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Introducción a la GRAFOLOGÍA

Real Academia Española: GRAFOLOGÍA, de grafo- y –logía es el arte que pretende


averiguar, por las particularidades de la letra, cualidades psicológicas de quien la
escribe.

El diccionario médico define la grafología como la ciencia que se propone descifrar la


íntima personalidad psíquica de un individuo a través de la escritura. Matilde Ras, a
quien podemos considerar la introductora de la grafología científica en España, dice de
ésta que es la ciencia que tiene por objeto el conocimiento del carácter, por medio del
examen de la escritura manuscrita. Por su parte, Mª Ángeles Esteban, experta en la
materia, completa las definiciones anteriores añadiendo que es la ciencia que estudia
las reacciones anímicas, las causas y las consecuencias sobre el carácter a través de la
escritura. Es un método de exploración del inconsciente.

La grafología es la ciencia que por medio de una técnica y metodología específicas nos
permite conocer la personalidad de un individuo y diagnosticar respecto a su equilibrio
mental, nervioso, fisiológico, moral y emocional.

Con este compendio de descripciones podemos obtener una idea generalizada sobre el
concepto de grafología.

El término grafología proviene del antiguo griego graphos=γραφή (escritura) y


logos=λόγος (conocimiento); es decir, que podríamos definirla como la ciencia que
estudia el conocimiento de la escritura. Es un test proyectivo que permite obtener un
conocimiento profundo de la personalidad del individuo, ya que relaciona
directamente la escritura con la psicología humana. En la particularidad de los rasgos
se percibe la individualidad del escribiente.

Las personas exponen conscientemente su pensamiento al escribir y, al mismo tiempo,


de manera inconsciente, en el diseño de los rasgos peculiares e individuales de la letra,
trazan símbolos gráficos de las características profundas de su yo.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA

 Huarte de San Juan(1529-1588) Médico y filósofo español, en su obra Examen


de ingenios para las ciencias (1575), menciona “la diferencia de habilidades en
los hombres, y el género de letras que a cada uno le corresponde en
particular”. Se trata de una obra precursora de la psicología diferencial,
la orientación profesional y la eugenesia.

 El filósofo Próspero Aldorisius publicó en 1611 su obra Idengraphicus


Nuntius en la que explicaba cómo analizar una grafía. En esa obra el autor
expuso una serie de axiomas relativos a la «Idengrafía», término con el que
acuñó su disciplina.

En 1625 se publicó la obra de Camillo Bald, Trattato, Come Da Una Lettera Missiva, Si
Conoscano La Natura, e qualità dello Scrittore, que es considerado el primer tratado
grafológico de importancia histórica y ha sido detenidamente estudiado por el
especialista estadounidense Robert Backman.

Ya en elsiglo XIX, destacan los estudios delAbate Flandrin y de su discípulo Jean


Hippolyte Michon. Tras años de investigación, Michon estableció las primeras reglas, y
publicó Sistème de grafologie en 1871, siendo así considerado el padre de la grafología
moderna.

Casi a comienzos del siglo XX, en 1930, Crepieux Jamin la sistematizó y perfeccionó.
Publicó ABC de la Grafología donde elabora un listado de especies gráficas y de cada
una hace una minuciosa descripción, muestra su relación con la personalidad y las
ejemplifica con escritos de personajes como Rousseau, Montesquieu y Beethoven.

 Ludwing Klages, fundó elSeminar für Ausdruckskunde(Seminario para el estudio


de la expresión), adentrándose en el estudio de la psicología, iniciando
la caracteriología y la expresión en el arte, sobre todo de la expresión a través
de la escritura, la grafología. Para Klages la expresión es el reflejo más
inmediato de la vida anímica. El estudio de las expresiones a través de
los gestos, los signos y las manifestaciones culturales, revela el mundo anímico
tanto de los individuos como de los grupos y su evolución a lo largo de la
historia.
• Wilhelm Preyer identificó el ADN de la Grafología. Descubrió que la escritura emana
del cerebro y que un escrito se elabora igual aunque lo realices con otras partes del
cuerpo, por ejemplo: La boca, los pies. Su conclusión que la escritura no es un acto
motriz existiendo un factor psicológico que condiciona a un sujeto.

 Max Pulver introdujo el psicoanálisis en la grafología. Su obra El simbolismo de


la escritura fue publicada en 1931. El mérito de Pulver es haber encontrado
unas leyes generales de interpretación que simplifican extraordinariamente la
labor del grafólogo.

 Girolamo Moretti elaboró un método de 86 variables basado en entender la


escritura como la manifestación más inconsciente del ser humano, reflejando
soma y psique en su estrecha relación. Por ello, a cada variable gráfica le da un
contenido psicológico y otro somático, entendiendo que todas las expresiones
exteriores son manifestaciones de una misma particularidad interior.

 Robert Sauder sostenía que una de las principales indicaciones para distinguir
una escritura natural de otra menos natural es la rapidez del escritor. Elaboró
unas tablas de rapidez y lentitud con 25 principios (13 para la rapidez y 12 para
la lentitud) que sirven para hallar los elementos de rapidez y lentitud que
pueden coexistir en cada grafismo.
DETRACTORES Y DEFENSORES
Aunque la grafología gozó de cierto apoyo en la comunidad científica antes de
mediados del siglo XX, los estudios más recientes la han englobado dentro de la
categoría de pseudociencias.

Los críticos del uso de la grafología argumentan que la falta de evidencia empírica es
una razón suficiente para no atribuirle validez fáctica alguna a la grafología. Entre las
críticas concretas se pueden mencionar:

 No sigue los postulados del método científico: la evidencia en la que se basa es


exigua, informal, poco sólida y completamente desproporcionada en relación
con el pretendido alcance de sus conclusiones.
 Particularmente susceptible al Efecto Barnum, el cual supone una dificultad
añadida en todos los métodos que buscan la determinación objetiva de la
personalidad
 Doble ciego. Muchos de los estudios estadísticos de los grafólogos no son
Doble ciego, una herramienta del método científico que se usa para prevenir
que los resultados de una investigación puedan estar influidos por el efecto
placebo o por el sesgo del observador.
 Dependencia del tamaño de la muestra. Su grado de validez es altamente
dependiente del tamaño de la muestra.
 Empleo de principios de pensamiento alegórico
 Carencia absoluta de estandarización.
 Vaguedad del diagnóstico: uno de los puntos más débiles de esta disciplina es
la facilidad con la que el grafólogo puede alterar las reglas de inferencia.
 Carencia de un cuerpo de datos de suficiente volumen que permita justificar
las aseveraciones de causalidad entre la ocurrencia de los signos y sus
manifestaciones en la

Los defensores argumentan, sobre todo, que la escritura es una expresión de la


personalidad y no algo arbitrario y sin significado. Entre los que practican la grafología
es común apoyarse en la evidencia anecdótica, es decir, de aquella que «ve» una
concordancia entre lo diagnosticado y lo observado por uno mismo.
Augusto Vels en su obra Escritura y Personalidad (1961), sistematiza y ordena el
conjunto de signos gráficos y su significado. Su discípulo Mauricio Xandró, en el
libro Grafología superior (1973) relata haber hecho, durante años, contrastes de sus
diagnósticos grafológicos con entrevistas y tests psicológicos como el Rorschach,
Machover y TAT.

 Lester (1983),examinando los resultados de numerosos estudios, concluyó


que«la mayoría de los estudios atestigua la validez y la fiabilidad de los
grafólogos. Y a partir del momento en que haya suficientes estudios que
demuestren la corrección de los juicios grafológicos de las personas analizadas,
y parece que los hay suficientes, hay que aceptar que los resultados
grafológicos pueden ser válidos.»

“Debemos considerar la escritura como expresión de emociones, tendencias y energías


que, en forma de vibraciones, han quedado grabadas sobre el papel”.

