en la ventana. Estaba entre dormida y despierta, los ojos entreabiertos y no alcanzar a ver nada, solo escuchaba su reloj despertador con melodía de cajita de música, música elástica rebotando en el espacio pequeño de la habitación, en el cosmos sostenido por la nada donde la bailarina eterna era el centro de la gravedad, manos no gravitatorias que no encontraban el botón de apagado. Quiso despertar por completo, pero algo se lo impedía, sueño tal vez, pensó. La voz de su madre comenzó a escucharse, venía a levantarla, la tomó de los hombros y la sacudió mientras le hablaba en un idioma que ella pensó no conocer, quizás francés.
Sus ojos se abrían lentamente, pero seguía sin poder
ver nada, todo estaba tan distorsionado, como si necesitara anteojos para ver... sí los necesitaría.
Su madre sale de la habitación dejando una
advertencia que ella no puede comprender por lo difuso del ambiente. Se pone de pie, el suelo está demasiado cerca, como si hubiese crecido un poco más, como si lo hiciera cada segundo, intenta caminar apoyándose en la pared, su habitación parece más pequeña, no puede ver nada, en su mente se encuentra el sonido de electricidad recorriendo cada rincón de su imaginación, todo lo ve distorsionado, baja las escaleras y en el último escalón casi cae, pero logra sostenerse.
Llega hasta la cocina, está su madre de espaldas, está
preparando algo para desayunar, pero no lo sabe con seguridad, le hace un pregunta, pero no le contesta, como de costumbre. Donde estaba el refrigerador, ahora se encuentra una máquina tan grande que no se pude ver dónde termina, está totalmente hecha de metal y de ella salen hojuelas de cereal que caen en un plato, una por una caen por un pequeño tubo, pero tan lentamente que parece que el plato nunca se llenará. Toma el plato y lo sirve con leche, se sienta en la silla, la única que esta puesta en la mesa redonda de madera; coloca sus piernas en posición de loto, comienza a comer, una por una, todas las hojuelas. Fija su ojo en la parte trasera de la cuchara y se percata de que está sola en la enorme cocina blanca, solo ella y la máquina de cereal están ahí.
Todo comienza a dar vueltas, como si esa habitación
se moviese por voluntad propia, como carrusel de circo, por fuera se pueden ver los caballos.
Ella, cierra los ojos, toma fuerte la cuchara,
comienza a escuchar los sonidos que se producen, terribles disonancias que van tomando forma de melodía, pero solo la escucha.
Abre los ojos, ahora puede ver la música, como si
fuese parte del oxígeno que la rodea, marcando el aire de colores. La cuchara suena azul, la maquina igual, la silla suena verde, la mesa igual, ella no suena, todavía no ha hablado.
La cocina deja de dar vueltas, ella deja la cuchara en
la mesa, puede verse a ella misma sentada en la silla, ahora ella es otra persona, se ve observando el suelo, como si estuviera a punto de dormirse; ahora puede ver el suelo, vuelve a ver con sus ojos, levanta su cara y se percata de que ya no está sola, ahí esta otra persona que no conoce mirando por la ventana.
No siente cuando se levanta ni cuando camina, solo
sabe que está al lado de esa persona que mira atentamente por la ventana.
- ¿Qué es lo que miras?
-A los niños jugar en el parque- Ella estira sus ojos
con sus manos y los asoma por la ventana para poder ver si es mentira lo que afirma ese sujeto y lo que alcanza a ver, no es a lo niños jugando, sino que está lloviendo.
-Está lloviendo.
-Todos estamos llorando.
Se inclina y comienza a expulsar por su boca varios
tornillos de color negro y mucosidad verde que caen en el fregadero que estaba abajo, ella no hace nada hasta que un sonido que logra ver la asusta y sale corriendo a la puerta, lo único que logra tomar son sus tenis Converse rojos tipo botín, mojados, que había dejado la noche anterior, de la cual no recuerda nada, como si hubiese sido la última noche del mundo. Tal vez si lo había sido.
Sale de su casa, todas las calles están vacías, el cielo
nublado y ese sonido, electricidad nuevamente en su cabeza. Cae al suelo y cierra los ojos.
