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pero hay una razón justificable por la que no lo hice. Se que han
sido días importantes para ti y no quería arruinarlos.
Creo adivinar lo que estás pensando, y lo entiendo; se que no
tendrías porque leer esto. Pero quiero hacerte saber, que estás
letras tienen mucho significado cuando las lees. El objetivo que
tengo es mostrarte esta parte de mi, para que me puedas ver de
una manera distinta a la que me ves ahora y para que sepas cuan
culpable me siento.
Si al final no he logrado convencerte de nada… Bueno, si no
logro convencerte… al menos quiero que esté sea el último
recuerdo que tengas de mí.
~BRAYAN~
DIA 1
UN PLAN FALLIDO.
Han pasado solo horas desde que decidí enviarte esa estupidez y ya
me siento culpable por haberlo hecho. Después de que inútilmente
te bloqueé, me senté a leer un libro de Alice Kellen que compré
hace poco. Estaba distrayéndome, convenciéndome de que no me
sentiría mal, tal como lo acaba de decir en aquel mensaje. ¿Tú
sabes de lo que hablo… que cuando uno se enfoca en no pensar en
un asunto y resulta que lo piensa aún más de la cuenta? Lo sé, es la
conciencia que nos persigue a todos, a unos más que a otros, pero
resulta que a mí siempre termina alcanzándome.
Empecé a recordar cómo había planeado todo desde el principio. A
veces me da nostalgia que no pueda contarte cómo me preparo
para una <<misión de desbloqueo nivel Liss>> No es fácil para
mí, porque me cuestionó bastante, ¿sabes? Porque se lo difícil que
es para alguien como yo (con mi intelecto) sostener una relación
amistosa estable contigo una vez que lo consiga, porque soy la
persona más inexperta en temas de interacción social que puedas
conocer. Yo me desespero demasiado, con eso de que si contestas o
dejas de contestar, y también esta el asunto ese de la dignidad (que
si ruego… o no ruego) que en serio me tensa.
Quiero decir que todo empieza extrañándote, luego mi corazón
convence a mi cerebro de que esto lo hace solo para restaurar un
lazo roto y que solo así dejará de contraerse cada vez que piense en
ti. Obviamente termina convenciéndolo (el maldito es muy
persuasivo). Y luego llega la parte difícil, la cual es planear el
momento-circunstancia más sutil para ejecutar la misión. Yo
recuerdo cómo fue está vez y a decir verdad, no lo planeé…
Seguro has de recordar que todo esto empezó en una fecha, el 8 de
Marzo; el día de la mujer. No tenía planeado hacerlo ese día,
primero quería prepararme para aparentar ser alguien realmente
agradable para ti. Tenía planeado hacerlo el día que me graduará.
El día que recibiera mi diploma. Sería una excusa aceptable para
poder hacerte una llamada y luego agradecerte, porque eso de
querer estudiar había sido por ti. Pero me pudo el afán, tal vez creí
que Rusia acabaría con todo el mundo esa semana y me quedaría
con las ganas de arreglar las cosas contigo. No lo podía permitir.
Ese día me desperté y escuché a mis compañeros bromeando y
felicitándose entre ellos. Se decían entre sí <<Feliz día de la
mujer>> y se respondían cosas graciosas. Me reí un poco mientras
lo hacían, pero luego caí en cuenta de que esa seria mi
oportunidad, y comencé a escribir antes de irme a trabajar. Me
sentí afanado esa mañana, así que me fui a trabajar sin terminarlo.
