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Diciembre de 2014
Instituto Balseiro
Universidad Nacional de Cuyo
Comisión Nacional de Energı́a Atómica
Argentina
A mi familia
y mis amigos,
los de acá y los de allá
Índice de contenidos
Índice de contenidos ii
Índice de figuras iv
Resumen vii
Abstract viii
1. Introducción 1
1.1. Experimentos previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Organización de la tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
2. Teorı́a de colisiones 4
2.1. Teorı́a clásica de colisiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. Teorı́a cuántica de colisiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2.3. Potenciales de tipo coulombiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.4. Dispersión de un paquete de onda por un potencial . . . . . . . . . . . 8
2.5. Sección eficaz diferencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
ii
Índice de contenidos iii
7. Conclusiones y perspectivas 45
A. Función hipergeométrica 47
Bibliografı́a 49
Índice de figuras
1.1. Resultado del experimento de ionización [2], tal como aparece en el análi-
sis de [10]. Se puede ver una variación de la sección eficaz con las pro-
piedades del haz incidente. L es la distancia del colimador al blanco, y
α el ángulo de apertura del colimador visto desde un punto en el blanco. 2
1.2. Distancia de coherencia transversal del haz incidente (∆r) versus dis-
tancia entre centros de la molécula de H2 (D). Al variar la distancia del
colimador al blanco, el paquete de onda puede producir interferencia (o
no) cuando interacciona con la molécula de dos centros. . . . . . . . . . 2
iv
Índice de figuras v
vii
Abstract
It has been usually assumed that under very general and common conditions, the
outcome of a collision experiment does not depend on the properties of the projectiles’
beam [1]. However, recent evidence in ionization experiments [2] points to a breakdown
of these conditions and a dependence of the collision outcome on the incident beam’s
coherence properties. These facts leave the question of how is the result of a collision
affected by the preparation of the projectiles’ beam, open.
This thesis presents a study of this problem analyzing the inconsistencies of the
standard stationary formulation of the scattering theory [1], and how these can affect
the interpretation of projectile’s coherence effects in ion impact collision experiments.
To get this done, the framework of the De Broglie-Bohm formulation [3, 4] was used,
which has recently recovered its lost momentum, mainly due to its ability to deal with
novel weak measurement results [5, 6]. In addition, this formulation is an advantageous
option to describe a number of physical problems of current interest, such as the method
of quantum trajectories developed by Robert E. Wyatt [7], or the study of effects such
as the appearance of vortices in multichannel processes [8].
viii
Capı́tulo 1
Introducción
1
1.2 Organización de la tesis 2
Figura 1.1: Resultado del experimento de ionización [2], tal como aparece en el análisis de
[10]. Se puede ver una variación de la sección eficaz con las propiedades del haz incidente. L es la
distancia del colimador al blanco, y α el ángulo de apertura del colimador visto desde un punto
en el blanco.
Figura 1.2: Distancia de coherencia transversal del haz incidente (∆r) versus distancia entre
centros de la molécula de H2 (D). Al variar la distancia del colimador al blanco, el paquete de
onda puede producir interferencia (o no) cuando interacciona con la molécula de dos centros.
1.2 Organización de la tesis 3
Teorı́a de colisiones
Se puede ver en la figura 2.1 una trayectoria clásica de un proyectil que es dispersado
por un blanco fijo. La idea es asumir que mucho tiempo antes y mucho tiempo después
de la colisión, la interacción proyectil-blanco puede ser despreciada, con lo cual las
trayectorias reales se aproximan por movimientos rectilı́neos y uniformes; o sea
y
~rout (t) = ~r0out + ~vout t. (2.2)
A la trayectoria ~rin (t) se la llama ası́ntota entrante y a ~rout (t) ası́ntota saliente. Es
necesaria la introducción de estos conceptos, dado que en los experimentos de colisiones
atómicas no se conoce usualmente la órbita real (~r(t)) recorrida por el proyectil. Sin
embargo, es posible preparar una trayectoria definida entrante y extraer información
del proyectil dispersado. Esto es útil, dado que en la teorı́a usual es posible relacionar
la ası́ntota saliente con la ası́ntota entrante, sin necesidad de describir completamente
toda la órbita ~r(t) recorrida. De esta manera es posible contrastar la teorı́a con los
experimentos, mediante la introducción de una cantidad llamada sección eficaz dife-
4
2.2 Teorı́a cuántica de colisiones 5
Figura 2.1: Trayectoria clásica de la colisión de una partı́cula contra un blanco fijo. Se resuelve
el problema asumiendo que, mucho tiempo antes y mucho tiempo después de la colisión, la
trayectoria del proyectil se puede aproximar por un movimiento rectilı́neo y uniforme.
Figura 2.2: Diagrama que describe los elementos de un problema de colisión cuántico. Cuando
t → ±∞ el estado real del sistema se puede aproximar por un estado entrante y otro saliente
que evolucionan libremente. Además, estos estados se relacionan mediante la aplicación de los
llamados operadores de Møller Ω± , definidos en el texto.
En este caso, se puede decir que mucho tiempo antes (y después) de la colisión, los
estados en los que se encuentra el sistema se pueden aproximar por estados que evolu-
cionan libremente; el estado asintótico entrante |ψin i y el saliente |ψout i. Teniendo en
cuenta esto, se definen los operadores de Møller como
y
|ψi = Ω− |ψout i . (2.7)
Como se ve, los operadores de Møller relacionan los estados asintóticos que evolucionan
libremente con el estado real de la partı́cula dispersada, a tiempo cero.
Si se quisiera obtener una expresión para |ψout i dado un estado |ψin i bastarı́a con
calcular
|ψout i = Ω†− |ψi = Ω†− Ω+ |ψin i = S |ψin i , (2.8)
donde se definió el operador unitario S = Ω†− Ω+ , que relaciona el estado asintótico final
2.3 Potenciales de tipo coulombiano 7
con el inicial.
