dependerá entonces de la intensidad de las cargas


eléctricas de superficie. Las montmorillonita tienen gran capacidad de adsorción,
siendo entonces muy expansivas, es decir que aumentan notablemente su volumen
al ponerse en contacto con agua por el importante espesor que adquieren las capas
adsorbidas. Las illitas, si bien tienen una estructura similar a la de las
montmorillonita, son de baja expansibilidad pues los iones de Potasio (K+)
compensan la gran parte de las cargas negativas de superficie.

Las caolinitas, tienen una estructura muy estable, con cargas eléctricas
compensadas, presentando sólo algunas cargas positivas y negativas en los
enlaces rotos de los bordes pudiendo estas cargas adsorber algunos iones. Son
arcillas de muy baja expansibilidad.

Los cationes adsorbidos pueden ser reemplazados por otros de mayor afinidad
denominándose a este proceso "intercambio catiónico". Por ejemplo, el catión Na+
se adsorbe fácilmente a la superficie de una partícula de arcilla, pero puede ser
reemplazado por iones K+, lo que se puede probar colocando la arcilla en una
solución de cloruro de potasio (KCl). Se puede entonces forzar el intercambio
catiónico por procedimientos adecuados para mejorar el comportamiento de un
suelo arcilloso pues el espesor de la capa adsorbida depende también del tipo de
catión adsorbido.

El reconocimiento directo de los minerales arcillosos se pueden hacer por medio del
microscopio electrónico, por difracción de rayos X y también por análisis térmico
diferencial, método este último basado en las reacciones químicas que se producen
a determinadas temperaturas características de cada mineral arcilloso cuando se
calienta un suelo que contenga esos materiales.

Propiedades de los agregados

Relaciones básicas de los agregados

Los suelos son sistemas de tres fases, esto comprende una fase sólida, una fase
líquida y una fase gaseosa. La fase sólida la constituyen las partículas minerales y
la materia orgánica incorporada al asuelo; la fase líquida la constituye el agua libre,
el agua adsorbida y eventualmente otros líquidos; la fase gaseosa la constituyen
principalmente el aire y, en algunos casos particulares, otros gases originados por la
actividad orgánica.

Por medio de relaciones entre la masa y el volumen de las fases componentes de


una muestra representativa podernos expresar cuantitativamente el estado de
densificación y el contenido de agua de los suelos. Para el planteo de estas
relaciones en la figura que sigue se ha representado una muestra idealizada en la
cual se han separado las tres fases. Si la sección de una muestra es unitaria, la
altura de cada fase se corresponde con el volumen de cada una de ellas

A los efectos prácticos y de notación, consideremos que la fase gaseosa está


constituida íntegramente por aire, y la líquida por agua. La suma del volumen de
ambas fases constituye el volumen de vacíos de la muestra

Propiedades indices de los suelos (2013 )

Asignatura:

3.2. Relaciones básicas de los agregados

Los suelos son sistemas de tres fases, esto comprende una fase sólida, una fase
líquida y una fase gaseosa. La fase sólida la constituyen las partículas minerales y
la materia orgánica incorporada al asuelo; la fase líquida la constituye el agua libre,
el agua adsorbida y eventualmente otros líquidos; la fase gaseosa la constituyen
principalmente el aire y, en algunos casos particulares, otros gases originados por la
actividad orgánica.

Por medio de relaciones entre la masa y el volumen de las fases componentes de


una muestra representativa podernos expresar cuantitativamente el estado de
densificación y el contenido de agua de los suelos. Para el planteo de estas
relaciones en la figura que sigue se ha representado una muestra idealizada en la
cual se han separado las tres fases. Si la sección de una muestra es unitaria, la
altura de cada fase se corresponde con el volumen de cada una de ellas

A los efectos prácticos y de notación, consideremos que la fase gaseosa está


constituida íntegramente por aire, y la líquida por agua. La suma del volumen de
ambas fases constituye el volumen de vacíos de la muestra.

Como se verá en la clase de “Relaciones Gravimétricas” con el esquema anterior y


conociendo algunos datos de la muestra, se pueden obtener parámetros
característicos del suelo.

Aire

Agua

Wa

Ws

Ww

Vv

Vt

Wt

Va

Vw

Vs
Sólidos

4. Ensayos para la determinación de las relaciones básicas

Para la determinación de las relaciones básicas de los suelos es necesario conocer


los pesos y los volúmenes de las fases constituyentes.

Por medio de las balanzas se obtiene el peso total de las muestras (Wt) y luego de
secar la muestra en un horno, se obtiene el peso de los sólidos (Ws). El peso del
agua (Ww) se obtiene por la diferencia entre ambas pesadas.

Los volúmenes totales (Vt) y de los sólidos (Vs) se pueden determinar por medición
geométrica, por sumersión en un líquido o por reemplazo “in situ” del volumen de
muestra extraída por un volumen fácilmente determinable de otro material. El
volumen de vacíos (Vv) y el volumen de agua (Ww) se obtienen de fórmulas por
deducción.

Con los pesos y volúmenes medidos se obtendrán por cálculo directo los pesos
específicos y la humedad, pudiéndose calcular otros parámetros por las relaciones
gravimétricas conocidas.

A continuación se describen los procedimientos para efectuar las mediciones


mencionadas, que se combinan según el parámetro determinar, como así también
algunos usuales y otros no tan usuales en la geotecnia actual.

4.1. Determinación de la superficie específica de un suelo

La superficie específica Se es definida como la relación ente la superficie de una


partícula Ap y su masa m. Resulta una medida independiente y complementaria al
análisis granulométrico. Su valor determina el balance entre fuerzas capilares,
eléctricas y gravimétricas actuantes sobre las partículas.

Existen diferentes técnicas para la determinación de la superficie especifica en


suelos, como por ejemplo absorción de moléculas de una solución (método
aconsejado en suelos expansivos), absorción de moléculas en estado gaseoso,
como por ejemplo nitrógeno, vapor de agua o CO2; y otras técnicas basadas en
propiedades termodinámicas, en difusividad de los patrones de difracción de rayos
X, o en propiedades eléctricas.
La técnica de absorción de azul de metileno corresponde al primer grupo. Es una
técnica sencilla, económica y conveniente para cualquier laboratorio. Esta fundada
en la adición de pequeñas dosis de disolución de azul de metileno a una suspensión
de la muestra de ensayo, comprobando la absorción de colorante por parte de la
muestra y realizando una prueba de coloración sobre papel de filtro.

El catión de Azul de Metileno, en adelante AM, tiene forma prismática de


dimensiones 17 Å x 7,6 Å x 3,25 Å. La superficie máxima cubierta por un catión de
AM es aproximadamente 130 Å2, aunque puede ser menor dependiendo de la
orientación del catión con respecto a la superficie de la arcilla que lo absorbe. Los
cationes de una solución acuosa de cloruro azul de metileno (peso molecular 319,87
g/mol, Figura 3) son absorbidos por las cargas negativas de la superficie de las
arcillas. La Se es computada con la cantidad del AM absorbido.

Para ejecutar el ensayo debemos preparar la solución acuosa de AM mezclando 1


gr. de polvo seco de AM con 200 ml de agua destilada. Luego preparar una
suspensión de suelo mezclando 10 gr. de suelo secado a horno con 30 ml de agua
destilada. A continuación agregar la solución de AM a la suspensión de suelo en
incrementos de 0,5 ml y mezclar la suspensión durante 1 minuto para dar tiempo al
catión AM de ser absorbido sobre la superficie mineral, reemplazando los cationes
en la capa difusa.

Posteriormente colocar una gota de la suspensión sobre papel de filtro, donde la


gota se absorbe por capilaridad formando una marca circular.

La prueba de coloración puede dar como resultado una mancha azul oscuro sobre
el papel de filtro, rodeada de una aureola incolora. Si ello ocurre, entonces se
vuelven a añadir otros 5 ml de solución y se realiza otra prueba, contando otro
minuto de tiempo desde dicha adición. Esto se repite tantas veces como sea
necesario hasta que aparezca sobre el papel de filtro una aureola alrededor de la
mancha con una tonalidad azul más claro y un espesor de aproximadamente 1
milímetro. A partir de ese momento se hace referencia al tiempo de la última adición
de solución colorante como tiempo cero. El ensayo se da por finalizado si la aureola
permanece durante 5 minutos, es decir, si en el segundo, tercero, cuarto y quinto
minuto desde la última adición de solución colorante continúa apareciendo la
aureola azul claro con un espesor de 1 mm aproximadamente.

Distintas pruebas de coloración

Para ello, en el minuto 2 se efectúa una segunda prueba de coloración, en el minuto


3 se efectúa una tercera prueba, etc. Puede ocurrir que la aureola desaparezca al
efectuar la segunda, tercera o cuarta prueba de coloración (minutos 2, 3 ó 4). En
ese caso, es necesario volver a adicionar otros 5 ml y volver a ejecutar la prueba de
coloración.

El ensayo se da por finalizado si la prueba de coloración muestra una aureola de


color azul más claro de aproximadamente 1 mm de espesor durante los 5 minutos
posteriores a la última adición de solución colorante, habiendo efectuado su
comprobación en cada unidad de tiempo. Este “punto final” indica exceso de AM en
el fluido, es decir, saturación de la superficie mineral.

