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Historia

Los pioneros en
la lucha contra
el cáncer por Mónica Hinojosa, @Moni_Hinojosa,
e Isidro Marín, @isidromarin

Durante la década de los años 70, los médicos del centro anticancerígeno de Sidney
Faber en Boston, descubrieron que, entre sus pacientes jóvenes, los que fumaban
cannabis sufrían menos nauseas después del tratamiento de quimioterapia. Estos
datos aparecieron publicados en un libro del doctor Tod Mikuriya (1973), en el que
recopiló todas las obras médicas sobre el cannabis del siglo XIX y XX.

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M
ikuriya fue especialista en psiquiatría
y colaboró en defensa del cannabis
terapéutico. También fue investigador
del equipo de la comisión de Nixon.
Dirigió una investigación sobre el
cannabis en Institutos Nacionales
de Salud Mental, en 1967. Estuvo muy involucrado en la
propuesta de legalización con fines médicos de 1996, en
California. Además, fue coordinador médico en asociaciones
cannábicas para facilitar cannabis medicinal a pacientes,
por lo que fue juzgado en el 2003 siendo absuelto. Murió
en el año 2007 a la edad de 73 años.

El estado de Nuevo México


Nuevo México fue el primer estado estadounidense en
permitir el uso médico del cannabis. La legislatura estatal


promulgó una ley que permitía a los médicos prescribir
cannabis a los pacientes que padecieran nausea y vómitos
de la quimioterapia por cáncer. Los gobiernos estatales
empezaron a responder de una forma limitada a las pre-


siones de pacientes y médicos. Treinta y tres estados más
habían hecho lo mismo a finales de los 70. Pero estas
leyes fueron difíciles de llevar a cabo. El cannabis no
estaba reconocido como medicamento bajo la ley federal.
Muchos estados dieron marcha atrás en su reforma sobre
el cannabis medicinal. Entre 1978 y 1987, diecisiete
estados recibieron permisos para establecer programas
para el uso de cannabis para tratar el glaucoma y las
náuseas producidos por la quimioterapia para combatir
al cáncer (Marín Gutiérrez, 2016).

MIKURIYA FUE ESPECIALISTA EN PSIQUIATRÍA


Y COLABORÓ EN DEFENSA DEL CANNABIS
TERAPÉUTICO. TAMBIÉN FUE INVESTIGADOR
Dr. Tod Mikuriya

DEL EQUIPO DE LA COMISIÓN DE NIXON

En Nuevo México, entre 1979 y 1986, más de 250 enfermos


obtuvieron el permiso de conseguir cannabis legalmente
bajo control médico después que los medicamentos con-
vencionales no controlasen sus náuseas y vómitos. Para
estos pacientes, el cannabis era eficaz, sobre todo en su
forma natural y no el THC sintético. Un estudio detallado
posterior demostró que más del 90 % de los enfermos
evolucionaron mejor de sus náuseas y vómitos (Grinspoon
y Bakalar, 2001).
Pero estos programas de cannabis son muy pocos ya
que, primero, los médicos eran escépticos debido a su en-
trenamiento limitado; segundo, existían obstáculos
burocráticos enormes, y tercer, era más fácil conseguir
cannabis de calidad en la calle.
Este era el camino que un paciente debía de tomar
para conseguir cannabis terapéutico: el paciente se lo
consultaba a su médico, el médico realizaba un formulario

NIDA

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Historia

George Deukmejian
especial para pedirlo y tenía que ser aceptado
por varias agencias médicas. El médico rellenaba
una orden especial que se enviaba al National
Institute on Drug Abuse (NIDA). El NIDA se lo
pedía a la Universidad de Mississippi, donde
estaba el único campo de cultivo de cannabis
legal, y el NIDA enviaba el cannabis a Carolina
del Norte donde realizaban los cigarrillos (con
un porcentaje de THC del 2 %). Todo este proceso
se retrasaba de cuatro a ocho meses. La mayoría
de los médicos no querían enredarse y los pacientes


necesitaban la medicación inmediatamente. Mu-
chos morían antes de obtener el cannabis.
Desde 1979 a 1989, California poseía una ley
por medio de la cual la gente podía conseguir
cannabis para fines médicos. Durante diez años
en los que esta ley, la Compassionate Marijuana
Medical Law, estuvo en vigor fue bloqueada. Ge-
orge Deukmejian, el gobernador, imposibilitó
que los pacientes terminales de cáncer pudieran conseguir

su predecesor.