Por último, se definen además los estados |~p±i como
donde |~p i es autoestado del operador momento (una onda plana en la representación
de posición). Se puede demostrar que los estados |~p±i son autoestados del Hamilto-
niano H, con lo cual representan estados estacionarios de dispersión. Sin embargo, debe
destacarse que estos estados no son de cuadrado integrable y no cumplen la condición
asintótica, es decir, no verifican el lı́mite 2.3 si se reemplaza |ψin i por |~p i y |ψi por
|~p+i. Sin embargo, están relacionados por el respectivo operador de Møller, con lo cual
puede seguir pensándose en |~p+i (|~p−i) como el estado a t = 0 que evolucionó des-
de (evolucionará hacia) el estado libre |~p i, siempre y cuando se tengan presentes las
limitaciones anteriores.
rV (r) −−−
r−→
−−∞
−−→ Z, (2.10)
los operados de Møller no convergen, es decir, no existen. Esto deja entrever que los
mencionados potenciales, llamados usualmente potenciales de rango infinito (o po-
tenciales de largo alcance), no permiten aproximar a los estados asintóticos usuales
(t → ±∞) como estados de evolución libre. Por comparación, en el caso clásico la
órbita hiperbólica tiende asintóticamente (r → ∞) a una trayectoria rectilı́nea con
p
velocidad v = 2E/m. Sin embargo, de la conservación de la energı́a
2
l2
1 dr Z
E= m + 2
+ , (2.11)
2 dt 2mr r
Z
r'v|t|− ln | t | +O(1). (2.12)
mv 2
con ν = Zm/p y Ep = p2 /2m. Esto permite definir nuevamente los estados estaciona-
rios de dispersión |~p±i en el caso de la interacción de Coulomb como |~p±i = Ω± |~p i,
que se pueden calcular exactamente. En particular, en el capı́tulo 5 se trabajará exclu-
sivamente sobre el estado estacionario de dispersión |~p+i de la interacción de Coulomb.
Siempre que h~r | p~+i sea conocido (lo que sı́ ocurre en el caso del potencial de Coulomb),
se podrá calcular esta integral analı́tica o numéricamente para obtener la evolución
temporal del estado de dispersión de una partı́cula descrita por un paquete de onda.
ˆ∞
w(ψin → dΩ) = dΩ k 2 dk|ψout (~k )|2 , (2.17)
0
ˆ ˆ ˆ∞
dσ 1
= 2
d q w(ψin → dΩ) = 2
dq k 2 dk|ψout (~k )|2 . (2.18)
dΩ dΩ
0
|~p±i = |~p i + G(Ep ± i)V |~p i = |~p i + G0 (Ep ± i)V |~p±i , (2.20)
h~k | S | p~0 i = h~k− | p~0 +i = δ(~k − p~0 ) − 2πi δ(Ek − Ep0 ) h~k | V | p~0 +i . (2.21)
El primer término del lado derecho corresponde fı́sicamente a la parte del operador de
scattering S que no dispersa a la partı́cula, y el segundo a la parte de S que sı́ dispersa
a la partı́cula (definido únicamente sobre la capa de energı́a Ek = Ep0 ). Entonces,
introduciendo 2.21 en 2.19 se tiene
ˆ
ψout (~k ) = ψin (~k ) − 2πi dp~0 δ(Ek − Ep0 ) h~k | V | p~0 +i ψin (p~0 ), (2.22)
~0
donde ψin (p~0 ) = e−i~q·p φ(p~0 ), un paquete desplazado en ~q en la dirección perpendicular al
momento entrante. Ahora bien, como ψin (p~0 ) es una distribución de momentos centrada
en un momento p~ bastante bien definido, se requiere que la medición se aparte de esta
dirección, entonces puede despreciarse ψin (p~0 ) en la medición de ψout (~k ), obteniendo
ˆ
ψout (~k ) ' −2πi dp~0 δ(Ek − Ep0 ) h~k | V | p~0 +i ψin (p~0 ). (2.23)
tal que la variación de h~k | V | p~0 +i en esa región es insignificante, de tal modo de poder
reemplazar h~k | V | p~0 +i y p0 /p0k por sus valores en p~0 = p~. Se obtiene entonces
dσ
= (2π)4 m2 | h~k | V | p~+i |2 . (2.25)
dΩ
Esto significa que la teorı́a cuántica de colisiones usual asegura que, independientemente
de como se describa al estado inicial ψin (p~0 ), la sección eficaz diferencial calculada
será siempre la dada por 2.25. El cálculo desarrollado aquı́ es entonces importante en
el contexto de esta tesis, porque es por esto que se dice usualmente que el resultado de
una colisión es independiente de como se describa inicialmente la partı́cula incidente.
En particular, como ya se adelantó en la introducción, se considera inicialmente
el problema de la dispersión de Coulomb de una onda plana. Se verá que cuando
ψin (p~0 ) = δ(p~0 −~p ) (una onda plana en la distribución espacial) no se observa dispersión
radial de partı́culas. Sin embargo, antes de examinar este hecho se debe introducir el
formalismo de la onda piloto, ya que los métodos utilizados por éste son una pieza clave
en la realización del argumento.