Registrar el número N de incrementos o gotas de 0,5 ml de AM necesarios para


alcanzar el “punto final” y calcular la superficie específica mediante la expresión:

Dónde:

Se = superficie específica total medida en m2/gr

NAv= es el número de Avogadro, 6,02 x 10

23moléculas/mol

AM= es el área de la molécula de azul de metileno, 130 Å2

4.2. Análisis granulométrico de un suelo

Se denomina análisis granulométrico al proceso de separar un agregado en


fracciones constituidas por partículas de tamaños comprendidos entre determinados
límites.

Las fracciones de granos gruesos (gravas y arenas) pueden separarse haciendo


pasar una muestra de suelo por una serie normalizada de tamices de distinta
abertura de malla, de manera tal que cada fracción estará constituida por partículas
que habiendo pasado por uno de los tamices quedan retenidas en el siguiente de
menor abertura de malla.

Determinado el peso de cada fracción se expresa su participación en la muestra


como un porcentaje referido al peso total de esta última.

Facultad de Ingeniería U.N.L.P.

Cátedra de Geotecnia I

La distribución de las partículas de tamaño mayor de 0,075 mm (fracción retenida


sobre el tamiz Nº 200) se determina por tamizado, en tanto la distribución de las
partículas de tamaño menor a de 0,075 mm se determina por sedimentación.

La muestra se prepara dejándola sacar al aire y desmenuzando todos los terrones


de grano fino que pueda contener. Se prepara la muestra en dos fracciones por
medio del tamiz Nº 10 (2 mm). La fracción retenida se lava sobre ese tamiz para
liberarla de todo material fino que pueda haber quedado adherido a los granos
gruesos.

La fracción retenida por el tamiz Nº 10 se analiza por tamizado, mientras que la


fracción que pasa el tamiz Nº 10 se ensayara primeramente por sedimentación y
luego por tamizado entre los tamices Nº 10 y Nº 200.

La cantidad de muestra a utilizar en el ensayo depende del tamaño máximo de las


partículas.

Para la fracción retenida por el tamiz Nº 10 la cantidad será variable entre 0,50 kg y
5,00 kg.

Para analizar la fracción que pasa el tamiz nº 10 se emplean aproximadamente 100


grs. y si la fracción es arenosa 50 grs. Distintas normas dan la cantidad de material
a utilizar para el tamizado según el tamaño de las partículas que lo componen

4.2.1. Análisis por tamizado

Esta metodología se utiliza para obtener las fracciones correspondientes a los


tamaños mayores del suelo; generalmente se llega así hasta el tamaño
correspondiente al tamiz Nº 200 (0,074 mm). La serie de tamices indicada por la
norma ASTM D 422 se conforma de los siguientes tamices, donde pueden
prescindirse eventualmente de algunos tamices de acuerdo a las características del
suelo a analizar:

Tamiz Nº

Abertura

(mm)

Tamiz Nº

Abertura

(mm) 3´´

75,000

Nº 40

0,425

2´´

50,000

Nº 60

0,250

1 1/2´´

37,500

Nº 140

0,106

1´´

25,000

Nº 200

0,075

3/4´´
19,000

Nº 8

2,360

3/8´´

9,500

Nº 16

1,180

Nº 4

4,750

Nº 30

0,600

Nº 10

2,000

Nº 50

0,300

Nº 20

0,850

Nº 100

0,150

La muestra de suelo se hace pasar sucesivamente a través de un juego de tamices


de aberturas descendentes hasta el tamiz Nº 200; los retenidos en cada tamiz se
pesan y el porcentaje que representan respecto al peso de la muestra total, se
suman a los porcentajes retenidos en todas las mallas de mayor tamaño. El
complemento a 100% de esa cantidad da el porcentaje de suelo que es menor que
el tamaño representado por ese tamiz en cuestión. Así puede tenerse un punto de la
curva acumulada correspondiente a cada abertura
Para aberturas pequeñas de mallas se suele recurrir al tamizado por vía húmeda
(Norma de Vialidad Nación VN-E1-65), el cual utiliza agua para facilitar el tamizado
de las partículas.

Dicho procedimiento consiste en tomar una muestra representativa del suelo a


analizar, secarla a estufa a 105º C – 110º C y volver a pesarla para obtener el peso
seco inicial de la muestra.

Luego se coloca la muestra en un recipiente, el cual se cubre con la cantidad de


agua necesaria para cubrir toda la muestra y se la deja en reposo por 24 hs.
Posteriormente se vierte el contenido del recipiente sobre un tamiz Nº 200 (0,074
mm) y se lo lava cuidadosamente con un chorro de agua no muy fuerte hasta que se
compruebe que el agua que se escurre del tamiz sale limpia. El material así
obtenido se lo recoge en una capsula y se lo seca en horno hasta obtener peso
constante. A continuación se lo pasa por los tamices Nº 10 (2,000 mm), Nº 40 (0,425
mm) y Nº 100 (0,150 mm), y se obtienen las fracciones retenidas para cada tamiz

La cantidad de material que pasa por cada tamiz se obtiene restando al peso seco
inicial de la muestra, lo retenido por los tamices anteriores, o sea, restando
sucesivamente lo retenido por el tamiz anterior.

4.2.2. Análisis por sedimentación (Hidrometría)

Los tamaños menores de 0,074 mm requieren una investigación fundada en otros


principios, para ello analizaremos el método del hidrómetro. La ley fundamental de
que se hace uso en el procedimiento es debida a Stokes y proporciona una relación
entre la velocidad de sedimentación de las partículas del suelo en un fluido y el
tamaño de esas partículas. Stokes obtuvo una relación aplicable a una esfera que
cae en un fluido homogéneo de extensión infinita. Aún con esa limitación importante
(pues las partículas reales de suelo se apartan de la forma esférica), es aplicable a
análisis de suelos. Aplicando esta ley se obtiene el diámetro equivalente de la
partícula, que es el diámetro de una esfera del mismo peso específico que el suelo
que sedimenta con la misma velocidad que la partícula real. Este diámetro es
aproximadamente igual al diámetro medio real de las partículas; pero en partículas
laminares, el diámetro real puede ser hasta el cuádruple del equivalente,
recordemos que las arcillas poseen una forma laminar predominante en sus
partículas

El hidrómetro determina el peso específico de la suspensión agua-suelo en el centro


del bulbo.

Todas las partículas de mayor tamaño que aquellas que se encuentren en


suspensión en la zona entre el centro de volumen del bulbo y la superficie del agua
habrán caído por debajo de la profundidad del centro del volumen y esto hace
decrecer permanentemente el peso específico de la suspensión en el centro de
volumen del hidrómetro. Además, es obvio que como el hidrómetro tiene un peso
constante a medida que disminuye el peso especifico de la suspensión, el
hidrómetro se hundirá mas dentro de la suspensión (aumentando así la distancia al
borde del agua).

La lectura R que da el hidrómetro es la correspondiente a la profundidad a la que se


sitúa el centro de gravedad de la parte sumergida del mismo. Los valores de Zr de
esa profundidad, para cada lectura R, se podrán determinar por calibración. Antes
de colocar la suspensión en la probeta de sedimentación, la muestra debe ser
enérgicamente dispersada. Para evitar la floculación de las partículas durante la
sedimentación, se agrega al agua un compuesto desfloculante o dispersante. El de
mayor uso es el hexametafosfato de sodio.

Además, a las lecturas del hidrómetro se le deben efectuar una serie de


correcciones propias del ensayo, a saber:

a) Corrección por inmersión

Al colocar el hidrómetro se produce una elevación del nivel de la suspensión en la


probeta de sedimentación como se ve en la figura que sigue. La lectura R
correspondiente a una profundidad Zr, con el hidrómetro sumergido, corresponde a
una profundidad menor Z´r que será el valor real o corregido utilizado en los cálculos
de D. Este valor depende del tipo de hidrómetro y de la sección de la probeta de
sedimentación. Para hidrómetros y probetas normalizadas se dan, por calibración,
las profundidades efectivas para cada lectura, lo cual facilita la obtención de la
lectura real del hidrómetro
b) Corrección compuesta

Se determina experimentalmente una única corrección compuesta que engloba las


siguientes correcciones:

-Dispersante, las fórmulas para determinarla cantidad de suelo en dispersión están


basadas en el uso de agua pura. El dispersante incrementa en forma notoria la
densidad relativa de la solución resultante respecto de la del agua pura.

- Temperatura, los hidrómetros para suelos se calibran para 20º C, por lo tanto debe
introducirse una corrección para lecturas efectuadas a otras temperaturas.

- Menisco, los hidrómetros se gradúan para leer en el borde inferior del menisco que
forma el líquido del vástago. Dada la imposibilidad de poder efectuar las lecturas en
una suspensión se suelo en la base del menisco, se la realiza en el borde superior
aplicando luego la corrección correspondiente.