Max Pulver

Aplicaciones de la GRAFOLOGÍA
Hoy en día la Grafología se puede utilizar en distintos campos de nuestra sociedad. En
primer lugar cabe destacar la teoría de la grafología en un sentido amplio, como podría
ser cuanto margen superior deja un individuo. En segundo lugar cabe destacar la
técnica grafológica, en ella aplicaríamos los aspectos técnicos en el análisis de la
grafología: Aspectos teóricos, prácticos y metodológicos, así como la relevancia que
puede tener y significar la firma de una persona. También debemos tener en cuenta la
importancia y el reconocimiento de los tests psicológicos como herramienta para
descubrir los diversos aspectos que deseamos analizar en un caso clínico. Algunos de
ellos serían como interpretar un dibujo, consideraciones sobre un cuestionario
desiderativo, el test de la “Persona bajo la lluvia”, semejanzas entre el proceso
psicodiagnóstico y el proceso terapéutico…

Entrando ya en aplicaciones concretas de esta ciencia (o pseudociencia) podríamos


destacar que la grafología se puede emplear tanto el mundo laboral, siendo esta una
aplicación de la grafología tradicional donde se permite seleccionar a quien reúne las
mejores condiciones laborales para desarrollar un trabajo determinado tanto desde un
punto de vista técnico como de personalidad; como aplicar esta técnica a la grafología
infantil (podríamos analizar la edad mental del niño y su evolución); o la grafología
forense, que determina entre otros aspectos el grado de agresividad del individuo,
suicidios, aspectos psicológicos. Otras técnicas menos utilizadas de esta variante son la
grafología psicosomática (donde podríamos distinguir los rasgos de un paciente entre
una neurosis o una psicosis) o la grafología emocional (para averiguar la compatibilidad
de caracteres, grafología psicopedagógica).

La grafología es por tanto una disciplina, con una multitud de aplicaciones en una
diversidad de campos de trabajo que nada tienen que ver entre sí, ya sea el ejercicio
médico, la investigación policial, el campo educativo y la selección de personal según
funcionalidad de un puesto de trabajo.

Entre las múltiples posibilidades de aplicación de la grafología, podemos destacar los


siguientes campos:

ÁREA PERSONAL y SOCIAL:

 En la orientación al desarrollo y crecimiento personal ayuda a profundizar en


nuestro “yo”, en el interior de nuestra personalidad más íntima y en la forma
como nos relacionamos con nuestro entrono. Con esta técnica rigorosa y fiable,
nos ayuda a crecer como personas y a aceptar o modificar todos aquellos
aspectos que creamos convenientes.
 En la orientación psicológica familiar profundiza en la grafopsicología dirigida a
la familia: Las relaciones entre la pareja, las relaciones jerárquicas, relaciones
paterno -filiales, el rol familiar. También estudia la agresividad y violencia
dentro de la familia.

ÁREA DE LA DOCENCIA:

 En la grafología infantil, su aplicación está destinada al estudio del desarrollo


emocional y grafomotriz de la escritura de niños y adolescentes.
 Captación y prevención, si fuera necesario de alteraciones de la escritura, tales
como la hiperactividad, las disgrafías o las dislexias.
 La grafología infantil así como la reeducación grafoescritural son ramas de la
grafología que nos serán de mucha utilidad, por su carácter preventivo, de
orientación y de reeducación en esta etapa fundamental para el ser humano
como es la infancia.
 En el estudio grafopsicológico infanto-juvenil, nos basamos en la Grafometría
de las Escalas aplicadas y desarrolladas por el Dr. Ajuria Guerra, el cual fue
quien concretó y afianzó científicamente esta escala grafométrica, en las
alteraciones grafoescriturales motrices (EM) y formales (EF) de los niños y
adolescentes.
 En la orientación educativa estudia la escritura y su evolución desde la infancia.
La grafomotricidad. Las alteraciones[1] en el aprendizaje de la escritura. La
captación de las dificultades en cada fase del desarrollo grafoescritural.
 Evalúa y orienta vocaciones, profesiones y carreras.
 Ayuda al profesorado – tutores, coordinadores, etc.- a conocer mejor las
aptitudes y potencialidades de sus alumnos.
 Ayuda a los profesores de primaria a que sus alumnos tengan menos problemas
de ejecución y psicomotricidad fina con la letra respectiva.

ÁREA DE LA JUSTICIA:

 Pericia caligráfica. Se trabaja en el campo de la justicia analizando posibles


falsificaciones de firmas, números, letras, así como también se busca identificar
al autor de anónimos, etc.
 Mediante el análisis de textos y firmas podemos detectar enfermedades,
demencias, Alzheimer, etc. y dilucidar si algún documento fue escrito con pleno
conocimiento.

ÁREA DE RECURSOS HUMANOS:

 En la orientación vocacional y profesional, mediante técnicas grafológicas para


captar habilidades y predisposiciones que favorezcan actividades o funciones
de tipo profesional y social (relaciones humanas y laborales, tendencias,
predisposiciones temperamentales y caracterológicas, habilidades de acuerdo
con la personalidad).
 Selección de personal (inclusive por competencias).
 Compatibilidad de caracteres (jefes y subordinados).
 Capacidad de liderazgo, responsabilidad, relaciones interpersonales,
honestidad, nivel de organización y compromiso, entre muchos otros factores.

ÁREA DE LA SALUD:

 Grafoterapia: Es una técnica basada en la escritura que ayuda a modificar y


mejorar muchas conductas.

En adultos ayuda a corregir y/o compensar aspectos no deseados de nuestra


personalidad, mediante la modificación del gesto gráfico con la complementación de
otras técnicas como la grafoestima, la cual nos ayuda a incrementar la autoestima de
la persona estudiada.

Esta técnica se puede aplicar en los siguientes ámbitos:


 Cómo técnica de indagación y de detección de patologías vinculadas al estado
físico y orgánico del sujeto, tales como disfunciones neurológicas,
gastrointestinales, cardiorespiratorias, etc.
 Cómo terapia complementaria a otras terapias psicológicas.
 Cómo psicoterapia única en trastornos de la personalidad.

[1] Como por ejemplo, la disgrafía. La definición de Ajuaria Guerra (1973), es quizás la más
clásica pero es la que sigue vigente en la actualidad. Este autor nos dice que un niño es
disgráfico cuando la calidad de su escritura es deficiente, no habiendo ningún déficit
neurológico o intelectual que explique esta deficiencia.

BASES MOTORAS DE LA CONDUCTA


GRAFOESCRITURAL
Del latín scriptūra, el concepto de escritura está vinculado a la acción y las
consecuencias del verbo escribir, que consiste en plasmar pensamientos en un papel u
otro soporte material a través de la utilización de signos. Estos signos, por lo general,
son letras que forman palabras.

Puede entenderse a la escritura como un sistema que, mediante ciertos signos


gráficos, permite la materialización de una lengua. La escritura, de este modo,
posibilita desarrollar un tipo de comunicación cuyos antecedentes más remotos tienen
más de 6.000 años.

Puede haber dos escrituras similares, pero no iguales. Y esto es así por la propia
complejidad del acto. Depende de muchos aspectos: superficie, tipo de utensilio,
estado anímico, edad, estado de salud, etc. La ventaja de este método es que al
quedar plasmada en papel, la escritura se puede analizar siempre que se desee.
Neurofisiología de la escritura. Fases en el desarrollo de la escritura.

1. No se logra el movimiento deseado: la contracción.


2. Control sobre el grado de presión.

Al empezar a escribir, de niños, no se da controlado el grado de presión ni los giros de


la letra, etc. Posteriormente los movimientos ya son adecuados. Generalmente se
empieza a escribir con un año (desde que coge un útil por primera vez y garabatea)
hasta los 8-9 años, que desarrolla totalmente su capacidad de escribir.

El lenguaje surge en el ser humano como medio de comunicación, pero luego se


convierte en un medio para adquirir conocimiento. El lenguaje posibilita la
construcción del pensamiento y su estructuración, de manera que dominarlo es
fundamental para construir el aprendizaje.

Las investigaciones hechas por Teberosky y Ferreiro sobre el desarrollo de la escritura


infantil, distinguen varias etapas:

1ª) Etapa de escritura indiferenciada: los niños no distinguen las grafías de los dibujos.
(Harán el mismo garabato para dibujar algo que para escribirlo)

2ª) Etapa de escritura diferenciada: imitan las letras que ven, copiando de un modelo,
pero sin tener conciencia real de lo que escriben.

3ª) Etapa silábica: comienzan a establecer relaciones entre el sonido de las palabras y
su grafismo. Identifican la sílaba, pero suelen representarla con una sola letra
(normalmente vocales, que para ellos tienen mayor sonoridad)

4ª) Etapa silábico-alfabética: establecen correspondencias entre las sílabas y lo que


escriben, pero no son capaces de segmentar todos los elementos sonoros de la
palabra, lo que hace que dejen sin escribir algunas letras.

