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RITUAL DE EXEQUIAS
MINISTRACIÓN EN LA HORA DE fá cilmente. Son muy apropiadas
LA MUERTE para usarlas al momento de
morir una persona.
El Ritual ―del LOC―
contiene oraciones y ritos para
En este contexto debemos notar
usarse en los momentos que en contraste con la Iglesia
inmediatamente antes y después Cató lica Romana que tiene bien
de la muerte de un moribundo. desarrollado un horario en cuanto
Las tres secciones son la Letanía a la muerte, sobre el momento en
por los Agonizantes, Oraciones que sale el alma, etc., a un lado, o
por una Vigilia y Recepción del los protestantes que no aceptan la
Cuerpo1. idea de orar por los muertos,
nosotros tenemos la libertad de
Ademá s, hay varias oraciones orar por los moribundos, sin
ú tiles en la secció n, como preocuparnos mucho con los
comendatorias [386] [354], etc. detalles de que la persona sí o no
está o estuviera muerta o
Letanía por los Agonizantes cualquier otra pregunta de este
Esta Letanía es breve pero de estilo. Es decir, nuestra
buen contenido. Expresa bien los justificació n es que somos
llamados a orar por los demás.
deseos de los creyentes — No hay ninguna razó n para
especialmente familiares y terminar nuestras oraciones por
amigos— por uno que está a una persona que acaba de morir,
punto de morir. Es muy porque creemos que todos
importante y tiene un impacto estamos en la mano de Dios; o
positivo, tanto a los que asisten vivos o muertos estamos bajo su
como —suponemos— al cuidado y si oramos por los vivos,
no es ilegítimo o malo orar por los
moribundo. muertos también.
Especialmente se recomienda Esto no quiere decir que podemos
que el ministro tenga dominar a Dios o forzarle a hacer
lo que É l no quiere hacer, pero es
memorizadas la Comendatoria al cierto que una de las obras má s
Momento de la Muerte y la importantes de la colaboració n a
Oración Comendatoria [386] que Dios nos ha llamado es la
[354]. Las dos son cortas pero oració n. Dios quiere que oremos y
buenas y se pueden utilizar toma en serio nuestras oraciones.
Por eso no debe molestarnos la
1
En el «libro Rojo» se usa la palabra cuestió n del momento de la
«cadáver», pero fue cambiado en la versión muerte. Si una persona ya está
más reciente.
2

muerta o no, podemos orar y anticipació n. Esto subraya la


seguir orando por ella. importancia de una buena
formació n de los feligreses.
Oraciones para una Vigilia
Encontramos una secció n de Es comú n la costumbre de tener
oraciones para una Vigilia [387] un velorio (velatorio) en la noche
[355]. Depende mucho de la anterior al entierro. En estos
cultura la importancia y la casos vale considerar la
naturaleza de las costumbres y posibilidad de utilizar algunas
tanto má s de la muerte. El clérigo secciones del LOC como un culto
debe conformarse, hasta cierto popular en el lugar donde esté el
punto, con las costumbres que no velorio o vigilia, utilizando estas
son malas ni anticristianas ni en Oraciones, que forman una
contra del Evangelio, aunque hay pequeñ a letanía, o la Letanía por
que estar siempre listos para los Agonizantes en la secció n
rechazar, aunque con un tacto anterior o un culto breve de unos
muy pastoral, la participació n salmos u oraciones. Tal vez sería
nuestra en las prá cticas no conveniente usar el Orden de
cristianas que se unen alrededor Adoració n para el Anochecer
de la realidad humana de la [73] para bendecir el encender
muerte. Hay prá cticas que son de velas alrededor del ataúd.
supersticiosas o paganas, pero el
clérigo debe saber hasta qué Recepción del Cuerpo
punto una prá ctica no cristiana Ú ltimamente encontramos un
puede ser aceptada y utilizada en breve rito de entrada a la Iglesia
un contexto cristiano sin hacer para las personas que está n
dañ o a los fieles. llevando el cuerpo hacia la
Iglesia. Esto se puede utilizar o
En muchos de nuestros países y inmediatamente antes del culto
culturas es la costumbre (y la de entierro o tal vez la noche
ley) de enterrar a los muertos anterior si es la costumbre del
dentro de 24 horas. La familia y lugar, o un tiempo antes del
la Iglesia tienen que conformarse entierro si es necesario.
a las necesidades indicadas. En Anteriormente, la entrada del
estos casos no hay mucho tiempo cuerpo en la iglesia formaba
para hacer planes o arreglos; hay parte esencial del rito, pero
que estar listo para dirigir el ahora se encuentra como algo
culto, visitar y pastorear a la que se puede utilizar aparte.
familia y seguir con los deberes RITO DE ENTIERRO
pastorales apropiados con poca
3

Lo Concerniente al Rito tenemos los unos por los otros


El Rito de Entierro es el culto en Cristo produce una
público de la Iglesia en que se profunda tristeza cuando la
reconoce tanto la realidad de la muerte nos separa. Jesús
muerte de una persona como mismo lloró ante la tumba de
también el pesar de los afligidos, su amigo [S. Juan 11:35].
los sobrevivientes, especialmente Por tanto, al mismo tiempo
la familia, amigos y compañ eros que nos regocijamos porque
del muerto. Por eso, hay que algún ser amado ha entrado a
tratar dos cosas a la vez. Una es la presencia íntima de nuestro
la esperanza cristiana y la otra Señor, compartimos la tristeza
es la situación de dolor de la de los que lloran».
familia.
Las rú bricas generales [390]
En este contexto vale citar la [358] dicen que es de suma
Nota [410], [378] que dice importancia informar
textualmente: «La liturgia por inmediatamente al clérigo en caso
los difuntos es una liturgia de la muerte de un miembro de la
pascual. Todo su significado se Iglesia. Esto no es solamente para
halla en la resurrección. hacer los arreglos para los
Debido a que Jesús fue funerales, sino para permitir que
resucitado de entre los el pastor ministre a los familiares
muertos, nosotros también del muerto, pero ya, y no
seremos resucitados. simplemente má s tarde.
«Por tanto, la liturgia se
caracteriza por su alegría, en Debe observarse aquí lo que se
la confianza de que «ni la dijo anteriormente en cuanto a
muerte ni la vida, ni ángeles ni las costumbres u observancias
principados ni potestades, ni locales de la cultura o el lugar en
lo presente ni lo porvenir, ni lo planear y arreglar el rito del
alto ni lo profundo, ni ninguna entierro; observando y utilizando
otra cosa creada nos podrá las cosas que son característicos
separar del amor de Dios que de la cultura pero que en sí no
es en Cristo Jesús Señor son anticristianas —pero hay que
nuestro» [cita de San Pablo a los guardar contra el abuso de esto 2.
Romanos, 8:38,39]. No quiere decir que no se pudiera
«Sin embargo, esta alegría no 2
A veces hay problemas con las logias, que
hace anticristiana la aflicción querían utilizar la ocasión de un entierro
humana. El mismo amor que cristiano para tener sus propios ritos. No se
debe permitir la mezcla de los ritos casi
4

permitir honras y obsequios para sea depositado en la tierra, si es


con el muerto en un momento posible.
adecuado en la iglesia o al lado de
la tumba; pero un rito como tal no
debe ser permitido de ninguna El concepto general del Libro de
manera. Oración Común sobre el Rito de
Entierro es que hay dos
Una de las normas de nuestra elementos, lo que se lleva a cabo
Iglesia, que se encuentra en la iglesia parroquial (o en una
articulada en las rú bricas [390] capilla funeraria, aunque es
[358] es que debe mantenerse preferible la iglesia) y lo que se
cerrado el ataúd desde antes de hace frente a la tumba.
que entre a la Iglesia y hasta que
esté cubierto de tierra en el Las rú bricas [390] [358] indican
cementerio. que el rito debe celebrarse a una
hora en que la congregació n
tenga la oportunidad de estar
Por eso todo aquello que tenga
que ver con el cuerpo debe presente. Eso sirve muy bien en
hacerse antes de llegar a la los países en donde no hay
Iglesia para el culto cristiano de necesidad de enterrar dentro de
entierro. Se recomienda [390] 24 horas. En América Latina en
[358] que se utilice el palio, una muchas partes no existe el lujo
cobertura litú rgica. Muchas veces de poder arreglar tan fá cilmente
hace juego con las vestimentas y
la hora. Hay que aceptar la hora
tiene una cruz u otro símbolo
cristiano. Cubre completamente indicada por las autoridades y
el ataú d para evitar, en primer seguir adelante. En tales lugares
lugar, que fuera abierto el ataú d la gente entiende bien esta
por amigos, compañ eros o necesidad y hace el esfuerzo
familiares que quieren ver el necesario para asistir.
cuerpo por ú ltima vez. Esto debe
hacerse antes de llegar el ataú d a
Rito de Entierro
la Iglesia. En segundo lugar, este
ayuda a evitar la prá ctica de El Rito de Entierro contiene
comprar ataú des muy costosos, y varias partes. Las partes
la de hacer comparació n entre principales son, el Rito de
una caja y otra. Se recomienda Entierro como tal, las exequias
muy fuertemente el uso del palio, que se llevan a cabo en la iglesia:
que se debe mantener encima del Liturgia de la Palabra, la
ataú d hasta el momento en que
Eucaristía y la Comendatoria, y
religiosos de logias u otros grupos con el rito en el cementerio: la Sepultura.
cristiano del entierro.
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La prá ctica de la cremació n es congregació n. El cuerpo se queda


aceptada en nuestra Iglesia, y hoy en el pasillo central del edificio,
en día está creciendo su uso, a frente al altar hasta que se
veces a base de argumentos termine el Rito de Entierro.
ecoló gicos. Las cenizas se Luego el clérigo y la
entierran de modo similar al congregació n acompañ an al
cuerpo, pero la Sepultura ataú d al cementerio para la
usualmente sucede en fecha Sepultura3.
posterior a la primera parte del
Rito de Entierro. Mientras está n dirigiéndose
hacia su lugar en la iglesia, el
La Sepultura normalmente se clérigo puede cantar o recitar
lleva a cabo donde está la tumba una de las antífonas [391 y 392]
o el lugar en donde se va a [359 y 360]. Son cadenas de citas
quedar el cuerpo o las cenizas; de la Biblia que tocan a nuestra
pero toda o parte de la Sepultura tristeza al morir un compañ ero y
puede tomar lugar en la iglesia la alegría y confianza que
por razones prá cticas que tienen tenemos como cristianos en el
que ver con el tiempo (lluvia, frió , Señ or.
etc.) en donde la gente no se va a
quedar mucho tiempo al lado de La segunda antífona se encuentra
la tumba, etc. La Sepultura puede arreglada de una manera en que
suceder antes del Rito de la congregació n puede
Entierro en la iglesia, o antes de responder. Esto no sirve muy
la cremació n del cuerpo. El orden bien si no hay libros o textos que
normal es el Rito de Entierro la gente pueda utilizar.
seguido por la Sepultura como
tal. La rú brica que sigue indica que el
celebrante una vez en su lugar
Cuando llegue la congregació n a «puede dirigirse a la
la iglesia a la misma hora que el congregació n explicando
cuerpo, el clérigo debe salir para bravamente el propó sito de la
recibirlo acompañ ado por la cruz reunió n, pidiendo sus oraciones
procesional y monaguillos con por el difunto y por los
velas, si es la costumbre de la dolientes». Esto puede ser un
parroquia. Estos entran antes del momento muy apropiado para
ataú d en la Iglesia y proceden explicar lo que contiene la
hacia el lugar del Rito de
Entierro, seguidos por la 3
Véase el Apéndice 6 en cuanto al uso del
incienso.
6

«Nota» [410], [378]; podrá leerla lecturas con la lectura del


o por lo menos dar un resumen Evangelio.
del punto de vista cristiano en
cuanto a los entierros. En muchas La rú brica dice [395], [363] que
congregaciones el boletín después del Evangelio «el
particular que se hace para un Celebrante, un miembro de la
funeral o el folleto general que familia o un amigo puede decir
hay para funerales tiene esta una homilía». Es importante en
«Nota» en la portada o en la este contexto asegurarse que la
ú ltima hoja, para que toda la homilía o el sermó n no sea un
gente asistente pueda entender elogio o panegírico, porque en el
el verdadero sentido cristiano del culto pú blico de la Iglesia no hay
Rito de Entierro. lugar para esto. La homilía o la
predicació n siempre tratan al
Después de la Salutació n hay Evangelio, no necesariamente el
cuatro colectas que se pueden pasaje que acaba de leerse, sino
utilizar como colectas del culto la Buena Nueva de Jesucristo y
[393 y 394] [361 y 362], tres nuestra salvació n. Por eso, si
para el entierro de un adulto, y la alguien quiere, en el contexto de
cuarta para el de un niñ o. Se la predicació n, mencionar a la
puede añ adir una colecta que se persona, en cuanto a su fe, su
refiere a los familiares del buen ejemplo o su relació n con
difunto —esposo o esposa, hijos, Dios, es apropiado, siempre que
hermanos, padres— por nombre. no llegue a ser simplemente una
El rito sigue la forma de la pro- alabanza de la persona muerta.
aná fora, o sea la ante comunió n y
por eso puede seguir Aquí puede seguir el Credo de los
inmediatamente una celebració n Apó stoles que es el Credo
de la Santa Eucaristía, o bien Bautismal de la Iglesia. Hay un
puede terminarse como se indica lazo entre la muerte de un
en las rú bricas. cristiano y su bautismo. Esto se
puede enfatizar por las palabras
La Liturgia de la Palabra ofrece la introductorias del clérigo, «Con
posibilidad de tres lecturas má s la certeza de la vida eterna que se
un salmo. Nó tese que se puede nos ha dado en el Bautismo,
utilizar una o má s lecturas y si proclamemos nuestra fe,
habrá celebració n de la diciendo». Si la persona no ha
Eucaristía, debe terminarse las sido un cristiano practicante, es
decir en cuanto a las
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observancias de la Iglesia y la o un himno». Este es el momento


participació n regular en el culto, en que si se utiliza agua bendita o
se puede omitir. Entonces, «Si no incienso (o los dos) para
hay Comunió n, aquí se dice el bendecir al difunto.
Padre Nuestro, y el rito continú a
con la Oració n de los Fieles, o con Esta secció n termina con la
una o má s oraciones adecuadas. Comendación en que el clérigo
Cuando haya Comunió n, se usa encomienda el cuerpo o las
una de las siguientes fó rmulas de cenizas a Dios. Luego puede
la Oració n de los Fieles». Hay dos bendecir a la congregació n o
formas de la Oració n de los simplemente salir con la
Fieles. Fó rmula A [397] [365] es despedida, «Salgamos en nombre
un tipo de letanía; Fó rmula B de Cristo», «Demos gracias a Dios
[398] [366] es una serie de ». Una antífona, cá ntico o himno
oraciones, cada una con su puede cantarse mientras sale,
propio Amén. En cada Fó rmula primero el clérigo con la cruz
pedimos por el reposo del alma procesional si se utiliza, seguido
del difunto y por los que sufren inmediatamente por el ataú d, y
su muerte y ausencia. después por la congregació n.

Después de la Oració n de los Es bueno proceder


Fieles, si no se celebra la inmediatamente hacia el
Comunió n, sigue la Comendatoria cementerio. Si es necesario, se
o la Sepultura. En la Eucaristía se deberá utilizar vehículo, en dicho
continú a con La Paz y el caso la procesió n puede seguir en
Ofertorio. Se utiliza el prefacio vehículos al lugar de la sepultura.
propio de la Conmemoració n de Una vez en el cementerio o en el
los Fieles Difuntos [270,304] lugar de Sepultura, que puede ser
[272, 336] y la oració n de el patio de una Iglesia, el clérigo
poscomunió n propia para este dice una antífona (que puede ser
culto [400], [368]. cantada por el coro, si hay)
mientras que la procesió n sigue
La Comendatoria se utiliza en la en el mismo orden —el clérigo
misa de cuerpo presente: las precedido por la cruz procesional
cenizas son iguales al cuerpo en (si hay) y seguido por el ataú d y
este contexto. Frente al féretro, el la congregació n— hasta llegar al
clérigo con los demá s ministros lugar del entierro. Se pone el
dice o canta la antífona [401], ataú d en la tumba y se echa tierra
[369] «u otra antífona adecuada, mientras el celebrante dice la
8

fó rmula, «En esperanza segura y bendecir el terreno o el lugar


cierta de la resurrección a la vida para esta sepultura, con la
eterna por nuestro Señor fó rmula para la Consagració n de
Jesucristo, encomendamos al Dios una Tumba [44s], [373s].
todopoderoso a nuestro hermano,
N., y entregamos su cuerpo a la Las Oraciones Adicionales
tierra....» [403][371]. [403―408] [373―376] ofrecen
muchas buenas oraciones de las
Hay que notar que hay cuales uno puede seleccionar
variaciones dentro de esta (algunas son muy semejantes
oració n; se puede entregar el unas a otras; no se debe
cuerpo «a las profundidades», si simplemente leerlas todas
está en alto mar, «a los juntas). Hay varios lugares en el
elementos» si es asunto de culto en que se pueden utilizar:
derramar las cenizas en el lugar o en la Sepultura [404], [372]; en
«a su lugar de descanso» si es la vez de la Oració n de los Fieles si
tumba no está en la tierra. no hay Comunió n [396], [364];
Después el celebrante saluda a la en una vigilia o velorio o en el
congregació n y todos dicen el trato pastoral con la familia en un
Padre Nuestro. Se pueden añ adir contexto no litú rgico. Estas
otras oraciones y hay una opció n oraciones son muy ú tiles, sirven
de pedir descanso eterno, «Dale, muy bien para expresar el dolor
Señ or el descanso eterno y brille y la esperanza que sentimos en el
para él la luz perpetua. Que su momento de la muerte. Nó tese
alma, y las almas de todos los que se encuentran varias
difuntos, por la misericordia de oraciones que se refieren
Dios, descansen en paz. Amén » directamente a las personas que
Finalmente el celebrante despide está n acongojadas, que se
al pueblo con el canto pascual, prestan bien para usarse una
«¡ Aleluya! Cristo ha resucitado. visita pastoral.
¡Es verdad! El Señ or ha
resucitado. ¡Aleluya! Salgamos en Hay que recordar que la obra
nombre de Cristo. Demos gracias pastoral de la Iglesia en cuanto a la
a Dios », o con la bendició n que muerte de un miembro de la
congregació n o de un familiar, no
viene de Hebreos 13:20-21. termina con el Rito de Entierro y
Si la tumba está en un lugar que la Sepultura. Normalmente, en las
no haya sido destinado semanas que siguen, las personas
previamente para la sepultura necesitan el trato pastoral de la
cristiana, el sacerdote puede Iglesia, no simplemente del
9

pá rroco sino de todos los necesidad pastoral de enterrarlo.


miembros de la congregació n. A Por eso, se encuentra aquí un
má s de visitas del sacerdote, que bosquejo u orden para un entierro.
otros miembros pasen un tiempo Se puede seleccionar de entre los
con las personas afligidas para elementos indicados de modo que
estar y orar con ellas es de suma evite el sentido de que el que está
importancia. Un aspecto muy siendo enterrado por la Iglesia,
importante es que se deje que la fuera miembro fiel de ella, dado
persona exprese su aflicció n y que el rito normal de entierro
también que tenga oportunidad tiene como sobre entendido que la
para crecer en su fe en la persona era miembro practicante
esperanza de la resurrecció n que de la Iglesia.
tenemos en Jesucristo.

Al final de la secció n del Rito de


Entierro se encuentra un Orden
para un Entierro que es lo que se
debe utilizar «cuando, por
razones pastorales, no se
considere apropiado el Rito de
Entierro en este Libro...»4

A veces un sacerdote es llamado a


enterrar p a oficiar un rito
funerario para un muerto que no
ha participado en la vida de la
Iglesia o no era miembro de la
Iglesia o aú n ha rechazado la
Iglesia y la fe cristiana, pero por
motivos familiares de los que son
miembros de la Iglesia, es una

4
En el Ritual para Ocasiones Especiales (ROE)
se encuentran algunas sugerencias, pp. 206-
210, de oraciones, lecturas y salmos, antífona
para comenzar, oraciones por el muerto, por
los afligidos, por la comunidad cristiana y
finalmente la Comendatoria que se puede
utilizar. La antífona que se dice antes y
después es distinta porque el LOC. habla de
«tu siervo» y el ROE omite esto y tiene la
antífona que es el Trisagion, «Santo Dios,
Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros».
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Ministración en la Hora
de la Muerte

Cuando una persona esté a punto de morir, a fin de proporcionarle las


ministraciones de la Iglesia, debe avisarse al Ministro de la Congregación.

Oración por un Agonizante

Dios todopoderoso, mira a este tu siervo que yace en


gran debilidad, y consuélale con la promesa de la vida
eterna que nos diste en la resurrecció n de tu Hijo
Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Letanía por los Agonizantes


Cuando sea posible, es deseable que los miembros de la familia y amigos
se unan a la Letanía.

Dios Padre,
Ten piedad de tu siervo.

Dios Hijo,
Ten piedad de tu siervo.

Dios Espíritu Santo,


Ten piedad de tu siervo.

Santa Trinidad, un solo Dios,


Ten piedad de tu siervo.

De todo mal, de todo pecado, de toda tribulació n,


Líbrale buen Señor.

Por tu santa Encarnació n, por tu Cruz y Pasió n, por tu


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preciosa Muerte y Sepultura,


Líbrale, buen Señor.

Por tu gloriosa Resurrecció n y Ascensió n, y por la Venida


del Espíritu Santo,
Líbrale, buen Señor.

Nosotros, pecadores, te suplicamos nos oigas, Cristo


Señ or: Que te dignes librar el alma de tu siervo del poder
del mal y de la muerte eterna,
Te suplicamos nos oigas, buen Señor.

Que te dignes en tu misericordia perdonar todos sus


pecados,
Te suplicamos nos oigas, buen Señor.

Que te dignes concederle un lugar de alivio y beatitud


eterna,
Te suplicamos nos oigas, buen Señor.

Que te dignes concederle gozo y alegría en tu reino con


tus santos en luz,
Te suplicamos nos oigas, buen Señor.

Oh Jesú s, Cordero de Dios:


Ten piedad de él.

Oh Jesú s, que cargas nuestros pecados:


Ten piedad de él.

Oh Jesú s, redentor del mundo:


Concédele tu paz.

Señ or, ten piedad.


Cristo, ten piedad.
Señ or, ten piedad.

Oficiante y Pueblo:
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Padre nuestro que está s en el cielo,


santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,
há gase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentació n
y líbranos del mal.

El Oficiante dice la Colecta siguiente:

Oremos.
Libra a tu siervo N. de todo mal, oh Soberano Cristo
Señ or, y desá tale de toda ligadura, para que descanse con
todos tus santos en las moradas eternas; donde con el
Padre y el Espíritu Santo vives y reinas, un solo Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.

Comendatoria al Momento de la Muerte


Parte, oh alma cristiana, de este mundo;
En el nombre de Dios Padre todopoderoso, que te creó ;
En el nombre de Jesucristo, que te redimió ;
En el nombre del Espíritu Santo, que te santifica.
Que en este día, tu descanso sea en paz,
y tu morada en el Paraíso de Dios.

Oración Comendatoria
En tus manos, oh misericordioso Salvador,
encomendamos a tu siervo N. Reconoce, te suplicamos
humildemente, a una oveja de tu propio redil, a un
cordero de tu propio rebañ o, a un pecador que tú has
redimido. Recíbele en los brazos de tu misericordia, en el
bendito descanso de la paz eterna y en la gloriosa
comunió n de los santos en luz. Amén.

Que su alma, y las almas de todos los difuntos, por la


13

misericordia de Dios, descansen en paz. Amén.

Oraciones para una Vigilia

Es conveniente que los miembros de la familia y los amigos se reúnan


para ofrecer oraciones antes de las exequias. Pueden usarse Salmos,
Lecciones y Colectas adecuadas, como las que se encuentran en el Rito de
Entierro. Puede decirse la Letanía por los Agonizantes, o la que sigue:

Muy amados: Fue el mismo Jesú s nuestro Señ or quien


dijo: "Vengan a mí todos los que está n trabajados y
cargados, y yo les haré descansar". Oremos, entonces,
por nuestro hermano N., para que descanse de sus
trabajos, y entre a la luz del eterno descanso pascual de
Dios.

Recibe, oh Señ or, a tu siervo, que regresa a ti.


En tus manos, oh Señor,
encomendamos a nuestro hermano N.

Lá vale en la fuente santa de la vida eterna, y revístele con


su traje de boda celestial.
En tus manos, oh Señor,
encomendamos a nuestro hermano N.

Que oiga tus palabras de invitació n: "Vengan, benditos


de mi Padre".
En tus manos, oh Señor,
encomendamos a nuestro hermano N.

Que te vea, oh Señ or, cara a cara, y se deleite en la


beatitud del perfecto descanso.
En tus manos, oh Señor,
encomendamos a nuestro hermano N.

Que los á ngeles le rodeen, y los santos le den la


bienvenida en paz.
En tus manos, oh Señor,
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encomendamos a nuestro hermano N.

El Oficiante concluye:

Dios todopoderoso, nuestro Padre celestial, en cuya


presencia viven todos los que mueren en el Señ or: Recibe
a nuestro hermano N. en los atrios de tu morada en los
cielos. Que ahora su corazó n y su alma resuenen de gozo
en ti, oh Señ or, Dios vivo y Dios de los que viven. Te lo
pedimos por Cristo nuestro Señ or. Amén.

Recepción del Cuerpo

El siguiente rito puede usarse en cualquier momento que el cuerpo sea


llevado a la iglesia.
El Celebrante recibe el cuerpo en la puerta de la iglesia y dice:

Con fe en Jesucristo recibimos el cuerpo de nuestro


hermano N. para su entierro. Confiando en Dios, Dador
de la vida, oremos para que le resucite a la perfecció n en
la comunió n de los santos.

Puede guardarse un período de silencio, después del cual el Celebrante


dice:

Libra a tu siervo N. de todo mal, oh Soberano Cristo


Señ or, y desá tale de toda ligadura, para que descanse con
todos tus santos en las moradas eternas: donde con el
Padre y el Espíritu Santo vives y reinas, un solo Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.

Oremos también por todos los dolientes, para que


depositen en Dios sus aflicciones y conozcan el consuelo
de su amor.

Puede guardarse un período de silencio, después del cual el Celebrante


dice:
15

Dios todopoderoso, mira con piedad las tristezas de tus


siervos por quienes oramos. Recuérdalos, Señ or, en tu
misericordia; nú trelos con paciencia; fortalécelos con el
sentido de tu bondad; dirige a ellos tu rostro y dales la
paz; por Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Si el Rito de Entierro no sigue inmediatamente, el cuerpo se lleva a la


iglesia, mientras se canta o dice una antífona o salmo apropiado.

Cuando sigue inmediatamente el Rito de Entierro, se continúa en la


siguiente sección.

Un miembro de la congregación, llevando encendido el Cirio Pascual,


puede encabezar la procesión al interior de la iglesia.

Lo Concerniente al Rito

Cuando muera un miembro de la Iglesia, debe informarse tan pronto


como sea posible al Ministro de la Congregación y consultar con él los
arreglos para el entierro.

El lugar apropiado para celebrar el Rito de Entierro de los bautizados es


la iglesia. El rito debe celebrarse a una hora en que la congregación
tenga oportunidad de estar presente.

El ataúd debe cerrarse antes de que comience el rito, y de allí en adelante


debe permanecer cerrado. Es propio que se cubra con un palio o una
cobertura adecuada.

Si es necesario, o si así se desea, todo o parte del Acto de Sepultura puede


decirse en la iglesia. Si se prefiere, el Acto de Sepultura puede celebrarse
en otro lugar, antes del rito en la iglesia. También puede celebrarse antes
de la cremación.

Normalmente, el rito lo preside un sacerdote. Cuando esté presente el


obispo, es propio que él presida la Eucaristía y pronuncie la
Comendatoria.
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Es deseable que sean laicos quienes lean la Lección del Antiguo


Testamento y la Epístola.

Un diácono o un lector laico puede presidir el rito cuando no haya un


sacerdote disponible.

En el entierro de un niño, se recomiendan los pasajes de Lamentaciones,


1 San Juan y San Juan 6, junto con el Salmo 23.
Es costumbre que el celebrante reciba el cuerpo y vaya delante de él
hacia la iglesia o hacia la tumba.

Las antífonas al principio del rito se cantan o dicen mientras el cuerpo se


lleva al interior de la iglesia; o durante la entrada de los ministros; o por
el celebrante, de pie en el lugar acostumbrado.
17

Rito de Entierro

Todos se ponen de pie, mientras se canta o dice una o más de las


siguientes antífonas. En vez de éstas, puede cantarse un himno, salmo u
otra antífona adecuada.

Yo soy Resurrecció n y yo soy Vida, dice el Señ or.


El que tiene fe en mí, aunque muera, tendrá vida.
Y todo aquél que tiene vida
y se ha entregado a mí en fe,
no morirá eternamente.

De mi parte, yo sé que mi Redentor vive


y que al final se levantará sobre la tierra.
Después de mi despertar, me resucitará ,
y en mi carne veré a Dios.
Sí, yo mismo lo veré, mis propios ojos lo verá n,
al que es mi amigo y no un extrañ o.

Porque ninguno de nosotros tiene vida en sí mismo,


y nadie llegará a ser su propio señ or cuando muera.
Si tenemos vida, estamos vivos en el Señ or,
y si morimos, morimos en el Señ or.
Así que, ya vivamos, ya muramos,
del Señ or somos.

¡Dichosos de aquí en adelante


los que mueren en el Señ or!
Así es, dice el Espíritu,
pues de sus trabajos descansan.

o bien la siguiente:

En medio de la vida, estamos en muerte;


¿a quién acudiremos por socorro,
sino a ti, oh Señ or,
que está s indignado justamente por nuestros pecados?
18

Santo Dios, Santo Poderoso,


Santo y misericordioso Salvador,
líbranos de las amarguras de la muerte eterna.

Tú conoces, Señ or, los secretos de nuestros corazones;


no cierres tus oídos a nuestro ruego,
mas líbranos, oh Señ or.
Santo Dios, Santo Poderoso,
Santo y misericordioso Salvador,
líbranos de las amarguras de la muerte eterna.

Digno y eterno Juez, en nuestra ú ltima hora


no permitas que nos apartemos de ti,
a causa de las aflicciones de la muerte.
Santo Dios, Santo Poderoso,
Santo y misericordioso Salvador,
líbranos de las amarguras de la muerte eterna.

Cuando todos estén en su lugar, el Celebrante puede dirigirse a la


congregación, explicando brevemente el propósito de la reunión,
pidiendo sus oraciones por el difunto y por los dolientes.

Entonces el Celebrante dice:

El Señ or sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Celebrante Oremos.

Puede guardarse un período de silencio, después del cual el Celebrante


dice una de las siguientes Colectas:
En el Entierro de un Adulto
Oh Dios, que por la gloriosa resurrecció n de tu Hijo
Jesucristo, has destruido la muerte y has hecho irradiar la
vida y la inmortalidad: Concede que tu siervo N.,
resucitando con él, conozca la fortaleza de su presencia y
se regocije en su gloria eterna; quien contigo y el Espíritu
Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
19

o bien:

Oh Dios, cuyas misericordias no pueden ser enumeradas:


Acepta nuestras plegarias en favor de tu siervo N., y
concédele entrada en la tierra de luz y gozo en la
comunió n de tus santos; por Jesucristo nuestro Señ or,
que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios,
ahora y por siempre. Amén.
o bien:
Oh Dios de gracia y de gloria, recordamos hoy en tu
presencia a nuestro hermano N. Te damos gracias
porque nos lo diste, a su familia y amigos, para conocerle
y amarle como compañ ero de nuestra peregrinació n
terrenal. En tu ilimitada compasió n consuela a los que
lloramos. Danos fe para que en la muerte veamos el
umbral de la vida eterna, a fin de que con tranquila
confianza continuemos nuestro caminar en la tierra hasta
que, por tu llamado, nos reunamos con aquéllos que
partieron antes; por Jesucristo nuestro Señ or, que vive y
reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.

En el Entierro de un Niño

Oh Dios, cuyo amado Hijo tomó niñ os en sus brazos y


los bendijo: Danos gracia para confiar a N. a tu cuidado
y amor inagotables, y condú cenos a tu reino celestial; por
Jesucristo nuestro Señ or, que vive y reina contigo y el
Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

El Celebrante puede añadir la siguiente oración:

Dios de toda misericordia, cuya sabiduría sobrepasa


nuestro entendimiento, atiende con benignidad a N. en
su pesar. Abrá zales con tu amor para que no se sientan
abrumados por su pérdida, sino que tengan confianza en
tu bondad y hagan frente con valor a los días por venir;
por Jesucristo nuestro Señ or. Amén.
20

El pueblo se sienta.

Se lee uno o dos de los siguientes pasajes de las Sagradas Escrituras. Si se


celebra la Comunión, las Lecturas concluyen siempre con un pasaje del
Evangelio.

Liturgia de la Palabra

Del Antiguo Testamento

Isaías 25:6-9 (Destruirá a la muerte para siempre)


Isaías 61:1-3 (A consolar a todos los enlutados)
Lamentaciones 3:22-26, 31-33 (Bueno es el Señor a los que en él esperan)
Sabiduría 3:1-5, 9 (Las almas de los buenos están en las manos de Dios)
Job 19:21-27a (Yo sé que mi Redentor vive)

Puede seguir un salmo, himno o cántico adecuado. Los siguientes


Salmos son apropiados: 42:1-7, 46, 90:1-12, 121, 130, 139:1-11.

Del Nuevo Testamento

Romanos 8:14-19,34-35,37-39 (La gloria que será revelada)


1 Corintios 15:20-26,35-38,42-44,53-58 (Vestidos de incorrupción
2 Corintios 4:16-5:9 (Las cosas que no se ven son eternas)
1 San Juan 3:1-2 (Seremos semejantes a él)
Apocalipsis 7:9-17 (Dios enjugará toda lágrima)
Apocalipsis 21:2-7 (He aquí, yo hago nuevas todas las cosas)

Puede seguir un salmo, himno o cántico adecuado. Los siguientes


Salmos son apropiados: 23, 27, 106:1-5, 116.

El Evangelio
Entonces, todos de pie, el Diácono o un Ministro designado lee el
Evangelio, diciendo primero:

Santo Evangelio de nuestro Señ or Jesucristo,


segú n San Juan.
Pueblo ¡Gloria a ti, Cristo Señ or!
21

San Juan 5:24-27 (El que cree tiene vida eterna)


San Juan 6:37-40 (Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí)
San Juan 10:11-16 (Yo soy el buen pastor)
San Juan 11:21-27 (Yo soy la resurrección y la vida)
San Juan 14:1-6 (En la casa de mi Padre muchas moradas hay)

Después del Evangelio el Lector dice:

El Evangelio del Señ or.


Pueblo Te alabamos, Cristo Señor.
Aquí, el Celebrante, un miembro de la familia o un amigo puede decir una
homilía.

Luego, todos de pie, puede decirse el Credo de los Apóstoles. El Celebrante


puede introducir el Credo con éstas u otras palabras similares:
Con la certeza de la vida eterna que se nos ha dado en el
Bautismo, proclamemos nuestra fe, diciendo:
Celebrante y Pueblo:
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su ú nico Hijo, nuestro Señ or.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen María.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia cató lica,
la comunió n de los santos,
el perdó n de los pecados,
la resurrecció n de los muertos,
y la vida eterna. Amén.
22

Si no hay Comunión, aquí se dice el Padre Nuestro, y el rito continúa con


la Oración de los Fieles, o con una o más oraciones adecuadas (véanse
páginas 405-408).

Cuando haya Comunión, se usa una de las siguientes fórmulas de la


oración de los Fieles.

Fórmula A

Por nuestro hermano N., oremos a nuestro Señ or


Jesucristo que dijo: "Yo soy Resurrecció n y yo soy Vida"

Señ or, tú consolaste a Marta y a María en su aflicció n;


acércate a nosotros que lamentamos la muerte de N., y
enjuga las lá grimas de los que lloran.
Escúchanos, Señor.

Tú lloraste ante la tumba de Lá zaro, tu amigo;


consuélanos en nuestro pesar.
Escúchanos, Señor.

Tú levantaste los muertos a la vida; concede a nuestro


hermano la vida eterna.
Escúchanos, Señor.

Tú prometiste el paraíso al ladró n penitente; lleva a


nuestro hermano al gozo del cielo.
Escúchanos, Señor.

Nuestro hermano fue lavado en el Bautismo y ungido


con el Espíritu Santo; concédele comunió n con todos tus
santos.
Escúchanos, Señor.

El se nutrió con tu Cuerpo y Sangre; concédele un lugar


en la mesa de tu reino celestial.
Escúchanos, Señor.
23

Confó rtanos en la tristeza por la muerte de nuestro


hermano; que la fe sea nuestro consuelo y la vida eterna
nuestra esperanza.

Puede guardarse un período de silencio.


El Celebrante concluye con una de las siguientes u otra oración:

Señ or Jesucristo, te encomendamos a nuestro hermano


N., que renació por el agua y el Espíritu en el Santo
Bautismo. Concede que su muerte nos recuerde tu
victoria sobre la muerte y sea ocasió n para que
renovemos nuestra confianza en el amor de tu Padre.
Danos, te rogamos, la fe para caminar hacia donde tú
nos has precedido; y donde vives y reinas con el Padre y
el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

o bien:

Padre de todos, te pedimos por N., y por todos aquéllos


que amamos pero ya no vemos. Concédeles descanso
eterno. Que la luz perpetua brille sobre ellos. Que su
alma, y las almas de todos los difuntos, por la
misericordia de Dios, descansen en paz. Amén.

Fórmula B

El Pueblo responde con Amén a cada petición.


El Diácono, u otra persona, dice:

En paz oremos al Señ or.

Dios omnipotente, que has entrelazado a tus elegidos en


una sola comunió n y hermandad en el cuerpo místico de
tu Hijo Cristo nuestro Señ or: Concede, te suplicamos, a
toda tu Iglesia en el paraíso y en la tierra, tu luz y tu paz.
Amén.
24

Concede que todos los que han sido bautizados en la


muerte y resurrecció n de Cristo, mueran al pecado y se
levanten a novedad de vida, y que, a través del sepulcro y
las puertas de la muerte, pasemos con él a nuestra
jubilosa resurrecció n. Amén.

Concede a los que todavía estamos en nuestra


peregrinació n y aú n caminamos por fe, que seamos
guiados por tu Espíritu Santo en santidad y justicia todos
los días de nuestra vida. Amén.

Concede a tu pueblo fiel perdó n y paz, para que seamos


limpios de todos nuestros pecados, y te sirvamos con
á nimo tranquilo. Amén.

Concede a todos los dolientes una confianza segura en tu


cuidado paternal, para que, confiando todos sus pesares
a ti, comprendan la consolació n de tu amor. Amén.

Concede valor y fe a los acongojados, a fin de que tengan


la fortaleza para enfrentarse a los días venideros, en el
consuelo de una santa y razonable esperanza, y en la
gozosa expectació n de la vida eterna con los que aman.
Amén.

Auxílianos, te suplicamos, en medio de las cosas que no


podemos comprender, a creer y confiar en la comunió n
de los santos, en el perdó n de los pecados, y en la
resurrecció n a la vida perdurable. Amén.

Concédenos gracia para confiar a N. a tu amor


inagotable; recíbele en los brazos de tu misericordia, y
recuérdale segú n el favor que muestras hacia tu pueblo.
Amén.

Concede que, creciendo en conocimiento y amor a ti,


vaya ascendiendo de fortaleza en fortaleza, en la vida de
perfecto- servicio en tu reino celestial. Amén.
25

Concede que nosotros, junto con todos los que han


partido en la esperanza de la resurrecció n, obtengamos
nuestra perfecta consumació n y felicidad en tu eterna y
sempiterna gloria; y, con [el bienaventurado N. y] todos
tus santos, recibamos la corona de vida que tú has
prometido a todos los que comparten la victoria de tu
Hijo Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu
Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando no haya Comunión, el rito continúa con la Comendatoria o con la


Sepultura.

En la Eucaristía

La Liturgia continúa con la Paz y el Ofertorio.

Prefacio de la Conmemoración de los Fieles Difuntos

En lugar de la oración usual de poscomunión, se dice la siguiente:

Dios todopoderoso, te damos gracias porque en tu gran


amor nos has nutrido con el alimento espiritual del
Cuerpo y Sangre de tu Hijo Jesucristo, y nos diste las
primicias de tu banquete celestial. Concede que este
Sacramento sea para nosotros consuelo en la aflicció n, y
prenda de nuestra herencia en el reino donde no hay
muerte ni llanto ni clamor, sino plenitud de gozo con
todos tus santos; por Jesucristo nuestro Salvador. Amén.

Si el rito no es de cuerpo presente, se continúa con la [bendición y]


despedida.
A menos que la Sepultura se efectúe inmediatamente en la iglesia, se usa
la siguiente Comendatoria.

Comendatoria

El Celebrante y demás ministros toman su lugar junto al féretro.

Puede cantarse o decirse ésta u otra antífona adecuada, o un himno.


26

Concede descanso, oh Cristo,


a tu(s) siervo(s) con tus santos,
donde ya no hay llanto ni dolor
ni suspiro, sino vida eterna.

Só lo tú eres inmortal, creador y hacedor de la


humanidad; y nosotros somos mortales, formados de
tierra, y a la tierra hemos de volver. Por eso, cuando me
creaste, tú dijiste: "Polvo eres y al polvo volverá s". Todos
nosotros descendemos al polvo; sin embargo, aun en la
tumba elevamos nuestro canto: Aleluya, aleluya, aleluya.

Concede descanso, oh Cristo,


a tu(s) siervo(s) con tus santos,
donde ya no hay llanto ni dolor
ni suspiro, sino vida eterna.