Para estos últimos tres casos mencionados se determina una única corrección
preparando en la probeta de sedimentación un volumen de agua igual al de la
suspensión (1000 cm3) con dispersante en la misma proporción empleada para el
ensayo. Se coloca la probeta en un baño de temperatura constante y se coloca el
hidrómetro haciendo la lectura en la parte inferior del menisco formado sobre el
vástago. Para el hidrómetro graduado en densidades relativas (ASTM 151 H), la
corrección compuesta es la diferencia entre la lectura efectuada y el valor 1
correspondiente a la densidad del agua destilada a la temperatura de calibración.
Para el hidrómetro graduado en grs/dm3 de suspensión (ASTM 152 H), la
corrección compuesta es la diferencia entre la lectura hecha y cero (0).

c) Corrección por diferente peso específico

Los hidrómetros graduados en grs/dm3 están calibrados para un peso específico


relativo de las partículas de suelo de 2,65 grs/dm3 por lo que se debe aplicar una
corrección

(a) para otros valores. Para estos hidrómetros P será:

Dónde:

Cc = corrección compuesta
a = Corrección por peso especifico

Para la ejecución del ensayo de hidrometría es necesario contar con una cierta
cantidad de material pasante del tamiz Nº 10. Cuando el suelo sea en su mayor
parte arcilloso se puede tomar una muestra de 50 grs, mientras que si el material es
de características arenosas la muestra deberá ser de 100 grs aproximadamente.

Se coloca la muestra en un recipiente con 125 ml de solución de hexametafosfato


(40 grs/lt) y se la agita hasta que la muestra esté completamente húmeda, para
luego dejarla en reposo 1 hora (la norma ASTM sugiere 16 horas para suelos
arcillosos pero esto generalmente es innecesario)

Colocar la mezcla en un agitador y agregar agua destilada hasta llenar 2/3 de la


capacidad el vaso. Mezclarlo por espacio de 1 minuto si se emplearon entre 10 y 16
horas en la preparación de la muestra, o de lo contrario entre 3 y 5 minutos.
Posteriormente llevar todo al cilindro de sedimentación donde se agregara agua
destilada hasta alcanza un volumen total de 1000 ml. colocar el tapón
correspondiente al cilindro de sedimentación y agitarlo cuidadosamente cerca de 1
minuto.

Ahora si estamos en condiciones de tomar lecturas introduciendo el hidrómetro en la


suspensión, debemos colocarlo aproximadamente unas 20 segundos antes de la
toma de la lectura asi se estabiliza y podemos tomar la lectura sin errores. La norma
ASTM sugiere tomar lecturas cada 2,50, 15, 30, 60, 250 y 1140 minutos. Luego de
cada lectura retiramos el hidrómetro de la suspensión y tomamos la temperatura de
la suspensión. Los intervalos sugeridos para tomar lecturas después de 2 horas de
comenzado el ensayo son solo aproximados, ya que en realidad cualquier cualquier
tiempo sería adecuado siempre y cuando sea tomado con suficiente espaciamiento.

4.2.3. Representación del análisis granulométrico

Los resultados del análisis granulométrico de los suelos se presentan usualmente


por medio de una curva de distribución granulométrica que se construye llevando en
abscisas los diámetros de las partículas en mm (abertura de la malla del tamiz
correspondiente) y en ordenadas los porcentajes, en peso de las fracciones en
forma acumulativa. Cada punto ubicado para el trazado de la curva representa en
ordenadas el porcentaje P en peso de las partículas de tamaño menor (% que pasa)
que el indicado por la abscisa. La forma más conveniente de representación es
emplear una escala natural para las ordenadas y una escala logarítmica para las
abscisas

Utilizando una escala natural para los tamaños de las partículas (aberturas de
tamiz), las fracciones finas se representan en un espacio muy pequeño, quedando
muy exagerada la importancia relativa de las fracciones gruesas. Por otra parte, la
ventaja más importante de la representación semi-logarítmica es que las curvas
granulométricas de suelos de igual uniformidad en la distribución de tamaños de
granos tienen formas idénticas, cualquiera sea el tamaño medio de las partículas.

La forma de la curva es indicadora la composición granulométrica un suelo. Los


suelos con granos de tamaño uniforme quedan representados por curvas casi
verticales, en cambio los suelos con partículas de diversos tamaños (bien
graduados) presentan curvas en forma de S muy extendida abarcando un amplío
intervalo en la escala logarítmica de las abscisas

Las características granulométricas de los suelos pueden expresarse y compararse


por medio de algunos valores numéricos deducidos de las curvas de distribución.
Los más utilizados son los preconizados por A. Hazen (1892) que realizando
ensayos con arenas para filtros de agua, encontró que la permeabilidad de dichas
arenas dependía fuertemente del tamaño de partícula correspondiente al 10% de la
curva granulométrica, D10 al que denomino “diámetro efectivo”.

La nomenclatura D10 significa que el 10% en peso de las partículas tienen


diámetros menores que ese valor y el 90% son más gruesas.

También Hazen definió un coeficiente de uniformidad dado por la siguiente relación:


Donde D60 tiene el mismo significado que el indicado para D10 siendo este caso el
tamaño de la partícula corresponde al 60% “que pasa” de la curva granulométrica.

Obsérvese que paradójicamente cuanto más uniforme es el suelo, menor es el


coeficiente de uniformidad. Por ejemplo, un Cu = 2 corresponde a un suelo muy
uniforme como puede ser una arena de playa, mientras que un Cu = 10 se
corresponde con una granulometría extendida como la de la curva (b) de la figura
anterior.
Es posible que un suelo con una granulometría compuesta como la curva (d) de la
figura anterior, tenga un Cu grande indicativo de un suelo bien graduado, cuando en
realidad se trata de un suelo compuesto de dos fracciones muy uniformes. Para
estos casos es útil el uso del “coeficiente de curvatura” definido de la siguiente
manera:

Una grava o una arena estarán bien graduadas si Cc toma valores entre 1 y 3.

La forma de las curvas granulométricas puede dar indicios del origen geológico de
un suelo. Por ejemplo, los suelos residuales de formación reciente pueden tener
curvas similares a la curva (a) de la figura anterior. Al avanzar la descomposición, el
tamaño medio de los elementos disminuye y la curva se hace más suave, como la
curva (b). Los suelos de origen eólico presentan curvas extendidas que pueden
mostrar cierta predominancia de las fracciones gruesas o finas, como es el caso
respectivo de la curva (e). Los depósitos fluviales pueden presentar valores de Cu
grandes con coeficientes de curvatura Cc fuera de los limites que indican una buena
graduación (figura (d)). Esto puede significar que la muestra es una mezcla de
partículas de dos capas de granulometría diferente producto de las variaciones de la
velocidad del agua al ir formándose el depósito. Cada capa tendrá un Cu mucho
más pequeño y por lo tanto será preciso identificar cada una de ellas para evitar
estimaciones erróneas del comportamiento del conjunto. Sólo en el caso en el que
se prevea excavar el suelo para usarlo mezclado como material de construcción
será válida la representatividad de la curva compuesta

4.3. Humedad y grado de saturación de un suelo

La humedad de un suelo representa en forma porcentual, la cantidad de agua que


tiene una masa de suelos comparada con el peso seco de la misma.

Para determinar el contenido de agua de una masa de suelos, se toma una muestra
representativa del mismo, se la coloca en un recipiente con tapa hermética
denominado “pesafiltro”, se lo pesa, se retira la tapa y se coloca en el interior de un
horno que mantenga la temperatura constante entre los 105 °C y los 110 °C,
durante un lapso de 12 a 18 horas, o hasta que se obtiene un peso seco constante,
esto es que al pesarlo y volver a colocarlo por un período determinado de tiempo en
el horno, se obtenga el mismo peso seco
Transcurrido el tiempo indicado para el secado, se retira del horno el recipiente con
la muestra y luego de dejarlo enfriar se pesa para determinar el peso seco de la
muestra. Por aplicación de la siguiente expresión se obtiene la humedad de la
muestra: Donde: Wh = Peso de la muestra húmeda Ws = Peso de la muestra seca
Existen situaciones donde no se dispone del tiempo necesario para secar la muestra
en el hor-no, ejemplos de esto se pueden ver en los controles de compactación
realizados en obras via-les. En estos casos el secado de la muestra se puede
realizar colocando el pesafiltro sobre una cama de arena, y esta misma colocarla
sobre un mechero para que pierda humedad. El motivo

Es el modo en el que se agrupan las partículas elementales del suelo para generar
formas de mayor tamaño, conocidas como agregados o vulgarmente terrones.

En la estructura hemos de distinguir tres aspectos diferentes, la morfologia de los


agregados, su grado de desarrollo y el tamaño.

En el suelo hay partículas de distintos tamaños, desde 2 micras a 2 mm, que no se


observan por separado sino que aparecen más o menos agrupadas siguiendo
diferentes procesos en los que predominan la simple adhesión o la floculación de los
coloides, que lleva consigo el englobamiento de las partículas de mayor tamaño. En
el caso de la adhesión suele presentarseuna fragmentación subsecuente.

Todo ello genera unas formas diferentes que reciben nombres específicos para
facilitar la comprensión y simplificación de las descripciones.

Estructura particular. Se presenta cuando sólo hay arena y la floculación es


imposible y las partículas quedan separadas. Es propia de los horizontes E.
Realmente no se trata de una estructura pues no responde a los criterios de
definición de la misma pero se le asigna el término para mantener una unidad en la
definición y describir este estado de "no agregación" del suelo.

Estructura masiva. Ocurre cuando las partículas se adhieren tanto que aparece una
masa sin grietas y sin diferenciación de agregados. Es propia de materiales que no
han sufrido procesos edáficos pero que poseen coloides arcillosos derivados de su
origen como son los horizontes C.
Estructura fibrosa. Es otra de las situaciones que no responde al criteiro de
estructura como sucede con las anteriores. Está constituido por fibras procedentes
del material orgánico poco descompuesto en el que los restos de tejidos son
fácilmente visibles; la única organización es el entrelazamiento de las fibras. Es
propia de los horizontes orgánicos H y O.