5ª) Etapa alfabética: reconocen una correspondencia alfabética a cada sonido de la


palabra, tanto consonantes como vocales, aunque deberán aprender todavía la
ortografía correcta.

Al alcanzar la última etapa, alrededor de los seis años, el niño habrá alcanzado el grado
necesario de madurez para aprender a escribir correctamente y de forma autónoma.
Por eso los estudios pedagógicos y psicológicos consideran esta edad como la más
apropiada para aprender a escribir.

Pero hasta llegar a afianzar y culminar el proceso de escritura, automatizándolo,


también deberán pasar por tres fases diferenciadas:

Precaligráfica: de 5-6 años los alumnos escriben muy despacio, letra a letra, mirando a
menudo el modelo. Entre los 6-7 años es la etapa de la transcripción de la palabra
dictada o de las suyas propias.
Caligráfica: a partir de los 9 años. Los niños son capaces de escribir fácilmente al
dictado, pero su ortografía todavía es muy insegura, por lo que les cuesta escribir
libremente. El objetivo de esta etapa será automatizar la escritura, regularizando los
trazos y haciendo hincapié en aprender las reglas ortográficas.

Postcaligráfica: sobre los 11-12 años. La escritura está casi automatizada, lo que
hace que el alumno tienda a modificar su tipo de letra. En esta fase es fundamental
que hagan comentarios de texto y redacciones.

Este es un ejemplo de escritura en fase precaligráfica. Todavía no ha desarrollado su


propio estilo de escritura porque no ha interiorizado el proceso.

Tampoco se fija en la ortografía ni plasma en el papel todas sus ideas.


En cambio, en este otro ejemplo, los niños estarían en la fase postcaligráfica, es
notable la diferencia de estilo caligráfico entre un niño y otro, lo que nos hace pensar
que ya han automatizado la escritura.

Esto les permite desarrollar sus propias ideas por escrito, aunque todavía deberán
aprender a conexionarlas utilizando correctamente la forma, la estructura y la
ortografía del texto.

FASES NEUROFISIOLÓGICAS

El origen neurológico de la escritura es aún desconocido en muchas de las áreas ya que


aun no se sabe todo sobre la corteza asociativa ni la relación de la escritura con el
lenguaje. ·Existen varias hipótesis, mucho autores piensan que existe una relación
demasiado estrecha entre estas dos áreas sin embargo existe otro grupo que dicen
que los centros cerebrales son total mente diferentes e independientes.

Según Rodríguez Nazar[1] la neurofisiología de la escritura es aún muy difusa, ya que


aun no se conoce con exactitud cuáles son las áreas determinadas del cerebro con las
que podemos realizar esta función tan importante ni el por qué se producen ciertas
lesiones que dan lugar a patologías como la digrafía. Se cree que la escritura se da
como resultado de varias conexiones que el cerebro crea involucrando áreas como la
corteza asociativa, que dará como resultado la escritura.
 Evocación de la imagen visual del objeto. Para ello debemos haber adquirido
las imágenes visuales.
 Evocación de la imagen auditiva verbal. Relacionamos la imagen visual con la
auditiva.
 Evocación del grafema correspondiente a la imagen auditiva anterior. Esto no
lo puede realizar un analfabeto. Se evoca la imagen auditiva.
 Análisis del grafema y descomposición del mismo en sus elementos: líneas y
curvas.
 Evocación de la imagen sinestésica correspondiente a los elementos plásticos.
 Actividad bioeléctrica enviando órdenes a cada uno de los músculos que ha de
realizar la escritura.

Factores que intervienen en la escritura

Psicólogos y pedagogos e incluso varios científicos tratan de descifrar y comprender


cuales son los factores principales para que se llegue a dar una escritura eficiente y
correcta, entre ellos se conoce a:

Esquema Corporal

El esquema corporal se comienza a formar desde el nacimiento ya que el niño se agita


por acción refleja pero sin embargo ya son movimientos descoordinados sin un fin
específico, que con el paso de los días se convertirá en movimientos organizados que
ordenen a su propio cuerpo.
Según Ballesteros (1982) unos de los pilares principales que se presentan son el
conocimiento y dominio del cuerpo que serán la base del niño para luego ir
construyendo el resto de los aprendizajes. El conocimiento total del propio cuerpo es
un proceso que se irá dando durante el desarrollo y crecimiento de las personas. El
concepto de esquema va a depender de los conocimientos que tenga el individuo de su propio cuerpo.

Tasset (1980) define “esquema corporal como toma de conciencia de la existencia de


las diferentes partes del cuerpo y de las relaciones recíprocas entre estas, en situación
estática y en movimiento y de su evolución con relación al mundo exterior.”

Para que se dé una escritura adecuada el niño debe que tener desarrollado el esquema
corporal ya que al escribir se deber tener conciencia del espacio y movimientos que se
realizan y las partes del cuerpo intervienen en el proceso de escritura, así si tiene un
buen desarrollo del esquema corporal tendrá un mayor dominio de las letras, su
ubicación y la forma de trazo.

La Lateralidad

La lateralidad es el predominio de uno de los hemisferios cerebrales sobre el otro. Los


diestros presentan un dominio del lado izquierdo del cerebro y los zurdos el lado
derecho.

Para que se dé el reconocimiento de la lateralidad en un niño es necesario que se dé el


movimiento constante de las dos mitades del cuerpo para que así se pueda llegar a
definir cuál es el hemisferio cerebral dominante.

En la escritura la lateralización es un factor muy importante ya que el niño sabrá con


exactitud cuál es la mano que debe utilizar para escribir o dibujar. Si no existe una
madurez de la lateralización el niño al momento de trazar las letras cambiara de mano
el lápiz y sus trazos serán imperfectos.

En los zurdos predomina el hemisferio izquierdo sobre el derecho y viceversa en los


diestros. Los pediatras dicen que es fundamental el gateo en niños, porque desarrollan
mejor su agilidad, su coordinación y percepción del espacio, etc.

- Lateralidad Cruzada

A veces se da y se sabe que esto ocurre si al situar un punto entre un triángulo


realizado con los dedos se desplaza un poco.

- Orientación y Estructuración Espacial

Tanto el espacio como el tiempo se adquieren simultáneamente. Los niños se pierden


en el detalle porque no tienen una madurez perceptiva.
- Orientación Espacial

Podemos entender la Orientación Espacial como la aptitud para mantener la constante


localización del propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el
espacio como para colocar esos objetos en función de su propia posición. Lo
anteriormente señalado incluye un variado conjunto de manifestaciones motrices
(reagrupamientos, decisiones, localizaciones, etc.), las cuales capacitan a la persona
para el reconocimiento topográfico del espacio.

- Estructuración Espacial

La Estructuración Espacial es la capacidad para establecer una relación entre los


elementos elegidos para formar un todo, esta relación implica la independencia de los
elementos constitutivos del conjunto en una situación espacio – temporal
determinada.

- La localización y Estructuración Temporal

Se relaciona con la noción espacial ya que las nociones de tiempo y espacio se


desarrollan casi simultáneamente.

En la escritura juega un factor importante ya que son los ritmos, tiempos de cómo se
irán trazando las letras ya que cada una tiene que ir en un momento indicado.

MADUREZ PERCEPTIVA

La mente infantil no ve el mundo al modo de los adultos: el recién nacido ve vagas


masas de contorno indistinto, carente de forma reconocible y sin posición definida en
el espacio que solo difieren unas de otras por su extensión, luminosidad y quizás color.
El aprendizaje perceptivo comienza en los primeros días de la vida y poco a poco el
niño va apreciando ciertos detalles como pertenecientes a las formas, y se van
destacando señales se diferenciar más hasta que se haya distinguido
gran número de elementos singulares, característicos del objeto, capaces de
caracterizar una forma singular. La construcción de una forma integrada constituye
una tarea de aprendizaje. Muchos niños experimentan dificultades en los primeros
estados de la diferenciación de elementos en la masa globulares de la percepción
inicial. Se pierden en los detalles y no los reúnen en una forma integrada.

Niveles del proceso de construcción espontánea de la escritura.

Para que la escritura llegue a darse de forma correcta debe pasar por varias etapas que
harán que el niño cree conciencia absoluta de lo que está escribiendo y su significado.
La apropiación por parte de la lengua escrita se va haciendo paso a paso. Las etapas
por la cuales el aprendiz va pasando han sido estudiadas y definidas por los
investigadores teniendo en cuenta lo que ocurre en cada una de ellas. Se ha puesto
especial atención a los conocimientos que el niño pone de manifiesto en los diferentes
niveles.