El Celebrante, de frente al féretro, dice:

En tus manos, oh misericordioso Salvador,


encomendamos a tu siervo N. Reconoce, te suplicamos
humildemente, a una oveja de tu propio redil, a un
cordero de tu propio rebañ o, a un pecador que tú has
redimido. Recíbele en los brazos de tu misericordia, en el
bendito descanso de la paz eterna y en la gloriosa
comunió n de los santos en luz. Amén.

Luego, el Celebrante, o el Obispo si está presente, puede bendecir al


pueblo, y un Diácono u otro Ministro puede despedirle, diciendo:

Salgamos en nombre de Cristo.


Demos gracias a Dios.

Mientras el cuerpo es retirado de la iglesia, puede cantarse o decirse un


himno, o una o más de las siguientes antífonas:

Cristo ha resucitado de entre los muertos, hollando a la


muerte por la muerte, y dando vida a los que está n en la tumba.
27

El Sol de Justicia ya ha nacido gloriosamente, para dar


luz a los que está n en tinieblas y en sombra de muerte.

El Señ or guiará nuestros pasos por el camino de la paz,


habiendo quitado el pecado del mundo.

Cristo abrirá el reino de los cielos a todos los que creen


en su Nombre, diciendo: "Vengan, benditos de mi Padre,
hereden el reino preparado para ustedes".

Al paraíso te conduzcan los á ngeles. A tu llegada te


reciban los má rtires, y te introduzcan en la ciudad santa,
Jerusalén.

o bien, uno de los siguientes Cánticos:

Cántico de Zacarías, Benedictus


Cántico de Simeón, Nunc dimittis
Cristo nuestra Pascua, Pascha nostrum

Sepultura

Se canta o dice la siguiente antífona, o una de las antífonas en las


páginas (del rito de Entierro) 391-392.

Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí;


y al que a mí viene, no le echo fuera.

Aquél que resucitó a Cristo Jesú s de entre los muertos


dará también la vida nueva a nuestros cuerpos mortales,
por su Espíritu que habita en nosotros.

Por tanto, se alegra mi corazó n, y se goza mi espíritu;


también mi carne reposará segura.
Me mostrará s la senda de la vida;
en tu presencia hay plenitud de gozo,
y deleites a tu diestra para siempre.
28

Mientras se arroja tierra sobre el ataúd, el Celebrante dice estas


palabras:

En esperanza segura y cierta de la resurrecció n a la vida


eterna por nuestro Señ or Jesucristo, encomendamos al
Dios todopoderoso a nuestro hermano N., y entregamos
su cuerpo a la tierra; * tierra a tierra, ceniza a ceniza,
polvo a polvo. El Señ or le bendiga y le guarde, el Señ or
haga resplandecer su faz sobre él y le sea propicio; el
Señ or dirija su rostro hacia él y le conceda la paz. Amén.

o a las profundidades, o a los elementos, o a su lugar de descanso.

El Celebrante dice:

El Señ or sea con ustedes.


Pueblo Y con tu espíritu.
Celebrante Oremos.

Celebrante y Pueblo:
Padre nuestro que está s en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,
há gase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentació n
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.

Se pueden añadir otras oraciones.

Entonces se puede decir:


29

Dale, Señ or, el descanso eterno:


Y brille para él la luz perpetua.

Que su alma, y las almas de todos los difuntos, por la


misericordia de Dios, descansen en paz. Amén.

El Celebrante despide al pueblo con estas palabras:

¡Aleluya! Cristo ha resucitado.


Pueblo ¡Es verdad! El Señ or ha resucitado. ¡Aleluya!
Celebrante Salgamos en nombre de Cristo.
Pueblo Demos gracias a Dios.

o bien con las siguientes:


El Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a
nuestro Señ or Jesucristo, el gran Pastor de las ovejas, por
la sangre del eterno pacto: Les haga perfectos en toda
buena obra para hacer su voluntad, efectuando en
ustedes lo que es agradable en su presencia; por
Jesucristo, a quien sea dada gloria, por los siglos de los
siglos. Amén.

Consagración de una Tumba

Si la tumba está en un lugar que no haya sido destinado previamente


para sepultura cristiana, el Sacerdote puede decir la siguiente oración,
ya sea antes del Acto de Sepultura, o en algún otro momento conveniente.

Oh Dios, cuyo bendito Hijo fue puesto en un sepulcro en


el huerto: Bendice, te rogamos, esta tumba, y concede
que aquél cuyo cuerpo va a ser sepultado aquí, habite
con Cristo en el paraíso, y llegue a tu reino celestial; por
tu Hijo Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Oraciones Adicionales

Dios todopoderoso, con quien aú n viven los espíritus de


los que mueren en el Señ or, y con quien las almas de los
fieles está n en gozo y felicidad: Te damos cordiales
30

gracias por los buenos ejemplos de todos tus siervos que,


habiendo terminado en la fe su vida en la tierra, gozan
ahora descanso y alivio. Que nosotros, con todos los que
han partido en la fe verdadera de tu santo Nombre,
obtengamos nuestra perfecta consumació n y felicidad en
tu eterna y sempiterna gloria; por Jesucristo nuestro
Señ or. Amén.

Oh Dios, cuyos días son infinitos y cuyas misericordias


no pueden ser enumeradas: Te suplicamos nos hagas
profundamente conscientes de la brevedad e
incertidumbre de la vida humana; y concede que tu
Espíritu Santo nos guíe en santidad y justicia todos los
días de nuestra vida; a fin de que, cuando te hayamos
servido en nuestra generació n, seamos reunidos con
nuestros padres, teniendo el testimonio de una buena
conciencia, en la comunió n de la Iglesia Cató lica, en la
confianza de una fe cierta, en el consuelo de una religiosa
y santa esperanza, en tu favor, oh nuestro Dios, y en
perfecta caridad con todo el género humano. Todo esto
te pedimos por Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Oh Dios, Rey de los santos, alabamos y glorificamos tu


santo Nombre por todos tus siervos que han terminado
su carrera en tu fe y temor: por la bendita Virgen María;
por los santos patriarcas, profetas, apó stoles y má rtires;
y por todos tus demá s siervos justos, tanto conocidos
como desconocidos; y te rogamos que nosotros,
estimulados por su ejemplo, ayudados por sus oraciones
y fortalecidos por su comunió n, seamos también
partícipes de la herencia de los santos en luz; por los
méritos de tu Hijo Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Señ or Jesucristo, por tu muerte quitaste el aguijó n de la


muerte: Concede a tus siervos que de tal modo
caminemos por fe hacia donde tú nos has precedido, que
al fin durmamos apaciblemente en ti, y despertemos a tu
semejanza; por amor de tu tierna misericordia: Amén.
31

Padre de todos, te pedimos por aquéllos que amamos,


pero ya no vemos: Concédeles tu paz; que brille para
ellos la luz perpetua; y en tu amorosa sabiduría y poder
infinito, opera en ellos el buen designio de tu perfecta
voluntad; por Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Dios misericordioso, Padre de nuestro Señ or Jesucristo,


quien es la Resurrecció n y la Vida: Levá ntanos,
humildemente te suplicamos, de la muerte del pecado a la
vida de justicia; de modo que, cuando partamos de esta
vida descansemos en él, y en la resurrecció n recibamos
aquella bendició n que pronunciará entonces tu muy
amado Hijo: "Vengan, benditos de mi Padre, hereden el
reino preparado para ustedes desde la creació n del
mundo". Concede esto, Padre de misericordia, por
Jesucristo nuestro Mediador y Redentor. Amén.

Dios todopoderoso y eterno, te damos las má s cordiales


gracias y te alabamos de corazó n, por la admirable
gracia y virtud declarada en todos tus santos, que han
sido los vasos escogidos de tu gracia, y las luces del
mundo en sus varias generaciones; suplicá ndote
humildemente nos des tu gracia para seguir el ejemplo de
su firmeza en tu fe y obediencia a tus santos
mandamientos, para que en el día de la resurrecció n
general, nosotros, con todos aquéllos que son del cuerpo
místico de tu Hijo, podamos sentarnos a su diestra y
escuchar su muy gozosa voz: "Vengan, ustedes benditos
de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes
desde la creació n del mundo". Concédenos esto, oh
Padre, por amor de tu Hijo Jesucristo, nuestro ú nico
Mediador y Abogado. Amén.

En tus manos, oh Señ or, encomendamos a tu siervo N.,


nuestro amado hermano, como en las manos de un
Creador fiel y Salvador muy misericordioso, suplicá ndote
que le estimes precioso a tus ojos. Lá vale, te rogamos, en
la sangre de aquel Cordero inmaculado que fue muerto
para quitar los pecados del mundo; para que, quitadas
32

las manchas que hubiera contraído en el curso de esta


vida terrenal, sea purificado y limpio, y pueda ser
presentado puro y sin mancha delante de ti; mediante los
méritos de Jesucristo, tu ú nico Hijo nuestro Señ or.
Amén.

Acuérdate de tu siervo, oh Señ or, segú n el favor que


muestras hacia tu pueblo, y concede que, creciendo en
conocimiento y amor a ti, pueda ir ascendiendo de
fortaleza en fortaleza en la vida de perfecto servicio en tu
reino celestial; mediante Jesucristo nuestro Señ or. Amén.

Omnipotente Dios, nuestro Padre celestial, en cuyas


manos está n los vivos y los muertos: Te damos gracias
por todos tus siervos que han dado su vida por nuestra
nació n. Concédeles tu misericordia y la luz de tu
presencia, y danos tal conciencia viva de tu justa
voluntad que la buena obra que tú has empezado en ellos
pueda ser perfeccionada; mediante Jesucristo tu Hijo
nuestro Señ or. Amén.

Oh Señ or Jesucristo, Hijo del Dios vivo, te suplicamos


que pongas tu pasió n, tu cruz y tu muerte entre tu juicio
y nuestras almas, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Concede misericordia y gracia a los vivos, perdó n y
descanso a los difuntos, paz y concordia a tu santa
Iglesia, y a nosotros pecadores, la vida y la gloria eternas;
tú que vives y reinas con el Padre, en la unidad del
Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Concede, oh Señ or, el espíritu de fe y valor a todos los


que está n acongojados, a fin de que tengan fortaleza para
enfrentarse a los días venideros con perseverancia y
paciencia; no afligiéndose como los que no tienen
esperanza, sino recordando agradecidos tu gran bondad,
y en la expectació n gozosa de la vida eterna con aquéllos
que aman. Te lo pedimos en el Nombre de Jesucristo
nuestro Salvador. Amén.
33

Dios omnipotente, Padre de misericordias y dador de


consuelo: Atiende bondadosamente, te suplicamos, a
todos los dolientes, para que, confiando sus pesares a ti,
comprendan la consolació n de tu amor; por Jesucristo
nuestro Señ or. Amén.

Orden para un Entierro

Cuando por razones pastorales, no se considere apropiado el Rito de


Entierro en este Libro, se usa el siguiente orden.

1. Se recibe el cuerpo. El celebrante puede recibir el cuerpo y conducirlo


hacia el interior de la iglesia o capilla, o bien, éste puede ser llevado a su
lugar antes de que la congregación se reúna.

2. Pueden cantarse o decirse antífonas de las Sagradas Escrituras, o


salmos, o bien puede cantarse un himno.

3. Pueden ofrecerse oraciones por los dolientes.

4. Se lee uno o más pasajes de las Sagradas Escrituras. A las lecturas


pueden seguir salmos, himnos o antífonas. Si hubiere Comunión, la última
Lectura será la del Evangelio.

5. Después de las lecturas puede seguir una homilía y puede recitarse el


Credo de los Apóstoles.

6. Se ofrecen oraciones, incluyendo el Padre Nuestro, por el difunto, por


los dolientes y por la comunidad cristiana, recordando las promesas de
Dios en Cristo acerca de la vida eterna.

7. El difunto es encomendado a Dios, y se entrega el cuerpo a su lugar de


descanso. La sepultura puede efectuarse donde se celebró el rito anterior,
o bien en el cementerio.

8. Si hubiere Comunión, ésta precede a la comendatoria y comienza con


la Paz y el Ofertorio de la Eucaristía. Puede usarse cualquiera de las
plegarias eucarísticas autorizadas.
34

Nota:

La liturgia por los difuntos es una liturgia pascual. Todo su significado se


halla en la resurrección. Debido a que Jesús fue resucitado de entre los
muertos, nosotros también seremos resucitados.

Por tanto, la liturgia se caracteriza por su alegría, en la confianza de que


"ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo
presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor
nuestro".

Sin embargo, esta alegría no hace anticristiana la aflicción humana. El


mismo amor que tenemos los unos por los otros en Cristo produce una
profunda tristeza cuando la muerte nos separa. Jesús mismo lloró ante la
tumba de su amigo. Por tanto, al mismo tiempo que nos regocijamos
porque algún ser amado ha entrado a la presencia íntima de nuestro
Señor, compartimos la tristeza de los que lloran.
35

LIBRO I
PRECES DIVERSAS PARA
ANTES DE LAS EXEQUIAS
ESQUEMA DEL LIBRO
I. En el momento de expirar
II. Colocació n del cadá ver en el ataú d
III. Oraciones para antes de las exequias
IV. Vigilia comunitaria de oració n por el difunto
V. Traslado y recepció n de un difunto en la iglesia, antes de las
exequias

Desde el bautismo hasta la muerte, la existencia del cristiano debe ser


una continua espera del Señ or que viene: "Si, voy a llegar en seguida.
Amén. Ven, Señ or Jesú s" (Ap 22:20).
Por eso, cuando llega el momento culminante de su encuentro con el
Señ or, es decir, cuando se ve que el enfermo llega a su ú ltima agonía,
conviene que se vea asistido por lo menos por algunos fieles,
presididos a poder ser por un ministro ordenado, y que lo acompañ en
en su trá nsito con la plegaria de la Iglesia o bien recitarse
pausadamente algunas de las oraciones que acostumbraba a rezar
durante su vida el moribundo o cantar algú n salmo o canto que le
fueran especialmente familiares.
Ha de procurarse que, una vez que el agonizante ha expirado, el tiempo
que discurre entre su muerte y la celebració n de las exequias
constituya un espacio de presencia caritativa, amistosa y de esperanza
cristiana junto a quienes lloran al difunto, no menos que de sufragio
para el recién fallecido. Para vivir estos momentos, tanto comunitaria
como individualmente, pueden servir las plegarias y acciones que
figuran en este Libro I.
36

I. EN EL MOMENTO DE EXPIRAR
Terminadas las preces de la recomendación del alma, mientras el
moribundo lucha con la muerte, puede trazarse el signo de la cruz sobre
su frente u ofrecérsele un crucifijo para que lo bese, diciendo:

El Señ or guarde tu salida de este mundo


y tu entrada en su reino, en su paz y en su amor.
0 bien:
Que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estén contigo,
te infundan esperanza y te conduzcan a la paz de su reino.

Cuando el moribundo ha entregado su alma a Dios, al cerrarle los ojos,


uno de los familiares puede decir:

Concede, Señ or,


a nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
cuyos ojos no verá n má s la luz de este mundo,
contemplar eternamente tu belleza
y gozar de tu presencia por los siglos de los siglos. Amén.

Los familiares y amigos que se encuentren allí presentes pueden entonces


orar junto al cadáver, diciendo:

Este mundo ha pasado definitivamente para nuestro hermano (nuestra


hermana) N. Pidamos, pues, al Señ or que le conceda gozar ahora del
cielo nuevo y de la tierra nueva que É l ha dispuesto para sus elegidos.

 Vengan en su ayuda, santos de Dios;


salgan a su encuentro, á ngeles del Señ or.
R. Reciban su alma
y preséntenla ante el Altísimo.

 Cristo, que te llama, te reciba,


y los á ngeles te conduzcan al regazo de Abraham. R.

 Dale, Señ or, el descanso eterno,


y brille para el (ella) la luz perpetua. R.
37

Luego, puede añadirse:

Hacia ti, Señ or, levantamos nuestros ojos; contempla, Señ or, nuestra
tristeza, fortalece nuestra fe en este momento de prueba y concede a
nuestro hermano (nuestra hermana) el descanso eterno. Amén.

A esta sú plica, se añ aden las siguientes preces:

 Que Cristo, que sufrió la muerte de cruz por el (ella),


le conceda la felicidad verdadera.

R. Te lo pedimos, Señor.

 Que Cristo, el Hijo de Dios vivo,


lo (la) reciba en su paraíso. R.

 Que Cristo, el buen Pastor,


lo (la) cuente entre sus ovejas. R.

 Que su misericordia sea grande ante sus pecados


y lo (la) agregue al nú mero de los elegidos. R.

 Que pueda contemplar cara a cara a su Redentor


y gozar de la visió n de su Señ or
por los siglos de los siglos. R.

A. continuación se dice la siguiente oración:

Te pedimos, Señ or, que tu siervo (sierva) N., que ha muerto ya para
este mundo, viva ahora para ti y que tu amor misericordioso se apiade
de los pecados que cometió por fragilidad humana. Por Jesucristo,
nuestro Señ or. Amén.
38

II. COLOCACIÓN DEL CADÁVER EN EL ATAÚD

Cuando el cadáver es puesto en el ataúd, uno de los familiares o amigos


presentes puede orar con estas palabras, a las que todos se suman en las
suplicas finales:

Señ or, tú que has dicho:


"Si el grano de trigo muere, da mucho fruto",
haz que este cuerpo, humillado ahora por la muerte,
descanse de sus fatigas
y, como semilla de resurrecció n,
espere tu venida mientras su alma goza
entre los santos por los siglos de los siglos. Amén.

 Por el amor y la alegría que irradió su mirada.

R. Concédele, Señor, contemplar tu rostro.

 Por el dolor y las lá grimas


que oscurecieron sus ojos. R.

 Por haber creído en ti sin haber visto. R.

En el momento en que es cerrado el ataúd, los allí presentes pueden orar


por el difunto con estas palabras:

Señ or, en este momento


en que va a desaparecer de nuestros ojos
este rostro que nos ha sido tan querido,
levantamos hacia ti nuestra mirada;
haz que este hermano nuestro (esta hermana nuestra)
pueda contemplarte cara a cara en tu reino,
y aviva en nosotros la esperanza
de que volveremos a ver este mismo rostro junto a ti y
gozaremos de él en tu presencia
por los siglos de los siglos. Amén.

 Señ or, escucha nuestra oració n por tu siervo (sierva)


39

R. Señor, ten piedad.

 Ilumina sus ojos con la luz de tu gloria. R.

 Perdó nale sus pecados, concédele la vida eterna. R.

 Atiende a los que te suplican


y escucha la voz de los que lloran. R.

 Consuélanos en nuestra tribulació n. R.

III. ORACIONES PARA


ANTES DE LAS EXEQUIAS

Cuando los familiares y amigos acuden adonde se encuentra el cadá ver


en las horas que preceden al sepelio, será bueno que expresen su
caridad cristiana para con el difunto orando allí por él, así como
también para dar muestras del consuelo cristiano que ofrecen a los
má s allegados del que ha expirado. Esta oració n se puede hacer de
manera comunitaria o bien individualmente.

Si la oració n se realiza de manera comunitaria, puede hacerse:


• en forma comunitaria breve ( formulario 1, 2, 3, 4)
• en forma individual breve ( formulario 5)
• celebrando una vigilia comunitaria
• o bien rezando la Liturgia del Día.
40

FORMULARIOS PARA ORAR


ANTES DE LAS EXEQUIAS

FORMULARIO 1

Antífona

A ti levantamos nuestros ojos;


Señ or, tu amor es má s fuerte que la muerte;
por eso esperamos en ti.

Preces

Ya que este mundo ha pasado definitivamente para nuestro hermano


(nuestra hermana) N., pidamos ahora al Señ or que le conceda gozar del
cielo nuevo y de la tierra nueva que él ha dispuesto para sus elegidos.

 Que Cristo, que por el (ella) sufrió muerte de cruz,


le conceda la felicidad verdadera.

R. Te lo pedimos, Señor.

 Que Cristo, el Hijo de Dios vivo,


lo (la) reciba en su paraíso. R.

 Que Cristo, el buen Pastor,


lo (la) cuente entre sus ovejas. R.

 Que Cristo perdone todos su pecados y lo (la)


agregue al nú mero de sus elegidos. R.

 Que pueda contemplar cara a cara a su Redentor y gozar


de la visió n de su Señ or por los siglos de los siglos. R.

Oració n.

Señ or Dios, que has querido


que nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
a través de la muerte,
41

fuera configurado (configurada) a Cristo,


que por nosotros murió en la cruz,
por la gracia renovadora de la Pascua de tu Hijo,
dígnate también resucitarlo (resucitarla) un día
a la vida eterna de la gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señ or. Amén.

FORMULARIO 2

Antífona

El Señ or abra a nuestro hermano (nuestra hermana)


las puertas del paraíso,
para que pueda gozar ya de aquella patria
donde no existe ni el dolor ni la muerte,
sino solo la paz y la alegría sin fin.

Preces

Recordemos, con afecto piadoso, a nuestro hermano (nuestra


hermana) N., a quien Dios ha llamado de este mundo, y oremos
confiados a aquel que venció la muerte y resucitó glorioso del sepulcro.

 Que Cristo, el Hijo de Dios, le de posesió n del paraíso


y, como buen Pastor, lo (la) reconozca entre sus ovejas,
en tu misericordia.

R. Atiende a nuestras súplicas.

 Que, perdonados sus pecados, lo (la) coloque a su derecha en el


reino de los elegidos, roguemos al Señ or. R.

 Que participe con el de la felicidad eterna, roguemos al Señ or. R.

 Que nosotros, los que ahora lloramos su muerte, podamos salir al


encuentro de Cristo cuando el vuelva, acompañ ado de nuestro
hermano (nuestra hermana) que hoy nos ha dejado, roguemos al
Señ or. R.
42

Oració n

Te encomendamos, Señ or,


a nuestro hermano (nuestra hermana) N,
a quien en esta vida mortal
rodeaste siempre con tu amor;
concédele ahora que, libre de todos sus males,
participe en tu descanso eterno,
y, pues para el (ella) acabo ya este mundo,
admítelo (admítela) ahora en tu paraíso,
donde no hay llanto ni luto ni dolor,
sino paz y alegría sin fin,
con tu Hijo y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

FORMULARIO 3

Antífona

¡Dichoso el que ha muerto en el Señ or!


Que descanse ya de sus fatigas
y que sus obras lo acompañ en.

Preces

Pidamos por nuestro hermano (nuestra hermana) a Jesucristo, que ha


dicho: "Yo soy la resurrecció n y la vida; el que cree en mi, aunque haya
muerto, vivirá ; y el que está vivo y cree en mi no morirá para siempre".

 Tú que resucitaste a los muertos, concede la vida eterna


a nuestro hermano (nuestra hermana).

R. Te lo pedimos, Señor.

 Tú que desde la cruz prometiste el paraíso al buen ladró n,


recibe a nuestro hermano (nuestra hermana)N. en tu reino. R.
43

 Tú que experimentaste el dolor de la muerte y resucitaste


gloriosamente del sepulcro, concede a nuestro hermano (nuestra
hermana) la vida feliz de la resurrecció n. R.

 Tú que lloraste ante la tumba de tu amigo Lá zaro, dígnate enjugar


las lagrimas de quienes lloramos la muerte de nuestro hermano
(nuestra hermana). R.

Oració n

Señ or, nuestra vida es corta y frá gil;


la muerte que contemplamos hoy nos lo recuerda.
Pero Tú vives eternamente,
y tu amor es má s fuerte que la muerte.
Llenos, pues, de confianza,
ponemos en tus manos
a nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
que acaba de dejarnos.
Perdó nale sus faltas y recíbelo (recíbela) en tu reino,
para que viva feliz en tu presencia
por los siglos de los siglos. Amén.

FORMULARIO 4

Antífona

El coro de los á ngeles te reciba,


y Cristo, tu Señ or,
te coloque en el seno de Abraham,
para que junto a Lá zaro, pobre en esta vida,
tengas descanso eterno.

Preces

Señ or, a ti elevamos nuestros ojos en este momento en que vamos a


sepultar el cuerpo de nuestro hermano (nuestra hermana) a quien
tanto hemos amado en este mundo.
44

 Después de esta vida, donde solo tuvo la visió n de la fe.

R. Concédele, Señor, contemplar eternamente tu rostro.

 Después del amor y de las alegrías que en este mundo


iluminaron su vida. R.

 Después de los trabajos y sufrimientos que,


en su peregrinar terreno, lo (la) hicieron llorar. R.

 Después de su sed de conocer la verdad


y gozar del bien. R.

 Y porque el (ella) creyó en ti sin haberte visto. R.

Oració n.

Señ or Dios, que has querido


que nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
compartiera la muerte de Cristo,
que por nosotros murió en la cruz,
por la gracia renovadora de la Pascua de tu Hijo,
perdó nale sus pecados
y, pues quisiste marcarlo (marcarla)
ya en su vida mortal
con el sello de tu Espíritu Santo,
dígnate también resucitarlo (resucitarla)
un día a la vida eterna de la gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señ or. Amén.

FORMULARIO 5

Cuando la oración ante un difunto se lleva a cabo individualmente, puede


hacerse con el formulario siguiente:

Antífona

Tú , Señ or, que eres el descanso después del trabajo


45

y la vida después de la muerte,


concede a nuestro hermano (nuestra hermana)
el descanso eterno.

Preces

A ti, Señ or, grito, respó ndeme; haz caso de las suplicas que te dirijo en
este momento de dolor por la muerte de tu siervo (sierva) N.

Señ or Jesucristo, recíbelo (recíbela) en compañ ía de


todos los elegidos que nos han precedido.
Concédele gozar siempre de tu paz.
Que encuentre en ti el perdó n de sus pecados.
Que goce eternamente de la felicidad de los santos.
Que te contemple a ti, luz, verdadera,
y goce de tu presencia.
Conforta a sus familiares
y a cuantos lloran su muerte.

Oració n

Concede, Padre bondadoso, a tu siervo (sierva) N.,


que se ha separado de nosotros,
la herencia prometida;
da cumplimiento a su esperanza de felicidad y de paz;
infunde serenidad y fortaleza
en quienes ahora lloran su ausencia
y fortalécelos con la certeza de la vida eterna
que, en tu gran amor,
has dispuesto para toda la familia humana,
por la fuerza de la muerte
y de la resurrecció n de Cristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
46

IV. VIGILIA COMUNITARIA DE ORACIÓN


POR EL DIFUNTO

Es muy aconsejable que, segú n las costumbres y posibilidades de cada


lugar, los amigos y familiares del difunto se reú nan en la casa del
difunto o en la funeraria, antes de la celebració n de las exequias para
celebrar una vigilia de oració n. Esta vigilia puede celebrarse también
en la iglesia pero nunca inmediatamente antes de la misa exequial, a fin
de que la celebració n no se alargue demasiado y no quede duplicada la
Liturgia de la palabra. Esta vigilia de oració n la preside el obispo, un
sacerdote o un diá cono o, en su defecto, la dirige un laico.

1. RITOS INICIALES

Si el que preside es un ministro ordenado, saluda a los presentes,


diciendo:

El Señ or, que, por la resurrecció n de su Hijo,


nos ha hecho renacer
a la esperanza de una vida nueva,
este con todos ustedes.
R. Y con tu espíritu.

Si el que dirige la oración es un laico, en lugar de esta salutación, puede


decir:
Bendigamos al Señ or,
que, por la resurrecció n de su Hijo,
nos ha hecho renacer a la esperanza
de una vida nueva.
R. Amén.

Luego, se inicia la celebración con las siguientes palabras u otras


parecidas.

Hermanos: Si bien el dolor por la perdida, aun tan reciente, de un ser


querido llena de dolor nuestros corazones y nubla nuestros ojos,
47

avivemos en nosotros la llama de la fe, para que la esperanza que Cristo


ha puesto en nuestros corazones aliente ahora nuestra oració n para
encomendar a nuestro hermano (nuestra hermana) N., en las manos
del Señ or, Padre misericordioso y Dios de todo consuelo.

0 bien:

Amados hermanos: El Señ or, en su amorosa e inescrutable providencia,


acaba de llamar de este mundo a nuestro hermano (nuestra hermana)
N. Su partida nos ha llenado a todos de dolor y de consternació n. Pero,
en este momento triste, conviene que reafirmemos nuestra fe, que nos
asegura que Dios no abandona nunca a sus hijos. Jesú s nos invita a esta
confianza cuando dice: "Vengan a mi todos los que está n cansados y
agobiados, y yo los aliviare". Con esta certeza, pidamos ahora al Señ or
que a nuestro hermano (nuestra hermana) le perdone sus faltas y le
conceda una mansió n de paz y bienestar entre sus santos. Y que a
nosotros nos de la firme esperanza de encontrarlo (encontrarla)
nuevamente en su reino.

A continuación, se recita el salmo 129 u otro salmo apropiado del


Apéndice I (págs. 308-336). El salmo se recita a dos coros o bien lo
proclama un salmista, mientras los fieles pueden intercalar la siguiente
antífona:

Salmo 129

R. Mi alma espera en el Señor.

Desde el abismo de mis pecados clamo a ti;


Señ or, escucha mi clamor;
que estén atentos tus oídos
a mi voz suplicante. R.

Si conservaras el recuerdo de las culpas,


¿quién habría, Señ or, que se salvara?
Pero de ti procede el perdó n,
por eso con amor te veneramos. R.

Confío en el Señ or,


48

mi alma espera y confía en su palabra;


mi alma aguarda al Señ or,
mucho má s que a la aurora el centinela. R.

Como aguarda a la aurora el centinela,


aguarda Israel al Señ or,
porque del Señ or viene la misericordia
y la abundancia de la redenció n,
y el redimirá a su pueblo
de todas sus iniquidades. R.

Después, se añade la siguiente oración u otra de las que figuran en el


Apéndice I (págs. 339-346).

Oremos.
Escucha, Señ or, la oració n de tus fieles;
desde el abismo de la muerte,
nuestro hermano (nuestra hermana) N.
espera la abundancia de tu redenció n;
redímelo (redímela) de todos sus delitos
y haz que en tu reino
vea realizada toda su esperanza.
Por Jesucristo, nuestro Señ or. Amén.

2. LITURGIA DE LA PALABRA

A continuación, se lee la siguiente perícopa bíblica:

Es bueno esperar en silencio la salvació n del Señ or.

Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 17-26


Me han arrancado la paz
y ya no me acuerdo de la dicha.
Pienso que se me acabaron ya las fuerzas
y la esperanza en el Señ or.

Fíjate, Señ or, en mi pesar,


en esta amarga hiel que me envenena.
Apenas pienso en ello,
49

me invade el abatimiento.
Pero, apenas me acuerdo de ti,
me lleno de esperanza.

La misericordia del Señ or nunca termina


y nunca se acaba su compasió n;
al contrario, cada mañ ana se renuevan.
¡Qué grande es el Señ or!

Yo me digo: "El Señ or es la parte


que me ha tocado en herencia".
Y en el Señ or pongo mi esperanza.
El Señ or es bueno con aquellos que en el esperan,
con aquellos que lo buscan.

Es bueno esperar en silencio la salvació n del Señ or.


Palabra del Señor.

Si parece oportuno, puede leerse más de un texto bíblico, siguiendo el


esquema acostumbrado de la Liturgia de la palabra, y añadirse una
lectura patrística o eclesiástica consecuente.

Después de la lectura bíblica, el obispo, el presbítero o el diácono que


presiden esta vigilia pueden dirigir a los presentes unas breves palabras
de homilía.

Después de haber escuchado la palabra de Dios o después de la homilía, si


ésta ha tenido lugar, se puede invitar a los presentes a recitar juntos la
profesión de fe:

Con la esperanza puesta en la resurrecció n y en la vida eterna que


Cristo nos ha prometido, profesemos ahora nuestra fe, luz de nuestra
vida cristiana.

Creo en Dios Padre todopoderoso,


creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su ú nico Hijo, nuestro Señ or.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
50

y nació de la Virgen María.


Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia cató lica,
la comunió n de los santos,
el perdó n de los pecados,
la resurrecció n de los muertos,
y la vida eterna. Amén.

3. PRECES FINALES

La vigilia termina con las siguientes preces u otras de las que figuran en
el Apéndice I ( pp. 347-368).

Oremos, hermanos, a Cristo, el Señ or, esperanza de los


que vivimos aú n en este mundo, vida y resurrecció n de
los que ya han muerto; llenos de confianza, digá mosle:

R. Tú que eres la resurrección y la vida, escúchanos.

 Recuerda, Señ or, que tu ternura y tu misericordia son eternas, y


no te acuerdes de los pecados de nuestro hermano (nuestra
hermana) N. R.

 Por el honor de tu nombre, Señ or, perdó nale todas sus culpas y
haz que viva eternamente feliz en tu presencia. R.

 Que habite en tu casa por días sin término y goce de tu presencia


contemplando tu rostro. R.

 No rechaces a tu siervo (sierva) ni lo (la) olvides en el reino de la


muerte, sino concédele gozar de tu dicha en el país de la vida. R.
51

 Se tu, Señ or, el apoyo y la salvació n de cuantos a ti acudimos;


sá lvanos y bendícenos, porque somos tu pueblo y tu heredad. R.

El mismo Señ or, que lloró junto al sepulcro de Lá zaro y que, en su


propia agonía, acudió angustiado al Padre, nos ayude a decir: Padre
nuestro...

En lugar del Padrenuestro, la vigilia puede concluir con la siguiente


oración:

Escucha, Señ or, nuestras sú plicas


y ten misericordia de tu siervo (sierva) N.,
para que no sufra castigo por sus pecados,
pues deseó cumplir tu voluntad;
y, ya que la verdadera fe
lo (la) unió , en la tierra, al pueblo fiel,
que tu bondad ahora lo (la) una
al coro de los á ngeles y elegidos.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 Dale, Señ or, el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

V TRASLADO Y RECEPCIÓN
DE UN DIFUNTO EN LA IGLESIA
ANTES DE LAS EXEQUIAS

A) Forma típica

Cuando el cadáver se lleva a la iglesia antes de la celebración de las


exequias propiamente dichas, para instalar en ella la capilla ardiente,
como se acostumbra sobre todo en los monasterios, el rito se ordena de
acuerdo con la siguiente forma:

1. ESTACIÓN EN LA CASA (0 CELDA) DEL DIFUNTO

El ministro saluda a los presentes diciendo:


52

 El Señ or este con ustedes.


R. Y con tu espíritu.

Luego, inicia la celebración con las siguientes palabras u otras parecidas:

Hermanos: La muerte de nuestro querido hermano (nuestra querida


hermana) N. nos entristece y nos recuerda, una vez má s, hasta qué
punto es frá gil y breve la vida del ser humano. Pero, en este momento
triste, nuestra fe nos conforta y nos asegura que Cristo vive
eternamente y que el amor que él nos tiene es má s fuerte que la misma
muerte. Por ello, nuestra esperanza no debe titubear. Que el Padre de
la misericordia y Dios de todo consuelo los conforte en esta tribulació n.

A continuació n, puede recitarse, sin canto, el salmo siguiente.

Salmo 120

R. El auxilio me viene del Señor.

 La mirada dirijo hacia la altura


de dó nde ha de venirme todo auxilio.
El auxilio me viene del Señ or,
que hizo el cielo y la tierra. R.

 No dejará que des un paso en falso,


pues es tu guardiá n y nunca duerme.
No, jamá s se dormirá o descuidará
el guardiá n de Israel. R.

 El Señ or te protege y te da sombra,


está siempre a tu lado.
No te hará dañ o el sol durante el día
ni la Luna, de noche. R.

 Te guardará el Señ or de los peligros


y cuidará tu vida;
protegerá tus idas y venidas,
ahora y para siempre. R.
53

Después de la salutación inicial (o del salmo) se añade la siguiente


oración:
Oremos.
Escucha en tu bondad, Señ or, nuestras sú plicas
ahora que imploramos tu misericordia
por tu siervo (sierva) N.
a quien acabas de llamar de este mundo;
dígnate llevarlo (llevarla)
al lugar de la luz y de la paz,
para que tenga parte en la asamblea de tus santos.
Por Jesucristo, nuestro Señ or. Amén.

2. PROCESIÓN A LA IGLESIA

A continuación, se organiza la procesión hacia la iglesia. Durante ella,


conviene no omitir nunca el canto del salmo 113, en el que se puede ir
intercalando la antífona Dichosos los que mueren en el Señor.

Salmo 113, 1-8. 17-26

R. Dichosos los que mueren en el Señor.

1. Al salir Israel de Egipto


Al salir Jacob de un pueblo bá rbaro
Judá fue santuario de Dios
Israel su dominio.

2. Al verlos, el mar huyo,


el Jordá n se echó para atrá s;
los montes saltaron como carneros
y las colinas como corderos.

3. ¿Qué te pasa, mar, que huyes?


¿Y a ti, Jordá n, que te echas para atrá s?
¿Y a ustedes, montes, que saltan como carneros?
¿Y a ustedes, colinas, que saltan como corderos?

4. En presencia del Señ or la tierra se estremece,


ante el Dios de Jacob:
54

las piedras se transforman en estanques


y en manantiales, el pedernal.

5. Los hijos del Israel confían en el Señ or:


el es su auxilio y su escudo;
los hijos de Aaró n confían en el Señ or:
el es su auxilio y su escudo;
los fieles del Señ or confían en el Señ or:
el es su auxilio y su escudo.

6. Que el Señ or se acuerde de nosotros y nos bendiga,


que bendiga a la casa de Israel,
que bendiga a la casa de Aaró n,
que bendiga a los fieles del Señ or,
pequeñ os y grandes.

7. Que el Señ or los haga numerosos


a ustedes y a sus hijos;
que los llene de bendiciones el Señ or,
que hizo el cielo y la tierra.
El Señ or se ha reservado para sí el cielo
y a los hombres les ha entregado la tierra.

8. Los muertos ya no alaban al Señ or,


ni los que bajan al silencio.
Pero nosotros si bendeciremos al Señ or
ahora y por siempre. ¡Aleluya!

Se repite el canto de la antífona Dichosos los que mueren en el Señor.

En lugar del formulario precedente, puede usarse también, para este rito,
cualquiera de los que figuran en la forma típica de exequias para la
estación en casa del difunto y para la procesión a la iglesia.

3. COLOCACIÓN DEL ATAÚD EN LA IGLESIA

Al llegar la procesión a la iglesia, se entona un canto apropiado.


55

4. LECTURA EVANGÉLICA Y PRECES

Colocado el ataú d en su lugar, se lee la siguiente perícopa evangélica:

En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.


Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, Jesú s dijo a sus discípulos:


"No pierdan la paz.
Si creen en Dios, crean también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes,
porque voy a prepararles un lugar.
Cuando me vaya y les prepare un sitio
volveré y los llevaré conmigo
para que donde yo esté, estén también ustedes.
Y ya saben el camino
para llegar al lugar a donde voy".

Entonces Tomá s le dijo:


"Señ or, no sabemos a dó nde vas,
¿có mo podemos saber el camino?".
Jesú s le respondió :
"Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Nadie va al Padre si no es por mí".
El Evangelio del Señor.

En lugar de este texto, puede leerse también otra de las perícopas


evangélicas que figuran en el Leccionario de difuntos (cf. en este mismo
volumen, el Leccionario de las misas de difuntos, pp. 444-455).
Después de la lectura evangélica, puede recitarse un salmo apropiado (cf.
Apéndice I, pp. 308-336), o bien se hacen las siguientes plegarias litánicas
u otras parecidas:

A Dios, Padre de misericordia, pidamos humildemente por nuestro


hermano (nuestra hermana) que ha muerto en el Señ or.

 Para que perdones con bondad sus pecados.


56

R. Te rogamos; Óyenos.

 Para que aceptes sus buenas obras. R.

 Para que lo (la) recibas en la vida eterna. R.

Terminemos nuestra oració n con la plegaria que nos enseñ ó el mismo


Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del Señ or: Padre
nuestro...

A continuación, se dice la siguiente Oración:

Escucha, Señ or, nuestras sú plicas


y concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N.
cuyo cuerpo acabamos de colocar
en esta casa de oració n,
donde él (ella) te aclamó
con cantos de jú bilo y alabanza,
que te alabe ahora en el taberná culo admirable,
y en tu presencia goce
de la contemplació n de tu rostro,
por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando el cadáver se traslada a la iglesia antes de las exequias, según el


rito descrito en este capítulo, la celebración de las exequias propiamente
dichas empieza directamente por el canto de entrada (y la iluminación
del cirio pascual) de la misa o de la Liturgia de la Palabra.

B) Rito simplificado

1. RECIBIMIENTO DEL DIFUNTO EN EL ATRIO DE LA IGLESIA

El ministro saluda a los presentes, diciendo:

El Señ or este con ustedes.


R. Y con tu espíritu.
57

Luego les dirige las siguientes palabras u otras parecidas:

Hermanos: La muerte de nuestro querido hermano (nuestra querida


hermana) N. nos entristece y nos recuerda una vez má s, hasta qué
punto es frá gil y breve la vida del ser humano. Pero, en este momento
triste, nuestra fe nos conforta y nos asegura que Cristo vive
eternamente y que el amor que É l nos tiene es má s fuerte que la misma
muerte. Por eso, nuestra esperanza no debe titubear. Que el Padre de la
misericordia y Dios de todo consuelo los conforte en esta tribulació n.

Terminada esta monición, dice:

Oremos.
Escucha en tu bondad, nuestras sú plicas
ahora que imploramos tu misericordia
por tu siervo (sierva) N.
a quien acabas de llamar de este mundo;
dígnate llevarlo (llevarla)
al lugar de la luz y de la paz,
para que tenga parte en la asamblea de tus santos.
Por Jesucristo, nuestro Señ or. Amén.

2. INTRODUCCIÓN DEL DIFUNTO EN LA IGLESIA

A continuación, se introduce el cadáver en la iglesia. Mientras se


introduce, es muy oportuno cantar el salmo 113, en el que la asamblea
puede ir intercalando la antífona Dichosos los que mueren en el
Señor; o bien, se entona otro canto apropiado.

