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La vida es sueño

Acto I

Entra Rosaura violentamente en escena pues se ha caído del caballo y ha rodado por un
monte (hipógrifo violento). Rosaura va vestida de hombre y ha llegado a Polonia. Sale a
continuación a escena el gracioso Clarín, acompañante de Rosaura en esta aventura.
Ambos se dirigen, en aquel desierto montañoso, hacia un edificio que divisan. Se acercan a
la puerta. Del oscuro interior sale un ruido de cadenas y una voz quejumbrosa.

Es la entrada en escena de Segismundo con su clásico "¡Ay mísero de mí, ay infelice!".


Rosaura y Clarín dudan si huir o quedarse. Éste último piensa que la torre está encantada.
Se aproximan, y a la luz ven a Segismundo, un hombre vestido de pieles y encadenado que
profiere una declamación contra "los cielos" (Dios, en sentido figurado), pues quiere saber
cuál fue su delito para recibir ese trato de prisionero y esas cadenas cuando cualquier
animal salvaje goza de más libertad que él, aunque llega a la conclusión que el mayor delito
del hombre es nacer. Rosaura, apiadada, se acerca a Segismundo diciéndole que su
discurso le ha impresionado, pero la reacción de Segismundo es intentar matar a Rosaura,
creyendo que es un hombre, por haberse enterado de sus flaquezas o debilidades. Al oirla
hablar se enternece y la suelta.

Rosaura se dispone a contarle su historia cuando interrumple Clotaldo, del que Segismundo
dice que es el alcaide de su prisión. Clotaldo está armado y acompañado de varios
soldados a los que ordena tarparse el rostro. Clotaldo amenaza a Rosaura y Clarín
diciéndoles que serán apresados porque han quebrantado la prohibición real de examinar a
Segismundo (el prodigio que entre peñas yace). Clotaldo ordena a los soldados que venden
los ojos a Rosaura y a Clarín, quienes deponen las armas. Rosaura le entrega la espada a
Clotaldo y éste la reconoce, preguntándole a Rosaura quién se la dio. Ella dice que una
mujer que le dijo que partiera a Polonia y la mostrase entre los nobles y principales, porque
el que la reconociera la ampararía y cuidaría de ella. Clotaldo dice que esa espada se la
dejó a Violante, una hermosa mujer, con el encargo que quien se la llevara de vuelta a
Polonia sería hijo suyo. Rosaura es hija, pues, de Clotaldo, aunque éste todavía cree que es
un hombre. Sin embargo en su soliloquio Clotaldo está dudando entre el honor y la lealtad al
rey, que le obliga a matar a ese joven (Rosaura) o el amor de padre. Clotaldo decide llevar a
los prisioneros ante el rey Basilio y que él decida su destino.

En un lugar del palacio seguidos de cortesanos, se encuentran Astolfo y Estrella. Astolfo


cuenta que ambos, él y Estrella son los aspirantes al trono del ya anciano e inclinado a los
estudios, rey Basilio. No son hijos suyos sino hijos de dos hermanas del rey. A continuación
sale el rey Basilio y su séquito y pide que todos escuchen lo que tiene que decir: el monarca
cuenta, en primer lugar, que es un estudioso avezado de las matemáticas y de la astrología
y que es capaz de leer profecías en los astros. Había profetizado que Clorilene, su esposa
nacería el día que diera a luz a Segismundo, el hijo de ambos, y así sucedió luego. Luego
vio en los astros que Segismundo sería un príncipe cruel que convertiría el reino en una
escuela de traiciones y de vicio, derrocándole del trono, por lo que a temprana edad decidió
recluirlo en una torre de piedra abandonada en las montañas, donde sólo Clotaldo' le ve
para atender sus necesidades más básicas de alimento y educarlo en ciencias y en los
preceptos del Catolicismo.
Tres cosas hacen dudar al rey Basilio: la primera: él debe velar por su reino y por sus
súbditos y por si era cierta la profecía, decidió encerrar a Segismundo; la segunda es que
para impedir que Segismundo cometa los delitos que ha visto anunciados en los astros, es
el propio Basilio quien está cometiendo delitos, privando a la corona del sucesor legítimo; la
tercera es la curiosidad que tiene Basilio por descubrir si su vaticinio, el oráculo estaba
equivocado y Segismundo, en contra de los que dicen los planetas, será un buen rey.
Entonces la decisión de Basilio es poner en el trono a su hijo Segismundo: si es prudente,
cuerdo y benigno lo nombrará heredero a la corona; si es cruel, soberbio y nefasto, lo
devolverá a la cárcel. Todos aclaman su decisión y se van.

