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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

ESCUELA NACIONAL DE ENFEMERIA DE OCCIDENTE


CURSO: ENFERMERIA EN LA ATENCION AL NIÑO Y AL ADOLESCENTE.
IV SEMESTRE 2020.

HOMOSEXUALIDAD Y LESBIANISMO
La palabra homosexual hace referencia tanto a los hombres como a las mujeres,
pues designa a las personas que sienten atracción o deseo por alguien de su
mismo sexo, y no únicamente a los hombres. La homosexualidad está definida
según la Real Academia de la Lengua Española como la “Inclinación hacia la
relación erótica con individuos del mismo sexo”, el prefijo homo (del griego
homós) significa igual y no hombre como se piensa equivocadamente en muchas
ocasiones. Por su parte el prefijo heter (del griego héteros) significa distinto y la
palabra heterosexual por lo tanto alude a las personas que siente atraídas por
alguien de distinto sexo al propio.

Algunos colectivos como colectivo LGTBI aglutinan a lesbianas, gays,


transexuales y bisexuales, Intersexuales, sin embargo, se utiliza los términos gays
y lesbianas para referirse a las personas homosexuales en su conjunto.

Gays: “término para identificar a hombres que asumen de manera abierta su


atracción física, emocional y sexual por otros hombres.”

Lesbiana: “mujeres que sienten atracción física, emocional y sexual por otras
mujeres. Es un término político que proviene históricamente de la Isla de Lesbos
en la Grecia antigua, donde la poetisa Safo congregaba a las mujeres para
exponer sus poemas de amor.”

Homofobia: “es el odio hacia las personas homosexuales, así como a sus estilos
de vida o cultura”.

Hoy por hoy sabemos que no está claro qué lleva a un hombre o a una mujer a
que su orientación del deseo se dirija hacia personas de su mismo sexo. Pero si
sabemos que no es cuestión de lanzar una moneda al aire, sino que es el algo
más complejo y en lo que intervienen más de un factor.

En lo que si hay consenso es en afirmar que cuando se empieza a tomar


conciencia de la orientación del deseo es a partir de la adolescencia.

Los Gays y las Lesbianas adolescentes, como no puede ser de otro modo, no
constituyen grupos uniformes u homogéneos. son diversos, es decir que hay
muchas maneras de ser gay y muchas maneras de ser lesbiana, reconocer a los
gays o las lesbianas por su aspecto físico o por sus ademanes es imposible,
además de carecer de sentido, es dejarse arrastrar por los tópicos y los
estereotipos, ni todos los afeminados son Gays, ni todos los Gays son
afeminados, igualmente en las mujeres ni todas las lesbianas son marimachos, ni
todas las marimachos son lesbianas, como estos errores se cometen otros, por
ejemplo la creencia de que se escoge profesión, por la orientación sexual.

Puede haber por tanto, Gays y lesbianas en todos los ámbitos profesionales, del
mismo modo que los hay en los ambientes preferentemente urbanos, como en los
rurales, en aquellos en los que se mueve dinero y en esos en los que el dinero es
escaso. Ni lo gay ni lo lésbico pertenecen solo a un grupo social.

Las personas homosexuales no tienen especial tendencia a la soledad, tristeza o


sentirse infelices, sin embargo los datos apuntan a que los chicos y chicas jóvenes
que descubren su homosexualidad tienen mayores tasas de fracaso escolar y lo
que es aún más preocupante, mayores tasas de suicidio.

Respuesta de los servicios de salud:


La atención en salud debe tener un enfoque integral (biopsicosocial y familiar), con
énfasis en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad; reconociendo
las necesidades particulares de la población LGBTI y, al mismo tiempo, brindando
servicios integrales como a cualquier otro u otra usuaria del Sistema Nacional de
Salud.
Se han realizado estudios en otros países, en relación al acceso a la salud, en
donde se visibilizó las barreras en salud que las personas LGBTI tienen para
acceder de manera adecuada y oportuna a sus servicios. Los hallazgos más
destacados fueron:
• Los valores, creencias y concepciones religiosas de los prestadores de salud, los
estereotipos basados en la constitución de los sexos masculinos y femeninos y lo
que la sociedad asigna o acepta como normal o natural.
LGBTI
• Para muchos de las/los médicos y enfermeros no es necesario trabajar en temas
de orientación sexual de manera especial porque las patologías de la población
LGBTI son las mismas a las del resto de la población. Así por ejemplo, el personal
de ginecología asume que todas las mujeres y hombres que acuden a consulta
son heterosexuales, y realizan la atención partiendo de ese supuesto, lo cual
puede conllevar a sugerir procedimientos inadecuados o negación a aplicar
tratamientos.

Para que la/el usuaria/o LGBTI se sienta atendida/o con aceptación y respeto, los
profesionales de la salud deben mantener una actitud abierta hacia la
comprensión de las diversidades sexo-genéricas y centrarse en la respuesta a las
necesidades de salud y desarrollo integral de estas personas.

Cabe recalcar que hasta antes de 1990, dentro del ámbito médico nacional, la
homosexualidad era considerada como enfermedad y tratada como delito. Estas
ideas aún persisten y dan lugar a la discriminación estructural, es decir, la
discriminación contra algunos grupos y personas como las LGBTI están
fuertemente arraigadas en los comportamientos sociales, lesionando básicamente
los derechos humanos. Los profesionales de la salud pueden incidir y cambiar
directamente las dinámicas de exclusión y homofobia, mediante el examen de sus
propios prejuicios, y educar a las/los usuarios/pacientes en general sobre los
riesgos de la discriminación y de la violencia (sea sexual, física o psicológica).

Los factores de riesgo relacionados a la conducta y estilo de vida de las personas


LGBTIE es importante que los profesionales de la salud conozcan que el
comportamiento sexual de las/os usuarios/as/pacientes, ya sea LGBTI o
heterosexual, no responde necesariamente a los prejuicios socialmente generados
sobre sus prácticas sexuales. Así por ejemplo, el riesgo de una infección de
trasmisión sexual aumenta al exponerse a prácticas sexuales inseguras sea
heterosexual u homosexual, pues esto no está condicionado a la orientación
sexual. Por tanto, los riesgos variarán de acuerdo a un sinnúmero de condiciones
en las que se realiza una práctica sexual específica. Los profesionales de la salud
deben conocer la gama de prácticas sexuales con el fin de brindar asesoría y
atención apropiada a el/la paciente, y con ello generar condiciones para que las
mismas sean seguras, más no con el objetivo de lograr que las personas dejen de
tener una práctica sexual específica.

Algunas investigaciones sobre comportamientos relacionados con la salud entre


las personas LGBTI han demostrado niveles elevados de tabaquismo, consumo
de alcohol y el uso de drogas en comparación con sus pares heterosexuales, lo
que parece estar determinado por la discriminación y los niveles de estrés más
elevados en la población LGBTI por el entorno homofóbico y de discriminación. Ya
sea que consuman para relajarse o para facilitar las relaciones sociales, la
consecuencia suele ser la adicción, la misma que está asociada con unas
mayores tasas de cáncer, cardiopatía y enfisema.

BLIBLIOGRAFIA:

1. C. DE LA Cruz. Homosexualidad adolescente. Madrid. 2002. Pág. 1-4


2. Ministerio de Salud Pública del Ecuador. Manual: Atención en salud a personas
lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI). Primera edición. 2016.

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