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Mujeres en la Ciencia: Marie-Anne Pierrette Paulze Lavoisier

Chapter · September 2011

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MUJERES EN LA CIENCIA: MARIE-ANNE PIERRETTE PAULZE LA VOISIER - Dr. Miguel Katz

CAPITULO
MUJERES EN LA CIENCIA: MARIE-ANNE
PIERRETTE PAULZE LAVOISIER
Dr. Miguel Katz
Profesor Titular de Mecánica Cuántica
Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V. González”
Email: muon_k@yahoo.com.ar

Introducción por la monarquía francesa para cobrar impuestos,


odiada por la mayor parte de la población debido a
Dicen que “detrás de un gran hombre siempre hay la presión fiscal que ejercía y, particularmente, porque
una gran mujer”. Nunca este dicho fue tan adecuado cobraba los impuestos al tabaco y a la entrada o salida
como para Antoine Laurent Lavoisier (1743 – 1794). de Paris. Claudine falleció cuando Marie-Anne tenía
Con méritos suficientes para ser considerado el “padre tres años y las obligaciones de Jacques Paulze lo obli-
de la Química Moderna”, a lo largo de un cuarto de garon a encerrarla en un convento, donde fue educa-
siglo refutó la llamada “teoría del flogisto”, estable- da por las monjas.
ció una teoría acerca de la combustión y la respiración
puntualizando la necesidad de la existencia de oxíge- Cuando Marie-Anne tenía trece años, fue pedida
no para que esos procesos ocurran, dio una definición en matrimonio por Gabriel François Conde de Amer-
operacional de “elemento” clasificando 33 sustancias val. Este era un cincuentón, hermano de la Baronesa
elementales, desarrolló una teoría acerca de la natu- La Garde que tenía mucha influencia sobre el Abate
raleza de los ácidos, del “calórico” y otras contribu- Terray, en ese tiempo funcionario superior de Jacques
ciones científicas que ocupan más de 60 volúmenes Paulze. Amerval tenía aprietos económicos y el matri-
en la Biblioteca Nacional de Francia. Todo esta obra monio con la hija de un funcionario adinerado podría
la realizó sin descuidar su trabajo como recaudador aliviar sus problemas. Paulze no quería que su hija
de impuestos para el Reino, Director del Arsenal de la se casase con Amerval1 y le sugirió a un colega de la
Pólvora, Tesorero de la Academie des Sciences ni sus Fermé Generale que considerase contraer enlace con su
actividades privadas como desarrollos de cultivos en hija. Ese colega era Antoine Laurent Lavoisier, quien
sus campos, que sólo le permitían hacer investigación visitaba con frecuencia la casa de Paulze y que tenía
científica dos horas a la mañana y otras dos a la tar- buena relación con Marie – Anne. Paulze y Lavoisier
de, y no todos los días. La gigantesca tarea científica arreglaron los detalles financieros de la boda2. Los jó-
de Lavoisier no habría sido posible sin la colaboración venes se casaron el 16 de diciembre de 1771. Él tenía
de su esposa, Marie-Anne quien no sólo lo acompa- 28 años y ella estaba próxima a cumplir los 14.
ñaba durante sus experimentos sino que se hacía car-
go del laboratorio cuando él no estaba, armando los Si bien la actividad principal de Lavoisier era la de
aparatos, perfeccionando las técnicas, registrando e recaudar impuestos y perseguir a los evasores, era un
ilustrando gráficamente los resultados, oficiando tan- apasionado de la ciencia. Había montado un laborato-
to de traductora como de intérprete, ayudando a re- rio en su casa, dotado con los materiales e instrumen-
dactar las memorias, etc. Es por ello, que, hoy en día, tos más modernos de su época. Muchos de los aparatos
muchos investigadores en historia de la Ciencia la con- del laboratorio fueron diseñados por él y fabricados
sideran la “madre de la Química Moderna”. para él. Luego de su matrimonio, comenzó a instruir a
la esposa en los conocimientos de Física y de Química
así como en el manejo de los recursos del laboratorio.
Una breve biografía De esta manera, ella se fue convirtiendo en ayudante
de laboratorio y, al cabo de un par de años fue adqui-
Marie-Anne Pierrette Paulze, nació en Montbrison, riendo conocimientos científicos y habilidad práctica
un distrito en el valle del Loire, Francia, el 20 de enero que le permitieron pasar de ser una simple ayudante
de 1758. Era hija de Jacques Paulze de Chasteignolles a la encargada de la parte experimental. Con frecuen-
(1723 – 1794) y Claudine Catherine Thoynet de Rozières cia, Lavoisier presentaba trabajos en la Academia de
(1735 – 1761), la que era sobrina del Abate Terray, quien Ciencias de París, pero en ninguno de ellos menciona-
luego sería Controlador General de Finanzas del Reino. ba como colaboradora a su esposa.
Jacques Paulze era abogado, parlamentario y trabaja-
ba en la Fermé Générale, una compañía contratada Alrededor de 1770, Francia tenía graves problemas

