Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA.
TEMA 8
CURSO 2020-21
ÍNDICE
¢ La CE de 1978 consagra el Estado de Derecho (art. 1.1), y con él, el sometimiento pleno de la
Administración a la Ley y al Derecho (art. 103.1 de la CE), encomendando el control de su actuación a los
Jueces y tribunales contencioso-administrativos (art. 106 y 153 de la CE).
¢ La LJCA supuso un gran avance, al prever como objeto del recurso contencioso-administrativo no sólo los
actos y disposiciones generales previamente adoptadas por la Administración, sino también su inactividad
y las actuaciones materiales en vía de hecho.
¢ Se configura como una autentica instancia jurisdiccional en la que se da cauce al control pleno de la
legalidad de la actuación administrativa, superando el carácter meramente revisor y, por ende, anulatorio
de épocas anteriores.
¢ C onsiguientemente, se admite cualquier pretensión de las partes fundada en Derecho, tanto la anulatoria,
como la de restablecimiento de la situación individual, y de condena a la Administración.
¢ Rige el principio de congruencia, según el cual el fallo debe ser congruente con las pretensiones de las
partes, sin perjuicio de que puedan plantearse por el Tribunal nuevos elementos de juicio, siempre que se
sometan previamente a las partes para que aleguen lo que consideren en Derecho.
1.2. Extensión y límites de la Jurisdicción contencioso-administrativa (I)
De este modo, la cláusula general combina el criterio subjetivo, con el objetivo o material, esto es, el recurso
contencioso administrativo podrá interponerse contra las actuaciones y disposiciones generales (criterio objetivo
o material) de las Administraciones públicas (criterio subjetivo) sujetas al Derecho administrativo (criterio
objetivo o material).
A) A estos efectos, se entenderá por Administraciones públicas (criterio subjetivo) (art. 1.2):
a) Las Administraciones territoriales (Administración General del Estado, de las CCAA, Entidades que
integran la Administración local).
b) Las Entidades de Derecho público que sean dependientes o estén vinculadas a cualquiera de las
Administraciones territoriales anteriores (incluye los Entes institucionales -por ejemplo: Organismos
Autónomos, Entidades públicas empresariales, etc.-, como las Corporativas, cuando ejerzan funciones
públicas), quedando excluidas las sociedades mercantiles de propiedad pública y las fundaciones
públicas).
A modo de resumen: La LJ califica como Administraciones públicas a todos los Entes del Sector público,
salvo los que hubieran adoptado formas de personificación estrictamente jurídico-privada (tales
como las sociedades mercantiles, o las fundaciones en mano pública).
1.2. EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-
ADMINISTRATIVA (II): CRITERIO OBJETIVO Y DEL RÉGIMEN JURÍDICO
Sin perjuicio de ESA CLÁUSULA GENERAL, la LJCA incluye, también, dentro de su ámbito de aplicación otros
supuestos adicionales atendiendo a criterios subjetivos y objetivos:
1º) El artículo 1.3 de la LJCA somete al control de los Tribunales contencioso-administrativos los actos y
disposiciones, en materia administrativa, de determinados sujetos que no son Administraciones públicas, dentro
de los que se incluyen los órganos constitucionales, judiciales y los pertenecientes a la denominada
Administración electoral.
2º) El artículo 2 a) LJCA incluye también el conocimiento de determinados aspectos de los actos políticos o de
gobierno, en concreto las cuestiones que se suscitan en relación con sus elementos reglados, la protección
jurisdiccional de los derechos fundamentales, y la determinación de las indemnizaciones que deban reconocerse
como consecuencia de la adopción de un acto político.
4º) El art. 2,d) de la LJCA atribuye a la Jurisdicción Contencioso-administrativa el conocimiento de los recursos
contra los actos dictados por LOS CONCESIONARIOS DE SERVICIOS PÚBLICOS, en el ejercicio de potestades
administrativas conferidos a los mismos (por ejemplo, el art. 130 del Reglamento de Servicio de las Corporaciones
Locales permite que se atribuya a los concesionarios de estos servicios la potestad de ejercitar la vía de apremio
para el cobro de tarifas).
Se trata de actos dictados por sujetos privados, ejercitados por delegación de la Administración, para asegurar
la buena marcha del servicio y para protegerlo de las conductas inadecuadas de los usuarios.
