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Final Física teórico: Ondas sonoras

Una onda mecánica es una perturbación que viaja por un material o una sustancia que es el
medio de la onda. Al viajar la onda por el medio, las partículas que constituyen el medio sufren
desplazamientos de varios tipos, dependiendo de la naturaleza de la onda.

Hemos visto ondas longitudinales y transversales:

Tres consideraciones importantes:

Primera, la perturbación siempre viaja o se propaga por el medio con una rapidez definida
llamada rapidez de propagación o, simplemente, rapidez de la onda, determinada en cada caso
por las propiedades mecánicas del medio.

Segunda, las partículas del medio en forma individual realizan movimientos verticales y
horizontales alrededor de sus posiciones de equilibrio. Lo que viaja es el patrón general de la
perturbación ondulatoria.

Tercera, para poner en movimiento cualesquiera de estos sistemas, debemos aportar energía
realizando trabajo mecánico sobre el sistema. La onda transporta esta energía de una región
del medio a otra.

Las ondas transportan energía, pero no materia, de una región a otra


Ondas periódicas:

La onda transversal en una cuerda estirada es un ejemplo de un pulso de onda. La mano


sacude la cuerda verticalmente una vez, ejerciendo una fuerza transversal sobre ella.

El resultado es un solo pulso que viaja a lo largo de la cuerda. La tensión de la cuerda


restablece su forma recta una vez que el pulso ha pasado. Se da una situación más interesante
cuando imprimimos un movimiento repetitivo, o periódico al extremo libre de la cuerda.
Entonces, cada partícula de la cuerda tendrá un movimiento periódico al propagarse la onda, y
tendremos una onda periódica.

Ondas transversales periódicas:

Suponga que movemos verticalmente la cuerda con un movimiento armónico simple (MAS)
con amplitud A, frecuencia f, frecuencia angular y periodo. La onda producida es una sucesión
simétrica de crestas y valles. Las ondas periódicas con movimiento armónico simple son
especialmente fáciles de analizar; y se las llama ondas senoidales. Cualquier onda periódica
puede representarse como una combinación de ondas senoidales.
Intensidad de las ondas:

Las ondas en una cuerda transfieren energía en una sola dimensión del espacio (a lo largo de la
cuerda).

Sin embargo, otros tipos de ondas, incluidas las ondas sonoras en el aire y las ondas sísmicas
en la Tierra, transportan energía en las tres dimensiones espaciales. Para ondas que viajan en
tres dimensiones, definimos su intensidad (denotada con I) como la rapidez media con que la
onda transporta energía, por unidad de área, a través de una superficie perpendicular a la
dirección de propagación.

Es decir, la intensidad I es la potencia media por unidad de área. Por lo regular, se mide en
watts por metro cuadrado (W/m2).

Superposición de ondas:

Una onda que llega a una frontera del medio de propagación se refleja. El principio de
superposición indica que el desplazamiento de onda total en cualquier punto donde se
traslapan dos o más ondas es la suma de los desplazamientos de las ondas individuales.

Ondas sonoras:

Las ondas mecánicas se describen primordialmente en términos de desplazamiento; no


obstante, por lo general resulta más adecuado describir las ondas sonoras en términos de
fluctuaciones de presión, sobre todo porque el oído es sensible principalmente a cambios de
presión. Cuando una fuente de sonido o un receptor se mueven en el aire, el receptor podría
oír una frecuencia distinta de la emitida por la fuente. Éste es el efecto Doppler, que tiene
importantes aplicaciones en medicina y la tecnología.

¿Qué es el sonido?

La definición más general del sonido es una onda longitudinal en un medio. Es una onda
sonora. El sonido puede viajar por cualquier medio sea gas, líquido o sólido.
¿Qué es una onda sonora?
Una onda sonora es una propagación gradual de una perturbación caracterizada por una
vibración de las moléculas del medio alrededor de sus posiciones de equilibrio (o estado de
reposo). Luego de una perturbación, provocada en principio por una fuente mecánica, las
moléculas experimentan pequeños cambios de presión (presión acústica). Las moléculas
chocan entre ellas para transmitir la deformación (perturbación) sufriendo de esta forma
micro-desplazamientos. Estas moléculas vuelven a su posición original cuando pasa la
perturbación. El sonido es una propagación de energía en un medio material sin transporte
de materia.

Una onda sonora es una sucesión de compresiones / dilataciones de las moléculas. En esta
animación, se observa que las moléculas vibran alrededor de su posición de equilibrio y no se
mueven mucho, solo unos pocos micrómetros.

