0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas2 páginas
Dahlia, una niña que vive junto a su jardín, descubre que la vecina Marta, una mujer ciega, está angustiada porque sus conejos escaparon de su madriguera. Dahlia decide ayudar a Marta y juntas logran atrapar a los conejos. Dahlia le ofrece su amistad y apoyo a Marta, prometiendo estar siempre ahí para ella y ser sus ojos. Marta acepta conmovida la oferta de Dahlia, demostrando que la bondad y la compasión pueden superar las barreras de la disc
Dahlia, una niña que vive junto a su jardín, descubre que la vecina Marta, una mujer ciega, está angustiada porque sus conejos escaparon de su madriguera. Dahlia decide ayudar a Marta y juntas logran atrapar a los conejos. Dahlia le ofrece su amistad y apoyo a Marta, prometiendo estar siempre ahí para ella y ser sus ojos. Marta acepta conmovida la oferta de Dahlia, demostrando que la bondad y la compasión pueden superar las barreras de la disc
Dahlia, una niña que vive junto a su jardín, descubre que la vecina Marta, una mujer ciega, está angustiada porque sus conejos escaparon de su madriguera. Dahlia decide ayudar a Marta y juntas logran atrapar a los conejos. Dahlia le ofrece su amistad y apoyo a Marta, prometiendo estar siempre ahí para ella y ser sus ojos. Marta acepta conmovida la oferta de Dahlia, demostrando que la bondad y la compasión pueden superar las barreras de la disc
el cálido toque de su mano en un espléndido jardín, allí, rebosante de alegría, se
encuentra ella, dahlia, quien brilla con el amanecer de una nueva primavera. preparada para asistir a la misa del pueblo, con su hermoso vestido y carisma sin igual. mira en la lejanía, su vecina marta, quien con esfuerzo sale de su casa y se pasea por el jardín, siente el toque de cada árbol y planta, allí si poder disfrutar la vista de aquello que siente con sus dedos, parece distraída y distante, dahlia se concentra en sus movimientos. la forma en la cual parece conocer todo aun sin poder verlo, así es, marta es ciega, lo es desde pequeña, pero la soledad la persigue, no hay nadie en casa que la ayude. dahlia disfruta de admira a doña marta, ella es un ser completo de sabiduría, incluso cuando su vista es faltante de su ser. doña marta sabe dónde está dahlia, como si sintiese su alma a la distancia. dalia tiene una hermosa habitación, su ventana apunta directo a su jardín y al de su vecina marta, conectados por la naturaleza y una pequeña valla, solo disfruta de saludar con amor a todos, especialmente a doña marta, quien comparte con dalia un gusto particular por la naturaleza, las estaciones calidad y coloridas como los animales; - buen día señora marta, ¿saludando el jardín? - buen día dahlia, es cierto, disfruto del jardín, de la vida natural que la primavera trae consigo, flores, frutos y animales, todos en un solo lugar. - me alegro por su felicidad, ¿ira a la misa? - estaría encantada, pero, no me será posible no encuentro a mis pequeños conejos, al parecer la cerca de su madriguera se ha abierto durante la noche, mi angustia crece cada momento que pasa. dalhia no lo considero dos veces, y de forma rápida aviso a sus padres que no asistiría a misa, sin antes ayudar a doña marta, con sus sandalias y en camisa en el jardín y tras pasar la valla se acercó a doña marta, consuela a su corazón herido y asustado, ella extiende su brazo y analiza su rostro, confía plenamente en ella, de forma segura le sugiere a doña marta tomar su mano para guiarla por algunos matorrales en busca de los conejos. no necesita pensar en su vestido nuevo o sus delicadas sandalias, que roto o sucios se han puesto, doña marta es más importante que la superficialidad de lo que lleva puesto, no quiere ver ese rostro triste, o ser parte de aquellos que a un lado han hecho a doña marta, que en silencio sufre el rechazo de la ignorancia y el prejuicio. piensa en ella como si fuese su propia historia, su familia, parte de sí misma, dahlia complementa a doña marta, lleva y tres para ella, sin vergüenza alguna. dalhia camina, mientras pequeñas ramas rasgan la tela de su vestido, mira a la lejanía, tres conejos, regocijante da aviso a doña marta, entre risas ligeras y movimientos rápidos, entre las dos lograron atraparlos, la forma en que confían en la otra demuestra el valor de sus propias personas. en aquel jardín, con los conejos en su madriguera dalhia comparte el significado de una vida a ciegas, el tacto permite comprender la textura de cada parte del mismo jardín, pero se siente angustiada pensando, ¿qué pasaría si ella desaparece de la vida de doña marta? el silencio las abruma, aprender de otros, como viven y siente su propio dolor, es el punto de la existencia social. - doña marta, yo me convertiré en todo aquello que necesite, sus ojos, su amiga, su familia, compartiremos momentos, lugares, intereses, todo para que la soledad no se lleve su corazón sollozante, doña marta besa la frente de la pequeña dalhia, quien demostró la humanidad que no tenía hace mucho, la inocencia de su ser es el equilibrio en el pluralismo social, su ideología solo demuestra que todos son parte de una misma sociedad, promueve el valor de una vida con ¨defectos¨, como muchos la llaman, la balanza de la vida no se inclina en contra ¨defectos¨ solo tiene ideas justas para amar y ayudar a la vida por igual, sin reproche, permitiendo que crezca en la libertad humana de bien, al igual que las flores del jardín, crecen con el pasar de cada estación, en la primera de ellas, más viva y brillante que nunca, continuara así, hasta el final. la mano que una vez le ayudo a doña marta, es aquella que será ayudada, la unión fortalece la noción para una mejor sociedad.