1.2. Extensión y límites de la Jurisdicción contencioso-administrativa (V):
Delimitación objetiva o material.
q La Planta de los tribunales contencioso-administrativos se compone de los siguientes órganos (art. 6 LJCA) :
¢ Juzgados de lo Contencioso-
Administrativo; Los órganos que sean
¢ Tribunales Superiores de Justicia (Salas de lo contencioso-administrativo); competentes para conocer
de un asunto, también lo
¢ J u zgados Centrales de lo Contencioso-
Administrativo; serán para conocer de
¢ A u d i encia Nacional (Sala de lo contencioso- todas sus incidencias y
administrativo); para hacer ejecutar las
¢ Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-Administrativo). sentencias que dicten.
Para la delimitación de la competencia entre dichos órganos, la Ley combina criterios orgánico subjetivos, funcionales,
materiales, cuantitativos y territoriales, utilizando, también, cláusulas residuales; criterios todos ellos no siempre de
fácil interpretación.
2.1 CRITERIOS DE ATRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS.
a)Criterio orgánico o subjetivo: La competencia del órgano judicial se fijará en función de cuál haya sido el órgano
administrativo que hubiera dictado el acto o disposición que se recurre (ejemplo: La Sala de lo Contencioso
Administrativo de los TSJ es la competente para conocer de los recursos contra actos y disposiciones dictados por el
Consejo de Gobierno de la correspondiente Comunidad Autónoma).
b)Criterio funcional: Es el criterio que se usa para determinar qué tribunal es el competente para conocer de los
recursos interpuestos contra las resoluciones de otros tribunales.
Conforme a este criterio, se establece si los tribunales conocen de un asunto en única, o primera instancia, o en
segunda instancia (la instancia es cada uno de los grados jurisdiccionales que la ley establece para ventilar y
sentenciar un asunto):
-Se dice que un juzgado o tribunal contencioso-administrativo conoce de un asunto en primera instancia
cuando su sentencia es susceptible de recurso de apelación ante otro tribunal distinto (por ejemplo: los
Juzgados provinciales dictan en primera instancia sentencias que pueden recurrirse en apelación ante los TSJ).
-Se dice que un tribunal contencioso-administrativo conoce de un Asunto en segunda instancia cuando resuelve
en apelación un recurso interpuesto contra una sentencia de otro tribunal del orden contencioso-
administrativo. (En el ejemplo anterior, los TSJ conocen en segunda instancia del recurso interpuesto contra el
Juzgado provincial).
-Se dice que un tribunal conoce de un asunto en única instancia, cuando no existiendo una instancia anterior en
el mismo asunto, la sentencia que recaiga no sea susceptible de un posterior recurso de apelación (por
ejemplo: por no cumplir los requisitos de cuantía).
c)Criterio material: Atribuye las competencias por razón de la materia (Por ejemplo: El Juzgado provincial
contencioso-administrativo es el competente para autorizar la entrada domiciliaria cuando sea necesario para
ejecutar un acto administrativo. Dentro de este tipo de atribución, puede reconocerse competencias por razón de la
cuantía.
d)Criterio territorial: Se utiliza como criterio de distribución el lugar donde se produce. Así, existen tribunales con
jurisdicción en todo el territorio del Estado (TS, Audiencia Nacional, y Juzgados Centrales de os Contencioso-
administrativo); y otros con jurisdicción en partes concretas del territorio (TSJ y Juzgados Provinciales de los
contencioso-administrativo). Como regla general se establece que será competente para conocer de un asunto el
tribunal en cuya circunscripción tenga su sede el órgano administrativo que dictó el acto o disposición impugnado.
3. LAS PARTES EN EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO: CAPACIDAD, LEGITIMACIÓN, POSTULACIÓN. (ART. 18 Y SS).
¢ Demandante (recurrente): Es la persona o personas que ejercitan la pretensión frente a una determinada actuación
administrativa. Es una parte necesaria, cuya posición corresponde normalmente a un sujeto distinto de la Administración, a
excepción de los procesos en los que una Administración impugna la actuación de otra; o del proceso de lesividad en el que
la Administración impugna los actos dictados por ella misma.