Salmo 113, 1-8. 17-26

Al salir Israel de Egipto


al salir Jacob de un pueblo bá rbaro,
Judá fue santuario de Dios,
Israel su dominio.

2. Al verlos, el mar huyó ,


el Jordá n se echó para atrá s;
los montes saltaron como carneros
58

y las colinas como corderos.

3. ¿Qué te pasa, mar, que huyes?


¿Y a ti, Jordá n, que te echas para atrá s?
¿Y a ustedes, montes, que saltan como carneros?
¿Y a ustedes, colinas, que saltan como corderos?

4. En presencia del Señ or la tierra se estremece,


ante el Dios de Jacob:
las piedras se transforman en estanques
y en manantiales, el pedernal.

5. Los hijos de Israel confían en el Señ or:


el es su auxilio y su escudo;
los hijos de Aaró n confían en el Señ or:
el es su auxilio y su escudo;
los fieles del Señ or confía en el Señ or:
el es su auxilio y su escudo.

6. Los muertos ya no alaban al Señ or,


ni los que bajan al silencio.
Pero nosotros si bendeciremos al Señ or
ahora y por siempre. ¡Aleluya!

3. LECTURA EVANGÉLICA Y PRECES

Colocado el féretro en su lugar, se lee la siguiente perícopa evangélica:

En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones:

Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, Jesú s dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si


creen en Dios, crean también en mi. En la casa de mi Padre hay muchas
habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque
voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio,
volveré y los llevare conmigo, para que donde yo esté, estén también
ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".
59

Entonces Tomas le dijo: "Señ or, no sabemos a dó nde vas, ¿có mo


podemos saber el camino?" Jesú s le respondió : "Yo soy el camino, la
verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mi".
El Evangelio del Señor.

En lugar de este texto, puede leerse también otra de las perícopas


evangélicas que figuran en el Leccionario de difuntos (cfr. en este mismo
volumen, el Leccionario de las misas de difuntos, pp. 444-455).

Después de la lectura evangélica puede recitarse un salmo apropiado


(cfr. Apéndice I, pp. 308-336), o bien se hacen las siguiente plegarias
litánicas u otras parecidas.

A Dios, Padre de misericordia, pidamos humildemente por nuestro


hermano (nuestra hermana) que ha muerto en el Señ or.

 Para que perdones con bondad sus pecados.

R. Te rogamos, Óyenos.

 Para que aceptes sus buenas obras. R.

 Para que lo (la) recibas en la vida eterna. R.

Terminemos nuestra oració n con la plegaria que nos enseñ ó el mismo


Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del Señ or: Padre
nuestro...

A continuación se dice la siguiente oración:

Escucha, Señ or, nuestras sú plicas


y concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N.
cuyo cuerpo acabamos de colocar
en esta casa de oració n,
donde él (ella) te aclamó
con cantos de jú bilo y alabanza,
que te alabe ahora en el taberná culo admirable,
y en tu presencia goce
de la contemplació n de tu rostro,
60

por los siglos de los siglos. Amén.

Cuando el cadáver se traslada a la iglesia antes de las exequias, según el


rito descrito en este capítulo, la celebración de las exequias propiamente
dichas empieza directamente por el canto de entrada (y la iluminación
del cirio pascual) de la misa o de la Liturgia de la palabra.
61

LIBRO II
CELEBRACIÓ N DE LAS
EXEQUIAS CON CANTO Y CON DOS
PROCESIONES

(FORMA TÍPICA)

ESQUEMA DEL RITO

1. Estació n en la casa del difunto

2. Procesió n a la iglesia

3. Estació n en la iglesia

4. Misa exequial o Liturgia de la palabra

5. Procesió n al cementerio

6. Ú ltimo adió s al cuerpo del difunto


62

Los ritos de las exequias, son una gran expresividad có mo el cristiano


en su muerte participa de la muerte del Señ or, con la esperanza de
participar también en su resurrecció n. Por ello, es de suma importancia
cuidar los modos celebrativos y elegir aquellos formularios que má s
ayuden en cada caso a que el pueblo descubra y viva el sentido pascual
de la muerte cristiana.
Este Libro II presenta el rito de las exequias cuando en las mismas
participa una asamblea a la que le es posible intervenir con canto. La
forma típica es la manera má s expresiva y tradicional de celebrar la
muerte cristiana: en ella, con las dos procesiones, de la casa a la iglesia
y de la iglesia al cementerio, acompañ adas respectivamente de los
salmos pascuales 113 y 117, se manifiesta muy adecuadamente el
sentido pascual de la muerte cristiana como trá nsito hacia la verdadera
tierra de promisió n (salmo 113), en la que el cristiano está llamado a
vivir el triunfo de su Señ or (salmo 117). Por eso, siempre que sea
posible, sobre todo en los pueblos rurales, este modo de celebració n ha
de preferirse a los otros.
Cuando el cementerio está situado lejos de la ciudad o del pueblo, como
acontece en la casi totalidad de las poblaciones, como resulta difícil ir
en procesió n festiva hasta el mismo, entonces el rito del ú ltimo adió s al
cuerpo del difunto y la despedida de la asamblea, se hacen en la misma
iglesia, omitiendo en este caso la bendició n del sepulcro. Este modo de
celebració n, que incluye aú n la procesió n de la casa del difunto a la
iglesia, es todavía posible y aconsejable en la mayoría de los pueblos y
en las ciudades má s pequeñ as.
Para las grandes ciudades en las que no es posible ninguna procesió n
litú rgica por la calle, se presenta un tipo de celebració n má s
simplificado (Libro IV).
En esta celebració n, se prevé tanto la inclusió n de la Eucaristía como la
celebració n sin misa. La conveniencia de la unificació n de clases exige
que se haga lo posible para que a todas las familias se les de la misma
posibilidad de escoger entre si desean o no la celebració n eucarística
en el interior de las exequias. Aunque de suyo la misa incorporada a las
exequias manifiesta mejor la vinculació n de la muerte del cristiano con
el misterio pascual de Jesucristo y es el má s excelente sufragio por el
difunto, con todo se dan casos en que algunos fieles, de menor nivel de
vivencia cristiana, pueden preferir la celebració n sin misa. Ademá s,
algunas veces, la liturgia del día o el hecho de que las exequias sean
presididas por un diá cono, impide la celebració n eucarística.
63

FORMA TÍPICA
DE LAS EXEQUIAS CON CANTO

1. ESTACIÓN EN LA CASA DEL DIFUNTO

El ministro saluda a los presentes diciendo:

El Señ or este con ustedes.


R. Y con tu espíritu.

Luego, inicia la celebración pronunciando algunas palabras


introductorias.

Palabras introductorias adecuadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aquí, o bien, el formulario


general que esta después de este recuadro.

1. Familia muy desconcertada, p. 369


2. Por un difunto muy joven, p. 372
3. Por un nitro llegado al use de razó n, p. 374
4. En caso de un accidente pú blico, p. 376
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 378
6. En una muerte repentina, p. 379
7. En una muerte después de una larga enfermedad, p. 381
8. En una muerte por accidente, p. 382
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 384
10. En la muerte de un presbítero, p. 385
11. En la muerte de un diá cono, p. 387
12. En la muerte de un religioso, p.

Formulario general:

Hermanos: La muerte de nuestro querido hermano (nuestra querida


hermana) N. nos entristece y nos recuerda, una vez má s, hasta qué
64

punto es frá gil y breve la vida del hombre. Pero, en este momento
triste, nuestra fe nos conforta y nos asegura que Cristo vive
eternamente y que el amor que É l nos tiene es má s fuerte que la misma
muerte. Por ello, nuestra esperanza no debe vacilar. Que el Padre de la
misericordia y el Dios de todo consuelo los conforte en esta tribulació n.

A continuación puede recitarse, sin canto, el salmo siguiente:

Del salmo 129

R. Confío en el Señ or, mi alma espera.

Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Senor, escucha mi clamor;


que esten atentos tus oidos a mi voz suplicante. R.

Si conservaras el recuerdo de las culpas, Lquien habria, Senor, que se


salvara? Pero de ti procede el perclOn,
por eso con amor to veneramos. R.

Confio en el Senor,
mi alma espera y confia en su palabra;

EXEQUIAS CON CANTO 51

mi alma aguarda al Senor,


mucho mas que a la aurora el centinela. R.

Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Senor,


porque del Senor viene la misericordia y la abundancia de la
redenciem,
y el redimira a su pueblo
de todas sus iniquidades. R.

Despues de la salutation inicial (o del salmo), se anade la siguiente


oration:

Oremos.
Escucha en tu bondad, Senor, nuestras stiplicas ahora que imploramos
tu misericordia
65

por tu siervo (sierva) N.,


a quien acabas de llamar de -este mundo; dignate llevarlo (llevarla)
al lugar de la luz y de la paz,
para que tenga parte en la asamblea de tus santos. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

2. PROCESION A LA IGLESIA

A continuation, se organiza la procesiem hacia la iglesia. Durante ella,


conviene no omitir nunca el canto del salmo 113, en el que se puede it
intercalando la antifona Dichosos los que mueren en el Sefton

52 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

R. Di- cho- sos los que mue- ren en el Se-for.

Salmo 113, 1-8. 17-26


(a)

• • • O O O O
Al sa-lir Is-ra-el de E-gipto
(b)

• •
al sa-lir Ja-cob de un pue- blo bar-ba-ro,
(c)


Ju-dd fue san- tua- rio de Dios,
(( )
66

• •

EXEQUIAS CON CANTO 53


4. En presencia del Senor la tierra se estremece,
ante el Dios de Jacob:
las piedras se transforman en estanques y en manantiales, el pedernal.

5. Los hijos del Israel confian en el Senor: (a)


el es su auxilio y su escudo; (b)
los hijos de Aaron confian en el Senor: (a)
el es su auxilio y su escudo; (b)
los fieles del Senor confian en el Senor: (c)
el es su auxilio y su escudo. (d)

6. Que el Senor se acuerde de nosotros y nos bendiga,


que bendiga a la casa de Israel,
que bendiga a la casa de AarOn,
que bendiga a los fieles del Senior,
pequefios y grandes.

7. Que el Senor los hags numerosos (a)


a ustedes y a sus hijos; (b)

Is-ra-el su do- mi- nio.

2. Al verlos, el mar huy6,


el Jordan se ech6 para atras; los montes saltaron como carneros y las
colinas como corderos.

3. 1,Que te pasa, mar, que huyes?


LY a ti, Jordan, que te echas para atras?
2,Y a ustedes, montes, que saltan como carneros?
j,Y a ustedes, colinas, que saltan como corderos?
67

que los Ilene de bendiciones el Senor, (a)


que hizo el cielo y la tierra. (b)
El Senor se ha reservado para si el cielo (c)
y a los hombres les ha entregado la tierra. (d)
8. Los muertos ya no alaban al Seiior,
ni los que bajan al silencio.
Pero nosotros si bendeciremos al Senor ahora y por siempre. Aleluya!

Se repite el canto de la antifona Dichosos los que mueren en el Senor.

54

3.

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

ESTACION EN LA IGLESIA

EXEQUIAS CON CANTO

0 Bien:

&In ISP.AMEMI•

55
68


•BW•••••■ •••••■_••■■•=111•71•7

Al liegar la procesi6n a la iglesia, se entona el canto de entrada de la


misa u otro canto parecido.

111•■•1•1/2 MIn•
f.•IIMMIAMIONNI= MIMI/MIN 4•11•1■
NMI Ma i 41•011•1="

0111Nit MIM11•4•1■•=MW
• • IMP •=11••■

Canto de entrada

Da- le, Se- nor, el des-can-so e-

• • •
telIIIMA•••• MIIIII••■•1•M• 1••••■••11•••■ ••• •M IMINNIMI•l•

ter- no y

Mlee••• .11•1•••■•■=" •••••••1:■


•■• ■••■•■••■1•11111=11161M•••••

■ AIINIM•A•11•••■

1•1•AIIMI11111111~ -11.11■1

R --61--•—•,--

-P4-41—P1 a b Lt_t1_44
69

bri- lie so- bre el la luz per- pe- tua,


e- 11a)

Equi-em * aeter- nam d6-na é- is D6mi-


144 • I f's a* 14:st41.•
ne : et lux perpe-tu- a 16-ce- at é- is.

ITAIIN .101=r 3111 7111••■•■•


I I.•■••4•• = 1•1•••• = 111 M IM••••••••••••••

• •
• •= MWM, MIMO ■P.1•01111•51E1
MENNE ■■• JIM ■11.11M11■11MMI■ hr■ NAI•1•Or

WM•• AM:

11-111-111-11--
70

ramM nil■ WINNSINIM BMW • • P,

• El Se- nor te a- bra las puer- tas del pa- ra-

Ps. Te de-cet hj7mnus De-us in Si- on, et ti-bi reddetur


• l • • • • • i* I •
• •
v6tum in Jerusa-lem : • exaudi ora-ti- onem me-am, ac

so

I.•111K.
fa•INNIA■

pue-
pa- ra que

• IIIINNIN•1•■•■•111• W•M•III 1111■•■ ••••••■


AlEr /111■••••••• AEI =MINIM IMINS!

das go-

• •
•■•••■•=111/.


• • • m at.
• • •
71

il•INIM•P"
zar en a-que- Ila

il■•••••••■••••■•
pa- tria, don- de no hay

te 6mnis cam \Tali- et. Requi-em.


Repetitur Requiem. usque ad-Psalmum.
muer- te, Si- no paz y a-le- gri- a sin fin.

56

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

Glo- ria al Pa- dre y al Hi-

EXEQUIAS CON CANTO 57

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


ciendo la siguiente formula:
Junto al cuerpo, ahora sin vida,

pi- ri- tu San- to

ci- pio, a- ho- ra y

jo, y al Es-
72

co- mo e- ren el prin-

siem-

de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor


Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza,
hasta que lleguemos a ti, Claridad eterna,

pre, por los


ME, ■I=IM MIIMINI11311■

que vives y reinas, inmortal y glorioso,

ra.11•1111r

•■ =111■11■ININME
11=1••■111111SIONNINNOINIP711•11/VIIIIII
4111 M IR 11 ■ 4110IW
"111.00•111■M ,SM/MH

por los siglos de los siglos.

/NNININEWT
si- glos dc los si- glos A- men.

O bien
El Senor to abra las puertas... (n. 7, p. 549)
O bien
Dios enjugard las lagrimas... (n. 8, p. 550)
O bien
Se alegraran para el Senor... (n. 9, p. 551)
73

O bien
Dale el descanso, Senor, (n. 10, p. 552)

Colocado el cadaver ante el altar, si es posible, se pone junto a el el cirio


pascual.

R. Amen.
La asamblea puede cantar 10h luz gozosa! (cfr p. 576) u otro
canto apropiado.

4. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.

Terminados estos ritos iniciales (y, si se celebra la misa, omitido el


acto penitencial y el Sefior, ten piedad), se dice la °radon colecta.

ORACION COLECTA
Oremos.
Te encomendamos, Senor,
a nuestro hermano (nuestra hermana) N., a quien en esta vida mortal
rodeaste con tu amor infinito;

58 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


concedele ahora que, libre de todos los males, participe en el descanso
eterno.
Y, ya que este mundo acabO para el (ella), admitelo (admitela) en tu
paraiso,
donde no hay ni llanto ni luto ni dolor, sino paz y alegria eterna.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien:

ORACION COLECTA

Oremos.
Escucha, Senor, nuestras suplicas
74

y haz que tu siervo (sierva) N.,


que acaba de salir de este mundo,
perdonado (perdonada) de sus pecados y libre de toda pena,
goce junto a ti de la vida inmortal; y, cuando llegue el gran dia
de la resurrection y del premio,
colOcalo (colocala) entre tus santos y elegidos. Por nuestro Senor
Jesucristo.

La celebracidn prosigue como de costumbre, con la Liturgia de la


palabra.

EXEQUIAS CON CANTO 59

Liturgia de la palabra

Esquemas de lecturas
A) Esquemas de lecturas para celebraciones comunes:
El pecado caus6 la muerte, p. 417
La creaci6n fue tambien sometida a la frustraciOn, p. 418
Para redimirnos, Jesus se enfrento a la muerte, p. 419
La muerte absorbida por la victoria: la Resurreccion, p. 420
"Yo soy la resurrection y la vida":
La fe que da la vida eterna, p. 422
El bautismo, incorporation a la muerte y
resurrection de Cristo, p. 424
La Eucaristia, alimento de la vida eterna, p. 425
Vivir y morir para el Sefton Estar preparados, p. 427
La resurrection futura y el juicio de Dios, p. 430
El cielo y la felicidad de los justos, p. 432
B) Esquemas de lecturas para algunas circunstancias:
Ante una muerte desconcertante,
—muerte que deja un gran vacio, p. 435
—muerte que conmueve a un pueblo, p. 436
—muerte de un padre (una madre) de familia, p. 436
—muerte repentina, p. 437
—muerte despues de una larga enfermedad, p. 438 Muerte de un joven
o una joven,
—muerte natural, p. 439
75

—muerte repentina, p. 441


—muerte en accidente, p. 441
Muerte de un anciano (una anciana), p. 442
Muerte de un nino (nina), llegado al use de razon, p. 443
Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria
universal.

60 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

Plegaria universal

Puede tomarse uno de los textos citados aqui o bien el formulario ge-
neral que se pone despues de este recuadro.

Textos generales, pp. 347-353.


En la muerte de un padre (una madre), p. 354
En una muerte repentina, p. 355
En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 356
En la muerte de un joven (una joven), p. 357
En la muerte de un nino (una nina), p. 359-360
En una muerte por accidente, p. 361
En una muerte por homicidio o presunto suicidio, p. 362
En la muerte de una persona alejada de practicas religiosas o
en situaciOn irregular, p. 363
En la muerte de un obispo, presbitero o diacono, p. 365
En la muerte de un religioso (una religiosa), p. 366

Formulario general:
Pidamos al Senor que escuche nuestra oraci6n y atienda las stiplicas de
su Iglesia.
Para que el Senor y Hacedor de todo reciba en su reino a nuestro
hermano (nuestra hermana) N. que, como primicia de su familia, ha
salido ya de este mundo, roguemos al Senor. R.

R. Te rogamos, Senor.

— Para que el Padre misericordioso se compadezca de las


faltas y debilidades de quien era como el heno y la flor
76

del campo, roguemos al Senor. R.

EXEQUIAS CON CANTO 61


— Para que nuestro hermano (nuestra hermana) que mien-
tras vivia en este mundo confi6 en la benignidad de nues-
tro Dios, goce ahora de los bienes que esper6, roguemos al Senor. R.

Para que todos los amigos y familiares que convivieron en este mundo
con nuestro hermano (nuestra hermana) y nos han precedido ya en la
morada eterna, gocen aho-
ra con el (ella) de la compailia de los santos, roguemos al Senor. R.

Para que el Senor vele por nuestras vidas mientras mo-


ramos aim en este mundo y, cuando nos llegue el mo-
mento de dejarlo, nos presentemos ante el cargados de buenas obras,
roguemos al Sefton R.

Para que Dios no permita que en la hora de nuestra muer-


te, desesperados y sin acordarnos de el, nos sintamos co-
mo arrancados y expulsados de este mundo, sino que, alegres y bien
dispuestos, lleguemos a la vida feliz y eter-
na, roguemos al Senor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente ()radon:
Escucha, Senor nuestras oraciones
y concede a tu siervo (sierva) N.,
que to conoci6 por la fe y quiso ser fiel a tu s_ervicio, gozar
eternamente de la vision de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.


62 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente formula:
Terminemos nuestra oracion con la plegaria que nos ense-
77

EXEQUIAS CON CANTO

63

• al* •

irO el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del


Senor. Padre nuestro...

N pa-ra-di-sum *dedd-cant te ange- li : in tu- o


• a ■

Si no se celebra la misa, se organiza la procesi6n hacia el cementerio.

•I , • ,


■ rn- J

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica
En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas
de difuntos.
En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-
funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393

La misa prosigue como de costumbre, hasta la oracion despues de la


co-
munion. Dicha esta oracion y omitida la bendicion y el Pueden it en paz,
se organiza la procesion hacia el cementerio.

5. PROCESION AL CEMENTERIO

Mientras se saca el cuerpo de la iglesia, se canta la siguiente antifona:


78

ad ventu susci-pi- ant te marty-res, et perdu-cant te in


a
ci-vi-to-tem sanctam le- ru-sa-lem.

0 bien:
Festivo
maw :mow ammo :r :. 1•11■11131=1••■•■∎■•11•• ■111Mia


Al pa-ra- i- so te lle- ven los An- ge- les

,111111•1
a tu lle- ga- da te re- ci- ban los miff- tires

y tc in- tro- duz- can en la ciu- dad san- ta

IMO ■■•■■■

11111•1•111111•1=M al
11111•911•11.111ar 11••••■ %MI
••••■111 111•111111Mr JIM
10,
dc Jc-ru-sa- len

64 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

A continuacion se organiza la procesi6n hacia el cementerio, durante la


cual conviene no omitir nunca el canto del salmo 117, en el que se
puede ir intercalando la antifona Abranme las puertas del triunfo.
79

R. A-bran- me las pucr- tas dcl triun- fo

IIAMM.ZIEN/ w/IIMIMIIW MI=


I /..11111 1 IN/■ 11
WI/ 17/■ ■111•1•1■ •■•
que quie-ro en- trar a dar gra- cias a Dios

Salmo 117
a)

Te da- mos gra- cias Se- nor, por- que eres bue- no
b)

Por- que to mi- se- ri- cor- dia es e- ter- na,


c)


Di- ga la ca- sa de Is-ra- el:
d)

• • • • •
Su mi- se- ri- cor- dia es e- ter- na
2. Diga la casa de Aaron:
"Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Senor:
"Su misericordia es eterna".

EXEQUIAS CON CANTO 65


3. En mi angustia dame al Senor, (a)
el me escuch6 y me puso a salvo. (b) El Senor me protege, nada temo.
(a) LQue podra hacerme el enemigo? (b) No habra quien me derrote,
(c)
80

porque el Senor esti conmigo. (d)

4. Mas vale refugiarse en el Senor,


que goner en los hombres la confianza; mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza.

5. Las naciones vecinas me cercaban:


las denote en el nombre del Senor; por los cuatro costados me
asediaban: en el nombre de Dios las denote.

6. Me rodeaban zumbando como avispas, (a)


ardiendo como fuego entre las zarzas: (b) en el nombre de Dios las
denote. (d)

7. Querian a empujones derribarme,


pero Dios me ayud6.
El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvaciOn.

8. Escuchemos el canto de victoria


que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo".

66 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


9. No morire, continuare viviendo
para contar lo que el Senor me ha hecho. Me castigO, me castigo el
Senor,
pero no me abandon() a la muerte.

EXEQUIAS CON CANTO

6. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

67

10. Abranme las puertas del triunfo, (a)


81

que quiero entrar a dar gracias a Dios. (b)


Esta es la puerta del Senor (a)
y por ella entraran los que le viven fieles. (b)
Te doy gracias, Senor, pues me escuchaste (c)
y fuiste para mi la salvacion. (d)
11. La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente.
12. Este es el dia del triunfo del Serior, (a)
dia de jAbilo y de gozo. (b)
Liberanos, Senor, y danos tu victoria. (d)
13. Bendito el que viene en nombre del Senor. (a)
Que Dios desde su templo nos bendiga. (b)
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. (d)
14. Ordenemos una procesiOn con ramos (a)
hasta los angulos del altar. (b)
TA eres mi Dios, y te doy gracias. (a) Tu eres mi Dios, y yo te alabo. (b)
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, (c) Porque tu
misericordia es eterna. (d)
Se repite la antifona Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar
a dar gracias a Dios.

Llegada la procesidn al cementerio, el cuerpo se coloca, a ser posible,


cerca de la tumba, y se procede al rito del ultimo adi6s. El que preside
dice, en primer lugar, la siguiente oraciOn sobre el sepulcro (si el
sepulcro esta ya bendecido, se omite el texto entre corchetes).

Oremos.
Senor Jesucristo,
que al descansar tres dias en el sepulcro santificaste la tumba de los
que creen en ti, de tal forma que la sepultura
no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurrecci6n, [dignate ben 4 decir esta tumba
y]
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. descansar aqui de
sus fatigas,
durmiendo en la paz de este sepulcro, hasta el dia en que tu,
que eres la ResurrecciOn y la Vida, lo (la) resucites y lo (la) ilumines
con la luz de tu rostro glorioso.
82

TA que vives y reinas por los siglos de los siglos.


R. Amen.

Si el sepulcro no esta bendecido, se rocia con agua bendita (y se


inciensa).

68 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

Palabras de despedida acomodadas a cada caso:

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formulario


despues de este recuadro.
1. Familia muy desconcertada, p. 370
2. Por un difunto muy joven, p. 373
3. Por un nitro llegado al use de razon, p. 375
4. En caso de un accidente pdblico, p. 377
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 379
6. En una muerte repentina, p. 380
7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 382
8. En una muerte por accidente, p. 383
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 385
10. En la muerte de un presbitero, p. 386
11. En la muerte de un diacono, p. 388
12. En la muerte de un religioso, p. 389

Formulario general:
Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepulture al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien
todos estan vivos, que admita su alma entre los santos y que

EXEQUIAS CON CANTO 69


Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside, continua
diciendo:
No temas hermano (hermana), Cristo murio y resucito por
ti. El Serior te protegio durante tu vida; por ello, esperamos
que tambien te librard, en el ultimo dia, de la muerte que aca-
83

bas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro


de Cristo resucitado: el agua que ahora derramaremos sobre
tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo que
consagro tu cuerpo como templo suyo; el incienso con que
perfumaremos tus despojos sera simbolo de tu dignidad de
templo de Dios y acrecentard en nosotros la esperanza de que
este mismo cuerpo resucitard gloriosamente como el de Jesu-
cristo.]
Despues, et que preside, camina alrededor del atatid aspergiendolo con
agua bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfumando el cadaver con incienso); mientras tanto, se canta el
respon-
sorio Subvenite u otro canto de despedida del difunto:


• •

este cuerpo que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia lleno


de vida y de gloria. Que al momento del juicio, sea misericor-
dioso con nuestro hermano (nuestra hermana), para que,Li-
bre de la muerte, absuelto (absuelta) de sus culpas, reconci-

■ to 1 t+rs:
Ubve- ni- te * Sancti De- i, occur- ri- te
—■ ■ a • A ■ ■ ■ •

liado (reconciliada) con el Padre, llevado (llevada) sobre los hombros


del buen Pastor y agregado (agregada) al sequito del Rey eterno,
disfrute para siempre de la gloria eterna y de la compariia de los
santos.

'a
ange- li

• Ism i4
Mani- ni : Susci- pi- entes d-nimam e-
84

70

v..

ius Offe-rentes

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

1., I 11* •

e- am in conspe- ctu Al- tis-

11111■1N_Illa

EXEQUIAS CON CANTO

0 bien:

Canto de despedida

Muy delicadamente
r:mmuisr IMIN■■■■
■ ■■ 111IIMS

71
85

■ WI=
h•.1=1 011=111111 ■1•0111MI

III IV

den

11471d1ML■MAININIM■11.111■11.11■■WO
1111111

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AMINNINIMI

si- mi. )7 Susci-pi- at te

• ■ •


Christus, qui vo-cd-vit Pequeno coro
86

• • „.1.,• ri1•.

• •
Cris- tia- no vi- ye con Cris- to

te : et in si-num Abrahae

P.
te.

• •

ange- li de-chi- cant

en- tra en su gra-

cia Por su per-

* Susci- pi- entes d-nimam e-


••

ria
ors:

Di- cho- so tu, ya sal-va- do en-


Todos

Festivo

r. • • flewi • tra en la vi- da No-so- tros los


ius Offe-rentes e- am in conspe- ctu Al- tis-

■ 11M •11M■MMIIIMEMN MI MINIM UINM
IIIIIMME •111■11ffii
.11M"M=NIF
`
87


que que- da- mos tes- ti- gos de la es- pe-
si- mi.

72

ran-

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

za, for- man- cloy-na so- la I-glc- sia


creciendo

EXEQUIAS CON CANTO 73


Te damos gracias
por todos los dones con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida;
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comuniOn de los
santos.
Dios de misericordia,
acepta las orations que te presentamos
por este hermano nuestro (esta hermana nuestra)

te a-corn-pa- ha-

mos te a-corn-pa- ha-

O bien

mos,tc a-corn-pa- ha-


88

mos.

que acaba de dejarnos


y abrele las puertas de tu mansion. Y a sus familiares y amigos,
y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe,

TA fuiste sepultado... (n. 20, p. 570)


O bien
Te colocamos en los Brazos de Dios... (n. 21, p. 572)
O bien
Que los angeles te lleven... (n. 22, p. 573)
O bien
Despidamos todos juntos... (n. 23, p. 574)

Despues, se coloca el cuerpo en el sepulcro y el que preside aflade la si-


guiente oraci6n:

Oremos.
A tus manos, Padre de bondad, encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana), con la firme esperanza
de que resucitara en el Ultimo dia,
con todos los que han muerto en Cristo.

hasta que tambien nos llegue el momento de volver a reunirnos con el


(ella)
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede hater una


breve biografia del difunto y agradecer a los presentee su participa-
cion en las exequias.

Despues, el que preside termina la celebration con una de las


siguientes f6rmulas:
89

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

-
74 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS EXEQUIAS CON CANTO 75

— Que Dios, nuestro Padre, Su alma y las almas de todos los fieles
difuntos
que con amor inefable credo al hombre por la misericordia de Dios,
y en la resurrecciOn de Cristo descansen en paz.
otorgd a los creyentes la esperanza de resucitar, R. Amen..
les conceda su bendicion y su consuelo.
R. Amen. Se concluye el rito con la f6rmula acostumbrada de
despedida:

— Que a ustedes que todavia viven, — Pueden it en paz.


les otorgue el perdon de sus pecados, R. Demos gracias a Dios.
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

— Y que a todos les conceda


vivir eternamente felices con Cristo resucitado.
R. Amen.
— Y la bendicidon de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

0 bien:

— Dale, + Senor, el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.

LIBRO III
90

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS SIN CANTO Y DOS PROCESIONES


(FORMA 11PICA)

ESQUEMA DEL RITO

1. Estacion en la casa del difunto 80

2. Procesi6n a la iglesia 83

3. Estacion en la iglesia 84

4. Misa exequial o Liturgia de la palabra 85

5. Procesion al cementerio 89

6. Ultimo adios al cuerpo del difunto 92

EXEQUIAS SIN CANTO 79

Aunque la participacion de los fieles en la celebraciOn de las exequias


responde mejor a su naturaleza de accion comunitaria y logra una mas
profunda union de corazones cuando la asamblea participa en ella con
sus cantos, con todo, esta manera celebrativa en el caso concreto de las
exequias, resulta frecuentemente dificil, sobre todo, porque con motivo
de las exequias, con frecuencia, se congrega gente no practicante o que,
cuando es practicante, proviene de comunidades que no siempre
conocen los mismos cantos.
En este Libro III se repite el mismo esquema que en el Libro II, Pero los
cantos se suplen por otros textos. Nada impide, por otra parte, que en
esta celebracion rezada se cante algtin canto popular que no figure en
el ritual de las exequias, mientras responda al espiritu de esta
celebraciOn cristiana, como podria ser, por ejemplo, el canto del Credo
durante la procesion a la iglesia o al cementerio.
91

Por otra parte, seria muy recomendable que los fieles de las parroquias
aprendieran por lo menos uno de los cantos de despedida al difunto,
para que en todas las exequias pudiera cantarse en el rito del ultimo
adios al cuerpo del difunto, aunque las restantes partes de la
celebraciOn fueran rezadas.
En las exequias sin canto deberia darse especial relieve a la primera
letania, que se hace en la procesion hacia la iglesia (o al inicio de la
cele-
bracion, si no hay procesi6n); esta letania es una parafrasis del salmo
Pas-
cual 113, que es el salmo mas tipico de las exequias cristianas.
Para la procesi6n al cementerio, el canto del salmo 117 queda susti-
tuido por el rezo de otra letania, tradicional en algunos antiguos
rituales.

EXEQUIAS SIN CANTO

(FORMA TIPICA)

1. ESTACION EN LA CASA DEL DIFUNTO

El ministro saluda a los presentee, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.

Luego, inicia la celebracion pronunciando algunas palabras


introductorias.

Palabras introductorias adecuadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formula-


rio general que esta despues de este recuadro.

1. Familia muy desconcertada, p. 369


92

2. Por un difunto muy joven, p. 372


3. Por un nifto llegado al use de razon, p. 374
4. En caso de un accidente ptiblico, p. 376
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 378
6. En una muerte repentina, p. 379
7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 381
8. En una muerte por accidente, p. 382
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 384
10. En la muerte de un presbitero, p. 385
11. En la muerte de un diacono, p. 387
. En la muerte de un religioso, p. 388

EXEQUIAS SIN CANTO 81


Formulario general:
Hermanos: La muerte de nuestro querido hermano (nuestra
querida hermana) N. nos entristece y nos recuerda, una vez
mds, hasta que punto es fragil y breve la vida del hombre.
Pero, en este momento triste, nuestra fe nos conforta y nos
asegura que Cristo vive eternamente y que el amor que el nos
tiene es mds fuerte que la misma muerte. Por ello, nuestra
esperanza no debe vacilar. Que el Padre de la misericordia
y Dios de todo consuelo nos conforte en esta tribulaciOn.

Despues de la salutaciOn inicial, se recita el salmo 113, en el que se


puede it intercalando la respuesta Que Cristo te reciba en el paraiso.

Salmo 113, 1-8. 17-26

R. Que Cristo te reciba en el paraiso.

Al salir Israel de Egipto,


al salir Jacob de un pueblo barbaro, Judd fue santuario de Dios,
Israel, su dominio. L!

Al verlos, el mar huyO,


el Jordan se echli para atras;
los montes saltaron como carneros
y las colinas como corderos. R.
93

,Que te pasa, mar, que huyes?


LY a ti, Jordan, que te echas para atras?
LY a ustedes, montes, que saltan como carneros?
LY a ustedes, colinas, que saltan como corderos? R.

82 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


En presencia del Senor la tierra se estremece, ante el Dios de Jacob:
las piedras se transforman en estanques y en manantiales, el pedernal.
R.
Los hijos del Israel confian en el Serior: el es su auxilio y su escudo;
los hijos de AarOn confian en el Serior: el es su auxilio y su escudo;
los fieles del Senior confian en el Senor: el es su auxilio y su escudo. R.
Que el Senor se acuerde de nosotros y nos bendiga, que bendiga a la
casa de Israel,
que bendiga a la casa de AarOn,
que bendiga a los fieles del Senor, pequerios y grandes. R.

Que el Senor los Naga numerosos a ustedes y a sus hijos;


que los Ilene de bendiciones el Senor, que hizo el cielo y la tierra.
El Senor se ha reservado para si el cielo
y a los hombres les ha entregado la tierra. R.
Los muertos ya no alaban al Senor, ni los que bajan al silencio.
Pero nosotros si bendeciremos al Senor ahora y por siempre. iAleluya!
R.

Despues se anade la siguiente ()radon:

EXEQUIAS SIN CANTO 83


Oremos.
Recibe, Senor, a tu siervo (sierva) N., que, salido del Egipto de este
mundo, llega ahora a tu presencia:
que los santos angeles salgan a su encuentro y lo (la) introduzcan
en la verdadera tierra de promisiOn;
reconOcelo (reconOcela), Senor, como criatura tuya llena de alegria su
alma
y no te acuerdes mas de sus culpas pasadas, pues, aunque haya pecado,
jamas nee, ni al Padre
ni al Hijo ni al Espiritu Santo,
94

antes bien crey6 [fue celoso (celosa) de tu honra] y te ador6 fielmente


a ti,
Creador del cielo y de la tierra.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.
2. PROCESION A LA IGLESIA
Letania por el difunto
Tu que libraste a tu pueblo
de la esclavitud de Egipto.
R. Recibe a tu siervo (sierva) en el paraiso.
Tu que abriste el mar Rojo ante los israelitas
que caminaban hacia la libertad prometida. R. Tit que diste a tu pueblo
posesion de una tierra que manaba leche y miel R. Tu que quisiste que
tu Hijo
llevara a realidad la antigua Pascua de Israel. R.

84

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

EXEQUIAS SIN CANTO 85

— Tti, que por la muerte de Jesus,


iluminas las tinieblas de nuestra muerte. R.

— Tti, que en la resurreccion de Jesucristo,


has inaugurado la vida nueva
de los que han muerto. R.
— Tu que, en la ascension de Jesucristo,
has querido que tu pueblo vislumbrara su entrada
en la tierra de promisiOn definitiva. R.

3. ESTACION EN LA IGLESIA

Al llegar a la iglesia, se coloca el cadaver ante el altar y, si es posible, se


pone junto a el el cirio pascual.

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


95

ciendo la siguiente fOrmula:


Junto al cuerpo, ahora sin vida,
de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor
Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.

4. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.

Terminados estos ritos iniciales (y, si se celebra la misa, omitido el acto


penitencial y el Senor, ten piedad), se dice la oraci6n colecta.

ORACION COLECTA

Oremos.
Senor Dios, Padre omnipotente, to que nos has dado la certeza de que
en los fieles difuntos
se realizara el misterio
cie tu Hijo muerto y resucitado, por esta fe que profesamos,
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N., que acaba de
participar de la muerte de Cristo, participe tambien de su gloriosa
resurreccion.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
Senor Dios, perd6n de los pecadores y felicidad de los justos,
al cumplir con dolor el deber de dar sepultura al cuerpo de nuestro
hermano (nuestra hermana) N., to pedimos que lo (la) hagas participar
del gozo de tus elegidos,
y que en el dia de la resurreccion universal,
96

86 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

EXEQUIAS SIN CANTO

87

libre ya de la corrupciOn de la muerte, disfrute de la claridad de tu


presencia. Por nuestro Senor Jesucristo.
La celebraciOn prosigue como de costumbre, con la Liturgia de la
palabra.
Liturgia de la palabra

Esquemas de lecturas
A) Esquemas de lecturas para celebrationes comunes:
El pecado causo la muerte, p. 417
La creation fue tambien sometida a la frustraciOn, p. 418
Para redimirnos, Jesus se enfrento a la muerte, p. 419
La muerte absorbida por la victoria: la Resurrection, p. 420
"Yo soy la resurrecciOn y la vida":
la fe que da la vida eterna, p. 422
El bautismo, incorporaciOn a la muerte y
resurrecciOn de Cristo, p. 424
La Eucaristia, alimento de la vida eterna, p. 425
Vivir y morir para el Serior. Estar preparados, p. 427
La resurreccion futura y el juicio de Dios, p. 430
El cielo y la felicidad de los justos, p. 432
B) Esquemas de lecturas para alguna‘. (ircurt.,;
Ante una muerte desconcertante,
—muerte que deja un gran vacio, p. 435
—muerte que conmueve a un pueblo, p. 436
—muerte de un padre (una madre) de familia, p. 436
—muerte repentina, p. 437
—muerte despues de una larga enfermedad, p. 438 Muerte de un joven
o una joven,
—muerte natural, p. 439
—muerte repentina, p. 441
—muerte en accidente, p. 441
Muerte de un anciano (una anciana), p. 442
Muerte de un uric) (niria), llegado al use de raz6n, p. 443
97

Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria


universal

Plegaria universal

Puede tomarse uno de los textos citados aqui o bien, el formulario ge-
neral que se pone despues de este recuadro.

Textos generates, pp. 347-353


En la muerte de un padre (una madre), p. 354
En una muerte repentina, p. 355
En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 356
En la muerte de un joven (una joven), p. 357
En la muerte de un nirio (una nina), p. 359-360 En una muerte por
accidente, p. 361
En una muerte por homicidio o presunto suicidio, p. 362
En la muerte de una persona alejada de practicas religiosas o
en situaci6n irregular, p. 363
En la muerte de un obispo, presbitero o diacono, p. 365
En la muerte de un religioso (una religiosa), p. 366

Formulario general:
Pidamos al Senor que escuche nuestra oration por nuestro hermano
(nuestra hermana) N., que acaba de dejar este
mundo.

-- Senor Jesus, haz que nuestro hermano (nuestra herma-


na) N., que ha dejado ya este mundo, se alegre con jUbi-
lo eterno en tu presencia y se yea inundado (inundada) de gozo en la
asamblea de los santos.
R . Te rogamos, Serior.

88 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


— Libra su alma del abismo y salvalo (salvala) con tu mise-
ricordia. R.
98

Que tu bondad y tu misericordia lo (la) acomparien eter-


namente y habite en tu casa por atios sin termino. R.
— Concedele gozar en las fuentes tranquilas de tu paraiso
y hazlo (hazla) recostar en las verdes praderas de tu rei-
no. R

Y a nosotros, que caminamos aun por las cariadas oscu-


ras de este mundo, gulanos por el sendero justo y haz que en tu vara y
en tu cayado de pastor encontremos siem-
pre nuestro sosiego. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente oracion:

Dios nuestro, que en la Pascua de tu Hijo has hecho resplandecer para


todos
la gloria de tu salvaciOn,
escucha nuestras oraciones
y concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. gozar de la luz
eterna.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

EXEQUIAS SIN CANTO 89

Si las exequias se celebran sin misa, la oracion universal concluye con


la siguiente formula:

Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos ense-


tfe• el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro . . .

Si no se celebra la misa, se organiza la procesion hacia el cementerio.


99

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las micas


de difuntos.

En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-


funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393.

La misa prosigue como de costumbre, hasta la oraciOn despues de la


co-
muniOn. Dicha esta oraciOn y omitida la bendicion y el Pueden it en
paz, se organiza la procesiOn hacia el cementerio.

5. PROCESION AL CEMENTERIO
Mientras se saca el cuerpo de la iglesia, el que preside dice la siguiente
antifona:

Ant.A1 paraiso te lleven los angeles


a tu llegada te reciban los martires
y te introduzcan en la ciudad santa de Jerusalen.