Capı́tulo 3
Formulación cuántica de De
Broglie-Bohm
3.1. Motivación
Ya desde sus comienzos, las extravagantes proposiciones de la fı́sica cuántica dieron
lugar a distintas interpretaciones de la misma y de su relación con la realidad (ver,
por ejemplo, [15]). La mecánica cuántica resulta de considerar las variables clásicas
(e.g. posición, momento, etc.), asociadas más o menos directamente a conceptos coti-
dianos sobre el movimiento de los cuerpos, como operadores. Este proceso se denomina
usualmente primera cuantización. Los operadores actúan sobre un objeto matemático
llamado función de onda ψ(~r, t) (en el caso de la representación de posición) que es
solución de la ecuación de Schrödinger,
dψ
i~ = Ĥψ, (3.1)
dt
12
3.1 Motivación 13
del proceso de medición. Por otro lado, existe una interpretación ortodoxa, sustentada
a través del fenómeno de decoherencia [18], que describe un efecto por el cual los ele-
mentos no diagonales de la matriz densidad para estados macroscópicos se reducen a
cero (transición cuántico-clásica), evitando ası́ la posibilidad de observar fenómenos de
interferencia macroscópicos. Por último, se encuentran las llamadas interpretaciones de
variables ocultas que proponen teorı́as subyacentes a la interpretación de Copenhague,
utilizando variables que no pueden medirse directamente, pero que al interactuar se
comportan de igual manera que la interpretación de Copenhague desde el punto de
vista de un observador. Se ha demostrado que toda teorı́a de variables ocultas que
llegue a las mismas conclusiones que una teorı́a cuántica, deberá ser de carácter no
local [19]. Una de estas teorı́as es la que utilizaremos en este trabajo: la interpreta-
ción de De Broglie-Bohm (o teorı́a de la onda piloto), propuesta por Louis De Broglie
(1924) [20] y desarrollada por David Bohm (1952) [3, 4]. Básicamente esta interpreta-
ción propone como variables ocultas a las trayectorias y momentos bien definidos de
partı́culas clásicas, que son guiados por una onda cuántica (solución de la ecuación
de Schrödinger 3.1). Actualmente esta teorı́a no se considera una teorı́a de variables
ocultas, ya que recientemente se han logrado medir trayectorias promedio de partı́culas
a través del proceso de mediciones débiles (ver sección 3.3.2). El objetivo principal de
esta interpretación es una descripción completa de un sistema que existe y evoluciona
independientemente de los actos de observación. En el presente trabajo utilizamos esta
formulación ya que permite calcular trayectorias de partı́culas, lo que añade ciertas
ventajas en el análisis de la teorı́a de colisiones en comparación con la teorı́a cuántica
usual. Por lo tanto, a continuación se presenta una introducción a la teorı́a de la onda
piloto, comenzando por una breve reseña de la teorı́a clásica de Hamilton-Jacobi, ya
que, como se podrá ver, ambas teorı́as están ı́ntimamente ligadas entre sı́.
de tal manera que las nuevas coordenadas satisfagan las ecuaciones canónicas de Ha-
milton, utilizando como Hamiltoniano una nueva función H = H(Q, P, t)
∂H ∂H
Q̇ = , Ṗ = − (3.3)
∂P ∂Q
∂(Q, P )
6= 0. (3.4)
∂(q, p)
Se puede demostrar (ver [21]) que una condición necesaria y suficiente para que
una transformación (q, p) ↔ (Q, P ) sea canónica es que exista una función generatriz
S = S(q, p, t) y una valencia c tales que
∂(Q)
6= 0. (3.6)
∂(p)
Esto asegura que las variables q, Q y t son independientes y pueden utilizarse como
variables básicas del problema. Utilizando la ecuación 3.5 y escribiendo la función
generatriz como S = S(q, Q, t) resulta que
∂S ∂S ∂S
c(pdq − Hdt) − (P dQ − Hdt) = dS(q, Q, t) = dq + dQ + dt, (3.7)
∂q ∂Q ∂t
obteniendo entonces
∂S ∂S
= cpj , = −Pj (3.8)
∂qj ∂Qj
y
∂S
H = cH + , (3.9)
∂t
debiéndose satisfacer la condición
∂ 2S
det 6= 0. (3.10)
∂qj ∂Ql
dQj dH dPj dH
= = 0, =− = 0, (3.11)
dt dPj dt dQj
3.2 Teorı́a clásica de Hamilton-Jacobi 16
o sea,
Qj (q, p, t) = αj , Pj (q, p, t) = βj , (3.12)
que junto con la condicion 3.10 y las ecuaciones de movimiento 3.8 (con Qj = αj y
Pj = βj ) resuelven el problema. Además, para un sistema conservativo (∂H/∂t = 0)
vale
S = −Et + W (q, α), (3.14)
~2 ∇2 R
∂S 1
+ (∇S)2 + V (~r) − = 0,
∂t 2m 2m R
(3.17)
∂R2
∇S
+ ∇ · R2 = 0.
∂t m
La primera de ellas es una EHJ con potencial
~2 ∇2 R
V (~r) + Q(~r, t) = V (~r) − (3.18)
2m R
(conectando ası́ las teorı́as clásica y cuántica), donde Q es llamado el potencial cuántico.
La segunda es una ecuación de continuidad, ya que si se define una densidad ρ(~r, t)
∇S
~v(~r, t) = , (3.20)
m
1. Un sistema fı́sico individual está compuesto por una onda que se propaga en el
espacio y en el tiempo, y una partı́cula que se mueve de manera continua guiada
por la onda;
2. La onda está descripta matemáticamente por una función ψ(~r, t), que es solución
de la ecuación de Schrödinger
~2 2
dψ
i~ = − ∇ + V (~r) ψ; (3.23)
dt 2m
1
~r˙ = ∇S(~r, t)|~r=~r(t) , (3.24)
m
donde S es la fase de ψ;
donde R2 = |ψ|2 .
Los primeros tres postulados forman ya una teorı́a auto-consistente. El cuarto pos-
tulado es necesario para compatibilizar las predicciones de la teorı́a cuántica usual con
3.3 Formulación cuántica de la onda piloto 18
d ˙
m~r = −∇(V + Q)|~r=~r(t) , (3.26)
dt
Si bien S es una función multivaluada por tratarse de una fase, ∇S es una función
univaluada de la posición, por lo que por cada punto del espacio pasa una sola
velocidad a cada tiempo. Esto no prohı́be a las trayectorias cruzarse, debido a
la evolución temporal del campo de velocidades. Sin embargo, si se tiene una
solución estacionaria, el campo de velocidades es llamado una congruencia, ya
que es una solución univaluada que no cambia con el tiempo, por lo que las
trayectorias en este caso no podrán cruzarse entre sı́.
~2 ∇2 (Abs(a)R) ~2 ∇2 (R)
Q=− =− , (3.27)
2m Abs(a)R 2m R
Figura 3.1: Comparación de resultados teóricos de la onda piloto con resultados experimentales
de mediciones débiles, en el experimento de las dos rendijas.