cannabis. Su sucesor, Pete Wilson, siguió los mismos pasos de

Según el doctor Thomas Ungerleider, psiquiatra de la Uni-


versidad de California, que dirigió desde 1979 a 1984 el
programa de investigación del uso de cannabis para combatir

ENTRE 1978 Y 1987, DIECISIETE


ESTADOS RECIBIERON PERMISOS PARA
ESTABLECER PROGRAMAS PARA EL
USO DE CANNABIS PARA TRATAR EL
GLAUCOMA Y LAS NÁUSEAS
PRODUCIDOS POR LA QUIMIOTERAPIA
PARA COMBATIR AL CÁNCER

el cáncer, opinaba que el cannabis tenía un papel fundamental


en el tratamiento de los vómitos consecuencia de la quimiote-
rapia para tratar el cáncer (Herer, 1999).
Pete Wilson
La historia de Lynn Pierson
Nuevo México promulgó la primera ley de cannabis
medicinal en Estados Unidos el 18 de febrero de
1978, gracias al activismo de un paciente de cáncer,
veterano de la guerra de Vietnam, llamado Lynn
Pierson. Jimmy Carter era presidente y para la ma-
yoría de los estadounidenses, el cannabis era una
sustancia peligrosa que merecía ser ilegal. Un puñado
de jóvenes estadounidenses había descubierto que
el cannabis tenía algunas propiedades beneficiosas
únicas, especialmente en el tratamiento de los efectos
secundarios de la quimioterapia. Entre ellos estaba
un larguirucho de Nuevo México llamado Lynn Pier-
son, quien estaba perdiendo su batalla contra el
cáncer testicular y encontró que la quimioterapia
Thomas Ungerleider

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Lynn Pierson
tenía unos fuertes efectos adversos (vómitos, falta de
apetito, etc.).


Cuando le dijo a su oncólogo que quería dejar la qui-
mioterapia debido a los efectos secundarios debilitantes,
el médico lo sorprendió cuando le preguntó si había
probado el cannabis. Los relatos anecdóticos de la capacidad
del cannabis para reducir las náuseas y los vómitos
inducidos por la quimioterapia se habían escrito en el
New England Journal of Medicine (Sallan, Zinberg y


Frei, 1975) y algunos oncólogos sentían que sus pacientes
no tenían nada que perder al probar cannabis. Pierson
siguió el consejo de su médico y se quedó asombrado.
Creía que era un milagro. “Unas bocanadas de cannabis
me quitaron las náuseas. Y apenas hubo vómitos. Entonces
me dio mucha hambre ¡Demonios! Comí tanto que, de
hecho, gané algo de peso".


CUANDO LE DIJO A SU ONCÓLOGO
QUE QUERÍA DEJAR LA QUIMIOTERAPIA


UN ESTUDIO DETALLADO POSTERIOR
DEMOSTRÓ QUE MÁS DEL 90 % DE
DEBIDO A LOS EFECTOS SECUNDARIOS
DEBILITANTES, EL MÉDICO LO
SORPRENDIÓ CUANDO LE PREGUNTÓ
SI HABÍA PROBADO EL CANNABIS

Pierson les contó a otros pacientes del hospital de veteranos


de Albuquerque sobre lo ocurrido. Pero un amigo, un pa-
ciente mayor, no quiso probar el cannabis debido a su
ilegalidad. El hombre tuvo una muerte horrible y Pierson
juró que no dejaría que eso les sucediera a otros. Se puso
en contacto con Robert Randall, un paciente de glaucoma
que en ese momento era el único paciente de cannabis
LOS ENFERMOS EVOLUCIONARON legal en Estados Unidos. En 1976, como resultado de un
MEJOR DE SUS NÁUSEAS Y VÓMITOS
caso judicial exitoso, Robert Randall había obligado al
gobierno a darle suministros federales de
cannabis y Pierson quería el mismo privi-
legio (Marín Gutiérrez, 2003).
Randall sabía que Pierson probable-
mente no viviría lo suficiente para superar
las complejidades legales impuestas por
los federales. Pierson comenzó su batalla
porque en Nuevo México hubiera una le-
gislatura a favor del cannabis medicinal.
Presionó a los 96 miembros de la Cámara
de Representantes de Nuevo México para
el cambio de la ley. Pierson también reclutó
a la prensa y, con su ayuda, pudo reunir
la ayuda de otros pacientes. Los comités
legislativos comenzaron a explorar formas
de llevar cannabis a los pacientes con cán-
cer y no pasó mucho tiempo antes de que
el gobierno de los Estados Unidos se en-
terara.
Los burócratas de la DEA, NIDA y FDA
pronto estuvieron al teléfono advirtiendo
Jerry Apodaca