90 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


A continuaciOn, se organiza la procesiOn hacia el cementerio. Durante
esta
procesion, el pueblo ora por el difunto o se entona algun canto popular
apropiado. Para la oration por el difunto puede usarse oportunamente
la siguiente letania. El que preside puede introducir la letania, diciendo:

IntroducciOn a la letania
Unidos en una misma oration, mientras acompaiiamos el cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana) al lugar de su re-
poso, invoquemos a los santos, que en la gloria gozan de la
comunion celestial, para que reciban su alma en el gozo eterno.

Letania
100

EXEQUIAS SIN CANTO 91


Aqui se puede anadir la invocaciem del santo patrono del difunto y de
otros santos.

Santos y santas de Dios, rueguen por el (ella).

Invoquemos ahora a Cristo, vencedor del sepulcro, y haga-


mos memoria de sus misterios salvadores, con los que arran-
cO a los hombres del poder de la muerte:

Cristo, Hijo de Dios vivo.

R. Recibelo (recibela) en to reino.

Tu que aceptaste la muerte por nosotros. R.

Cristo, Oyenos
Cristo, esctichanos
Santa Maria, Madre de Dios, Santos angeles de Dios,
San Jose,
San Juan Bautista, Santos Pedro y Pablo, San Esteban,
San Agustin,
San Gregorio,
San Benito,
San Francisco,
Santo Domingo,
San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesus, Santa MOnica,

Cristo, Oyenos.
Cristo, esclichanos.
ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
101

ruega por el (ella).


ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).

— Tti que resucitaste de entre los muertos. R.


— Tti que has de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos. R.
— A este hermano nuestro (esta hermana nuestra),
que recibio de ti la simiente de la inmortalidad. R.

— A este hermano nuestro (esta hermana nuestra),


de quien ahora nos despedimos. R.

— A este hermano nuestro (esta hermana nuestra)


con quien esperamos encontrarnos
en la gloria del cielo. R.

92 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

6. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO


Llegada la procesion al cementerio, el cuerpo se coloca, a ser posible,
cerca de la tumba, y se procede al rito del ultimo adios. En primer
Lugar, se recita el salmo 117, en el que se puede it intercalando la
respuesta Abran-
me las puertas del triunfo.

Salmo 117

R. Abranme las puertas del triunfo,


que quiero entrar a dar gracias a Dios.

Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, porque to misericordia es


eterna.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R.
102

Diga la casa de AarOn:


"Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Senor:
"Su misericordia es eterna". R.

En mi angustia dame al Senor, el me escuclui y me puso a salvo. El


Senor me protege, nada temo. j,Que podra hacerme el enemigo? No
habil quien me derrote,
porque el Senor esta conmigo. R.
Mas vale refugiarse en el Serior,
que poner en los hombres la confianza;

EXEQUIAS SIN CANTO 93


mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza. R.
Las naciones vecinas me cercaban:
las denote en el nombre del Senor;
por los cuatro costados me asediaban:
en el nombre de Dios las denote. R.
Me rodeaban zumbando como avispas,
ardiendo como fuego entre las zarzas:
en el nombre de Dios las derrote. R.
Querian a empujones derribarme, pero Dios me ayudO.
El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvacion. R.
Escuchemos el canto de victoria
que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo". R.
No morire, continuare viviendo
para contar lo que el Senor me ha hecho.
Me castigO, me castigO el Senior,
pero no me abandonO a la muerte. R.
Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Senor
y por ella entraran los que le viven fieles.

94 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


103

Te doy gracias, Senor, pues me escuchaste y fuiste para mi la salvacion.


R.

La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.


Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente. R.

Este es el dia del triunfo del Senor, dia de jubilo y de gozo.


Liberanos, Senor, y danos tu victoria. R.

Bendito el que viene en nombre del Senor. Que Dios desde su templo
nos bendiga.
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. R.

Ordenemos una procesion con ramos hasta los angulos del altar.
Tti eres mi Dios, y te doy gracias. Tu eres mi Dios, y yo te alabo.
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, Porque tu misericordia es
eterna. R.

A continuaciOn, el que preside dice la siguiente °rad& sobre el sepulcro


(si el sepulcro esta ya bendecido, se omite el texto entre corchetes).

Oremos.
Senor Jesucristo,
que al descansar tres dias en el sepulcro santificaste la tumba de los
que creen en ti, de tal forma que la sepultura

EXEQUIAS SIN CANTO 95


no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurrecci6n, [dignate ben+ decir esta tumbra
y]
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. descansar aqui de
sus fatigas,
durmiendo en la paz de este sepulcro, hasta el dia en que
que eres la ResurrecciOn y la Vida,
lo (la) resucites y lo (la) ilumines
con la luz de tu rostro glorioso.
Tii que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.
104

Palabras de despedida acomodadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formulario


general que esta despues de este recuadro.

1. Familia muy desconcertada, p. 370


2. Por un difunto muy joven, p. 373
3. Por un nitro llegado al use de razon, p. 375
4. En caso de un accidente public°, p. 377
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 379
6. En una muerte repentina, p. 380
7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 382
8. En una muerte por accidente, p. 383
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 385
10. En la muerte de un presbitero, p. 386
11. En la muerte de un diacono, p. 388
. En la muerte de un religioso, p.

96 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS

Formulario general:
Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepultura al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien todos
estamos vivos, que admita su alma entre sus santos y que este cuerpo
que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia lleno de vida y de gloria.
Que, en el momento del juicio, sea misericordioso para con nuestro
hermano (nuestra hermana) para que, libre de la muerte, absuelto
(absuelta) de sus cul-
pas, reconciliado (reconciliada) con el Padre, llevado (neva-
da) sobre los hombros del buen Pastor y agregado (agregada) al
sequito del Rey eterno, disfrute para siempre de la gloria eterna y de la
compailia de los santos.
105

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside,


continua, diciendo:
No temas hermano (hermana), Cristo murk') y resucite por
ti. El Serior te protegi6 durante su vida; por ello, esperamos
que tambien te librard, en el ultimo dia, de la muerte que aca-
bas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro
de Cristo resucitado: el agua que ahora derramaremos sobre
tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo,
que consagr6 tu cuerpo como templo suyo; el incienso con
que per fumaremos tus despojos sera simbolo de tu dignidad
de templo de Dios y acrecentara en nosotros la esperanza que
este mismo cuerpo resucitard gloriosamente como el de Jesu-
cristo].

EXEQUIAS SIN CANTO 97


Despues, el que preside camina alredor del ataild aspergiendolo con
agua bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfu-
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, uno de los pesentes,
puede recitar las siguientes invocaciones a las que el pueblo responde:
Senor, ten piedad, o bien: Kyrie, eleison.

Invocaciones

— Que el Padre, que te invite)


a comer la came inmaculada de su Hijo,
te admita ahora en la mesa de su reino.

R. Senor, ten piedad (0 bien: Kyrie, eleison).

Que Cristo, vid verdadera,


en que fuiste injertado (injertada) por el bautismo, te haga participar
ahora de su vida gloriosa. R.

— Que el Espiritu de Dios,


con cuyo fuego ardiente fuiste madurado (madurada), revista tu
cuerpo de inmortalidad. R.

Despues, se coloca el cuerpo en el sepulcro y el que preside anade la si-


106

guiente oraciOn:

Oremos.
A tus manor, Padre de bondad,
encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana) con la firme esperanza
de que resucitard el Ultimo dia,

98 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias
por todos los dones con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida:
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comuniOn de los
santos.
Dios de misericordia,
acoge las oraciones que to presentamos
por este hermano nuestro (esta hermana nuestra) que acaba de
dejarnos
y abrele las puertas de tu mansion. Y a sus familiares y amigos,
y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe, hasta que tambien
nos llegue el momento de volver a reunirnos con el (ella),
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una


breve biografia del difunto y agradecer a los presentes su participacion
en las exequias.

Despues, el que preside termina la celebracion con una de las


siguientes fOrmulas:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

EXEQUIAS SIN CANTO 99


Que Dios, nuestro Padre,
107

que con amor inefable cre6 al hombre y en la resurrecci6n de Cristo


otorg6 a los creyentes la esperanza de resucitar, les conceda su
bendici6n y su consuelo.
R. Amen.

Que a ustedes, que todavia viven, les otorgue el perd6n de sus pecados,
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

— Y que a todos les conceda


vivir eternamente felices con Cristo resucitado.
R. Amen.

Y la bendicion de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

0 bien:

— Dale, Senor, + el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.

100 FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


— Su alma y las almas de todos los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios,

descansen en paz.
R. Amen.

Se concluye el rito con la formula acostumbrada de despedida.

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

LIBRO IV
108

RITO SIMPLIFICADO
DE LAS EXEQUIAS SIN CANTO

ESQUEMA DEL RITO

1. Recepcion del cadaver 103

2. Misal exequial o Liturgia de la palabra 105

3. Ultimo adios al cuerpo del difunto 110

EXEQUIAS SIN CANTO 103

1. RECIBIMIENTO DEL CADAVER

El ministro, junto a la puerta de la iglesia, saluda a los familiares del


difunto.
Hermanos: La muerte de nuestro hermano (nuestra hermana) N., nos
entristece y nos recuerda, una vez mas, hasta que punto es fragil y
breve la vida del hombre. Pero, en este momento triste la fe nos debe
confortar porque nos asegura que Cristo vive eternamente y que el
amor que el nos tiene es mas fuerte que la misma muerte. Que nuestra
esperanza no vacile . Que el Padre de la misericordia y Dios de todo
consuelo nos conforte en esta tribulaciOn.

A continuacion, se introduce el cadaver en la iglesia y se pone ante el


altar, colocando, si es posible, junto a el el cirio pascual. Una vez que los
familiares del difunto se han colocado en sus lugares, el ministro saluda
a la asamblea, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.
109

Luego, se dirige a los fieles reunidos en la iglesia con las siguientes


palabras u otras parecidas:
Hermanos: Nos hemos reunido hoy, en un momento especial-
mente triste y doloroso en primer lugar para confesar, ante el cadaver
de nuestro hermano (huestra hermana) N. nuestra

104 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS


fe en que la vida no termina junto al sepulcro. Y tambien pa-
ra rodear con nuestro afecto y con nuestra plegaria a los ami-
gos que estan tristes por la muerte de aquel (aquella) a quien
amaban. Y, finalmente para pedir a Dios que perdone las cul-
pas que, durante su vida, cometiO nuestro hermano (nuestra
hermana) que acaba de morir. Que el Senor escuche nuestras
plegarias y se compadezca ante las lagrimas de los que lloran.

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


ciendo la siguiente formula:
Junto al cuerpo, ahora sin vida,
de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor
Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.

Luego, se reza la siguiente letania por el difunto:

Letania por el difunto


— Tti que libraste a tu pueblo
de la esclavitud de Egipto.

EXEQUIAS SIN CANTO 105


R. Recibe a tu siervo (sierva) en el paraiso.

— Tu que abriste el mar Rojo ante los israelitas


110

que caminaban hacia la libertad prometida. R.

— TU que diste a tu pueblo


posesiOn de una tierra que manaba leche y miel. R.

— TU que quisiste que tu Hijo


llevara a realidad la antigua Pascua de Israel. R.

— TU, que por la muerte de Jesus,


iluminas las tinieblas de nuestra muerte. R.
— Tu, que en la resurreccion de Jesucristo,
has inaugurado la vida nueva
de los que han muerto. R.
— Tu que, en la ascension de Jesucristo,
has querido que tu pueblo vislumbrara su entrada
en la tierra de promision definitiva. R.

En lugar de las letanias precedentes, se puede leer tambien el salmo


113 (p. 52 ), en el que el pueblo puede it intercalando la antifona
Dichosos los que mueren en el Sefton

2. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391 .


Terminadas las letanias (o el salmo 113) (y, si se celebra la misa,
omitido
el acto penitencial y el Senor, ten piedad) se dice la oracion colecta.

106

ORACION COLECTA
Oremos.
Dios nuestro,

RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQU1AS

EXEQUIAS SIN CANTO 107


111

Liturgia de la palabra

siempre dispuesto a la misericordia y al perd6n, escucha nuestras


suplicas por tu siervo (sierva) N., que acabas de llamar a tu presencia,
y, ya que crey6 y esper6 en ti,
conducelo (conducela) ahora a tu reino, su verdadera patria,
para que goce contigo de la alegria eterna. Por nuestro Senor
Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
No seas severo en tu juicio, Senor, con este siervo tuyo (esta sierva
tuya), que acaba de salir de este mundo,
pues ningim ser humano es inocente frente a ti, si tit mismo no
perdonas sus culpas;
to pedimos, pues, que escuches las stiplicas de tu Iglesia
y le concedas un lugar entre tus santos y elegidos, pues en esta vida ya
estuvo marcado (marcada) con el sello de la Santa Trinidad.
Tti que vives y reinas.

La celebration prosigue como de costumbre, con la Liturgia de la


palabra.

Esquemas de lecturas

A) Esquemas de lecturas para celebraciones comunes:


El pecado causo la muerte, p. 417
La creation fue tambien sometida a la frustraci6n, p. 418
Para redimirnos, Jesus se enfrentO a la muerte, p. 419
La muerte absorbida por la victoria: la Resurrection, p. 420
"Yo soy la resurreccion y la vida":
la fe que da la vida eterna, p. 422
El bautismo, incorporaciOn a la muerte y
resurreccion de Cristo, p. 424
La Eucaristia, alimento de la vida eterna, p. 425
Vivir y morir para el Serior. Estar preparados, p. 427
La resurreccion futura y el juicio de Dios, p. 430
El cielo y la felicidad de los justos, p. 432
112

B) Esquemas de lecturas para aigunas circunstancias:


Ante una muerte desconcertante,
—muerte que deja un gran vacio, p. 435
—muerte que conmueve a un pueblo, p. 436
—muerte de un padre (una madre) de familia, p. 436 —muerte
repentina, p. 437
—muerte despues de una larga enfermedad, p. 438 Muerte de un joven
o una joven,
—muerte natural, p. 439
—muerte repentina, p. 441
—muerte en accidente, p. 441
Muerte de un anciano (una anciana), p. 442
Muerte de un nirio (nina), llegado al use de razOn, p. 443
Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria
universal.

108 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS

Plegaria universal

Puede tomarse uno de los textos citados aqui o bien el formulario


general que se pone despues de este recuadro.

Textos generales, pp. 347-353


En la muerte de un padre (una madre), p. 354
En una muerte repentina, p. 355
En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 356 En la muerte
de un joven (una joven), p. 357
En la muerte de un nirio (una niria), p. 359-360 En una muerte por
accidente, p. 361
En una muerte por homicidio o presunto suicidio, p. 362
En la muerte de una persona alejada de practicas religiosas o
en situacion irregular, p. 363
En la muerte de un obispo, presbitero o diacono, p. 365
En la muerte de un religioso (una religiosa), p. 366.
113

Formulario general:
Oremos con fe a Dios Padre, para quien toda criatura vive, y piclamosle
que escuche nuestra oraciOn.
— Para que perdone los pecados de su siervo (sierva) N.
y acepte sus buenas obras, roguemos al Senor. R.

R . Te rogamos, Senor.

Para que lo (la) libre de toda pena merecida por sus culpas y pueda
participar ya en el descanso eterno, roguemos al Setior. R.

EXEQU1AS SIN CANTO 109


— Para que, dejado ya este mundo, goce eternamente
en el paraiso, roguemos al Serior. R.

Para que a nosotros el Espiritu Santo nos lleve por las sendas de la fe y
nos de la esperanza firme de alcan-
zar, junto a nuestro hermano (nuestra hermana), el rei-
no eterno, roguemos al Senor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la oracion universal concluye con


la siguiente colecta:
Senor, Dios nuestro,
aunque no comprendemos
por que has querido privarnos tan dolorosamente de la presencia
de nuestro hermano (nuestra hermana),
creemos que contintlas siendo nuestro Padre y por eso elevamos
confiadamente a ti
nuestras plegarias;
escucha, pues, nuestras oraciones
y concedenos los bienes que to hemos pedido. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente formula:
Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos en-
sefio el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro...
114

110 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS


Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas


de difuntos.
En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-
funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393.

La misa prosigue como de costumbre hasta la oraci6n despues de la co-


munion.

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO


El que preside, colocado cerca del ataud, se dirige a los fieles con las si-
guientes palabras u otras parecidas:
Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepultura al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien todos
estamos vivos, que admita su alma entre sus santos y que este cuerpo
que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia lleno de vida y de gloria.
Que, en el momento del juicio, sea misericordioso para con nuestro
hermano (nuestra hermana) para que, Libre de la muerte, absuelto
(absuelta) de sus cul-
pas, reconciliado (reconciliada) con el Padre, llevado (neva-
da) sobre los hombros del buen Pastor y agregado (agregada) al
sequito del Rey eterno, disfrute para siempre de la gloria eterna y de la
compaiiia de los santos.

EXEQUIAS SIN CANTO 111


Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,
diciendo:

No temas, hermano (hermana), Cristo muriO y resucitO por


ti. El Senor te protegiO durante tu vida; por eso, esperamos
que tambien te librard, en el ultimo dia, de la muerte que aca-
bas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro
115

de Cristo resucitado: el agua que ahora derramaremos sobre


tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo,
que consagrO tu cuerpo como templo suyo; el incienso con
que perfumaremos tus despojos sera simbolo de tu dignidad
de templo de Dios y acrecentard en nosotros la esperanza de
que este mismo cuerpo resucitard gloriosamente como el de
Jesucristo].

Despues, el que preside camina alrededor del atatid aspergiendolo con


agua bendita: (luego pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfu-
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, uno de los presentee
puede recitar las siguientes invocaciones, a las que el pueblo responde:
Senor, ten piedaa, o bien Kyrie eleison.

Invocaciones

— Que nuestro hermano (nuestra hermana)


viva eternamente en paz junto a ti.

R. Senor, ten piedad. (0 bien: Kyrie, eleison).


— Que participe contigo
de la felicidad eterna de los santos. R.

112 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS


— Que contemple tu rostro glorioso
y tenga parte en la alegria sin fin. R.

Senor Jesucristo,
recibelo (recibela) junto a ti
con todos los que nos han precedido. R.

Despues, el que preside anade la siguiente oraciOn:

Oremos.
A tus manos, Padre de bondad, encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana) con la firme esperanza
de que resucitard en el ultimo dia,
116

con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias


por todos los doves con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida;
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comunioin de los
santos.
Dios de misericordia,
acoge las oraciones que to presentamos
por este hermano nuestro (esta hermana nuestra) que acaba de
dejarnos
y abrele las puertas de tu mansion. Y a sus familiares y amigos,
y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe,

EXEQUIAS SIN CANTO 113


hasta que tambien nos llegue el momento de volver a reunirnos con el
(ella),
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una


breve biograffa del difunto y agradecer a los presentee su participacion
en las exequias.

Despues, se recita el salmo 117 en el que se puede it intercalando la


res-
puesta Abranme las puertas del triunfo.

Salmo 117

R. Abranme las puertas del triunfo,


que quiero entrar a dar gracias a Dios.

Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, porque tu misericordia es


eterna.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R.
Diga la casa de Aaron:
"Su misericordia es eterna".
117

Digan los que temen al Senor:


"Su misericordia es eterna". R.

En mi angustia dame al Senor,


el me escucho y me puso a salvo.
El Senor me protege, nada temo.
,Que podra hacerme el enemigo?

114 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS


No habil quien me derrote,
porque el Senor esta conmigo. R.
Mas vale refugiarse en el Senor, que poner en los hombres la confianza;
mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza. R.
Las naciones vecinas me cercaban:
las derrote en el nombre del Senor;
por los cuatro costados me asediaban:
en el nombre de Dios las derrote. R.
Me rodeaban zumbando como avispas,
ardiendo como fuego entre las zarzas:
en el nombre de Dios las derrote. R.
Querian a empujones derribarme, pero Dios me ayudO.
El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvacion. R.
Escuchemos el canto de victoria
que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo". R.
No morire, continuare viviendo
para contar lo que el Senor me ha hecho.
Me castigo, me castigo el Senor,
pero no me abandonei a la muerte. R.

EXEQUIAS SIN CANTO


115
Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Senor
y por ella entraran los que le viven fieles. Te doy gracias, Senor, pues
me escuchaste y fuiste para mi la salvaciOn. R.
118

La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.


Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente. R.

Este es el dia del triunfo del Senor, dia de jail° y de gozo.


Liberanos, Senor, y danos tu victoria. R.

Bendito el que viene en nombre del Senor. Que Dios desde su templo
nos bendiga.
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. R.

Ordenemos una procesion con ramos hasta los angulos del altar.
Tti eres mi Dios, y te doy gracias. Tu eres mi Dios, y yo te alabo.
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, Porque tu misericordia es
eterna. R.

-
116 RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS

Colocado el cuerpo en la carroza ftinebre, el que preside aftade:


Que el Senor abra las puertas del triunfo a nuestro hermano (nuestra
hemana),

para que, terminado el duro combate de su vida mortal,


entre como vencedor (vencedora) por las puertas de los justos
y entone cantos de victoria
por los siglos de los siglos.
R. Amen.
— Y a todos nosotros nos de la certeza
de que no esta muerto (muerta) sino que duerme,
de que no ha perdido la vida, sino que reposa, porque ha sido llamado
(Hamada)
a la vida eterna por los siglos de los siglos.
R. Amen.

El que preside termina la celebraciOn diciendo:


— Dale, Serior, + el descanso eterno. R.
R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
119

R. Amen.

— Su alma y las almas de todos los fieles difuntos,


por la misericordia de Dios
descansen en paz.
R. Amen.

Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

LIBRO V

RITO BREVE
DE LA CELEBRACION
DE LAS EXEQUIAS

ESQUEMA DEL RITO

1. Recibimiento del cadaver

2. Proclamacion de la Palabra de Dios

3. Ultimo adiiis al cuerpo del difunto


120

120

122

125

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS 119

El formulario que se presenta en este libro exclusivamente se usa en


agueHas exequias que tienen lugar en las funerarias de las grandes
ciudades, cuando el elevado mimero de celebraciones exequiales
dificulta la celebracion mas completa del rito ordinario.
Procuren los ministros responsables de estas exequias celebrar este
rito breve con la mayor expresividad posible, sin omitir ninguna de sus
partes, ya que cualquier acortamiento en estos ritos, ya tan breves,
privaria a los fieles de aquella vision esperanzada de la muerte que el
EvangeHo ofrece a los cristianos y que puede ser evangelizadora y
llamada a conversion, no solo para los fieles, sino incluso para aquellas
personas que pueden ser no catOlicos o que son catOlicos que nunca o
casi nunca participan de las celebraciones de la Iglesia o parecen
incluso haber Perdido la fe.
Este rito breve consta de tres partes: recibimiento del cadaver,
proclamacion de la palabra de Dios y ultimo adios al cuerpo del difunto.
Aunque estas tres partes se celebren en la misma capilla de la
funeraria, nada obsta a que el celebrante haga el recibimiento del
cuerpo junto a la entrada de la misma capilla, diciendo a la familia unas
palabras previas de consuelo cristiano.
En este rito breve tiene especial importancia la proclamacion de la
palabra de Dios. Para ella, aunque puede usarse cualquiera de las
121

lecturas del leccionario de difuntos, no obstante, se proponen en el


interior mismo de este formulario unas lecturas mas breves y sobre
todo, de cornprension mas sencilla, pues el tiempo del que se dispone
para esta celebracion no permitira teller una larga homilia que
explique el significado de dichas lecturas.
En este tipo de exequias se supone que no sera posible celebrar la misa
exequial, sino que esta debera dejarse para otro momento. Si en algtin
caso, con todo, se celebra la Eucaristia en el interior del rito exequial,
esta ocupard el lugar de la proclamaciOn de la palabra de Dios; en tal
caso, al comienzo de la misa se omitira el acto penitencial y los demas
ritos iniciales, y al final la bendiciOn y el Pueden it en paz.

120 RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS


1. RECIBIMIENTO DEL CADAVER

El ministro empieza la celebracion, diciendo; mientras todos se


santiguan:

— En el nombre del Padre, y del Hijo,


y del Espiritu Santo.
R. Amen.

Luego, saluda a la asamblea, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Luego, inicia la celebracion pronunciando algunas palabras


introductorias:

Palabras introductorias adecuadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formulario


general que esta despues de este recuadro.

I. Familia muy desconcertada, p. 369


2. Por un difunto muy joven, p. 372
3. Por un nitro llegado al use de razon, p. 374
122

4. En caso de un accidente public°, p. 376


5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 378
6. En una muerte repentina, p. 379
7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 381
8. En una muerte por accidente, p. 382
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 384
10. En la muerte de un presbitero, p. 385
11. En la muerte de un diacono, p. 387
12. En la muerte de un religioso, p. 388

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS 121

Formulario general:
Queridos hermanos: En este momento triste especialmente pa-
ra los familiares de nuestro querido hermano (nuestra queri-
da hermana) N., todos sus amigos quisieran testimoniar a la
familia su mas sentida condolencia. Tambien la Iglesia
—presente aqui por medio de aquellos amigos que se sienten
cristianos y por mi mismo— quiere estar junto a unos herma-
nos que sufren por la perdida de un ser querido. Asumamos,
pues, todos este dolor, orando confiados para que Dios, nues-
tro Padre, reciba a nuestro hermano (nuestra hermana) en su
reino y pidamos tambien al Senor que conceda a sus familia-
res la esperanza firme de volverlo a encontrar en el paraiso.

Despues de un breve silencio, el que preside dice:

Oremos.
Te encomendamos, Senor,
a nuestro hermano (nuestra hermana) N., a quien en esta vida mortal
rodeaste con tu amor infinito;
concedele ahora que, libre de todos los males, participe en el descanso
eterno.
Y, ya que este mundo acabO para el (ella), admitelo (admitela) en tu
paraiso,
donde no hay ni llanto ni luto ni dolor, sino paz y alegria eternas.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.
123

122 RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS

0 bien:
Oremos.
Escucha, Senor, nuestras stiplicas y haz que tu siervo (sierva) N.,
que acaba de salir de este mundo, perdonado (perdonada) de sus
pecados y libre de toda pena,
goce junto a ti de la vida inmortal; y, cuando llegue el gran dia
de la resurrecciOn y del premio,
colOcalo (col6cala) entre tus santos y elegidos. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.

2. PROCLAMACION DE LA PALABRA DE DIOS

Dicha la oracion precedents; se proclama una de las siguientes lecturas


biblicas, a no ser que se prefiera usar alguna de las que figuran en el
Lec-
cionario de difuntos (cfr en este mismo volumen, el Leccionario de las
misas de difuntos, pp. 444-527).

Los acepto como un holocausto agradable.

Lectura del libro de la Sabiduria


3, 1-9
Las almas de los justos estdn en las mans de Dios
y no los alcanzard ningtin tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habian muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia
y su salida de entre nosotros, una completa destruccion. Pero los justos
estan en paz.

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS 123


La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos
esperaban confiadamente la inmortalidad.
Despues de breves sufrimientos
recibiran una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba
y los hall6 dignos de si.
Los probo como oro en el crisol
124

y los acept6 como un holocausto agradable.

En el dia del juicio brillaran los justos


como chispas que se propagan en un canaveral. Juzgaran a las naciones
y dominaran a los pueblos, y el Senor reinard eternamente sobre ellos.

Los que confian en el Senor comprenderan la verdad y los que son


fieles a su amor permaneceran a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos.

Palabra de Dios.

0 bier.

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Vengan a mi, y yo los aliviare.

Lectura del santo evangelio segtin san Mateo:


11, 28-30

124

En aquel tiempo exclaim:5 Jesits:

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS 125


— Que a todos los que ahora lloran su muerte Dios los con-
suele con la esperanza de volver a encontrar a nuestro

"Vengan a mi todos los que estan fatigados

y agobiados, y yo los aliviare.


Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mi, que soy manso y
humilde de corazon
y encontraran descanso.
Porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
125

Palabra del Sefior.

A la lectura conviene que siga una breve homilia o reflexion. Luego se


hacen las siguientes preces por el difunto y los que lo lloran:

Ya que este mundo ha pasado definitivamente para nuestro hermano


(nuestra hermana) N., pidamos al Senor que le con-
ceda gozar del cielo nuevo y de la tierra nueva que el ha dis-
puesto para sus elegidos.

— Que Cristo, que por el (ella) sufriO muerte de cruz le con-


ceda la felicidad verdadera.

R . Te lo pedimos, Senor.

— Que Cristo, el Hijo de Dios vivo, lo (la) reciba en su pa-


raiso. R.
— Que Cristo, el buen pastor, lo (la) cuente entre sus ove-
jas. R.

— Que Cristo perdone todos sus pecados y to (la) agregue


al ntimero de sus elegidos. R.

hermano (nuestra hermana) cuando Cristo vuelva at fin de los tiempos.

Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos enserio el mismo


Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la volun tad del Senor: Padre
nuestro . . .

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

Terminadas las preces, el que preside se dirige a los fieles.

Palabras de despedida, acomodadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formulario


general que esta despues de este recuadro.
126

1. Familia muy desconcertada, p. 370


2. Por un difunto muy joven, p. 373
3. Por un nifio Ilegado al use de razon, p. 375
4. En caso de un accidente public°, p. 377
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 379
6. En una muerte repentina, p. 380
7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 382
8. En una muerte por accidente, p. 383
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 385
10. En la muerte de un presbitero, p. 386
11. En la muerte de un diacono, p. 388
2. En la muerte de un religioso, p. 389

126 KIT/ BREVE DE LAS EXEQUIAS

rnulario general:
Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepultura al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien todos
estamos vivos, que admita su alma entre sus santos y que este cuerpo
que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia lleno de vida y de gloria.

Todos oran unos momentos en silencio. Despues, el que preside


asperge el atatid con agua bendita, en memoria de su bautismo. A
continuacion anade la siguiente oracion:

Oremos.
A tus manos, Padre de bondad, encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana) con la firme esperanza
de que resucitard en el Ultimo dia,
y con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias
por todos los dones con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida;
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comuniOn de los
santos.
Dios de misericordia,
acoge las oraciones que to presentamos
127

por este hermano nuestro (esta hermana nuestra) que acaba de


dejarnos
y abrele las puertas de tu mansion.

RITO BREVE DE LAS EXEQUIAS 127


Y a sus familiares y amigos, y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe, hasta que tambien
nos llegue el momento de volver a reunirnos con el (ella),
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Luego traza el signo de la cruz sobre el atatid, diciendo:

— Dale, Senor, + el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

Y anade:

— Descanse en paz.
R. Amen.

Finalmente, despide a los fieles con la formula acostumbrada:

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

LIBRO VI
CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

I. CelebraciOn de las exequias sin participacion


del pueblo 131

II. CelebraciOn de las exequias en el cementerio:


• con dos estaciones (en la capilla del cementerio y
junto al sepulcro) 138
• Con una sola estacion (en la capilla o junto al
128

sepulcro) 155

III. Celebracion de las exequias en el domicilio


del difunto 167

IV. Celebracion de las exequias de varios difuntos


en caso de accidente pablico 174
V. Celebracion de las exequias de un difunto
no practicante, pero cuya familia pide la
celebraci6n cristiana del entierro 191

VI. Celebracion de las exequias de los que han


donado su cuerpo 205

VII. Celebracion de las exequias en caso de


cremacion del cadaver 206

VIII. Celebracien de la misa exequial cuando el


sepelio del cadaver se celebra en otro momento 219

CAP ITULO I

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS SIN PARTICIPACION DEL PUEBLO

Este rito se usa en las exequias de aquellos difuntos que, por no tener
en el momento de la muerte y de las exequias ni familiares, ni amigos,
se celebran sin participaciOn del pueblo.
La veracidad del rito exige que en este formulario no figuren
exhortaciones a la asamblea. Los dialogos con el pueblo, en cambio,
aparecen entre corchetes porque conviene usarlos si en la celebracion
partidpan algunos pocos fieles que, movidos por la caridad cristiana,
quieran orar por el hermano desconocido o, por lo menos, esta
presente un ayudante; pero se omiten si celebra el rito solo el ministro.
En la celebracion de estas exequias, es mejor celebrar la misa en un
momento en que sea posible congregar por lo menos algunos fieles que
oren por el difunto; con todo, si se prefiere celebrarla en el mismo acto
del entierro, esta debe empezar por la Liturgia de la palabra, despite's
de dicha la oraciOn Senor misericordioso (omitido el acto penitencial).
Si no hay pueblo, en esta misa deben observarse las peculiaridades de
129

"La misa celebrada sin participacion del pueblo" (cfr Instruccion


General para el use del Misal Romano, nn. 217-230), aunque conviene
no omitir nunca las preces despues del Evangelio.

132 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

1. RECIBIMIENTO DEL CADAVER

El celebrante, en el atrio de la iglesia, empieza la celebracion mientras


se santigua:
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espiritu Santo.
[R. Amen.]

[— El Serior este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.]

Oremos.
Recibe, Senor, a tu hijo (hija) N., a quien has llamado a ti,
para que, libre de todo pecado,
goce eternamente de la luz y el descanso y, en la resurreccion gloriosa,
merezca ser contado entre tus santos y elegidos. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
[R. Amen.]

A continuacion se introduce el cadaver en la iglesia y, si es posible, se


coloca junto a el el cirio pascual encendido. Luego, el celebrante dice la
siguiente °radon:

Oremos.
Senor misericordioso,
to pedimos humildemente

SIN PARTICIPACION DEL PUEBLO 133


que acojas a to siervo (sierva) N.
130

y le concedas la abundancia de tu perdOn, dignate purificarlo


(purificarla)
de todo lo que lo (la) manchO en este mundo, para que, libre de toda
atadura mortal,
merezca pasar a la vida.
Por Jesucristo, nuestro Senor. [R. Amen.]

2. LITURGIA DE LA PALABRA

Dicha la oraciOn, se hace la siguiente lectura breve (si se celebra la


misa, se empieza a partir de la Liturgia de la palabra):.

Ap 14, 13
Yo, Juan, of una voz que venia del cielo y que me decfa:
"Dichosos los que mueren en el Senor". El Espiritu es quien dice:
"Que descansen ya de sus fatigas,
pues sus obras los acomparian".

0 bien:

Filip 3, 20-21

Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos


que venga nuestro Salvador, Jesucristo.

134 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


El transformard nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso,
semejante al suyo, en virtud del poder que tiene
para someter a su dominio todas las cosas.

A continuaciOn se hacen las siguientes preces:


Senor Jesus, haz que nuestro hermano (nuestra herma-
na), que ha dejado ya este mundo, se alegre con jubilo eterno en tu
presencia y se Ilene de gozo en la asamblea de los santos.

— Libra su alma del abismo y salvalo (salvala) por tu mise-


ricordia.
131

— Que tu bondad y tu misericordia lo (la) acomparien eter-


namente, y habite en tu casa por arios sin termino.

Conducelo (condticela) hacia las fuentes tranquilas de tu paraiso y


hazlo (hazla) recostar en las verdes praderas de tu reino.

Padre nuestro

Terminadas las preces (o, si se ha celebrado la misa, dicha la oracion


des-
plies de la comunion), se asperge el atatid con agua bendita. Luego se
anade la siguiente oraciOn:
Oremos.
Te pedimos, Senor,

SIN PARTICIPACION DEL PUEBLO 135


que tu siervo (sierva) N.,
que ha muerto ya para este mundo, viva ahora para ti
y que tu amor misericordioso borre los pecados que cometio por
fragilidad humana.
Por Jesucristo, nuestro Senor. [R. Amen.]

Mientras se saca de la iglesia el cuerpo del difunto, el celebrante dice la


siguiente antifona:

Ant. Abranme las puertas del templo,


y entrare para dar gracias al Senor.

Colocado el cuerpo en la carroza, el celebrante termina la celebracion,


diciendo:

Dale, Senor, 4- el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.

Su alma y las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de


Dios
132

descansen en paz.
R. Amen.

Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.]

EN EL CEMEIV7'ERIO DOS ESTACIONES 137


Como, normalmente, en el recinto del cementerio resulta mas difi-
cil una celebraciOn prolongada y con canto, los ritos de este capitulo
su-

CAPITULO II

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


EN EL CEMENTERIO

(Sin llevar el cadaver a una iglesia


o a una funeraria)

Este rito se usa en las exequias de aquellas personas que, o porque


han muerto de accidente o por otra causa, segim la legislaciem civil
vigen -
te deben ser trasladadas al cementerio inmediatamente despues de su
muerte.
Como las capillas de los cementerios suelen ser reducidas, en este tipo
de exequias no se preve la celebracion de la misa exequial dentro del
mismo rito, sino que este se celebra, con las peculiaridades propias de
la misa exequial (cfr p. 219), sin la presencia del cadaver, o bien antes o
bien despues del entierro.
Con todo, cuando la capacidad de la capilla del cementerio lo per-
mite, la misa puede celebrarse tambien dentro de las exequias. En este
caso, se seguira en todo el rito ordinario, segtin aquella de las
modalida-
des que mas se adapte a cada caso (cfr los formularios de los Libros II
y III).
Siempre que sea posible, en las exequias celebradas en el cemente-
rio, se haran dos estaciones, una en la capilla, otra junto al sepulcro, si-
guiendo el rito que se describe adelante, pp. 138-154; pero, si estp
resulta
133

dificil, puede realizarse el rito integramente sea en la capilla, sea junto


al sepulcro, siguiendo el rito que se describe despues, (pp. 155-166).

ponen la celebracion sin canto; con todo, siempre que el canto de la


asam-
blea sea posible, es recomendable cantar por lo menos un canto al
inicio de la celebracion (preferiblemente el salmo 113 con su antifona),
otro du-
rante la procesion hacia el sepulcro (preferiblemente el salmo 117 con
su antifona) y el canto de despedida al difunto junto al sepulcro
(veanse es-
tos cantos en los diversos formularios del Libro II).

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 139


Elevemos, pues nuestra oraciOn para pedir al Senor que reci-
ba a nuestro hermano (nuestra hermana) en su misericordia

FORMULARIO DE LAS EXEQUIAS


EN EL CEMENTERIO
CON DOS ESTACIONES

1. ESTACION EN LA CAPILLA DEL CEMENTERIO

Rito de entrada

Si es posible, la asamblea entona algtin canto, preferentemente el


salmo
113 con su antifona, (p. 52).

El ministro saluda a los presentee, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Luego, inicia la celebraciOn con las siguientes palabras u otras


parecidas.
134

Estamos reunidos, queridos hermanos, para cumplir un de-


ber humanitario cristiano: dar sepultura a nuestro hermano (nuestra
hermana) N. [fallecido (fallecida) en circunstancias especialmente
dolorosas]. Si es verdad que su separacion cor-
poral nos entristece, nos debe consolar, a quienes tenemos el don
inestimable de la fe cristiana, la esperanza de volvernos a reunir con el
(ella) en la casa del Padre.

y conceda a sus familiares, y a cuantos lloran su muerte, el consuelo de


la fe.

Despues de un breve silencio, el que preside aftade la siguiente


oracidn:

Oremos.
Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que con amor eterno
cuidas de nosotros
y transformas la oscuridad de la muerte en aurora de la vida,
mira a tus hijos que lloran en la tribulaciOn. [Se su refugio y fortaleza,
Senor,
y, desde las tinieblas del llanto y del dolor, Ilevalos a la luz y a la paz de
tu presencia.] Pues tu Hijo, nuestro Senor,
muriendo, destruyO nuestra muerte y, resucitando, restauro la vida,
concederios a todos seguir sus pasos de tal modo que, al fin de nuestra
vida, lleguemos a reunirnos
con nuestro hermano (nuestra hermana) N. en aquel lugar donde seran
enjugadas
las lagrimas de nuestros ojos.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

0 bien:

140 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Oremos.
Senor y Redentor nuestro,
que to entregaste a la muerte
135

para que todos los hombres se salven y pasen de la muerte a la vida,


mira con bondad a tus siervos
que, afligidos por la muerte,
de aquel (aquella) a quien amaban, acuden confiados a ti.
Senor, que eres el unico santo y el unico infinitamente misericordioso,
to que, con tu muerte,
has abierto a los creyentes las puertas de la vida, perdona a nuestro
hermano (nuestra hermana) sus pecados;
y no permitas, Rey eterno,
que quien en el bautismo fue incorporado a tu Iglesia se yea ahora alej
ado de ti;
por tus meritos gloriosos,
concedele el lugar de la luz,
de la felicidad y de la paz.
Tfai que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

ProclamaciOn de la palabra de Dios

Dicha la oration precedente, se proclaman una o varias lecturas de las


que figuran en el Leccionario de difuntos (cfr en este mismo volumen el
Leccionario de las misas de difuntos, pp. 444-527).

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 141

Liturgia de la palabra

Esquemas de lecturas
A) Esquemas de lecturas para celebraciones comunes:
El pecado cause) la muerte, p. 417
La creation fue tambien sometida a la frustration, p. 418
Para redimirnos, Jesus se enfrentO a la muerte, p. 419
La muerte absorbida por la victoria: la Resurrection, p. 420
"Yo soy la resurreccion y la vida":
la fe que da la vida eterna, p. 422
El bautismo, incorporation a la muerte y
resurrecciOn de Cristo, p. 424
La Eucaristia, alimento de la vida eterna, p. 425
Vivir y morir para el Serior. Estar preparados, p. 427
136

La resurrecciOn futura y el juicio de Dios, p. 430


El cielo y la felicidad de los justos, p. 432

B) Esquemas de turas 0ulas circunstancias:


Ante una muerte desconcertante,
—muerte que deja un gran vacio, p. 435
—muerte que conmueve a un pueblo,, p. 436
—muerte de un padre (una madre) de familia, p. 436 —muerte
repentina, p. 437
—muerte despues de una larga enfermedad, p. 438 Muerte de un joven
o una joven,
—muerte natural, p. 439
—muerte repentina, p. 441
—muerte en accidente, p. 441
Muerte de un anciano (una anciana), p. 442
Muerte de un nitro llegado al use de razon, p. 443

Despues de la homilia, se hate, como de costumbre, la plegaria


universal.

La celebraciOn prosigue como de costumbre, con la Liturgia de la


palabra.