Capı́tulo 4
(∇S)2 Z p2
+ = 0. (4.1)
2m r 2m
ν 1
0 = σ 02 − σ 0 + = σ 02 − σ 0 + , (4.4)
χ ξ
20
4.1 Trayectorias clásicas de Coulomb 21
0
m~vi = ∇Si = p~0 + σ− (p0 r̂ − p~0 )
" 1/2 #
1
ν (4.6)
= p~0 + 1− 1−4 (p0 r̂ − p~0 ),
2 χ
0
m~vf = ∇Sf = p~0 + σ+ (p0 r̂ − p~0 )
" 1/2 #
1
ν (4.7)
= p~0 + 1+ 1−4 (p0 r̂ − p~0 ),
2 χ
|Z| r
r0 = =2 (1 − cos θ). (4.8)
p20 /2m |ξ|
En las figuras 4.1a (~vi ) y 4.1b (~vf ) se muestran los campos de velocidades con su acción
correspondiente para el caso repulsivo, con ν = 2/3, m = 1 y p0 = 3/2, y en las figuras
4.2a (~vi ) y 4.2b (~vf ) para el caso atractivo con ν = −2/3, m = 1 y p0 = 3/2. Los
√
gráficos se muestran en función de las variables espaciales ρ = r2 − z 2 y z (de las
coordenadas cilı́ndricas), en unidades arbitrarias.
Es interesante notar que en el caso repulsivo Z > 0 (ν > 0), según la ecuación
4.5, habrá una región prohibida en el espacio, a la cual una partı́cula que viene desde
z = −∞ no podrá acceder (ya que χ es siempre mayor a cero). Esta región está definida
por la inecuación
ξ < 4, (4.9)
4.1 Trayectorias clásicas de Coulomb 22
ξ = 4, (4.10)
que coincide exactamente con la solución de la ecuación ~vi = ~vf . Esto quiere decir que
una partı́cula que sigue la trayectoria determinada por ~vi llegará hasta la cáustica y a
partir de allı́ continuará su trayectoria que será determinada por ~vf . O sea, los campos
de velocidades entrante y saliente coinciden sobre la cáustica 4.10, y se pueden ’pegar’
sobre la misma. Esta cáustica se muestra en las figuras arriba mencionadas (para el
caso repulsivo) en lı́neas punteadas1 .
2r0 2r0
r0 r0
0 0
z
-r0 -r0
-2r0 -2r0
3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0 3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0
Ρ Ρ
(a) (b)
Figura 4.1: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades repulsivo
con ν = 2/3, m = 1 y p0 = 3/2. Las lı́neas llenas corresponden a la acción y la lı́nea punteada a
la cáustica. (a) Caso entrante ~vi , Si y (b) caso saliente ~vf , Sf .
Luego, resta integrar 4.5 y ası́ obtener la acción entrante y saliente. Para esto se
utiliza el método de Gordon [27], resolviendo la integral de camino
ˆ~r
S(~r) = p~ · d~l, (4.11)
ref
eligiendo S = 0 en r = −z = 2ν/p0 , por lo que según 4.2 debe ser σ(4ν) = 2ν quedando
1
Se puede notar que en el caso atractivo la única solución de la ecuación ~vi = ~vf es r̂ = ẑ; es decir,
el eje z positivo, que coincide con la lı́nea en la cual se pueden ’pegar’ las trayectorias entrantes y las
salientes.
4.1 Trayectorias clásicas de Coulomb 23
2r0 2r0
r0 r0
0 0
z
z
-r0 -r0
-2r0 -2r0
3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0 3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0
Ρ Ρ
(a) (b)
Figura 4.2: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades atractivo
con ν = −2/3, m = 1 y p0 = 3/2. Las lı́neas llenas corresponden a la acción. (a) Caso entrante
~vi , Si y (b) caso saliente ~vf , Sf .
la integral
ˆχ "1/2 #
1 ν
σ± (χ) = 2ν + dχ 1 ± 1 − 4
2 χ
4ν (4.12)
χ − 2ν + [χ(χ − 4ν)]1/2
χ 1 1/2
= ± [χ(χ − 4ν)] ∓ ν ln .
2 2 2|ν|
χ − 2ν + [χ(χ − 4ν)]1/2
χ 1
Si (~r) = p0 z + − [χ(χ − 4ν)]1/2 + ν ln , (4.13)
2 2 2|ν|
χ − 2ν + [χ(χ − 4ν)]1/2
χ 1
Sf (~r) = p0 z + + [χ(χ − 4ν)]1/2 − ν ln . (4.14)
2 2 2|ν|
Se muestran las lı́neas de acción constante (frentes de onda de acción) entrante y
saliente para el caso repulsivo y atractivo en las figuras 4.1a, 4.1b, 4.2a y 4.2b res-
pectivamente, con lı́neas llenas de intensidad leve. Se puede apreciar claramente que
estas lı́neas son ortogonales a los campos de velocidades, lo cual es necesario ya que se
relacionan mediante un gradiente.
Además, y para una clara comparación con los resultados del capı́tulo siguiente, se
calculan los lı́mites asintóticos (r → ∞, entonces χ → ∞) de los resultados obtenidos;
4.1 Trayectorias clásicas de Coulomb 24
Por último, se muestran los gráficos de las trayectorias de las partı́culas (hipérbolas)
para el caso repulsivo (figura 4.3a) y para el caso atractivo (figura 4.3b); éstas son las
lı́neas tangentes a los campos de velocidades entrante y saliente, para cada caso. Aquı́ se
ve claramente que por cada punto del espacio pasan dos trayectorias (una entrante y
una saliente), i.e. el campo de velocidades es bivaluado. Es importante ver que la
descripción cuántica de la dispersión de Coulomb de una onda plana está relacionada
con este último hecho, ya que al ser un problema estacionario, el campo de velocidades
de Bohm es una congruencia, es decir, hay un único campo de velocidades en todo
el espacio, el cual produce trayectorias que no se cruzan ni se tocan. Este hecho es
exhaustivamente analizado en el capı́tulo siguiente.
