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La música barroca o música del Barroco es el estilo musical europeo, 

relacionado con la época


cultural homónima, que abarca aproximadamente desde el nacimiento de la ópera en torno a 1600
hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750. Caracterizada por la aparición de la tonalidad y el
uso del bajo continuo, la barroca fue la época en la que se crearon formas musicales como la sonata, el
concierto y la ópera. En los teatros de ópera aparece la orquesta, con predominio de instrumentos de
cuerda frotada, base de la actual orquesta sinfónica.

Dos estilos nacionales completamente diferenciados dominaron claramente la música europea del
Barroco medio y tardío

Maestro del stile antico y del stile moderno , daría forma a esa recién creada ópera. El éxito
internacional de la música italiana en general y de la ópera en particular expandió por toda Europa los
recursos de la monodía y del estilo concertante. Mientras tanto, en Italia autores como Cesti, Francesco
Cavalli y Luigi Rossi suavizaban la dureza del estilo monódico original para desarrollar la ópera
belcantista, en la que se separaban ya claramente recitativos y arias. La nueva ópera pasó de ser un
espectáculo aristocrático a entretenimiento de las capas altas de la clase media, gracias a la libre compra
de entradas en los teatros napolitanos y venecianos.

La ópera francesa comenzó su despegue en la corte de Luis XIV, en el mismo tiempo y lugar en que la
familia Hotteterre desarrollaba los nuevos instrumentos de madera barrocos y en que se fijaba la suite
instrumental francesa. Arias, verdadero núcleo musical de la ópera.

Artículo principal: Oratorio

Musicalmente casi idéntico a la ópera , solía tener una temática religiosa y no era escenificado . A
diferencia de la ópera, casi siempre en italiano, los oratorios solían escribirse en lengua vernácula.

Artículo principal: Cantata

La asunción de la monodia, el recitativo y el estilo concertante por la música de iglesia dio lugar a una
nueva forma musical, la cantata, obra de uso litúrgico que intercalaba sinfonías
instrumentales, recitativos, arias y coros.

Véase también: Instrumentos musicales del Barroco

Evaristo Baschenis, Instrumentos musicales, Siglo XVII. Nacida durante el siglo XVI en ambientes


populares, la familia del violín alcanzó su grado máximo de perfección constructiva en el XVII, hasta el
punto de que entonces quedaron fijados los modelos que, en lo fundamental, han sido reproducidos
durante los trescientos años siguientes, gracias a la labor de familias de artesanos como los Stradivari y
los Amati.

Artículo principal: Sonata

Fue solo a finales del XVII cuando se consolidó el concepto de orquesta, como conjunto en el que varios
instrumentos de cuerda interpretan al unísono una misma línea melódica, de suerte que una música
escrita a tres o cuatro voces podía ser interpretada por un conjunto de hasta quince o veinte
músicos. De carácter aristocrático, vigoroso rítmicamente y muy sofisticado en lo melódico, la suite se
derivó de los ballets de cour de la corte francesa de Versalles y acabó infiltrándose en toda la música
instrumental francesa, alemana e incluso italiana, tanto para instrumentos solistas como para grupos de
cámara o conjunto orquestal. Su transformación en música camerística estilizó sus pìezas a costa de su
original carácter danzable. Girolamo Frescobaldi tuvo gran importancia en el desarrollo de la música
para teclado, en particular por sus toccate para clave y sus canzone para órgano.
Maddalena Casulana fue la primera mujer compositora que tuvo música impresa y publicada en la
historia de la música occidental. La obra de Bach está considerada la cumbre de la música barroca, y su
"Pasión según San Mateo" y el "Clave bien temperado" son cimas de la música occidental. El Barroco
musical llegó a su máxima madurez y esplendor en la primera mitad del siglo XVIII con uno de los
compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian Bach , que agotó todas las
posibilidades de la música barroca. Entre los restantes autores del Barroco alemán tardío cabe destacar
al compositor operístico Reinhard Keiser , al tratadista Johann Mattheson , al laudista Silvius Leopold
Weiss , a Johann Adolph Hasse , Carl Heinrich Graun y un joven Georg Friedrich Händel -hasta que en
1712 se fue a Inglaterra- y, sobre todo, a Georg Philipp Telemann , que marca igualmente el inicio de la
transición de la música barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.

