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SALUD COLECTIVA. 2017;13(2):307-320. doi: 10.18294/sc.2017.1164


Estudio de percepciones sobre la salud en
usuarios de la bicicleta como medio de
transporte

Study of perceptions regarding health in people who


use bicycles as a means of transport

Mario Jordi1

1
Doctor en Antropología RESUMEN El desarrollo de políticas de promoción específicas en algunas ciudades de
Social. Profesor contratado
doctor; Departamento
España en los últimos años ha propiciado un mayor uso de la bicicleta como medio de
de Antropología Social, transporte. En el caso de la ciudad de Sevilla, los desplazamientos diarios en este vehí-
Psicología Básica y Salud culo dentro del área metropolitana han pasado de ser cuantitativamente insignificantes
Pública; Universidad Pablo
de Olavide, España. * a suponer en solo cinco años más del 6% del reparto modal. A partir del trabajo etno-
gráfico desarrollado en la región andaluza entre 2013 y 2015, centrado en la implemen-
tación de entrevistas, grupos de discusión y foros participativos, en los que participaron
320 personas mayores de edad, en este artículo se describen desde un punto de vista
sociocultural las percepciones sobre la salud de los usuarios de la bicicleta como medio
de desplazamiento, visualizando algunos retos a afrontar en la promoción del transporte
ciclista en la ciudad. Entre los efectos referidos por los usuarios, destacan los relativos a
la percepción de mejoras sobre su estado de salud físico y en su bienestar emocional. El
resultado final apuesta por la problematización en el análisis de la relación entre salud y
ejercicio físico en la ciudad desde un enfoque socioantropológico.
PALABRAS CLAVES Ciclismo; Ejercicio; Promoción de la Salud; Planificación de Ciuda-
des; Percepción Social; España.

ABSTRACT In recent years, the development of specific promotion policies in some


Spanish cities has led to increased use of bicycles as a means of transport. In the case
of the city of Seville, bicycle commuting within the metropolitan area has gone from
being quantitatively insignificant to amounting to more than 6% of the modal share.
Based in ethnographic research carried out in the region of Andalucía between 2013
and 2015, implementing interviews, focus groups and participatory forums in which 320
adults took part, this article analyzes from a sociocultural point of view perceptions about
the health of those who use bicycles as a means of transportation and evidences some
challenges that need to be faced in promoting bicycle transportation in the city. Among
the effects reported by users, those relating to the perception of improvements in their
state of health and emotional well-being can be highlighted. The article concludes by
problematizating the analysis of the relationship between health and physical exercise in
the city from a socio-anthropological perspective.
KEY WORDS Bicycling; Exercise; Health Promotion; City Planning; Social Perception;
Spain.

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EL IMPACTO EN LA SALUD DEL USO emplea en término medio más de 30 mi-


DE LA BICICLETA COMO MEDIO DE nutos en los desplazamientos diarios, no se
TRANSPORTE URBANO consigue encontrar esa misma media hora en
el tiempo libre para poder hacer ejercicio(8).
El avance del sedentarismo en nuestras
El creciente proceso de privatización y sociedades se presenta en la actualidad como
motorización del transporte en las grandes un problema de salud que llega a alcanzar,
ciudades, ubicado dentro del modelo urba- desde algunas instancias, el carácter de pan-
nístico hegemónico, ha tenido una signifi- demia global(9). En términos cuantitativos, se
cativa incidencia en los patrones de movilidad ha estimado para el presente año una preva-
de la población, consolidando los hábitos lencia de inactividad física (es decir, de acti-
sedentarios y sus nocivas implicaciones, al vidad física inferior a los estándares fijados
mismo tiempo que ha generado un modelo por la Organización Mundial de la Salud)
de movilidad dominante que presenta un del 23% en adultos y del 80% en menores
amplio rango de problemáticas relacionadas en edad escolar(10). A escala europea, las
con el uso del espacio público, el deterioro estadísticas apuntan a un ligero repunte de
de la calidad del aire y, en general, la sosteni- esta inactividad física en los últimos cinco
bilidad ambiental y la deshumanización del años, pasando del 39% al 42%(11), cifras le-
medio urbano(1,2,3). vemente inferiores a las registradas en el caso
El uso de la bicicleta como medio de español (44%), en el que se observa además
transporte en las ciudades plantea una al- un mayor porcentaje de inactividad en mu-
ternativa a este modelo, en la línea de otros jeres, mayores y en personas con menores re-
impulsos y acciones, como los dirigidos al cursos económicos(12). Estas cifras no niegan
fortalecimiento del transporte público, a la la existencia de una relevante preocupación
circulación de vehículos motorizados no social por la salud, tanto a escala española
contaminantes o a la promoción de los des- como europea, así como una tendencia ge-
plazamientos a pie(4). Los beneficios de la neralizada a situar en la necesidad de mejora
presencia de este vehículo han sido anali- de la salud el motivo principal para hacer
zados desde diversos enfoques en los últimos ejercicio físico. Así, a nivel europeo, se ha
años, abarcando aspectos económicos, urba- estimado que para el 62% de las personas la
nísticos, sociales, ambientales y paisajísticos, salud se sitúa como la principal razón para
por citar algunos de los más relevantes(3,5,6). realizar actividad física o deporte, siendo este
En relación con la salud, el uso de la porcentaje del 73% para el caso español(11).
bicicleta plantea múltiples beneficios que En la comunidad científica existe un con-
considerar, si bien estos no han sido suficien- senso por el cual se entiende que el ejercicio
temente investigados hasta la fecha de un moderado reporta contrastables beneficios
modo sistemático por, entre otros, su com- para la salud. Evidencias epidemiológicas
plejidad y dependencia del contexto(7,8). En concretan las características ideales de este
primera instancia, se comprueba que despla- ejercicio en términos de ritmo, cantidad e
zarse en bicicleta significa una oportunidad intensidad. Las propias recomendaciones de
para realizar un ejercicio moderado para per- la OMS precisan aún más, añadiendo especi-
sonas que habitualmente no desarrollan acti- ficaciones por sectores de edad, de manera
vidades físicas diarias(1); una oportunidad que que, para una persona adulta de entre 18
es potencialmente aplicable a un elevado y 65 años, se establece un mínimo de acti-
porcentaje de la población, dada la presencia vidad física moderada de 150 minutos se-
de bicicletas en muchos hogares y su relativo manales para procurar mejoras y prevenir
bajo costo. Algunos estudios recientes des- enfermedades, contemplándose también la
tacan la posibilidad de resolver una paradoja posibilidad de combinación de actividades
recurrente en los hábitos de un gran número moderadas y vigorosas(13). Estas pautas de
de personas, según la cual, a la vez que se ejercicio reportarían efectos positivos en

