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Centro Cristiano

Príncipe de Paz

ADORACIÓN Y
ALABANZA

Facilitador: Entregado por:

Gómez, Kervin González, Estefani C.I.: 26.129.357

Ciudad Bolívar, febrero de 2020


ADORACIÓN Y ALABANZA

1. Describa con sus propias palabras ¿Qué es la adoración?

La adoración es esa relación de intimidad que tenemos con nuestro Padre que está
en los cielos, a través de la cual le expresamos nuestro amor y damos las gracias por
todo lo que hace en nuestras vidas como cristianos e hijos, postrándonos ante su
maravillosa y viva presencia. Adoración es dedicarle nuestro tiempo a Dios, nuestro
Señor, quien es todo y lo hace todo, es estar conectados a Él, darle lo que le
corresponde, aunque es poco comparado con lo que nos da a nosotros, adorar es una
actitud del espíritu, es una acción interna e individual, ningún hermano puede adorar
por nosotros, va de adentro hacia afuera, no tiene nada que ver con una postura física
o alguna actitud externa( 1 Corintios 14:25), ni mucho menos con algún sacrificio,
sino que tiene que ver con lo más profundo de nuestro ser, por ende es necesario que
el Espíritu Santo habite en nosotros, ya que es quien vigoriza la adoración, además,
debemos tener un corazón puro, sano, limpio y arrepentido, por último, nuestra mente
debe estar centrada en Dios, si nuestra mente está enfocada en alguna cosa vana o del
mundo, eso no es verdadera adoración.
No importa donde estemos, Dios se merece que le adoremos en cualquier sitio,
bajo cualquier circunstancia y en todo tiempo (Salmos 66:4), adorar es darle
reverencia y expresar admiración a nuestro Señor, reconocer su superioridad y
nuestra dependencia a él, para adorar solo necesitamos las ganas de querer hacerlo de
todo corazón y en verdad, llenos de gozo y del amor de Dios, aunque podemos
utilizar la música para expresar ese amor y activar esa atmosfera para adorar.

2. Mencione los obstáculos que nos impiden adorar a Dios y desarrolle las
tradiciones religiosas

 El pecado.

 La rebelión.

 La desobediencia.

 El orgullo.

 Opresión satánica.
 Las tradiciones religiosas, o tradiciones de hombres que terminan desplazando
e invalidando la palabra de Dios y manteniéndolo a distancia. Las tradiciones
no son más que todos aquellos actos que las personas llevan a cabo solo
porque así lo han recibido de otros, siendo por lo general, principios
enseñados por el hombre y que no tienen ningún fundamento o raíz en la
palabra de Dios (Marcos 7:1-13). Tienden a enseñar una forma de acercarse a
Dios con religiosidad, forma que aparenta ser adoración a Dios en el ambiente
de una iglesia, pero toda adoración inventada por el hombre, solo es un
servicio externo, y con frecuencia el corazón de las personas que se dejan
llevar por esas tradiciones está muy lejos de nuestro Señor (Colosenses 2:8),
tal es el ejemplo de que la mujer debe usar velo, no cortarse el cabello o usar
falda, cuando en la palabra lo que se nos dice es que la mujer debe vestirse
decorosamente y con buenas obras (1 Timoteo 2:9-10), así también leyes,
creencias y ritos. Todas estas tradiciones son trampas que pone el enemigo
para obstaculizar nuestra verdadera adoración a Dios.

3. ¿Cuál es el propósito de la alabanza a nuestro Dios?

La alabanza es esa manera en la que podemos manifestar y reconocer lo


maravilloso y lo grande que es Dios para cada uno de sus hijos, la palabra alabanza
significa celebras, cantar, confesar, agradecer, dar gloria, elogiar, festejar, exaltar,
alabadle con instrumentos musicales, saltar, danzar, es el acto de dar honra o
sumisión a un ser superior con poder, es la manera de expresar nuestra aceptación por
Él, nuestro Señor.
La alabanza debemos practicarla en todo momento, al igual que la adoración, y
debemos hacerlo en espíritu, olvidando todo lo que nos aqueja, para de esa forma
entregar todo a Dios, así como Él lo hace día a día con nosotros (Salmo 34).

Nuestra alabanza a Dios no puede ser un entretenimiento, ni un show, un rito o un


relleno, dirigir una canción y exhortar a otros a cantar porque sí, todo lo contrario
nuestra alabanza tiene que ser de verdad, teniendo a Dios en el centro y respondiendo
a ese amor que Él nos entrega.