¢ Demandado/a (o parte recurrida): Esta posición corresponde a la Administración autora del acto o actuación recurrida. La
demandada es la Administración en su conjunto, que es la que goza de personalidad jurídica, y no el órgano concreto que
dictó el acto, y menos aún el titular del órgano.
¢ E n los recursos indirectos contra reglamentos en los que se impugna un acto, porque se considera que es ilegal
esa disposición general en aplicación de la cual se dictó el acto, se considera que cuando el reglamento hubiese sido dictado
por otra AAPP distinta a la que dictó el acto, la condición de demandada corresponderá a ambas Administraciones (art.
21.3 LJCA).
¢ L a Ley habla también de parte demandada (aunque suele hablarse en este caso de parte codemandada) para referirse a
«las personas o entidades cuyos derechos o intereses legítimos pueden quedar afectados por la estimación de las
pretensiones del demandante». Es una parte, que es potestativa, su personación no es obligatoria. La Administración
demandada es la que tiene la responsabilidad de emplazarlos, debiendo hacer constar, al remitir el expediente, las
notificaciones practicadas a todos los que aparezcan como interesados en el procedimiento (art. 49.1 LJCA).
¢ Debe tenerse en cuenta que la posición de codemandada solo sirve para oponerse a las pretensiones del demandante a
favor de la parte demandada, ya que de sumarse a las pretensiones de la parte demandante, la parte codemandada
incurriría en un supuesto de desviación procesal.
La ley atribuye también la condición de codemandada a «las aseguradoras de las Administraciones públicas, que siempre
serán parte codemandada junto con la Administración a la que aseguren» .
3.1 CAPACIDAD PROCESAL.
La capacidad procesal es la aptitud que una persona tiene para ser demandante o
demandado en un proceso.
1. Los menores de edad para la defensa de sus derechos e intereses legítimos cuya
actuación les esté permitida por el Ordenamiento sin necesidad de la asistencia
de la persona que ejerza la patria potestad, tutela o curatela (Como puede
comprobarse, la capacidad procesal contencioso-administrativo se corresponde
con la capacidad para ser parte en los procedimientos administrativos);
¢ Cabe distinguir:
«Las personas físicas o jurídicas que ostenten un derecho o interés legítimo», que ha de ser un interés actual y no
hipotético o futuro.
¢ H ay legitimación cuando la acción u omisión administrativa repercute de una manera clara y suficiente en la
esfera jurídica del administrado, aunque éste no haya participado en el procedimiento administrativo del que trae
causa esa actividad o inactividad de la Administración.
¢ No basta el mero interés en DEFENDER la legalidad, sino que la parte demandante ha de poder obtener un
beneficio/perjuicio o ventaja/desventaja CONCRETA del proceso, (por eso la jurisprudencia niega la legitimación al mero
denunciante, salvo en los supuestos de acción popular).
¢ También se exige LA LEGITIMACIÓN a las Administraciones públicas cuando recurren, debiendo concretarse en tal caso la
concurrencia de un interés público afectado, la afección a su ámbito de autonomía o a los fines públicos que persiguen.
¢ Además de esa legitimación individual, la Ley regula también la corporativa, al entender que también están legitimadas las
«corporaciones, asociaciones, sindicatos, o entidades afectados o legalmente habilitados, que resulten afectados o estén
legalmente habilitados para la defensa de los derechos o intereses legítimos colectivos», lo que ha sido objeto de
interpretación jurisprudencial amplia.
¢ E xisten, por último, dos supuestos especiales de legitimación: la acción popular (o acción pública) que se confiere a
cualquier ciudadano, aunque no ostente derecho o interés legítimo, en supuestos específicos (limitada tradicionalmente
al ámbito urbanístico, pero que se ha extendido, también, al patrimonio histórico, las costas y la de protección ambiental);
y la acción vecinal regulada en el artículo 68 de la LBRL como un supuesto de sustitución procesal para el ejercicio de las
acciones de defensa de bienes y derechos de las Entidades locales, que pueden ejercitar los vecinos en defecto de la
actuación de éstas.
3.3 POSTULACIÓN: REPRESENTACIÓN Y DEFENSA DE LAS PARTES.
¢ D e conformidad con el art. 23 LJCA, las partes deben comparecer ante los
tribunales representadas por un Procurador y defendidas o asistidas por un
Abogado. La representación se da en virtud de un poder notarial.