Los rasgos esenciales que caracterizan los diferentes niveles del proceso espontáneo
de la escritura en niños aprendices.

PRIMER NIVEL (o pre-silábico)

Este nivel es el más importante de todos ya que aquí comienza el proceso de


construcción de la lengua escrita el cual debe ser vigilado y muy estimulado, bien sea
por los padres como por los maestros, ya que en este nivel es que comienza a
despertarse la curiosidad de agarrar un lápiz y rallar bien sea hojas, paredes, libros,
etc., el cual puede ser truncado por cualquier agente porque a esta edad los niños son
muy sensibles e inseguros.

Las características relevantes de este nivel son las siguientes:

 El niño principalmente realiza dibujos, llamados garabatos los cuales repite


constantemente para simboliza diferentes significantes.
 El niño no diferencia el dibujo y la escritura sino que la relaciona
 Aún cuando llega a separar el dibujo y de la escritura, el dibujo persiste como
parte de ella, porque para él es la misma cosa.
 Dentro del dibujo coloca, por lo general, el nombre del mismo o lo que quiere
representa con el dibujo.
Etapa 1 en la que el niño realiza garabatos.

Segundo Nivel (o pre-silábico)

Continúa la escritura no convencional, pero la escritura está completamente separada


del dibujo, aunque sigue escribiendo el nombre del objeto dibujado. A su vez no hay
una diferenciación, es decir, utiliza una misma grafía o significante para varios
significados.

Tercer Nivel (silábico)

Descubre la necesidad de poner diferentes significantes para dar diferentes


significados. Pueden combinar letras con números si el repertorio es reducido y la
combinación de varias letras si el repertorio es variado.

El niño mantiene su escritura no convencional de garabatos aunque un poco más


definidos y variados. Mantiene el uso de signos creados por él, que combina
libremente con algunas letras de nuestro sistema de escritura que por lo general son
letras que le han sido enseñadas en la escuela, por los padres o que ha visto varias
veces y le haya llamado la atención. Combina las letras o garabatos de acuerdo al
tamaño del objeto, cosa o persona.

En este nivel los niños leen lo escrito de forma corrida.

No establecen las divisiones correspondientes a las sílabas cuando señalan lo que leen.
Cuarto Nivel (Silábico – Alfabético)

Se fortalece el desarrollo del leguaje oral con la emisión y señalamiento de letras o


vocales. El niño distingue que las palabras tienen partes. Sigue con su escritura no
convencional, utilizando letras de nuestro sistema de escritura de una manera libre. No
anticipa cuántas letras necesita para escribir las diferentes partes que él
ha descubierto que tienen las palabras, por lo cual cuando lee produce alargamiento u
omisiones al señalar lo escrito.

Aunque poco a poco va disminuyendo el alargamiento y omisiones, porque se


establece una correspondencia exacta de lo que escribe y lee, así como entre lo que
lee y señala.

Es una etapa de transición a una estructura más compleja, aquí se da la adquisición de


más letras que representas silabas y otras que forman fonemas. El niño agrega trazos a
su repertorio ya que se llega a dar cuenta que existen una cantidad de sonidos más
pequeños que son la sílaba, asociando lo que escucha con lo que escribe,
aproximándose así a la escritura alfabética.

Quinto Nivel (alfabético)

Consolida que cada sílaba de la emisión oral corresponde a una letra en la escritura;
luego empieza a utiliza las letras cuyos valores sonoros corresponden efectivamente al
de las sílabas representadas (vocal o consonante).

Diferencia claramente que las palabras tienen sílabas y que para poder leerlas tiene
que escribirlas, por esta razón hace correspondencia exacta entre lo que escribe y
señala al leer.
En su escritura se aproxima un poco más a las expresiones convencionales de
nuestra lengua escrita, sin haberse ajustado totalmente a ella.

Usa una letra para representar cada sílaba. La letra que usa para escribir puede estar
incluida o no dentro de la forma convencional de escribir tal sílaba.

Establecen la correspondencia entre fonema y grafía. Sólo les quedará por resolver
algunos detalles, como las separaciones entre palabras que no se relacionan con su
lenguaje oral y la ortografía.

Sexto nivel

En este nivel el niño está muy cerca de completar el proceso de adquisición de


la escritura tal como corresponde a nuestro sistema alfabético.

Al escribir palabras bisílabas representa una de las sílabas como el nivel anterior (con
una sola letra) y la otra de forma convencional, de acuerdo a nuestro sistema de
escritura.

Séptimo Nivel

El niño escribe de manera bastante convencional, aunque no ha resuelto algunos


aspectos propios de nuestro sistema de escritura, tal como ocurre en las separaciones
entre palabras o la ortografía de algunas palabras como por ejemplo las letras H , RR, S,
C, LL , Y y Z.

[1] RODRÍGUEZ NAZAR, IMELDA CAROLINA (1982). Venezuela. Psicóloga.


Leyes de la escritura (I)
PRINCIPIOS GENERALES

Las leyes son las encargadas de interpretar todas las formas de la escritura. Michon
afirmaba que los signos gráficos son fijos porque están determinados por condiciones
fijas de creación.

Según el Principio de Saudek, se puede fingir un elemento, pero no todos.

Las leyes de la escritura son independientes de los alfabetos utilizados.

Félix de Val Latierro, en su obra “Grafocrítica”, menciona diez principios:

1. El alma y el grafismo están en relación permanente de causa y efecto.


2. El alma es un complejo infinito, y así como no hay almas iguales, tampoco
existen dos grafismos iguales.
3. El complejo anímico, se modifica por el complejo fisiológico, tonalidad nerviosa,
muscular, glandular, el cual, reviste igualmente, una variedad infinita, por lo
que resulta, si así puede decirse un infinito modificado por otro infinito.
4. El complejo anímico y la tonalidad general fisiológica detienen o determinan la
fisonomía del escrito, independientemente del órgano que la ejecuta, si este
está adaptado a la función (ambidiestros, zurdos, reeducados, escritura con los
pies o con la boca) independientemente del alfabeto empleado.
5. Los estados de conciencia pasajeros o permanentes repercuten en el grafismo,
así como, las variaciones de la tonalidad general.
6. La escritura es inicialmente un acto volitivo (de voluntad), pero con predominio
posterior casi absoluto del subconsciente, lo que explica la permanencia y fijeza
de las peculiaridades graficas.
7. No se puede simular la propia grafía, sin que se note el esfuerzo de lucha
contra el subconsciente.
8. Nadie puede disimular simultáneamente todos los elementos de su grafía, ni
siquiera la mitad de ellos.
9. Por mucho que lo pretenda el falsificador o disimulador, es imposible en
escritos extensos que el subconsciente no juegue alguna mala pasada,
revelando la verdadera personalidad del escrito disimulado.
10. No todos los signos gráficos tienen el mismo valor. Los más importantes son
aquellos que son invisibles o poco aparentes, pues son los que escapan lo
mismo a la imitación que el disimulo.

La letra aprendida en la escuela y filtrada por el cerebro y los músculos personaliza la


letra y la automatiza.
LEY de flujo y reflujo entre consciente e inconsciente

En la actividad psíquica, cuando y donde la actividad consciente disminuye, en la


misma medida aumenta la actividad inconsciente y viceversa. Se produce una lucha
por el equilibrio de fuerzas.

Durante la fase de relajamiento aflora la parte inconsciente, tenemos un fluir de


energía que lleva a un alargamiento del inconsciente (en esta fase el consciente
reposa). No se trata de un trabajo porque no es la parte racional y por este motivo se
habla de inercia, de energía pasiva, de desentorpecimiento.

LEY de inercia psíquica

Cuando el consciente se relaja, el inconsciente trabaja a pleno rendimiento, porque es


el consciente el que no le permite hacer lo que quiere, es decir, por inercia el
inconsciente se manifiesta, a no ser que se ponga a trabajar el consciente y lo reprima.
A mayor trabajo del consciente, mayor represión del inconsciente. Por ejemplo, si se
tiene que entregar un trabajo para obtener una buena calificación haremos la letra
clara, esmerada, lenta. Si por el contrario estamos escribiendo a un amigo nuestra
letra será más espontánea, natural, más como somos inconscientemente.