-
142

EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


Plegaria universal

-
EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 143
Tti, que resucitaste a los muertos, dignate dar la vida eter-
na a nuestro hermano (nuestra hermana). R.

Puede tomarse uno de los textos citados aqui o bien, el formulario ge-

neral que se pone despues de este recuadro.


137

Textos generales, pp. 347-353


En la muerte de un padre (una madre), p. 354
En una muerte repentina, p. 355
En una muerte despues de una larga enfermedad; p. 356 En la muerte
de un joven (una joven), p. 357
En la muerte de un nitro (una nina), p. 359-360 En una muerte por
accidente, p. 361
En una muerte por homicidio o presunto suicidio, p. 362
En la muerte de una persona alejada de practicas religiosas o
en situacion irregular, p. 363
En la muerte de un obispo, presbitero o diacono, p. 365
En la muerte de un religioso (una religiosa), p. 366

Formulario general:

Recordando que Jesucristo dijo: "Yo soy la resurreccion y la vida: el que


cree en mi, aunque haya muerto, vivira y el que esta vivo y cree en mi
no morird para siempre", oremos por nuestro hermano (hermana).

Senor, to que lloraste en la tumba de Lazar°, dignate en-


jugar nuestras lagrimas.
R.

Tu que perdonaste en la cruz al been ladrOn y le prome-


tiste el paraiso, dignate perdonar y llevar al cielo a nues-
tro hermano (nuestra hermana). R.
Tti que purifi caste a nuestro hermano (nuestra herma-
na) en el agua del bautismo [y lo (la) ungiste con el Oleo de la
confirmaci6n] agnate admitirlo (admitirla) entre tus santos y
elegiddos. R.

— Tu, que alimentaste a nuestro hermano (nuestra herma-


na) con tu Cuerpo y Sangre, dignate tambien admitirlo
(admitirla) en la mesa de tu reino. R.
— Y a cuantos lloran su muerte, agnate confortarlos con
la fe y la esperanza de la vida eterna. R.
138

Terminemos nuestra oracion con la plegaria que nos ensetiO el mismo


Jesucristo: Padre nuestro . . .

2. PROCESION AL SEPULCRO

Si es posible, durante esta procesiOn, se canta el salmo 117 con su


antifona (p. 64 u otro canto apropiado.

A continuaci6n, se organiza la procesi6n hacia el sepulcro. Durante esta

Te lo pedimos, Senor.
procesiOn, si no hay canto, se puede rezar la siguiente letania:

144 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Introduccion a la letania

Unidos en una misma oraciOn, mientras acompariamos el cuer-


po de nuestro hermano (nuestra hermana) al lugar de su re-
poso, invoquemos a los santos, que en la gloria gozan de la
comuniOn celestial, para que reciban su alma en el gozo eterno.

Letania

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 145

Invoquemos ahora a Cristo, vencedor del sepulcro, y haga-


mos memoria de sus misterios salvadores, con los que arran-
c6 a los hombres del poder de la muerte.
— Cristo, Hijo de Dios vivo.

R. Recibelo (Recibela) en to reino.

— Tti, que aceptaste la muerte por nosotros. R.

Cristo, Oyenos, Cristo, oyenos.


Cristo, escUchanos, Cristo, escAchanos. — Tu, que resucitaste de
entre los muertos. R.
139

Santa Maria, Madre de Dios, ruega por el (ella).

Santos angeles de Dios, San Jose,


San Juan Bautista, Santos Pedro y Pablo, San Esteban,
San Agustin,
San Gregorio,
San Benito,
San Francisco,
Santo Domingo,
San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesus, Santa Monica,

rueguen por el (ella).


ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).

— Tu, que has venido a juzgar


a los vivos y a los muertos. R.

— A este hermano nuestro (esta hermana nuestra)


que recibi6 de ti la simiente de la inmortalidad. R.
— A este hermano nuestro (esta hermana nuestra),
de quien ahora nos despedimos. R.

A este hermano nuestro (esta hermana nuestra), con quien esperamos


encontrarnos
en la gloria del cielo. R.

ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

Aqui se puede afiadir la invocacian del santo patron°, del difunto y de


140

otros santos.

Santos y santas de Dios,

rueguen por el (ella).

Llegada la procesion al sepulcro, el cuerpo se coloca, si es posible, cerca


de la tumba y se procede al .Ultimo adios. En primer lugar, se recita el
salmo 117, en el que se puede it intercalando la respuesta Abranme las
puertas del triunfo.

146 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

Salmo 117

R. Abranme las puertas del triunfo,


que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, porque to misericordia es
eterna.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R.

Diga la casa de Aaron:


"Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Senor:
"Su misericordia es eterna". R.

En mi angustia dame al Senor, el me escuch6 y me puso a salvo. El


Senor me protege, nada temo. iQue podia hacerme el enemigo? No
habra quien me derrote,
porque el Senor esta conmigo. R.
Mas vale refugiarse en el Senor, que poner en los hombres la confianza;
mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza. R.
141

Las naciones vecinas me cercaban:


las denote en el nombre del Senor;
por los cuatro costados me asediaban:
en el nombre de Dios las denote. R.

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 147


Me rodeaban zumbando como avispas,
ardiendo como fuego entre las zarzas:
en el nombre de Dios las denote. R.
Querian a empujones derribarme, pero Dios me ayud6.
El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvaciOn. R.

Escuchemos el canto de victoria


que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo". R.

No morire, continuare viviendo


para contar lo que el Senor me ha hecho. Me castle', me castig6 el
Senor,
pero no me abandon6 a la muerte. R.

Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Senor
y por ella entraran los que le viven fieles. Te doy gracias, Senor, pues
me escuchaste y fuiste para mi la salvaciOn. R.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente. R.

148 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Este es el dia del triunfo del Senor, dia de jfibilo y de gozo.
Liberanos, Senor, y danos tu victoria. R.

Bendito el que viene en nombre del Senor. Que Dios desde su templo
nos bendiga.
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. R.

Ordenemos una procesiOn con ramos hasta los angulos del altar.
142

Tu eres mi Dios, y te doy gracias. Tu eres mi Dios, y yo te alabo.


Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, Porque tu misericordia es
eterna. R.
A continuacion, el que preside dice la siguiente oration sobre el se-
pulcro (si el sepulcro esta ya bendecido se omite el texto entre cor-
chetes).
Oremos.
Senor Jesucristo,
que al descansar tres dias en el sepulcro santificaste la tumba de los
que creen en ti, de tal forma que la sepultura
no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurrecciOn, [dignate ben decir esta tumba y]
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. descansar aqui de
sus fatigas,
durmiendo en la paz de este sepulcro, hasta el dia en que tu,

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 149


que eres la Resurrecci6n y la Vida,
lo (la) resucites y lo (la) ilumines
con la luz de tu rostro glorioso.
TU que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

Si el sepulcro no esta bendecido, se rocia con agua bendita (y se


inciensa).

A continuacion, el que preside dirige a los fieles unas palabras.

Palabras de despedida acomodadas a cada caso

Puede tomarse uno de los textos citados aqui, o bien, el formulario


general que esta despues de este recuadro.

1. Familia muy desconcertada, p. 370


2. Por un difunto muy joven, p. 373
3. Por un niho Ilegado al use de razon, p. 375
4. En caso de un accidente ptiblico, p. 377
5. En la muerte de un padre (madre) de familia, p. 379
6. En una muerte repentina, p. 380
143

7. En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 382


8. En una muerte por accidente, p. 383
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio, p. 385
10. En la muerte de un presbitero, p. 386
11. En la muerte de un diacono, p. 388
12. En la muerte de un religioso, p. 389
Formulario general
Vamos ahora µ cumplir con el deber de dar sepultura al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien
todos estamos vivos, que admita su alma entre sus santos y

150 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


que este cuerpo que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia lleno de
vida y de gloria. Que, en el momento del juicio, sea misericordioso para
con nuestro hermano (nuestra hermana) para que, libre de la muerte,
absuelto (absuelta) de sus cul-
pas, reconciliado (reconciliada) con el Padre, llevado (neva-
da) sobre los hombros del buen Pastor y agregado (agregada) al
sequito del Rey eterno, disfrute para siempre de la gloria eterna y de la
compania de los cantos.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside,


continua, diciendo:
No temas, hermano (hermana), Cristo murio y resucitO por
ti. El Senor te protegio durante tu vida; por ello, esperamos
que tambien te librard, en el Ultimo dia, de la muerte que aca-
bas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro
de Cristo resucitado: el agua que ahora derramaremos sobre
tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo,
que consagrO tu cuerpo como templo suyo; el incienso con
que perfumaremos tus despojos sera simbolo de tu dignidad
de templo de Dios y acrecentara en nosotros la esperanza de
que este mismo cuerpo resucitara gloriosamente como el de
Jesucristo].

Despues, el que preside camina alredor del atatid aspergiendolo con


agua
144

bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta


perfu-
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, si es posible, se entona
uno de los cantos de despedida (veanse estos cantos en el formulario
del
Libro II (o bien uno de los presentee puede recitar las siguientes
invoca-
ciones, a las que el pueblo responde: Senor, ten piedad o bien Kyrie
eleison.

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 151

Invocaciones

— Que el Padre, que te invito


a comer la came inmaculada de su Hijo,
te admita ahora en la mesa de su reino.
R. Senor, ten piedad 0 bier: Kyrie, eleison).

— Que Cristo, vid verdadera,


en quien fuiste injertado (injertada) por el bautismo, te haga participar
ahora de su vida gloriosa. R.

— Que el Espiritu de Dios,


con cuyo fuego ardiente fuiste madurado (madurada) revista tu cuerpo
de inmortalidad. R.

Despues, se coloca el cuerpo en el sepulcro y el que preside anade la si-


guiente oraciOn:

Oremos.
A tus manor, Padre de bondad,
encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana), con la firme esperanza
de que resucitard el ultimo dia
con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias
por todos los dones con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida;

-
145

152 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comunion de los
santos.
Dios de misericordia,
acoge las orations que to presentamos
por este hermano nuestro (esta hermana nuestra) que acaba de
dejarnos
y abrele las puertas de tu mansion. Y a sus familiares y amigos,
y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe, hasta que tambien
nos llegue el momento de volver a reunirnos con el (ella),
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.
En este momento, uno de los familiares o amigos puede hater una
breve biografia del difunto y agradecer a los presentes su partici-
paciOn en las exequias.

Despues, el que preside termina la celebration con una de las


siguientes formulas:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Que Dios, nuestro Padre,


que con amor inefable cre6 al hombre
y. en la resurrection de Cristo
Wore' a los creyentes la esperanza de resucitar,

EN EL CEMENTERIO DOS ESTACIONES 153


les conceda su bendicion y su consuelo.
R. Amen.
Que a ustedes, que todavia viven, les otorgue el perc% de sus pecados,
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

Y que a todos les conceda


vivir eternamente felices con Cristo resucitado.
R. Amen.
146

Y la bendicion de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espiritu Santo,


descienda sobre ustedes.
R. Amen.

0 bien:
— Dale, Senor, + el descanso eterno.
R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.
— Su alma y las almas de todos los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios,
descansen en paz.
R. Amen.

154 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

Se concluye el rito con la f6rmula acostumbrada de despedida.

Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

FORMULARIO DE LAS EXEQUIAS


EN EL CEMENTERIO
CON UNA SOLA ESTACION

1. ESTACION EN LA CAPILLA DEL CEMENTERIO

Rito de entrada

Si es posible, la asamblea entona algim canto preferentemente el salmo


113 con su antifona, (p. 52).

El ministro saluda a los presentee, diciendo:


147

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.

Luego, inicia la celebraciOn con las siguientes palabras u otras


parecidas:

Estamos reunidos, queridos hermanos, para cumplir un de-


ber humanitario cristiano: dar sepultura a nuestro hermano (nuestra
hermana) N. [fallecido (fallecida) en circunstancias especialmente
dolorosas]. Si es verdad que su separacion cor-
poral nos entristece, nos debe consolar, a quienes tenemos el don
inestimable de la fe cristiana, la esperanza de volvernos a reunir con el
(ella) en la casa del Padre.

156 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Elevemos, pues nuestra oracion para pedir al Senor que reci-
ba a nuestro hermano (nuestra hermana) en su misericordia y conceda
a sus familiares, y a cuantos lloran su muerte, el consuelo de la fe.

Despues de un breve silencio, el que preside afiade la siguiente


oraciOn:

Oremos.
Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que con amor eterno
cuidas de nosotros
y transformas la oscuridad de la muerte en aurora de la vida,
mira a tus hijos que lloran en la tribulaciOn. [Se su refugio y fortaleza,
Senor,
y, desde las tinieblas del llanto y del dolor, lievalos a la luz y a la paz de
tu presencia.] Pues tu Hijo, nuestro Senor,
muriendo, destruyo nuestra muerte y, resucitando, restauro la vida,
concedenos a todos seguir sus pasos de tal modo que, al fin de nuestra
vida, lleguemos a reunirnos
con nuestro hermano (nuestra hermana) en aquel lugar donde seran
enjugadas las lagrimas de nuestros ojos.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.
148

0 bien:

EN EL CEMENTERIO UNA ESTACION 157


Oremos.
Senor y Redentor nuestro,
que to entregaste a la muerte
para que todos los hombre se salven y pasen de la muerte a la vida,
mira con bondad a tus siervos
que, afligidos por la muerte,
de aquel (aquella) a quien amaban, acuden confiados a ti.
Tti, Senor, que eres el unico santo y el unico infinitamente
misericordioso, to que, con tu muerte,
has abierto a los creyentes las puertas de la vida, perdona a nuestro
hermano (nuestra hermana) sus pecados;
y no permitas, Rey eterno,
que quien en el bautismo fue incorporado a tu Iglesia se yea ahora
alejado de ti;
por tus meritos gloriosos,
concedele el lugar de la luz,
de la felicidad y de la paz.
Tti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

ProclamacciOn de la palabra de Dios

Dicha la °radon precedente, se procede a la celebracion de la palabra.


Si las exequias tienen lugar en una capilla o lugar donde los fieles
puedan
estar sentados, la proclamacion de la palabra se hace como de costum-
bre, tomando las lecturas del Leccionario de difuntos (cfr en este
mismo
volumen, el Leccionario de las misas de difuntos, pp.
-527), pero si
V

158 .EXEQUIAS ENCASOS EXTRAORDINARIOS


149

la celebracion tiene lugar junto al sepulcro o en una capilla de


dimensio-
nes reducidas, puede ser aconsejable limitarse a la proclamacian de
una
sola lectura mas breve y de comprensi6n mas sencilla, que no necesite
una
larga homilia. Para la lectura breve puede usarse una de las siguientes
pe-
ricopas.

Los acept6 como un holocausto agradable.

Lectura del libro de la Sabiduria.


3, 1-6.
Las almas de los justos estan en la manos de Dios y no los alcanzara
ningUn tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habian muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia
y su salida de entre nosotros, una completa destrucciOn. Pero los justos
estan en paz.

La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos


esperaban confiadamente la inmortalidad.
Despues de breves sufrimientos
recibiran una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba
y los hallo dignos de si.
Los prob6 como el oro en el crisol
y los acept6 como un holocausto agradable.
Palabra de Dios.

0 bien:

EN EL CEMENTERIO UNA ESTACION 159


— El Senor este con ustedes.
R. Y con to espiritu.

Vengan a mf y yo los aliviare.


Otd.
150

"No Lectura del santo Evangelio segtin san Mateo.


11, 25-30.
En aquel tiempo, Jesus exclam6:
"Vengan a mi todos los que estan fatigados
y agobiados por la carga, y yo los aliviare.
Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mi, que soy manso y
humilde de corazon.
Encontraran descanso
porque mi yugo es suave y mi carga ligera".
Palabra del Seiior.

En lugar de estas lecturas, pueden usarse tambien las que aparecen en


el Libro V en el formulario del rito breve de la celebraci6n de las
exequias (pp. 122-123).

A la lectura conviene que siga una brevisima homilia o reflexion. Luego,


se hacen las siguientes preces por el difunto y los que lo lloran.
Pidamos ahora, con humildad, al Padre de las misericordias por
nuestro hermano (nuestra hermana), que ha muerto en el Serior.

Que perdones benignamente sus pecados.

R . Te lo pedimos, Senor.

160 EXEQU1AS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Que aceptes sus buenas obras. R.

Que lo (la) recibas en la vida eterna. R.

Oremos tambien por los que lloran su muerte.

— Que te dignes consolarlos en su pena. R.

Que te dignes mitigar con to amor el dolor de la separaciOn. R.

— Que te dignes aumentar y confirmar su fe. R.

Pidamos tambien por todos nosotros, peregrinos en esta tierra.


151

— Que te dignes dirigir y conservar toda nuestra vida,


sirviendote santamente. R.

Que te dignes levantar nuestros corazones hacia las cosas del cielo. R.

Terminemos nuestra oracion con la plegaria que nos enseno el mismo


Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la volun-
tad del Senor: Padre nuestro

Terminadas estas preces, el que preside se dirige a los fieles con las si-
guientes palabras u otras parecidas.

EN EL CEMENTERIO UNA ESTAC1ON 161

Ultimo adios al cuerpo del difunto

Vamos ahora a colocar en el sepulcro el cuerpo de nuestro hermano


(nuestra hermana); se trata ciertamente de un gesto humano
acostumbrado, pero, para quienes tenemos fe, es tam-
bien un gesto evocador y consolador: nos recuerda el momento en que
Jesus fue colocado en. aquel sepulcro que con amor le habla ofrecido
Jose de Arimatea.
Como Jose de Arimatea tambien nosotros hemos cuidado con
amor de disponer este sepulcro para que en el descanse nues-
tro hermano (nuestra hermana). Y, de la misma manera que
los amigos de Jestis creyeron que el Senor salio victorioso de
aquel sepulcro, asi nosotros creemos que este lugar no sera
la morada definitiva de nuestro hermano (nuestra hermana).
Por ello, antes de colocar su cuerpo en este sepulcro, vamos a implorar
la bendiciOn de Dios sobre este lugar: que en el descanse nuestro
hermano (nuestra hermana), que los santos angeles custodien esta
tumba y que el mismo Senor reciba ya su alma entre los moradores del
cielo.

A continuacidn el que preside dice la siguiente oracien sobre el


sepulcro (si el sepulcro ya esta bendecido, se omite el texto entre
corchetes):
152

Oremos.
Senor Jesucristo,
que al descansar tres dias en el sepulcro
santificaste la tumba de los que creen en ti,

162 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


de tal forma que la sepultura
no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurrecciOn, [dignate ben + decir esta tumba
y]
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. descansar aqui de
sus fatigas,
durmiendo en la paz de este sepulcro, hasta el dia en que
que eres la Resurreccion y la Vida,
lo (la) resucites y lo (la) ilumines
con la luz de tu rostro glorioso.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

Si el sepulcro no esta bendecido, se rocia con agua bendita (y se


inciensa).
A continuacion, el que preside se dirige a los fieles con las siguientes
pa-
labras u otras parecidas:
Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepultura al cuer-
po de nuestro hermano (nuestra hermana). Fieles a la costum-
bre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios, para quien
todos estamos vivos, que admita su alma entre sus santos y
que este cuerpo que hoy vamos a enterrar, lo resucite un dia
lleno de vida y de gloria. Que, en el momento del juicio, sea
misericordioso para con nuestro hermano (nuestra hermana)
para que, libre de la muerte, absuelto (absuelta) de sus cul-
pas, reconciliado (reconciliada) con el Padre, llevado (lleva-
da) sobre los hombros del buen Pastor y agregado (agregada)

EN EL CEMENTERIO UNA ESTACION 163


al sequito del Rey eterno, disfrute para siempre de la gloria eterna y de
la compaiiia de los santos.
153

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua;


diciendo:

No temas, hermano (hermana), Cristo muriO y resucito por


ti. El Senor te protegio durante tu vida; por ello, esperamos
que tambien te librard, en el ultimo dia, de la muerte que aca-
bas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro
de Cristo resucitado: el agua que ahora derramaremos sobre
tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo,
que consagrO tu cuerpo como templo suyo; el incienso con
que perfumaremos tus despojos sera simbolo de tu dignidad
de templo de Dios y acrecentard en nosotros la esperanza de
que este mismo cuerpo resucitard gloriosamente como el de
Jesucristo].

Despues, el que preside camina alredor del atatid aspergiendolo con


agua
bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfu-
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, si es posible, se entona
uno de los cantos de despedida (veanse estos cantos en el formulario
del
Libro II). 0 bien uno de los presentes puede recitar las siguientes
invoca-
ciones, a las que el pueblo responde: Senor, ten piedad o bien Kyrie
eleison.
Invocaciones

Que el Padre, que te invite)


a comer la came inmaculada de su Hijo,
te admita ahora en la mesa de su reino.
R. Seiior, ten piedad (0 bien: Kyrie, eleison).

-
164 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS
— Que Cristo, vid verdadera,
154

en quien fuiste injertado (injertada) por el bautismo, te haga participar


ahora de su vida gloriosa.
R. Senor, ten piedad. (0 bien: Kyrie, eleison).

Que el Espiritu de Dios,


con cuyo fuego ardiente fuiste madurado (madurada) revista tu cuerpo
de inmortalidad.
R. Senor, ten piedad. (0 bien: Kyrie, eleison).

Despues, se coloca el cuerpo en el sepulcro y el que preside anode la si-


guiente oraci6n:

Oremos.
A tus manos, Padre de bondad, encomendamos el alma
de nuestro hermano (nuestra hermana), con la firme esperanza
de que resucitard el ultimo dia
con todos los que han muerto en Cristo. Te damos gracias
por todos los doves con que lo (la) enriqueciste a lo largo de su vida;
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comuniOn de los
santos.
Dios de misericordia,
acoge las oraciones que te presentamos
por este hermano nuestro (esta hermana nuestra) que acaba de
dejarnos
y abrele las puertas de tu mansion.

-
EN EL CEMENTERIO UNA ESTACION 165
Y a sus familiares y amigos, y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe, hasta que tambien
nos llegue el momento de volver a reunirnos con el (ella),
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.
En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una
breve biografia del difunto y agradecer a los presentes su partici-
paciOn en las exequias.
155

Despues, el que preside termina la celebraciOn con una de las


siguientes formulas:
— El Senor este con ustedes.
R. Y con tu espiritu.

Que Dios, nuestro Padre,


que con amor inefable creO al hombre y en la resurreccion de Cristo
otorgo a los creyentes la esperanza de resucitar, les conceda su
bendicion y su consuelo.
R. Amen.

Que a ustedes, que todavia viven, les otorgue el perdOn de sus pecados,
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

-
166 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS
— Y que a todos les conceda
vivir eternamente felices con Cristo resucitado.

R. Amen.
— Y la bendicion de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

0 bien:

— Dale, Senor, + el descanso eterno.


R. Y brille sobre el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.
Su alma y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de
Dios,
descansen en paz.
R. Amen.

Se concluye el rito con la formula acostumbrada de despedida.


156

Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO III
CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS
EN EL DOMICILIO DEL DIFUNTO

Este rito ordinariamente solo se usa en las poblaciones mayores y con


ocasi6n unicamente de aquellas exequias que tienen lugar en un dia
festivo, cuando el rito debe celebrarse a la misma hora en que la iglesia
esta ocupada por alguna celebraciOn festiva de la comunidad.
Si en la demarcacion parroquial hay alguna otra iglesia, ademas de la
parroquial, siempre es preferible y mas expresivo celebrar las exequias
con el rito acostumbrado en esta iglesia que celebrarlas en la misma
casa del difunto.
En otros casos, las exequias solo pueden celebrarse en la casa del di-
funto por motivos muy especiales, y siempre con consentimiento del
Or-
dinario.
Las exequias en la casa del difunto, de suyo no comportan la misa
exequial. La misa exequial, por otra parte, nunca pods celebrarse si el
motivo por el que las exequias tienen lugar en la casa del difunto es
debi-
do a que se celebran en uno de los domingos o solemnidades en que no
se permite la misa exequial (cfr Instruccion General para el use del
Misal
Romano, n. 336). En los demas casos, si el Ordinario del lugar lo juzgara
oportuno, puede permitir la misa exequial en la misma casa del difunto.
El rito exequial celebrado en la misma casa del difunto presenta una
estructura necesariamente muy breve, pues por lo reducido del lugar
s6lo
pueden participar unas pocas personas. Por ello, debe procurarse que,
al llegar al cementerio, se haga, junto al sepulcro, la celebracion
prevista
en el capitulo anterior, (p. ), o, por lo menos, si no resulta posible
la presidencia de un ministro ordenado, que uno de los presentes, junto
al sepulcro, dirija las preces del Apendice IV (pp. 410-416).

-
157

168 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

1. RITO INICIAL

El ministro empieza la celebraciOn, diciendo, mientras todos se


santiguans

— En el nombre del Padre, y del Hijo,


y del Espiritu Santo.
R. Amen.

Luego, saluda a los presentes diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

A continuaciOn, se dirige a los fieles con una brevisima monicion


usando las siguientes palabras u otras parecidas:

Amados hermanos: El Senor, en su inescrutable providencia, acaba de


llamar de este mundo a N., un querido amigo (una querida amiga) de
ustedes. Su muerte los ha llenado de dolor y de consternaciOn. Pero, en
este momento triste conviene que levanten ustedes sus ojos a Dios y le
pidan que afiance su fe y que acreciente su esperanza; Dios no los ha
abandonado a ustedes, porque nunca abandona a sus hijos. Jesus nos
invita a esta confianza, cuando dice: "Vengan a mi todos los que estan
fatigados y agobiados, y yo los aliviare".

EN EL DOMICILIO DEL DIFUNTO 169

Si el atand esta atin abierto, el que preside dice:


158

Senor, en este momento


en que va a desaparecer de nuestros ojos este rostro que nos ha sido
tan querido, levantamos hacia ti nuestra mirada;
haz que este hermano nuestro (hermana nuestra), pueda contemplarte
cara a cara en tu reino,
y aviva en nosotros la esperanza
de que volveremos
a ver este mismo rostro junto a ti y gozaremos de el en tu presencia por
los siglos de los siglos.
R. Amen.

— Senor, escucha nuestra oracion


por tu hijo (hija) N.

R. Senor, ten piedad.

Ilumina sus ojos con la luz de tu gloria. R. — PerdOnale sus pecados,


concedele la vida eterna. R.
— Atiende a los que to suplican
y escucha la voz de los que lloran. R.
Consuelanos en nuestra tribulaciOn. R.

Luego, se cierra el atadd.

170 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

Despues de un breve silencio, el que preside dice:

Oremos.
Te encomendamos, Senor,
a nuestro hermano (nuestra hermana) N., a quien en esta vida mortal
rodeaste con tu amor infinito;
concedele ahora que, libre de todos los males, participe en el descanso
eterno.
Y, ya que este mundo acabo para el (ella), admitelo (admitela) en tu
paraiso,
donde no hay ni llanto ni luto ni dolor, sino paz y alegria eternas.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
159

R. Amen.

0 bi:

Oremos.
Escucha, Senor, nuestras suplicas y haz que tu siervo (sierva) N.
que acaba de salir de este mundo, perdonado (perdonada) de sus
pecados y libre de toda pena,
goce junto a ti de la vida inmortal; y, cuando llegue el gran dia
de la resurrecciOn y del premio,
colOcalo (colocala) entre tus santos y elegidos. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.

EN EL DOMICILIO DEL DIFUNTO 171

2. LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura breve

Ap 14, 13
Yo, Juan, of una voz que venia del cielo y me decia: "Dicho-
sos los que mueren en el Senor". El Espiritu es quien lo dice: "Que
descansen ya de sus fatigas, pues sus obras los
acomparian".

Preces

Despues de un breve silencio, se Made:

Hacia ti, Senor, levantamos nuestros ojos; contempla, Senor, nuestra


tristeza, fortalece nuestra fe en este momento de prue-
ba y concedele a nuestro hermano (nuestra hermana) el des-
canso eterno:

— Tu, que resucitaste a los muertos, concede la vida eterna


a nuestro hermano (nuestra hermana).
160

R. Te lo pedimos, Senor.

— Tu, que desde la cruz prometiste el paraiso al buen la-


drOn, recibe a nuestro hermano (nuestra hermana) iti. en
tu reino. R

172 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


— Tu, que experimentaste el dolor de la muerte y resucitas-
tc gloriosamente del sepulcro, concede a nuestro nuestro
hermano (nuestra hermana) la vida feliz de la resurrec-
ciOn. R.

— Tti que lloraste ante la tumba de tu amigo Lazar°, dig-


nate enjugar las lagrimas de quienes lloramos la muerte
de nuestro hermano (imestra hermana). R.

Terminemos nuestra oraci6n con la plegaria que nos enserio el mismo


Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la volun-
tad del Senor: Padre nuestro...

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

Terminadas las preces, el que preside se dirige a los fieles con las
siguien-
tes palabras u otras parecidas:

Ya que Dios ha querido llamar a si de este mundo a nuestro hermano


(nuestra hermana), ahora sus familiares van a Ile-
var su cuerpo al cementerio para que vuelva a la tierra de la que fue
sacado. Pero confiados en que Dios recibird su alma entre sus santos y
elegidos y en que a este cuerpo hoy humi-
llado lo transformara un dia a semejanza del cuerpo resucita-
do de Jesucristo, vamos a orar al Senor.
161

Todos oran unos momentos en silencio. Despues, el que preside


asperge el atatid con agua bendita, en memoria de su bautismo. A
continuacion, anade la siguiente ()radon.

173
EN EL DOMICILIO DEL DIFUNTO
Oremos.
Te pedimos, Serior, que tu siervo (sierva) N., que ha muerto para este
mundo
viva ahora para ti
y que tu amor misericordioso borre los pecados que cometiO por
fragilidad humana.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Luego, traza el signo de la cruz sobre el atadd, diciendo:

— Dale, Senor, el descanso eterno.


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

Y anade:
Descanse en paz.
R. Amen.

nente, despide a los fieles con la formula acostumbrada:

Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

174

CAPITULO IV

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


DE VARIOS DIFUNTOS
162

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLIC()

En las exequias por varios difuntos en caso de accidente publico, la


cele-
braci6n acostumbra a desarrollarse o bien trasladando los cadaveres
de
la capilla ardiente a la iglesia o bien toda ella en la misma iglesia. Si en
algtin caso —en los pueblos, especialmente— la celebracion se
desarro-
llara en su forma tipica, para las procesiones y para la estacion en el ce-
menterio se usarian los elementos que figuran en los Libros II y III de
este Ritual.
FORMA DE RECEPCION
Si la celebracion se inicia en la capilla ardiente:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

El ministi tl Lida a los presentee, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.

Luego, inicia a )11 con las siguientes palabras u otras parecidas:

Queridos hermanos: En este momento de un dolor tan inten-


so y en medio del desconcierto en que a todos nos sume la

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO 175


desgracia que tan inesperadamente ha caido sobre nosotros,
intentemos elevar nuestra mirada a Dios para encontrar refu-
gio en la oraciOn y respuesta a nuestro dolor en la palabra
de Dios. Esta palabra es la Unica que puede proyectar un ra-
yo de luz sobre la oscuridad de la prueba que estamos vivien-
do e iluminar el misterio, a nuestros ojos incomprensible, de
por que Dios haya permitido que ocurriera una desgracia tan
grande.

En este momento, ninguna palabra humana es suficiente pa-


163

ra atenuar nuestro dolor. Por ello, debemos elevar nuestros


ojos a Dios y dirigirnos a el con aquellos mismos sentimien-
tos de esperanza que salian del corazOn de Pablo: "Bendito
sea Dios, Padre de nuestro Senor Jesucristo, Padre de mise-
ricordia y Dios del consuelo: el nos conforta en toda tribu-
lacion" .

A continuacion, puede recitarse, sin canto, el salmo siguiente:

Salmo 129

R. Mi alma espera en el Senor.

Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Senor, escucha mi clamor;


que esten atentos tus oidos a mi voz suplicante.

Si conservaras el recuerdo de las culpas, Lquien habria, Senor, que se


salvara?

176 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


Pero de ti procede el perd6n,
por eso con amor to veneramos. R.

Conti° en el Senor,
mi alma espera y confia en su palabra; mi alma aguarda al Senor,
mucho mas que a la aurora el centinela. R.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Senor,
porque del Senor viene la misericordia y la abundancia de la redenci6n,
y el redimird a su pueblo
de todas sus iniquidades. R.

Despues de la salutacion inicial (o del salmo), se Made la siguiente


oracion:

Oremos.
Desde lo hondo de nuestro dolor, gritamos a ti, Setior:
que tus oidos esten atentos
a la voz de nuestra stiplica
164

y tus ojos se compadezcan


ante las lagrimas de los que lloran; muestra la abundancia de tu
redencion a estos hermanos nuestros,
que tan inesperadamente han salido de este mundo; y a nosotros, que
hemos quedado desconcertados por su tragica muerte,
ayadanos a aguardar tu misericordia,

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLIC() 177


como el centinela aguarda la aurora. Por Jesucristo, nuestro Salon
R. Amen.

2. PROCESION A LA IGLESIA

A continuacion, se organiza la procesion hacia la iglesia. Durante es-


ta procesion, si la celebracion es cantada, se entona el salmo 113 con
su antifona (p. 52); si la celebraciOn es rezada, el pueblo ora por los
difuntos o se entona algtin canto popular apropiado. Para la oracion
por los difuntos puede usarse oportunamente la siguiente letania:

Letania por los difuntos

— Tu, que libraste a tu pueblo


de la esclavitud de Egipto:

R. Recibe a tus siervos en el paraiso.

— Tu, que abriste el mar Rojo ante los israelitas


que caminaban hacia la libertad prometida. R.

— Tu, que fuiste santuario y dominio de Israel


durante su peregrinaciOn por el desierto. R.

— Tu, que transformaste las penas del desierto


en manantiales de agua viva. R.
— Tu, que diste a tu pueblo
posesi6n de una tierra que manaba leche y miel. R.

178 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


165

— Tu, que quisiste que tu Hijo


llevara a realidad la antigua Pascua de Israel. R.
— Tti, que por la muerte de Jestis,
iluminas las tinieblas de nuestra muerte. R.

— Tti, que en la resurreccion de Jesucristo


has inaugurado la vida nueva
de los que han muerto. R.

— TO, que en la ascension de Jesucristo


has querido que tu pueblo vislumbrara su entrada
en la tierra de promision definitiva. R.

— Tu, que eres auxilio


y escudo de cuantos confian en ti. R.

— Tu, que no quieres que alaben tu nombre


los muertos ni los que bajan al silencio,
sino los que viven para ti. R.

Al Ilegar a la iglesia, se colocan los cadaveres ante el altar y, si es


posible, se pone junto a ellos el cirio pascual. Luego, sigue el rito con la
ilumina-
cion del cirio pascual, tal como se describe en la p. 57

FORMA DE RECEPCION
1. bis RECIBIMIENTO DE LOS DIFUNTOS
EN EL ATRIO DE LA IGLESIA
Si las exequias se celebran integramente en la iglesia, el ministro recibe
en el atrio los cadaveres y saluda a los familiares de los difuntos con las
siguientes palabras u otras parecidas.

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLIC() 179


Queridos familiares (y amigos): En este momento, en que la
inesperada muerte de nuestros hermanos los llena a ustedes
de dolor y desconcierto, hagan un esfuerzo por levantar con
fe la mirada a Dios, recordando las palabas de Jesus, que nos
dice: "Vengan a mi todos los que estan fatigados y agobia-
dos, y yo los aliviare". Eleven su mirada al Senor, "content-
166

plenlo —como dice el salmo—, e —incluso en la oscuridad


de este momento de lagrimas— y quedaran radiantes", pues,
como ariade el mismo salmista: "Si el afligido invoca al Se-
nor, el lo escucha y lo salva de sus angustias". Que Dios, Pa-
dre de todo consuelo, los conforte a ustedes en esta gran
tribulacion.

A continuacion, se introducen los cadaveres en la iglesia y se ponen


ante el altar, colocando, si es posible, junto a ellos el cirio pascual.
Situados los familiares de los difuntos en sus lugares, el ministro saluda
a la asam-
blea, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Hermanos: Ante la tragica muerte de estos hermanos nues-


tros, nos sentimos abrumados y no encontramos palabras para
explicarnos su partida de entre nosotros. Consternados fren-
te a este hecho, no podemos, con todo, desesperarnos, por-
que, en este doloroso momento, viene en ayuda nuestra la fe cristiana:
ella nos asegura que la vida de nuestros hermanos no ha terminado con
esta muerte que contemplan nuestros ojos; creemos que continuan
viviendo, en una dimension cier-
tamente distinta y ahora para nosotros incomprensible, pero no por
ello menos verdadera.

180 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Ahora no podemos comprender el misterioso designio de Dios,
segtin el cual nos vemos privados de la presencia visible de
unos queridos compalieros de viaje; pero, frente a su muerte,
queremos inclinarnos ante la poderosa voluntad de Dios, con-
fiarle nuestro agobio y creer firmemente que el se interesa por
nosotros; el Senor, a su tiempo, enjugard las ldgrimas de nues-
tros ojos y hard desaparecer la muerte para siempre.
Oremos, pues, al Serior, durante esta celebraciOn, por el des-
canso de nuestros hermanos y supliquemosle tambien que de
a sus familiares y a cuantos ahora se yen consternados por
167

estas inesperadas muertes, aquellos mismos sentimientos de


fortaleza y de esperanza que tuvo Maria ante la muerte vio-
lenta de su Hijo. Que ella, Madre de misericordia, que expe-
riment() las lagrimas y el dolor ante la muerte de su Hijo,
interceda por los que lloran ahora en este valle de ldgrimas.

2. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.

Colocados los cadaveres en su lugar (y hecha la salutacion inicial, si el


rito ha empezado en el atrio de la iglesia), el celebrante puede
encender el cirio pascual, oportunamente colocado cerca de los ca-
daveres, diciendo la siguiente fOrmula.

Junto a los cuerpos, ahora sin vida, de nuestros hermanos,


encendemos, Senor Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo
glorioso y resucitado; que el resplandor de esta luz

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO 181

ilumine nuestras tinieblas


y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.
Si la celebracion es cantada, puede entonarse IOh luz gozosa! (cfr
p. 576) u otro canto apropiado.

Terminados estos ritos iniciales (y, si se celebra la mica, omitido el acto


penitencial y el Senor, ten piedad), se dice la oration colecta:

Oremos.
Escucha, Senior, las suplicas de tu pueblo, rociadas con las lagrimas del
dolor
en que nos sume la tragica muerte de nuestros hermanos,
y haz que gocen ya para siempre de la luz de aquella patria
que nunca ningtin mal podra oscurecer. Por nuestro Serior Jesucristo.
168

0 bien:

Oremos.
Dios nuestro, que tienes en tus manos la vida de los hombres
y a cada uno serialas el 'turner° de sus dias, escucha misericordioso la
oraciOn de tu Iglesia y muestrate propicio con tus siervos,

182 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


que tan inesperadamente
acabas de llamar de esta vida;
no tomes en cuenta sus culpas y pecados y admitelos en la alegria de to
reino.
Por nuestro Senor Jesucristo.

La celebracion prosigue, como habitualmente, con la Liturgia de la


pala-
bra (cfr en este mismo volumen, el Leccionario de las misas de
difuntos, pp. 444-527)

Despues de la homilia, se hace, como habitualmente, la plegaria univer-


sal, con el siguiente formulario u otro parecido:

Plegaria universal

Acudamos al Padre de misericordia y Dios de todo consuelo y


pidamosle que vuelva sus ojos hacia nosotros, sus siervos, que lloramos
la tragica e inesperada muerte de aquellos a quie-
nes amabamos.
— Por nuestros hermanos, arrancados tan inesperadamen-
te de nuestra convivencia terrena; para que el Senor los
reciba en su reino de bienestar, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Para que Dios les perdone todos sus pecados y les pre-
mie sus buenas obras, roguemos al Senor. R.
169

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO 183


Por sus familiares, que sufren la gran prueba de su im-
prevista muerte y tragica desapariciOn; para que encuen-
tren en la fe la fortaleza necesaria para superar esta gran pena,
roguemos al Senor. R

— Para que sus lagrimas y sufrimientos se transformen un


dia en aquel gozo que nadie les podra nunca arrebatar,
roguemos al Senor. R

— Para que a todos los que lloran ante esta desgracia les
sirva de alivio la comuniOn fraterna y la solidaridad cris-
tiana de quienes nos hemos reunido aqui para acompa-
tiarlos, roguemos al Senor. i?

Para que el Senor, que contempla como el dolor nos des-


concierta y como es debil nuestra fe, nos ayude a acep-
tar el misterioso designio de su voluntad, tal como se ha realizado en
nuestros hermanos muertos y como se cum-
plird en cada uno de nosotros cuando el lo disponga, ro-
guemos al Senor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente colecta:

Dios, Padre bueno y justo,


inclinandonos humildemente ante el misterio de unos designios que no
comprendemos,
to pedimos que escuches nuestras plegarias, ilumines las tinieblas en
que nos sume nuestro dolor y concedas a nuestros hermanos

184 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


vivir eternamente contigo en la felicidad de to reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente formula:
170

Terminamos nuestra oraci6n aceptando con fe la volun-


tad diving y repitiendo la plegaria que nos enseitO el mis-
mo Jesucristo: Padre nuestro . . .
Si no se celebra la misa, sigue el ultimo adios a los cuerpos de los
difuntos.

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran distintos formularios para las micas


de difuntos. En este Ritual se encuentra un formulario completo para la
misa de difuntos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393.

La misa prosigue, como de costumbre, hasta la mach% despues de la


co-
munien. Dicha esta oracion y omitida la bendicion y el Pueden it en paz,
se procede al rito del Ultimo adios a los cuerpos de los difuntos.