El propósito de la alabanza a nuestro Dios es honrarlo, decirle que él es lo más


hermoso e importante en nuestras vidas, enaltecerlo (Salmos 34:3), expresándolo
desde nuestro corazón, bendecir su nombre (Salmos 100:4), reconocerlo a él por
quien es, dueño de todo, todo ha sido creado por él y para él (Colosenses 2:16,
Salmos 100:3), darle las gracias en todo momento por su incomparable misericordia,
lo que hizo y continua haciendo por sus hijos (Salmos 5:7), abrir las puertas de la
libertad, sanidad y profecía, entrar en la presencia del Señor, preparar el camino a
Dios y unirnos a Él.

La música tiende a usarse dentro de la iglesia para alabar a Dios, pues es un medio
para poder expresar nuestro sentir hacia Dios a través del canto, instrumentos
musicales y danza, nosotros hemos sido creados para la alabanza de la gloria del
Señor (Efesios 1:11-12). Un ejemplo lo tenemos en I Crónicas, cuando David trasladó
el Arca del pacto a Jerusalén y describe la forma como los músicos y cantores estaban
organizados para alabar a Dios con el júbilo que las circunstancias ameritaban y el
mismo rey David danzaba alegremente delante del Arca
Cabe destacar que cuando alabamos y adoramos en espíritu y en verdad, podemos
contagiar a muchos y animarlos a que levanten las manos como sinónimo de
redención a Dios. (Salmos 103:1).

4. ¿Qué relación tienen el tabernáculo de David con la restauración en la iglesia de


hoy?

Antes de hablar de la relación que guarda el tabernáculo de David con la


restauración en la iglesia de Dios, es necesario retroceder hasta la época de Moisés
para poder entender.

Cuando el pueblo de Dios salió de Egipto, Dios le ordenó a Moisés construir un


tabernáculo, una tienda, como especie de una carpa y poner allí el arca y el altar del
holocausto, el tabernáculo era la morada de Dios en medio del pueblo (Éxodo 25:8-9)
y el arca representaba la gloria y bendición de Dios, era el lugar desde donde Dios se
manifestaba.
Luego de entrar en la tierra prometida, el arca fue ubicada en la ciudad de Silo y
fue entonces que el pecado entró en el pueblo de Dios y en una guerra, los filisteos les
quitaron el arca a los judíos, sobre ellos cayeron pestes y maldiciones, por lo que
tomaron la decisión de devolverla, pero a nadie le importaba la presencia de Dios,
hasta que comienza a reinar David y quiso tener el arca en su casa, que habitara en
medio de su pueblo, porque amaba a Dios y su presencia y sabía que Dios le hablaba
desde el arca, tenía el deseo de levantar una tienda, un tabernáculo para el arca, para
Dios.

David buscó el arca, pero cometió un error, pues puso el arca en un carro nuevo (2
Samuel 6:1-11), tal como lo hicieron los filisteos, pero esto no era lo que Dios había
establecido; ya que según la ley el arca tenía que ser llevada sobre los hombros y por
los levitas, no en un carro nuevo.

El arca se quedó en casa de Obed-edom por tres meses y bendijo Dios la casa de
Obed-edom y todo lo que tenía (1 Crónicas 13:13-14), por lo que él junto con 68
familiares se mudaron a Jerusalén y consagraron sus vidas para servir frente al arca (1
Crónicas 16:38). David entendió porque había fracasado y dijo “Dios nos quebrantó
por cuanto no le buscamos según su ordenanza” (1 Crónicas 15:13), todos queremos
tener la bendición de Dios, pero para eso debemos cumplir sus leyes y sus
condiciones.
Tiempo más tarde Dios decidió restaurar los principios espirituales del tabernáculo
de David, levantándolo de sus ruinas y reedificándolo (Hechos 15:16-18, Amós 9:11),
se resume en buscar que la gloria de Dios se manifieste y descienda a nosotros, en un
gran derramamiento del Espíritu Santo, así como David buscó el arca, la gloria de
Dios; contener, así como David construyó una morada, una tienda para el arca, así
nosotros debemos ser templo de nuestro Señor, que su presencia more en nuestras
vidas y que estemos llenos del Espíritu Santo, y en tercer lugar, dar, dar gloria a
Dios, por eso David estableció un sistema de adoración las 24 horas, todos los días
del años, pues entendió que el Señor nos creó para alabanza de su gloria.

Luego de buscar el arca y llevarla a Jerusalén, al tabernáculo que se había


levantado llevó al pueblo a alabar, adorar, a buscar continuamente a Dios, a
proclamar su grandeza, a dar toda la gloria a Dios (1 Crónicas 16:28-29).