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Historia

al gobierno de Nuevo México que sus ac-


ciones potencialmente violaban la ley
federal. Por un tiempo, pareció que los
federales ganarían la partida, pero sus
tácticas de mano dura no le sentaron nada
bien a los ciudadanos de Nuevo México.
Para saltar este escollo, el gobierno de
Nuevo México estableció un programa de
investigación estatal. Utilizó suministros
federales de cannabis para tratar a pa-
cientes con cáncer y glaucoma. El resultado


fue la Ley de Investigación Terapéutica
de Sustancias Controladas, que se convirtió
en un modelo a seguir para más de treinta
estados a fines de la década de 1970 y
principios de la de 1980.
El proyecto de ley fue aprobado en
Nuevo México por unos márgenes abru-


madores a favor (53 frente a 9 en la
Cámara, 33 frente a 1 en el Senado). Fue
firmada como “legislación de emergencia”
por el gobernador Jerry Apodaca, el 21 de
febrero de 1978. La revolución del cannabis
medicinal había comenzado. A pesar de
la proclamación de emergencia de Jerry

“UNAS BOCANADAS DE CANNABIS


ME QUITARON LAS NÁUSEAS. Y
APENAS HUBO VÓMITOS. ENTONCES
ME DIO MUCHA HAMBRE ¡DEMONIOS!
COMÍ TANTO QUE, DE HECHO,
GANÉ ALGO DE PESO" Erin Armstrong

Apodaca, Lynn Pierson nunca se


benefició de la legislación. Los fe-
derales bloquearon el programa
estatal y Pierson murió en agosto
de 1978 sin recibir cannabis de
manera legal.
Pero Nuevo México no se olvidó
de Pierson. En 2007, cuando Nuevo
México legalizó una vez más el ac-
ceso al cannabis medicinal, esta
vez utilizando cannabis cultivado
en el estado para eludir la super-
visión federal, la legislación se
tituló "Ley de Uso Compasivo de
Lynn y Erin", reconociendo tanto
a Pierson como a una joven pa-
ciente con cáncer, Erin Armstrong.
Erin ni siquiera era consumidora
de cannabis, pero vio su utilidad
para aliviar los síntomas de la qui-
mioterapia. Erin fue diagnosticada

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LYNN PIERSON NUNCA SE BENEFICIÓ
DE LA LEGISLACIÓN. LOS FEDERALES
BLOQUEARON EL PROGRAMA
ESTATAL Y PIERSON MURIÓ EN

cuando era una adolescente con cáncer de tiroides. Se
convirtió en defensora de pacientes del cannabis medicinal
y en portavoz del movimiento, rompiendo los estereotipos
que muchos legisladores tenían sobre quiénes consumen
Libertades Civiles y pasó un tiempo en África ayudando a
pacientes con SIDA a recibir atención médica. Finalmente
consiguió su tarjeta de cannabis medicinal. Ella consume
cannabis para controlar las náuseas, estimular el apetito
y ayudarla a dormir… está decidida a vivir plenamente la
vida durante el mayor tiempo posible.

Bibliografía
● Grinspoon, L. y Bakalar, J.B. (2001) Marihuana. La me-
dicina prohibida. Paidós.
● Herer, J. (1999) El emperador está desnudo, Castellarte.

AGOSTO DE 1978 SIN RECIBIR ● Marín Gutiérrez, I. (2003) Historia conocida o desconocida
del cannabis. Megamultimedia.
CANNABIS DE MANERA LEGAL ● Marín Gutiérrez, I. (2016) Historia General del Cannabis.
Amargord.
● Mikuriya, T. H. (1973) Marijuana Medical Papers 1839-
cannabis. Ella movilizó a un grupo de enfermos y obligaron 1972, Medi-Comp Press.
a los legisladores a que dieran una solución rápida. Muchos ● Sallan, S. E. et al. (1975) “Antiemetic Effect of Delta-9-
enfermos no se podían permitir el lujo de esperar. Tetrahydrocannabinol in Patients Receiving Cancer
Hasta 2018, Armstrong trabajó como abogada de de- Chemotherapy”, New England Journal of Medicine, (293):
rechos reproductivos en la Unión Estadounidense de 795-797.

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