Manual de oida TeraPia
al no encontrar canales para expresar y ejercitar sus sen-
timientos devocionales naturales. Es así como encontra-
mos a Rückert (contemporáneo de Goethe) y también a
 Aldous Huxley,
Huxley, expresando declaraciones devocionales ha-
cia Dios y luego más adelante mostrando una preerencia
por las interpretaciones impersonales.
La perplejidad de esta temática puede despejarse mejor
si dirigimos la mirada hacia la causa o raíz de todos los
problemas de la existencia condicionada: la envidia. Na-
die desea aceptar órdenes o autoridades superiores, por el
contrario, todos desean controlar a los demás como medio
para controlar la naturaleza material. Dicho deseo jamás
podrá ser armonizado con el concepto de un Dios per-
sonal, máxima autoridad y máximo otorgador de gracia y  la verdad pueden adoptar variadas ormas: Dios como la
salvación.
La envidia hacia Dios, cuando es ejercitada en nuestra
vida diaria, produce como resultado un mundo de compe-
c ompe-
tencia y hostilidad en el que cada individuo trata de im-
ponerse y parecer mejor que los demás. En la perspectiva
de una persona sana, este se convierte en el terreno értil
para problemas y desórdenes en todo nivel.
De acuerdo a la OIDA-terapia y las conclusiones védi-
cas, debemos ser amplios de mente y ver ambas caras de la
moneda como dos aspectos dierentes de la realidad única:
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el aspecto espiritual impersonal de Dios y el aspecto devo-
cional hacia un Dios personal.
En la OIDA-terapia realizamos que ambos aspectos son
como bálsamo para nuestra condicionada situación, pero
de los dos, la comprensión del aspecto personal de Dios
y la devoción hacia Él corresponden de orma particular
con el deseo más íntimo de nuestro corazón. Muy dier-
ente a la situación contraria de volvernos nulos o perder la
individualidad mediante la undición de nuestro ser en el
océano cósmico de la conciencia no-dierenciada, una ex-
periencia similar a tomar una anestesia y quedar estáticos
sin sentimientos o entrar en estado de coma.
La Divinidad es única, pero a la vez, diversa. Dios o
naturaleza, como el omni-consciente, como el omnipres-
ente, o Dios con su orma personal, con quien cada uno
de nosotros puede establecer una íntima relación, si así lo
deseamos.
La OIDA-terapia acepta pues, de manera natural y si-
multánea los dierentes aspectos de la Divinidad. En la
práctica, esto acilita la comprensión de las distintas po-
sibilidades de sanación y el potencial curativo del amor
divino.