Finalmente, el propósito de Dios al restaurar el tabernáculo de David, es el mismo


propósito que tiene Dios con su iglesia, que reciba su presencia, la mantenga y la
comparta, siendo ese su propósito eterno, que todo sea de Él, por Él y para Él, lograr
que cada parte del cuerpo de Cristo sea un “tabernáculo”, y manifieste su gloria,
adore y testifique, Dios quiere actuar por medio de nosotros y establecer su reino en
la Tierra.

La restauración del tabernáculo de David no es solo la restauración de la alabanza


y adoración, sino que también implica la restauración de la búsqueda de la gloria de
Dios y de la salvación de los hombres por medio de esa búsqueda.
Estamos en el tiempo de la restauración de todas las cosas, la restauración del
tabernáculo de David tuvo una primera etapa en el tiempo primitivo y tiene una
segunda etapa en nuestra época, en Amos 9:11 podemos leer la profecía para estos
tiempos y de la restauración que Dios está haciendo, la iglesia se llenará de la gloria
de Dios y se levantarán millones de personas para adorar al Rey, se convertirán al
evangelio, todos buscaremos al Señor y nos postraremos ante su maravillosa
presencia.

5. ¿Por qué se dice que la alabanza es un sacrificio?

La alabanza se convierte en un sacrificio cuando no nos sentimos en libertad plena


para alabar, cuando Dios no ocupa el centro de nuestra vida y generalmente eso
sucede cuando:

 No se tienen ganas de hacerlo

 Cuando se tienen ataques demoniacos

 Cuando dominan los sentimientos


 Cuando se está de mal humor o en contienda con alguna persona

 Cuando los intereses del mundo ocupan la mente, dejando a Dios fuera del
lugar que le corresponde

Por tal razón es necesario tomar la decisión de sacrificarnos a Él en alabanza,


sacrificando nuestros sentimientos y cargas, orgullos, prejuicios, tristezas, y cualquier
otra cosa que consideremos más importante que nuestro Señor, rompiendo lo que
sentimos por alabar a Dios, porque siendo hijos, hemos aprendido a vivir por fe, no
por lo que vemos, sentimos o pensamos.

6. ¿Cuáles son los resultados de nuestra adoración corporativa?

 Invitación a la alabanza ¡hagámoslo! La fiesta ya está en el cielo ¡unámonos!

 Encuentro, conexión con Dios y lo mismo con los otros (intercesión).


 La exaltación, se le alaba, se le adora, se le habla (arrepentimiento,
quebrantamiento).

 Adoración intima. Presencia de Dios, fuego del Espíritu Santo. Expresa la


iglesia (la esposa) su amor a Cristo.

7. ¿Cuál es el rol y el propósito del equipo de adoración y alabanza?

La función o rol del equipo de adoración y alabanza se basa en preparar y dirigir la


adoración para que sea realizada por la congregación, en otras palabras, son como los
directores de música que a través de la preparación y dirección logran la excelencia y
bendición en la adoración al Señor, sin olvidar la voz del Espíritu Santo a la hora de
dirigir, pues estos se complementan para lograr tal excelencia.
Por otra parte, el equipo de adoración y alabanza tiene como propósito lograr que
la iglesia se motive y sea llevada a una participación significativa al momento de
adorar, es decir, los músicos son los que ayudan a que todos adoren a través de la
música, ya que ésta es solo un complemento, acompañada de la oración, la confesión
y la lectura de la palabra de Dios. Actualmente, la adoración ahora es realizada por el
músico, quien busca lucirse ante todos empleando el uso de luces, fuego, globos,
convirtiendo la adoración en un show, haciendo que la iglesia solo observe y no
adore, pues el enfoque va al músico y no a la iglesia, como debe ser, de tal forma que
se obtiene poca relación y coordinación con la iglesia y a la vez con nuestro Señor.

8. Explique 1 Corintios 14:15

“¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero orare también con el entendimiento;
cantare con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento”. 1 corintios
14:15.
Cuando se habla de orar o cantar con el espíritu, se hace referencia a que Dios
puede darnos la libertad de ejercitar el don de lenguas, sin embargo, de hacerse esto,
no debería ser hecho de una manera que atraiga la atención a uno mismo o que
distraiga a otros, no se puede asentir a las oraciones o canticos que no se entienden, es
por tal razón que el apóstol Pablo hace una clara distinción entre orar y cantar con el
espíritu y hacerlo tanto con el espíritu y con el entendimiento, y lo hace debido a que
los Corintios no tenían en cuenta que todo lo que hicieran debía ser para edificación
propia y también de los demás, ellos estaban entregados a sus dones extraordinarios
(hablar en lenguas, sin importar si podía ser o no interpretado), en el versículo
anterior Pablo afirma que si ora en lengua desconocida, su espíritu ora pero su
entendimiento se queda sin fruto, así como el entendimiento de otros.