Después de Händel, la música inglesa vive un periodo de ocaso, aunque a mediados del siglo XVIII
destacan Thomas Augustine Arne y William Boyce . La música barroca francesa participó en gran parte
en el brillo cultural de Francia. El término "música barroca", que incluye la música francesa que
compuesta entre 1600 y 1770, es a la vez complejo y diverso, ya que la música en Francia evolucionó
mucho durante este período. La polifonía renacentista, un tipo de música con dos o más líneas
simultáneas de melodía independiente, evolucionó y la música instrumental aumentó, lo que marcó un
alejamiento de la voz, y la excelencia de la composición musical.

Luis XIV quería expandir el poder político y económico de Francia en las artes y disminuir la influencia de
la música italiana. Francia era experta en acordes y era hábil en la creación de música para contar
historias, en encontrar la expresión adecuada para imitar la naturaleza, volver a contar historias
mitológicas y expresar emociones. La música era un elemento cotidiano en la corte francesa. En esa
época, la música servía tanto de entretenimiento como de importante herramienta política.

Por el contrario, el amor de María Antonieta por la música era apolítico. El papel de la música cambió a
lo largo de los siglos, así como sus formas, instrumentos, interpretación y recepción. La música de Cavalli
fue muy apreciada y bienvenida por el público francés, pero cuando Luis XIV se convirtió en rey en
1660, su popularidad disminuyó, y la ópera francesa fue traída de vuelta diez años más tarde.

El arte mesopotámico es una división cronológica y geográfica de la historia del arte que trata
de Mesopotamia durante la edad Antigua. Hace referencia a las expresiones artísticas de las culturas
que nacieron en las riberas de los ríos Tigris y Éufrates. Desde el Neolítico (hacia el VI milenio a. C.) hasta
la caída de Babilonia ante los persas en el año 539 a. C.
Entre ambas fechas se desarrollaron
las civilizaciones sumeria, acadia, babilonia (o caldea), casita, hurrita (Mittani) y asiria (arte asirio).
Tras milenios entre el predominio de la Baja Mesopotamia y la Alta Mesopotamia, la región, al formarse
el imperio persa, se incorporó a una dimensión espacial de orden muy superior, que el imperio de
Alejandro Magno y el helenismo conectaron con la época romana (arte persa, arte helenístico). Incluso
en la época anterior a los persas, el arte mesopotámico tuvo varias vías de contacto, a través de la
guerra, la diplomacia y el comercio a larga distancia, con el de las demás civilizaciones del Antiguo
Oriente Próximo (arte de la civilización hitita y otras del Asia Menor; arte fenicio, del antiguo Israel y de
otras civilizaciones del Levante mediterráneo; y el arte egipcio), e incluso con el arte de la India y
del Asia central.
Figurilla femenina procedente de Samarra, c. 6000 a. C. 
Fragmento de la Estela de los buitres, comienzos del periodo dinástico III, 2600-2350 a. C. 
Uno de los marfiles de Nimrud, periodo neo-asirio, siglos IX al VII a. C.1 
Reconstrucción de la Puerta de Ishtar (Babilonia, 575 a. C.) en el Museo de Pérgamo (Berlín).

Panel de la guerra del Estandarte de Ur, c. 2900 a. C.


La incorporación por difusión cultural o el desarrollo endógeno de múltiples materiales y técnicas
artísticas y artesanales fue parejo tanto a los avances tecnológicos (desarrollo de hornos cada vez más
eficaces, del torno de alfarero, de la cerámica vidriada o de la metalurgia) como sociales y
culturales (nacimiento de la ciudad, de la escritura, de las religiones institucionalizadas y del Estado —lo
que se denomina sociedad compleja o civilización—). 2
La evolución estilística de las formas, géneros y temas, presenta una notable continuidad a pesar de lo
amplio del periodo. 
Sala 6 del Museo del Louvre: Khorsabad.
La conservación del patrimonio artístico de la Mesopotamia antigua es una cuestión polémica.
Explotado por los primeros arqueólogos (orientalistas, asiriólogos) desde el siglo XIX, las piezas más
valiosas nutrieron las colecciones de los museos europeos (British Museum de Londres, Museo del
Louvre de París y el Museo de Pérgamo de Berlín). Más recientemente, los nuevos hallazgos se han
dirigido a los museos iraquíes (Museo Nacional de Irak de Bagdad). Se han realizado reconstrucciones in
situ de algunos edificios monumentales. La guerra de Irak ha producido saqueos y deterioros.3
La determinación geográfica (escasa disponibilidad de piedra y abundancia de arcilla) se ha considerado
la causa principal de la preferencia mesopotámica por el adobe y el ladrillo como base material de su
arquitectura. Aunque gran parte de la arquitectura es adintelada (con el uso de vigas de madera),
el arco y la bóveda (adecuados para su construcción con dovelas de ladrillo) son más comunes que en
la arquitectura egipcia. La principal diferencia con ésta fue la mucha menor importancia de
los monumentos funerarios. Son otras dos tipologías básicas para el urbanismo y la arquitectura las que
nacieron en Mesopotamia: el templo y el palacio. Las casas de los dioses, de los reyes o de las personas
del pueblo se denominaban con el mismo nombre: É en sumerio, bītu(m) en acadio. La necesidad de
segregación y defensa hizo que tanto los edificios singulares como los complejos de edificios de función
religiosa y política, y las propias ciudades se rodearan de murallas.
Los templos mesopotámicos tomaron forma de pirámides escalonadas (ziggurat), lo que dio origen al
mito de la torre de Babel (identificada con Etemenanki, el ziggurat de la ciudad de Babilonia, templo
dedicado a Marduk —aunque tradicionalmente se relacionaba, por proximidad fonética, con Bal o Bel—
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).