Cuando regrese a la casa para desayunar continué escribiéndolo en
mi teléfono. Dedique un buen tiempo a ese mensaje y a añadir
aquellas palabras que me había guardado por un tiempo. Después
llegó la parte difícil; y era conseguir un teléfono para enviar el
mensaje, ya que el mío tenía bloqueado ambos números. Cuando
termine de escribirlo, ya todos mis compañeros se habían ido a
trabajar, así que no tuve más opción que tomar el teléfono de
alguien a quien le tengo confianza (sin permiso). Conocía el patrón
de desbloqueo de ese teléfono porque a veces le comparto internet a
aquel señor, así que lo usé. Envié el mensaje esperando lo peor,
sabía que existía la posibilidad de que no te agradara lo que había
escrito, admito que incluso pedí ayuda divina para que me
respondieras de una manera que no me hiciera sentir mal. Mi
corazón se aceleró al escuchar tu voz después de tan largo tiempo,
pero no fue solo por eso; el señor había llegado antes que yo a
tomar el teléfono y había visto un mensaje nuevo recibido (por
supuesto, era el tuyo). Yo estaba mirando la expresión de extrañeza
que tenía en su cara mientras veía la pantalla. Yo estaba a una
distancia corta, solo que no sabía cómo explicarle que había usado
su teléfono (que me había metido a privacidad y había ocultado
toda su información personal), cuando de repente escuché tu voz, y
obviamente tuve que actuar. Ese mensaje era mío, SOLO MIO…
No le quite el teléfono de las manos, pero si puse mi dedo en el
sensor de proximidad para poder pausar el audio, solo se escuchó
el <<Hola, muy buenos días, emm…>> nada más. Efectivamente
tuve que explicarle todo y él lo entendió. Me dijo que lo podía usar
cuando lo necesitara y yo pues feliz. Reproduje ese mensaje como
treinta veces ese día, me gustaba escucharlo todo, pero amaba la
parte en la que decías <<veo un cambio>> porque en realidad era
lo que quería mostrar, y aunque no fuera así, me sentía contento de
que fuera la impresión que te había dado.
Pase algo de vergüenza algunas veces con el señor (por cierto, su
nombre es Isain, pero todo el mundo lo llama “Gordo”), yo le pedía
varias veces el teléfono para revisar tus respuestas y a veces me
decía cosas como “es bonito estar enamorado, ¿cierto?” y yo
sonreía negando con algo de incomodidad. Resulta que el señor
tenía una relación con una mujer más joven que él y esa semana
estaban mal, por esa razón me dijo una vez “nadie nos escribe
Brayan, nadie nos quiere, ¿Qué hacemos?” Yo me reía y le
respondía, “hay que esperar, Gordo. Ya casi”. Más adelante supe
que esa relación se terminó. Pero bueno, a mi tampoco me llegaron
más mensajes desde aquella vez, tampoco me habías desbloqueado
de WhatsApp, así que pensé que talvez te habías arrepentido. OH,
RECORDÉ ALGO: él me conto que lo habías llamado para
preguntar por mí, pero me lo dijo mucho tiempo después.
No sé realmente que día me desbloqueaste, pero recuerdo que el día
que volví a ver tu foto de perfil en mi teléfono sentí un alivio muy
profundo, y la culpa que sentía empezó a desaparecer. ¿Sabes?
Alguna vez pensé que habías cambiado de número, porque tuviste
por mucho tiempo esa foto de perfil del anime donde aparecía la
chica del tenedor. Yo siempre agregaba tu número a un teléfono
desconocido solo para revisar tu perfil, y después borraba el
número. Después de ver tantas veces el mismo, había perdido la
esperanza de que pudiera volverte a enviarte un mensaje
clandestino. Al final cambiaste de perfil y entonces deje de hacer
vanas suposiciones. Cómo ya lo sabes, me sé tú número de
memoria, ya lo uso como contraseña de vez en cuando y quiero que
sepas que jamás lo voy a olvidar. Se que lo que siento cada vez que
llamo o envío un mensaje a ese número es raro y especial.
Se que pronto estás letras llegarán a ti (si es que no me arrepiento
durante los siguientes días) y puede que te parezcan algo extraño,
pero quería que supieras esto. Lo sé, yo fui quien decidió ignorar lo
que hice para volver a hablar contigo después de tanto tiempo, pero
ya me siento culpable, y ahora te siento tan lejana… Soy un
aficionado a ti y no puedo argumentar nada en mi defensa, solo se
que lo soy…
DIA 2
EL REINCIDENTE
Ayer se me acabaron las vacaciones (esas que yo mismo me doy),
así que tenía que volver a Campoalegre. Casi no podemos viajar
hoy, los buses en Gigante pasaban todos llenos en su totalidad, mi
padre y yo tuvimos que llegar cada uno en distintos buses. Odio
este tipo de fechas por ese motivo del tráfico. Cuando recién llegué,