Todo hecho psicológico está relacionado con otros hechos y jamás está aislado.

LEY de representación psíquica-inconsciente

El inconsciente tiende a manifestarse en cuanto el consciente se descuida, para


obtener satisfacciones de los deseos que tiene reprimidos por el consciente. Como su
movimiento es de inercia, no tiene empuje (carente de energía cibernética) para
superar los obstáculos que le pone el consciente a sus deseos, necesita economizar
transformando (dislocación onírica) y condensando (condensación onírica) en una
imagen que representa a todos los deseos de ese grupo o tipo.

Las tres leyes oníricas de Freud _dislocación, condensación y representación visiva_


constituyen la tercera Ley fundamental de la psicología de la escritura. El producto del
inconsciente bajo forma de sueño.

LEY de representación gráfica

La escritura espontánea es producto de la zona subcortical y por lo tanto de la zona


neurovegetativa y por tanto, del inconsciente. En ella confluye el yo en toda su
integridad: la inteligencia, el sentimiento y la voluntad que se transforma en una
imagen visible desfigurada y condensada de la actividad vital del yo, es decir, en
símbolos.

En función de nuestras experiencias vividas, de nuestra inteligencia y de nuestra forma


de actuar tendremos una forma personal del símbolo.

1. En la escritura l inconsciente ve la imagen visible, desfigurada y condensada del


pensamiento personal y una concreción del yo.
2. Por medio del automatismo psiconervioso de la escritura, el inconsciente
imprime en ella todas las características del yo de un modo mímico-simbólico,
lo que no significa, sin embargo, que el movimiento y expresión gráficos sean
un símbolo representativo de la tendencia.
3. Existe una correlación entre las leyes fundamentales y los rasgos de la escritura
(signos gráficos) y los de la psique (tendencias y aptitudes).

En el signo gráfico se da una representación simbólica y automatizada de las pulsiones


inconscientes.

Leyes de la escritura

Leyes de la escritura (II)


LEYES DE AUTOMATIZACIÓN

LEY 1. Concepto de tonalidad nerviosa. Realizado en el consciente el aprendizaje de la


escritura, los movimientos ejecutivos de la misma pasan a formar parte de los reflejos
habituales, determinados desde dentro del yo mediante la concepción del
pensamiento que se quiere expresar y cayendo bajo el dominio de la tonalidad
nerviosa y, por lo tanto, bajo el dominio operativo de los contornos característicos del
inconsciente.

Como cada individuo es un mundo, cada tonalidad nerviosa es un caso en sí misma,


llena de toda la riqueza caracterial del sujeto.

LEY 2. El movimiento escribiente es deliberado, o sea, consciente (por cuanto


considera o atañe al pensamiento que se quiere expresar y la misma decisión de
expresarlo por escrito) y reflejo del interior, en cuanto a la ejecución material del
trazado.

LEY 3. La escritura es la resultante del choque entre el esfuerzo habitual inconsciente


de imitación fiel del modelo caligráfico y la fuerza deformadora que se da en la
tonalidad nerviosa personal de tal modelo, que proviene de la zona subcortical, la zona
del neurovegetativo y por lo tanto, del inconsciente.

LEY 4. El choque entre el esfuerzo de imitación y la fuerza deformadora se manifiesta


también durante el aprendizaje de la escritura, donde trabaja preferentemente el
consciente.

En la escuela durante los primeros años el esfuerzo no es inconsciente, sino


consciente. El niño trata por todos los medios de dibujar el símbolo-letra tal cual se lo
han enseñado, impidiendo el paso, en la medida de sus posibilidades psíquicas, a la
tonalidad nerviosa personal.

Leyes de la escritura (III)


LEYES DE PROYECCIÓN

LEY 5. La escritura es producto del consciente en su parte conceptual y del


inconsciente en su parte gráfica o mímica, reproduciendo el enlace entre consciente e
inconsciente en una única manifestación.

Nuestra forma mental nos hace concebir todo en términos de espacio y tiempo y nos
obliga, por tanto, a determinarlo todo en símbolos extraídos del tiempo y del espacio.

Debido a ello se produce en el inconsciente, en virtud de las leyes freudianas de


condensación, discolocación y traducción en imágenes visivas, un instintivo y
estrechísimo enlace entre el pensamiento concebido y el pensamiento escrito o en
trance de serlo. Ante el esfuerzo por expresar por lo escrito con la máxima fidelidad el
pensamiento, éste estrecha ulteriormente esta unión y hace más evidente la sensación
de identidad entre el pensamiento concebido y el pensamiento materializado (escrito),
de modo que en éste se reproducen no tan sólo los conceptos (que, sin embargo,
denotan la habilidad que en ellos determina la posible falta de instrucción), sino
también los modos personales del pensamiento, es decir, de la psique, los cuales se
manifiestan en la impresión del modelo caligráfico que nos inculcaron en la escuela, y
en las huellas que caracterizan fielmente la fuerza deformadora existente en la
tonicidad nerviosa personal, que traduce y reproduce como un eco las características
psíquicas del inconsciente.

Esta fuerza deformadora se presenta como una fuerza rebelde al pensamiento y a la


manera de ser ajena, reafirmando la individualidad.

LEY 6. La fuera motriz de la escritura se articula en velocidad y en frenos para crear y


asegurar la forma y la legibilidad.

La escritura es “necesaria” al hombre para que podamos, a través de sus símbolos,


recoger y mantener la enorme riqueza de nuestro pensamiento. La velocidad del
pensamiento articula tal fuerza motriz en impulsos veloces, pero la necesidad de releer
y comprender lo que escribimos hace necesario frenar esta velocidad hasta el límite
necesario para clarificar lo escrito. Cada persona tiene su punto más o menos oscilante
de conciliación entre la velocidad y la claridad en su escritura.

LEY 7. Cuando escribimos un renglón o trazamos una letra, palabra, etc., distribuimos
de forma personal la energía que teníamos en el impulso grafomotorio. El impulso
psicomotor toma el movimiento del cerebro que está impregnado de todas las
características dinámicas del yo y lo traduce en un gesto o impulso grafomotorio.

Los signos deformados con relación al modelo son signos que caracterizan la fuerza
deformadora del inconsciente.

LEY 8. La distribución de la energía está condicionada por los estados emotivos. La


intensidad de la deformación corresponde a la intensidad de la fuerza deformante. La
modalidad de la deformación corresponde a la modalidad de dicha fuerza. Por eso la
letra escrita por el mismo sujeto no resulta idéntica.

LEY 9. La palabra pronunciada es el símbolo sonoro de un concepto mental y real de la


palabra escrita. La palabra escrita es el símbolo de la palabra pronunciada.
Como la palabra pronunciada se coloca en el ambiente humano, así la palabra escrita
se coloca sobre el folio que es, por tanto, el símbolo del ambiente humano. El modo
con el cual el escribiente se comporta sobre el folio y coloca sobre él la palabra escrita,
es el símbolo del modo con el cual el escribiente se comporta en el ambiente y coloca
la propia personalidad con sus expresiones y acciones.

LEY 10. La escritura personal no es un fenómeno estático, cae dentro del campo de la
variación como efecto de la evolución en la edad fisiológica y la impronta que dejan las
experiencias y las vicisitudes en la psique, en correspondencia al deterioro
psiconervioso de la personalidad por efectos irreversibles de traumas o por
envejecimiento.

LEY 11. Los impulsos grafomotorios a nivel inconsciente tienen un componente


coactivo y un componente electivo, prevaleciendo el coactivo; sin embargo hay letras,
preferentemente las mayúsculas, que aumentan la prevalencia de la electividad.

Si a concebir una letra o cualquier elemento escritural de una forma distinta,


pensamos que estamos haciendo una libre elección, caemos en un error basado en el
pensamiento erróneo que la escritura sería un producto de la voluntad consciente. En
realidad nuestros gustos están fijados en nosotros, son preexistentes, al momento en
el cual adquirimos conciencia de los mismos.

LEY 12. La deformación impresa en el modelo caligráfico es característica de la fuerza


deformante articulada y fundida en el impulso psicomotor y después grafomotor que
tiene poder simbolizante y alusivo a tales características, que son las características del
inconsciente.