Arte Rococó

El estilo Rococó nace en Francia a principios del siglo XVIII y se desarrolla durante los reinados de Luis XV
y Luis XVI.

Ha sido considerado como la culminación del Barroco, sin embargo, es un estilo independiente que
surge como reacción al barroco clásico impuesto por la corte de Luis XIV. El rococó a diferencia del
barroco, se caracteriza por la opulencia, la elegancia y por el empleo de colores vivos, que contrastan
con el pesimismo y la oscuridad del barroco.

Es un estilo aristocrático, revela el gusto por lo elegante, lo refinado, lo íntimo y lo delicado. Armoniza
con la vida despreocupada y agradable que la sociedad ansía y se desentiende de cuestiones religiosas.
Es un arte mundano, sin conexión con la religión, que trata temas de la vida diaria, no simboliza nada
social ni espiritual, sólo superficialidad. Por todo esto se considera al Rococó un arte frívolo, exclusivo de
la aristocracia.

Se difundió rápidamente por otros países europeos, sobre todo en Alemania y Austria y se seguirá
desarrollando hasta la llegada del Neoclasicismo.

Defición del Arte Rococó

El término rococó proviene de la palabra francesa "rocaille" (piedra) y "coquille" (concha), elementos de
gran importancia para la ornamentación de interiores.
Lo importante es la decoración, que es completamente libre y asimétrica. Muestra su predilección por
las formas onduladas e irregulares y predominan los elementos naturales como las conchas, las piedras
marinas y las formas vegetales.

Características del Rococó

En arquitectura, los edificios mantienen un trazado externo simple, sin embargo, en el interior la
decoración se desborda. El rococó impone la acumulación de elementos decorativos basados en líneas
ondulantes y en la asimetría. Alcanza mucha difusión el gusto chino, que había entrado en Europa con
las piezas de porcelana, telas o lacas, y que decorará los salones occidentales con sus temas más
representativos.

En pintura, los temas más abundantes son las fiestas galantes y campestres, las historias pastoriles, las
aventuras amorosas y cortesanas. Las composiciones son sensuales, alegres y frescas, predominan los
colores pasteles, suaves y claros. La mujer se convierte en el foco de inspiración, ya que es la figura bella
y sensual.

El Arte Rococó en España

Arquitectura Rococó

El rococó en España se inicia durante el reinado de Felipe V (1700-1746), favorecido por el estilo
churrigueresco, que había llevado al barroco al recargamiento ornamental. Su influjo fue limitado, ya
que fueron muy pocos los contactos que España mantuvo con el rococó europeo y especialmente con
Francia y Alemania.

El ejemplo más temprano de arquitectura rococó es la portada de la catedral de Valencia, realizada por
el alemán Conrad Rudolf. Dividida en tres cuerpos y coronada con un frontón curvo, alterna el ritmo
cóncavo en sus calles laterales con el ritmo convexo en la central.

La fachada del palacio del marqués de Dos Aguas, diseñada por Hipólito Rovira se compone de dos
partes bien diferenciadas y separadas por el escudo del marqués. En la parte inferior, se describe la
alegoría de los dos ríos valencianos, el Turia y el Júcar, y en la superior, aparece una hornacina que
alberga una escultura de la Virgen con el Niño. Una movida decoración de inspiración vegetal recorre
toda la fachada.