3. ULTIMO ADIOS A LOS CUERPOS DE LOS DIFUNTOS


El que preside, colocado cerca de los ataddes, se dirige a los fieles con
las siguientes palabras u otras parecidas:

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO 185


Ha llegado el momento de dar el ultimo adiOs a nuestros her-
manos. Se trata ciertamente de un momento de intensa triste-
za. Pero debe ser tambien un momento de firme esperanza, pues
confiamos en que estos rostros amados los volveremos a contemplar,
transformados, cuando Dios, al fin de los tiem-
pos, nos retina de nuevo en su reino. Con esta esperanza, ore-
mos por ellos ahora unos momentos en silencio.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,


diciendo:
171

Vamos ahora a rociar los cadaveres de nuestros hermanos con agua


bendita. Asi, en este momento en que van a ser sepulta-
dos sus cuerpos, evocaremos el bautismo por el que, al inicio de sus
vidas, fueron ya incorporados a la muerte y resurrec-
ciOn de Cristo. Porque, "asi como Cristo resucitO de entre los muertos,
asi tambien nosotros llevemos una vida nueva". Rociar, pues, estos
cadaveres con agua semejante a la del bau-
tismo es profesar nuestra fe en que, de la misma forma que el simbolo
de muerte y sepultura del bautismo se ha vuelto realidad visible en
estos cuerpos, asi se volvera tambien visi-
ble el signo de la resurreccion.

Despues, el que preside asperge, pausadamente y con respeto, los cuer-


pos de los difuntos; luego, pone incienso, bendice y perfuma los
cadave-
res con incienso. Mientras tanto, se entona el canto del ultimo adios o
bien uno de los ministros recita las siguientes invocaciones a las que el
pueblo responde: Senor, ten piedad, o bien: KSTrie, eleison.

186 EXEQU1AS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS

Invocaciones

— Que nuestros hermanos


vivan eternamente en la paz junto a ti.

R. Senor, ten piedad. (Kyrie, eleison).

— Que participen contigo


de la felicidad eterna de los santos R.

— Que contemplen tu rostro glorioso


y tengan parte en la alegria sin fin. R.

-- Cristo Jestis, recibelos junto a ti


con todos los que nos han precedido. R.
172

Despues, el que preside anode la siguiente oracion:

Oremos.
A tus manos, Padre de bondad,
encomendamos las almas de nuestros hermanos, con la firme
esperanza
de que resucitaran en el Ultimo dia, con todos los que han muerto en
Cristo. Te damos gracias
por todos los dons con que los enriqueciste a lo largo de sus vidas;
en ellos reconocemos un signo de tu amor y de la comunion de los
santos.

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO 187


Dios de misericordia,
recibe las oraciones que to presentamos
por estos hermanos nuestros que acaban de dejarnos y abreles las
puertas de tu mansion.
Y a sus familiares y amigos, y a todos nosotros,
los que hemos quedado en este mundo,
concedenos saber consolarnos con palabras de fe, hasta que tambien
nos llegue el momento
de volver a reunirnos con ellos,
junto a ti, en el gozo de tu reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Despues, se recita el salmo 117, en el que se puede it intercalando la


res-
puesta Si morimos con Cristo, viviremos con el.

Salmo 117

R. Si morimos con Cristo,


viviremos con el.
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, porque tu misericordia es
eterna.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R.
173

Diga la casa de AarOn:


"Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Serior:
"Su misericordia es eterna". R.

188 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


En mi angustia dame al Serior, el me escucho y me puso a salvo. El
Senor me protege, nada temo. LQue podra hacerme el enemigo? No
habra quien me derrote,
porque el Senor esta conmigo. R.

Mas vale refugiarse en el Senor, que poner en los hombres la confianza;


mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza. R.

Las naciones vecinas me cercaban:


las denote en el nombre del Senor;
por los cuatro costados me asediaban:
en el nombre de Dios las denote. R.

Me rodeaban zumbando como avispas,


ardiendo como fuego entre las zarzas:
en el nombre de Dios las derrote. R.

Querian a empujones derribarme, pero Dios me ayudO.


El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvacion. R.

Escuchemos el canto de victoria


que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo". R.

EN CASO DE ACCIDENTE PUBLICO


No morire, continuare viviendo
para contar lo que el Senor me ha hecho.
Me castigo, me castigO el Senor,
pero no me abandon() a la muerte. R.
174

Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Senor
y por ella entraran los que le viven fieles. Te doy gracias, Senor, pues
me escuchaste y fuiste para mi la salvaciOn. R.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Senor,
es un milagro patente. 1
Este es el dia del triunfo del Senor, dia de jtibilo y de gozo.
Liberanos, Senor, y danos tu victoria. R.
Bendito el que viene en nombre del Senor. Que Dios desde su templo
nos bendiga.
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. R.
Ordenemos una procesion con ramos hasta los angulos del altar.
Tti eres mi Dios, y te doy gracias. Tit eres mi Dios, y yo te alabo.
Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, Porque tu misericordia es
eterna. R.

189

190 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

Colocados los cuerpos en carrozas ftinebres, el que preside anade:


Que el Senor abra las puertas del triunfo

a nuestros hermanos,
para que, terminado el duro combate de su vida mortal,
entren como vencedores
por las puertas de los justos
y entonen cantos de victoria
por los siglos de los siglos.
R. Amen.
Y a todos nosotros nos de la certeza
de que no estan muertos, sino que duermen, de que no han perdido la
vida, sino que reposan, porque han sido llamados
a la vida eterna por los siglos de los siglos.
R. Amen.

El que preside termina la celebacion, diciendo:

Dales, Serior, el descanso eterno.


175

R. Y brine para ellos la luz eterna.


Descansen en paz.
R. Amen.
Sus almas y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de
Dios,
descansen en paz.
R. Amen.
Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO V

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


DE UN DIFUNTO NO PRACTICANTE,
PERO CUYA FAMILIA PIDE LA
CELEBRACION CRISTIANA
DEL ENTIERRO

Este rito de exequias se usa para aquellos difuntos que durante su vida
fueron notablemente no practicantes, pero cuya familia cristiana de-
sea el consuelo de las exequias eclesiales.
En este caso, sin que ello quiera significar un juicio sobre lo que fue el
difunto ante Dios, la veracidad del rito exige que se eviten todas
aquellas frecuentes expresiones de las oraciones lititrgicas del entierro
que aluden a la fe o a la esperanza cristianas del difunto.
Las formulas littirgicas que figuran en este formulario se centran,
por ello, en encomendar el difunto a la piedad de Dios, bueno para con
todos, y a orar por los familiares que lloran la muerte del ser querido.
Este rito se presenta Onicamente en su forma simplificada y sin can-
to, que es la mas frecuente, sobre todo cuando se trata de difunto no
prac-
ticante. Con todo, si en algtin caso (sobre todo en los pueblos) estas
exequias debieran celebrarse en su forma tipica e incluso con canto, las
fOrmulas que aqui se ofrecen pueden adaptarse con facilidad a los
esque-
mas mas amplios que figuran en los Libros II y III de este Ritual.
176

192 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

1. RECIBIMIENTO DEL DIFUNTO


EN EL ATRIO DE LA IGLESIA

El ministro, junto a la puerta de la iglesia, saluda a los familiares del di-


funto con las siguientes palabras u otras parecidas.
Queridos familiares y amigos: En este momento de dolor en
que los ha sumido a ustedes la muerte de N., con quien con-
vivieron largos arios y a quien tanto amaban, la Iglesia los
recibe con sentimientos de compasiOn y con el deseo de rea-
nimar y fortalecer su esperanza en la bondad sin limites de
Dios, nuestro Padre: "Confien en Dios, que el los ayudard".

A continuacion, se introduce el cadaver en la iglesia y se pone ante el


al-
tar, colocando, si es posible, junto a el el cirio pascual. Situados los
fami-
hares del difunto en sus lugares, el ministro saluda a la asamblea,
diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Luego, se dirige a los fieles reunidos en la iglesia con las siguientes


pala-
bras u otras parecidas.
Queridos hermanos: Nos hemos reunido hoy, en un momen-
to especialmente triste, sobre todo para los familiares de N.,
en primer lugar para confesar, ante el cadaver de una perso-
na amada, nuestra fe cristiana en que la vida no termina jun-

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 193


to al sepulcro. Y tambien para rodear con nuestro afecto y con nuestra
plegaria a unos amigos que estan tristes por la muerte de aquel
(aquella) a quien tanto amaban. Y, finalmen-
te, para orar por nuestro hermano (nuestra hermana) y colo-
177

carlo (colocarla) confiadamente en manos de Dios Padre, el unico que


puede juzgar el interior del hombre y que no quie-
re la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y en manos de su
Hijo Jesucristo, que murio no por los justos, si-
no por los pecadores. Que el Serior escuche nuestras stiplicas, se
compadezca de nuestro hermano (nuestra hermana) y de su consuelo a
los que lo (la) lloran.

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


ciendo la siguiente formula.
Junto al cuerpo, ahora sin vida,
de nuestro hermano (nuestra hermana) N., encendemos, Senor
Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.

Luego, se reza la siguiente letania por el difunto:

194 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Letania por el difunto

— TU que libraste a tu pueblo


de la esclavitud de Egipto.

R. Recibe a tu siervo (sierva) en el paraiso.


que abriste el mar Rojo ante los israelitas
que caminaban hacia la libertad prometida. R.

— T11, que diste a tu pueblo


posesi6n de una tierra que manaba leche y mid. R.

— TU, que quisiste que tu Hijo


178

llevara a realidad la antigua Pascua de Israel. R.

— To, que por la muerte de Jesus,


iluminas las tinieblas de nuestra muerte. R.

— DX, que en la resurreccion de Jesucristo,


has inaugurado la vida nueva
de los que han muerto. R.

— To, queen la ascension de Jesucristo,


has querido que tu pueblo vislumbrara su entrada
en la tierra de promisiOn. R.

En lugar de las letanias, puede leerse tambien el salmo 113 (p. 52), en
el que el pueblo puede it intercalando la antifona Dichosos los que
mueren en el Senor.

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 195


2. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.

Terminadas las letanias (o el salmo 113) (y, si se celebra la misa,


omitido
el acto penitencial y el Senor, ten piedad), se dice in oracion colecta:

Oremos.
Dios nuestro, '
siempre dispuesto a la misericordia y al perdOn, escucha nuestras
sUplicas por tu siervo (sierva) N., que acabas de llamar a tu presencia,
y conducelo (conducela) ahora a tu reino, su verdadera patria,
para que goce contigo de la alegria eterna. Por nuestro Senor
Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
No seas severo en tu juicio, Senor,
con este siervo tuyo (esta sierva tuya),
179

que acaba de salir de este mundo,


pues ningUn hombre es inocente frente a ti, si to mismo no perdonas
sus culpas;
to pedimos, pues,
que escuches las suplicas de tu Iglesia
y le concedas a nuestro hermano (nuestra hermana) un lugar entre tus
santos y elegidos,
to que vives y reinas.

196 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


La celebraciOn prosigue, como de costumbre, con la Liturgia de la pala-
bra (cfr en este mismo volumen, el Leccionario de las misas de
difuntos, pp. 444-527).
Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria
universal, con el siguiente formulario u otro parecido.

Plegaria universal
Oremos a Dios, Padre de todos, por nuestro hermano difun-
to (nuestra hermana difunta) y pidamosle que escuche nues-
tra oracion.

Para que el Senor, que se compadece de toda criatura, purifique con su


misericordia y conceda los gozos del pa-
raiso a nuestro hermano (nuestra hermana) N,, rogue-
mos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

Para que perdone sus pecados y acepte sus buenas obras, roguemos al
Senor. R.

Para que lo (la) libre de toda pena merecida por sus cul-
pas y pueda participar ya en el descanso eterno, rogue-
mos al Senor. R.

— Para que, dejado ya este mundo, goce eternamente en


el paraiso, roguemos al Senor. R.
180

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 197


— Para que el Espiritu Santo lleve a sus familiares por las
sendas de la fe y les de la esperanza firme de alcanzar,
junto a nuestro hermano (nuestra hermana), el reino eter-
no, roguemos al Senor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la oracion universal concluye con


la siguiente colecta:

Dios nuestro,
que concedes el perdon de los pecados
y quieres la salvaciOn de los hombres,
por intercesion de santa Maria, la Virgen, y de todos los santos,
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N., que ha salido ya de
este mundo,
alcanzar la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la oraciOn universal concluye con


la siguiente formula:

Terminemos nuestra oracion con la plegaria que nos en-


seriO el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro . . .

Si no se celebra la misa, sigue el ultimo adios al cuerpo del difunto.

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

198 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas


de difuntos.
181

En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-


funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 391.

La misa prosigue como de costumbre, hasta la oracion despues de la


co-
munion. Dicha esta oracion y omitida la bendiciOn y el Pueden it en
paz, se procede al rito del ultimo adios al cuerpo del difunto.

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

El que preside, colocado cerca del feretro, se dirige a los fieles con las
siguientes palabras u otras parecidas:

Dentro de breves momentos, al llegar al cementerio, los fa-


miliares y amigos de nuestro hermano (nuestra hermana) cum-
pliran cristianamente con el deber de dar sepultura a su cuerpo;
pidamos, pues, en este momento, a Dios, para quien todos
vivimos, que admita su alma en la asamblea de los santos;
que este cuerpo que hoy vamos a enterrar, el Seilor lo resuci-
te, lleno de vigor y de gloria, en el ultimo dia. Que Dios escu-
che nuestras suplicas y, en el momento del juicio, sea
misericordioso con el (ella), para que, libre de la muerte, ab-
suelto (absuelta) de sus culpas, reconciliado (reconciliada) con
el Padre, llevado (Nevada) sobre los hombros del buen Pas-
tor y agregado (agregada) al sequito del Rey eterno, disfrute
para siempre de la gloria eterna y de la compania de los santos.

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 199


Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,
diciendo:

El agua con que vamos a rociar ahora el cuerpo de este her-


mano nuestro (esta hermana nuestra) nos recuerda que en el
bautismo fue hecho (hecha) miembro del cuerpo de Jesucris-
to , que murk) y fue sepultado, pero que con su gloriosa resu-
rrecci6n vencio la muerte. [El incienso con que perfumaremos
luego su cadaver nos traera a la memoria que este cuerpo fue
templo del Espiritu Santo y esta llamado a la resurrecciOn].
182

Despues, el que preside camina alredor del ataad, aspergiendolo con


agua bendita. (Luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda
vuelta per-
fumando el cadaver con incienso). Mientras tanto, uno de los presentee
puede recitar las siguientes invocaciones, a las que el pueblo responde:
Senor, ten piedad, o bien: Kyrie, eleison.

Invocaciones

Que nuestro hermano (nuestra hermana) viva eternamente en la paz


junto a ti.

R. Senor, ten piedad (0 bien: Kyrie, eleison).


Que junto con los santos participe
de la felicidad eterna de tu compaiiia. R.
Que contemple tu rostro glorioso
y tenga parte en la alegria sin fin. R.

200 EXEQU1AS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


— Jesus, recibelo junto a ti
con todos los que nos han precedido. R.

Despues, el que preside, anade la siguiente °radon:

Oremos.
Senor Jesucristo, redentor del genero humano, to pedimos que des
entrada en tu paraiso
a nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
que acaba de cerrar sus ojos a la luz de este mundo y los ha abierto
para contemplarte a ti,
Luz verdadera;
libralo (11brala), Senor, de la oscuridad de la muerte y haz que contigo
goce
en el festin de las bodas eternas;
que se alegre en tu reino, su verdadera patria, donde no hay ni tristeza
ni muerte,
183

donde todo es vida y alegria sin fin, y contemple tu rostro glorioso.


Por los siglos de los siglos.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una


breve biografia del difunto y agradecer a los presentee su participa-
cion en las exequias.

Despues se recita el salmo 117 en el que se puede intercalar la


respuesta Esta es la puerta del Sefton los vencedores entraran por ella.

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 201

Salmo 117

R. Esta es la puerta del Senor:


los vencedores entraran por ella.

Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, porque tu misericordia es


eterna.
Diga la casa de Israel:
"Su misericordia es eterna". R.

Diga la casa de Aaron:


"Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Senor:
"Su misericordia es eterna". R.

En mi angustia dame al Senor, el me escuchO y me puso a salvo. El


Senor me protege, nada temo. LQue podra hacerme el enemigo? No
habra quien me derrote,
porque el Senor esta conmigo. R.
Mas vale refugiarse en el Senor, que poner en los hombres la confianza;
mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza. R.
Las naciones vecinas me cercaban:
las denote en el nombre del Senor;
por los cuatro costados me asediaban:
en el nombre de Dios las denote. R.
184

202 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Me rodeaban zum band° como avispas,
ardiendo como fuego entre las zarzas:
en el nombre de Dios las denote. R.
Querian a empujones derribarme, pero Dios me ayud6.
El Setior es mi fuerza y mi alegria, en el Setior esta mi salvacion. R.

Escuchemos el canto de victoria


que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Setior es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo". R.

No morire, continuare viviendo


para contar lo que el Senor me ha hecho.
Me castigO, me castigo el Senor,
pero no me abandonO a la muerte. R.

Abranme las puertas del triunfo, que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Senor
y por ella entraran los que le viven fieles. Te doy gracias, Senor, pues
me escuchaste y fuiste para mi la salvacion. R.

La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.


Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente. R.

POR UN DIFUNTO NO PRACTICANTE 203


Este es el dia del triunfo del Senor, dia de jubilo y de gozo.
Liberanos, Senor, y danos tu victoria. R.
Bendito el que viene en nombre del Senor. Que Dios desde su templo
nos bendiga.
Que el Seflor, nuestro Dios, nos ilumine. R.

Ordenemos una procesiOn con ramos hasta los angulos del altar.
Tu eres mi Dios, y te doy gracias. Tti eres mi Dios, y yo te alabo.
Te damos gracias, Setior, porque eres bueno, Porque tu misericordia es
eterna. R.

Coloc ado el cuerpo en la carroza, el que preside al-lade:


185

Que el Senor abra las puertas del triunfo a nuestro hermano (nuestra
hermana), para que, terminado el duro combate
de su vida mortal,
entre como vencedor (vencedora) por las puertas de los justos
y entone cantos de victoria
por los siglos de los siglos.
R. Amen.

Y a todos nosotros nos de la certeza


de que no esta muerto (muerta), sino que duerme, de que no ha
perdido la vida, sino que reposa,

-
204 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS
porque ha sido llamado (Hamada)
a la vida eterna por los siglos de los siglos.

R. Amen.

— Dale, Set10r, + el descanso eterno,


R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.

Su alma y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de


Dios,
descansen en paz.
R. Amen.

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO VI

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


DE LOS QUE HAN DONADO SU CUERPO
186

La donaciOn del cuerpo, si es total, implica que la celebracion de


las exequias se limite a solo la misa exequial y a las diversas preces que
por el difunto y por los familiares que lo lloran hace la comunidad
cristiana.
En las exequias de los fieles que han donado su cuerpo para quienes
por este motivo, no pueden celebrarse los ritos exequiales de
costumbre, se ha de procurar, con especial interes que no falte la
celebracion tanto de la vigilia comunitaria de oracion como de alguna
parte de la Liturgia de las Horas exequial, tal como se describe en el
Libro I.
Si la donaciOn del cuerpo no tiene lugar inmediatamente despues del
fallecimiento, las exequias deben celebrase con el rito habitual ante el
ca-
daver, antes de que este sea donado, adaptando todas las expresiones
que lo exijan, como las que aluden a que el cuerpo va a ser entregado a
la
tierra o colocado en el sepulcro.
En la celebracion de estas exequias, por otra parte, nunca se usara la
forma tipica, porque esta comporta el traslado del cuerpo al cemente-
rio y las preces o bendicion sobre el sepulcro.
Cuando la donacion que hizo el difunto no es total, sino que se li-
mita a solo algunos organos, la celebracion de las exequias se hace con
el rito acostumbrado, sin excluir, cuando es posible, la procesion al ce-
menterio y la bendicion o las preces sobre el sepulcro.

EN CASO DE CREMACION 207

Si las exequias se celebran despues de la cremaci6n del cadaver, an-


te la urna, esta sera llevada al final de la celebraciOn, al lugar —
cementerio

CAPITULO VII

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


EN CASO DE CREMACION
DEL CADAVER

Aunque la iglesia prefiere que se conserve la costumbre tradicional


187

de la inhumaciOn de los cuerpos de los cristianos, porque con este


gesto
se imita mejor la sepultura del Senor, los fieles tienen, con todo, la
liber-
tad de elegir tambien, si lo prefieren la cremaci6n de su propio cuerpo,
sin que esta eleccion impida la celebraciOn de los ritos cristianos.
El hecho de la cremaci6n del cadaver no comporta de por si espe-
ciales diferenciaciones rituales, por lo que las exequias, en el caso de
cre-
macion, se celebran ante el cadaver antes de la cremaci6n del cuerpo y
con los mismos ritos y formas que se usan en las exequias
acostumbradas.
La Onica diferencia ritual exigida por la misma veracidad del rito,
consiste en que, en el caso de cremaci6n, las exequias no pueden
celebrar-
se en su forma tipica, pues este rito incluye la procesion al cermenterio
y la bendicion del sepulcro. Por tanto, el rito del Ultimo adios debe cele-
brarse siempre en la misma iglesia al final de la misa o de la Liturgia de
la palabra, tal como se describe en los Libros II y III de este Ritual, omi-
tiendo siempre la procesion al cementerio o al lugar de la cremaci6n.
Aunque es mejor y mas expresivo celebrar el rito exequial antes de la
cremaci6n del cadaver, si la familia lo prefiere y el Ordinario del lugar
lo juzga conveniente, puede permitirse tambien que la cremaci6n tenga
lugar antes de los ritos exequiales. En este caso, el rito, incluso con la
misa exequial, puede celebrarse ante la urna que contiene las cenizas,
se-
gun el rito que figura en este capitulo.

o columbario— destinado a este efecto, pero este lugar nunca estara en


el interior de una iglesia.
En ningun caso la urna con las cenizas del difunto puede llevarse de
nuevo a la iglesia para la conmemoraci6n del aniversario ni en otras
ocasiones, pues este traslado posterior del cuerpo a la iglesia se
reserva a los santos canonizados.

EN CASO DE CREMACION 209


Luego, se dirige a los fieles reunidos en la iglesia con las siguientes
palabras u otras parecidas:

Hermanos: Nos hemos reunido hoy, en un momento especial-


188

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


ANTE LA URNA DE LAS CENIZAS

1. RECIBIMIENTO DE LAS CENIZAS


EN EL ATRIO DE LA IGLESIA

El ministro, junto a la puerta de la iglesia, saluda a los familiares del di-


funto con las siguientes palabras u otras parecidas:
Queridos familiares [y amigos]: En este momento de dolor en que los
ha sumido a ustedes la muerte de N., con quien convivieron largos arios
y a quien tanto amaban, la Iglesia los recibe con el deseo de reanimar y
fortalecer su esperanza. Confien en Dios, que 61 los ayudara; esperen
en el, y les alla-
nard el camino.

A continuacion, se introduce la urna de las cenizas en la iglesia y se


pone
ante el altar; junto a la urna, se puede colocar el cirio pascual. Una vez
que los familiares han tornado su lugar, el ministro saluda a la
asamblea,
diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

mente triste y doloroso, en primer lugar para confesar ante


las cenizas de nuestro hermano (nuestra hermana) N., nues-
tra fe en que la vida no termina con la muerte del cuerpo.
Y tambien para rodear con nuestro afecto y nuestra plegaria
a unos amigos que estan tristes por la muerte de aquel (ague-
Ha) a quien amaban. Y, finalmente, para pedir a Dios que per-
done las culpas que durante su vida, cometiO nuestro herma-
no (nuestra hermana) que acaba de morir. Que el Senor escu-
che nuestras plegarias y se compadezca ante las lagrimas de
los que lloran.

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


189

ciendo la siguiente formula:

Junto al cuerpo, ahora sin vida,


de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor
Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.
Luego, se reza la siguiente letania por el difunto:

2/0 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS

Letania por el difunto

TU, que libraste a tu pueblo


de la esclavitud de Egipto:

R. Recibe a tu siervo (sierva) en el paraiso.

TU que abriste el mar Rojo ante los israelitas


que caminaban hacia la libertad prometida. R.

— TU, que diste a tu pueblo


posesi6n de una tierra que manaba leche y miel. R.

— TU, que quisiste que tu Hijo


llevara a realidad la antigua Pascua de Israel. R.

— TU que, por la muerte de Jesus,


iluminas las tinieblas de nuestra muerte. R.
— Tu que, en la resurrecciOn de Jesucristo,
has inaugurado la vida nueva
de los que ham muerto. R.

— Tu, que en la ascension de Jesucristo,


190

has querido que tu pueblo vislumbrara su entrada


en la tierra de promisiOn definitiva. R.

En Lugar de las letanias precedentes, puede leerse tambien el salmo


113, (p. 52) en el que el pueblo puede it intercalando la respuesta
Dichosos los que mueren en el Senor.

EN CASO DE CREMACION 211

2. MISA EXEQUIAL 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.


Terminadas las letanias (o el salmo 113) (y, si se celebra la misa,
omitido
el acto penitencial y el Senor, ten piedad), se dice la siguiente oraciOn:

Oremos.
Dios nuestro,
siempre dispuesto a la misericordia y al perdOn, escucha nuestras
sUplicas por tu siervo (sierva) N., que acabas de llamar a tu presencia,
y, ya que creyO y esperO en ti,
condncelo (condUcela) ahora a tu reino, su verdadera patria,
para que goce contigo de la alegria eterna. Por nuestro Senor
Jesucristo.
R. Amen.

0 bi.'n
Oremos.
Muestrate misericordioso, Senor,
con este siervo tuyo (esta sierva tuya),
que acaba de salir de este mundo,
pues ninglin hombre es inocente frente a ti, si to mismo no perdonas
sus culpas;
to pedimos, pues,
que escuches las suplicas de tu Iglesia
y le concedas un lugar entre tus santos y elegidos, pues en esta vida ya
estuvo marcado (marcada) con el sello de la Santisima Trinidad.
191

212 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Tti que vives y reinas. . Amen.
La celebraci6n prosigue, como de costumbre con la Liturgia de la
palabra.

Liturgia de la palabra

Esquemas de lecturas
A) Esquemas de lecturas para celebraciones comunes:
El pecado causo la muerte, p. 417
La creaci6n fue tambien sometida a la frustraci6n, p. 418
Para redimirnos, Jesus se enfrento a la muerte, p. 419
La muerte absorbida por la victoria: la Resurreccion, p. 420
"Yo soy la resurrecciOn y la vida":
la fe que da la vida eterna, p. 422
El bautismo, incorporacion a la muerte y
resurreccion de Cristo, p. 424
La Eucaristla, alimento de la vida eterna, p. 425
Vivir y morir para el Serior. Estar preparados, p. 427
La resurreccion futura y el juicio de Dios, p. 430
El cielo y la felicidad de los justos, p. 432
B) Esqucnias cie lecturas para algunas circunstancias:
Ante una muerte desconcertante,
—muerte que deja un gran vacio, p. 435
—muerte que conmueve a un pueblo, p. 436
—muerte de un padre (una madre) de familia, p. 436
—muerte repentina, p. 437
—muerte despues de una larga enfermedad, p. 438 Muerte de un joven
o una joven,
—muerte natural, p. 439
—muerte repentina, p. 441
—muerte en accidente, p. 441
Muerte de un anciano (una anciana), p. 442
Muerte de un nirio (nina), llegado al use de razon, p. 443

EN CAS 0 DE CREMACION213

Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la Plegaria


universal.
192

Plegaria universal

Puede tomarse uno de los textos citados aqui o bien, el formulario


general que se pone despues de este recuadro.

Textos generales, pp. 347-353,


En la muerte de un padre (una madre), p. 354
En una muerte repentina, p. 355
En una muerte despues de una larga enfermedad, p. 356
En la muerte de un joven (una joven), p. 357
En la muerte de un nirio (una nina), p. 359-360 En una muerte por
accidente, p. 361
En una muerte por homicidio o presunto suicidio, p. 362
En la muerte de una persona alejada de practicas religiosas o
en situacion irregular, p. 363
En la muerte de un obispo, presbitero o diacono, p. 365
En la muerte de un religioso (una religiosa), p. 366

Formulario general:

Plegaria universal
Oremos a Dios, Padre de todos, por nuestro hermano difun-
to (nuestra hermana difunta) y pidamosle que escuche nues-
tra oraciOn.

Para que el Senor, que se compadece de toda criatura, purifique con su


misericordia y conceda los gozos del pa-
raiso a nuestro hermano (nuestra hermana) N., rogue-
mos al Senor. R .
R . Te rogamos, Sefton

214 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


Para que el Senor, que lo (la) cre6 de la nada, y lo (la) honr6 haciendola
imagen de su Hijo, le devuelva en el reino eterno la primitiva
hermosura del hombre, rogue-
mos al Senor. R.
193

— Para que le conceda el descanso eterno y lo (la) haga go-


zar en la asamblera de los santos, roguemos al Senor. R.
Para que el Senor, consuelo de los que lloran y fuerza
de los que se sienten abatidos, alivie la tristeza de los que
lo (la) lloran y les conceda encontrarlo (encontrarla) nue-
vamente en el reino de Dios, roguemos al Seilor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la oraci6n universal concluye con


la siguiente colecta:

Padre, que nuestra oraci6n suplicante sirva de provecho a tu hijo (hija)


N., para que, libre de todo pecado,
participe ya de tu redencion.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente fOrmula:

Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos en-


seiI6 el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro . . .
Si no se celebra la misa, sigue el Ultimo adi6s al cuerpo del difunto.

EN CASO DE CREMACION 215

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia Eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas


de difuntos.'
En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-
funtos cuando se celebra 'fuera de una iglesia, p. 393:
La misa prosigue como de costumbre hasta la °radon despues de la co-
muniOn. Dicha esta °radon y omitida la bendiciOn y el Pueden it en paz,
se procede al rito del ultimo adi6s al cuerpo del difunto.

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO


194

El que preside, colocado cerca de la urna, se dirige a los fieles con las
siguientes palabras u otras parecidas:

Despues de haber orado por nuestro hermano (nuestra her-


mana) N., vamos ahora a despedirnos de sus cenizas. Este nuestro
Ultimo adi6s, aunque no nos quita la tristeza de la separaciOn, nos da,
sin embargo, el consuelo de la esperanza. Vendra un dia en que
podremos alegrarnos de nuevo con su presencia. Por eso, esperamos
que esta asamblea, que hoy en esta iglesia se despide con aires de
tristeza, se reunird de nue-
vo un dia en la alegria del reino de Dios. ConsOlemonos, pues,
mutuamente con esta esperanza cristiana.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,


diciendo:

216 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


El agua con que vamos a rociar ahora las cenizas de este her-
mano nuestro (esta hermana nuestra), nos recuerda que en
el bautismo fue hecho (hecha) miembro del cuerpo de Jesu-
cristo, que muri6 y fue se.pultado, pero que con su gloriosa
resurrecci6n vencio la muerte. [El incienso con que luego las
perfumaremos nos traera a la memoria que lo que ahora solo
son cenizas de nuestro hermano (nuestra hermana) fueron tem-
pi() del Espiritu y que el (ella) esta llamado (liamada) a la re-
surrecciOn].
Despues, el que preside, camina alrededor de la urna aspergiendola con
agua bendita: (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfurnandola con incienso); mientras tanto, si es posible, se entona
uno
de los cantos de despedida (veanse estos cantos en el formulario del
Libro
II), o bien uno de los presentes puede recitar las siguientes
invocaciones,
a las que el pueblo responde: Sefior, ten piedad o bien Kyrie, eleison.

Invocaciones
195

Que el Padre, que te invitO


a corner la carne inmaculada de su Hijo, te admita ahora en la mesa del
reino.

R. Senor, ten piedad . (0 Bien: Kyrie, eleison)

Que Cristo, vid verdadera,


en quien fuiste injertado (injertada) por el bautismo, te haga participar
ahora de su vida gloriosa. R.

— Que el Espiritu de Dios,


en cuyo fuego ardiente fuiste madurado (madurada), revista tu cuerpo
de inmortalidad. R.

EN CASO DE CREMACION 217

Despues, el que preside ariade la siguiente oracion

Oremos.
Serior Jesucristo, redentor del genero humano, te pedimos que des
entrada en tu paraiso
a nuestro hermano (nuestra hermana) N.,
que acaba de cerrar los ojos a la luz de este mundo y los ha abierto para
contemplarte a ti,
Luz verdadera;
libralo (librala), Senor, de la oscuridad de la muerte y haz que contigo
goce
en el festin de la bodas eternas;
que se alegre en tu reino, su verdadera patria, donde no hay ni tristeza
ni muerte,
donde todo es vida y alegria sin fin, y contemple tu rostro glorioso
por los siglos de los siglos.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede hacer una


breve biografia del difunto y agradecer a los presentes su participa-
ciem en las exequias.
196

Despues, el que preside anade:


Que el Senor abra las puertas del triunfo a nuestro hermano (nuestra
hermana)
para que, terminado el duro combate de su vida mortal,
entre como vencedor (vencedora) por las puertas de los justos

218

EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


y entonce cantos de victoria
por los siglos de los siglos.

R. Amen.

Y a todos nosotros nos de la certeza


de que no esta muerto (muerta), sino que duerme, de que no ha
perdido la vida, sino que reposa,
porque ha sido llamado (Hamada) a la vida eterna por los siglos de los
siglos.
R. Amen.

El que r ermina la celebracion, diciendo

— Dale, Senor, + el descanso eterno.


R. Y brille sobre el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.
R. Amen.

Su alma y las almas de todos los fieles difuntcs por la misericordia de


Dios,
descansen en paz.
R. Amen.

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO VIII
197

CELEBRACION DE LA MISA EXEQUIAL


CUANDO EL SEPELIO DEL CADAVER
SE CELEBRA EN OTRO MOMENTO

La celebracion de la misa en el interior del mismo rito exequial re-


presenta, ciertamente, el signo Inas expresivo de las exequias
cristianas, por cuanto conecta, de una manera visible o sacramental, la
muerte del cristiano con el misterio pascual de Cristo; por ello, este
modo celebrati-
vo es especialmente recomendable.
Con todo, se dan algunos casos que dificultan o impiden, a veces, tal
celebracion, como las exequias presididas por un diacono o por un
pres-
biter° que ya ha celebrado la Eucaristia, o las celebradas en un dia litur-
gico en que no se permite la misa exequial.
Hay otros casos en los que, aunque la misa exequial puede celebrar-
se, el bien pastoral de los fieles aconseja trasladar la celebracion a otro
dia; esto acontece, especialmente, en aquellas exequias que, en las
gran-
des parroquias, tienen lugar en un domingo no privilegiado en el que, si
bien esta permitida la misa exequial, de celebrarse esta, incluiria el
incon-
veniente de que muchos fieles, si acuden a la misa dominical (incluso a
la vespertina del sabado) se verian privados, con frecuencia, de las
lectu-
ras y de la liturgia dominical. En las pequerias parroquias rurales, en
cam-
bio, en las que solo se dan unos pocos entierros al alio, nada obsta para
que, si algOn entierro coincide en un domingo no privilegiado, se
celebre en el interior del mismo la misa exequial, pues las contadas
veces que se dard en estas comunidades tal circunstancia, no
constituye ningOn empo-
brecimiento de la vida litOrgica de los fieles.

220 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS


198

La misa exequial, tanto si se celebra/dentro de las exequias como si


tiene lugar en otro momento, ocupa el primer lugar entre las misas por
los difuntos y, de por si, puede celebrarse todos los dias, excepto en las

solemnidades de precepto, el Jueves Santo, el Triduo pascual y los do-


mingos de Pascua, Adviento y Cuaresma.
De acuerdo con la importancia littirgica de esta misa, hay que pro-
curar que, aunque tenga lugar fuera del rito exequial, se celebre de
mane-
ra suficientemente expresiva y verdaderamente adaptada al caracter e
in-
tensidad de la vida cristiana, tanto del difunto concreto como de sus fa-
miliares. Para rograr, pues, la adaptabilidad de esta misa a cada grupo
de fieles en concreto, a no ser que se trate de las exequias por varios di-
funtos y en caso de calamidad pdblica, se celebrard de ordinario por un
solo difunto, tal como lo preven los libros
Cuando la misa exequial no se une al mismo rito de las exequias, sino
que se celebra antes o despues de las mismas, pueden usarse siempre
los textos propios que, para la celebraciOn de la palabra, figuran en
este Ritual o bien los formularios del misal o del Leccionario.

MISA EXEQUIAL

1. RITOS INTRODUCTORIOS

Despues del canto de entrada y de la salutacion, el celebrante puede


diri-
girse a los fieles con las siguientes palabras u otras parecidas:
Amados hermanos: Llenos de dolor por la separaci6n de aquel
(aquella) con quien hemos convivido varios aiios y a quien
hemos amado, nos reunimos hoy para implorar la misericor-
dia divina en su favor y tambien para reanimar y fortalecer
nuestra esperanza en esta hora triste y llena de lagrimas. Con-
fiemos en Dios, que el nos ayudard; esperemos en el, y nos
allanard el camino. En Cristo, muerto por nuestros pecados
y llamado de nuevo a la vida para nuestra justificacion, nues-
tras tinieblas se iluminan y renace .de nuevo la esperanza. Que
el mismo Senor los conforte a ustedes, pues, y abra las puer-
tas de su rein() a nuestro hermano (nuestra hermana).
199

,0 bien:

Queridos hermanos: Aunque en este momento todos tenemos el deseo


de expresar a nuestros amigos, los familiares de
nuestra mas sincera condolencia y nuestro afecto, lleno de
compasiOn, el sentido de esta celebraciOn, como cristianos que
somos, no puede limitarse a este hermoso gesto de conviven-
cia humana. Nuestra presencia aqui, recordando al amigo que-
rido (a la amiga querida), quiere ser tambien un acto de fe

222 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


en la resurreciOn y en la victoria de Cristo, que, en favor de
todos nosotros ha vencido a la muerte. Proclamar esta fe en
la resurrecciOn y celebrar la muerte del Senor, en recuerdo
de la muerte de nuestro hermano (nuestra hermana), es, por
otra parte, el mejor gesto para mitigar la tristeza de nuestros
amigos, con la esperanza de la resurrecciOn. Que Dios nos con-
ceda, pues, escuchar con fe firme su palabra y celebrar, con
gran esperanza, la Eucaristia, memorial de la resurrecci6n de
su Hjo.

A continuacion, uno de los ministros o el mismo celebrante inicia el


acto penitencial con estas invocaciones u otras parecidas:

Pidamos humildemente a Jesucristo, vencedor de la muerte, el perdon


de nuestros pecados.

Por tu sangre preciosa, derramada en la cruz por el perdOn de nuestros


pecados:
Senor, ten piedad.
R. Sehor, ten piedad.

— Por tu admirable resurrecciOn del sepulcro,


por la que nos libraste de la muerte:
Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.

Por tu gloriosa entrada en los cielos.,


200

por la que nos abriste las puertas de la vida: Senor, ten piedad.
R. Senor, ten piedad.

AIISA EXEQUIAL SEPARADA DEL SEPELIO 223

El celebrante concluye con la siguiente plegaria:

Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R. Amen.

0 bien:

Jesus, Hijo de Dios vivo, que viniste al mundo


para compartir nuestras penas y alegrias: Senor, ten piedad.
R. Senor, ten piedad.

Jesus, Hijo de Dios vivo,


que to entregaste a la cruz
para veneer a la muerte y destruir el pecado: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.

Jesus, Hijo de Dios vivo,


que resucitaste de entre los muertos
para abrirnos el camino de la vida eterna: Senor, ten piedad.
R. Setior, ten piedad.

-
224 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS MISA EXEQUIAL
SEPARADA DEL SEPELIO 225

El celebrante concluye con la siguiente plegaria:

Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R. Amen.
201

2. LITURGIA DE LA PALABRA

La liturgia de la palabra se desarrolla como de costumbre. Despues de


la homilia, tiene lugar, como de ordinario, la plegaria universal, para la
que puede usarse cualquiera de los formularios del Ritual de exequias
u
otro parecido. En esta misa es especialmente recomendable usar, como
se acostumbra, en las celebraciones mas extraordinarias, el formulario
de
plegaria universal que incluye las letanias de los santos. En estas
letanias
pueden anadirse los santos titulares de la iglesia, de la region o de la
or-

Trinidad santa, que eres


Santa Maria, Madre de
Santos angeles de Dios,
San Jose,
San Juan Bautista, Santos Pedro y Pablo, San Esteban,
San Agustin,
San Gregorio,
San Benito,
San Francisco,
Santo Domingo,
San Francisco Xavier, Santa Teresa de Jesus, Santa Monica,
Santos y santas de Dios,

un solo Dios,ten piedad de el (ella).


Dios, ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
ruega por el (ella).
202

ruega por el (ella).


ruega por el (ella).
rueguen por el (ella).

den religiosa, y tambien el santo patrono del difunto. Esta letania se


dice de rodillas, a no ser que la misa exequial se celebre en domingo o
en uno de los dias de la cincuentena pascual.

Oremos, hermanos, a Dios, Padre todopoderoso, y pidamos la


intercesiOn de los santos, que en la gloria gozan ya de la comunion
celestial, para que el Senor acoja en el gozo eterno a nuestro hermano
(nuestra hermana):

[Pongamonos de rodillas].

Dios Padre celestial, ten piedad de el (ella).


Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de el (ella).
Dios Espiritu Santo, ten piedad de el (ella).

Invoquemos ahora a Cristo, vencedor del sepulcro, y haga-


mos memoria de sus misterios salvadores, con los que arran: có a los
hombres del poder de la muerte:

— Cristo, Hijo de Dios vivo.


R. Recibelo (Recibela) en to reino.

— TA, que aceptaste la muerte por nosotros. R.

— TA, que resucitaste de entre los muertos,


como primicia de los que han muerto. R.
— TU, que has de venir a juzgar
a los vivos y a los muertos. R.

226 EXEQUIAS EN CA SOS EXTRAORDINARIOS


A este nuestro hermano (nuestra hermana)
que recibi6 de ti la simiente de la inmortalidad. R.
203

A este nuestro hermano (nuestra hermana) con quien esperamos


encontrarnos
en la gloria del cielo. R.

