Sí, es verdad que las naciones la conforman todos sus ciudadanos, pero también es cierto, que las naciones toman el destino que construyen sus líderes. Cuando un país ha venido luchando desde décadas en resolver los problemas más esenciales de su sociedad; sin ningún resultado sobresaliente, debemos reconocer que algo no se está haciendo bien. El problema relacionado con la pobreza es un tema que se ha venido hablándose desde décadas atrás. Pueda que estemos ante una situación donde no se está llevando a la nación por el camino correcto o; no hemos tenido una aptitud a la altura de las circunstancias que se nos ha presentado. También, pueda ser; que el liderazgo estén solamente jugando de hacer país, sin realizar acciones concretas y serias que se apeguen a la realidad. Una nación sin orden, huérfana de la sabiduría de Dios es producto principalmente de aquella ausencia misma de Dios en el corazón de todos lo que conforman, principalmente su liderazgo político y ejecutivo. La ausencia de Dios en una nación genera depravación política, social y espiritual. Las consecuencias en una actitud de los ciudadanos sin amor a su patria y al prójimo generando más corrupción, más insensibilidad humana, más materialismos, consumismo; menos consideración por lo que más sufren y son más vulnerable. Una nación donde a pesar de buenas políticas sociales, económicas, lamentablemente, estas queda pasmada en un papel mojado y no se enfatiza en esos valores y principios que ponen como fundamento el amor de Dios. Sí, es cierto que las naciones desarrolladas se han dejado llevar por la creatividad, el desarrollo económico, tecnológico y con buenos resultados; pero hoy luchan con problemas humanos que están derrumbado progresivamente lo que por décadas construyeron. Pero a pesar de ello, cuentan con planes, con propósito, con idea de visión nacional; una motivación colectiva, que aspira a mejores estados de desarrollo. Pero otro lado, hay naciones que tomaron como fundamento lo que Dios les ofrece para convertirse en pueblos fuertes y robustos. Por ejemplo: los orígenes del pueblo Norte americano se fundamentó en convertirse en nación bajo los principios y valores que están escrito en la Biblia. Aunque ahora se ha convertido en una poderosa nación que cada vez pasa el tiempo se aparta de la guía del señor. Todos sabemos lo que ocurrió a las naciones que se apartaron de Dios. Así como Dios no se puede apartar de la vida de los hombres de fe, así las naciones no pueden apartarse de su Dios que les guía y ofrece a sus líderes un pensamiento lleno de sabiduría para desarrollar la nación de forma más eficiente, comprometida a cumplir el plan de Dios en todo su pueblo.