Segismundo es encontrado

Rosaura estaba comprometida con Astolfo, el duque de Moscovia, quien la

rechaza por ser una hija ilegítima. Ella llega a Polonia disfrazada de hombre,
junto a su criado Clarín, con el fin de vengar la pérdida de su honor. Debido a
que han perdido su caballo, ahora deben caminar.

En el camino, ven la torre donde yace prisionero Segismundo. La campiña

se hace intransitable a pie, por lo que aprovechan para entrar a la torre. Allí
escuchan a Segismundo maldecir su suerte. Este confunde a Rosaura y a
Clarín con unos espías e intenta matarlos, pero se apiada cuando Rosaura le
hace una petición de gracia.

Al escuchar el alboroto, el guardia del lugar, Clotaldo, interviene y apresa a

los "espías", les venda los ojos y les ata las manos con esposas. También les
aclara que cualquier contacto con el prisionero se pagaba con la vida, ya que
constituía una infracción contra la ley del rey. Aún así Rosaura no quiere
confesar la verdad sobre su presencia en Polonia y, en cambio, le pide a
Clotaldo cuidar de su espada, quien la reconoce inmediatamente.

El misterio de la espada

Era una espada especial, pues Clotaldo se la había regalado a Violante, una
amante que había tenido muchos años atrás y, además, le prometió
que reconocería como hijo a quien la portara. Entonces, concluye que
Rosaura, disfrazada de hombre, era su hijo. ¿Qué debía hacer ahora? Era un
dilema difícil de resolver, pues estaría entregando a su hijo para que el rey lo
mate, pero debía cumplir con su deber. Decidió entregarlo e intentaría
interceder para que se le perdonase la vida.

El cautiverio de Segismundo sale a la luz

Mientras tanto, Astolfo había pedido matrimonio a Estrella, así podrían

heredar el trono de su tío el rey de Polonia sin problemas. Basilio los había
mandado a llamar, ya que les iba a comunicar algo importante. Estrella no
estaba convencida, pues había visto una foto de otra mujer (Rosaura) en la
medalla de Astolfo, pero este la persuade y juntos acuden a ver a su tío.

Al llegar a palacio, el rey Basilio hace una importante confesión a sus sobrinos,
Astolfo y Estrella: Segismundo es en realidad su hijo y lo mantiene cautivo
debido a una profecía. En ella se revelaba que su hijo lo derrocaría y
humillaría frente a su propio pueblo, ya que sería un tirano y delincuente.

Pero ahora que el rey estaba a punto de dejar su puesto real, sentía como
deber ético darle la oportunidad de heredar. Así que decide hacer un
experimento: dejar a Segismundo ser rey por un día. Si se comportaba de
manera alarmante sería encerrado de nuevo, entonces Estrella y Astolfo
heredarían el trono.

Por su parte, Clotaldo lleva a Rosaura y Clarín ante su majestad, pero Basilio le
dice que al haber revelado la identidad de Segismundo, ya no aplicaba la
pena de muerte. El guardián se puso feliz y aprovechó para preguntarle a su
"hijo" el motivo de su llegada a Polonia. Rosaura le confiesa que Astolfo se
había burlado de ella y le había robado su honor. Clotaldo no entendía y es en
ese momento en que ella le dice que en realidad era mujer y estaba disfrazada.

Rey por un día

Se cumple la palabra del rey. Segismundo es drogado antes de ser liberado y

lo ponen en uno de los salones del palacio real, dónde también entrará en
escena Rosaura, la cual se entera de que Clotaldo, el tutor de Segismundo, es
su padre. Pero, Segismundo despierta y hace de las suyas. Ataca a Rosaura y
lanza a un criado por el balcón. Por supuesto, el rey manda a encarcelar
nuevamente a Segismundo, tal como lo había prometido.

Clotaldo le dice que todo había sido un sueño, haciendo que Segismundo se
planteara el sentido de la vida. ¿Qué era la realidad y cómo podría diferenciarla
del sueño? ¿Cuándo estaba soñando y cuándo estaba despierto? Si la vida
era un sueño, lo mejor que podía era hacer el bien. Con este pensamiento
se queda.

El momento de la verdad

En el último acto, el pueblo se levanta en protesta para llevar a

Segismundo al lugar que le corresponde. El rey envía sus tropas para
enfrentar la revuelta y a Segismundo, pero este gana la batalla. Todo indicaba
que la profecía finalmente se estaba cumpliendo, no obstante, Segismundo
termina arrodillándose a los pies de su padre. Él estaba convencido de que
debía actuar bien en el "sueño" si quería vivir feliz después. Ante este acto de
gran humildad, su padre le hereda, finalmente, el trono.

Posteriormente, Segismundo se casa con Estrella y vence así su destino

profetizado. Rosaura también se casa con Astolfo, ya que ella ha podido
demostrar su origen y recuperar su honor.
Personajes de La vida es sueño

Personajes principales

• Segismundo: Es el príncipe de Polonia, hijo del rey Basilio, quien debido a una
profecía negativa permanece prisionero en una torre y custodiado por órdenes de su
padre. Al principio de la obra, Segismundo se muestra como un salvaje con sed de
venganza, pero a medida que avanza el argumento, su humanidad va emergiendo, hasta
que por fin comprende que sus actos tienen consecuencias en el más allá.

• Rosaura: Es hija de Clotaldo, aunque al principio ella ignora su origen. Astolfo, el

duque de Moscovia, se había enamorado de ella, pero al no tener sangre noble decide
abandonarla. Rosaura llega a Polonia para vengarse de Astolfo, disfrazada de hombre.
Intenta matarlo, pero falla en su intento. Finalmente, al descubrirse que es de origen
noble, se casa con Astolfo.

Personajes secundarios

• Basilio: Es el rey de Polonia. Hace muchos años, un horóscopo le reveló que su

propio hijo lo humillaría y se convertiría en tirano. Por esta razón, decide encerrarlo en
una torre, así no podría acceder al trono y convertirse en un mal rey. Pero llegado el
momento de heredar, le remuerde la conciencia y le da la oportunidad de gobernar por
un día.

• Clotaldo: Es el custodio de Segismundo, por órdenes del rey. Cuando a Basilio le

toca heredar el trono, Clotaldo descubre que tiene una hija, Rosaura, y se ve envuelto en
un dilema ético que finalmente se resuelve.

• Clarín: Es el criado de Rosaura y el bufón de la obra, quien con humor cuenta

historias a modo de chisme.

Análisis de La vida es sueño

La vida es sueño ha sido catalogada por la crítica como un drama filosófico.
Esto se debe a que dentro de ella se dan una serie de reflexiones acerca de
la vida y la muerte. Cuando Segismundo despierta de la sedación que le
hicieron después de que su padre le permite ser rey por un día y él se había
portado como una bestia, su custodio le dice que todo había sido un sueño.
Entonces, se plantea la siguiente paradoja: la vida terrenal es un sueño en el
que tenemos el poder de actuar bien o mal. Ambas opciones tienen
consecuencias en el más allá, dónde realmente comienza la vida eterna.

Esta concepción cristiana de la vida y la muerte, surge en el clímax de la obra.

Aunque también salen a relucir, al principio, las creencias mitológicas de la
antigua Grecia, como la confianza en el oráculo dónde se revela que
Segismundo será un tirano.

Este drama con final feliz y con matices de comedia, se divide en tres jornadas,
cuyos escenarios son apenas dos: la torre donde vive Segismundo, que
representa la barbarie; y el palacio real, que simboliza la civilización. Este
contraste de escenarios fue novedoso en su época.