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El heliocentrismo nace en la Antigüedad con la propuesta de Aristarco de Samos al decir que la

Tierra gira en torno al Sol. Este no fue escuchado y sus teorías nunca se aceptaron. No hasta el
Renacimiento cuando Nicolás Copérnico propuso de nuevo esta teoría y Kepler y Galileo la
reforzaron logrando un cambio de paradigma en la visión científica que perdura hasta nuestros
días.

Desde entonces, todo el mundo sabe que la tierra es redonda y que gira alrededor del Sol. Bueno,
casi todo el mundo.

Aunque parezca imposible existen personas que se hacen llamar a sí mismas terraplanistas y
aseguran que la Tierra es plana. Tienen un sinfín de argumentos con los que aseguran tener la
razón. A continuación exponemos algunos de ellos.

El horizonte siempre se ve plano lo mires desde donde lo mires, ya sea desde el espacio o desde la
tierra. Los que creen que la tierra es plana aseguran que la ligera curvatura que hay en imágenes
de la NASA es una burda manipulación.

La Antártida son muros de hielo que rodean toda la Tierra. Según estas teorías el polo sur no
existe, sólo un polo norte magnético en el centro de la Tierra.

También aseguran según razonamientos trigonométricos que si la Tierra fuera una esfera sería
imposible contemplar según qué paisajes a más de 600 metros, por eso, aseguran que es plana,
pues se pueden ver paisajes a más de 100 kilómetros de distancia.

Dicen que los aviones, si la tierra estuviera en movimiento, variarían sus tiempos de vuelo en cada
trayecto dado que irían a favor o en contra de la rotación terrestre propuesto por la teoría
heliocéntrica que muchos científicos como Michelson-Morley, Sagnac, Tomaschek o Biddell Airy
han negado después de experimentar y, según ellos, demostrar, que la Tierra no está en
movimiento.  

También argumentan que el mar y las aguas de la tierra en reposo siempre forman un plano
horizontal, en una tierra esférica y giratoria no tendrían sentido estas propiedades.

La estrella polar siempre mantiene la misma posición justo encima del Polo Norte. De igual modo
pasa con las constelaciones, si la tierra estuviera girando y orbitando por el espacio junto al
sistema solar, las constelaciones habrían cambiado a lo largo de la historia. Además, si la Tierra
estuviera en rotación, en la fotografía nocturna no aparecerían los círculos perfectos que forman
los "startrails" alrededor de la estrella polar.

Dicen que si la tierra fuera esférica podríamos ver los dos lados de la Luna, pero eso no sucede.
Siempre vemos el mismo lado de la luna, esto probaría que la tierra es plana.

Este es el principal argumentario de los que sostienen que la Tierra es plana y reniegan por
completo de los postulados heliocéntricos… sobra dar detalles de por qué todos estos argumentos
están equivocados, no hace falta ser ningún lumbreras para comprender el error básico que todos
cometen. En cualquier caso esta teoría confirma una vez más la necesidad humana de refugiarse
en terrenos conspirativos aunque estos sean aunténticas patrañas.
¿Cuántas veces has visto una fotografía de la Tierra tomada desde el espacio? El ser humano hizo
esto posible desde el 24 de octubre de 1946, cuando militares y científicos estadounidenses
lanzaron un misil equipado con una cámara desde White Sands, en Nuevo México.

Sin embargo, fue hasta 1972 cuando apareció The Blue Marble (La canica azul), la primera foto que
ofrece una vista completa del planeta y muestra toda su circunferencia.

¿Necesitó el ser humano de fotografías para saber que la Tierra es redonda? No, por supuesto. El
filósofo griego Pitágoras fue uno de los primeros en considerarlo desde el siglo VI a. C. Cien años
después, se sumó Platón y luego Aristóteles, quien encontró mejores argumentos para defender
esta postura.

La idea siguió evolucionando hasta que, entre 1519 y 1522, la teoría se confirmó en la práctica
gracias a una expedición liderada por el portugués Fernando de Magallanes, que circunnavegó el
planeta. ¿Cómo entender, entonces, que en pleno siglo XXI, millones de personas aseguren que la
Tierra es plana?

Los terraplanistas  –como se conoce a quienes asumen esta postura– son solo uno de


muchos grupos conocidos como “negacionistas”, "conspiranoicos" (término más bien
despectivo) o adeptos a las llamadas teorías de conspiración. Su esencia: negar versiones
oficiales de lo que sea, así sean momentos históricos o conquistas de la ciencia. Aquí
mencionaremos solo algunos de ellos y hablaremos sobre lo que hay detrás de estas posturas

Para los terraplanistas, las pruebas de que la Tierra es redonda son mentiras formuladas por una
“élite mundial que gobierna en la sombra”, dice Oliver Ibañez, autor del libro Tierra plana: la
mayor conspiración de la historia (2016), y dueño de La verdad al descubierto, un canal de
YouTube con casi 500,000 suscriptores. 

Vayamos al meollo: si creemos que existe una “élite mundial que gobierna en la sombra”, capaz de
inventar cualquier cosa para manipular al mundo y beneficiarse con ello, ¿queda alguna duda
respecto a quiénes son los malos de la historia? Y si así fuera, ¿cómo podríamos permitir que se
salieran con la suya? ¿Sería indignante, no es cierto?

Esta misma base sostiene a quienes niegan que la COVID-19 exista o sea realmente
grave. También a quienes creen que el virus fue creado en un laboratorio para que “alguien” se
enriqueciera vendiendo vacunas o tratamientos antivirales. Distintas evidencias han mostrado una
realidad distinta.

Se le ha llamado "la reina de las teorías de conspiración". Sólo que ambas partes de este debate
se acusan de ser precisamente eso: una teoría de la conspiración.

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