Estructura grumosa o migajosa. Procedente de la floculación de los coloides


minerales y orgánicos y mantiene el aspecto de los grumos formados. Sus
agregados son pequeños, muy porosos y redondeados, lo que hace que no encajen
unos con otros y dejen huecos muy favorables para la penetración de las raíces. Su
pequeño tamaño hace que el contacto entre suelo y semilla sea bueno y favorezca
su germinación al suministrrle el agua necesaria. Es propia de los horizontes A,
ricos en materia orgánica. Junto con la que sigue, representa al grupo de las
estructuras que se conocen como construidas.

Estructura granular. Aparece cuando los agregados son poco o nada porosos por el
predominio de la arcilla sobre la materia orgánica en el proceso de floculación. Es
propia de horizontes A de suelos pobres en materia orgánica, como los de cultivo.

Existen otro tipo de estructuras que no proceden de la floculación de los coloides


sino de la adhesión de los mismos; al desecarse el suelo, la masa formada se
fragmenta y por ello se conocen como estructuras de fragmentación.

Estructura subpoliédrica o subangular. Constituye un enlace entre las estructuras


construidas y las de fragmentación y participa de ambos procesos;
morfológicamente esta entre la que le precede y la que sigue. Sus agregados tienen
forma poliédrica equidimensional con las aristas y los vérticesredondeados. Es
propia de horizontes A muy pobres en materia orgánica y de la parte superior de los
horizontes B.

Estructura poliédrica o angular. Es la representante genuina de las estructuras de


fragmentación. Su forma recuerda a la de un poliedro equidimensional con aristas y
vértices afilados y punzantes. Los agregados encajan perfectamente unos en otros y
dejan un sistema de grietas inclinadas. Es típico de horizontes B con contenidos
arcillosos medios o con arcillas poco expansibles.
Estructura prismática. Es similar a la anterior pero la dimensión vertical predomina
sobre las horizontales, adoptando una forma de prisma. Cuando es muy gruesa
constituye una transición a la estructura masiva. Es propia de los horizontes B muy
arcillosos que los hace compactos y se resquebrajan en grandes bloques.

Existe una variedad de estructura prismática en la que la base superior del prisma
esté inclinada en forma de cuña. Está asociada a la presencia de arcillas
expansibles que generan en el suelo un sistema de grietas verticales cuando se
seca, estas grietas se rellenan parcialmente con material caido desde la superficie lo
que provoca que al humedecerse, y recuperar el volumen inicial, se produzca una
elevación del material forzada por la compresión lateral; este hecho obliga a tomar
la forma de cuña que facilita el ascenso. Esta estructura es propia de suelos muy
ricos en arcillas esmectíticas.

Estructura columnar. Es otra variedad de estructura prismática que se produce


siempre que hay una dispersión fuerte de la arcilla provocada por una alta
concentración de sodio. Las arcillas sódicas al secarse forman una masa muy
compacta que se resquebraja en grandes prismas muy duros e impenetrables por el
agua; el agua cargada de coloides fluye fundamentalmente por las grietas que
quedan entre los agregados y esto hace que las partículas en suspensión erosionen
la parte alta de los agregados y le den un aspecto de cúpula. En estas condiciones
también se dispersa la materia orgánica, por lo que esa suspensión impregna la
superficie de los agregados que quedan revestidas de oscuro y se les conoce como
columnas enlutadas. Es frecuente que las sales queden impregnando la parte
superior y cristalicen al secar, lo que provoca una cubierta blanca. Es propia de los
horizontes B de suelos salinos sódicos.

Estructura esquistosa o laminar. Es una estructura semejante a las anteriores pero


en la que la dimensión vertical es mucho menor que las horizontales. Es propia de
horizontes C procedentes de materiales originales esquistosos que le ceden al suelo
su estructura. En otras ocasiones se debe a aportes continuados de material con
texturas diferentes, como sucede en los suelos aluviales.

Estructura escamosa. Su forma es la de una lámina delgada y curvada con aspecto


cóncavo. Ocurre en zonas encharcadas y desecadas en las que, en el último
período, se produce una sedimentación de las partículas que había en suspensión y
una selección por tamaños en la que quedan abajo las más gruesas. Al secarse,
mientras las partículas gruesas no cambian de volumen, la fracción fina y coloidal se
contrae. Este estrechamiento provoca tirantez y hace que la superficie su curve.
Siempre aparece en superficie y es una estructura pasajera porque en el momento
que llueve la estructura va a su forma primigenia.

2.1 Morfología

Desde el aspecto morfológico la estructura del suelo se define por su forma, su


tamaño y el grado de manifestación de los agregados.

a) Forma. Es la tendencia a manifestarse con un determinado hábito. Se definen los


siguientes tipos.

Migajosa (o grumosa). Agregados porosos de forma redondeada (no se ajustan a


los agregados vecinos). Típica de los horizontes A.

Granular. Agregados sin apenas poros en su interior, de forma redondeada (no se


ajustan a los agregados vecinos). Es similar a la migajosa pero con los agregados
compactos. Típica de los horizontes A.

Angular (o en bloques angulares). Agregados de forma poliédrica, con superficies


planas, de aristas vivas y con vértices. Las caras del agregado se ajustan muy bien
a las de los agregados vecinos. Típicamente en los horizontes arcillosos, como son
los hor. B.

Subangular (o en bloques subangulares). Agregados de forma poliédrica, con


superficies no muy planas, de aristas romas y sin formación de vértices. Las caras
del agregado se ajustan moderadamente a las de los agregados vecinos.
Típicamente en los horizontes arcillosos, como son los hor. B.

Prismática. Cuando los bloques se desarrollan en una dirección (vertical) más que
en las dos horizontales. Presente en los horizontes más arcillosos, a veces hor. B y
en ocasiones hor. C.

Columnar. Prismas con su cara superior redondeada. Estructura muy rara. Es típica
de los suelos alcalinos ricos en sodio, en los que las arcillas-Na dispersan y forman
el horizonte iluvial con estructura prismática que, cuando el pH es muy elevado,
tiende a redondearse en su parte superior como consecuencia de una hidrólisis
alcalina

Laminar. Cuando los agregados se desarrollan en dos direcciones (horizontales)


más que en la tercera (vertical). Este tipo estructural es muy poco frecuente y se
observa a veces en los horizontes arenosos, como los hor. E.

Sin estructura. Cuando no hay desarrollo de agregados. Horizontes de partículas


sueltas (pulverulentos) o masivos (endurecidos).

Un esquema de todos estos tipos estructurales se muestran en la siguiente figura.

b) Tamaño

Los agregados tienen un tamaño superior al milímetro y están compuestos por


microagregrados (estos se ponen de manifiesto al presionar un agregado. Por su
tamaño se clasifican en: gruesos, medos, finos y muy finos.

c) Grado de desarrollo

Según la intensidad con que se manifieste el desarrollo de la estructura: fuerte,


media, débil, nula.

Los agentes responsables de la estructura son las características hídricas junto a la


textura y materia orgánica. También influyen: pH, CO32-, óxidos e hidróxidos de Fe,
actividad biológica...

2.2. Micromorfología

La estructura, como ya se ha descrito, se presenta en el campo, en el perfil del


suelo, pero su estudio se completa de manera satisfactoria con el microscopio
petrográfico. Es la estructura que muestra el suelo bajo el microscopio. Está
relacionada con el tamaño, forma y disposición de las partículas primarias y los
huecos en materiales agregados y no agregados y el tamaño, forma y disposición
de cualquier agregado presente.

Tipos de microestructuras. Se distinguen dos tipos agregadas y no agregadas.


Dentro de las primeras se encuentran las mismas que las descritas para la
estructura a nivel del perfil del suelo: migajosa, granular, bloques angulares y
subangulares, laminar y prismática (esta última normalmente es demasiado grande
como para poder observarla en el microscopio). En las no agregadas se distingue a
nivel microscópico la de granos sueltos y la masiva.

Migajosa

Granular

Bloq. Subang.

Bloq. Angulares

Laminar

Masiva

Granos sueltos

En los estudios microscópicos del suelo se analiza no sólo la forma de los


agregados sino que además se estudia la composición (fragmentos gruesos,
minerales y orgánicos, material fino y poros) y organización (distribuciones,
orientaciones y organizaciones de los elementos que componen la estructura).

A partir de la observación micromorfológica se pueden deducir los procesos que han


tenido lugar durante la formación del suelo.

2.3 Estabilidad de la estructura

Representa la resistencia a toda modificación de los agregados.

El agente destructor de la estructura es el agua que hincha los materiales y dispersa


los agregados.

Los agregados que están en la superficie del suelo, son dispersados por el impacto
de las gotas de lluvia.

Por otra parte, al mojarse los peds el agua va entrando hacia el interior de los
agregados, va comprimiendo el aire que había y llega un momento en el que el aire
tiene que salir y resquebraja o rompe el agregado.

El procedimiento más sencillo para medir la estabilidad consiste en colocar una


determinada cantidad de agregados en un recipiente con agua, agitar con una
determinada fuerza durante un determinado tiempo, desecar, filtrar los agregados
que hayan resistido el tratamiento, pesarlos y compararlos con su peso inicial.

