MARCOS 4:35–5:43 Antes de comenzar a responder las preguntas, ora pidiendo a Dios orientación y discernimiento. Lee completo el pasaje bíblico citado en el título, y después, conforme vayas avanzando, lee cada uno de los versículos indicados para cada día de estudio. No olvides citar los versículos de los cuales obtengas tus respuestas. Al iniciar la Participación en Grupo Pequeño, comenten la sección de REPASO de la lección anterior. DÍA 1: MARCOS 4:35-41—LA TEMPESTAD DE LA NATURALEZA 1. ¿Qué revela este breve relato acerca de a. Jesús, el hombre?
b. Jesús, el Hijo de Dios?
c. los discípulos?
2. ¿Cómo explicarías el pánico de estos marineros experimentados y la
necesidad que sentían de despertar al Maestro a causa de una tormenta en el mar?
3. a. ¿Qué principio(s) espiritual(es) te enseña a ti esta “parábola
viviente”?
b. Identifica una “tormenta” o temor actual en tu vida al que puedas
aplicar este principio y decide los pasos que darás esta semana para ejercitar tu fe en “El que calma las tempestades.” Anótalos.
DÍA 2: MARCOS 5:1-20—LA TEMPESTAD DE LOS DEMONIOS
4. ¿Qué puedes aprender en este relato acerca de la naturaleza, actividad y capacidades de los demonios?
5. Considera y comenta sobre los cambios efectuados en la vida de este
hombre por la presencia y el poder de Jesús. a. físicos
Estudios Bíblicos en Comunidad Internacional 🞄 Derechos Reservados 🞄 Rev. 4 / 2013 EBCI LECCIÓN 7 3 EVANGELIO SEGÚN MARCOS
c. 5:29
d. 5:42
12. Al reflexionar sobre los milagros en el estudio de esta semana, ¿qué
relación ves entre el poder de Dios y la fe del hombre?
DÍA 6: PARTICIPA EN LA CLASE
APLICA lo que has aprendido. Las tormentas de la vida se presentan de muchas formas, como las que hemos visto en esta semana. ¿Observaste la sensibilidad con la que Jesús trató con las personas afectadas? No exigió el mismo nivel o expresión de fe de todos. Parecía tratar a cada persona con tierna compasión al lidiar con las circunstancias tormentosas en sus vidas con autoridad y poder.
Posiblemente tú estés lidiando con una “tormenta” personal, sintiendo que
tu fe es inadecuada. Quizá dudes en ir a “despertar a Jesús” como lo hicieron Sus discípulos, o gritarle como lo hizo el endemoniado. Quizá tu estilo sea tocar el borde de su manto silenciosamente y con esperanza. O quizá se requerirá la fe de alguien que te ama, como Jairo amaba a su hija, para liberar el poder de Dios en tu vida. ¿No quisieras—en la quietud de tu corazón—pedirle al que “Calma las Tempestades” que toque tu vida? ¡Hazlo ahora mismo, allí donde te encuentras!