1. En la Sección “Lavoisier” de la Biblioteca de la Universidad de Cornell, se encuentra la carta que Paulze le envió a Amerval, declinando diplomáticamente la propuesta
matrimonial.
2. Paulze aportó una dote 80.000 libras, 21.000 en el acto de firmar el contrato matrimonial y el resto en los seis años siguientes. Lavoisier aportó la mayor parte. El
regalo de bodas de su madre fue de 170.000 libras y su padre le adelantó otras 250.000 libras a cuenta de su herencia. (Donovan, A. (1993): Antoine Lavoisier, Science,
Administration and Revolution, Chapter 5. “The Company of Tax Farmers”; Cambridge University Press, New York; pp. 110 y ss.

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RELATOS SOBRE QUÍMICAS, SUS CIRCUNSTANCIAS Y CONTEXTOS

Figura 1: Autorretrato de Marie-Anne Pierret- Figura 2: Lavoisier y su esposa. Óleo sobre tela
te Paulze, circa 1775 447,4 × 531,8 cm. The Metropolitan Museum
of Art in New York

en la producción de pólvora, altamente necesaria para pintaría el cuadro más famoso (¡y enorme!) del matri-
sus guerras con los ingleses. La producción de salitre monio Lavoisier (Figura 2).
(el componente activo de la pólvora) era bastante
mediocre. Por eso, el gobierno francés creó la Admi- Sin descuidar su trabajo en el laboratorio, Marie-
nistración de la Pólvora y nombró como su director a Anne era la encargada de preparar todos los detalles
Antoine Lavoisier. de las recepciones que, con frecuencia, brindaban los
Lavoisier a los amigos, colegas de la Academia de Cien-
En 1775, Antoine y Marie - Anne se mudaron al cias, funcionarios de la Fermé Générale y visitantes ex-
Arsenal de la Pólvora. Durante su estancia allí Marie tranjeros. Múltiples comentarios de esos visitantes la
Anne estuvo al tanto de todos los trabajos de su mari- describen como una excelente anfitriona. En algunos
do a toda hora. La vivienda era muy confortable y te- casos, como cuando los visitó Benjamín Franklin, hasta
nían un laboratorio muy bien equipado donde podían tuvo tiempo para regalarle un retrato (Figura 3) que lo
hacer los más sofisticados experimentos de la época. hizo por duplicado — y qué Franklin tardó 5 años en
agradecer (Figura 4). El escritor inglés, Arthur Young,
La rutina de la vida conyugal era la siguiente: Se describió su visita a la casa de Lavoisier y refiriéndose
levantaban a las 6 de la mañana y a las 7 iban al labo- a la esposa escribió que ella era una señora “vivaz,
ratorio. A las 9, Lavoisier partía a cumplir sus obliga- sensible y científica” que no sólo sabía preparar el té
ciones dejándola a cargo de la tarea experimental. Él a la inglesa sino que “su conversación sobre el libro de
regresaba a las 7 y trabajaban en conjunto hasta las 10 Kirwan ‘An Essay on Phlogiston’ que ella estaba tra-
de la noche, hora en que iban a cenar. duciendo del inglés y otros temas que una mujer con
gran entendimiento que trabaja con su esposo en el
En el tiempo que su esposo no estaba, Marie-Anne laboratorio sabe cómo explicar, fueron el mejor ága-
trabajaba en el laboratorio, diseñando nuevas técni- pe” (Young, 1792).
cas experimentales, ajustando las existentes y anotan-
do meticulosamente todos los resultados, los que dis- La producción científica de Lavoisier fue más que
cutía con Lavoisier cuando él regresaba. abundante. Sus trabajos abarcaron tantos aspectos de
la Física y de la Química que resulta imposible imagi-
En los ratos libres que le quedaban, fue perfeccio- nar que él sólo hubiese podido completarlos, especial-