3 Porosidad

Representa el porcentaje total de huecos que hay entre el material sólido de un


suelo. La porosidad media de los suelos es del orden del 50%.

Se clasifican por su tamaño en macroporos (ø >50 micras), mesoporos (50-10µ) y


microporos (<10).

La porosidad depende fundamentalmente de la textura y de la estructura pero


también del factor biótico. El tamaño de las partículas va a condicionar la porosidad
resultante de su simple empaquetamiento se forman poros entre los granos de un
tamaños similar al de los granos, macroporos muy gruesos en los suelos arenosos y
microporos finísimos y medios en los suelos arcillosos. Se llaman poros primarios y
son poros muy estables. Los procesos de hinchamiento y contracción debidos a los
cambios de humedad estacionales producen macroporos, generalmente muy largos
de carácter mas o menos temporales. Estos procesos junto a las acciones
aglomerantes de la materia orgánica, los carbonatos, las arcillas y otros materiales
forman los agregados los cuales aumentan considerablemente la macroporosidad.

La actividad biológica crea bioporos. Son muchos los organismos que como
resultado de su actividad se crean poros en el suelo; particularmente activas son las
lombricesas lombrices cuyas galerias representa una magníficas vía para la
circulación del agua y el aire y otros organísmos. Por otra parte las raíces de las
plantas penetran en el suelo y cuando mueren se descomponen y dejan un
abundante espacio poroso.

Es un parámetro importante porque de él depende el comportamiento del suelo


frente a las fases líquida y gaseosa, y por tanto vital para la actividad biológica que
pueda soportar (tanto desde el punto del aire, agua y nutrientes, como la facilidad de
penetración de los organismos) y también de enorme repercusión en los procesos
formadores de los suelos (alteración, arrastre, iluviación, etc).

En el perfil del suelo pueden ser descritos a simple vista los macroporos que
delimitan los agregados (grietas más o menos continuas entre los agregados), pero
para los microporos que existen dentro de los agregados es imprescindible el uso de
una lupa. Y es el microscopio donde realmente puede ser descrito por su forma,
tamaño, interconexiones y calcular sus porcentajes.

La porosidad del suelo se estudia directamente con la técnica micromorfológica y se


cuantifica de una manera indirecta en las medidas de pF y de densidad aparente.

Por su forma se distinguen las grietas y los poros que podemos llamar locales (o
puntuales en sentido lato); estos últimos pueden ser simples huecos de
empaquetamiento, cavidades irregulares resultado de la reorganización de la matrix
del suelo y canales producidos por los organismos (raíces, lombrices, artrópodos,
etc). En las siguientes fotografías mostramos unos ejemplos de estos poros en el
microscopio petrográfico con sólo el polarizador incorporado (los poros quedan en
blanco).

grietas

cavidades

canales de empaquetamiento

En el microscopio óptico quedan bien representados los macroporos, con un tamaño


mínimo de alrededor de las 30 micras (ya que este es el espesor normal de las
láminas delgadas de suelos que se utilizan en los estudios microscópicos y los
poros más pequeños quedaran camuflados por una parte de la masa del suelo que
los cubrirá por encima o por debajo). Este tamaño de poros es muy importante
porque aunque no son capaces de retener el agua para cederla posteriormente a las
plantas, si constituyen las vias de circulación imprescindibles para la movilización
del agua, con su doble sentido de eliminación del exceso de agua (evitan el
ambiente axfisiante al drenar el agua de estos poros a las 48 horas de producirse
una lluvia) y facilitan el acceso del agua a los microporos.

Los poros junto con el material sólido forman la matriz del suelo.

Los macroporos representan las vías para la circulación rápida del agua de
gravedad, del aire y son utilizados por las raíces para su penetración en el suelo. El
agua que circula por los macroporos por un lado permite su drenaje y eliminación
cuando hay exceso y por otro facilita su distribución a los microporos donde queda
retenida. Los macroporos pueden aparecer por el simple empaquetamiento en los
suelos arenosos o ser el resltado de la estructuración con aparición de grietas que
separan a los agregados. También se producen por las raíces, las lombrices y otros
organismos; en estos casos los macroporos tienen forma de galerias
interconectadas.

En los microporos el agua queda retenida y escapa a la fuerza de gravedad; en los


de mayor tamaño puede moverse lentamente y es cedida a las plantas pero en los
más pequeños queda tan fuertemente retenida que permanece inmóvil (sólo puede
evaporarse) y no es asimilable para las plantas. En estos poros existe una intensa
actividad de los microorganismos pero agunos de poros son tan pequeños (tan sólo
de algunos nanómetros) que no pueden ni entrar las bacterias.

Los resultados obtenidos en un análisis mecánico, generalmente, se los representan


sobre un papel semi-logarítmico, por una curva llamada "granulométrica". Los
porcentajes que se indican son acumulados.

Para graficar la curva granulométrica, debemos tomar en cuenta que los porcentajes
de muestra que pasa cada uno de los tamices, se encuentran en el eje de las
ordenadas y a una escala aritmética, en cambio la ordenación de la abertura del
tamiz se encuentra en el eje de las abscisas y con una escala logarítmica; esto para
facilitar la construcción de la curva granulométrica. El propósito del análisis
granulométrico, es determinar el tamaño de las partículas o granos que constituyen
un suelo y fijar en porcentaje de su peso total, la cantidad de granos de distintos
tamaños que el suelo contiene.

La granulometría correcta es fundamental para muchos elementos de la cantidad


del suelo, como ya se ha dicho en particular es importante para la economía y la
manejabilidad.

Los efectos que la granulometría puede tener sobre el suelo se ha estudiado


extensamente en la materia de materiales de construcción y mecánica de suelos.

El método más directo para separar un suelo en fracciones de distinto tamaño


consiste en el uso de tamices. Pero como la abertura de las mallas más fina que se
fabrica corrientemente es de 0.07 mm. El uso de tamices esta restringido al análisis
de arenas limpias, de modo que, si un suelo contiene partículas menores de dicho
tamaño debe ser separado en dos partes por lavado sobre aquel tamiz.

La parte de suelo retenido por el tamiz es sometida al tamizado y aquella demasiado


fina para ser retenida por tamices y que ha sido arrastrada por el agua, es analizada
por medio de métodos basados en la sedimentación.

Los métodos para efectuar análisis granulométricos por vía húmeda están basados
en la ley de Stokes, que fija la velocidad a que una partícula esférica de diámetro
dado sedimenta en líquido en reposo. En el método que se utiliza comúnmente en
mecánica de suelos, de 20 a 40 gr. de suelos arcillosos o de 50 a 100 gr. de suelo
arenoso, se mezclan con 1 lt. de agua, se agitan y se vierten en un recipiente. A
intervalos de tiempos dados se mide la densidad de la suspensión por medio de un
hidrómetro.

La forma más conveniente para representar el análisis granulométrico la


proporciona el gráfico semi-logarítmico indicado en la figura que se muestra luego.

En este las abscisas representan el logaritmo del diámetro de las partículas, y las
ordenadas el porcentaje P en peso de los granos menores que el tamaño indicado
por las abscisas. Cuanto más uniforme es el tamaño de los granos, tanto más
inclinada es la curva, la línea vertical representa a un polvo perfectamente uniforme.

APLICACIONES INDUSTRIALES

Desde el punto de vista industrial, la mayor parte de las aplicaciones no requieren


especificaciones estrictas en cuanto a composición química (composición de las
capas tetraédrica y octaédrica). Sin embargo, en el caso de las bentonitas si tiene
importancia el quimismo del espacio interlaminar y sus propiedades fisico-químicas.

• ARCILLAS COMUNES

El principal uso de estos materiales arcillosos se da en el campo de la cerámica de


construcción (tejas, ladrillos, tubos, baldosas....), alfarería tradicional, lozas, azulejos
y gres. Uso al que se destinan desde los comienzos de la humanidad.

Prácticamente todas las arcillas son aptas para estos usos, primando las
consideraciones económicas.
Son así mismo son utilizadas en la manufactura de cementos, como fuente de
alúmina y sílice, y en la producción de áridos ligeros (arcillas expandidas).

• CAOLIN

Se trata de un mineral muy importante desde el punto de vista industrial. Ha sido


utilizando desde antiguo para numerosos usos. En el siglo XVI adquirió gran fama
entre la nobleza la porcelana fabricada a base de pastas cerámicas ricas en caolín.
Los principales usos a los que se destina en la actualidad son:

• Fabricación de papel

El principal consumidor de caolín es la industria papelera, utilizando más del 50 %


de la producción. En esta industria se usa tanto como carga, como para
proporcionarle al papel el acabado superficial o estucado. Para que pueda ser
destinado a este uso las especificaciones de calidad requeridas son muy estrictas,
tanto en pureza como en color o tamaño de grano.

• Cerámica y refractarios

También es importante el uso del caolín en la fabricación de materiales cerámicos


(porcelana, gres, loza sanitaria o de mesa, electrocerámica) y de refractarios
(aislantes térmicos y cementos).

Al igual que en el caso del papel las especificaciones requeridas para el uso de
caolines en cerámica y refractarios son estrictas en cuanto a pureza y tamaño de
grano.