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la prevención de enfermedades crónicas, claramente positivo y beneficioso para la
además de un impacto favorable sobre ante- salud(8), se han observado también riesgos y
cedentes y factores de riesgo, tales como la peligros, entre los que se destaca el riesgo de
elevada presión arterial y la obesidad(14). accidentes, cuyas cifras se estiman inferiores
En el caso del uso de la bicicleta en en aquellos entornos que presentan tráficos
desplazamientos cotidianos y de moderada rodados menos agresivos e infraestructuras
intensidad, los estudios basados en diseños ciclistas de calidad(19). Es preciso contemplar
de cohortes longitudinales, han resaltado las la importancia de la vertiente subjetiva del
evidencias de sus beneficios para la salud(1,7), riesgo, es decir, el modo en que este es per-
destacando la reducción en el riesgo de mor- cibido por los usuarios(20), cuya presencia es
talidad por enfermedades cardiovasculares, menor en lugares donde la práctica ciclista
la relación inversa con la incidencia de dia- se muestra más normalizada, teniendo en
betes y de diversos tipos de cáncer, así como cuenta una serie de factores asociados a las
una evidencia en el bienestar emocional per- características de la ciudad y al propio perfil
cibido. También se ha estimado la mejora de social de los usuarios, tales como edad, sexo,
la función cognitiva, así como la reducción experiencia y habilidad ciclista, entre otros(21).
del riesgo y de los síntomas de la depresión En cuanto a otros riesgos, como la exposición
aunque, en general, los impactos en términos a la contaminación atmosférica procedente
de salud mental, a falta de estudios concretos del tráfico, si bien se han encontrado algu-
aplicados a su uso, se han extraído de forma nas incidencias leves a corto plazo en sujetos
indirecta, es decir, a través de considerar expuestos a altas tasas de polución, no exis-
los beneficios de una actividad física leve o ten de momento estudios concluyentes que
moderada, extrapolándolos al uso de la bici- asocien la práctica ciclista con problemas de
cleta, como es el caso de la disminución de salud a largo plazo, lo que subraya la nece-
los síntomas de depresión(15). También se ex- sidad de emprender investigaciones de este
presa en la mejora de lo que algunos autores rango en el futuro(8).
han denominado “salud social”, en la medida
en que este vehículo, a diferencia de otros
medios de transporte, facilita el contacto y la El contexto de análisis: la eclosión de la
relación social, conectando las dimensiones bicicleta como medio de transporte en
psicofísicas y sociales(16). las ciudades andaluzas
En otros órdenes, el impacto del uso de
la bicicleta en la salud se ha analizado de un Pese al referido balance positivo en la
modo indirecto, mediante la mejora de la salud, la bicicleta sigue ocupando, salvo con-
calidad del aire, el menor uso del transporte tadas excepciones, un lugar marginal de forma
motorizado y, en términos de disminución generalizada en las planificaciones del trans-
de la contaminación sonora y paisajística, porte y en los diseños urbanos, así como en
facilitando una habitabilidad más humana las políticas de promoción de la salud(22). La
de la ciudad(1). También de forma indirecta realidad es que, a excepción de experiencias
se han valorado beneficios como el impacto ya asentadas en ciudades del norte y del centro
positivo en los balances económicos de las de Europa, y de otros entornos emergentes
administraciones públicas y de las asegu- donde se abre paso el uso de la bicicleta, esta
radoras, tanto por los menores costos deri- práctica suele ser minoritaria y excepcional(23).
vados de la atención sanitaria asociados a la A nivel social, las decisiones para optar por el
práctica ciclista(17), como por estimaciones uso de este vehículo pasan por un complejo
en las que se comprueban reducciones en abanico de razones y variables localmente
la mortalidad, incluso para pequeños incre- referibles a escala individual y colectiva.
mentos en el uso de la bicicleta(18). Razones que se apoyan en factores que parten
Finalmente, siempre dentro de un ba- de la posibilidad de acceso a este vehículo
lance que, en general, suele calificarse de (cuyo costo sigue siendo prohibitivo para los