2r0 2r0
r0 r0
0 0
z
-r0 -r0
-2r0 -2r0
3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0 3r0 2r0 r0 0 r0 2r0 3r0
Ρ Ρ
(a) (b)
Figura 4.3: Lı́neas de campo de ~vi y ~vf con p0 = 3/2, m = 1 y, (a) caso repulsivo (ν = 2/3) y
(b) caso atractivo (ν = −2/3).
Capı́tulo 5
1
ψ~p±0 (~r) = e−πν/2 Γ(1 ± iν) ei~p0 ·~r 1 F1 (∓iν, 1; ±i(p0 r ∓ ~p0 · ~r)), (5.1)
(2π)3/2
que representa una función entera de la variable compleja z con dos parámetros adicio-
nales complejos a y c, y una singularidad en z = ∞. El elemento (a)k es el sı́mbolo de
Pochhammer y está definido por A.2 en el apéndice A. Las restantes propiedades y re-
25
5.1 Trayectorias cuánticas de Coulomb 26
1
ψ~p0 (~r) = D(ν, χ)ei~p0 ·~r , (5.3)
(2π)3/2
2πν
|N (ν)|2 = (5.6)
e2πν −1
diverge como 1/p0 para Z < 0, como se puede ver en la figura 5.1. En este simple hecho
se esconde el origen de la captura del electrón al continuo, efecto descubierto por M. E.
Rudd et al en 1966 [29]. Por otro lado, para Z > 0, |N (ν)|2 es proporcional al factor
de Gamow exp(−2πν) cuando p0 mZ, comúnmente usado para explicar los tasas
de ciertos decaimientos radioactivos.
6
ÈNHΝL 2 @u.a.D
Ν @u.a.D
-1 -0.5 0 0.5 1
2.4 2.4
1.2 1.2
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-1.2 -1.2
-2.4 -2.4
Ρ @u.a.D Ρ @u.a.D
2 1 0 1 2 2 1 0 1 2
(a) (b)
Figura 5.2: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades total (~v)
con ~p0 = 3/2 ẑ y m = 1. Las lı́neas llenas corresponden a la acción total S. (a) Caso repulsivo
(ν = 2/3) y (b) caso atractivo (ν = −2/3).
con lo cual
m~v(z → ∞) = ~p0 . (5.10)
Además, por completitud, se puede calcular el lı́mite del campo de velocidades cuando
χ → ∞, que corresponde al lı́mite de las coordenadas cartesianas x o y tendiendo a
infinito. No es simple el análisis del lı́mite de la función hipergeométrica 1 F1 (a, c; z)
para grandes valores de z, pero utilizando la relación A.8 del apéndice A, se puede
evaluar
Γ(1+iν) iχ −2iν !
e χ −1
1 F1 (1 − iν, 2; iχ) Γ(1−iν)
Im −−−
χ−→
−−∞
−−→ Im , (5.11)
Γ(1+iν) iχ −2iν
1 F1 (−iν, 1; iχ) e χ + iχ
Γ(−iν)
5.2. Propuesta
Existe una descomposición propuesta por Kunikeev y Senashenko [30], según la
cual se puede escribir a la función hipergeométrica confluente como suma de dos fun-
ciones hipergeométricas confluentes irregulares en el origen G(a, c; z) (ecuación A.6 del
apéndice A), entonces
D(ν, χ) = Di (ν, χ) + Df (ν, χ), (5.13)
con
Di (ν, χ) = χiν G(−iν, −iν; iχ) (5.14)
y
Df (ν, χ) = iχiν g(ν, χ)G(1 + iν, 1 + iν; −iχ)eiχ , (5.15)
con
1
h~r | p~+i i = 3/2
Di (ν, χ)ei~p0 ·~r
(2π)
(5.18)
1
h~r | p~+f i = Df (ν, χ)ei~p0 ·~r .
(2π)3/2
Como se puede ver, el término h~r | p~+i i es proporcional a ei~p0 ·~r y el término h~r | p~+f i es
proporcional a eiχ ei~p0 ·~r = eip0 r y además esté último decae como 1/χ (1/r). Entonces,
esta descomposición particular presenta similitudes con la descomposición usual de la
función de onda, válida en el lı́mite asintótico [1, p. 172]
eipr
−3/2 p·~
i~ r
h~r | p~+i −−−
r−→
−−∞
−−→ (2π) e + f (E, θ) . (5.19)
r
y |Df (ν, χ)|2 ≈ 0 para grandes valores de χ, consistente con la equiparación de estos
últimos términos con la descomposición de onda plana y onda esférica en el lı́mite
asintótico.
(a) (b)
Figura 5.3: (a) Gráfico de |D(ν, χ)|2 y (b) gráfico de |Di (ν, χ)|2 (celeste), |Df (ν, χ)|2 (verde)
y Di (ν, χ)Df∗ (ν, χ) + Di∗ (ν, χ)Df (ν, χ) (rojo). La suma de estas tres funciones da como resultado
la función del gráfico en (a).
y
ν d
m~vf = ∇Sf = p0 r̂ + − + Im Log(G(1 + iν, 1 + iν; −iχ)) (p0 r̂ − ~p0 )
χ dχ
(1 + iν)2 G(2 + iν, 2 + iν; −iχ)
ν
= p0 r̂ − Re 1 − (p0 r̂ − ~p0 ),
χ χν G(1 + iν, 1 + iν; −iχ)
(5.23)
donde se derivó la función G según la relación A.9 del apéndice A.
5.2 Propuesta 31
ν ν
Si ≈ ~p0 · ~r + ν ln χ − − 2, (5.24)
ξ ξ
Se muestran los gráficos correspondientes a ~vi y ~vf con momento asintótico ~p0 =
3/2 ẑ, m = 1 y ν = ± 2/3 (repulsivo y atractivo) en las figuras 5.4a, 5.4b, 5.5a y 5.5b
(y en lı́neas llenas, ortogonales a los vectores, se grafican los frentes de acción entrante
y saliente).