Terminemos nuestra oraci6n, pidiendo tambien por las nece-


sidades del mundo y de la Iglesia:

— Asiste al Papa
y a todos los ministros

MISA EXEQUIAL SEPARADA DEL SEPELIO 227


pues dese6 cumplir tu voluntad; y, ya que la verdadera fe
lo (la) uni6 aqui, en la tierra, al pueblo fiel, que tu bondad ahora lo (la)
una
al coro de los angeles y elegidos.
Tti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

3. DESPEDIDA
Dicha la oraciOn despues de la comunion, uno de los familiares o
amigos
puede agradecer a los presentes su participaciem en la misa exequial
—y
hacer una breve biografia del difunto, si esta no se hizo en el momento

de la Iglesia.

— Concede la paz y la comncordia


a todos los pueblos
de la tierra.

— A nosotros mismos conservanos


en tu santo servicio.

— A todos los que lloran la muerte

Te rogamos, Oyenos.
204

Te rogamos, 6yenos.

Te rogamos, Oyenos.

de las exequias—. Estas palabras de despedida las puede hacer


tambien el mismo celebrante con las siguientes palabras u otras
parecidas:

Al termino de esta celebraciOn, en la que hemos recordado a nuestro


hermano (nuestra hermana) y en el curso de la cual hemos orado
tambien por su eterno descanso, permitanme unas palabras de
agradecimiento en nombre de sus familiares mas prOximos.

La presencia de ustedes aqui da testimonio de la estima que


sienten hacia ellos y que se les agradece sinceramente. Pero,

de nuestro hermano (nuestra hermana)


consuelalos y confortalos. Te rogamos, Oyenos.

El que preside, de pie, concluye las letanias con la siguiente oracion:

Escucha, Senor, nuestras suplicas,


y ten misericordia de tu siervo (sierva) N.,
para que no sufra castigo por sus pecados,

sobre todo, se les quiere dar las gracias por su oraci6n en fa-
vor de esta es, sin duda alguna, el mejor tributo que aho-
ra podemos ofrecerle.

Que esta reunion, que hoy se despide en esta iglesia con el aire de
tristeza de cuanto rodea a la muerte, pueda reunirse de nuevo en la
alegria plena del reino de Dios. ConsOlemo-
nos mutuamente en esta comun esperanza.

-
228 EXEQUIAS EN CASOS EXTRAORDINARIOS
205

Es oportuno que en la misa exequial se concluya con la bendiciOn


solem-

ne propia de las celebraciones por los difuntos.

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.
— Que Dios, nuestro Padre,
que con amor inefable cre6 al hombre
y en la resurrecciOn de Cristo
otorgo a los creyentes la esperanza de resucitar, les conceda su
bendici6n y su consuelo.
R. Amen.

Que a ustedes, que todavia viven, les otorgue el perdon de sus pecados,
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

— Y que a todos les conceda


vivir eternamente felices con Cristo resucitado.
R. Amen.
Y la bendicion de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

LIBRO VII

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


DE LOS PARVULOS

ESQUEMA DEL LIBRO

I. Exequias de un parvulo bautizado,


con canto (forma tipica) 232

II. Rito simplificado de las exequias


de un parvulo bautizado 255
206

III. Exequias de un parvulo no bautizado 264

CAPITULO I

EXEQUIAS
DE UN PARVULO BAUTIZADO

En los ritos de este Libro, bajo el nombre de parvulos se entienden


exclusivamente aquellos nifios que han muerto antes del uso de razon;
como estos parvulos no pueden haber pecado ni venialmente, en el rito
de estas exequias nunca se alude al perdon de sus pecados.
Para las exequias de aquellos otros nifios que han muerto despues de la
edad de discrecion, no puede usarse este formulario, porque estos
nifios son ya sujeto de posibles infidelidades; para sus exequias, por
tanto, debe recurrirse a los formularios descritos Inas arriba (Libros II,
III y IV) para los nifios que ya han llegado al uso de razon.

232 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

FORMA TIPICA DE LAS EXEQUIAS


DE UN PARVULO BAUTIZADO
CON CANTOS

1. ESTACION EN LA CASA DEL DIFUNTO

El ministro saluda a los presentes, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.

Luego, inicia la celebracion con las siguientes palabras u otras


parecidas:

Queridos hermanos: La celebraciOn que hoy nos congrega


aqui, junto a unos padres (familiares) desolados por la muer-
207

te de su hijo (hija) (del pequeno; de la pequena) N., nos sume


a todos en una angustia casi indecible. Resulta realmente di-
ficil aunar la ninez con la muerte, el inicio de una vida que
apenas habia comenzado con este fin brusco que estamos con-
templando. Si siempre la muerte nos conturba y nos llena de
interrogantes, la muerte de un nino casi nos escandaliza. La
fe cristiana, que ilumina siempre el camino de los creyentes
en Jesus, en esta circunstancia no llega a ahuyentar ni el do-
lor ni el desconcierto. El mismo Jesus —recordarlo en este

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 233


momento puede aliviar nuestras lagrimas— se conturba ante la muerte
de su amigo Lazar° y se mueve a compasion ante la desolacion de una
viuda que llora a su hijo.
La voz del pequeno (de la pequena) N. a todos nos anuncia, a su
manera, una vida nueva, la vida sin fin del reino de Dios, aquella vida
en la que seremos amados sin oscuridades ni tur-
baciOn, sin lagrimas y sin muerte: "El amor —dice el Cantar de los
cantares— es mas fuerte que la muerte". El nino (la nina) a quien hoy
lloramos nos invita a todos a creer en este amor y en esta vida.

A continuacion, puede recitarse, sin canto, el salmo siguiente:

Salmo 129

R. Mi alma espera en el Senor.

Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Senor, escucha mi clamor;


que est& atentos tus oidos a mi voz suplicante. R

Si conservaras el recuerdo de las culpas, Lquien habria, Senor, que se


salvara? Pero de ti procede el perdon,
por eso con amor to veneramos. R.

Confio en el Senor,
mi alma espera y confia en su palabra;

234
208

mi alma aguarda al Senor, •

EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 235


a la voz de nuestra stiplica

mucho mas que a la aurora el centinela. R.

Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Senor,


porque del Senor viene la misericordia y la abundancia de la redenci6n,
y el redimira a su pueblo
de todas sus iniquidades. R.

Despie: lutacion inicial (o del salmo), se ahade la siguiente oracion:

Oremos.
Escucha, Senor, la ()rad& de tu Iglesia, que espera en tu palabra;
desde el abismo del dolor de esta muerte, a nuestros ojos
desconcertante,
pedimos que mitigues nuestra tristeza, con la esperanza de que el nitro
(la nina) N. vive ya la alegria de la salvacion
en la asamblea festiva de los elegidos. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

0 bien:

Oremos.
Desde lo hondo de nuestro dolor, gritamos a ti, Senor;
que tus oidos ester' atentos

y tus ojos se compadezcan


ante las lagrimas de los que lloran; en este doloroso momento,
ayuda a los [padres y] familiares del nitro (de la nina)
a aguardar tu misericordia,
como el centinela aguarda la aurora. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

2. PROCESION A LA IGLESIA
209

A continuacion, se organiza la procesion hacia la iglesia. Durante


ella, conviene no omitir nunca el canto del salmo 113, en el que se
puede it intercalando la antifona El coro de los Angeles te reciba.

A El corn de los -fin - ge - les tere - ci - ba,

Rs'
y jun - to con Li - za - ro, po - bree n

es - to vi - da, ten - gas des - can - so e - ter- no.

236

Salmo 113, 1-8,

EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

17-26

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 237


5. Los hijos del Israel confian en el Sefior: (a)
el es su auxilio y su escudo; (b)
los hijos de Aaron confian en el Senor: (a) el es su auxilio y su escudo;
(b)

• • • • • • • • •

dr
los fieles del Senor confian en el Senor: (c)

Al sa- lir Is- ra- el de E- gip- to


b)
210

Al sa- lir Ja- cob de un pue- blo bAr- ba- ro,

Ju- da fue san-tua- rio de Dios,

Is-ra- el su do- mi- nio

2. Al verlos, el mar huyo,


el Jordan se echo para Was; los montes saltaron como carneros y las
colinas como corderos.

3. LQue te pasa, mar, que huyes?


LY a ti, Jordan, que te echas para atras?
(,Y a ustedes, montes, que saltan como carneros?
LY a ustedes, colinas, que saltan como corderos?

4. En presencia del Senor la tierra se estremece,


ante el Dios de Jacob:
las piedras se transforman en estanques y en manantiales, el pedernal.

el es su auxilio y su escudo. (d)

6. Que el Senor se acuerde de nosotros y nos bendiga,


que bendiga a la casa de Israel,
que bendiga a la casa de AarOn,
que bendiga a los fieles del Senor,
pequenos y grandes.

7. Que el Senor los haga numerosos (a)


a ustedes y a sus hijos; (I,)
que los Ilene de bendiciones el Senor, (a) que hizo el cielo y la tierra.
El Senor se ha reservado para si el cielo (c)
y a los hombres les ha entregado la tierra. (d)

8. Los muertos ya no alaban al Senor,


211

ni los que bajan al silencio.


Pero nosotros si bendeciremos al Senor ahora y por siempre.

Se repite el canto de la antifona El coro de los Angeles te reciba.

238 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


3. ESTACION EN LA IGLESIA

Al Ilegar la procesi6n a la iglesia, se entona el canto de entrada de la


misa u otro canto parecido

Canto de entrada

Te da- mos gra - cias, Pa - dre, Se - nor del

cie -toy de la tie- rra, por-que has re- ve- la - do a los pe-

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA


la - ben el nom - bre del

- ni - co nom - bre

0 bien:

239
212

el
Se - nor,

su - bli - me.

• •

Ve- nid, ben - di - tos de mi Pa - dre; he - re -

que - hos los mis - te- rios de to rei - no.


c;- r P-
V. Los j6 - ye - nes tam - bien las don -

ce - llas, las vir - ge - nes

jun - to con los ni nos, a -

dad el rei- no pre- pa- ra


213

la cre - a - cion


V. Ca - mi - na

- do pa- ra vos - o- tros des - de

del mun - do.

ii

re en presencia del Se- nor,

en el pa - Is de la vi - da.
Colocado el cadaver ante el altar, si es posible, se pone junto a el el cirio
pascual.

240 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-
ciendo la siguiente formula:

Junto al cuerpo, ahora sin vida,


214

de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor


Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.

La asamblea puede cantar ;Oh luz gozosa! (cfr p. 576) u otro canto
apropiado.

4. MISA 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391.

Terminados los ritos iniciales (y, si se celebra la misa, omitido el acto


pe-
nitencial y el Senor, ten piedad), se dice la ()radon colecta:

Oremos.
Dios de amor y de clemencia, que en los planes de tu sabiduria has
querido llamar a ti,
desde el mismo umbral de la vida, al nifio (a la nina) N.

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 241


a quien hiciste hijo tuyo (hija tuya) de adopcisin en el bautismo,
escucha con bondad nuestra plegaria y reimenos un dia con el (ella) en
tu gloria, donde creemos que vive ya contigo.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
Senor, to que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte del nit()
(de la nina) N.,
concede a quienes acatamos con dolor tu voluntad de llevartelo
(llevartela) el consuelo de creer
que vive eternamente contigo en la gloria. Por nuestro Senor Jestcristo.
215

La celebracion prosigue, como de costumbre, con la Liturgia de la


palabra, para la cual las lecturas mas apropiadas son: Is 15, 6-9 (6);
Rm 6, 3-4; 8-9 (25); 1 Ts 4, 13-14. 18 (34); Mt 11, 25-30 (50); Mc 10,
13-16 (87); Jn 6, 37-39 (88); (cfr en este mismo volumen el Lecciona-
rio de las misas de difuntos, pp. 444-527)

Despueg de la homilfa, se hace, como de costumbre, la plegaria uni-


versal, con el siguiente formulario u otro parecido:

242 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

Plegaria universal

Pidamos al Senor que atendio a la voz de su Hijo cuando en la cruz le


present6 sus oraciones, que se compadezca de las nuestras.

Para que el Senor, que llor6 ante la tumba de su amigo Lazar° y se


compadeci6 ante las lagrimas de la viuda de Nain, que lloraba la
muerte de su hijo tinico, se compa-
dezca tambien de los padres [y familiares] del pequeno (de la pequena)
N., roguemos al Senor.

R. Te rogamos, Senor.

Para que les de la fuerza necesaria para superar esta pe-


na, a fin de que sepan hallar en la fe consuelo y esperan-
za, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que han muerto en la esperanza de la resu-


rreccion, para que Dios los ilumine con la claridad de su
rostro, roguemos al Senor. V,'

— Por todos los que nos hemos reunido aqui en la fe y en


el amor, para que Dios nos retina tambien en su reino
glorioso, roguemos al Senor. R,

— Para que affiance al pueblo cristiano en la fe y en la uni-


216

dad y libre al mundo entero de todos los males, rogue-


mos al Senor. R.

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA


243

Si en las exequias se celebra la misa, la oracion universal concluye con


la siguiente colecta:

Dios, Padre bueno y justo,


inclinandonos humildemente ante el misterio de unos designios que no
comprendemos,
to pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y nos concedas
vivir eternamente contigo
y con el nino (la nina) N. en la felicidad de to reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la oracion universal concluye con


la siguiente formula:

Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos en-


sen6 el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Serior: Padre nuestro...

Si no se celebra la misa, se organiza la procesion hacia el cementerio.

Si se celebra la misa, sigue la Liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas


de difuntos.

En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-


funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393.
217

244 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS•


La misa prosigue como de costumbre, hasta la oration despues de la co-
Dicha esta oraci6n y omitida la bendicion y el Pueden it en paz,
se organiza la procesiOn hacia el cementerio.
5. PROCESION AL CEMENTERIO

Mientras se saca el cuerpo de la iglesia, se canta la siguiente antifona:

• • •a a , ■ •• • S 1. 1 •
I , • •
• ' ,

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 245

0 bien:

Al pa-ra- 1- so te lle- yen los ge- les

a tu lle- ga- da te re- ci- ban los nvir- tires

N pa-ra-di-sum dedfi-cant te ange- li : in tu- o


• • ■ •

2 e • •

• ra- • a

y tc in-tro- duz- can


218

en la ciu- dad san- to

ad ventu susci-pi- ant te marty-res, et perdti-cant te in

• •

I • •P
sanctam le- rfi-sa-lem.

dc Jc-ru-sa- len

O bien
Que los angeles te lleven... (n. 22, p. 573)
O bien
Despidamos todos juntos... (n. 23, p. 574)

246

EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA


247
3 En mi angustia dame al Senor, (a)

A continuacion, se organiza la procesion hacia el cementerio durante la


cual no conviene omitir nunca el canto del salmo 117 en el que se
puede it intercalando la antifona Abranme las puertas del triunfo, que
quiero entrar a dar gracias a Dios.

0 ■111.111■1011MAIN
AIMIN1001■10 AIMIMINK
/11■- Mir 1101MINIIMEW

A-bran-me las Auer- tas del triun-fo, que quie-ro en-


219

trar a dar gra-cias a Dios.

Salmo 117

Te da-mos gra-cias, Se- nor, por-que e- res bue- no

por-que to mi-se-ri-cor-dia es e-ter-na,


()

• • • • •
-.-
Dip la ca-sa de Is- ra- el:

* •
• • • • • •
Su mi-se-ri-cor- dia es e-ter-na.

2. Diga la casa de AarOn:


"Su misericordia es eterna".

el me escucho y me puso a salvo. (b) El Senor me protege, nada temo.


(a) LQue podra hacerme el enemigo? (b) No habrd quien me derrote,
(c)
porque el Senor esti conmigo. (d)
4. Mas vale refugiarse en el Senor,
que goner en los hombres la confianza; mas vale refugiarse en el Senor
que buscar con los fuertes una alianza.
5. Las naciones vecinas me cercaban:
220

las derrote en el nombre del Senor; por los cuatro costados me


asediaban: en el nombre de Dios las derrote.
6. Me rodeaban zumbando como avispas, (a)
ardiendo como fuego entre las zarzas: (b) en el nombre de Dios las
derrote. (d)
7. Querfan a empujones derribarme,
pero Dios me ayudo.
El Senor es mi fuerza y mi alegria, en el Senor esta mi salvaciOn.
8. Escuchemos el canto de victoria
que sale de la casa de los justos:
"La diestra del Senor es poderosa,
la diestra del Senor es nuestro orgullo".
9. No morire, continuare viviendo

Digan los que temen al Senor:


para contar lo que el Senor me ha hecho.
"Su misericordia es eterna".

248 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


Me castigo, me castig6 el Senor,
pero no me abandon6 a la muerte.
10. Abranme las puertas del triunfo, (a)
que quiero entrar a dar gracias a Dios. (b)
Esta es la puerta del Senor (i-4)
y por ella entraran los que le viven fieles. (b) Te doy gracias, Senor,
pues me escuchaste (c) y fuiste para mi la salvacion. (d)
11. La piedra que'desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Senor, es un milagro patente.
12. Este es el dia del triunfo del Senor, (a)
dia de jubilo y de gozo. ( )
Liberanos, Senor, y danos tu victoria. (d)
13. Bendito el que viene en nombre del Senor. (a)
Que Dios desde su templo nos bendiga. (b)
Que el Senor, nuestro Dios, nos ilumine. (d)
14. Ordenemos una procesion con ramos (a)
hasta los ingulos del altar. (L)
221

Tu eres mi Dios, y te doy gracias. (a) Tu eres mi Dios, y yo te alabo. (b)


Te damos gracias, Senor, porque eres bueno, (c) Porque tu
misericordia es eterna. (d)

Se repite el canto de la antifona Abranme las puertas del triunfo, que


quie-
ro entrar a dar gracias a Dios.

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 249

6. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

Llegada la procesion al cementerio, el cuerpo se coloca, a ser posible,


cerca de la tumba, y se procede al rito del ultimo adios. El que preside
dice, en primer lugar, la siguiente oraciOn sobre el sepulcro (si el
sepulcro esta ya bendecido, se omite el texto entre corchetes):

Oremos.
Dios nuestro, por cuya misericordia descansan las almas de los fieles,
[dignate ben decir esta sepultura yj manda a tus angeles que la
custodien y recibe, en tu bondad,
el alma de este nitro (esta !lift)
que vamos a enterrar en este sepulcro, para que goce eternamente en
tu presencia con los cantos y elegidos.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Si el sepulcro no esti bendecido, se rocia con agua bendita (y se


inciensa).

A continuacion, el que preside se dirige a los flees con las siguientes pa-
labras u otras parecidas:

Dios todopoderoso, en su inescrutable providencia, ha queri-


do llamar junto a si a este nitro (esta nina), hijo suyo (hija
suya) de adopcion por el bautismo. Nosotros vamos ahora
a enterrar su cuerpo, pero creemos firmemente que florecera
en una nueva vida, que sera eterna. Con esta esperanza firme
222

y confiando en que el (ella) esta ya junto a Dios, supliquemos

250 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


al Senor que consuele a sus [padres y] familiares, y a todos
nosotros nos ayude a vivir con el corazOn puesto en el cielo.

PARVULO BAUTIZADO FORMA TIPICA 251

I •

j
Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,

IVHII
111 11111-11

Ts. ; N a
1fte_ •

diciendo:

No temas, querido (querida) N. Cristo murio y resucitd• por


ti. El Senor, que te protegio durante tu vida tambien te libra-
rd, en el ultimo dia, de la muerte que acabas de sufrir. Por
el bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro de Cristo resuci-
tado: el agua que ahora derramaremos sobre tu cuerpo nos
lo recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo, que consagrO tu
cuerpo como templo suyo; el incienso con que lo perfumare-
mos sera simbolo de tu dignidad de templo de Dios y acre-

ius : Offe-rentes e- am
223

II II •
Net!. ra■

si- mi. p. Susci-pi- at te


I

a • —111t-11—: •
te : et in si-num Abrahae

in conspe- ctu Al- tis-

Christus, qui vo- cd-vit

■ • ■ le ■ fa% :sal

itnge- li de-dd- cant

centara en nosotros la esperanza de que este mismo cuerpo resucitara


gloriosamente como el de Jesucristo].

Despues el que preside camina alredor del ataud aspergiendolo con


agua bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfu-
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, se canta el
responsorio Subvenite u otro canto de despedida del difunto.
Responsorio
a*


h.
te. * Susci- pi- entes,
224

0 bien:

Canto de despedida

Muy delicadamente

Ubve- te Sancti De- I,

occur- ri- te Pequeflo coro

Cris- tia- no vi- ve con Cris- to

IMOJIMWA/M
/.1•11MNIIIL•11•It

• IIIMI•111•Ii•IM
111111•1•1111 Y 11111111•••• Mal•INI•• ■ ••• ■ •1•P.Sint

S■1•••M•
MI

■1111•11•MI•0
•■• •••••111■•■1•1

itnge- li Domi- ni

* Susci- pi- entes d-nimam e-

V (...1•111M1
en- tra en su
225

.■•••■ •■••//.MI•I•IF MINN


go- zo. Por su per-

252 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

ddn y su gra- cia, can- to vic- o-

ria Di- cho- so tu, ya sal-va- do en-


Todos

Festivo
tra en la vi- da No-so- tros los

que que- da- mos tes- ti- gos de la es- pe-


,

ran- za , for- man- do u- na so- la I- glc- sia


creciendo

to a-com-pa- ha- mos,tc a-corn-pa- ha-

mos to a-corn-pa- ha- mos.

0 Bien:`

Cristiano, vive con Cristo... ( p. 71)


Despues se coloca el cuerpo en elsepulcro, y el que preside glade la si-
226

guiente oracion:

PARVULO BA UTIZADO FORMA TIPICA 253

Oremos.
Te rogamos humildemente, Senor, que acojas en el paraiso
al nitro (a la nifIa) N. a quien tanto amas; que goce junto a ti en aquel
lugar,
donde ya no hay ni luto ni dolor ni llanto, sino paz y gozo, con tu Hijo y
el Espiritu Santo, por los siglos de los siglos.
R. Amen.
En este momento, uno de los familiares o amigos puede agradecer a los
presentee su participacion en las exequias.

Despues, el que preside termina la celebracion con la siguiente


formula:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

El Dios de todo consuelo,


que con amor inefable cre6 al hombre y en la resurrecciOn de su Hijo
ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar derrame sobre
ustedes su bendiciOn.
R. Amen.
— El conceda el perdon de toda culpa
a ustedes, que viven aim en este mundo,
y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.

254 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


Y a todos les conceda
vivir eternamente felices con Cristo al que proclamamos resucitado
de entre los muertos.
R. Amen.

Y la bendicion de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo y Espiritu Santo
227

descienda sobre ustedes


y los acompane siempre.
R. Amen.

Se concluye el rito con la formula acostumbrada de despedida:

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO II
RITO SIMPLIFICADO
DE LAS EXEQUIAS DE UN PARVULO
BAUTIZADO

1. RECIBIMIENTO DEL DIFUNTO


EN EL ATRIO DE LA IGLESIA

El ministro, junto a la puerta de la iglesia, saluda a los familiares del


niflo difunto con las siguientes palabas u otras parecidas:

Queridos familiares [y amigos]: Ante esta profunda pena que


los embarga a ustedes por la muerte de (este nino) (esta nina)
al que (a la que) tanto amaban, sus amigos y conocidos aqui
presentes quieren testimoniarles su amistad y solidaridad.
Tambien la Iglesia, representada por los amigos de ustedes
que estari bautizados y por mi mismo, deseamos en estos mo-
mentos de dolor confortarlos y pedir al Dios de todo consue-
lo que los ayude a ustedes a soportar con fe esta gran
tribulacion.

A continuacion, se introduce el cadaver en la iglesia y se pone ante el


al-
tar, colocando, si es posible, junto a el el cirio pascual, y una vez que
228

256 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


los familiares han llegado a su lugar, el ministro saluda a la asamblea
di-
ciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.

Luego, se dirige a los fieles reunidos en la iglesia con las siguientes


pala-
bras u otras parecidas:

Queridos hermanos: La celebraci6n que hoy nos congrega


aqui, junto a unos padres [familiares] inconsolables por la
muerte de su hijo (hija) (del pequeno; de la pequena) N., nos
sume a todos en una angustia casi indecible. Resulta realmente
dificil aunar la ninez con la muerte, el inicio de una vida que
apenas habia comenzado con este fin inesperado que estamos
contemplando. Si siempre la muerte nos desconcierta y nos
llena de interrogantes, la muerte de un nitro casi nos llena de
profunda tristeza. La fe cristiana, que ilumina siempre el amor
de los creyentes en Jesus, en esta circunstancia no llega a ahu-
yentar ni el dolor ni el desconcierto. El mismo Jesus —recor-
darlo en este momento puede aliviar nuestras lagrimas— se
conturb6 ante la muerte de su amigo Lazaro y tuvo compa-
sic% de la desolaciOn de una viuda que lloraba a su hijo.

La muerte de N. a todos nos anuncia, a su manera, una vida nueva, la


vida sin fin del reino de Dios, donde algun dia nos volveremos a
encontrar todos en medio de una alegria que jamas volvera a empanar
las lagrimas. El nitro (la nina) que hoy lloramos nos invita a todos a
creer en esa vida.

PARVULO BAUTIZADO RITO SIMPLIFICADO 257

El que preside puede encender en este momento el cirio pascual, di-


ciendo la siguiente f6rmula:
Junto al cuerpo, ahora sin vida,
229

de nuestro hermano (nuestra hemana) N., encendemos, Senor


Jesucristo, esta llama, simbolo de tu cuerpo glorioso y resucitado; que
el resplandor de esta luz
ilumine nuestras tinieblas
y alumbre nuestro camino de esperanza, hasta que lleguemos a ti,
Claridad eterna, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
R. Amen.
La asamblea puede cantar ;Oh luz gozosa! p. 576 u otro canto
apropiado.

2. MISA 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391,

Terminados los ritos iniciales (y, si se celebra la misa, omitido el acto


pe-
nitencial y el Senor, ten piedad), se dice la siguiente oracion.:

Oremos.
Dios de amor y de clemencia, que en los planes de tu sabiduria has
querido llamar a ti
desde el mismo umbral de la vida al fun° (a la 'Una) N.,

258 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


a quien hiciste hijo tuyo (hija tuya) de adopcion en el bautismo,
escucha con bondad nuestra plegaria y retinenos un dia con el (ella) en
tu gloria, donde creemos que vive ya contigo.
Por nuestro Senor Jesucristo.

O bien:
Oremos.
Senor, tti que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte del nino
(de la nina) N.,
concede a quienes acatamos con dolor tu voluntad de Het/at-WI°
(llevartela) el consuelo de creer
que vive eternamente contigo en la gloria. Por nuestro Senor Jesucristo.
230

La celebracion prosigue como de costumbre, con la Liturgia de la pa-


labra, para la que las lecturas mas apropiadas son: Is 25, 6a. 7-9 (6);
Rm 6, 3-4. 8-9 (25); 1 Ts 4, 13-14. 18 (34); Mt 11, 25-30 (50); Mc 10,
13-16 (87); Jn 6, 37-39 (88) (cfr en este mismo volumen, el Lecciona-
rio de las misas de difuntos, pp. 503-527).

Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria uni-


versal, con el siguiente formulario u otro parecido:
Plegaria universal

Pidamos al Senor, que atendiO la voz de su Hijo cuando en la cruz le


presentO sus oraciones y suplicas, que se compadez-
ca de las nuestras.

PAR VULO BAUTIZADO RITO SIMPLIFICADO 259


Para que el Senor, que lloro ante la tumba de su amigo Lazar() y se
compadecio ante las lagrimas de la viuda de Nain, que Iloraba la
muerte de su hijo tinico, se compa-
dezca tambien de los padres [y familiares] del pequeno
(de la pequena) roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Para que les de la fuerza necesaria para superar esta pe-


na, a fin de que sepan hallar en la fe consuelo y esperan-
za, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que han muerto en la esperanza de la resu-


rreccion, para que Dios los ilumine con la claridad de su
rostro, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que nos hemos reunido aqui en la fe y en


el amor, para que Dios nos retina trambien en su reino
glorioso, roguemos al Senor. R.

— Para que afiance al pueblo cristiano en la fe y en la uni-


dad, y libre al mundo entero de todos los males, rogue-
mos al Senor. R.
231

Si en las exequias se celebra la misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente colecta:

Dios, Padre bueno y justo,


inclinandonos humildemente ante el misterio de unos designios que no
comprendemos,

260 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


te pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y nos concedas
vivir eternamente contigo
y con el nifio (la nina) N. en la felicidad de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente formula:
Terminemos nuestra oracion con la pegaria que nos en-
seno el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro . . .

Si no se celebra la misa, sigue el ultimo adios al cuerpo del difunto.

Si se celebra la misa, sigue la liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las micas


de difuntos.

En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-


funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393
La misa prosigue, como de costumbre, hasta la oracion despues de la
co-
232

munion. Dicha esta oracion y omitida la bendicion y el Pueden it en paz,


se procede al rito del Ultimo adiOs al cuerpo del difunto.

PARVULO BAUTIZADO RITO SIMPLIFICADO 261

3. ULTIMO ADIOS AL CUERPO DEL DIFUNTO

El que preside, colocado cerca del atatid, se dirige a los fieles con las si-
guientes palabras u otras parecidas:

Dios todopoderoso, en su inscrutable providencia, ha queri-


do llamar junto a si a este nitro (esta nina), hijo suyo (hija
suya) de adopcion por el bautismo. Nosotros vamos ahora
a enterrar su cuerpo, pero creemos firmemmente que florece-
rd en una nueva vida, que sera eterna. Con esta esperanza fir-
me y confiando en que el (ella) esta ya junto a Dios, supli-
quemos al Senor que consuele a sus [padres y] familiares, y
a todos nosotros nos ayude a vivir con el corazOn puesto en
el cielo.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside continua,


diciendo:

No temas, querido (querida) N., Cristo murio y resucito por ti. El Senor,
que te protegiO durante su vida, tambien te li-
brard, en el ultimo dia, de la muerte que acabas de sufrir. Por el
bautismo, fuiste hecho (hecha) miembro de Cristo resuci-
tado: el agua que ahora derramaremos sobre tu cuerpo nos lo
recordard. [Dios te dio su Espiritu Santo, que consagrO su cuerpo como
templo suyo; el incienso con que lo perfumare-
mos sera simbolo de tu dignidad de templo de Dios y acre-
centera en nosotros la esperanza de que este mismo cuerpo, resucitara
gloriosamente como el de Jesucristo].

Despues, el que preside camina alrededor del atatid aspergiendolo con


agua
bendita; (luego, pone incienso, lo bendice y da una segunda vuelta
perfu-
233

-
262 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS
mando el cadaver con incienso); mientras tanto, uno de los presentes
puede recitar las siguientes invocaciones, a las que el pueblo responde:
Senor, ten piedad, o bien: Kyrie, eleison.

Invocaciones
— Que nuestro hermano (nuestra hermana)
viva eternamente en la paz junto a ti.

R. Senor, ten piedad. (0 bien: Kyrie, eleison).

Que participe contigo


de la felicidad eterna de los santos. R. Que contempie tu rostro glorioso
y tenga parte en la alegria sin fin.
Senor Jesucristo, acogelo (acOgela) junto a ti con todos los que nos han
precedido.

Despu ,lue preside anade la siguiente ()radon:


Oremos.
Te rogamos humildemente, Senor, que recibas en el paraiso
al nino (a la nina) a quien tanto amas; que goce junto a ti en aquel
lugar,
donde ya no hay ni luto ni dolor ni llanto, sino paz y gozo, con tu Hijo y
el Espiritu Santo, por los siglos de los siglos.
R. Amen.

En este momento, uno de los familiares o amigos puede agradeder a los


presentes su participaciOn en las exequias.

-
PARVULO BAUTIZADO RITO SIMPLIFICADO 263
Despues, el que preside termina la celebracion con la siguiente
f6rmula:

El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.
Que Dios, nuestro Padre,
que con amor inefable creo al hombre y en la resurrecciOn de Cristo
234

otorgo a los creyentes la esperanza de resucitar, les conceda su


bendicion y su consuelo.
R. Amen.
— Que a ustedes, que todavia viven,
les otorgue el perdon de sus pecados,
y a todos los difuntos les conceda el lugar de la luz y de la paz.
R. Amen.
Y que a todos les conceda
vivir eternamente felices con Cristo resucitado.
R. Amen.
Y la bendiciOn de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

Se co . ito con la formula habitual de despedida.

— Pueden it en paz.
R. Demos gracias a Dios.

CAPITULO III

EXEQUIAS
DE UN PARVULO NO BAUTIZADO

El Ordinario del lugar puede permitir una celebraciOn cristiana de las


exe-
quias cuando se trata de un nifio a quien sus padres querian bautizar,
pe-
ro que murk) antes del bautismo.
Esta celebraciOn es mas expresiva si se hace en la misma casa del nifio
fallecido, pues se trata de un difunto que an no fue incorporado a la
Iglesia: no obstante, puede permitirse tambien la celebraci6n en la igle-
235

sia, e incluso puede ser recomendable hacerla alli si, de lo contrario, los
padres del nifio pudieran pensar que su hijo era en cierta manera
rechaza-
do o discriminado.

EXEQUIAS DE UN PARVULO NO BAUTIZADO 265

CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS


DE UN PARVULO NO BAUTIZADO
EN LA IGLESIA

1. RECIBIMIENTO DE LOS PADRES (FAMILIARES)


DEL DIFUNTO

El ministro, junto a la puerta de la iglesia, saluda a los familiares del


nifio con las siguientes palabras u otras parecidas:

Queridos amigos: Han venido aqui para pedir que Dios les
de fuerzas ante el dolor tan grande que sienten por la perdida
de su pequeno hijo (su pequefia hija) N. Es realmente dificil
aunar el inicio de una villa que apenas habia comenzado con
este fin inesperado que estamos contemplando. Pero, aunque
no comprendamos los caminos de Dios, sabemos que el con-
tinua amandonos; pOnganse, pues, en sus manos. Que el, el
Dios de todo consuelo, los conforte en esta hora dificil; es
lo que todos sus amigos van a pedirle en esta celebraciOn.

A continuacion, se puede introducir el cadaver en la iglesia, pero no se


enciende junto a 61 el cirio pascual.

266 EXEQUIAS DE LOS PARVULOS


Una vez que los familiares llegan a sus lugares, el ministro saluda a la
asamblea, diciendo:

— El Senor este con ustedes.


R. Y con tu espiritu.
236

Luego, se dirige a los fieles reunidos en la iglesia con las siguientes


pala-
bas u otras parecidas;

Queridos hermanos: La celebraciOn que hoy nos congrega


aqui, junto a unos padres inconsolables por la muerte de su
hijo (hija), nos sume a todos en una angustia casi indecible;
por eso, debemos recurrir a la oraciOn. El pequefio (La pe-
quena) N no necesita ciertamente de nuestra plegaria, pues
esperamos que Dios, en su inmensa misericordia, lo (la) ha-
bra ya recibido en sus brazos, como recibia Jesus a los ninos
que se acercaban a el. Pero sus padres [y familiares] si necesi-
tan de nuestra plegaria. Oremos, pues, por ellos, y pidamos
al Senor que el mismo sea su fuerza en esta hora dificil.

2. MISA 0 LITURGIA DE LA PALABRA

El ORDINARIO DE LA MISA se encuentra en la p. 391

Terminados estos ritos iniciales (y, si se celebra la misa, omitido el acto


penitencial y el Senor, ten piedad), se dice la oracien colecta.

Oremos.
Recibe las suplicas de tus fieles, Senor, y conforta con la esperanza de
tu misericordia a quienes se sienten abatidos

EXEQUIAS DE UN PARVULO NO BAUTIZADO 267


por la perdida de su hijo (hija). Por nuestro Senor Jesucristo.
0biey
Oremos.
Dios nuestro, conocedor de los corazones y consuelo del espiritu,
tu conoces la fe de estos padres; dales el consuelo de creer
que el hijo (la hija), cuya muerte lloran, esta en manos de tu
misericordia.
Por nuestro Senor Jesucristo.

La celebracion prosigue, como de costumbre, con la Liturgia de la pala-


bra; se usan las lecturas del Leccionario para las exequias de un
parvulo
237

no bautizado (cfr en este mismo volumen, el Leccionario de las misas


de
difuntos, pp. 521-527)

Despues de la homilia, se hace, como de costumbre, la plegaria


universal, con el siguiente formulario u otro parecido.

Plegaria universal

Elevemos ahora nuestras suplicas al Senor, implorando los bienes de su


misericordia y de su bondad.
— Para que el Senor mitigue el dolor ,de los padres y fami-
liares que lloran la muerte de este nitro (esta nina), ro-
guemos al Senor.
R . Te rogamos, Senor.

268

EXEQUIAS DE LOS PARVULOS

EXEQUIAS DE UN PAR VULO NO BA UTIZADO 269

— Para que los ayude, a fin de que sepan hallar en la fe


consuelo y esperanza, roguemos al Senor. R
— Para que aumente la fe de los fieles y libre al mundo de
todo mal, roguemos al Senor. R.
— Para que avive en todos nosotros la esperanza de la re-
surrecciem, roguemos al Senor. R.

Si en las exequias se celebra la misa, la oraciOn universal concluye con


la siguiente colecta:

Dios nuestro, Padre bueno y justo,


inclinandonos humildemente ante el misterio
de unos designios que no comprendemos,
to pedimos que escuches nuestras plegarias,
238

ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y nos concedas
vivir eternamente contigo
y con el nino (la nina) en la felicidad de to reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

Si las exequias se celebran sin misa, la plegaria universal concluye con


la siguiente formula:

Terminemos nuestra oraciOn con la plegaria que nos en-


seno el mismo Jesucristo, pidiendo que se haga siempre la voluntad del
Senor: Padre nuestro . . .

Si no se celebra la misa, sigue el ultimo adios al cuerpo del difunto.

Si se celebra la misa, sigue la liturgia eucaristica.

Liturgia eucaristica

En el Misal Romano se encuentran diversos formularios para las misas


de difuntos.

En este Ritual se encuentra un formulario completo para la misa de di-


funtos cuando se celebra fuera de una iglesia, p. 393

La misa prosigue como de costumbre, hasta la oraciOn despues de la


co-
muni6n. Dicha esta oraciOn y omitida la bendiciOn y el Pueden it en
paz, se procede al rito del ultimo adi6s al cuerpo del difunto.

3. ULTIMO AD15s AL CUERPO DEL DIFUNTO

El que preside, colocado cerca del atatid, se dirige a los presentee con
las siguientes palabras u otras parecidas:
239

Hermanos: Confiados en que este nino (nina) esta en las ma-


nos de Dios, que ama infinitamente todo cuanto el mismo ha creado, en
este momento, en que el cuerpo de este pequeno (esta pequena) va a
ser ilevado al sepulcro, pidamos a Dios que conceda a sus padres [y
familiaresj la fortaleza necesaria para sobrellevar cristianamente su
dolor.

Todos oran unos momentos en silencio. A continuaciOn, (omitida la as-


persion del cuerpo), se anade la siguiente oraci6n:

270 EXEQUIAS DE LOS PAR VULOS

Te pedimos, Senor,
que santa Maria, Madre de Dios,
que estuvo al pie de la cruz del Hijo que moria, comunique su fe y su
fortaleza
a estos padres que estan como ella, afligidos, los socorra y les conceda
el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

Despues ql que preside termina la celebracion bendiciendo al pueblo


con la bendicidn habitual.

— El Senor este con ustedes.


R. Y con to espiritu.

— La bendicion de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo + y Espiritu Santo
descienda sobre ustedes.
R. Amen.

LIBRO VIII

EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES


240

ESQUEMA DEL LIBRO

I. En las exequias de un obispo


(residencial o emerito) 273

II. En las exequias de un obispo que no fue


el pastor propio 277

III. En las exequias del parroco


(residencial o emerito) 280

IV. En las exequias de un presbitero 283

V. En las exequias de un diacono 286

VI. En las exequias de un religioso laico 289

VII. En las exequias de una religiosa 291

CAPITULO I
EN LAS EXEQUIAS
DEL OBISPO DIOCESANO
(RESIDENCIAL 0 EMERITO)

Todo se hace como en las exequias de los demas fieles, pero adaptando
oportunamente las moniciones, afiadiendo la palabra Obispo en las
ora-
ciones que lo requieran y teniendo presentes las variaciones
siguientes:

1. ESTACION EN LA CASA EPISCOPAL


0 EN LA CAPILLA ARDIENTE
241

Si las exequias empiezan en la casa episcopal o en la capilla ardiente,


para esta primera estaciOn puede usarse la siguiente oracion propia,
en lugar de la que figura en el Ritual:

Oremos.
Dios nuestro,
que prometiste recompensar al siervo fiel y solicito puesto al frente de
tu familia,
escucha nuestras suplicas
y abre las puertas de tu reino a nuestro obispo N., que acaba de salir de
este mundo:
que lo reciban los angeles y los santos y goce eternamente en tu
comparifa,

274 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES


rodeado de aquellos a quienes el cuidO y lo precedieron en las moradas
eternas. Por Jesucristo, nuestro Serior.
R. Amen.

Al llegar la procesion a la iglesia, se coloca el cadaver del obispo con


la cabeza hacia el altar y los pies hacia la puerta; luego, se enciende
el cirio pascual con el mismo rito que se usa para los demds fieles. A
continuacidn, pueden colocarse sobre el feretro la casulla, la mitra, el
baculo pastoral y el evangeliario, mientras el celebrante dice las Mir-
mulas siguientes:

Mientras se coloca la casulla y la mitra:

Mira, Senor, con misericordia, a tu siervo N., nuestro obispo,


que, mientras nos presidia (presidia esta comunidad) en tu nombre,
llevaba esta vestidura y este ornamento de fiesta; y concedele que
ahora,
revestido de gloria en tu presencia,
to celebre con tus santos eternamente.