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estratos socioeconómicos inferiores) y se am- de aparcamientos adecuados para bicicletas


plían a las condiciones orográficas, el clima, en origen y destino, el deficiente cuidado
las políticas públicas de promoción, el diseño de algunas vías ciclistas y, en general, la
de las infraestructuras viarias y las políticas de tímida contemplación de medidas de con-
movilidad y, por supuesto, a los hábitos, cos- cienciación y promoción social más allá del
tumbres y percepciones referidas a la propia empuje inicial a las infraestructuras(25,27).
población ciclista real o potencial, entre En este y en otros muchos casos, el estudio
otros(3,5,23). Todo ello en el escenario urbano, de las percepciones sociales sobre el uso de
pensado y concebido en los últimos decenios la bicicleta, incluido dentro del paraguas de
para la circulación de los vehículos a motor, lo que localmente se entiende como cultura
los cuales han ejercido su hegemonía conti- ciclista, resulta fundamental para explicar y
nuada sobre otras formas de desplazamiento, valorar el rumbo presente y futuro de este
imponiendo una poderosa barrera cultural(24). transporte(28). De modo más concreto, dada la
En el caso español, algunas ciudades han referida importancia concedida a la salud en
experimentado en los últimos años una sig- los discursos de los agentes sociales, se en-
nificativa emergencia del transporte ciclista. tiende que las percepciones socioculturales
Sevilla, junto a Barcelona y Valencia, ha sido referidas a la salud, en su asociación con la
uno de los casos más llamativos, por un cre- práctica ciclista en la ciudad, inciden en el
cimiento exponencial de usuarios entre los modo en que se contempla la posibilidad de
años 2006 y 2011, que ha supuesto alcanzar iniciar, mantener o abandonar el uso de este
una cuota de reparto modal del 6% (uno de vehículo. Tales percepciones no solo abarcan
los más altos del país) caso que ha sido objeto el universo de la autopercepción(29) sino que
de estudio internacional(25,26). Un crecimiento se extienden también a la valoración y a los
que se ha fundamentado básicamente en imaginarios sobre la salud en la sociedad y
una intervención pública decidida, centrada suponen situar en el análisis de los discursos
en el desarrollo de infraestructuras ciclistas una parte significativa de las interpretaciones
de calidad, incluida la construcción de una sobre el fenómeno estudiado.
articulada red de más de 180 kilómetros de
carril-bici y en la puesta en marcha de un
servicio de bicicleta pública. Posteriormente, METODOLOGÍA
este impulso ha tenido continuidad también,
a escala regional, con el llamado Plan
Andaluz de la Bicicleta, iniciado en 2014. Este trabajo se enmarca en el proyecto
Pero al peso de las iniciativas públicas se han de investigación “Movilidad Sostenible en
sumado también otros factores, como la cre- Andalucía: prácticas y discursos en el uso de
ciente preocupación social por la salud y la la bicicleta”, desarrollado entre noviembre
imagen física, la pérdida de poder adquisitivo de 2013 y septiembre de 2015, fruto del
de la población como producto de la crisis cual se han publicado recientemente una
económica, la creciente concepción de la serie de artículos, libros e informes de inves-
bicicleta como objeto de consumo atractivo, tigación(30,31,32). El objetivo general de dicho
el dinamismo de algunos movimientos y co- proyecto se centró en el estudio de los pro-
lectivos prociclistas y una mayor conciencia cesos de sostenibilidad urbana vinculados
y preocupación por el deterioro ambiental al uso social de la bicicleta como medio de
de la ciudad(27). Entre los retos a afrontar en transporte, siendo la salud un destacado eje
los últimos años, que han hecho que el cre- de análisis interpretativo. El carácter multidis-
cimiento experimentado se haya visto ralen- ciplinar de esta investigación –en la que par-
tizado, suelen referirse el escaso desarrollo ticiparon un total de 15 investigadores, en su
de la intermodalidad, abandonando la ne- mayor parte antropólogos y, el resto, de otras
cesaria conexión del transporte ciclista con disciplinas como la sociología, la arquitectura
otros modos de transporte público, la escasez o las ciencias ambientales– ha permitido

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aplicar una combinación de técnicas de in- 70 en Cádiz, 47 en Córdoba, 66 en Granada,
vestigación social encaminadas a analizar 49 en Málaga y 88 en Sevilla.
tanto los discursos como las prácticas de la Otras técnicas empleadas, centradas en
población en materia del transporte ciclista. este caso en los testimonios recogidos en
Dentro de esta combinación de técnicas, ha pequeños agregados de individuos, fueron
cobrado un especial protagonismo el enfoque los grupos de discusión y los foros participa-
etnográfico, a través de la realización de tra- tivos. Los primeros, 12 en total, se realizaron
bajos de campo presenciales, emplazados entre enero y junio de 2014 en las diferentes
en cinco grandes ciudades andaluzas: Cádiz, áreas de estudio, participando un total de
Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. Bajo el 105 individuos (52% hombres, 48% mujeres)
paraguas del trabajo de campo, las técnicas definiéndose el perfil de los participantes,
implementadas con mayor profusión han sido además del sexo, en función de una serie de
la observación participante y, sobre todo, las variables: perfil socioeconómico, edad, pro-
entrevistas en profundidad, las cuales tuvieron fesión y forma prioritaria de locomoción en
un carácter abierto y semidirigido, enmarcado la ciudad. El resultado fue la conformación
en un guión que abarcaba un conjunto de de grupos de composición heterogénea, tales
variables y temas de interés seleccionados como: grupos de población desempleada y
previamente. Los guiones fueron elaborados subempleada, estudiantes universitarios, mu-
de modo específico para cada uno de los si- jeres de clase trabajadora, conductores de
guientes colectivos relacionados con el uso taxi, funcionarios públicos, etc. La dinámica
de la bicicleta, considerados como grupos de planteada en los grupos de discusión partía
agentes representativos en este ámbito que, del lanzamiento inicial de la cuestión de la
lógicamente, albergaban solapamientos en movilidad en la ciudad, canalizándose las
sus tipologías: intervenciones durante la sesión bajo el prin-
cipio de la mínima injerencia por parte de los
ƒƒ Usuarios de la bicicleta moderadores. En cuanto a los foros participa-
ƒƒ Técnicos y representantes de asociaciones, tivos, estos se concibieron como espacios vin-
empresas y movimientos sociales culados a la participación de los principales
ƒƒ Técnicos y responsables agentes sociales relacionados con el trans-
de la administración porte ciclista, realizándose a finales de 2014
ƒƒ Usuarios de medios de transporte diez en total, dos por cada una de las cinco
motorizados de carácter privado y público grandes ciudades antes referidas. En este
ƒƒ Peatones caso, los grupos no se formaron por criterios
ƒƒ Usuarios de otros transportes socioestructurales, sino por una selección de
minoritarios y personas discapacitadas dichos agentes en el trabajo de campo previo,
siguiendo criterios bajo un triple nivel: repre-
Las entrevistas y conversaciones fueron sentativo, posicional y reputacional(33), inclu-
precedidas de una revisión y análisis de yendo así un amplio abanico del entramado
fuentes documentales vinculadas con cada institucional y asociativo (ciudadano, empre-
área de estudio (fundamentalmente norma- sarial y social). En las sesiones participaron
tivas y ordenanzas de circulación, planes de más de cien personas, y los testimonios
movilidad y planeamientos urbanísticos) y ofrecidos fueron encauzados por los mode-
tuvieron un carácter tanto formal como in- radores de un modo más específico que en
formal. En total participaron 320 personas los grupos de discusión, en este caso hacia el
mayores de edad, convocadas de forma doble frente de diagnóstico y formulación de
proporcional por sexo (en porcentajes apro- propuestas bajo el lema de la movilidad sos-
ximados del 60% de hombres y 40% de mu- tenible en la ciudad, con el apoyo en herra-
jeres, habida cuenta de que se trata aún de mientas de comunicación que favoreciesen el
un modo de transporte masculinizado) y re- diálogo democrático y la expresión equitativa
partidos territorialmente del siguiente modo: del discurso.