caminé un poco y estuve frente a la floristería dónde te compré
aquel ramo de flores. He pasado muchas veces por ahí y la verdad
es que inevitablemente me recuerda a ti. Se que es extraño, pero en
ese momento no pensé en más que comprar uno y aparecerme en la
puerta tu casa e intentar hacer las pases, cómo lo hice esa primera
vez. El orgullo me detuvo. Pensé… que ya se ha repetido
demasiadas veces la misma historia y que así lo intentase una vez
mas… no haría la diferencia. Siempre termina con un bloqueo…
Liss, alguna ves te has puesto a pensar si tienes claro cual es la
primera imagen que recuerdas en tu infancia, esa imagen del
momento justo en el que empiezas a tener conciencia…? En mi caso
si la recuerdo muy bien: recuerdo que era muy pequeño. Recuerdo
tener la vista hacía abajo, que usaba unas bermudas cortas y que
tenía ambas rodillas heridas (raspadas). Cuando ese recuerdo vino
a mi cabeza no podía entenderlo realmente, era una imagen quieta,
sin sentido. No recuerdo cómo era alrededor en dónde estaba, ni un
sonido; solo mis rodillas heridas. Cuando ya crecí un poco más
recordé esa imagen y me decidí a preguntarle a mi madre sobre ese
recuerdo que tenía. Ella sonrió antes de contestar, y lo que me
contó después lo dijo entre risas y yo también tuve que hacerlo al
final: Me contó que cuando era muy pequeño vivíamos en una casa
que tenía un escalón muy alto entre el corredor (el cual no tenía
piso) y la habitación donde dormía; y me ponían en el caminador
para que aprendiera a caminar. Me dijo que no me podía descuidar
un momento cuando estaba montado allí, porque yo era bastante
inquieto y siempre quería seguirla. Decía que nunca aprendía, ya
que cada vez que me dejaba solo en esa habitación, para cuando
ella volvía, yo inevitablemente yacía en el suelo de aquel corredor,
llorando y con el caminador encima, sin oportunidad de poder
levantarme solo… Me siguió contando que cuando aprendí a
caminar lo seguía haciendo, y que era algo raro (me dijo), porque
cada mañana que me levantaba, me bajaba de la cama y corría
desesperadamente hacia donde ella siempre se encontraba, pero
para llegar a la cocina, tenía que atravesar ese corredor, y como
resultado final… un estruendo que le avisaba siempre que ya me
había despertado. Me dijo que por esa razón muchas veces me
raspé las rodillas y ella siempre tenía que hacerme curaciones.
Lo sé, es gracioso cuando se escucha así, pero ahora, ya dejó de
serlo…
Liss, se que ya no soy ese niño pequeño que ignoraba tantas cosas.
Se que hace mucho aprendí a caminar… pero al parecer sigo
ignorando aquel maldito escalón (el cual es mi arrogancia). Aún no
logro saber cual es el verdadero objetivo por el que decido correr
desesperadamente hacia esa zona de confort, pero ya llevo muchas
veces cayendo aquí, en este olvidado corredor; el mismo en el que
siempre terminó sintiéndome mal y malditamente miserable, y lo
peor de todo, es que justo ahora tú no sabes que me encuentro aquí,
con la culpa encima y sin poder hacer mucho para cambiarlo…
He querido sostener todo lo que escribí ayer en ese chat, pero no
puedo. Simplemente no puedo hacerlo, porque todo lo que dije es
una vil estupidez…
DIA 3
UN SENTIMIENTO DE CULPA
Hoy me desahogué y… no sé si te vayas a dar cuenta. Hoy te escribí
un mensaje en Messenger pero en realidad no quiero que lo leas, en
realidad no fui… Después te lo explico. Bueno, es que hoy estuve
pensando en tantas cosas sobre mí, que al parecer ya me estoy
volviendo un poco experto en inteligencia emocional. Eso me causa
un déficit de atención bastante serio, pero de vez en cuando hay que
dedicarle el pensamiento a las emociones, ¿No te parece justo? A
veces pienso que eres una especie de psicóloga, ¿Sabes? Hoy
recordé aquella vez que falle ese test de personalidad contigo
mientras hablábamos por teléfono: cuando me preguntaste que si
llegáramos a ir a París juntos, me quedaría a vivir allí, o solo iría
de paso. Recuerdo que respondí <<de paso>> (Bueno, en realidad,
no es que París me guste como un sitio para vivir. La torre Eiffel es
algo majestuoso y el río Cena también, pero aún así, sigue sin
gustarme la ciudad de las luces). Demostraste tu disgusto ante mi
respuesta y bueno… yo supe que lo había arruinado. El punto es
que ese día descubriste el defecto más grande que tengo en mí, el
cual es que soy muy dado a estar satisfecho con méritos pequeños.
Se lo que estás pensando: que tengo un “complejo de
conformismo”, pero no es así del todo. No lo es psicológicamente.