Entonces llegan hasta el rey Basilio, Clotaldo y sus prisioneros. Clotaldo le cuenta al rey que
han visto a Segismundo y el lugar secreto donde lo ocultaban. El rey le dice a Clotaldo que
no se preocupe, pues ya ha contado a sus súbditos el secreto del encierro de Segismundo y
lo que piensa hacer con él. Entonces Clotaldo le dice a Rosaura y Clarín que son libres.
Rosaura (aún disfrazada de muchacho) le cuenta a su padre, sin saber que es él, que ha
venido a deshacer una afrenta contra Astolfo, duque de Moscovia, que se fue a Polonia a
casarse con la infanta Estrella, mancillando el honor de su familia. Se van Rosaura y Clarín,
dejando pensativo a Clotaldo.

Acto II

Comienza el acto II de La vida es sueño con un díalogo entre Clotaldo y el rey Basilio. Aquél
le cuenta al monarca que han sacado a Segismundo de la prisión dándole un bebedizo para
adormecerlo y lo han trasladado al cuarto del rey. Basilio le cuenta a Clotaldo que hace esto
para demostrar y demostrarse que el hombre predomina a las estrellas, es decir que el libre
albedrío rige al ser humano y no un destino fijo escrito en los astros.

Por el díalogo siguiente entre Clarín y Clotaldo sabemos que Rosaura ha desvelado su
personalidad y confiado la satisfacción de su honor a Clotaldo. Clarín se queja de que nadie
atiende sus necesidades ahora que Rosaura está en palacio como dama de Estrella, y
amenaza a Clotaldo con contarlo todo si no tiene lo que desea. En ese momento sale a
escena Segismundo, asombrado y despertando de su sueño, con unos criados que tratan
de vestirlo. Clotaldo se acerca y le dice a Segismundo que es el príncipe heredero de
Polonia.

Saliendo de su confusión, Segismundo muestra su rabia y violencia y quiere matar a


Clotaldo. Clarín, se pone de parte de Segismundo ("yo soy un grande agradador de todos
los Segismundos"). A continuación sale Astolfo y se presenta a Segismundo como primo
suyo. Segismundo lo saludo con desgano. Luego sale a recibirlo Estrella y Segismundo
parece prendado por su belleza (sólo sabe de las mujeres por los libros que ha leído y
nunca ha visto a ninguna, dado su cautiverio); quiere tomar su mano pero un criado le
quiere estorbar el gesto pues sabe que Astolfo se disgustaría si Segismundo tuviera ese
contacto con Estrella, equivalente prácticamente a un compromiso formal. Entonces
Segismundo alza en brazos al criado y lo arroja por un balcón. Astolfo le recrimina la acción
y Segismundo le amenaza con cortarle la cabeza. Se va Astolfo y sale Basilio a estrechar
los brazos de su hijo pero al enterarse de que ha matado al criado, le repudia. Segismundo
le dice al rey que no le importa no contar con su amor y le recrimina el trato cruel y el
encierro recibido durante tantos años. Basilio le advierte que no sea tan soberbio y que sea
más humilde ya que pudiera estar soñando lo que está viviendo en ese momento. Se va
Basilio y hay un breve encuentro con Rosaura, que no se deja ver y se hace pasar por
Estrella.

Clotaldo llega a advertirle a Segismundo que sea más humilde pero Segismundo saca la
daga y trata de matarlo. Forcejea con Clotaldo hasta que llega Astolfo para protegerlo. Van
a luchar pero llega el rey Basilio con Estrella y se detienen. Segismundo se va. Basilio dice
que Segismundo dormirá y se desperatará de nuevo en su prisión. En un apartado Estrella
rechaza a Astolfo, que se va desairado.

Estrella llama a su dama, Astrea, que resulta ser Rosaura. Estrella le dice a Astrea
(Rosaura) que se casará con Astolfo, el cuál renunciará al retrato de una dama que lleva en
el cuello: cuando llegue Astolfo éste le entregará a Astrea (Rosaura) ese retrato. Astolfo
reconoce a Rosaura y ésta trata de hacerse con el retrato. Llega Estrella y mediante una
estratagema, Rosaura logra quedarse con el retrato pues Estrella ve que la retratada es
Rosaura, y despide airada a Astolfo. Mientras tanto el rey Basilio, acompañado de Clotaldo
y unos criados devuelven a un Segismundo dormido a su prisión. Cuando despierta Clotaldo
le hace creer que lo ha soñado todo desde que se quedó dormido. Cuando se queda solo
se produce el más famoso soliloquio o monólogo de Segismundo en esta obra donde llega a
la conclusión de que todo cuanto hace el hombre en su vida es sueño (incluso soñar), hasta
que llega la muerte, que es el verdadero despertar.