Los funcionarios públicos pueden comparecer por sí mismos para defender sus
derechos estatutarios, cuando se refieran a cuestiones de personal que no
impliquen la separación de un funcionario de carrera.
La LJ acota el objeto del proceso y sólo permite ejercer tales pretensiones sobre una serie concreta
de actuaciones u omisiones, que es lo que se denomina actividad administrativa impugnable.
2. LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS EXPRESOS O PRESUNTOS, que pongan fin a la vía administrativa,
ya sean actos definitivos, o actos de trámite cualificados.
¢ Son actos de trámite cualificado (los que deciden directa o indirectamente el fondo del
asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen
indefensión, o perjuicios irreparables a derechos o intereses legítimos) (art. 25LJCA).
4.1 LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA IMPUGNABLE (II)
En los casos en que la Administración -en virtud de una disposición general que no precise de
actos de aplicación o en virtud de un acto, contrato o convenio administrativo-, esté obligada
a realizar una prestación concreta en favor de una o varias personas determinadas. Así,
quienes tuvieran derecho a ella podrán reclamar el cumplimiento de tal obligación
(inactividad administrativa prestacional).
4. También es admisible el recurso contra sus actuaciones materiales que constituyan “vía de
hecho” (art. 30 LJCA), es decir, las actuaciones llevadas a cabo por la Administración sin un
procedimiento administrativo previo que les de cobertura jurídica (por ejemplo: ocupar un trozo
de terreno no expropiado para construir una carretera). La LJ da la posibilidad al particular, antes
de interponer el recurso contencioso-administrativo, de requerir a la Administración para que
cese en dicha actuación (ese requerimiento es potestativo).
4.2 LAS PRETENSIONES DE LAS PARTES.
¢ E n cuanto a las pretensiones de las partes (= petitum). Así, ya hemos visto que el recurso se interpone contra la actividad o inactividad de la
Administración, pero su objeto viene representado por las concretas pretensiones que las partes hagan en relación con dicha actividad o
inactividad.
a) Cuando se impugnan ACTOS ADMINISTRATIVOS O DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS, pueden ser de dos tipos (art. 31 LJCA):
1º) La declaración de no ser conformes a Derecho y, en su caso, la anulación de un acto o disposición administrativa.
2º) Que se reconozca una situación jurídica individualizada (por ejemplo: el derecho del recurrente a la apertura de un establecimiento), y
la adopción de las medidas adecuadas para el pleno restablecimiento de la misma (por ejemplo: La restitución de una finca expropiada),
entre ellas la indemnización de los daños y perjuicios,
No obstante, esta segunda pretensión tiene la limitación a la que se refiere el artículo 71.2 de la LJCA.
Por lo que respecta a la indemnización, se puede solicitar en vía judicial sin necesidad de tener que plantear previamente una acción de
responsabilidad patrimonial en vía administrativa.
¢ Cuando el recurso se dirija CONTRA LA INACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (art. 32 LJ), conforme a lo dispuesto en el art. 29, el
demandante podrá pretender que se condene a la Administración a que cumpla sus obligaciones en los términos que estén establecidas,
bien realizando la prestación, o bien llevando a cabo las actuaciones de ejecución necesarias.
¢ Si el recurso tiene por objeto UNA ACTUACIÓN MATERIAL o VÍA DE HECHO, el demandante puede pretender que se declare contraria a
Derecho, que se ordene el cese de esa actuación y que se adopten, en su caso, medidas de restablecimiento de la situación original y la
indemnización por los daños y perjuicios generados.
Por último, en relación con las pretensiones de las partes, debe tenerse en cuenta que en el orden contencioso-administrativo impera:
q El principio de congruencia: El órgano jurisdiccional juzgará dentro de los límites de las pretensiones formuladas por las partes.
q A demás, también relacionado con el principio de congruencia, y el principio de inalterabilidad de las pretensiones, las partes sólo podrán
plantear en vía judicial las pretensiones (o PETITUM) que hubieran hecho valer ante la Administración, en vía administrativa. Esta
limitación solo se refiere a la pretensión (o PETITUM), pero no a los motivos en que fundamenten esa pretensión: Por tanto, en vía
contenciosa pueden alegar nuevos motivos o fundamentos que no se hubieran alegado en la vía administrativa previa.