Está en la página 1de 2

HISTORIA CLÍNICA: La comunicación con el paciente

Introducción
Cuando se conoce a un paciente, debe establecerse su identidad de forma
inequívoca (preguntar su nombre completo, interrogar respecto a su fecha
de nacimiento, dirección, etc.).
A menudo se desea estrechar su mano. Debe hacerse contacto visual y
sonreír. “Soy el doctor Gleadle. Por favor tome asiento… ¿Cuál es su
nombre?”, o “Su nombre es…?” y “¿Cuándo nació?”, “¿Dónde vive?” Decir
nombre, título y empleo, y qué es lo que va a hacer. Siempre presentarse,
aun cuando ya haya sido presentado al paciente con anterioridad. Podría
decirle: “Soy Jonathan Gleadle, estudiante de medicina, y me gustaría hacer
algunas preguntas respecto a su enfermedad si me lo permite”. Siempre se
debe ser atento, respetuoso y claro. Recordar que el paciente podría no
sentirse bien, estar nervioso, avergonzado, con miedo o dolor. Asegurar
siempre el lavado de manos y que su nombre esté claramente visible, así
como que se está enfocado y concentrado por completo en el paciente. Debe
reunirse información y observarse al paciente tan pronto como se tiene el
primer contacto con él: la anamnesis y la exploración física no son dos
procesos distintos y secuenciales, sino simultáneos y permanentes.
Familiares, amigos y acompañantes
Establecer quién más se encuentra con el paciente, su relación con él y si
desea que estén presentes durante la consulta. Preguntar si el paciente
desea que esté presente un acompañante durante la exploración física; esto
puede ser adecuado en cualquier caso. Recordar que: ¡EL PACIENTE ES LA
PERSONA MÁS IMPORTANTE EN EL CONSULTORIO! Toda la información
que se obtiene del paciente o de cualquier otra persona es CONFIDENCIAL.
Esto significa que tal información sólo debe ser analizada con otros
profesionales que participen en la atención del paciente. Debe asegurarse
que nadie puede escuchar a su paso ninguna de las conversaciones con el
paciente ni tener acceso a su expediente.
Privacidad y comodidad
Comprobar que exista privacidad (esto no siempre es fácil en una sala de
hospital ocupada: asegurar el cierre de las cortinas; ver si la sala de
exploración está libre). ¿El paciente está cómodo? ¿Es confortable la
temperatura de la habitación?
Lavado de manos
Las manos del personal son los vehículos más frecuentes por los que se
transmiten los microorganismos entre pacientes y su lavado es la medida
única más importante en el control de la infección. Es menos importante si el
lavado de manos es mediante fricción con alcohol o con jabón medicado que
el hecho de que las manos realmente se laven. Las manos deben lavarse
antes de tener contacto con cada paciente. Asimismo debe asegurarse que
el estetoscopio se desinfecte de manera regular y que los uniformes, como
las batas blancas, se laven con regularidad.
Traducido y adaptado de: Jonathan Gleadle. History and clinical examination
at a glance. 2° Ed. 2012

También podría gustarte