nando su inglés. A Lavoisier le costaba mucho mane- mente si se tiene en cuenta su trabajo —a partir de
jarse en ese idioma y cuando llegaban visitantes anglo- 1778 fue nombrado Fermier Général— que le insumía
parlantes, como Benjamín Franklin, Joseph Priestley, buena parte del día, y su actuación como miembro de
Charles Bladgen y otros, ella oficiaba de intérprete. la Académie des Sciences que lo obligaba a asistir a
las reuniones y a las lecturas de los trabajos que pre-
También estudiaba dibujo y pintura con Jacques-Louis sentaban los asociados. Entre sus principales logros
David (1748 – 1825) un artista de estilo neoclásico. Fru- pueden mencionarse: (a) el de haber “comandado” un
to de su aprendizaje es el autorretrato (Figura 1) que grupo de investigadores franceses que refutó la lla-
data de alrededor de 1775. David fue quien, en 1788, mada “teoría del flogisto” —que sostenía que al que-

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MUJERES EN LA CIENCIA: MARIE-ANNE PIERRETTE PAULZE LA VOISIER - Dr. Miguel Katz

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Figura 3: Uno de los dos retratos de Benjamín Figura 4: Fragmento de la carta de Franklin a Mme.
Franklin por Marie-Anne Lavoisier (1775) Lavoisier. Temple Franklin, W.; (1817): The private Co-
rrespondence of Benjamin Franklin. Vol. 1; Colburns;
London: p. 246.
mar combustibres y metales, se liberaba una sustancia
volátil llamada “flogisto” (que nunca se pudo aislar) Marie-Anne Lavoisier, contribuyó haciendo exquisi-
y demostrar experimentalmente que en las combus- tos grabados sobre bronce para la impresión del Trai-
tiones, el material que se “quema” se combina con té, que permitieron a los lectores tener una visión cla-
el oxígeno; (b) enunciar el concepto de “elemento” ra de los aparatos y dispositivos que se usaban en los
como “aquellas sustancias a las que podemos reducir laboratorios. (Figuras 5, 6 y 7) La Figura 8 reproduce
los cuerpos por descomposición”, definición que tuvo un dibujo en el que muestra cómo era el laboratorio
vigencia en la Química hasta bien entrado en el siglo de su casa.
XX; (c) publicar una lista con 33 de esas sustancias
“elementales”, la mayoría de las cuales son correctas; En 1787, Richard Kirwan, un presitigioso químico
(d) haber desarrollado una teoría acerca de la natura- irlandés, intentó refutar la teoría de la combustión de
leza de los ácidos; (e) proponer un sistema de nomen- Lavoisier y con tal fin publicó un trabajo al que titu-
clatura claro, que no diese lugar a interpretaciones ló “An Essay on Phlogiston and the Composition of
equívocas; (f) publicar una obra, Traité éleméntaire de Acids”. En este libro, mantuvo la opinión de que el flo-
Chemie, en 2 volúmenes, que fue el texto de Química gisto es la misma entidad que el llamado “aire infla-
más usado en las escuelas durante un siglo; (g) haber mable” y encaró la tarea de probar que cada sustancia
desarrollado una teoría, que luego se demostraría combustible y cada metal contienen hidrógeno como
errónea, acerca del calor como una sustancia elemen- constituyente y que este hidrógeno se libera en todos
tal (calórico) presente en todos los cuerpos. Por estas los casos de combustión y calcinación. Por otro lado,
contribuciones científicas, a Lavoisier se lo llamó “el intentó demostrar que en la reducción de una cal a
padre de la Química Moderna”. Toda esa contribución
a la Ciencia no hubiese sido posible sin la colaboración
de su esposa. Por ello, no es desdeñable que a Marie-
Anne Pierrette Lavoisier se la llame, hoy en día, “la
madre de la Química”.