• Otros usos

Además se utilizan caolines, en menores proporciones, en otras industrias: como


carga más económica sustituyendo a las resinas en pinturas, aislantes, caucho.
También como carga de abonos, pesticidas y alimentos de animales.

La industria química consume cantidades importantes de caolín en la fabricación de


sulfato, fosfato y cloruro de Al, así como para la fabricación de ceolitas sintéticas.

A partir del caolín calcinado se obtienen catalizadores y fibras de vidrio.


La industria farmacéutica utiliza caolín como elemento inerte en cosméticos y como
elemento activo en absorbentes estomacales.

• BENTONITAS

Son muy numerosos los usos industriales de las bentonitas, tanto que resulta difícil
enumerarlos todos. Los más importantes son:

• Arenas de moldeo

A pesar de que la industria ha evolucionado considerablemente en las últimas


décadas y ha ido sustituyendo a las bentonitas por otros productos en la fabricación
de moldes para fundición, éste sigue siendo su uso principal.

Las arenas de moldeo están compuestas por arena y arcilla, generalmente


bentonita, que proporciona cohesión y plasticidad a la mezcla, facilitando su moldeo
y dándole resistencia suficiente para mantener la forma adquirida después de retirar
el moldeo y mientras se vierte el material fundido.

La proporción de las bentonitas en la mezcla varia entre el 5 y el 10 %, pudiendo ser


ésta tanto sódica como cálcica, según el uso a que se destine el molde. La bentonita
sódica se usa en fundiciones de mayor temperatura que la cálcica por ser más
estable a altas temperaturas, suelen utilizarse en fundición de acero, hierro dúctil y
maleable y en menor medida en la gama de los metales no férreos. Por otro lado la
bentonita cálcica facilita la producción de moldes con más complicados detalles y se
utiliza, principalmente, en fundición de metales no férreos.

El aumento de los costes de las materias primas está forzando a las fundiciones a
recuperar las mayores cantidades posibles de mezclas de arenas para ser usadas
de nuevo, si bien generalmente esto no afecta de forma sensible al consumo de
bentonita. El reciclado, en la mayoría de los casos, no es posible, pues la mezcla
alcanza temperaturas superiores a los 6501C, y a esas temperaturas la arcilla
pierde parte de su agua de constitución, proceso que es irreversible, y pierde con
ello sus propiedades, no pudiendo ser recuperada.

• Lodos de perforación
A pesar de los importantes cambios que van sufriendo con el tiempo las
formulaciones de los lodos de perforación, (comenzó a utilizarse a principios del
siglo XX) este sigue siendo uno de los mercados más importantes de las bentonitas.

Las funciones que debe cumplir el lodo son:

- Extracción del ripio y limpieza del fondo del pozo

- Enfriamiento de la herramienta de perforación

- Control de presiones de formación y estabilización de las paredes

- Mantenimiento en suspensión del ripio

- Transmisión de potencia hidráulica al tricono

- Soportar parte del peso de la sarta de perforación

- Permitir la adición de agentes densificantes

Las bentonitas de Wyoming son las más utilizadas para la preparación de lodos de
perforación.

• Peletización

La bentonita se ha venido usando desde los años 50 como agente aglutinante en la


producción de pelets del material previamente pulverizado durante las tareas de
separación y concentración. La proporción de bentonita añadida es del 0,5%, en la
mayor parte de los casos.

Aunque no existen especificaciones estandarizadas para este uso, se emplean


bentonitas sódicas, naturales o activadas, puesto que son las únicas que forman
buenos pelets con las resistencias en verde y en seco requeridas, así como una
resistencia mecánica elevada tras la calcinación.

• Absorbentes

La elevada superficie específica de la bentonita, le confiere una gran capacidad


tanto de absorción como de adsorción. Debido a esto se emplea en decoloración y
clarificación de aceites, vinos, sidras, cervezas, etc. Tienen gran importancia en los
procesos industriales de purificación de aguas que contengan diferentes tipos de
aceites industriales y contaminantes orgánicos.
Se utiliza además como soporte de productos químicos, como por ejemplo
herbicidas, pesticidas e insecticidas, posibilitando una distribución homogénea del
producto tóxico.

En los últimos años, además, están compitiendo con otras arcillas absorbentes
(sepiolita y paligorskita) como materia prima para la fabricación de lechos de
animales. La demanda de bentonitas para este uso varia sustancialmente de unos
paises a otros, así en Estados Unidos comenzaron a utilizarse a finales de los años
80, sin embargo en Europa el mercado es más complejo y su demanda mucho
menor.

• Material de Sellado

La creciente importancia que está tomado en los últimos años, por parte de los
gobiernos de toda Europa, la legislación en lo referente a medio ambiente, ha
favorecido la apertura y desarrollo de todo un mercado orientado hacia el uso de
bentonitas como material de sellado en depósitos de residuos tanto tóxicos y
peligrosos, como radiactivos de baja y media actividad.

Durante muchos años las bentonitas se han venido utilizando en mezclas de suelos
en torno a los vertederos, con el fin de disminuir la permeabilidad de los mismos. De
esta forma se impide el escape de gases o lixiviados generados en el depósito. Esta
mezcla se podía realizar in situ o sacando el suelo de su emplazamiento,
mezclándolo con la bentonita y volviéndolo a colocar en su sitio, la ventaja de la
primera alternativa es que supone un gasto menor pero, sin embargo, implica una
mezcla menos homogénea. La segunda alternativa, sin embargo, es más cara pero
asegura una mejor homogeneización de la mezcla bentonita-suelo. Por otro lado,
esto disminuye la cantidad de bentonita necesaria (5-6 %), frente a 7-8 % para la
utilizada en mezclas in situ.

Más recientemente ha surgido una nueva tendencia en el diseño de barreras de


impermeabilización que se basa en la fabricación de complejos bentonitas-
geosintéticos (geomembranas y geotextiles). Consiste en la colocación de una
barrera de arcilla compactada ente dos capas, una de geotextil y otra de
geomembrana (plásticos manufacturados, como polietileno de alta densidad o
polipropileno, entre otros).
La geomembrana es impermeable, mientras que el geotextil es permeable, de modo
que permite a la bentonita hinchar, produciendo la barrera de sellado compactada.

La normativa varía de un país a otro en cuanto a los valores que tienen que cumplir
las arcillas compactadas para dicho fin.

Esta utilidad de las bentonitas como material de sellado se basa fundamentalmente


en algunas de sus propiedades características, como son: su elevada superficie
específica, gran capacidad de hinchamiento, buena plasticidad y lubricidad, alta
impermeabilidad, baja compresibilidad. Las bentonitas más utilizadas para es fin son
las sódicas, por tener mayor capacidad de hinchamiento.

Así mismo, se utilizan bentonitas sódicas como material impermeabilizante y


contenedor en los siguientes campos:

- Como contenedores de aguas frescas: Estanques y lagos ornamentales, campos


de golf, canales...

- Como contenedores de aguas residuales: Efluentes industriales (balsas).

- En suelos contaminados: Cubiertas, barreras verticales.

- En el sellado de pozos de aguas subterráneas contaminadas.

- En depósitos de residuos radiactivos: Repositorios subterráneos, sellado de


fracturas en granitos, etc.

• Ingeniería Civil

Las bentonitas se empezaron a utilizar para este fin en Europa en los años 50, y se
desarrolló más tarde en Estados Unidos. Se utiliza para cementar fisuras y grietas
de rocas, absorbiendo la humedad para impedir que esta produzca derrumbamiento
de túneles o excavaciones, para impermeabilizar trincheras, estabilización de
charcas, etc.

Para que puedan ser utilizadas han de estar dotadas de un marcado carácter
tixotrópico, viscosidad, alta capacidad de hinchamiento y buena dispersabilidad. Las
bentonitas sódicas o cálcicas activadas son las que presentan las mejores
propiedades para este uso.
Los usos en este campo se pueden resumir en:

- Creación de membranas impermeables en torno a barreras en el suelo, o como


soporte de excavaciones.

- Prevención de hundimientos. En las obras, se puede evitar el desplome de


paredes lubricándolas con lechadas de bentonita.

- Protección de tuberías: como lubricante y rellenando grietas.

- En cementos: aumenta su capacidad de ser trabajado y su plasticidad.

- En túneles: Ayuda a la estabilización y soporte en la construcción de túneles.


Actúa como lubricante (un 3-5 % de lodo de bentonita sódica mantenida a
determinada presión soporta el frente del túnel). También es posible el transporte de
los materiales excavados en el seno de fluidos benoníticos por arrastre.

- En tomas de tierra: Proporciona seguridad en el caso de rotura de cables


enterrados.

- Transporte de sólidos en suspensión.

Alimentación animal

Una aplicación de las bentonitas que está cobrando importancia en los últimos
tiempos es su utilización como ligante en la fabricación de alimentos pelletizados
para animales. Se emplea en la alimentación de pollos, cerdos, pavos, cabras,
corderos, y ganado vacuno, fundamentalmente.

Actúa como ligante y sirve de soporte de vitaminas, sales minerales, antibióticos y


de otros aditivos. En 1992 se empezó a fabricar con bentonitas un innovador
producto comestible denominado "Repotentiated Bentonite (RB)". Según estudios
del "Poultry Research Institute" el aporte de pequeñas cantidades de bentonitas (1
%) a la alimentación de aves de corral reporta importantes beneficios: se incrementa
la producción de huevos en un 15 %, su tamaño en un 10 % y la cáscara se hace
más dura.