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Todas las sesiones de entrevistas y gru- con procesos como la atención y la preven-
pos fueron grabadas en audio y transcritas ción, requiere contemplar su inclusión en un
e incorporadas al diario de campo, para su todo estructurado, como refiere Menéndez,
posterior análisis y agregación por ítems constituyendo el complejo “salud enferme-
predefinidos, no empleándose programas dad, atención y prevención”(37), el cual pre-
informáticos específicos de apoyo a la in- senta poderosas raíces socioculturales. De allí
vestigación cualitativa. En todo momento se que se asuma que las percepciones sobre la
tuvo consentimiento informado de los sujetos salud sean poderosamente dependientes del
entrevistados acerca del objeto de la investi- contexto en el que tienen cabida(38). En nues-
gación, que participaron voluntariamente en tro ámbito de estudio, según se desprende del
el estudio y a los cuales se preservó su priva- análisis de los discursos de los usuarios de la
cidad y anonimato. Bajo el compromiso de bicicleta, las percepciones sobre la salud están
devolución de la información a los agentes vinculadas a diferentes factores, conectados
participantes se realizaron, además, sesiones con el contexto social, económico y político
de presentación pública de los resultados de de referencia, como desarrollamos a continua-
la investigación en las diferentes áreas, una ción, no tanto con pretensiones de exhaustivi-
vez que el estudio se consideró concluido, y dad sino de representatividad con respecto al
también se publicaron en acceso abierto en contexto de estudio.
internet algunos informes parciales, como los En primer término, encontramos que
correspondientes a los resultados de los foros en las grandes y medianas ciudades, por lo
participativos. general, las vinculaciones discursivas entre
uso de la bicicleta y salud están fuertemente
atravesadas por la variable edad, de modo
RESULTADOS: BICICLETA Y que la mayor parte de alusiones a la salud
PERCEPCIONES SOBRE LA SALUD provienen de sujetos, tanto hombres como
mujeres, que superan la frontera de los 40
años, estando dichas apelaciones tanto más
A la hora de analizar las percepciones so- presentes cuanto más se supera dicha edad,
ciales sobre la salud, desde un punto de vista a medida que los signos de envejecimiento
sociocultural, la incidencia de múltiples fac- comienzan a percibirse más claramente. En
tores implicados nos lleva a la necesidad de general, la menor aceptación social de tales
considerar la salud en su acepción ampliada, signos combina, según se desprende de los
incorporando dimensiones relativas al bien- discursos, la intensificación de una angustia,
estar físico, mental y social(34). Corbin, por no siempre explicitada, por la cercanía re-
ejemplo, precisa la vivencia diferenciada de lativa de la muerte, con el alejamiento del
la salud frente a la enfermedad en aspectos ideal del cuerpo joven.
vivenciales relativos a tiempo, espacio, mo- Por otra parte, respecto de los motivos
ralidad, estética, información, tecnología y para iniciarse en la práctica ciclista, resalta
relaciones interpersonales(35). En términos el relevante protagonismo entre los usuarios
socioculturales, la percepción de la salud se de las recomendaciones provenientes del
plantea como una experiencia de monitori- personal sanitario, ya sea con carácter pre-
zación del cuerpo, haciendo que la enfer- ventivo, sintomático o terapéutico; suge-
medad, la lesión o el dolor se muestren como rencias que, viniendo de los representantes
experiencias de descontrol corporal, esto es, de la medicina oficial, cimientan por lo ge-
como situaciones en las que “el cuerpo no se neral su poder de persuasión en cuanto a
da por sentado”, en una suerte de reaparición la modificación y reforzamiento de hábitos,
simbólica que implica emerger la autoper- como se expresa en el siguiente testimonio
cepción corporal(29,36). de un varón de 32 de años: “Tenía una lesión
En este sentido, la propia relación de la sa- de rodilla, me fui al médico y me dijo que me
lud, no solo con la enfermedad sino también comprara una bicicleta. Al principio no me