Lo que se hace con el entendimiento se hace más eficaz, consciente y sincero, es


por eso que el apóstol rogaba por los de Efesios, para que Dios le diera espíritu de
sabiduría y de revelación para su conocimiento, alumbrando los ojos de su
entendimiento (Efesios 1:17-18).

Es necesario que el hombre tenga entendimiento suficiente de todo lo que


emprende sea secular o espiritual.

Entendimiento significa hablar en nuestra propia lengua y además por experiencia;


para ofrecer oraciones como debe ser, es preciso que haya un entendimiento sano y
espiritual en todos los que oran a Dios.
Orar y cantar con entendimiento es hacerlo bajo la instrucción y dirección del
espíritu, comprendiendo la necesidad de aquello que el alma ha de pedir o que desea
expresar, pues si un hombre necesita el perdón de pecados y ser librado de la ira que
ha de venir, si no entiende, no sabrá como pedirlo o expresarlo en lo absoluto.

Además, el entendimiento espiritual percibe en el corazón de Dios la


predisposición y buena voluntad para darnos aquellas cosas que necesitamos, no hay
nada que induzca tanto a buscar a Dios y a clamar pidiendo perdón, como el
entendimiento de que en el corazón de Dios existe el deseo de salvar a los pecadores,
es como si una persona observara un diamante tirado en el barro, lo ignoraría si no
conociera su valor, pero de conocerlo, correría cualquier riesgo para obtenerlo.

Cuando tenemos el entendimiento iluminado, al orar o cantar podemos ver el


camino en el que Dios nos quiere conducir y nos animamos mucho más a continuar
en el servicio a nuestro Señor, no se tendría la necesidad de imitar a otros hermanos,
pues puede expresar sus propias peticiones a Dios.

9. Explique Juan 4:23-24


“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que
le adoren. Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que le adoren”. Juan 4:23-24

Estas son las palabras que Jesús le declara a la mujer Samaritana cuando ésta le
preguntaba acerca de dónde adorar a Dios, dándole una lección sencilla: que la
adoración a Dios no se debe limitar a una localización geográfica o regulada por las
provisiones temporeras de las leyes del antiguo testamento. Con la llegada, muerte y
resurrección de Cristo Jesús no hay distinción entre judío y gentil, y a través de él
todos podemos tener acceso equitativo a Dios.

Adorar es un asunto del corazón, comienza desde adentro de nosotros, no con


acciones externas y es dirigido por la verdad, para poder adorar a Dios en espíritu y
en verdad es necesario amar a Dios con todo nuestro corazón, nuestra alma y nuestra
mente (Mateo 22:37-38), porque nuestro espíritu es todo lo que somos, nuestro
corazón, alma y mente.

Una adoración como la que describe Jesús requiere una sintonía y armonía de todo
lo que somos dirigido a un solo propósito: agradar a Dios. Además, cuando adoramos
a Dios en verdad, nos colocamos en el centro de la realidad sobre quién es él, el
conocimiento de lo que ha hecho y la confianza en lo que ha dicho que hará.
Es por esta razón que tanto nuestro espíritu como la verdad y realidad de quien es
nuestro Padre deben estar presentes para que nuestra adoración pueda honrarlo. El
espíritu sin la verdad conduce a una experiencia llana, sobre-emocional y eufórica,
pero una vez cese la emoción, cesa también nuestra adoración, por otro lado, la
verdad sin espíritu nos puede llevar a cierto tipo de legalismo, sin gozo y sin pasión,
pero, la combinación de ambos aspectos de la adoración nos lleva a una apreciación
gozosa de Dios, a la luz de las escrituras.

No importa el lugar donde se lleva a cabo la adoración, si ésta es pasiva o más


expresiva, sino que lo más importante es a quién adoramos, nuestro Señor y Padre
celestial.

10. Hable sobre la esencia y forma de la adoración, ejemplo: la vida de Abel.

La esencia de la adoración no es externa, ni son actos localizados, sino una


experiencia interna, dirigida a Dios, que no ocurre fundamentalmente en los servicios
de la iglesia (aunque son importantes) sino en las expresiones diarias de lealtad a
Dios, en el modo en que administramos nuestras finanzas, o hablamos de Cristo, en
fin, lo que dedicamos a Dios. La esencia de la adoración es disfrutar a Cristo,
atesorarlo, apreciarlo, es estar satisfechos con Él.

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