Hay innumerables testimonios del trabajo silencio-


so y anónimo de Marie-Anne. En sus memorias, Joseph
Priestley cuenta que en una cena en casa de Lavoisier
al informarle que había descubierto que el aire no es
una sustancia simple sino que está formada por dos
componentes — que hoy llamamos nitrógeno y oxí-
geno: “Todos los presentes, el Sr. Lavoisier y la Sra. La-
voisier, más que ninguno, expresaron gran sorpresa”
(Priestley, 1800). Interrumpieron la cena y fueron a
laboratorio de Lavoisier a repetir el experimento que Figura 5: Aparato para la combustión del alcohol.
Priestley había comentado. Traité éleméntaire de Chemie
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RELATOS SOBRE QUÍMICAS, SUS CIRCUNSTANCIAS Y CONTEXTOS

Figura 6: Traité éleméntaire de Chemie Figura 7: Dispositivo para descomponer agua.


T. II. P. 657 T. II, p. 681 Traité éleméntaire de Chemie TII, p. 662.

Figura 8: Detalle del laboratorio de Lavoisier, donde se observa a la Figura 9: “El traductor se permitió agre-
esposa tomando nota de los resultados de experimentos sobre respi- gar algunas notas poco importantes”.
ración. Dibujo de Marie-Anne Lavoisier.

metal se produce la absorción de hidrógeno. debía viajar le encomendaba a Paul Samuel Dupont de
Lavoisier le encargó a su esposa la traducción del Nemours (1739 – 1817), un amigo de Jacques Paulze el
libro (Kirwan, 1788) y con un grupo de químicos fran- cuidado de su esposa. Dupont era un economista, mun-
ceses se hizo cargo de la refutación de los argumen- dano, que fascinaba a Marie-Anne con su conversación.
tos de Kirwan mostrando la superioridad de su pro- Richard Morris, escribió que ellos comenzaron un ro-
pia teoría. Lavoisier no permitió que el nombre de su mance en 1781, durante una de las habituales ausencias
esposa figurase como traductora y no quiso que ella de Lavoisier (Morris, 2003). Esto también está indicado
agregase “notas del traductor”, pero ella misma se en- por Jean Pierre Poirier y Rebecca Balinski en la biografía
cargó de agregarlas (Figura 9). de Lavoisier. Según estos autores, la fecha de 1781 está
confirmada por varias cartas de Dupont a Marie-Anne.
En las ediciones de Essai sur le Phlogistique, poste- En una carta, escrita el 23 de octubre de 1798, él le re-
riores a la muerte de Lavoisier, Marie-Anne Lavoisier cuerda “diecisiete años de intimidad” y en otra carta
figura como traductora del libro. de abril de 1815, escribió:”el afecto inviolable y tierno
que te he prometido durante treinta y cuatro años”
(Poirier, 1998). Arthur Donovan, también comentó el
El amigo Dupont de Nemours affaire de la Sra. Lavoisier con Dupont, sosteniendo
que podría ser visto como una característica de la cla-
Por su trabajo en la Fermé Générale Lavoisier solía se alta de esa época y que en “el siglo XIX sería glo-
viajar a distintas localidades del interior de Francia. rificado en numerosas óperas románticas” (Donovan,
Como consideraba que Marie – Anne era jovencita y 1993).
bastante inexperta en cuestiones mundanas, cuando
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MUJERES EN LA CIENCIA: MARIE-ANNE PIERRETTE PAULZE LA VOISIER - Dr. Miguel Katz