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gustaba demasiado y no la utilizaba […] pero que presentan hábitos ciclistas mantenidos
con el tiempo me he ido aficionando…”. En desde la infancia y en los que no aparece
su valoración cotidiana de los efectos físicos la referencia a la salud como justificación
del uso de la bicicleta, los testimonios de los prioritaria en sus discursos. Encontramos
usuarios refieren así experiencias variadas, este tipo de sujetos, fundamentalmente, en
siendo las más recurrentes la recuperación pequeños pueblos, tratándose por lo común
de anteriores lesiones articulares o muscu- de personas mayores que suelen presentar
lares, el fortalecimiento o recuperación del una autopercepción global de su salud en
vigor físico y el reequilibrio de los límites en términos positivos y que no suelen asociar
indicadores básicos como el colesterol, la directamente su práctica ciclista con la nece-
glucemia y los triglicéridos. En un extremo se sidad de mejora o mantenimiento de la salud,
encuentran aquellos beneficios declarados, sino que se justifica simplemente “porque
referidos en forma de auténticos “milagros”, siempre se ha hecho así”. Suele tratarse de
como los relativos a la mejora del estado de varones de edad avanzada, que vienen prac-
ánimo, al reforzamiento del sistema inmuni- ticando desplazamientos cotidianos en bi-
tario y a la superación de algunas adicciones, cicleta desde su juventud, en sus trayectos
como el tabaquismo, cuya práctica se en- diarios hacia el huerto, hacia el lugar de ocio
tiende para algunos incompatible con el pe- o compras, y cuyas actividades profesionales
daleo: “Llevo 10 años, no me he resfriado y han estado por lo general relacionadas con
en un mes que he estado cogiendo la moto oficios manuales o vinculados al ejercicio
[en lugar de la bicicleta] he caído malo” físico. Hábitos por tanto comúnmente ale-
(varón de 30 años). jados de cualquier fiebre o moda pasajera,
En general, practicado en condiciones de que no suelen provenir de recomendaciones
moderada a débil intensidad, y en ausencia médicas y que sitúan su raíz en una cultura
de pendientes empinadas, los usuarios suelen ciclista adquirida en las décadas de 1950 o
ponderar la bondad de este transporte, “para 1960, cuando el uso de la bicicleta como
no exigir demasiado al corazón […] porque medio de transporte no revestía el carácter
estás haciendo ejercicio, si tienes problemas excepcional que hoy presenta.
de piernas, de rodilla, circulación y tal, yendo El tamaño de la ciudad y, en general, su
a un ritmo tranquilo es bueno” (varón de 50 configuración urbanística influyen también
años), así como la facilidad para progresar en en la práctica ciclista y en los discursos sobre
el estado de forma autopercibido. La medida la salud asociados. Las ciudades de mayor
de los resultados positivos presenta concre- tamaño, en las que el tráfico motorizado se
ciones diversas en los distintos sujetos, que hace más omnipresente, no suelen ser atrac-
pueden asociarse con el cumplimiento de ex- tivas para el transporte en bicicleta y menos
pectativas individuales, el logro de objetivos aún si existen pocas medidas de disminución
concretos o la medida de las capacidades y del tráfico o bien no se dispone de un trazado
sensaciones adquiridas, entre otros factores. de vías ciclistas vertebrado y de calidad. En
Otro aspecto relevante a considerar es algunos casos, la propia configuración ur-
el modo en que se plantea la continuidad banística lleva a prescindir de la bicicleta al
o ruptura de hábitos consolidados con el ser esta sustituida por otra práctica habitual-
tiempo, sedentarios o activos, en su relación mente considerada saludable como es el ca-
con la percepción de la salud, lo que da lugar minar. Ocurre así en ciudades como Almería,
a implicaciones de diverso rango. Por una Huelva o Cádiz, en las que los desplaza-
parte, se da el caso recurrente de personas mientos diarios no suponen gran distancia, o
mayores de 40 años que rompen rutinas se- en aquellas zonas de otras ciudades, como
dentarias, asentadas durante muchos años, Sevilla, Málaga y Córdoba, cuyos centros his-
con prácticas ciclistas dirigidas, según relatan, tóricos, protegidos del tráfico rodado, cubren
“a mejorar la salud”. Por otra parte, existe una gran extensión. En dichos centros, donde
también un grupo significativo de usuarios se encuentran amplias zonas de interés

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(comercial, de trabajo o estudios), peatona- en las calles: a mayor concurrencia de estas