A partir de las gráficas pueden extraerse ciertas conclusiones. Analizando primero el
caso atractivo (figuras 5.4a y 5.4b) y comparándolo con su respectivo problema clásico
(figuras 4.2a y 4.2b), se puede observar que estas figuras tienen un gran parecido (ya se
sabe que se asemejan para valores grandes de χ, según los lı́mites calculados). En este
sentido podemos pensar que la solución cuántica esconde en su interior a la solución
clásica, y que ésta se logra descomponiendo convenientemente la función de onda.
5.2 Propuesta 32
2.4 2.4
1.2 1.2
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-1.2 -1.2
-2.4 -2.4
Ρ @u.a.D Ρ @u.a.D
2 1 0 1 2 2 1 0 1 2
(a) (b)
Figura 5.4: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades atractivo
con ~p0 = 3/2 ẑ, m = 1 y ν = −2/3. Las lı́neas llenas corresponden a la acción. (a) Caso entrante
(~vi y Si ) y (b) caso saliente (~vf y Sf ). Se puede observar el enorme parecido entre las trayectorias
cuánticas y las clásicas (figuras 4.2a y 4.2b).
2.4 2.4
1.2 1.2
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-1.2 -1.2
-2.4 -2.4
Ρ @u.a.D Ρ @u.a.D
2 1 0 1 2 2 1 0 1 2
(a) (b)
Figura 5.5: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades repulsivo
con ~p0 = 3/2 ẑ, m = 1 y ν = 2/3. Las lı́neas llenas corresponden a la acción. (a) Caso entrante
(~vi y Si ) y (b) caso saliente (~vf y Sf ). En la figura (a) se muestra una especie de cáustica con
lı́neas punteadas, cuya definición se discutirá más adelante.
Por otro lado, en el caso repulsivo las trayectorias obtenidas tienen ciertas diferen-
cias con sus respectivas trayectorias clásicas, dado que no se obtuvo una lı́nea en el
espacio en la cual se puedan ’pegar’ las trayectorias entrantes y las salientes. Vemos,
por ejemplo, que en la figura 5.5b todas las trayectorias salientes parten del origen o
del eje z positivo, mientras que en la figura 5.5a existen dos tipos de trayectorias bien
5.2 Propuesta 33
diferenciadas, que se muestran separadas por una lı́nea punteada en la gráfica. Las
primeras se originan en z = −∞ y alcanzan la región de la lı́nea punteada, mientras
que las segundas parten del origen o del eje z positivo. Es decir, en este caso sigue
existiendo una especie de cáustica como en el caso clásico, pero también existen trayec-
torias internas a la cáustica; aunque se puede notar que estas trayectorias no pueden
ser alcanzadas por partı́culas entrantes desde z = −∞. En realidad, se esperaba obte-
ner un resultado análogo al caso clásico, en donde la solución de la ecuación ~vi = ~vf
indique un lugar donde pegar trayectorias entrantes y salientes. Esta ecuación posee
dos soluciones, una es χ = 0, es decir, el eje z positivo (relevante para el caso atractivo,
lugar en el que se pueden ’pegar’ las trayectorias en ese caso), y la otra
Sin embargo, la solución de esta ecuación, al ser superpuesta en los gráficos, no presenta
caracterı́sticas especiales. De esto se podrı́a deducir que la descomposición 5.17 no es
exactamente la descomposición entrante/saliente de la función de onda cuántica.
Igualmente se sigue observando una separación especial de trayectorias en el caso
repulsivo entrante, mencionada anteriormente, donde existen ciertas trayectorias origi-
nadas en z = −∞ y otras en el eje z positivo. Observando los campos de velocidades
clásicos, puede verse que el campo ~vi cumple la condición ~v · ẑ ≥ ~v · r̂, donde la igual-
dad se obtiene sobre la cáustica ξ = 4, y por otro lado, el campo clásico ~vf cumple
la condición ~v · ẑ ≤ ~v · r̂ y la igualdad se cumple nuevamente sobre la cáustica. Es
decir, en el caso clásico las trayectorias entrantes y salientes están separadas por las
condiciones recién expuestas, y la ecuación de la cáustica clásica puede ser hallada
resolviendo la ecuación ~v · ẑ = ~v · r̂ para cada uno de los campos (entrante y saliente)
independientemente, que además tiene una solución trivial r̂ = ẑ (eje z positivo).
Resolviendo la ecuación ~v · ẑ = ~v · r̂ para los campos de velocidades cuánticos, se
obtiene para el caso entrante (~vi ) la ecuación
ν2
ν G(1 − iν, 1 − iν; iχ) 1
+ 2 Re = , (5.33)
χ χ G(−iν, −iν; iχ) 2
cuya solución ya fue graficada en la figura 5.5a con una lı́nea punteada y claramente
separa los dos tipos de trayectorias antes mencionados. Además, se graficó la misma
curva con lı́nea llena en las figuras 5.6a, 5.6b y 5.6c, con m = 1, ν = 1, 1/2 y 1/3, y
p0 = 1, 2 y 3 respectivamente, para mostrar su validez en general.
Para el caso saliente (~vf ) se obtiene
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0 0
Figura 5.6: Los vectores corresponden a la representación del campo de velocidades repulsivo
entrante con m = 1, (a) ~p0 = ẑ y ν = 1, (b) ~p0 = 2 ẑ y ν = 1/2, y (c) ~p0 = 3 ẑ y ν = 1/3. La
lı́nea llena corresponde a la solución de la ecuación 5.33.
que no tiene solución, lo que concuerda con que en la figura saliente 5.5b no exista una
separación entre trayectorias distintas (y esto es válido en general para todo m, ν y
p0 ).
Por último, se compara en la figura 5.7 el resultado de la ecuación 5.33 (lı́nea llena)
en función de ν y χ, y se agrega en lı́nea punteada la cáustica clásica ξ = 4.