Todo se basa en un solo punto de partida, el cual es mi maldita
autoestima: la cual al ser tan baja, hace que las expectativas que
tenga sobre mí lo sean también, y cómo resultado, obtengo esa
cualidad de mediocre que tanto me caracteriza.
Se lo que piensas de mi, y se que no es nada bueno, seguro en este
momento piensas que soy alguien delicado, que se ofende con poco,
quizá que soy impulsivo, prepotente, desinteresado y demás cosas,
pero lo que en realidad pasa, es que a veces siento estar en un
punto de confort que me niego a estropear, y lo único que quiero
hacer es dejar de alterar las cosas. Te explico:
Todo el problema empezó por ese mensaje donde no te quise
responder al porqué había desaparecido esos dos días, y dije haber
estado <<ocupado>> Bueno… mentí un poco. Realmente no es que
haya estado haciendo mucho; en esos días fui al cementerio (en
Tarqui), estaba visitando la tumba de mi madre, creo que fue lo más
loable que hice esa semana. El resto del tiempo me la pasé
haciendo cosas sin sentido y también viendo el anime que
mencionaste te gustaba ver (Naruto); no te lo había comentado
porque una vez te hice una especie de crítica al respecto y pensé
que me lo echarías en cara. Además odio que me digas
<<copión>> Tengo 225 capítulos descargados en mi teléfono, y
para respuesta a mi pregunta, SI ES MUY ADICTIVO…
En los días anteriores habíamos tenido unas conversaciones
bastante entretenidas (para mí), créeme que estaba muy satisfecho
de que la conversación fuera fluyendo, y resulta que me empecé a
hacer iluso de que si podría sostener una amistad de nuevo contigo;
desde cero, sin recordar nada de lo pasado. Claro esta que uno que
otro mensaje me bajo algo la moral, pero cuando lograba hacerte
reír, volvía a subir. Quiero que sepas que siempre envidie a las
personas que lograban enviarte un mensaje lo bastante cool como
para que lo subieras de estado, cuando lo hiciste esa noche, mis
neuronas querían brincar de orgullo, era un logro para mí. Lo
guardé cómo un pantallazo del recuerdo. Entraba a revisar tu perfil
a menudo para ver qué no lo habías quitado. Es que en serio me
emocioné. Lo se, me conformo con poco, pero había disuelto tu
enojo por no contestar la llamada aquella vez. Decidí dejar de
escribirte por mera voluntad, simplemente las cosas iban bien, tal
como quería. Es solo que suele pasar que siempre que me meto
contigo, me vuelvo emocionalmente dependiente (me siento bien si
logro llevar bien la conversación, pero me siento pésimo si te hago
enojar) y la verdad odio que me pase. Por eso quise dejarlo hasta
ahí; quieto. Sereno. Quería que ese fuera el último recuerdo que
tuvieras de mí. Pero lo arruiné. Al tercer día ya me hacía falta
saber de ti, ya me había acostumbrado, creo. De allí en adelante
todo fue mal, no pude reponerlo y lo arruiné…
Hoy es lunes y se que hoy ingresabas a estudiar. Es raro, eso de que
nunca podemos estar en nuestros días importantes. Ya quisiera
estar escuchando ese audio enorme, en dónde me contarías cómo te
había ido este día y las cosas que habían pasado, pero por culpa de
mi falta de carácter me lo estoy perdiendo.
Lo siento, creo que hoy me deje llevar, creo que no escribiré más.
No quiero escribir nada que ya no sienta. Además, mañana tengo
que madrugar, así que ya me iré a la cama…
DIA 5
EL MORRONGO
Espero no estés enojada por lo que escribí anteriormente. Mi
intención era hacerme entender un poco. Soy consiente de que en
realidad soy quien siempre se equivoca… y que tú eres quien tiene
realmente la razón.