La bentonita tiene una doble misión: actúa como promotor del crecimiento y como
atrapador de toxinas. Esto se debe a que el alimento mezclado con bentonita,
debido a su gran capacidad de adsorción, permanece más tiempo en la zona
intestinal, la arcilla adsorbe el exceso de agua, y hace que los nutrientes
permanezcan más tiempo en el estómago, siendo mayor su rendimiento (mayor
producción). Por otro lado adsorben toxinas, no pudiendo éstas, por tanto, atravesar
las paredes intestinales. La mayor adsorción de agua de los nutrientes, además,
hace que los excrementos sean menos húmedos, así los lechos permanecen más
tiempo limpios y se reduce la probabilidad de epidemias y la proliferación de moscas
y parásitos. Las aves que comen este tipo de alimentos excretan un 26 % más de
toxinas y adsorben un 42 % más de proteínas.

• Catálisis

El uso de aluminosilicatos en diferentes campos de la catálisis es tan antiguo como


el propio concepto de catálisis. Son muchas las aplicaciones de las arcillas como
catalizadores o soporte de catalizadores en diferentes procesos químicos. Así, son
utilizadas en reacciones de desulfuración de gasolina, isomerización de terpenos,
polimerización de olefinas, cracking de pertroleo, etc. Las propiedades catalíticas de
las bentonitas son resultado directo de su elevada superficie específica y tipo de
centros activos.

La pilarización consiste en introducir, en el espacio interlaminar de una esmectita,


un policatión muy voluminoso que, tras calcinación, da lugar a un oxido estable que
determina una porosidad fija y permanente de tamaño controlado (tamices
moleculares).

• Industria farmacéutica

Desde hace tiempo las arcillas se vienen usando como excipiente por la industria
farmacéutica.

Debido a que no son tóxicas, ni irritantes, y a que no pueden ser absorbidas por el
cuerpo humano se utilizan para la elaboración de preparaciones tanto de uso tópico
como oral. Se utiliza como adsorbente, estabilizante, espesante, agente suspensor y
como modificador de la viscosidad.

Su principal uso es la preparación de suspensiones tópicas, geles y soluciones.


Cuando se usa como parte de una preparación oral, su naturaleza adsorbente
puede enmascarar el sabor de otros ingredientes, o puede relentizar la liberación de
ciertos fármacos catiónicos (la hectorita y la saponita se utilizan como fármacos o
drogas retardantes).

Como en el resto de los excipientes, las cantidades que se requieren son pequeñas.

Generalmente las concentraciones de bentonita como agente de soporte es del 0,5-


5 % y del 1-2 % cuando se usa como adsorbente.

• Otros usos

Las posibles aplicaciones de las bentonitas son tan numerosas que es casi
imposible citarlas todas. Además de los campos de aplicación industrial indicados
anteriormente, las bentonitas se utilizan:

- En la industria de detergentes, como emulsionante y por su poder ablandador del


agua, debido a su elevada capacidad de intercambio catiónico.

- Par la fabricación de pinturas, grasas, lubricantes, plásticos, cosméticos, se utilizan


arcillas organofílicas, capaces de hinchar y dispersarse en disolventes orgánicos, y
utilizarse, por lo tanto, como agentes gelificantes, tixotrópicos o emulsionantes.

- Para desarrollar el color en leucocolorantes, en papeles autocopiativos, se utilizan


bentonitas activadas con ácido.

- En agricultura, para mejorar las propiedades de suelos arenosos o ácidos. Así


mismo se utilizan esmécticas sódicas para recubrir ciertos tipos de semillas, de
forma que su tamaño aumente, y resulte más fácil su distribución mecánica, a la vez
que se mejora la germinación.

- En la obtención de membranas de ósmosis inversa, para la desalinización de


aguas.

• PALIGORSKITA Y SEPIOLITA:

Las arcillas con paligorskita o sepiolita como mineral mayoritario son raras. Son
arcillas conocidas desde antiguo. Los Mayas fabricaban el azul Maya con
paligorskita. La sepiolita se ha utilizado desde antiguo para fabricar pipas (pipas de
espuma de mar). Además entre 1735 y 1808 se preparaba con sepiolita de Vallecas
la pasta de la famosa porcelana del buen Retiro. En Vallecas está el yacimiento
más importante del mundo de este mineral.
Los usos de estas dos sustancias son consecuencia de sus propiedades reológicas,
tixotropía, alta superficie específica, baja capacidad de cambio y, sobre todo, su
levado poder absorbente. Por ello se utilizan en:

- Como absorbentes, para lechos de animales, suelos...

- Como soporte en aerosoles y aerogeles para pesticidas y fertilizantes.

- Por sus propiedades adsorbentes, en la purificación de productos de petróleo,


azúcar,...

- En procesos de filtración, floculación y clarificación

- Por sus propiedades reológicas, en los dos de perforación con base de agua
salada, farmacia, pinturas, resinas, cosmética.

- En cerámica y aislantes

- En nutrición animal.

El Sistema Unificado de Clasificación de Suelos - SUCS (Unified Soil Classification


System (USCS)) es un sistema de clasificación de suelos usado en ingeniería y
geología para describir la textura y el tamaño de las partículas de un suelo. Este
sistema de clasificación puede ser aplicado a la mayoría de los materiales sin
consolidar y se representa mediante un símbolo con dos letras. Cada letra es
descrita debajo (con la excepción de Pt). Para clasificar el suelo hay que realizar
previamente una granulometría del suelo mediante tamizado u otros. También se le
denomina clasificación modificada de Casagrande.

Primera y/o segunda letra

Símbolo Definición

G grava

S arena

M limo

C arcilla

O orgánico
Segunda letra

Letra Definición

P pobremente graduado (tamaño de partícula uniforme)

W bien gradado (tamaños de partícula diversos)

H alta plasticidad

L baja plasticidad

Si el suelo tiene entre un 5-12% de finos, pasantes del tamiz #200 se considera que
ambas distribuciones de granos tienen un efecto significativo para las propiedades
ingenieriles del material. Estaríamos hablando por ejemplo de gravas bien
graduadas pero con limos. En esos casos se debe usar doble simbología, por
ejemplo: GW-GM correspondiente a "grava bien graduada" y "grava con limo o
grava limosa"

Si el suelo tiene más del 15% del peso retenido por el tamiz #4 (R#4 > 15%), hay
una cantidad significativa de grava, y al sufijo "con grava" se le puede añadir el
nombre del grupo, pero el símbolo del grupo no cambia. Por ejemplo, SP-SM con
grava se refiere a "Arena pobremente graduada con limo y grava"

Cuando un suelo presente simbología doble como en los casos mencionados, la


primera letra siempre se repetirá. Por ejemplo: SP-SC, el "S"(arena) se repite

Apuntes del Sistema unificado de clasificación de suelos (S.U.C.S.)

El sistema cubre los suelos gruesos y los finos, distinguiendo ambos por el cribado a
través de la malla No 200; las partículas gruesas son mayores que dicha malla y las
finas menores. Un suelo se considera grueso si más del 50% de sus partículas son
gruesas, y fino, si más de la mitad de sus partículas, en peso, son finas.

Se describirán a continuación los diferentes grupos referentes a suelos gruesos.

SUELOS GRUESOS.

El símbolo de cada grupo está formado por dos letras mayúsculas, que son las
iniciales de los nombres ingleses de los suelos más típicos de ese grupo. El
significado es:
Gravas y suelos en que predominan estas. Símbolo genérico, G (gravel).

Arenas y suelos arenosos. Símbolo genérico S (sand).

Las gravas y las arenas se separan con la malla No 4, de manera que un suelo
pertenece al grupo genérico G, si más del 50% de su fracción gruesa (retenida en la
malla No 200) no pasa la malla No 4, y es del grupo genérico S, en caso contrario.

Las gravas y las arenas se subdividen en cuatro tipos.

Grupos GW y SW. Material prácticamente limpio de finos, bien graduado. Símbolo


W (well graded). Para cumplir con los requisitos de estos grupos se garantiza en la
práctica especificando que el contenido de partículas finas no sea mayor de un 5%
en peso.

La graduación se juzga por medio de los coeficientes de uniformidad y curvatura.


Para considerar una grava bien graduada se exige que su coeficiente de
uniformidad sea mayor que 4; mientras que el de curvatura debe estar comprendido
entre 1 y 3. En el caso de las arenas bien graduadas, el coeficiente de uniformidad
será mayor que 6, en tanto el de curvatura debe estar entre los mismos límites
anteriores.

Grupos GP y SP. Material prácticamente limpio de finos, mal graduado. Símbolo P


(poorly graded).

Son de apariencia uniforme o presentan predominio de un tamaño o de un margen


de tamaños, faltando algunos intermedios; deben satisfacer los requisitos
señalados, en lo referente al contenido de partículas finas (máximo 5%), pero no
cumplen los requisitos de graduación indicados para su consideración como bien
graduados.

Dentro de esos grupos están comprendidas las gravas uniformes, tales como las
que se depositan en los lechos de los ríos, las arenas uniformes, de médanos y
playas y las mezclas de gravas y arenas finas, provenientes de estratos diferentes
obtenidas durante un proceso de excavación.