Acto III

Empieza el Acto III con un episodio gracioso. Los súbditos que se han enterado de que
Segismundo, el príncipe heredero, vuelve a estar preso en la torre, han ido allí para liberarlo
y reponerlo en el trono, y cuando hallan allí a Clarín, también encerrado, creen que es el
príncipe. Deshecha la confusión, los súbditos aclaman a Segismundo a quien le explican
que las cortes se negaban a que reinara un príncipe extranjero, pues Astolfo, que es de
Moscovia, había sido nombrado por Basilio como heredero a la corona. Segismundo arenga
a sus vasallos y les dice que el rey Basilio ha de rendirse a sus pies.

Sale Clotaldo y al ver que Segismundo ha sido liberado teme por su vida y se arrodilla a sus
pies: lejos de matarlo, Segismundo le quiere abrazar pero Clotaldo, hombre de valores, le
dice que no puede luchar a su lado contra el rey Basilio, pues le debe lealtad. Segismundo
deja ir a Clotaldo diciéndole que se verán en el campo de batalla.

Cuando el rey Basilio se entera, lamenta que él mismo haya sido el artífice de esa guerra y
de la destrucción de su reino y se dirige a luchar contra Segismundo. Quedan solos
Rosaura y Clotaldo. Ella le pide que acabe con la vida de Astolfo como había prometido
pero éste le dice que está dividido entre restituir el honor de Rosaura y la lealtad que le
debe pues le salvó la vida ante Segismundo. Clotaldo es el padre de Rosaura y ésta le
confiesa que matará a Astolfo.

Rosaura se dirige hasta donde está Segismundo vestida de mujer pero armada de espada y
daga. Allí, Rosaura cuenta su historia, el deshonor que a Violante su madre y a ella misma
les sometió Astolfo abandonándolas en Moscovia para venir a casarse con Estrella
esperando obtener el trono de Polonia. Segismundo, admirado de su belleza dice que
repondrá su honor y se dirige a la batalla. En la primera refriega Clarín es herido y muere.

En la espesura del monte, Clotaldo propone a Basilio que huya en un caballo que le tiene
preparado pero el rey decide quedarse y humillarse ante Segismundo, creyendo que lo
dispuesto por la Astronomía ha de cumplirse y el hombre no puede cambiarlo. Lejos de este
pensamiento, Segismundo declara que nadie debe evitar un daño que se teme realizando
todos los actos para que ese daño se produzca: si su padre quería evitar que se convirtiera
en un tirano cruel, no debió encerrarlo para que se embruteciera en su cautiverio de la torre.

Forzando el destino al que las estrellas lo habían condenado, Segismundo se humilla a los
pies de su padre; éste conmovido lo acepta como príncipe. Clotaldo le dice a Astolfo que
Rosaura es hija suya por lo que Astolfo puede casarse con ella, al ser también de noble
cuna. Segismundo toma la mano de Estrella. Acaba Segismundo diciendo que toda la dicha
humana pasa como el sueño y que hay que aprovechar al máximo lo que dura, pues sigue
temiendo despertar un día en su prisión.

Personajes de La vida es sueño


Segismundo
Hijo del rey Basilio y príncipe heredero del trono de Polonia. Creyendo Basilio que su hijo
estaba destinado a ser despótico y cruel, y que le arrebataría el trono, decidió encerrarlo en
una torre solitaria, donde se crió embrutecido y encadenado, al cuidado de Clotaldo, noble
de Moscovia y leal servidor de Basilio, pero que para Segismundo será el alcaide de su
prisión. Con la llegada de Rosaura y Clarín a Polonia, Basilio temeroso de haberse
equivocado quiere poner a prueba a Segismundo, restaurándole sus derechos sucesorios.
Al despertar Segismundo se muestra a todos soberbio, bruto y cruel, por lo que Basilio
decide restituirlo a la torre y a las cadenas. Cuando despierta Segismundo en la prisión está
convencido de que aunque todo cuanto vivió en la corte le había parecido real, no es sino
una apariencia, una ilusión, como lo es la vida entera. Finalmente, unos súbditos leales
entran a liberarlo y aunque decide en un principio vengarse, luego es benevolente con el rey
y el resto de los cortesanos, perdonando a su padre, ayudando a Rosaura y Clotaldo en su
afrenta de honor contra Astolfo, y tomando a Estrella como prometida. Segismundo es
admirado por todos por su buen ingenio y aclamado como rey.