lizadas o de tráfico restringido, el cubrir los ciclistas en la urbe, el porcentaje total de mu-
trayectos a pie aparece en los testimonios jeres crece(39).
como “la mejor posibilidad para mantenerse El factor clase atraviesa de forma continua
sano” muy por encima de andar en bicicleta. las enunciaciones sobre la salud en bicicleta.
Miembros de una asociación de peatones de Como refiere Bourdieu(40), si en el cuerpo y
Málaga comparten esa percepción de que se en sus manifestaciones se inscriben las prác-
ha producido un cambio en la manera de re- ticas culturales de las distintas clases sociales,
lacionarse con el medio ambiente y la salud: el cuerpo puede evidenciarse como portador
de disposiciones de clase. Así, las alusiones a
Uno de los lemas de nuestra asociación la salud, como motivo principal para usar la
es justamente “andar es vida” y creo que bicicleta, se encuentran por lo general menos
cada vez hay más consciencia de eso y presentes en el discurso de personas que pre-
el tema de la salud está cada vez más sentan una situación económica más pre-
presente. Creo que se ha vuelto cada vez caria: trabajadores manuales o no calificados,
más a la calle, hay necesidad de espacio, inmigrantes con escasos recursos, personas
de estar al aire libre, de hacer un poco con trabajos inestables o desempleadas y, en
de ejercicio. Creo que va cambiando la general, personas en situación de exclusión
mentalidad. social. En algunos casos, persiste aún la vin-
culación ideológica de la bicicleta con un
Sin embargo, en muchos casos, el des- estatus socioeconómico bajo, de modo que
plazamiento a pie es complementario con los su uso aún se evita en muchos entornos por
desplazamientos motorizados, por problemas aquellas personas que se hallan en situación
de acceso o aparcamiento en las zonas ci- de exclusión o vulnerabilidad, en la medida
tadas, por lo que el primero (trayecto largo) en que tal uso se convierte en factor de clase,
se hace en vehículo motorizado y ya en el sobre todo si se concreta en desplazamientos
centro se camina. Cada caso presenta pecu- cotidianos y la bicicleta empleada es visible-
liaridades especiales, en las que intervienen mente de bajo costo. Con respecto al caso
una pluralidad de factores confluyentes: en de los trabajadores que usan la bicicleta
Granada, por ejemplo, la empinada orografía como medio habitual de trabajo, hay que di-
de sus calles del centro histórico desalienta el ferenciar varios subgrupos. Por una parte, se
tránsito ciclista por motivos de transporte. En encuentran aquellos que desempeñan oficios
general, el peso de las infraestructuras viarias y ocupaciones tradicionales, en los que los
cobra un protagonismo central, por lo que discursos de ahorro de costos o la imposibi-
aquellas ciudades con mejores vías adap- lidad de disponer de un vehículo motorizado
tadas para la circulación de bicicletas son las eclipsan las alusiones a la salud. Por otra
que más facilitan la incorporación de colec- parte, en nuevos oficios resignificados, en los
tivos que presentan por lo general menores que se ha incorporado la bicicleta reciente-
aptitudes o hábitos para el pedaleo, como mente (personal de limpieza, publicidad, se-
personas mayores, mujeres y niños. La tra- guridad, etc.) aparecen más recurrencias a la
dicional menor presencia de las mujeres en salud, comúnmente referidas al sufrimiento
el uso de la bicicleta se explica por muchas de los rigores de la intemperie, a los riesgos
razones, entre las que destaca la percepción asumidos por la circulación viaria y a los ri-
del riesgo asociado, aminorado por la exis- gores de la contaminación rodada.
tencia de carriles-bici o de tráfico reducido(30). Capítulo aparte merecen las alusiones a
De este modo, el discurso femenino sobre la la salud en términos de impacto en el bien-
salud en bicicleta está más afectado por tal estar emocional percibido. Un impacto que,
percepción del riesgo, una percepción que aunque se asocia comúnmente con el ci-
también se ve aminorada por el efecto multi- clismo recreativo, es uno de los elementos
plicador de la presencia de mujeres ciclistas discursivos que tienen mayor presencia en

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los relatos de la bicicleta como medio de el contacto sensorial con el medio. La posi-
transporte(1). Encontramos este tipo de re- bilidad de poder cambiar de paisaje (dando
ferencias entre usuarios adultos, hombres y un “pequeño rodeo” para llegar al destino,
mujeres, de un amplio rango de edad, entre evitando zonas motorizadas, ruidosas o con-
los que el uso de la bicicleta se presenta, a taminadas, etc.) resulta crucial a la hora de
veces, como remedio y, a veces, como an- procurar esas sensaciones que se entienden
tídoto contra las tensiones y riesgos emocio- sanadoras. En este punto, los cambios de
nales, ya sean ordinarios o extraordinarios. paisaje ideales para los usuarios son aquellos
Entre estos últimos, se buscan respuestas a que les procuran una mayor desconexión de
los sucesos traumáticos o a las experiencias la rutina urbana del hormigón y del asfalto, en
negativas que sitúan el uso de la bicicleta en su monotonía gris de ruido y contaminación.
casos de rupturas sentimentales, ausencias de No es casual que, para procurar esa desco-
seres queridos, pérdidas del empleo y otros nexión relativa, se prefieran los caminos
sucesos traumáticos. Las tensiones cotidianas cercanos a referentes naturales dentro de la
(entre las que destacan las laborales y fami- ciudad: arboledas, parques y veredas de ríos.
liares) son afrontadas también de este modo, Las emociones asociadas al entorno conectan
siendo los más referidos los desequilibrios y al individuo con la naturaleza (o con lo que
sobrecargas en el trabajo o las situaciones de quede de esta en la ciudad), al tiempo que lo
desempleo en el actual contexto de crisis y conectan “con uno mismo”, en un ejercicio
para los que se argumenta que el uso de la bi- de sanadora introyección favorecida por el
cicleta permite “despejarse”, “desahogarse” “medio natural”, en un mundo reducido a
o “llenar el tiempo libre”, mejorando en la condición de paisaje(40). En otros casos, se
general la autoestima, como en el siguiente eligen zonas peatonales concurridas, plazas
usuario: e incluso aceras, en las que el contacto social
aporta las experiencias placenteras.
Cuando me quedé en paro pasé por En los discursos relativos al uso de la bi-
distintas fases, una primera de intentar cicleta vemos como, aunque los problemas
buscar rápido otro trabajo. De esa pasé y las tensiones pueden ser de compleja e
a un pozo depresivo que me hacía que- intrincada raigambre (económica, sociofa-
darme en casa [...] Y, finalmente, fue mi miliar, cultural, ideológica, etc.), suele ser de-
mujer la que me dijo que por qué no nominador común el localizar en el cuerpo
cogía la bici, abandonada en el trastero la solución o salida a tales problemas y ten-
y salía a darme paseos para despejarme siones vitales. Es decir, el impulso por con-
la cabeza. A partir de entonces volví a trolar los avatares de la vida pasa en primer
retomar la pasión por la bici, que había término por intentar controlar el cuerpo,
abandonado hacía al menos diez años en sus posibles reinvenciones y resignifica-
por falta de tiempo, y porque para ciones(41). Pero ocurre, como ya señalamos,
el trabajo me desplazaba siempre en que tales acciones con base en el cuerpo
coche. (Varón, 45 años) se plantean como intervenciones muy vin-
culadas a la imagen física, en la medida en
Es preciso aclarar que los relatos de los que socialmente “estar sano” tiende a equi-
usuarios no solo sitúan las sensaciones de pararse a “parecer bello”. Curarse y cuidarse,
placer y bienestar emocional en el ejercicio como cuestiones sociales, se proponen
físico, por las endorfinas segregadas o por entonces como acciones dirigidas a procu-
la satisfacción de gozar de un mejor estado rarse respetabilidad(42). Para ello se fomenta
físico, sino en otros aspectos íntimamente adoptar una actitud proactiva en el cuidado
relacionados con el uso de la bicicleta, de uno mismo, cuestionando los límites cor-
como la vivencia de una mayor libertad de porales, dentro de una ética predominan-
movimientos, una destacada sensación de temente narcisista(43). Se trata, en suma, de
independencia y una mayor intensidad en “retomar el control de la vida”, de retrasar