Grupos GM y SM. Material con cantidad apreciable de finos no plásticos. Símbolo M


(del sueco mo y mjala).
En estos grupos el contenido de finos afecta las características de resistencia y
esfuerzo – deformación y la capacidad de drenaje libre de la fracción gruesa; en la
práctica se ha visto que esto ocurre para porcentajes de finos superiores a 12%, en
peso, por lo que esa cantidad se toma como frontera inferior de dicho contenido de
partículas finas. La plasticidad de los finos en estos grupos varía entre nula y media;
es decir, es requisito que los límites de plasticidad localicen a la fracción que pase la
malla No 40 abajo de la línea A o bien que su índice de plasticidad sea menor que 4.

Grupos GC y SC. Material con cantidad apreciable de finos plásticos. Símbolo C


(clay).

Como en el grupo anterior, el contenido de finos debe ser mayor que 12%, en peso,
y por las mismas razones expuestas para los grupos GM y SM. Sin embargo, en
estos casos, los finos son de media a alta plasticidad; es ahora requisito que los
límites de plasticidad sitúen a la fracción que pasa la malla No 40 sobre la línea A,
teniéndose además, la condición que el índice plástico sea mayor que 7.

A los suelos gruesos con contenido de finos comprendido entre 5% y 12%, en peso,
el sistema unificado los considera casos de frontera, adjudicándoles un símbolo
doble. Por ejemplo, un símbolo GP-GC indica una grava mal graduada, con un
contenido entre 5% y 12% de finos plásticos (arcillosos).

Cuando un material no cae claramente dentro de un grupo, deberán usarse también


símbolos dobles, correspondientes a casos de frontera. Por ejemplo, el símbolo
GW-SW se usará para un material bien graduado, con menos de 5% de finos y
formada su fracción gruesa por iguales proporciones de grava y arena.

suelo grueso

SUELOS FINOS.

También en este caso el sistema considera a los suelos agrupados, formándose el


símbolo de cada grupo por dos letras mayúsculas, escogidas por un criterio similar
al usado para los suelos gruesos y dando lugar a las siguientes divisiones:

Limos inorgánicos, de símbolo genérico M (del sueco mo y mjala)

Arcillas inorgánicas, de símbolo genérico C (clay)


Limos y arcillas orgánicas, de símbolo genérico O (organic)

Cada uno de estos tres tipos de suelos se subdividen, según su límite líquido en dos
grupos. Si éste es menor de 50%, es decir, si son suelos de compresibilidad baja o
media, se añade al símbolo genérico la letra L (low compressibility). Los suelos finos
con límite líquido mayor de 50%, o sea los de alta compresibilidad, llevan tras el
símbolo genérico la letra H (high compressibility).

Los suelos altamente orgánicos, usualmente fibrosos, tales como turbas y suelos
pantanosos, extremadamente compresibles, forman un grupo independiente de
símbolo Pt (del inglés peat: turba).

Grupos CL y CH. El grupo CL comprende a la zona sobre la línea A de la carta de


plasticidad, definida por LL < 50% e IP > 7%, donde:

LL: límite líquido

IP: índice de plasticidad

El grupo CH corresponde a la zona arriba de la línea A, definida por LL > 50%.

Grupos ML y MH. El grupo ML comprende la zona abajo de la línea A, definida por


LL < 50% y la porción sobre la línea A con IP < 4. El grupo MH corresponde a la
zona abajo de la línea A, definida por LL > 50%.

En estos grupos quedan comprendidos los limos típicos inorgánicos y limos


arcillosos, los tipos comunes de limos inorgánicos y limos arcillosos. Los tipos
comunes de limos inorgánicos y polvo de roca, con LL < 30%, se localizan en el
grupo ML. Los depósitos eólicos, del tipo loess, con 25% < LL < 35% usualmente,
caen también en este grupo.

Los suelos finos que caen sobre la línea A y con 4% < IP < 7% se consideran como
casos de frontera, asignándoles el símbolo doble CL-ML.

Grupos OL y OH. Las zonas correspondientes a estos dos grupos son los mismos
que la de los grupos ML y MH, respectivamente, si bien los orgánicos están siempre
en lugares próximos a la línea A.
Una pequeña adición de materia orgánica coloidal hace que el límite líquido de una
arcilla crezca sin apreciable cambio de su índice plástico; esto hace que el suelo se
desplace hacia la derecha de plasticidad, pasando una posición más alejada de la
línea A.

Grupos Pt. Las pruebas de límites pueden ejecutarse en la mayoría de suelos


turbosos, después de un completo remoldeo. El límite líquido de estos suelos puede
estar entre 300% y 500%, quedando su posición en la carta de plasticidad
netamente abajo de la línea A; el índice plástico normalmente varía entre 100% y
200%.

suelo fino

LIMITES DE PLASTICIDAD.

La plasticidad no es una propiedad permanente sino circunstancial y dependiente


del contenido de agua. Una arcilla muy seca puede tener la consistencia de un
ladrillo, con plasticidad nula, y esa misma arcilla, con gran cantidad de agua, puede
presentar las propiedades de un lodo semilíquido o inclusive, las de una suspensión
líquida.

Entre ambos extremos, existe un intervalo del contenido de agua en el que la arcilla
se comporta plásticamente. La plasticidad de un suelo exige, para ser expresada en
forma conveniente, la utilización de dos parámetros en lugar de uno solo.

Según su contenido de agua en orden decreciente, un suelo susceptible de ser


plástico, puede estar en cualquiera de los siguientes estados de consistencia,
definidos por Atterberg.

Estado líquido, con las propiedades y apariencia de una suspensión.

Estado semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.

Estado plástico, en que el suelo se comporta plásticamente.

Estado semisólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido, pero aun


disminuye de volumen al estar sujeto a secado.

Estado sólido, en el que el volumen del suelo no varía con el secado.


Los anteriores estados son fases generales por los que pasa el suelo al irse
secando y no existen criterios exactos para distinguir sus fronteras. El
establecimiento de estas ha de hacerse en forma puramente convencional.

Attergerg estableció las primeras convenciones para ello, bajo el nombre general de
Límites de Consistencia.

La frontera convencional entre los estados semilíquido y plástico fue llamada por
Atterberg Límite Líquido. Atterberg lo definió en términos de una técnica de
laboratorio que consistía en colocar el suelo remoldeado en una cápsula, formando
en él una ranura y en hacer cerrar la ranura golpeando secamente la cápsula contra
una superficie dura; el suelo tenía el contenido de agua correspondiente al límite
líquido, según Atterberg cuando los bordes inferiores de la ranura se tocaban, sin
mezclarse, al cabo de un cierto número de golpes.

La frontera convencional entre los estados plástico y semisólido fue llamada por
Atterberg Límite Plástico y también en términos de una manipulación de laboratorio.
Atterberg rolaba un fragmento de suelo hasta convertirlo en un cilindro de espesor
no especificado; el agrietamiento y desmoronamiento del rollito, en un cierto
momento, indicaba que se había alcanzado el límite plástico y el contenido de agua
en tal momento era la frontera deseada.

A las fronteras anteriores que definen el intervalo plástico del suelo se les ha
llamado Límites de Plasticidad.

Atterberg consideraba que la plasticidad del suelo quedaba determinada por el límite
líquido y por la cantidad máxima de una cierta arena, que podía ser agregada al
suelo, estando este con el contenido de agua correspondiente al límite líquido, sin
que perdiera por completo su plasticidad. Además, encontró que la diferencia entre
los valores de los límites de plasticidad, llamada Indice Plástico, se relacionaba
fácilmente con la cantidad de arena añadida, siendo de más fácil determinación, por
lo que sugirió su uso, en lugar de la arena, como segundo parámetro para definir la
plasticidad.

Ip = LL – LP

Dónde:
Ip: Índice de Plasticidad

LL: Límite Líquido

LP: Límite Plástico

Los elementos esenciales del sistema de clasificación fueron propuestos


inicialmente por Arturo Casagrande (1942) y adoptados posteriormente por el
Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos para la construcción de aeropuertos.
Actualmente, este sistema se utiliza con modificaciones mínimas en la mayoría de
los países fuera de los Estados Unidos. Dentro de los Estado Unidos el sistema es
ampliamente utilizado por organizaciones tales como el Cuerpo de Ingenieros, la
Oficina de Reclamos, y con pequeñas modificaciones por la mayoría de las firmas
consultoras.

Básicamente un suelo es:

Cuadro

Los suelos se consideran de grano fino cuando más del 50% pasa en tamiz No 200,
y son: ML, OL o CL: si los límites líquidos son menores que 50%, M= Limo, O=
Suelos Orgánicos, C= Arcilla. MH, OH o CH: si los límites líquidos son superiores a
50%, H= Alta compresibilidad, L= Baja compresibilidad.

Para poder identificar un suelo fino entonces, es preciso realizar los ensayos de
Límites de Plasticidad o Límites de Atterberg.

Los límites líquido y plástico se ejecutan sobre material correspondiente a la fracción


menor del Tamiz No 40 de todos los suelos, incluyendo gravas, arenas y suelos
finos. Estos límites se utilizan con la Carta de Plasticidad (Cuadro A de Casagrande)
para determinar el prefijo M, O ó C, dependiendo de la localización de las
coordenadas de plasticidad del suelo dentro de la carta.

Una descripción visual del suelo debe siempre incluirse conjuntamente con el
símbolo unificado para complementar la clasificación.

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