Rosaura
Hija de Clotaldo y de Violante, nobles de Moscovia. Llega disfrazada de hombre a Polonia
con su asistente, Clarín. Allí descubren a Segismundo, encadenado en una prisión
levantada en el monte. Clotaldo los detiene y los lleva ante el rey. Clotaldo, que ha
reconocido una espada que llevaba le dice a Rosaura que la ayudará a limpiar su honor,
matando a Astolfo, que la dejó abandonada y enamorada en Moscovia para ir a Polonia a
contraer matrimonio de conveniencia con Estrella, heredera al trono. Clotaldo no puede
matar a Astolfo pues este le salvó de ser asesinado por Segismundo, con lo que Rosaura
decide unirse a la causa militar de Segismundo para así satisfacer su honor luchando contra
Astolfo. Al final de la obra, Clotaldo le confiesa a Astolfo que Rosaura es hija suya, por lo
cual Astolfo y Rosaura, que también tiene noble sangre, pueden unirse.
Clotaldo
Padre de Rosaura, noble de Moscovia y fiel servidor del rey Basilio de Polonia. Es un
personaje eje que vertebra las dos tramas de la obra: la principal de Segismundo y Basilio, y
una secundaria, la de la afrenta al honor de Rosaura realizada por Astolfo. Por una parte,
Clotaldo ha sido quien estuvo al cargo de Segismundo durante todos los años de su
cautiverio, cuidando de sus necesidades y enseñándole ciencias o dándole libros. Por otra
parte promete a Rosaura ayudarla en su resolución de matar a Astolfo, por haberla
abandonado en Moscovia. Finalmente Segismundo se apiada de él y puede ver cómo su
hija resuelve sus problemas con Astolfo.

Basilio
Rey de Polonia y padre de Segismundo. Estudioso de las Matemáticas y de la Astrología,
su pasión es leer los acontecimientos futuros en los astros. Cree en la predestinación, en
que el camino del hombre viene marcado por los cielos desde que aquél viene al mundo y
hasta que se produce su muerte. Anciano ya, decide antes de concederle el trono a Estrella
y a Astolfo, sus sobrinos, ver si su hijo Segismundo tiene alguna posibilidad de enmienda.
En un principio la actitud de Segismundo lleva a pensar al viejo monarca que todos los
intentos humanos por cambiar la voluntad de las estrellas son vanos y lo devuelve a prisión,
pero luego comprueba que el libre albedrío, la voluntad del hombre, se impone a los
designios astrales.

Astolfo
Sobrino de Basilio, rey de Polonia, primo, por tanto, de Segismundo. Pretende a Estrella,
también sobrina del rey Basilio, pero precedente a él en el orden sucesorio. En una trama
paralela se descubre que dejó abandonada en Moscovia a Rosaura para intentar acceder al
trono de Polonia. Lleva un retrato de Rosaura en el cuello, lo que provoca el recelo de
Estrella. Finalmente, Clotaldo le cuenta que sí puede con Rosaura pues lleva sangre noble,
al ser hija suya.

Estrella
Sobrina de Basilio y una de las sucesoras al trono de Polonia. No está enamorada de
Astolfo, y desconfía de sus pretensiones. Al contrario que éste, Estrella no se muestra
ambiciosa de poder. Segismundo se fijó en su belleza durante la salida de su cautiverio y al
final de la obra, ya como príncipe heredero, quiere comprometerse con ella y le toma la
mano.

Clarín
Es el gracioso acompañante de Rosaura en su viaje a Polonia. Es miedoso y burlón. Tiene
pocos escrúpulos para cambiar de bando o extorsionar a Clotaldo con contar toda la verdad
a Segismundo. En la refriega del vulgo contra Basilio resulta herido y muere, parece que
como castigo a su actitud interesada.

Violante
Es la madre de Rosaura y amante en otro tiempo de Clotaldo. No tiene papel escénico en la
obra, pero es mencionada en el transcurso de la trama secundaria, relativa al honor de
Rosaura.

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