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UNIVERSIDAD AMERICANA

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y DE LA SALUD

ESCUELA DE MEDICINA Y CIRUGÍA

NEUROANTOMÍA

CUARTO SEMESTRE 2022

BARRERA HEMTOENCEFALICA

Justine Valdés, 8-989-531.


Stacy Gómez, 8-982-2036.
Noemi Velásquez, 8-993-1780
Massiel Fernández, 8-974-1052
Yamisel González, 8-972-1792.
Sherry Jiménez, 8-974-1981
Jeanniecel Balabarca,8-945-1878.

Panamá, 20 de septiembre de 2022


Barrera Hematoencefálica

Un elemento protector es la barrera hematoencefálica. Como su nombre indica, se trata de


una barrera entre los vasos sanguíneos del cerebro (capilares) y las células y otros
componentes que forman el tejido cerebral. Mientras que el cráneo, las meninges y el
líquido cefalorraquídeo protegen contra los daños físicos, la barrera hematoencefálica
ofrece una defensa contra los agentes patógenos y las toxinas que pueden estar presentes en
nuestra sangre. La barrera hematoencefálica media la comunicación entre la periferia y el
sistema nervioso central (SNC).
Es una barrera altamente selectiva que sólo permite que las moléculas pequeñas, las moléculas
liposolubles y algunos gases pasen libremente a través de la pared capilar y al tejido cerebral.
Algunas moléculas más grandes, como la glucosa, pueden entrar a través de proteínas
transportadoras, que actúan como puertas especiales que se abren sólo para determinadas moléculas.
Esta formado de células especializadas como:

 Astrocitos  Pericitos
 Ependimocitos  Endotelio
Células endoteliales: La primera línea de defensa contra los factores circulantes para el cerebro es
una monocapa de células endoteliales cerebrales que están conectadas entre sí por medio de uniones
estrechas y uniones adherentes (Tietz y Engelhardt, 2015).
Atrocitos: Los astrocitos son las células más abundantes del cerebro y proporcionan un entorno que
ayuda a regular todos los aspectos de la función neuronal (supervivencia, desarrollo, metabolismo,
neurotransmisión). Actúan como sensores metabólicos en el cerebro respondiendo a los cambios en
el entorno local (García-Cáceres et al., 2016). En la BHE, los astrocitos ayudan a proporcionar
apoyo de mantenimiento y reparación a través de la liberación de varias moléculas efectoras Los
astrocitos envuelven el tubo vascular y ayudan a regular la regulación de iones y agua
Los pericitos se asientan en la superficie abluminal de la célula endotelial y están incrustados en la
membrana basal vascular y conectados físicamente a las células endoteliales cerebrales . Los
pericitos ayudan a mantener y estabilizar la monocapa de células endoteliales cerebrales regulando
la angiogénesis y depositando matriz extracelular. Además, existe una comunicación cruzada entre
la célula endotelial del cerebro y el pericito sobre la proliferación y la migración del pericito. Los
pericitos del SNC también tienen propiedades distintas a las de sus homólogos periféricos.

 Mantener la homeostasis iónica y la nutrición del cerebro


La BHB proporciona un microambiente controlado a través de una combinación de canales y
transportadores de iones específicos, que mantienen la composición iónica óptima para las
funciones de señalización neuronal y sináptica.
 Regular los niveles de neurotransmisores
Los sistemas nerviosos central y periférico comparten muchos de los mismos neurotransmisores,
por lo que la BBB ayuda a mantener separados los grupos de transmisores centrales y periféricos,
minimizando la "diafonía" y protegiendo al cerebro de cambios inesperados en sus niveles
plasmáticos.

 Limitar la fuga de macromoléculas plasmáticas al cerebro


La producción de LCR a partir del plasma, en condiciones normales, pasa por un eficiente proceso
de filtración en el plexo coroideo para eliminar las proteínas plasmáticas innecesarias. Este proceso
ayuda a controlar el contenido proteico del LCR y da lugar a cantidades mínimas de proteínas en el
LCR en comparación con los niveles de proteínas plasmáticas.

 Proteger el cerebro contra las neurotoxinas


En nuestra sangre circulan muchas neurotoxinas potenciales, incluidas las de origen endógeno,
como los metabolitos o las proteínas, o las exógenas, como los xenobióticos ingeridos en la dieta o
adquiridos de otro modo del medio ambiente. La función de la BHE es regular la entrada de las
diferentes sustancias circulantes en función de las necesidades del SNC.

Tres capas de barrera contribuyen a la separación de la sangre y los tejidos neuronales:


1) una capa de células endoteliales (CE) altamente especializada que constituye la barrera
hematoencefálica (BHE) y que divide la sangre y el líquido intersticial cerebral,
2) la barrera hematoencefálica (BCSFB) con el epitelio del plexo coroideo que segrega el
líquido cefalorraquídeo (LCR) especializado en los ventrículos cerebrales, y
3) el epitelio aracnoideo que separa la sangre del LCR subaracnoideo