30
20
Χ @u.a.D
10
Ν @u.a.D
-5 0 5 10
Figura 5.7: Solución de la ecuación 5.33 correspondiente a la cáustica cuántica entrante (lı́nea
llena) en comparación con la cáustica clásica ξ = 4 (lı́nea punteada).
con δ = (S2 − S1 ) − nπ/2, y donde las funciones de onda semiclásicas parciales corres-
pondientes a cada campo clásico se escriben como ψsci (~r ) = Ri exp(Si ), con ∇Si = m~vi
y n depende de ciertas condiciones de cada problema. Se ve claramente el término de
interferencia que proviene de la convivencia de dos campos clásicos en cada punto del
espacio.
Queda entonces al descubierto una posible interpretación de las trayectorias cuánti-
cas calculadas en la sección previa, correspondientes a cada término de la descomposi-
ción 5.17. El campo de velocidades 5.8 representa las trayectorias cuánticas y contiene
la suma e interferencia de dos campos de velocidades cuánticos parciales 5.22 y 5.23
correspondientes a cada uno de los campos de velocidades clásicos.
blema de Coulomb con onda plana. La caracterización de este hecho fue posible gracias
a la formulación de la onda piloto, teorı́a que de esta manera estarı́a marcando una
clara utilidad al tratar la dependencia de los resultados con la descripción del paquete
inicial.
Además, otro aspecto importante tratado en este capı́tulo tiene que ver con el interés
de las trayectorias bohmianas de una manera general. El hecho de que la teorı́a de
De Brogie-Bohm sea una teorı́a cuántica con trayectorias puede generar desconfianza
a priori, ya que, estas trayectorias no fueron medidas. Teniendo en cuenta esto, se
puede abrir la pregunta sobre cuál es el interés de las trayectorias calculadas con la
receta de Bohm; es decir, ¿por qué éstas trayectorias revelan la fı́sica y no otras?
Para abordar esta pregunta, se puede recurrir al análisis realizado en la sección 5.2.
Originalmente, Kunikeev y Senashenko [30] introdujeron la descomposición 5.17 como
una separación del tipo entrante/saliente, haciendo uso únicamente de la teorı́a cuántica
usual. Aquı́ se puede ver, por ejemplo, que el estudio inicial de la descomposición 5.17
(es decir, las figuras 5.3a y 5.3b, la asociación con la solución asintótica 5.19 y los
lı́mites asintóticos de las acciones 5.24 y 5.25 calculados) corresponde únicamente a la
interpretación usual de la mecánica cuántica. De estos análisis, se pudo concluir que
la descomposición presentada se asemeja a una del tipo entrante/saliente. El hecho de
que las trayectorias bohmianas sean compatibles con esta interpretación, y se asemejen
al caso clásico (según las figuras 5.5a, 5.5b, 5.4a y 5.4b), verifica la utilidad del cálculo
de trayectorias aquı́ utilizado.
Por último, en el capı́tulo siguiente se espera resolver el problema hallado de la no
dispersión de Coulomb. Se propone un cálculo de dispersión de Coulomb de un paquete
de onda localizado en una región acotada del espacio. Se espera entonces que la solución
sı́ presente dispersión radial de partı́culas, ya que el problema no es estacionario; con
lo cual el campo de velocidades al depender del tiempo dará lugar a trayectorias con
posibilidad de cruzarse entre sı́. El hecho de poder obtener trayectorias dispersadas al
alterar el estado asintótico inicial, permitirá realizar conclusiones sobre la utilidad de
la teorı́a de la onda piloto a la hora de tratar la dependencia de los resultados de una
colisión con la descripción del paquete inicial.
Capı́tulo 6
6.1. Motivación
En el presente capı́tulo se realiza un cálculo de dispersión de Coulomb, pero modi-
ficando el estado asintótico entrante de la partı́cula dispersada, reemplazando la onda
plana por un paquete centrado en p~0 . Es decir, se modela el estado inicial como un pa-
quete emergiendo de un colimador, donde la probabilidad de encontrar una partı́cula
está restringida a una región pequeña del espacio. Se puede observar que si se modifica
la función de onda que describe a la partı́cula, entonces cambiarán las trayectorias
cuánticas, ya que el campo de velocidades ~v depende de ψ. En este sentido, se espera
que una teorı́a de colisiones con trayectorias cuánticas sea útil para describir variacio-
nes en los resultados de los cálculos, cuando éstos son dependientes de la descripción
asintótica inicial del proyectil. En la teorı́a de la onda piloto (en el caso de la dispersión
de la onda plana) la partı́cula ocupa una sola de las trayectorias dibujadas en la figura
5.2b (ó 5.2a), mientras que las demás trayectorias quedan ’vacı́as’. Sin embargo, la
función de onda (que ocupa todo el espacio) afecta a esta trayectoria de una manera
directa. Entonces, la motivación principal para calcular la dispersión de un paquete es
que sólo una región pequeña del espacio puede afectar la trayectoria de la partı́cula.
Además, al ser una solución no estacionaria, las trayectorias tendrán la posibilidad de
cruzarse entre sı́. El objetivo es lograr un cálculo de trayectorias cuánticas en el que
sı́ se vea dispersión radial de partı́culas.
Además, este cálculo propone un acercamiento a uno de los objetivos iniciales del
trabajo; éste es reproducir los resultados del experimento de Egodapitiya et al [2]. Sin
embargo, para realizar esto, se necesitan cálculos muy precisos y con dos centros de
dispersión. En este caso, se realizó un cálculo con un centro de dispersión, como un
primer acercamiento al problema.
37
6.2 Dispersión de un paquete gaussiano 38
centrado en R ~ = ~r0 + ~q, que tiene incluida la distancia del paquete al centro de fuer-
zas (~r0 ) y el parámetro de impacto (~q ). | h~r | φi |2 corresponde a una distribución de
probabilidad Gaussiana (Normal) con desviación estándar σx0 y normalizada a 1.