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Lo cierto es que Marie-Anne, le prestó dinero a El día de la ejecución, Joseph Louis Lagrange quien
Dupont sin el conocimiento de Lavoisier. Cuando a fue uno de los más importantes matemáticos france-
éste lo encerraron en prisión le confiscaron todos los ses del siglo XVIII dijo acongojado:
bienes y ella se quedó sin recursos. Su padre también
estaba preso y con todos sus bienes embargados. Ella «Il a fallu un instant pour couper sa tête, et un siècle
le reclamó a Dupont la devolución, en términos muy ne suffira pas pour en produire une si bien faite.» 5
duros, pero también él había sido embargado. Esa
deuda los distanció durante un tiempo. En 1800, el Marie-Anne fue detenida el 14 de junio de 1794 y
hijo de Dupont, Éleuthère Irenée (1771 – 1834), viajó estuvo presa durante 65 días. Cuando recuperó la li-
a los Estados Unidos, alquiló un terreno en Delaware bertad inició las gestiones para recuperar los bienes
y comenzó a fabricar pólvora para el ejército norte- de Lavoisier y de su padre. Al cabo de unos años consi-
americano. Dos años más tarde, constituyó la empresa guió que le restituyeran una parte.
Dupont de Nemours con la que hizo una gran fortuna
y pagó la deuda de su padre. Cuando pudo recuperar parte de los bienes, se de-
dicó a recolectar y editar todos los trabajos de Lavoi-
sier en 8 volúmenes bajo el título de Mémoirs de la
La muerte de Lavoisier Chemie.