 Barrera hematoneural
En el sistema nervioso periférico existe una barrera de estructura similar que limita la interacción
entre los nervios periféricos y la sangre circulante. A este sistema se le llama informalmente barrera
hematoneural.
 Barrera hematorraquídea
Existe otro sistema de barrera que actúa como interfaz entre la sangre y el líquido cefalorraquídeo -
LCR. Es conocida como la barrera hematorraquídea. Esta se compone de los siguientes elementos:
Endotelio fenestrado de capilares. Estas fenestraciones no son “verdaderas”, están selladas con finos
diafragmas que las hacen permeables a ciertas moléculas que no pueden pasar a través de la BHE
Membrana basal de las células endoteliales
Membrana basal de las células del epitelio coroideo (que produce el líquido cefalorraquídeo)
Epitelio coroideo, cuyas células están conectadas por uniones estrechas.
Este epitelio coroideo consta de células ciliadas cuboidales, equipadas con microvellosidades que
abarca mechones capilares. También el epitelio coroideo es continuo con la capa ependimal (células
de epitelio ciliado simple) del ventrículo, que contiene más uniones estrechas y como consecuencia
actúa como una barrera efectiva entre la sangre y el líquido cefalorraquídeo.
 Órganos circunventriculares
Es necesario mencionar que en el cerebro existen también áreas cuyos capilares tienen endotelio
fenestrado, en otras palabras no poseen BHE con el consecuente libre intercambio de moléculas
entre la sangre y las neuronas. Esas áreas desprovistas de BHE en el cerebro constituyen en sí áreas
reguladoras para el sistema nervioso autónomo y las glándulas endocrinas.
Estas son regiones del cerebro donde la barrera hematoneural se encuentra ausente. Esta adaptación
anatómica permite a áreas del cerebro monitorizar cambios homeostáticos en el sistema circulatorio.
Como resultado, el cerebro es capaz de detectar estos cambios e iniciar los procesos fisiológicos
necesarios y protectores para mitigar estas actividades. Existen siete áreas como esta
denominadas órganos circunventriculares.
Pueden ser divididos en órganos
 secretores y órganos sensoriales.
Los órganos secretores, como su nombre lo sugiere, son estructuras que liberan sus
productos directamente en el sistema circulatorio o en el líquido cefalorraquídeo. Sus productos
pueden ser neurohormonas u otras proteínas. Los órganos circunventriculares sensoriales incluyen a
la neurohipófisis (glándula pituitaria posterior), la glándula pineal, el órgano subcomisural y la
eminencia mediana.
 Órganos sensoriales
Los órganos sensoriales son responsables de monitorizar la circulación periférica y responder
apropiadamente para revertir esos cambios o eliminar toxinas. Estos órganos incluyen al órgano
subfornical, órgano vascular de la lámina basal y el área postrema.

IMPLICACIONES CLÍNICAS Y LA BHE


Dado que la BHE es una estructura cuya impermeabilidad es relativa y la estructura que la
conforma requiere de un periodo de maduración, prenatal y posnatal, es de comprender que la
integridad de la BHE está sujeta a la acción de múltiples sustancias que pueden modificar o destruir
la integridad anatómica y funcional de la BHE y llevarla al estado que se denomina apertura de la
BHE . Se conocen mediadores químicos que se liberan en condiciones patológicas y que tienden a
aumentar la permeabilidad de la BHE. Sólo para mencionar unos cuantos: glutamato, aspartato,
taurina, ATP, endotelina-1, óxido nítrico
Hemorragia intraventricular del bebé prematuro
Este evento casi siempre fatal se debe a la ruptura de la red microvascular en la matriz germinal
que irrumpe en la cavidad ventricular. Se debe a múltiples factores que indudablemente contribuyen
a elevar la presión intravascular sobre un común denominador de una BHE inmadura cuyas paredes
vasculares no se hallan totalmente desarrolladas: hendiduras intercelulares en proceso de formar la
unión estrecha, pies terminales de los astrocitos, pericitos y membrana basal en vías de completar el
desarrollo estructural.Se presentan en los pocos sobrevivientes alta frecuencia de convulsiones,
retraso mental, parálisis cerebral y, en la mayoría de los afectados, la muerte.
BHE, hipoxia e isquemia en niños y adultos
Cualquier evento hipóxico o isquémico va asociado a alteración de las uniones intercelulares y por
ende de la BHE, el evento es mediado por citocinas, factor de crecimiento del endotelio
vascular(VEGF)En otras palabras, la hipoxia/isquemia induce una cascada de eventos, las citocinas,
el VEGF, y el NO son los protagonistas, mientras que los astrocitos parecen desempeñar
principalmente un papel protector.
La BHE se afecta también en otras entidades neurológicas como las encefalitis infecciosas, los
tumores cerebrales, las enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer, trauma
craneano, en la esclerosis múltiple y la demencia por VIH. Las manifestaciones clínicas y las
lesiones que las caracterizan están directamente relacionadas con la ruptura de la BHE. La pérdida
de la impermeabilidad de la BHE está asociada tanto a la migración de leucocitos hacía el
parénquima cerebral con pérdida de las moléculas endoteliales: ocludina y zonula occludens, así
como a la interacción astrocitos, microglía y sistema inmune que conduce a la expresión de
citocinas inflamatorias, producción de toxinas y neurotrofinas, o bien daño vascular como en el
edema cerebral por causas traumáticas o por aumento de presión intracraneal o destrucción del
parénquima cerebral.
COROLARIO
Debe hacerse énfasis que dado que la BHE influye en la migración neuronal durante la ontogenia,
indudablemente si la BHE no logra consolidarse habrá alteraciones en la conformación de la
neocorteza y seguramente la repercusión caerá sobre la organización de las funciones cognoscitivas
y no sería raro que casos de malformaciones cerebrales también obedezcan a una BHE defectuosa;
por ejemplo, en el autismo, la dislexia, el retraso mental y posiblemente en casos de displasias
corticales focales. Desde el punto de vista inmunológico se ha establecido con precisión que la
permeabilidad de la BHE aumenta significativamente ante cualquier fenómeno inflamatorio del
SNC con la presencia del antígeno correspondiente, lo cual permite la migración al parénquima
cerebral de linfocitos T y leucocitos neutrófilos, que caracterizan a la inflamación; los mecanismos
moleculares incluyen una serie de factores que conllevan a la ruptura de la BHE en asociación con
las células perivasculares, sobre todo, la microglía
REFERENCIAS

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