Ante la duda de si dictados y copias son igualmente productos del inconsciente, hay
que contestar que a pesar de que no son nuestro pensamiento propio, les falta el
esfuerzo por realizar la máxima fidelidad en lo escrito al propio pensamiento y falta
también la identificación entre el propio pensamiento y cuanto se escribe. Sn embargo,
y no por ello, dejan de ser una clara manifestación del inconsciente, pues vemos que
entre los textos escritos por una única persona en dictado, copia o modalidad libre, las
diferencias son pequeñas. Ya que el reflejo escribiente no pierde nada de su
automaticidad.

LEY 13. La modalidad de la deformación alude a la dinámica de la fuerza deformante;


la intensidad indica la intensidad con la cual la fuerza deformante actúa. La fuerza
deformante vence a la fuerza que quiere seguir el modelo, cuando la primera es
mucho más fuerte.
LEY 14. En nuestra mente consciente existe solo el modelo caligráfico. En nuestro
inconsciente existe el impulso psicomotor destinado a volverse grafomotor, asignado a
cada letra o parte de letra, pero siendo susceptible de modificación por interferencia
de la vitalidad del inconsciente.

En consecuencia, cuando queremos controlar nuestra escritura, cambiamos el aspecto


hacia el modelo caligráfico, dejando nuestra escritura libre de controles de modo que
ésta cambia hacia la asunción integral de estímulos o empujes psicomotores
traducidos en grafomotores.

LEY 15. Los impulsos psicomotores traducidos en impulsos grafomotores llegan muy
disturbados por las prisas cuando se escriben apuntes, y de otra parte, se puede notar
la variabilidad de la escritura según sea el destinatario del escrito, tendiendo a
acercarse demasiado al modelo caligráfico cuando el destinatario del escrito aumenta
en nuestra particular escala de consideración o cortesía.

LEY 16. El aspecto de la escritura puede verse disturbado por las sensaciones de
incomodidad derivadas del contacto de la pluma sobre el folio, por la no
correspondencia de la pluma a las necesidades de nuestro movimiento escribiente o
por defecto del folio.

Otras interferencias accidentales pueden ser producidas de hecho por factores que se
den en el ambiente en el cual se escribe.

LEY 17. El saber que la escritura que estás realizando será valorada psicológicamente
produce interferencias ansiosas y, en aquellos que conocen la psicología de la
escritura, inconscientes tentativas de modificar signos relativos a defectos personales.

LEY 18. Las interferencias emotivas inciden sobre la escritura en la medición un 7%. Si,
sin embargo, las variaciones pueden ser también muy amplias.

LEY 19. El signo gráfico debe ser hecho sobre un folio blanco, son necesarias por lo
menos 12 renglones. En los primeros renglones notaremos un acercamiento mayor al
modelo caligráfico, cuando después la velocidad del pensamiento es más o menos
igual a la de la posibilidad del trazado, la escritura se separa del modelo caligráfico y
recibe mejor los impulsos psicomotores, traduciéndolos en impulsos grafomotores.
Cuando después la velocidad de la formación del pensamiento se torna excesiva
aumenta la carga pasional, y ésta invade los impulsos psicomotores, desordenando las
características genuinas de los impulsos grafomotorios normales. Son muy importantes
los renglones centrales porque en esta zona la escritura es más verdadera y
espontánea.

Leyes de la escritura (IV)


LEYES RELATIVAS A LAS PROYECCIONES PARTICULARES

LEY 20. El trazado de la escritura se divide en: curso del renglón, trazo ascendente,
trazo descendente y trazos horizontales. También hay trazos diagonales y curvos que
participan de la ascendencia, descendencia y horizontalidad. Lo escrito y pensado casi
siempre se dirige al ambiente, luego en la escritura neolatina y similares que proceden
hacia la derecha, el ambiente se dirige en el mismo sentido.

El curso del renglón es un movimiento. El movimiento puede ser a veces dirigido a un


objeto a actuar sobre ese objeto. Vale decir que el objeto hacia el cual la persona debe
inevitablemente proceder, está ubicado a la derecha, y que por lo tanto, el
movimiento va de izquierda a derecha.

Del movimiento del renglón hacia la derecha y de sus características tendremos, por lo
tanto, la proyección del impulso y de las características con las que el sujeto procede
hacia el ambiente y con los cuales opera sobre el ambiente.

La escritura puede manifestar la forma de proceder del sujeto hacia el ambiente con
los signos: fluida-estática, rápida-calma, titubeante, retornante, recta, caída hacia
delante, caída hacia atrás, oscilante, interletra.

Puede manifestarse el modo con el cual el sujeto obra, actúa sobre el ambiente con los
signos: fluida-estática, rápida-calma, tensa, floja o elástica, robusta-enervada, a
brincos-llana, contrastada, constreñida, deformante, contorsionada, retornante,
modelo-antimodelo, etc.

LEY 21. El curso del renglón está constituido por el trazado de la palabra, es decir, por
la acción de escribir. El inconsciente asocia instintivamente tal gesto, y por lo tanto, al
curso del renglón, la idea de proceder y actuar hacia y sobre el ambiente.
Simbólicamente en mi gesto escrito proyecto mi yo hacia el ambiente externo.

LEY 22. El trazo descendente se mueve en el sentido en el cual podemos manifestar la


presión sobre el folio, es la proyección de la presión necesaria para vencer, es por
tanto, la vía de la voluntad. En ella se descarga más energía. En la presión ejercida se
proyecta la capacidad de la persona de presionar sobre el ambiente para vencer las
resistencias y hacer valer su propia voluntad. La forma del palote indica la capacidad
de resistir la presión de los otros, de aquella que proviene del exterior.

Palote recto: resistencia de la voluntad a la presión.

Palote curvo: tendencia a ceder a la presión.

Palote convexo: resistencia + reacción enfrentándose a la presión.

LEY 23. El trazo ascendente simboliza la vía del sentimiento. Si la línea ascendente está
presionada indica poca sensibilidad. Si es delgada o adelgazada indica mayor
sensibilidad.

LEY 24. El pensamiento se estructura en la escritura alineando letras y palabras en


sentido horizontal. El trazo horizontal se encuentra preferentemente en el cuerpo
central de la palabra que representa el YO consciente. Son los trazos que llevan lo
escrito hacia el destinatario, hacia el ambiente, para comunicarle ideas y conceptos,
por esto son la vía de la racionalidad y del conocimiento o inteligencia. Cuando la
presión se manifiesta en el trazo horizontal, se hace ostensible la proyección de la
tendencia a presionar sobre los otros para hacer que acepten tus propias ideas (rizo
subjetividad), no tu voluntad, sino tus ideas.

LEY 25. Los trazos que son resultado de movimientos descendentes y horizontales
indican movimiento mixto de voluntad e inteligencia, los resultantes de ascendencia y
horizontalidad indican un movimiento mixto de sentimiento y conocimiento o
inteligencia. Los trazos mixtos (como la línea oblicua de la “S”) expresan una unión
entre voluntad, sentimiento e inteligencia.

LEY 26. La escritura tiene un cuerpo centra (zona media), unas prolongaciones hacia
arriba (zona superior) y otras hacia abajo (zona inferior). La disposición local de las
funciones elevadas y las materiales en el cuerpo humano produce en el subconsciente
el instinto de localizar arriba las cosas ideales y abajo las materiales.

Los alargamientos hacia lo alto representan simbólicamente lo ideal, lo espiritual y en


general todo aquello que no es material, los alargamientos hacia lo bajo representan
por el contrario, los intereses hacia lo físico-corpóreo, la sexualidad, lo material.

En la extensión de los alargamientos hacia lo alto se proyecta la intensidad del


contenido emotivo de los intereses hacia lo ideal y, en los alargamientos inferiores se
muestra la tendencia a insistir para satisfacer los intereses hacia lo material, la
corporeidad personal y lo sexual.

En la extensión de los bucles de los alargamientos, sea en la zona alta o baja, se


proyecta la intensidad del contenido intelectual y de la fantasía en el campo ideal,
material, fisiológico o de la sexualidad.

En la colocación de la bara de la “t” y del punto de la “i”, el inconsciente proyecta la


importancia que atribuimos a los detalles accesorios. También debemos tomar en
cuenta la tilde de la “z”, puntos, comas, acentos y signos escriturales diversos.

La barra de la “t” ofrece también la proyección de un tipo de dinámica agresiva,


excesiva o insuficiente, de un tipo de valoración del propio YO.

LEY 27. El movimiento de trazado de los elementos de cada letra indica el movimiento
del YO sobre sí mismo y por tanto, de la elaboración del pensamiento propio.