De la ecuación 2.16 en la sección 2.4, se puede ver que la integral a resolver es
ˆ
2 t/2m
ψ(~r, t) = e−ip h~r | p~+i h~p | φi d~p (6.2)
(~p − p~0 )2
h i
h~p | φi = (2πσp2 )−3/4 ~
exp −i~p · R exp − , (6.3)
4σp2
Figura 6.1: Visualización 3D del módulo al cuadrado de la función de onda, a distintos tiempos.
t = 4 @u.a.D t = 19 @u.a.D
20 20
10 10
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-10 -10
-20 -20
x @u.a.D x @u.a.D
-20 -10 0 10 20 -20 -10 0 10 20
t = 21 @u.a.D t = 26 @u.a.D
20 20
10 10
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-10 -10
-20 -20
x @u.a.D x @u.a.D
-20 -10 0 10 20 -20 -10 0 10 20
Figura 6.3: Campos de velocidades de una partı́cula descrita por un paquete gaussiano dis-
persada por el potencial de Coulomb, a distintos tiempos.
las figuras 6.3 estos campos, nuevamente en función de las coordenadas cartesianas
x y z; se grafican únicamente los vectores en las regiones donde la función de onda
es apreciablemente distinta de cero. Se puede notar que inicialmente el paquete se
traslada rı́gidamente en dirección ẑ. Sin embargo, a partir de t ∼ 20 empiezan a
aparecer velocidades que apuntan en direcciones radiales. Para t = 26 se observa que
6.2 Dispersión de un paquete gaussiano 41
estas velocidades predominan en la parte inferior de la figura. Esto parece indicar que
tanto las partı́culas ubicadas en los bordes laterales como las ubicadas en el borde
inferior del paquete gaussiano serán dispersadas radialmente. Luego, a tiempos más
grandes el paquete sigue su curso, desapareciendo de la región graficada. Se puede ver
t = 0 @u.a.D t = 15 @u.a.D
20 20
10 10
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-10 -10
-20 -20
x @u.a.D x @u.a.D
-20 -10 0 10 20 -20 -10 0 10 20
t = 21 @u.a.D t = 27 @u.a.D
20 20
10 10
z @u.a.D
z @u.a.D
0 0
-10 -10
-20 -20
x @u.a.D x @u.a.D
-20 -10 0 10 20 -20 -10 0 10 20
Figura 6.4: Posición en el espacio durante la colisión, de 700 partı́culas, a distintos tiempos.
Se puede ver la dispersión radial de algunas partı́culas a tiempos más grandes.
dist0 @N*10^-3D
3.5
0
Π Π 3Π
0 4 2 4
Π
Θ
Figura 6.5: Distribución angular parcial (con q = 0), calculada a partir de la dispersión de
N=10.000 partı́culas.
Figura 6.7: Visualización 2D del módulo al cuadrado de la función de onda, para distintos
tiempos (q = 7).
8
dist7 @N*10^-3D
0
Π Π 3Π
0 4 2 4
Π
Θ
Figura 6.8: Distribución angular parcial estimada a partir de la dispersión de N=10.000
partı́culas, con q = 7.
6.3 Conclusiones parciales 44
Conclusiones y perspectivas
Los análisis realizados en los capı́tulos previos de esta tesis, se presentan como un
acercamiento a la utilización de nuevas herramientas para tratar problemas novedosos
en el marco de la teorı́a de colisiones atómicas.
Dado que en las secciones 5.3 y 6.3 de conclusiones parciales ya se analizaron las
consecuencias de cada uno de los resultados obtenidos, la intención de esta sección es
condensar brevemente los puntos importantes, y por otro lado, mostrar las perspectivas
o trabajos futuros que se podrı́an desarrollar a partir de lo expuesto.
Inicialmente, se planteó el problema de la dependencia de los resultados de una
colisión con la preparación del haz incidente. Esto llevó a realizar unos primeros cálculos
de dispersión de una onda plana y un paquete de onda por el potencial de Coulomb.
A continuación se enumeran entonces las conclusiones de estos cálculos.
X Por último, y como un proyecto más general, se dejó abierta la puerta a una teorı́a
cuántica de colisiones en el régimen no asintótico, es decir, para todo ~r y t. Una
muestra del interés que podrı́a tener esta teorı́a es, por ejemplo, los patrones de
interferencia que se producen en las cercanı́as del centro del potencial, observados
45
46
en las densidades de probabilidad del cálculo del capı́tulo 6. Estos podrı́an inducir
a la ocurrencia de efectos interesantes que una teorı́a en el régimen asintótico no
tiene la posibilidad describir.
Por último, también se deja abierta la puerta a responder algunas preguntas con-
cretas y otras más abstractas con respecto al trabajo realizado. A continuación se
enumeran entonces las preguntas abiertas.
• Como primer ejemplo concreto, se podrı́a reducir el error numérico en los cálculos
utilizando la descomposición 5.17 en la integral 6.4, ya que por la diferencia de
magnitud entre los dos términos, el error de uno domina sobre el cálculo del otro,
siendo éste último el responsable de la dispersión radial;
Sumado a esta pequeña lista, se encuentra un hecho que fue tratado tácitamente
y en paralelo a los problemas planteados explı́citamente a lo largo de la tesis; éste
es el de la utilidad de las teorı́as alternativas de variables ocultas, que como se pudo
ver, muestran efectos novedosos e interesantes cuando son aplicados incluso a teorı́as
muy bien establecidas como la teorı́a de colisiones. Es interesante ver que, aunque sea,
el análisis de estas teorı́as alternativas permite expandir, y no limitar, los campos de
investigación a los que se aplica.
Apéndice A
Función hipergeométrica
d2 u du
z 2
+ (c − z) − az = 0. (A.3)
dz dz
d a
1 F1 (a, c; z) = 1 F1 (a + 1, c + 1; z). (A.4)
dz c
47
48
ac
G(a, c; z) ≈ 1 − , (A.7)
z
d ac
G(a, c; z) = 2 G(a + 1, c + 1; z) (A.9)
dz z
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