Se termina, abre los ojos y se percata de que hay
demasiada gente que la mira, ella está en su cómoda ropa de dormir, a mitad de la calle, un pequeño short y una blusa ligera de tirantes, sus tenis rojos mojados ya los tenia puestos, se pone de pie y observa a todos los transeúntes, algunos la observan y su mirada es de desconfianza, ella los escucha, todo comienza a parpadear en color rojo y los sonidos se amplifican, tanto que ella los puede escuchar envejecer, algunos están a punto de morir.
Sigue caminando, ya no sabe dónde quedó su casa.
Va con los ojos cerrados y la cabeza a punto de estallar, pasa por el parque y se detiene a sentarse en una banca, mira a los niños jugar en los charcos -Tal vez una lluvia pasajera- se imagina.
Los observa, uno de ellos cae a un charco, se
comienza a hundir, nadie lo ayuda, desaparece en las aguas, todos lo observaron, nadie hizo nada.
Ve su reflejo en el rocío que queda en la vegetación,
el viento cruza por entre las hojas y las ramas de los árboles, creando música, música de lo que no comprendemos, de porqué el viento se mueve -¿Por qué?- se pregunta, si antes ya lo había escuchado, si antes se lo había preguntado.
Su visión se descompone, todo lo puede ver en
cuadros, por escenas y atreves de estas observa los sonidos, siente una mano sobre su espalda, está fría, mira hacia atrás y es una mujer, sus ojos están vendados y viste de azul.
-¿Puedes verlos?
-No, puedo escucharlos.
-Entonces eres como yo.
-¿ Y tú quién eres?
-alguien como tú.
-Alguien que un buen día se cansó de todo y decidió
no hacer nada, despertó de lo que pareciera hubiese sido la última noche del mundo y me ocurre esto y no lo puedo comprender. Esa soy yo. ¿Quién eres tú? Aquella mujer caminó hacia atrás, la vi desaparecer en sus recuerdos futuros, sus sueños aun no escritos. No de una manera comprensible, todo se remueve, como si lo cortaran con tijeras y lo separaran, todo queda en blanco, excepto ella y su banca; la vegetación crece, los árboles se acercan, remueven sus raíces y rodean a la pequeña, un instante después, todo obscuro, tú ya no ves nada, ella está sola, nuevamente, un embriagante resonar de engranes. -¿Quizá todo esté mecanizado?- se pregunta.
Ella pensó, pero no lo sabía.
El sol se ocultó dos veces, todo había pasado en dos
tardes de su vida, el reloj marcaba las doce de la noche, y el resplandor de aquello que parecía nunca se desintegraría por ser una noche cálida de verano, era el sol de la medianoche que la llamaba.
Los arboles seguían en su secreta conversación con
el viento, todo le sonaba a electricidad y al parecer solo ella estaba ahí. -No me gustan los cuentos, son muy tontos- se dijo así misma, mientras seguía enterrando sus piernas en el duro suelo, removiendo la tierra, tal vez como un árbol, no sabe qué es lo que quiere.
Los gusanos suben por su cuerpo, su sonido es
agradable, y no suben mucho, mueren antes de llegar a sus rodillas. Ella mira, llora por la muerte de los gusanos, pero no sabe por qué.
Las luciérnagas se acercan y la rodean en una ráfaga
de luz, que ella probablemente no ve, pero si escucha, escucha su luz y se hace tan densa y tan brillante que la ilumina por completo, en su corazón ella brilla, ya sabe cuál es el secreto, ese que el bosque no revela a cualquiera.
-y ¿Dónde está mi cámara? - solo ella se preguntaría
eso, solo ella.
El tiempo pasa, miles de años por segundo, ella
sigue así, tan lenta, tan eterna, todo se marchita, sobrepasa la vida de los árboles, el bosque se acaba, nadie está aquí, solo ella, todo vuelve a donde pertenece, todo se divide en cuadros, fotografías desfragmentándose que desaparecen y el panorama vuelve a ser blanco por completo y ella sigue sentada observando al cielo, sigue ahí. Extiende sus brazos, ya nada la retiene entre lo que no conocemos y lo que no queremos entender, está lista para volver, solo ella y el sol están vivos, se eleva y va con él, para escuchar el sensible sonido que la hace vivir, VOlÓ al cielo, y las hojas siguieron cayendo.
Procedimiento de Instalación General y Puesta en Operación Sistema de Circuito Cerrado de CCTVconvencional Con Sistema de Canalización y Cableado Estructurado para La Trasmisión de