El movimiento clarificador de la letra indica el movimiento del YO sobre sí mismo, para


una clara proyección del yo en el campo práctico y ético.

LEY 28. El pensamiento escrito es una comunicación del YO a los demás, precedida por
un esfuerzo de discernimiento de los propios conceptos en sí mismos, para poder
hacerlos inteligibles a los demás.

En el pensamiento se distinguen tres elementos constitutivos:

1. La idea, que es la representación intelectual de una cosa concreta o abstracta.


2. El juicio, que es la apreciación subjetiva de la conveniencia o no conveniencia
de un atributo o de un hecho activo o pasivo con una cosa.
3. El raciocinio, que es la construcción discursiva formada de juicios trabados
entre sí con el fin de realizar una demostración, o representar una situación
compleja, o una sucesión de acontecimientos o de frases de un acontecimiento.

El inconsciente asocial instintivamente en la escritura al concepto de elemento mínimo


del pensamiento (que es la idea) el del elemento mínimo (complejo, como la idea), que
es la letra. Al concepto de ligazón estrecha, evidente e indisoluble de ideas, asocia
instintivamente, el de la palabra formada por letras (ideas) unidas estrechamente,
evidentemente (en cierto sentido) entre sí. Al concepto de raciocinio asocia
instintivamente el de una serie de juicios (palabras) colocados uno tras otro con una
unión no evidente.
LEY 29. En el ligamen entre una letra y otra, el inconsciente siente el ligazón lógico
entre una idea y la otra y entre ellas la síntesis, el ligamen afectivo entre si y los otros y
la coherencia de la propia voluntad.

Escribir con la letra desligada comporta una fatiga y una ralentización a la hora de
escribir, todo ello ataca a la ley de la practicidad de la escritura, al provocar un mayor
desgaste de mis fuerzas y una disminución de la automaticidad y la velocidad del
trazado.

En el ligamen entre letras el inconsciente colectivo ha sentido la ventaja (pasamos de


escritura latina desligada a neolatina ligada en el curso de los siglos) y el beneficio. El
ligamen, por lo tanto, produce éste efecto.

En el individuo, el ligamen se evidencia en todas las facultades humanas. En la


inteligencia intelectiva es lógica y síntesis, en la emotiva es la ligazón sentimental con
las personas y en la voluntad determina la coherencia.

LEY 30. En la letra mayúscula el inconsciente proyecta el YO ideal (cómo queremos ser
y cómo nos gusta que nos vean). Es el sentido de la honorabilidad representado por el
tamaño (siempre mayor que el de la mayúscula) y el homenaje al honor propio en la
belleza (siempre más elaboradas que las minúsculas).

En la separación (espacio) entre una letra y la otra, si la letra representa el yo, el


espacio será el NO YO, es decir, el otro. Un espacio más o menos acentuado entre un
yo y el otro, significa conceder más o menos espacio al otro.

Esta ligazón lógica es, sin duda, pensamiento, pero en medida menor, con menos
intensidad en cierto modo; deja libre un poco de energía psíquica. Y puesto que el
pensamiento escrito es un esfuerzo por hacer los propios conceptos inteligibles a los
demás e implica así también una consideración de la capacidad ajena para entender.

Éste poco de energía psíquica libre se aplica instintivamente a la consideración del que
ha de entendernos. Por esto, en la extensión de espacio entre letra y letra (entre idea
e idea), el subconsciente ve instintivamente la amplitud de la consideración concedida
a los demás.

LEY 31. Entre una palabra y la otra no escribimos, en este tiempo miramos aquello que
hemos hecho respecto al ambiente externo. Es el signo de la reflexión y del sentido
crítico.

El trazado de la palabra tiene en sí la característica de la acción. Y entre acción y acción


(entre palabra y palabra) dejamos un espacio-tiempo que es la característica de la
reflexión, aplicada a la consideración de la realidad, sobre la cual una acción
proyectada del sujeto deberá operar.
Se trata, por tanto, de la proyección simbólica de un auténtico arco de horizonte en el
cual el sujeto escribiente interrumpe frecuentemente su acción proyectada en el acto
de escribir y da una mirada a la realidad que le rodea para controlar lo adecuado de
sus acciones y la posibilidad de actuar en el ambiente desde distintas ópticas.

Viene satisfecho casi un deseo, sentido de forma irresistible e instintiva, de controlar


paso a paso el ambiente en el cual nuestra acción debe aplicarse para tener seguridad
que la acción es la más correcta y conseguir la perspectiva de triunfar.

El trazado de la palabra es acción y, por lo tanto, concentración mental en lo ejecutivo.


El no trazado de la palabra que se hace visible en el espacio entre una palabra y la otra
no es acción, es reflexión e interpretación de la realidad ambiental puesta en conexión
con los precedentes casi idénticos, similares o análogos y en conexión también con la
visión preventiva de las reacciones del ambiente a la puesta en ejecución de nuestra
reacción.

Por lo que en la extensión del espacio entre una palabra y la otra, el inconsciente
proyecta la extensión de su visión sintetizante y precedente, la circunstancia y la
consecuencia de la hipótesis de acción: la visión panorámica.

LEY 32. Cuando estamos inmersos en el ambiente, la escritura proyecta el YO,


procediendo no solo hacia los otros, sino también hacia el futuro del YO. Hacia la
derecha está la meta del movimiento escribiente, destinado a llevar el pensamiento
hacia los otros. La posición en el lado derecho, mientras se escribe, no está todavía
ocupada, pero lo estará y, por tanto, simboliza el futuro. A la izquierda estará la
proyección simbólica del ambiente anterior al YO, de donde proviene el YO, de los
entes dominantes del YO, de los atavismos y ancestros del YO.

La escritura neolatina va de izquierda a derecha en el trazado de la palabra. La


izquierda representa simbólicamente el ambiente anterior al YO, nuestros orígenes,
familia, el pasado; la derecha representa lo que es nuevo, la situación a construir, el
futuro.

La dirección del renglón ascendente indica una postura o actitud innovadora


(demasiado ascendente es utópico). El renglón adherente indica una actitud de
mediación con el ambiente, descendente significa que la persona está convencida de
no poder superar los obstáculos y sucumbe al ambiente.

LEY 33. Los elementos no previstos por el modelo caligráfico (rizos, rúbricas…) que se
encuentran presentes en la escritura, por el hecho de no ser previstos, son ilegítimos y
expresan una energía inesperada, siendo indicio de una fuerte personalidad.
LEY 34. Considerando todo el trazado gráfico, podemos tener la sensación de redondez
o angulosidad. Si la escritura es curvilínea es proyección de ausencia de dolor; es una
persona dócil, disponible, serena y receptiva. Muestra una actitud de aprobación,
aceptación, optimismo, inclinación a la benevolencia con los otros, asumiendo su
sacrificio (abnegación) y acogimiento. La escritura angulosa, por el contrario, indica
sufrimiento, la persona huye de los sacrificios y de su propia responsabilidad.

Los ángulos no previstos en el modelo caligráfico, en razón de su agudeza, constituyen


una desviación repentina que prueba una intervención dolorosa que impone una fuga,
por lo que la escritura angulosa y aguda es la escritura del sufrimiento, una huida del
sacrificio y de su propia responsabilidad.

LEY 35. El fenómeno descrito en la Ley 5ª se manifiesta también cuando se trata de


escribir pensamiento de otros en dictado o en copia.

LEY 36. Las direcciones escritas para las postales o cartas se resienten por la
preocupación de hacerse claramente legibles para evitar errores de lectura o
comprensión, por esta razón, cuando debemos ser examinados por insuficiencia de
escritos exentos de estas interferencias alterantes y de lo genuino, hay que tener en
cuenta el hecho que hemos estado bajo la preocupación indicada.

LEY 37. La firma es la imagen social el YO. Tiene un valor de representatividad e indica
aquello que la persona quiere aparentar. Debe ser valorada en unión del texto y no de
forma aislada.

Considerándola separadamente es necesario observar la grandeza, la dirección de los


palotes, si se trata de una rúbrica, si son rizos, si viene escrito el nombre o el apellido.

Confrontándola con el resto de la escritura deberíamos observar si la firma es más


grande o más pequeña que el resto del escrito, si está más resaltada, si la posición está
a la derecha, izquierda o al centro, si está puesta a gran distancia del resto del escrito.