Las ondas sonoras más sencillas son las senoidales, las cuales tienen una frecuencia, amplitud y
longitud de onda

El oído humano es sensible a las ondas en el intervalo de frecuencias de 20 a 20,000 Hz,


llamada gama audible, pero también usamos el término sonido para ondas similares con
frecuencias mayores (ultrasónicas) y menores (infrasónicas).

Las ondas sonoras suelen dispersarse en todas direcciones a partir de la fuente sonido, con una
amplitud que depende de la dirección y la distancia a la fuente.

En una onda longitudinal, los desplazamientos son paralelos a la dirección en que viaja, así que
las distancias x e y se miden paralelas entre sí, no perpendicularmente como en las ondas
transversales. La amplitud A es el máximo desplazamiento de una partícula del medio con
respecto a su posición de equilibrio. Por lo tanto, A también se conoce como amplitud de
desplazamiento.

Las ondas sonoras también pueden describirse en términos de variaciones de presión en


diversos puntos. En una onda sonora senoidal en aire, la presión fluctúa por arriba y por
debajo de la presión atmosférica (pa) en forma senoidal con la misma frecuencia que los
movimientos de las partículas de aire. El oído humano funciona detectando tales variaciones
de presión.

Una onda sonora que entra en el canal auditivo ejerce una presión fluctuante sobre un lado del
tímpano; el aire del otro lado, comunicado con el exterior por la trompa de Eustaquio, está a
presión atmosférica. La diferencia de presión entre ambos lados del tímpano lo pone en
movimiento. Los micrófonos y dispositivos similares por lo regular también detectan
diferencias de presión, no desplazamientos, así que resulta muy útil establecer una relación
entre estas dos descripciones.

Cuando una onda sonora entra en el oído, pone a oscilar el tímpano que, a la vez, hace oscilar
los tres huesecillos del oído medio. Esta oscilación se transmite finalmente al oído interno, que
está lleno de fluido. El movimiento del fluido perturba a las células pilosas que transmiten
impulsos nerviosos al cerebro, para informarle que está presente un sonido. Las variaciones de
presión en el fluido son lo que mueve las células pilosas.
Percepción de ondas sonoras

Las características físicas de una onda sonora tienen una relación directa con la percepción de
ese sonido por un receptor.

A una frecuencia dada, cuanto mayor sea la amplitud de presión de una onda sonora senoidal,
mayor será la intensidad del sonido al cual se le suele llamar, así que mayor será el volumen
percibido.

La relación entre amplitud de presión y volumen no es sencilla, y varía de una persona a otra.

Un factor importante es que el oído no es igualmente sensible a todas las frecuencias de la


gama audible.

Un sonido de cierta frecuencia puede parecer más fuerte que otro con igual amplitud de
presión, pero distinta frecuencia.

Tonos

La frecuencia de una onda sonora es el factor primordial que determina el tono de un sonido,
la cualidad que nos permite clasificarlo como “agudo” o “grave”.

Cuanta más alta sea la frecuencia de un sonido (dentro de la gama audible), más agudo será el
tono percibido. La amplitud de presión también ayuda a determinar el tono. Cuando un
receptor compara dos ondas sonoras senoidales con la misma frecuencia, pero diferente
amplitud de presión, aquella con mayor amplitud suele percibirse como más fuerte pero
también un poco más grave.

Ruido

A diferencia de los tonos creados por instrumentos musicales o las vocales del habla humana,
el ruido es una combinación de todas las frecuencias.

Un caso extremo es el “ruido blanco”, que contiene cantidades iguales de todas las frecuencias
de la gama audible que no varía ni amplitud ni frecuencia. Decimos que posee un Patrón de
ruido estable. Como ejemplos de ruido blanco encontramos el sonido del viento y el siseo que
hacemos al pronunciar la consonante “s”.

Velocidad de propagación de la onda: la velocidad del sonido:

Las reacciones de un fluido (que sería el medio donde se propaga la onda) sometido a
presiones y dilataciones dependen directamente del estado del fluido y de sus propiedades
elásticas.

La onda acústica se propaga así a diferentes velocidades en función de determinadas


características intrínsecas del medio que atraviesa: la compresibilidad (es decir, la capacidad
de volver a una forma original tras la deformación), y la densidad. Estos dos componentes
están influenciados por varios parámetros tales como: la temperatura, la presión y los cambios
del medio. Además, estos dos componentes tendrán menor importancia cuanto mayor sea la
velocidad de propagación de la onda (celeridad). La densidad, por ejemplo, se ve influida por la
temperatura, la presión y los eventuales cambios del medio.

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