Con la Revolución de 1789, la situación de la no- A principios de 1800 se instaló en París y organizó
bleza y la clase alta francesa comenzó a tornarse su- un Salón donde todos los lunes y viernes se reunían
mamente peligrosa. Lavoisier era fermier général y la políticos, escritores y científicos, para intercambiar
institución que presidía era blanco de todo el odio de conocimientos. La crónica de estos eventos ocupaba
la población. Entre sus ingresos se contaban los im- siempre un lugar importante en los diarios parisinos.
puestos a la importación y comercialización del ta-
baco. Hacían inspecciones periódicas para detectar el
contrabando o la adulteración del tabaco, que tenía El Conde Rumford
alícuotas distintas según fuera para fumar, para mas-
car o en polvo para aspirar. También cobraba impues- Benjamin Thompson, (1753 – 1814) Conde de
to a la entrada o salida de Paris, lo que afectaba a las Rumford, fue un mercenario norteamericano que al-
clases más humildes. quilaba sus servicios a distintos gobiernos europeos
para el manejo de tropas y el mantenimiento de ar-
Durante el Reino del Terror, Lavoisier fue echado senales.
del Arsenal de la Pólvora y el matrimonio volvió a Pa-
rís. Un año más tarde se fue cerrando el cerco sobre En 1798, Thompson observó que en el taladrado
los recaudadores y en noviembre de 1793 el Tribunal de los cañones en Baviera se disipaba mucho calor. En
Revolucionario ordenó la detención de todos los fer- esa época estaba vigente la “teoría del calórico” de
miers. Cuando llegó la orden de detención, Lavoisier Lavoisier según la cual el calor es un fluido muy
no estaba en su casa. Pero se presentó voluntariamen- tenue, prácticamente imponderable que se encuentra
te en la prisión. presente en todos los cuerpos y que puede transmi-
tirse a otros si la diferencia de temperaturas es ade-
El 8 de mayo de 1794, el Tribunal revolucionario cuada. Intuyendo que un cuerpo no puede contener
juzgó a 32 fermiers bajo los cargos de apropiación ni disipar una cantidad infinita de esa “sustancia”,
de fondos, ganancias excesivas, distribución abusiva Thompson diseñó un experimento destinado a me-
de honorarios, demoras injustificadas en los pagos al dir cuantitativamente el “calórico” generado por la
Tesoro Público y, especialmente, “por incrementar las fricción continua de una baqueta sobre un bloque de
ganancias agregándole agua al tabaco y haber usa- bronce. Encontró que, al cabo de tres horas, la fric-
do esas ganancias para complotar contra el pueblo de ción permitía hervir dieciocho libras de agua. En ese
Francia favoreciendo con todos los medios posibles el experimento (Rumford, 1798) no se quemaba ningún
éxito de los enemigos de Francia” (Archives Nationales, combustible ni había cuerpos calientes que le pudie-
W362, Nº 785). Veintiocho fermiers fueron guillotina- sen suministrar “calórico” al agua. Por lo tanto, esti-
dos ese mismo día, entre ellos, Lavoisier y su suegro mó que el calor debería ser una vibración producida e
Jacques Paulze. intensificada por la fricción mecánica. Su experimento
daba por tierra la teoría del calórico. Un año más tar-
Dictada la sentencia, Lavoisier pidió unos días para de, Humphry Davy diseñó otro experimento en el cual,
terminar unos experimentos químicos. Fue entonces la fricción permitía fundir dos trozos de hielo sin el
que el Presidente del Tribunal Revolucionario, Jean suministro de “calórico”, corroborando la hipótesis de
Baptiste Coffinhal,3 (1762 – 1794) pronunció la famosa Thompson.
frase:
A principios del siglo XIX, Rumford dirigió la Royal
“La République n’a pas besoin de savants ni de chimistes; Institution y, en sus frecuentes viajes a París tuvo
le cours de la justice ne peut être suspendu”4 oportunidad de frecuentar el Salón de Marie-Anne.

3. Su verdadero nombre era Pierre André Coffinhal. Falleció el 6 de agoste de 1794..


4. La República no necesita sabios, ni químicos. El curso de la justicia no puede ser suspendido.
5.Se tomó un instante para cortar su cabeza y un siglo no será suficiente para producir una tan bien hecha.

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RELATOS SOBRE QUÍMICAS, SUS CIRCUNSTANCIAS Y CONTEXTOS

En 1804 le propuso matrimonio y al año siguiente se Consideraciones finales


casaron. Se dio así la curiosidad de que Marie-Anne es-
tuvo casada con el autor de la teoría del calórico y luego En estas notas, hemos hecho una breve reseña de la
se casó con quien había refutado esa teoría. Ella puso vida de Marie-Anne Pierrette Paulze, esposa de uno
como condición seguir usando el apellido Lavoisier, por de los más brillantes químicos del siglo XVIII, en la
lo que pasó a llamarse Marie-Anne Lavoisier Condesa que tratamos de poner en evidencia el papel que ella
de Rumford. Si bien pasearon casi un año por Europa cumplió en la producción científica de Antoine Lau-
antes de la boda y tuvieron oportunidad de conocer- rent Lavoisier como colaboradora, ayudante de labo-
se, el matrimonio no funcionó, tanto porque Rumford ratorio, secretaria, dibujante y traductora, sin la cual,
— a diferencia de Lavoisier —, no permitía que ella la obra del científico no habría podido llevarse a cabo.
se inmiscuyera en sus trabajos experimentales como El carácter de Lavoisier y las convenciones de la épo-
porque le daba indicaciones y críticas a cuestiones do- ca —según las cuales el rol de la mujer era el hogar y
mésticas, como las vinculadas a la cocina o al orden en no la investigación científica— confluyeron para que
la casa. En 1809 se separaron, aunque quedaron en su nombre no figure en ninguno de los trabajos en
buenos términos. los que colaboró. Ella sólo se rebeló al “agregar al-
gunas notas poco importantes” a su traducción del
Para tener una idea de la concepción de la viudez libro de Kirwan y lograr que su nombre figure como
imperante en el siglo XIX, merece reproducirse un pá- traductora en la segunda edición de ese libro. A pesar
rrafo del libro La Revolution Chimique, Lavoisier, de de organizar, durante más de treinta años, reuniones
Marcelin Berthelot (Figura 10): científicas en su “Salón” nunca publicó nada acerca
de sus trabajos con Lavoisier. Quizás tuvo en cuenta la
concepción imperante en el siglo XIX acerca del rol de
la mujer, del cual la nota de Berthelot en su libro de
1890 sirve como botón de muestra. En los últimos años
varios autores se encargaron de investigar y analizar
la importancia que tuvo Marie-Anne en la producción
científica de A. L. Lavoisier.