La catedral de Cádiz, proyectada en 1722 por Vicente Acero es la obra más representativa del rococó
español. Acero sigue los esquemas renacentistas de la catedral de Granada de Diego de Siloé, por eso su
interior se estructura en tres naves. La cabecera cuenta con una girola en torno a la capilla mayor, que
es de planta circular y que se cubre con una cúpula sobre tambor.

La fachada, flanqueada por dos torres de planta octogonal, se organiza en tres calles. La central, que se
remata con un frontón triangular, es convexa y las laterales son cóncavas.

Otro ejemplo, es la fachada de la catedral de Murcia, de Jaime Bort.

Junto a estos, hay que destacar el empleo del estilo rococó en los proyectos decorativos de los interiores
de los palacios de la Familia Real, como en el Salón Gasparini del Palacio Real de Madrid.

Pintura Rococó

En cuanto a la pintura, son escasos los artistas españoles cuyo estilo puede calificarse como
propiamente rococó. Destacan Luis Meléndez y Luis Paret.
Luis Paret y Alcázar (1746-1799) pintó escenas galantes y cuadros costumbristas de carácter amable, con
tonalidades brillantes de gran efecto decorativo que lo convierten en el representante más importante
de la pintura rococó en española.
Entre sus pinturas destacan El baile de las máscaras, Las Parejas Reales o Fiesta en el Jardín Botánico.
Para Carlos III también realizó una serie de vistas de puertos y marinas del Cantábrico.

Escultura Rococó

Respecto a la escultura, el estilo provoca en España la aparición de ciertos rasgos que se incorporan al
vocabulario básico del Barroco, pero que no llegan a modificarlo. Entre ellos, una mayor dulzura e
intimismo en la interpretación de los temas y un mayor aprecio por lo pintoresco y por los detalles más
triviales.

Impresionismo
1872–1882
De nuevo un crítico que cita peyorativamente un cuadro pone nombre a un movimiento, en este
caso «Impresión: sol naciente» de Monet.

La pintura impresionista nace a partir de la segunda mitad del siglo XIX y quiere, a grandes rasgos,
plasmar la luz y el instante, sin importar demasiado la identidad de aquello que la proyectaba. Las cosas
no se definen, sino que se pinta la impresión visual de estas cosas, y eso implica que las partes
inconexas dan lugar a un todo unitario (algo que años después demostraría científica y psicológicamente
la Gestalt).

Resumiendo, este movimiento se caracteriza por el uso de colores puros sin mezclar («todo color es
relativo a los colores que le rodean»), el hecho de no ocultar la pincelada, y por supuesto darle
protagonismo ante todo a la luz y el color. De esta manera las formas se diluyen
imprecisas dependiendo de la luz a la que están sometidas, y una misma forma cambia dependiendo de
la luz arrojada sobre ellas, dando lugar a una pintura totalmente distinta.

Por ello, y a partir de los paisajistas de la escuela de Barbizon, los impresionistas se centraron en


la pintura al aire libre, buscando plasmar el cambio de la luminosidad, el instante.

Una mañana, uno de nosotros se quedó sin el negro, y fue el nacimiento del impresionismo.
 
Auguste Renoir

(CC) Miguel Calvo Santos, 21-01-2015

Obras representativas

El baño de la niña
Mary Cassatt
Estados Unidos, 1893
La influencia oriental en la pintora impresionista.

Retrato del fotógrafo Christian Franzen

Joaquín Sorolla

España, 1903

Sorolla retrata con estilo velazquiano a su amigo fotógrafo danés.


El bote blanco
Joaquín Sorolla
España, 1905
Sorolla ante el reto de plasmar el agua transparente con sus reflejos y matices.

Acantilados de Etretat, atardecer


Claude Monet
Francia, 1885
Nadie fue más impresionista que Monet.

Escalera en Capri
John Singer Sargent
Estados Unidos, 1878
Capri fue refugio de poetas y artistas antes de un destino turístico de lujo.

Una capriota
John Singer Sargent
Estados Unidos, 1878
Ir en busca de una aventura y encontrar a una musa.

Artistas representativos

Claude Monet

Francia, 1840–1926

Auguste Rodin

Francia, 1840–1917

Joaquín Sorolla

España, 1863–1923

Anders Zorn

Suecia, 1860–1920

Frédéric Bazille

Francia, 1841–1870

Alfred Sisley

Francia, 1839–1899

John Singer Sargent

Estados Unidos, 1856–1925

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