Con respecto a mi suerte, este miércoles fue mejor de lo que
pensaba y no me refiero al clima, porque a decir verdad llovió todo
el maldito día. Me refiero a que fue algo divertido. No sé que tiene
la lluvia, pero hace que mis compañeros hablen más de lo normal,
al punto de que gritan. Deberías escuchar la algarabía que
hacemos cuando se acerca un aguacero y aún más cuando nos cae
encima, parecemos unos locos. Aquí, cuando se escucha la frase
<<sáquenlos y desarrúguenlos>> significa que pronto va a llover y
es el momento en el que todo el mundo va a buscar sus
impermeables. No sé si soy al único que se le hace gracioso ver eso,
tal vez sea porque yo siempre los tengo cerca y no tengo necesidad
de correr como lo hacen algunos. Después llega la mejor parte y es
cuando ya ha llovido y el terreno se pone liso. Allí es donde
empieza la magia (debo indicar que solo ocurre en lugares
pendientes). Digo magia porque las personas en un momento las
ves y al otro no, porque desaparecen dramáticamente entre las
ramas de café. Eso pasa porque al estar mojado el suelo se deslizan
y terminan como cinco metros más abajo de donde estaban
inicialmente, algunos se ríen, otros reniegan. Yo… no hago
ninguna, acepto mi destino tal y como viene (Ok no). No niego que
a mí también me pasa a veces, pero muy poco. Aprendí a usar mis
poderes arácnidos hace mucho tiempo, pero odio cuando me fallan
y termino jugando al tobogán de tierra sin quererlo. Recuerdo
haberme hecho daño muchas veces, pero esos recuerdos son los que
me enseñaron que debo pararme bien, como un verdadero hombre
lo hace :v
Debo mencionar algo más relevante, porque como olvidar la parte
en la que debemos llevar los bultos hasta la casa. He amado (nótese
el sarcasmo) la imagen en la que caminamos uno tras del otro en
fila india, como si fuésemos burros de carga, de hecho así nos
llamamos cuando bromeamos en grupo: LOS BURRITOS DE
OREJA REDONDA…, no solo porque cargamos grandes pesos y a
distancias largas, sino porque nos dejamos dominar por un patrón
al cual le trabajamos por un precio bastante mediocre, cuando
sabemos que las condiciones dan para uno más justo.
Bueno, ¿Que podré concluir después de todo esto? Me doy cuenta
de que somos tan distintos tú y yo. Me preguntó cómo hubiera sido
si mi intento de conquistarte hubiera funcionado a la primera; seria
como el clásico cliché de el joven campesino que conoce a una
hermosa chica pueblerina, de la cual se enamora y después termina
conquistándola, ¿No lo crees? El único tópico que faltó, es que yo
fuera interesante y guapo. A veces me lo pregunto, ¿Sabes? ¿Qué
hubiera pasado si hubiese tenido esas dos características? Pero
dejo de hacerlo cuando veo que ya no tiene caso pensarlo, porque
resulta, que tienes muy buena memoria...
Liss, te me has llevado tantas primeras veces, que a veces creo que
es la razón principal por la que me apegué a ti. Todo muy casual:
primera chica, primera amistad a distancia, primer bloqueo xd. Y
con ello llegó también el primer apodo, el primero que me describió
en una sola maldita palabra. Así es, creo que lo pondré de título de
este día. Lo siento tan… mío. Ese día que me lo pusiste, pensé que
eras adivina o algo así. En ese entonces acertaste tan jodidamente
bien, que aún me sorprende la rapidez con la que lo hiciste.
Debo decir, que he estado un buen tiempo intentando
desesperadamente destruir a ese morrongo que me causó tantos
tropiezos, pero hoy tan solo lo he reducido a ser mi segunda
personalidad. Me di cuenta de que no quiero dejarlo ir aún.
Descubrí que todo lo que es puro y bueno en mi, pertenece a él, y si
él se va, no sé que valla a pasar conmigo… Liss, quiero que sepas
que aunque una parte de mi sintió haber cumplido un sueño aquella
vez, ese morrongo no ha dejado de sentirse culpable ni un segundo,
por haberte faltado el respeto aquel día. Quiero que sepas, que
aunque una parte de mi quiere mantener el orgullo en alto y no
disculparse, ese morrongo siempre termina encontrando la manera
de hacerlo. Quiero que sepas que mientras una parte de mí disfruta
mantenerse en la zona de confort, ese morrongo se estresa solo y
empieza a intentar ridiculeces como un niño desesperado. Quiero
que sepas que mientras una parte de mi quiere borrar tu chat y
olvidarte para siempre, ese morrongo quiere estar ahí todo el día
viendo tus mensajes, porque mientras yo busco ser igual a ti… él
solo insiste en ser tu fan, y creo que jamás lograré convencerlo de
lo contrario…
Hoy me iré a dormir, Liss. Y tal vez sueñe un poco, pero cuando
despierte mañana, te juro que lo seguiré haciendo despierto, y lo
haré en grande…
Mientras tanto, creo que me iré a soñar… Ojala que la vida este
siendo gentil contigo en este momento… te estado deseando buena
suerte.