Está raramente exenta de interferencias. Las personas dinámicas o aquellas nerviosas


realizan la firma o bien hacen una rúbrica (movimiento automático confiado a la
mano). Son personas que se complacen con su escritura y se gozan del placer de usarla
admirando en su belleza inconscientemente el propio YO en sentido narcisista. Otras
personas crean combinaciones de volutas, espirales y las entrecruzan y entretejen con
las mayúsculas. Estos son los que envuelven la firma en una nube auto exaltante y son
los que la subrayan atribuyéndose inconscientemente un supervalor autoritario.
También están los que la hacen más grande que su propia escritura de forma
majestuosa y, los contrarios, que la achican empequeñeciéndola como para
esconderse de sí mismos.
Leyes de la escritura (V)
LEYES DE LA ESCRITURA (las 4 leyes de Solange Pellat + 1)

1º LEY: «Ninguna escritura es idéntica a otra. Cada individuo posee una escritura
característica, que se diferencia de las demás y que es posible reconocer» (Crepieux-
Jamin, 1.930).

El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro, el órgano que
escribe no modifica la forma de aquella, si funciona normalmente y está lo bastante
adaptado a su función.

2º LEY: «El movimiento escritural está sometido a la influencia inmediata del cerebro.
Quien escribe no es la mano, sino el cerebro. El gesto gráfico está sometido a la
influencia inmediata del cerebro. El órgano que escribe no modifica la forma de aquella
si funciona normalmente y está lo suficientemente adaptado a su función» (Solange
Pellat, 1.927).

Cuando uno escribe el “Yo” está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente de
esta actuación, pasa por alternativas continuas de intensidad y debilidad. Adquiere el
máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es decir, en los
comienzos; y el mínimo cuando el movimiento de la escritura viene secundado por el
impulso adquirido, o sea, en los finales.

3º LEY: » Cuando uno escribe, el yo está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente
de esta actuación pasa por alternativas continuas de intensidad y debilidad. Adquiere
el máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es decir, en los
comienzos, y el mínimo cuando el movimiento de la escritura viene secundado por el
impulso adquirido, o sea en los finales» (Solange Pellat, 1.927).

Es la ley que regula los automatismos de los gestos gráficos: máxima intensidad
cuando se realiza un esfuerzo, o sea, en los comienzos. El grafólogo se interesa en el
comienzo de las palabras, pero el experto en escrituras se fijará en el final, donde salen
los rasgos propios del imitador.

Dentro de que lo miraremos todo, nos fijaremos más en los finales.

En los trabajos de falsificación, el falsificador al comienzo se esfuerza conscientemente


y al final, la fatiga se pone de manifiesto, delatándose el falsificador, causa ésta por la
que nos fijaremos en los detalles.
No se pueden modificar voluntariamente en un determinado momento, la escritura
natural, más que dejando en su trazado la marca del esfuerzo hecho para obtener el
cambio.

4º LEY: «No se puede modificar voluntariamente la escritura natural más que dejando
en su trazado la señal del esfuerzo realizado para lograr el cambio» (Solange Pellat,
1.927).

Esta ley se cumple tanto cuando un individuo traza de disfrazar su propia foescritura
como en los intentos de imitación de alguien.

En el primer caso tarde o temprano acaban por aflorar las características personales
inconscientes, aparte de las que reflejan el esfuerzo que está realizando (temblores,
paradas bruscas, cambios de dirección,…).

En el segundo caso se debate ante un dilema: necesidad de imitar lo más fielmente


posible una escritura que implica lentitud, que será fácilmente puesta en evidencia, y
la necesidad de escribir fluidamente, lo que inevitablemente le llevará a la pérdida del
control y a la aparición en el escrito de las características personales inconscientes.

Según Sauder, nadie puede disimular simultáneamente todos los elementos de su


grafía, ni siquiera la mitad de ellos, lo cual es una consecuencia de esta Ley.

Para la peritación es la base de la crítica interna de los documentos dubitados.

Mediante entrenamiento se puede simular la propia escritura.

El que escribe en circunstancias en que el acto de escribir es particularmente difícil,


traza instintivamente o bien letras que son más habituales o formas sencillas y fáciles
de construir.

5º LEY: «El que escribe en circunstancias particularmente difíciles, del tipo que sea,
traza instintivamente o bien formas de letras que le son más habituales, o bien formas
más sencillas y fáciles de construir» (Solange Pellat, 1.927).

Es básica en el tema de anónimos y testamentos ológrafos (persona que, de propia


mano, hace testamento dejando sus últimas voluntades).

Mano guiada, inerte, contrariada,…

Mayor dificultad para el que escribe: vehículos en movimiento, sujetos encamados,


enfermos, moribundos,…
Cada individuo posee una escritura que le es propia y que se diferencia de los demás.

Composición y descripción de las letras


ANÁLISIS GRÁFICO

Disciplina mediante la cual se analizan los distintos grafismos escriturales y las


composiciones escritas. Para ello, hacemos uso de la observación de:

CONSTITUCIÓN DE LAS LETRAS

El recorrido es el trayecto que hace el útil desde que se pone en el papel hasta que se
quita. El pleno es el trazo descendente, mientras que el perfil es el trazo ascendente.
Los óvalos son los ojos de las letras, mientras que las crestas son las hampas (el trazo
superior, por ejemplo, de una “L”, es la parte alta de la letra). Por su parte, las jambas
son las partes de abajo.

P.E. El esqueleto de la letra. Sin la que se desconoce la misma.


P.S. Se llama rasgo. Son los adornos. Si se le quitan se conoce igualmente la letra.

LA “F” ES LA ÚNICA LETRA QUE TIENE PIE Y CRESTA

ZONAS DE LAS LETRAS

Zona INICIAL. Se puede dividir en punto de ataque, punto inicial y un rasgo inicial o de
ataque. Es donde se inicia el trazo. El punto inicial es el punto de conexión del útil con
el papel. El rasgo, asimismo, puede no existir.

Zona FINAL. Tiene un punto final, de escape, y un rasgo final, de escape. El rasgo es
desde que finaliza hasta que levanta el útil del papel. Existe siempre el punto final,
pero no necesariamente el rasgo.

MOVIMIENTOS GRÁFICOS

Las flexiones de los dedos se realizan en el pleno (trazo descendente), mientras que la
extensión de los dedos se realiza en los perfiles (trazo ascendente). También están los
trazos regresivos, en los que los dedos se contraen.

Los gestos tipo en grafología son como los “tics” o las muecas que realizamos al
hablar. Son gestos característicos y personales que nos distinguen. Movimientos que
se reiteran con periodicidad, ademanes perseverantes e inconscientes que aparecen
en nuestra escritura. Le confieren al grafismo una expresión característica cuyas
particularidades las agrupa en:

GESTOS TIPO FUERTES. Cuando señala personalidades con necesidades, instintos y


tendencias bien marcadas manifestadas por medio de la presión, la forma de la
escritura. Se considera gesto tipo positivo, por su presión, forma, dimensión y
estructura.

GESTOS TIPO DÉBILES. Cuando marca la parte sensible de la persona, sus conflictos,
complejos, defectos e insuficiencias por medio de fallos, interrupciones,
debilitamientos, brisados, torsiones, retoques. Es gesto tipo negativo, ya que simboliza
el nivel en el que la persona se percibe inferior e insegura.

En una misma escritura pueden presentarse ambos gestos tipo, ya que en la mayoría
de los casos los sentimientos de insuficiencia requieren la necesidad de compensación.
Estos fallos tanto por “exceso” como por “defecto” nos manifiestan falta de
adaptación del sujeto. Es importante identificar en qué zona de la escritura se
producen. Si ocurre en la zona media se interpreta como grado de adaptación al
ambiente que lo rodea, conducta emotiva.

Los gestos tipo en trazos iniciales de las mayúsculas dependerán si son en la zona
espiritual (zona superior), en la de los instintos (zona inferior), zona de los
sentimientos (zona media). Y en los trazos finales de las letras se analiza la forma en
cómo la persona manifiesta la acción.

Los gestos tipo en grafología se clasifican de acuerdo a si derivan de la curva o derivan


del ángulo en dos grandes grupos.

Gestos tipo derivados de la CURVA

 Guirnalda
 Arco
 Bucle
 Lazo
 Nudo
 Espiral
 Inflación

Gestos tipo derivados del ÁNGULO

 Arpón
 Maza
 Triángulo
 Golpe de Sable
 Golpe de Látigo

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