Referencias bibliográfícas
Berthelot, M, (1890) : La Revolution Chimique, Lavoisier,
Félix Alcan, Éditeur. Paris, p. 22
Figura 10: Fragmento de La Revolution Chimique, La-
voisier, de M. Berthelot, p. 22. Donovan, A., (1993) : Antoine Lavoisier: science,
administration, and revolution, Cambridge University
“Después de su muerte ella publicó la colección de Press. Cambridge ; p. 301.
sus Memorias. Unos años después, reabrió sus salones
para los hombres de ciencia. Ella no permaneció fiel Guizot, M. (1841): Madame de Rumford (1752 – 1836);
hasta el final a la memoria del gran hombre de quien Imprimerie de Crapelet. París.
fue esposa: se volvió a casar en 1805 a la edad de cua-
renta y siete años, con ese aventurero de genio lla- Kirwan, R. (1788): Essai sur le phlogistique, et sur
mado Rumford: matrimonio lamentable, que terminó la constitution des acides. Traduit de l’Anglois de M.
cuatro años más tarde con una separación amistosa Kirwan. Avec des notes de M.M. de Morveau, Lavoisier,
(1809)” (Berthelot, 1890). de la Place, Monge, Berthollet & de Fourcroy. Paris.

Morris, R., (2003): The Last Sorcerers. The path from


Aún después de su separación siguió siendo “Marie-
Alchemy to the Periodic Table, Joseph Henry Press,
Anne Lavoisier Comtesse de Rumford” para la socie-
Washington D.C.; p.124.
dad parisina. Gracias a los consejos de Dupont —cuya
propuesta matrimonial ella rechazó en 1804— y otros Poirier, J.P. – Balinski, R. (1998): Lavoisier, chemist,
amigos expertos en cuestiones financieras, vivió sus biologist, economist, University of Pennsylvania Press,
últimos años en una posición económica holgada que Philadelphia; p. 126.
le permitió mantener su “Salón” y realizar gran canti-
dad de obras filantrópicas. Resulta curioso que, estan- Priestley, J.; (1800): The Doctrine of Phlogiston
do en contacto con científicos e intelectuales, no haya Established, p. 88.
escrito nada referido a su colaboración con Lavoisier.
M. Guizot publicó un interesante libro con detalles de Thompson, B. Count Rumford (1798) “Heat is a Form
la vida social de la Condesa de Rumford durante el of Motion: An Experiment in Boring Cannon”.
siglo XIX (Guizot, 1841). Philosophical Transactions vol. 88.

Quizás, pensando en reencontrarse con Lavoisier, Young, A (1792): Travels in France during the years 1787,
falleció en su casa de Paris el 10 de febrero de 1836. 1788 and 1789. George Bell & sons. London.

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