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el envejecimiento, eliminando sus señales, padecimiento directo de accidentes cardio-


transformando la apariencia corporal según vasculares o lesiones articulares, como las
el canon estético vigente. Siguiendo la cate- más referidas. En otros casos, se reportan
gorización que propone Featherstone, las in- lesiones producidas como consecuencia de
tervenciones sobre el “cuerpo interno”, que malos hábitos posturales adquiridos encima
se relacionan a las preocupaciones sobre de la bicicleta o por el uso de materiales defi-
el óptimo funcionamiento del cuerpo, más cientes o inadecuados. Encontramos también
directamente vinculado con evitar enfer- un grupo significativo de usuarios que, sin
medades, se combinan con las relativas al hábitos deportivos previos ni forma física
“cuerpo externo”, al cuerpo vinculado a las adecuada, emprenden su práctica ciclista,
preocupaciones estéticas, de manera que la teniendo que abandonarla al poco tiempo
concepción de cuerpo saludable desembo- por lesiones y sobrecargas sobrevenidas. Son
caría en un compendio de ambas dimen- también frecuentes los casos de ciclistas que,
siones, sin que se pueda fácilmente dirimir habiendo cumplido el “deber” de su paseo
dónde empieza o acaba cada una(44). En diario, se ven en la posibilidad de conce-
nuestras sociedades, tales procesos de inter- derse “premios” en forma de excesos que en-
vención corporal pasan frecuentemente por tienden como “compensatorios” al ejercicio
el tamiz del consumo, en su lógica cortopla- realizado, tanto en la alimentación como
cista de seguimiento de modas y tendencias. en la bebida. A todo lo anterior es preciso
En nuestro caso, esto se apoya en la impor- sumar un hecho crucial, que radica en que la
tancia de un objeto como la bicicleta que, no medida exacta del ejercicio moderado, cla-
pocas veces, tras pasar la moda o el ardid con- ramente ponderado y acotado por las insti-
sumista, vuelve de nuevo al desván, siendo tuciones que promueven la actividad física,
reemplazado por otro objeto o elemento de no solo es difícilmente aprehensible para los
consumo elegido como locus de “sanación” usuarios, sino que puede estar muy afectada
y, a la vez, como elemento de ostentación por factores y circunstancias personales, so-
dentro de la nueva tendencia vigente. El co- ciales, de contexto o ambientales de difícil
rolario de este razonamiento lleva a retomar control y alta variabilidad. En ello no solo
la senda de interpretación según la cual los intervienen el nivel de autoconocimiento
cuerpos, antes disciplinados por instituciones de los límites físicos (que es menor en indi-
de poder en sus diversas manifestaciones a viduos con escasas trayectorias deportivas)
lo largo de la historia(45), ahora lo son por la sino en la continua observación de que el
dieta y el ejercicio físico autoimpuestos y por desempeño ciclista se ve afectado por un
el consumo asociado a ambos. sinfín de situaciones que implican cambio
Finalmente, en cuanto a la vivencia de de circunstancias o de contexto: prisas por
los perjuicios percibidos para la salud, en llegar al destino, giros climáticos repentinos,
términos de riesgos y lesiones físicas, junto cambios de itinerario, cargas imprevistas,
a las referidas alusiones al riesgo de caídas averías y accidentes, entre otros. De este
y percances vividos con el tráfico rodado, modo, se comprende que lo que en principio
más presentes en trabajadores en bicicleta se plantea como un saludable y aconsejable
y en colectivos menos habituados a este ve- paseo, desde un punto de vista médico puede
hículo, aparecen en primer lugar aquellas terminar convirtiéndose en una práctica de
prácticas más cercanas a la lógica deportiva, riesgo o incluso potencialmente peligrosa
en la que los excesos y descontroles de in- para algunos segmentos y edades.
tensidad suelen estar más presentes. Se En cuanto a los riesgos y perjuicios para
sitúa aquí un rango de usuarios que han la salud asociados a la contaminación urbana,
venido pedaleando durante años a un nivel si bien no suele referirse con frecuencia en
deportivo medio-alto y que de repente re- los discursos del usuario medio, su vivencia
ciben el consejo médico de abandonar la se acrecienta a medida que dicho usuario se
bicicleta, normalmente por la amenaza o el sitúa en entornos más contaminados, o en

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los que se convive más de cerca con vehí- al sedentarismo y a los perjuicios que oca-
culos motorizados, siendo en general el caso siona el transporte urbano motorizado. Una
de las ciudades más grandes y pobladas. Las parte de estos beneficios son indirectos, me-
personas con mayor sensibilidad a estos pro- jorando la calidad del medio ambiente de la
blemas son aquellas que los viven cotidiana- ciudad, haciéndola más humana y habitable.
mente más de cerca, como los trabajadores Otros beneficios son directos y provienen
que hacen uso diario y continuado de la bi- tanto de las connotaciones de este vehículo
cicleta. Junto a estos, se encuentran aquellos en cuanto a la libertad de movimientos, au-
usuarios que, por lo general, presentan ma- tonomía y ampliación del contacto sensorial
yores preocupaciones ambientalistas o per- con el entorno, como de su vinculación con
tenecen a colectivos probici, si bien estos el ejercicio físico. En este punto, es necesario
suelen centrar sus aspiraciones de salud en desligar tal ejercicio físico de su habitual in-
un entorno más socializado, abarcando lí- dulgencia frívola, por la cual “el deporte es
mites más colectivos en su concepción de la bueno para todos en cualquier circunstancia
salud. Es decir, más allá de las experiencias y lugar”(46) y, más aún, cuando hablamos de
personales, en sus discursos se habla de “una su relación con la salud(32). Por una parte, es
ciudad sana”, “la salud del planeta” o de la necesario contextualizarlo en el marco de una
“salud colectiva” como eje central para pro- sociedad que persigue la salud a través del
blematizar la contaminación urbana. Por ello, ejercicio físico, pero llega a ambos a través
sus relatos suelen expresar que las medidas de la primacía de la estética y el consumo.
de promoción ciclista no se dirijan exclusi- Por otra parte, se hace patente el difícil se-
vamente a los ciudadanos como individuos, guimiento por parte de los usuarios de los
ni se agoten en la promoción de hábitos ci- rígidos límites que sitúan al ejercicio dentro
clistas, normalmente de ocio y deporte. Se de los cánones saludables, es decir, dentro
propugna que dicha promoción se extienda de lo que desde las instituciones se concibe
también a medidas referidas a la potenciación como “ejercicio moderado” en términos
de la bicicleta como medio de transporte, de intensidad, duración y continuidad para
encaminados a la ciudad en su conjunto. Es cada circunstancia, edad y condición física.
decir, acciones dirigidas a la mejora de la ca- Las percepciones de salud de los usuarios
lidad ambiental, y concretadas en la mejora evidencian estos y otros aspectos, como los
de las infraestructuras ciclistas, el fortaleci- relacionados con la salud emocional, que
miento del transporte público y, en general, confirman la tendencia a corporeizar los pro-
la limitación del tráfico rodado. No pocos blemas y a buscar reequilibrios a las tensiones
de estos sujetos expresan la circunstancia de cotidianas en otros ambientes menos deshu-
sentirse en cierta medida mártires de la causa manizados y en otros medios de transporte
ambientalista: pedalear en aquellas ciudades más corporeizados. También evidencian
donde el tráfico motorizado se expande sin que, al ser la ciudad el escenario de la pro-
freno arroja interrogantes sobre si, apostando moción del uso de la bicicleta como práctica
por la salud colectiva, se está perjudicando la saludable, afronta en la actualidad difíciles
salud individual(31). retos ambientales, lo cual también afecta al
sentido de dicha promoción, en la medida en
que pedalear en la ciudad puede ser un ejer-
ALGUNAS CONSIDERACIONES cicio no siempre aconsejable desde el punto
FINALES de vista de la salud. En este punto, más que
una confrontación, el desafío fundamental
consiste en procurar una armonización entre
El uso de la bicicleta como medio de la salud colectiva y la individual, combi-
transporte urbano presenta múltiples be- nando medidas de promoción entre los in-
neficios para la salud, más patentes en la dividuos de hábitos sanos y saludables con
medida en que se plantean como alternativa reformas más ambiciosas, que pasan en el

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ámbito de la movilidad por una verdadera y sustitutorio. También la bicicleta debe des-
transformación de la ciudad desde sus basa- pojarse de su carácter frívolo que la relaciona
mentos estructurales, en la medida en que exclusivamente con el ocio o con el juego,
esta se encuentra hoy pensada, construida para poder plantearse como alternativa seria
y vivida en beneficio del transporte privado al modo de transporte hegemónico, lo cual
motorizado. Todo ello ante la necesidad de también plantea un necesario giro en las
superar un statu quo por el cual el imaginario percepciones sociales dominantes que sobre
hegemónico de la bicicleta se corresponde ella se mantienen.
con el de un objeto de transporte accesorio

AGRADECIMIENTOS 7. Pucher J, Dijkstra L. Promoting safe walking and


cycling to improve public health: Lessons from the
Este artículo es uno de los resultados del proyecto Netherlands and Germany. American Journal of
de investigación titulado “Movilidad sostenible en Public Health. 2003;93(9):1509-1516.
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cicleta”, financiado por la Consejería de Fomento 8. Götschi T, Garrard J, Giles-Corti B. Cycling as a
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texto de María R. Cabillas Romero y de Francisco
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FORMA DE CITAR
Jordi M. Estudio de percepciones sobre la salud en usuarios de la bicicleta como medio de transporte. Salud Colectiva.
2017;13(2):307-320. doi: 10.18294/sc.2017.1164.

Recibido: 30 de septiembre de 2016 | Aprobado: 26 de enero de 2017

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