Mientras se coloca su bdculo pastoral:


242

Que nuestro obispo (el obispo de esta Iglesia), que, al cuidar de la grey
del Senor,
llevaba este baculo, signo de pastor,
sea reconocido ahora por Cristo, el supremo Pastor, y reciba de el el
premio de sus trabajos pastorales y la corona perenne de la gloria.

PARA EL OBISPO DIOCESANO 275

Mientras se coloca el evangeliario:

Que nuestro obispo (el obispo de esta Iglesia), que consagr6 su vida
a anunciar el Evangelio de Cristo, goce ahora contemplando, cara a
cara, aquella misma verdad
que, ya cuando vivia en este mundo,
vislumbrO en la palabra de Dios y predic6 a sus hermanos.

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente (gni& colecta:

Oremos.
Dios nuestro, que pusiste al frente de esta familia tuya
a nuestro hermano N.,
para que, representando a Jesucristo,
presidiera la asamblea de tu pueblo,
y prometiste recompensar al siervo fiel y solicito, escucha nuestras
plegarias
y haz que el que fue pastor de nuestra (esa) Iglesia pase ahora al
banquete festivo de su Serior.
Por nuestro Senor Jesucristo.

276

0 bien:
243

Oremos.

EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES

CAPITULO II

Te pedimos, Dios todopoderoso, por tu siervo N.,

nuestro obispo (el obispo de esta Iglesia),


a quien encomendaste el cuidado de tu familia; to que conoces el fruto
de su trabajo pastoral, admitelo en el banquete eterno de tu reino. Por
nuestro Senor Jesucristo.

EN LAS EXEQUIAS DE UN OBISPO


QUE NO FUE EL PASTOR PROPIO

Todo se hace como en las exequias de los fieles, pero adaptando


oportu-
namente las moniciones, anadiendo la palabra Obispo en las oraciones
que lo requieran y teniendo presente las variaciones siguientes:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran segim la forma tipica (o por lo menos, con


dos
estaciones), en la primera estaciOn (en la casa o en la capilla ardiente)
puede
usarse la siguiente °radon propia, en lugar de la que figura en el Ritual:

Oremos.
Escucha, Senor, con piedad, las plegarias que to dirigimos por tu siervo
el obispo N
a quien encomendaste la misi6n de apacentar a tus fieles;
y haz que quien representO a tu Hijo en la asamblea de tu pueblo
sea ahora reconocido por el Pastor supremo y se alegre eternamente
en la asamblea de los santos. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.
244

278 EXEQUIAS EN CA SOS ESPECIALES

2. ESTACION EN LA IGLESIA

En la iglesia, el cadaver del obispo se coloca con la cabeza hacia el altar


y los pies hacia la puerta; luego, se enciende el cirio pascual con el
mismo rito que se usa para los demas fieles. A continuaci6n, pueden
colocarse sobre el atadd, la casulla, la mitra, el.baculo y el evangeliario,
mientras el celebrante dice las fOrmulas siguientes:

Mientras se coloca la casulla y la mitra:

Mira, Senor, con misericordia, a tu siervo N., que, mientras presidia en


tu nombre
la asamblea de los fieles,
llevaba esta vestidura y este ornamento de fiesta; y concedele que
ahora,
revestido de gloria en tu presencia,
te celebre con tus santos eternamente.

Mientras se coloca el baculo:

Que este siervo tuyo, el obispo N.,


que, al presidir la grey de Jesucristo,
llevaba este baculo, signo de pastor,
sea reconocido ahora por Cristo, el supremo Pastor, y reciba de el el
premio de sus trabajos
y la corona perenne de la gloria.

PARA UN OBISPO 279


Mientras se coloca el evangeliario:

Que tu siervo, Senor, el obispo N.,


que tuvo en este mundo la misiOn
de anunciar el Evangelio de Cristo,
245

goce ahora contemplando, cara a cara, aquella misma verdad


que, ya cuando vivia en este mundo, vislumbro en la palabra de Dios
y predico a sus hermanos.

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente oraciOn colecta:

Oremos.
Dios nuestro, que, al conceder a tu siervo N. el ministerio episcopal,
quisiste contarlo
entre los sucesores de los apOstoles,
te pedimos que ahora se alegre tambien con ellos en la asamblea
festiva de tu reino.
Por nuestro Senor Jesucristo.

CAPITULO III

EN LAS EXEQUIAS DEL PARROCO


(RESIDENCIAL 0 EMERITO)
Todo se hace como en las exequias de los demas fieles, pero adaptando
oportunamente las moniciones, anadiendo la palabra Presbitero en las
ora-
ciones que lo requieran y teniendo presente las variaciones siguientes:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran segtin la forma tipica (o, por lo menos con
dos
estaciones), en la primera estaciOn (en la casa o en la capilla ardiente)
puede
usarse la siguiente °radon propia, en lugar de la que figura en el Ritual:
246

Oremos.
Escucha, Senor, con piedad, las plegarias que te dirigimos por tu siervo,
el presbitero N., a quien encomendaste la mision
de apacentar esta comunidad,
y haz que quien representO, entre nosotros, a tu Hijo,
sea ahora reconocido por el Pastor supremo y se alegre eternamente
entre aquellos
a quienes el cuido
y lo precedieron ya en las moradas eternas. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.

PARA EL PARROCO 281

2. ESTACI6N EN LA IGLESIA

En la iglesia, el cadaver del parroco se coloca con la cabeza hacia el


altar y los pies hacia la puerta; luego, se enciende el cirio pascual con el
mismo rito que se usa para los demds fieles. A continuaciOn, pueden
colocarse sabre el atatid la casulla, la estola y el evangeliario, mientras
el celebrante dice las f6rmulas siguientes:

Mientras se coloca la estola y la casulla:

Mira, Senor, con misericordia, a tu siervo N., que, mientras presidia, en


tu nombre
la asamblea de los fieles,
llevaba estas vestiduras de fiesta; y concedele que ahora,
revestido de gloria en tu presencia,
te celebre con tus santos eternamente.

Mientras se coloca el evangeliario:

Que nuestro parroco, Senor, el presbitero N.,


que tuvo en este mundo la 'nisi&
de anunciarnos el Evangelio de Cristo, goce ahora contemplando, cara a
cara, aquella misma verdad
que, ya cuando vivia en este mundo, vislumbro en la palabra de Dios
247

y nos predico con celo.

282 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente °radon colecta:

Oremos.
Dios nuestro, que pusiste al frente de esta familia tuya
a nuestro hermano N., presbitero,
para que, representando a Jesucristo,
presidiera esta comunidad parroquial,
y prometiste recompensar al siervo fiel y solicito, escucha nuestras
plegarias
y haz que el que fue nuestro pastor en este mundo pase ahora al
banquete festivo de su Senor.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
Te pedimos, Senor,
que tu siervo N., presbitero,
a quien durante su vida encomendaste
ejercer el ministerio sagrado entre nosotros, llegue ahora a gozar
eternamente de tu gloria entre aquellos a quienes el cuido en este
mundo y lo precedieron ya en tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Senor.

CAPITULO IV
248

EN LAS EXEQUIAS DE UN PRESBITERO

Todo se hace como en las exequias de los demas fieles, pero adaptando
oportunamente las moniciones, ahadiendo la palabra Presbitero en las
ora-
ciones que lo requieran y teniendo presente las variaciones siguientes:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran segtin la forma tipica (o por lo memos, con


dos estaciones), en la primera estacion (en la casa o en la capilla
ardiente)
puede usarse la siguiente oraciOn propia, en Lugar de la que figura en
el
Ritual:

Oremos.
Escucha, Senor, con piedad, las plegarias que to dirigimos por tu siervo,
el presbitero N., a quien encomendaste la mis6n
de apacentar a tus fieles,
y haz que quien represento a tu Hijo
en la asamblea de tu pueblo
sea ahora reconocido por el Pastor supremo y se alegre eternamente
en la asamblea de los santos. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

284 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES


En la iglesia, el cadaver del presbitero se coloca con la cabeza hacia el
altar y los pies hacia la puerta; luego, se enciende el cirio pascual con el
mismo rito que se usa para los demos fieles. A continuaci6n, pueden
co-
locarse sobre el atatid la casulla, la estola y el evangeliario, mientras el
celebrante dice las formulas siguientes:

Mientras se coloca la estola y la casulla:


249

Mira, Senor, con misericordia, a tu siervo N., que, mientras presidia en


tu nombre
la asamblea de los fieles,
llevaba estas vestiduras de fiesta; y concedele que ahora,
revestido de gloria en tu presencia
to celebre con tus santos eternamente.

Mientras se coloca el evangeliario:

Que el presbitero N.,


que tuvo en este mundo la misidin
de anunciar el Evangelio de Cristo,
goce ahora contemplando, cara a cara, aquella misma verdad
que, ya cuando vivia en este mundo
vislumbrO en la palabra de Dios y predico con celo.

PARA UN PRESBITERO 285

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente oracion colecta:

Oremos.
Dios nuestro, pastor inmortal de los hombres, concede a tu siervo N.,
presbitero,
que pueda gozar eternamente en el cielo de la gracia y del perclOn
que el administrO en la tierra.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien:

Oremos.
Te pedimos, Senor,
que tu siervo N., presbitero,
250

a quien durante su vida encomendaste


ejercer el ministerio sagrado en bien de tu Iglesia, llegue ahora a gozar
eternamente de tu gloria en la asamblea festiva de tu reino.
Por nuestro Senor Jesucristo.

CAPITULO V

EN LAS EXEQUIAS DE UN DIACONO

Todo se hate como en las exequias de los demds fieles, pero adaptando
oportunamente las monitions, afiadiendo la palabra Didcono en las
ora-
ciones que lo requieran y teniendo presente las variations siguientes:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran segun la forma tipica (o, por lo menos con
dos
estaciones), en la primera estacion (en la casa o en la capilla ardiente)
puede
usarse la siguiente oration propia, en lugar de la que figura en el Ritual

Oremos.
Te pedimos, Dios misericordioso, por tu siervo el diacono N.,
a quien confiaste en la tierra el servicio de tu Iglesia;
concedele ahora
participar tambien de la felicidad de tu reino. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.

PARA UN DIACONO 287


251

2. ESTACION EN LA IGLESIA

En la iglesia, el cadaver del diacono se coloca con la cabeza hacia el


altar y los pies hacia la puerta; luego, se enciende el cirio pascual con el
mismo rito que se usa para los fieles. A continuation, puede colocarse
sobre el atand la dalmatica, la estola y el evangeliario, mientras el
celebrante dice las formulas siguientes:

Mira, Senor, con misericordia, a tu siervo N., que, mientras servia en tu


Iglesia,
llevaba estas vestiduras de fiesta; concedele que ahora,
revestido de gloria en tu presencia,
to celebre con tus santos eternamente.

Mientras se coloca el evangeliario:

Que el diacono N.,


que tuvo en este mundo la mision
de proclamar el Evangelio de Cristo,
goce ahora contemplando, cara a cara, aquella misma verdad
que, cuando vivia en este mundo,
anunciO solemnemente a sus hermanos.

288 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente oracion colecta:

Oremos.
Recibe, Senor, en el reino celestial a nuestro hermano N. ,
252

a quien, en este mundo,


consagraste para el servicio diaconal y ahora acabas de llamar a tu
presencia, to que prometiste
que quien siguiera a tu Hijo y lo sirviera estaria con el en su reino,
haz que reciba ahora, en la gloria de Cristo, el premio prometido.
Por nuestro Senor Jesucristo.

0 bien

Oremos.
Te pedimos, Senor,
que tu siervo N., diacono,
a quien durante su vida encomendaste
ejercer el ministerio sagrado en bien de tu Iglesia, llegue ahora a gozar
eternamente de tu gloria en la asamblea de tu reino.
Por nuestro Senor Jesucristo.

CAPITULO VI

EN LAS EXEQUIAS
DE UN RELIGIOSO LAICO

Todo se hace como en las exequias de los demas fieles, pero se pueden
cambiar las siguientes oraciones:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran seglin la forma tipica (o, por lo menos, con
dos estaciones), en la primera estaci6n (en la casa o en la capilla
ardiente)
puede usarse la siguiente °racier' propia, en lugar de la que figura en el
Ritual:

Oremos.
Senor Jesucristo,
253

que quisiste que nuestro hermano N. fuera, en medio de tu pueblo,


signo y levadura del reino que ha de venir, recuerda su ardiente deseo
de servirte con todo su corazOn
y colocalo ahora entre los servidores fieles
que esperaron velando la llegada de su Senor.
Tti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

290 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES


3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente oracion colecta:


Oremos.
Senor, to que diste a nuestro hermano N. la vocaciOn de imitar en este
mundo,
la vida obediente, casta y pobre de Cristo,
no recuerdes sus infidelidades ni sus faltas,
sino ten solo presente la confianza que tuvo en ti y sus generosos
propositos
de entregarse a tu servicio;
y concedele, por encima de sus merecimientos, aquel premio que
prometiste
a quienes to dejaran todo
para seguir a tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo.

0 bien:
Oremos.
Te pedimos, Dios todopoderoso, por tu hijo N.,
que, en su entrega total a Jesucristo, siguiO la senda del amor perfecto,
haz que pueda ahora contemplar, lleno de gozo, la manifestaciOn de tu
gloria
y disfrutar,
junto a sus hermanos que to precedieron, de la eterna felicidad de tu
reino.
Por nuestro Senor Jesucristo.

CAPITULO VII
254

EN LAS EXEQUIAS DE UNA RELIGIOSA

Todo se hace como en las exequias de los demas fieles, pero se pueden
cambiar las siguientes oraciones:

1. ESTACION EN LA CAPILLA ARDIENTE

Si las exequias se celebran segtin la forma tipica (o, por lo menos, con
dos estaciones), en la primera estacion en la casa o en la capilla
ardiente
puede usarse la siguiente oraciOn propia, en lugar de la que figura en el
Ritual.

Oremos.
Te pedimos, Dios todopoderoso, por tu hija N.,
que, en su entrega total a Jesucristo, siguido la senda del amor perfecto;
haz que pueda ahora contemplar, llena de gozo, la manifestaciOn de tu
gloria
y disfrutar,
junto a sus hermanas que la precedieron, de la eterna felicidad de tu
reino.
Por Jesucristo, nuestro Senor.

R. Amen.

292 EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES

3. MISA EXEQUIAL

Se dice la siguiente oracion colecta:

Oremos.
Senor Jesucristo, Esposo de la Iglesia, que concediste a nuestra
hermana N. mientras vivia en este mundo,
255

el don precioso de consagrarte su virginidad, escucha nuestras suplicas


y concede a tu sierva,
que, obediente a tu voz, ha dejado este mundo, gozar en el festin de tus
bodas eternas.
TA que vives y reinas.

0 bien:

Oremos.
Mira, Senor, con ojos de misericordia, a tu sierva N.,
que acaba de salir de este mundo; y, pues tuvo el ardiente deseo
de servirte con todo su corazOn
colOcala ahora en el coro de las virgenes prudentes que esperaron tu
llegada
con las lamparas encendidas. Tu que vives y reinas.

LIBRO IX

CELEBRACIONES
NO EXEQUIALES
POR LOS DIFUNTOS

ESQUEMA DEL LIBRO

I. Traslado de un difunto a su sepultura definitiva 295


II. Conmemoracion de uno o varios difuntos
en determinadas circunstancias 297

CAPITULO I
TRASLADO DE UN DIFUNTO A SU SEPULTURA DEFINITIVA

El traslado del cuerpo de un difunto a su sepultura definitiva puede


tener tres modalidades distintas: a) traslado del cadaver directamente
256

al cementerio; b) conduccian previa a la iglesia antes de la sepultura


definitiva y celebraci6n en la misma de la misa ante el cuerpo; c)
entierro definitivo, en casos especiales, del cuerpo en la misma iglesia.
Cuando el cadaver se lleva directamente al cementerio, es
recomendable bendecir el sepulcro —sobre todo si se trata de un
sepulcro nuevo— y hacer, junto al mismo, unas breves plegarias,
adaptando para ello las preces que figuran en el Apendice IV (pp. 410-
416)

Cuando el cadaver, antes de su sepultura definitiva, se lleva


previamente a la iglesia, en la misma se puede celebrar la misa en
presencia del cuerpo, a no ser que se trate del Triduo pascual, de un
domingo, de uno de los dias de Semana santa, del dia de la
Conmemoraci6n de todos los fieles difuntos, del miercoles de Ceniza o
de una solemnidad o fiesta. En este caso, el celebrante puede recibir los
restos en el atrio y, mientras se canta el canto de entrada de la misa,
conducirlos hasta delante del altar. Terminada la misa —omitido tanto
la bendiciOn como el rito del Ultimo adios—, puede acompanar los
restos hasta el atrio y despedir alli a la asamblea. En el cementerio, es
oportuno recitar las preces que figuran en el Apendice IV (pp. 410-
416), debidamente adaptadas.

296 CELEBRACIONES NO EXEQUIALES


Cuando, en casos especiales, esta autorizada la sepultura definitiva
del cadaver en el recinto de la iglesia, antes de la sepultura, conviene
cele-
brar la misa, a no ser que se trate de uno de los dias excluidos en el
parra-
fo anterior. El celebrante puede recibir los restos en el atrio de la
iglesia
y, mientras se canta el canto de entrada, conducirlos hasta delante del
altar. Dicha la °radon despues de la comunidn y omitida tanto la bendi-
ciOn como el rito del tiltimos adiOs, se acompahan los restos hasta
delan-
te de la sepultura, mientras se canta la antifona Se alegraran para el Se-
fior los huesos quebrantados (p.551)1 con el salmo 41 (p. 310) u otro
can-
257

to apropiado. Antes de enterrar el cuerpo, se bendice el sepulcro y se


reci-
tan las preces que figuran en el Apendice IV (pp. ,1 r ),
debidamente
adaptadas. Luego, se despide a la asamblea con una de las formulas que
figuran en el rito de exequias (veanse los diversos formularios de los
Li-
bros II y III).

CAPITULO II

CONMEMORACION
DE UNO 0 VARIOS DIFUNTOS
EN DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS

Cuando se dan especiales circunstancias, como puede ser la celebra-


cian en las parroquias u otras comunidades de la muerte del Papa o del
obispo propio, el aniversario de un difunto, la celebracion anual de los
difuntos de la propia comunidad u otros casos parecidos, la celebracion
de la Eucaristia puede terminar con el rito propio que se describe a
conti-
nuaciOn.
Este mismo rito puede usarse en el dia de la ConmemoraciOn de to-
dos los fieles difuntos, sobre todo en aquellas iglesias en las que hay se-
pulturas, en cuyo caso es recomendable que se organice una procesion
al Lugar de los sepulcros o que el celebrante asperja (e inciense) los
mis-
mos, mientras la asamblea entona un canto apropiado.
En las catedrales, monasterios y otras iglesias en las que, junto a
la iglesia, esta situado un claustro con sepulcros, tambien se puede usar
este rito, sobre todo el dia de la Conmemoracion de todos los fieles di-
funtos. En este caso, inciada la celebracion en la iglesia, puede
organizar-
se una procesion al claustro, durante la cual el celebrante puede
asperger
(e incensar) los sepulcros, terminando en este caso, la celebracion
junto
258

a los sepulcros.

En los monasterios que conservan el cementerio propio, puede usarse


tambien este rito para acompanar la procesiOn hasta el cementerio con
motivo de la visita al mismo, tanto en el dia de la Conmemoracion de
todos los fieles difuntos como en los dias que siguen al entierro de un
miem-
bro de la comunidad o en el aniversario de su muerte.

298 CELEBRACIONES NO EXEQUIALES

PRECES PARA DESPUES DE LA MISA

Dicha la oration despues de la comunion y omitida la bendici6n y el


Pue-
den ir en paz, el celebrante puede introducir a los fieles en el sentido de
esta conmemoraci6n con las siguientes palabras u otras semejantes
(las
frases entre corchetes se omiten si no hay sepulcros o se adaptan
segtin
los casos):

Recordemos ahora a nuestros hermanos (nuestro hermano N., nuestra


hermana N.), que murieron (muriO) en la paz de Cristo y confiemoslos
(confiemoslo; confiemosla), con fe y esperanza, al amor de Dios Padre.

Por el bautismo [cuya memoria recordaremos al aspergir sus


(su) sepulcros (sepulcro)], fueron (fue) incorporados (incor-
porado; incorporada) a la Iglesia, la familia de Cristo, y, uni-
dos (undo; unida) a nuestra comunidad (a la comunidad ecle-
sial), participaron (participo) asiduamente [con nosotros] en la mesa
del Senor.

Pidamos, pues, ahora a Dios que los (lo; la) alegre tambien en el
banquete de su reino y que puedan (pueda) gozar con los santos y
elegidos de los premios eternos.
259

A continuation, todos oran unos momentos en silencio. Despues, si ha


de haber procesi6n, se entona la antifona Se alegraran para el Senor los
huesos quebrantados ( p. 551) con el salmo 41( p. 310) u otro canto
apro-
piado. Si todo el rito se desarrolla en el mismo presbiterio, puede
cantar-
se el responsorio Tti que resucitaste a Lazar° del sepulcro (p.338) u
otro responsorio o canto apropiado.

CONMEMORACION EN DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS 299


Si en la iglesia (o en el claustro) hay sepulcros o si se debe ir al
cemente-
rio, durante la procesi6n, el celebrante asperge (e inciensa) las
sepulturas. La procesi6n y la aspersion de los sepulcros, con todo, se
omiten cuanto se trata de la conmemoracion de un solo difunto cuyo
sepulcro no esta ubicado en el sugar de la celebraci6n (por ejemplo, en
el caso de la cele-
braci6n por el Papa o por el Obispo en las parroquias).

Terminado el canto y retornado el celebrante a la sede, si ha circulado


por la iglesia aspergiendo las sepulturas (o en el mismo cementerio o
claus-
tro, junto a los sepulcros, si ha habido procesi6n), anade:

Si hay sepulcros.

Oremos.
Padre santo,
aunque tu justicia condeno al hombre por su desobediencia,
tu amor, con todo,
le mostro un camino de conversion
y tu palabra le prometio que, en el ultimo dia, la vida triunfaria sobre la
muerte;
llenos, pues, de esperanza
y recordando el sepulcro que diste
a nuestro padre Abraham en la tierra prometida y el que Jose de
Arimatea prepar6
para que descansara en el el cuerpo de tu Hijo, to pedimos que
concedas la resurrection gloriosa a los cuerpos
260

de nuestros hermanos (nuestras hermanas)


que, en estos sepulcros, esperan la venida de tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R . Amen.

300
0 bien
Oremos.
Senor Jesucristo,

CELEBRACIONES NO EXEQUIALES

CONMEMORACION EN DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS 301

0 bien, cuando se trata de monjes o religiosos (monjas o religiosas):

Te pedimos, Dios todopoderoso,

que al descansar tres dias en el sepulcro santificaste la tumba de los


que creen en ti, de tal forma que la sepultura
no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurreccion,
concede a nuestros hermanos (nuestras hermanas) descansar en la paz
de estos sepulcros
hasta el dia en que
que eres la Resurreccion y la Vida, los (las) resucites y los (las)
ilumines
con la contemplacidon de tu rostro glorioso.
Til que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R . Amen.

Si no 0 pulcros:
Oremos.
Autor de la vida y Senor de la muerte,
acuerdate de nuestros hermanos (nuestras hermanas), familiares y
bienhechores que, confiando en ti,
han ido a su descanso eterno;
261

y, ya que este primer mundo acabo para ellos (ellas), alegralos


(alegralas) ahora en tu paraiso,
donde no hay llanto ni luto ni dolor,
sino paz y alegria con tu Hijo y el Espiritu Santo por los siglos de los
siglos.
R . Amen.

por nuestros hermanos (nuestras hermanas), que, en su entrega total a


Jesucristo,
te sirvieron
en nuestro monasterio (comunidad, congregacion); haz que ahora
puedan contemplarte,
llenos (llenas) de gozo,
y disfruten, junto a sus hermanos (hermanas) que ya han dejado
tambien este mundo,
de la felicidad eterna de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

Despues, el que preside termina la celebraciOn con una de las


siguientes formulas:
— El Senor este con ustedes. R . Y con tu espiritu.

— El Dios de todo consuelo,


que con amor inefable credo al hombre
y, en la resurreccion de su Hijo,
ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar, derrame sobre
ustedes su bendicidon.
R . Amen.

302 CELEBRACIONES NO EXEQUIALES


El conceda el perdem de toda culpa a los que vivimos min en este
mundo, y otorgue a los que han muerto
el lugar de la luz y de la paz. R . Amen.

Y a todos nos conceda


vivir eternamente felices con Cristo,
al que proclamamos resucitado de entre los muertos. R . Amen.
262

— Y la bendicion de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo 4- y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompane siempre. R . Amen.

0 bier:

— Senor, + dales el descanso eterno.

R . Y brille sobre ellos (ellas) la luz eterna.

— Descansen en paz.

R . Amen.

— Sus almas y las almas de todos los fieles difuntos,


por la misericordia de Dios,
descansen en paz. R . Amen.

CONMEMORACION EN DETERMINADAS CIRCUNSTANCIAS 303

Se concluye el rito con la formula habitual de despedida.


Pueden it en paz.
R . Demos gracias a Dios.

APENDICES

ESQUEMA DE LOS APENDICES

I. Textos diversos 307

1. Salmos 308
2. Responsorios 337
3. Oraciones 339
4. Plegarias universales 347
5. Palabras introductorias y de despedida 369

II. Ordinario de la misa 391


263

III. Bendicion del agua 409

IV. Preces en el cementerio


y bendiciOn del sepulcro 410

V. Esquema de lecturas 417

VI. Leccionario 444

VII. Homilias exequiales 528

VIII. Cantos 545

APENDICE I

TEXTOS DIVERSOS

Con el fin de enriquecer la celebraciOn de las exequias, se transcriben


aqui diversos textos que pueden utilizarse libremente en diversos
momentos de la celebracion exequial.

ESQUEMA DEL APENDICE I

1. Salmos 308

2. Responsorios 337

3. Oraciones 339

4. Plegarias universales 347

5. Palabras introductorias y de despedida 369


264

308 TEXTOS DIVERSOS

SALMOS Y RESPUESTAS

Salmo 24

R. Contempla, Senor, mi miseria y mis trabajos


y perdona todas mis ofensas.

A ti, Senor, levanto mi alma;


mi Dios, en ti confio;
que no quede frustrada mi confianza ni se burlen de mi mis enemigos;
asi, cuantos en ti viven confiados no serail confundidos,
y quedaran decepcionados
cuantos a Dios traicionan por los idolos. R. Muestrame tus caminos
e instrUyeme, Senor, en tus senderos; haz que camine con lealtad
y enseriame a cumplir tus mandamientos, pues eres to mi Dios y
Salvador
y en ti continuamente espero. R.

SALMOS Y RESPUESTAS 309


Acuerdate, Senor, que son eternos
tu amor y tu ternura,
y olvida para siempre mis pecados y juveniles culpas.
Sehor, acuerdate de mi
con ese mismo amor y esa ternura. R. Porque el Sehor es recto y
bondadoso,
muestra a los pecadores el camino,
hace andar rectamente a los humildes
y descubre su senda a los sencillos. R. El Senor es leal y bondadoso
con quien guarda su alianza y sus mandatos. Por tu nombre, Serior,
265

perdoname mis multiples pecados. R. Ayudard el Senor a quien lo teme


a escoger su camino;
sera feliz, y poseeran la tierra
sus hijos y los hijos de sus hijos. R.
El Senor se descubre a quien lo teme
y le enseha el sentido de su ,alianza;
puestos en el Senor tengo los ojos
pues el libra mis pies de toda trampa. R. Senor, mirame solo y afligido
y ten piedad de mi;
alivia mi angustiado corazOn
y haz que lleguen mis penas a su fin. R.

310

R.

TEXTOS DIVERse
Contempla mi miseria y mis trabajos
y perdOname todas mis ofensas;
fijate cuantos son mis enemigos
y con que odio me odian y detestan. R.
266

Protegeme, Senor, mi vida salva,


que jamas quede yo decepcionado
de haberte entregado mi confianza;
la rectitud e inocencia me defiendan,
pues en ti tengo puesta mi esperanza. R. Senor, libra a Israel
de todas las angustias que lo embargan. R.

Salmo 41

Entrare en el tabernaculo admirable, hasta la presencia del Sefton


Como el venado busca
el agua de los rios,
asi, cansada, mi alma,
te busca a ti, Dios mio. R.
Del Dios que da la vida
esta mi ser sediento
LCuando sera posible
ver de nuevo tu templo? R. Las lagrimas han sido
mi pan, de dia y noche, cuando todos decian
"LDOnde esta tu Dios? LDonde?" R.

SALMOS Y RESPUESTAS
311
Yo recuerdo —of mi alma
cOmo lo echa de menos!—,
cuando iba hasta tu casa, mi Dios, hasta tu templo entre vivas y cantos
y el jubilo del pueblo. R. LQue te abate, alma mia?
LQue congoja te aflige? Pon tu confianza en Dios, que aun podras
decirle:
"Eres la salvacion,
mi Dios, de esta alma triste". R.
Cuando el alma se angustia,
yo te recuerdo, Sion,
desde la abrupta tierra
del Jordan y el HebrOn. R. Como caen, sucesivas,
las olas del ocean°,
tus torrentes y oleajes
sobre mi se han volcado. R. Mandeme Dios su amor
en las horas del dia,
267

y alabare en la noche
al Dios que me da vida. R. Yo le dire: "Senor,
Lpor que de mi te olvidas?
LPor que debo andar triste
cuando el rival me hostiga? R.

312 TEXTOS DIVERSOS


Cuando tuve quebrantos,
con acento burl&
decian mis enemigos:
LDonde quedO tu Dios? R. iQue te abate alma mia?
LQue congoja te aflige? Pon tu confianza en Dios, que aun podras
decirle:
"Eres la salvaciem
mi Dios, de un alma triste". R.

Salmo 50

R. Dale, Senor, el descanso eterno,


y brille para el (ella) la luz perpetua.

R. El alma que has sacado del cuerpo, Seftor,


se alegre con tus santos en la gloria.
0 Ili(
R. Se alegran para el Seilor los huesos quebrantados.

Senor, apiadate de ml,


por tu misericordia inmensa,
y por tu compasion sin limites olvida mis ofensas;
lavame mas y mas de mis delitos
y borra de mi culpa toda huella. R.

SALMOS Y RESPUESTAS
Pues mi maldad conozco,
cargo siempre mi culpa en la conciencia. A ti, Senor, a ti fue al que
ofendi,
al cometer el mal, que to detestas. R. Es justa tu sentencia
268

y eres justo, Senor, al castigarme. Naci en la iniquidad


y pecador me concibio mi madre. R. La rectitud de corazem te agrada
y me vas enseftando internamente.
Lavame tit, Senor, y purificame,
y quedare mas Blanco que la nieve. R. Haz que sienta otra vez jtibilo y
gozo
y se alegren mis huesos quebrantados. Aleja de tu vista mis maldades
y olvidate de todos mis pecados. R. Dame, Senor, un corazon sincero
y un espiritu firme.
No me arrojes, Senor, lejos de ti
ni tu espiritu santo me retires. R.
De tu perdem el jubilo devuelveme
y un generoso espiritu disponme;
enseftare tus sendas a los malos
y volveran a ti los pecadores. R.
Librame de la sangre,
mi Dios y Salvador; y tu justicia
proclamard mi lengua, jubilosa;

313

314 TEXTOS DIVERSOS


abre, Senor, mis labios
y tu alabanza cantard mi boca. R. No te gustan, Senor, los sacrificios;
si ofrezco un holocausto, no to aceptas;. un corazon contrito te
presento
y un corazon asi, nunca desprecias. R. Senor, apiadate de Sion
y edifica de nuevo sus baluartes. Entonces volveran a complacerte
sacrificios rituales,
y ofrendas y holocaustos de novillos
en tu altar volveran a presentarse. R.

Salmo 92

R. Me hiciste de tierra, me vestiste de came.


Resucitame en el ultimo dia, Senor y Redentor mio.
269

Reina el Senor, vestido de grandeza


y de poder cenido;
de modo que no pueda tambalearse, el orbe ha establecido. R.
Tu trono esta afianzado desde siempre,
y siempre has existido. R.
Alzan, Senor, su voz
estruendosa los rios
y elevan su fragor. R.

SALMOS Y RESPUESTAS 315


Pero mas poderoso que su estruendo,
mas potente que el mar y sus oleajes,
el Senor en el cielo. R.
Muy dignas de confianza son tus leyes,
la santidad, Senor, orna tu casa
desde siempre y por siempre. R.

Salmo 114

R. Oi una voz del cielo que decia:


"Dichosos los que mueren en el Senor".

Amo al Senor porque escucha


el clamor de mi plegaria,
porque me presto atencion
cuando mi voz to llamaba. R.
Redes de angustia y de muerte
me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogue al Senor
que la vida me salvara. R.
El Senor es bueno y justo,
nuestro Dios es compasivo. A mi, debil, me salve)
y protege a los sencillos. R. Tranquilizate, alma mia,
pues Dios fue bueno contigo; mi alma librO de la muerte; del llanto, los
ojos mios.

316 TEXTOS DIVERSOS


Y ha evitado que mis pies,
tropiecen por el camino. R.
270

Caminare ante el Senor


por la tierra de los vivos. R.

Salmo 115

No deje de confiar, aunque exclamaba:


"IQue grande es mi desdicha!"
aunque en mi aflicciOn pensaba:
"'Los hombres son un saco de mentiras!"
i,C6mo pagare al Senor
por todos sus favores? El caliz alzare de salvaciOn invocando su
nombre.
Cumplire mis promesas al Senor ante todos los hombres.
Penoso es a los Ojos del Senor
que sus amigos mueran.
Porque soy siervo tuyo,
tu servidor e hijo de tu sierva, por eso tu, Senor,
rompiste mis cadenas.
Voy a hacer sacrificios de alabanza,
invocando tu nombre.
Cumplire mis promesas al Senor, ante todos los hombres,
en el atrio del templo del Senor
que esta, Jerusalen, sobre tu monte.

SALMOS Y RESPUESTAS 317

Salmo 118

I (Aleph)

Dichosos los que viven rectamente


segun la ley de Dios.
Dichosos los que guardan sus preceptos y lo buscan de todo corazon;
los que, sin cometer iniquidades,
recorren los caminos del Senor.
Has dado tus decretos
para que los cumplamos puntualmente; ojala que mis pasos se
encaminen
271

a obedecer tus leyes.


Asi no habre de avergonzarme nunca cuando yo las observe.
Te alabare con coraz6n sincero
cuando aprenda tus justas prescripciones.
Quier6 cumplir tu ley exactamente, Senor, no me abandones!

II (Beth)

SOlo cumpliendo todos tus mandatos


puede un joven vivir honestamente.
Con todo el corazOn to estoy buscando, de tu ley no permitas que me
aleje.
Guardo tus mandamientos en mi pecho para nunca ofenderte.

318 , TEXTOS DIVERSOS


Bendito eres Senor,
ensenale a tu siervo lo que ordenas. Todos los mandamientos de tu
boca mis labios enumeran;
me gozo mas cumpliendo tus peceptos, que teniendo riquezas.
Medito tus decretos
y me fijo en tus sendas;
en tus mandatos tengo mis delicias,
jamas me olvidare de tus sentencias.

III (Ghimel)
Favorece a tu siervo, y vivire
cumpliendo tus preceptos;
abre, Senor, mis ojos para ver
las maravillas que hay en tus decretos; soy aqui forastero,
no me ocultes, Senor, tus mandamientos. Mi alma se consume,
deseando cumplir tus decisiones; reprendes y maldices al soberbio que
no acata tus ordenes.
Librame de la burla y el desprecio
por cumplir tus deseos;
aunque se unan los fuertes contra mi, tu servidor medita tus preceptos,
pues son tus mandamientos mi deleite y son mis consejeros.

SALMOS Y RESPUESTAS 319


272

IV (Daleth)
Abatida hasta el polvo esta mi alma:
con tus palabras vuelveme la vida;
to conte mis apuros y escuchaste,
por eso quiero ahondar en tus consignas;
edticame en la senda de tus leyes
y yo meditare en tus maravillas.
Suspira con tristeza el alma mia,
consuelame, Senor, con tus promesas; librame de la senda equivocada
y haz que cumpla, Senor, lo que deseas. Yo he elegido el camino
verdadero
y he dado a tus preceptos preferencia. Me apegue a tus preceptos,
Senor, no me defraudes;
correre por la senda de tus leyes
cuando mi corazon ensanches.

V (He)
Ensename el camino de tus leyes
y yo las cumplire a la perfecciOn.
Aytidame a apegarme a tus deseos con todo mi fervor
guiame por la senda de tus Ordenes
porque en ella se alegra el corazon.
Mi corazOn inclina a tus preceptos
y no hacia la codicia;

320 TEXTOS DIVERSOS


que no vean mis ojos vanidades y al seguir tu camino, dame vida.
Cumple conmigo la promesa
que a tus devotos tienes ofrecida.
Quita de mi ese oprobio que me espanta,
porque tus leyes son benignas.
Como anhelo cumplir tus mandamientos; dame vida, Senor, con tu
justicia..

VI (Vau)

Que tu favor y salvaciOn me alcancen,


273

conforme a tu promesa:
asi responders a los que se burlen
por fundar en tus dichos mi certeza;
las palabras sinceras no me quites,
pues finco mi esperanza en tus sentencias. Cumplire sin cesar tu
voluntad,
por siempre y para siempre:' y andare en libertad,
porque busco tus leyes
y, sin sentir vergUenza,
de tus decretos hablare a los reyes.
Serail mi complacencia tus decretos,
que tanto he amado;
levantare mis manos hacia ti
pensando en tus mandatos.

SALMOS Y RESPUESTAS 321


VII (Zain)

Recuerda la promesa que me hiciste


y que me dio esperanza;
el (H&c) consuelo en mi afliccion
es saber que da vida tu palabra;
me insultan sin parar los insolentes,
pero a mi de tu ley nada me aparta.
Me acorde de tus juicios de otro tiempo
y quede consolado;
y senti indignaciOn contra el impio, que olvida tus mandatos;
tus mandamientos eran mis canciones en territorio extrafto.
Me acorde por la noche de tu nombre
y guar& tus preceptos.
Esto me ha sucedido
por cumplir tus decretos.

VIII (Heth)

Me dije que mi herencia consistia


en observar tu ley exactamente;
imploro tu favor con toda el alma: conforme a tu palabra,
compadeceme; examine mi vida
274

y enderece mis pasos a tus leyes.


' Con prontitud, Senor, y diligencia
tus preceptos acato;

322 TEXTOS DIVERSOS


aunque me han puesto trampas los impios, jamas de tus leyes me he
olvidado.
Para alabarte por tus justos juicios a mitad de la noche me levanto.
Me junto con aquellos que to temen
y cumplen tus preceptos;
de tu bondad esta llena la tierra,
ensename, Senor, tus mandamientos.

IX (Teth)

Has tratado, Senor, bien a tu siervo,


conforme a tu palabra;
ensename a gustar y a comprender,
porque en tus leyes tengo mi confianza;
antes de la aflicciOn fui un descarriado,
pero ahora me ajusto a tu ensenanza.
Eres bueno, Senor, y haces el bien;
instruyeme en tus leyes;
los soberbios conspiran contra mi, pero yo sigo fiel a lo que ordenes;
tienen el corazOn endurecido,
mas yo en tu voluntad hallo deleite. Me vino bien sufrir,
porque pude aprender tus ensenanzas; para mi tus preceptos valen
mas
que miles de monedas de oro y plata.

SALMOS Y RESPUESTAS 323


X (Iod)
Tus manos me hicieron y formaron;
ensename a entender tus mandamientos;
tus fieles me veran con alegria,
pues mi esperanza en tu palabra he puesto.
Yo se, Senor, que son justas tus ordenes,
275

que con razOn me enviaste el sufrimiento.


Que me sirva de alivio tu carino,
conforme a la promesa hecha a tu siervo; apiadate de mi, y revivire
pues seran mi delicia tus preceptos;
que queden confundidos los soberbios
y yo meditare en tus mandamientos.
Vuelvan a mi tus fieles,
los que toman en cuenta tus mandatos, y que mi corazon cumpla tus
leyes
para que nunca quede avergonzado.

XI (Caph)
Ansiando que me salves, me consumo
y en tu palabra espero;
mis ojos languidecen mientras digo
isuando, Senor, me Regard el consuelo? Aunque estoy como odre sobre
el humo, no olvido tus preceptos.
LCuantos dias le quedan a tu siervo?
LCuando de su opresor le hams justicia?

324 TEXTOS DIVERSOS


Me han rodeado de trampas los soberbios de tus leyes pasando por
encima;
son verdaderos todos tus mandatos;
me persiguen, Senor, no lo permitas.
Casi a punto estuvieron de matarme,
pero no me olvide de tus consignas; conservame la vida en tu bondad
para que pueda cumplir lo que prescribas.

XII (Lamed)

Tu palabra, Senor, es para siempre,


y en el cielo subsiste;
trasciende las edades tu verdad;
to fundaste la tierra y sigue firme;
de acuerdo con tus ordenes perduran pues todo esta para servirte.
Si en tu ley no tuviera mi deleite,
276

habria perecido en mi miseria;


jamas me olvidare de tus decretos
pues con ellos me has dado vida nueva.
Se hi mi salvacion, pues yo soy tuyo
y a tus leyes he dado mi obediencia.
Los malvados trataban de arruinarme,
pero yo meditaba en tus preceptos;
a toda perfeccion le encuentro limites;
solo tu ley, Senor, no tiene termino.

SALMOS Y RESPUESTAS 325


XIII (Mem)

Amo tanto, Senor, tu voluntad,


que paso todo el dia meditandola;
tu ley me hizo mas sabio que el rival pues siempre me acompana;
soy mas docto que todos mis maestros, porque medito en tu
ensenanza.
Soy mas sagaz que los ancianos,
porque en tu ley he puesto mi observancia; retiro mi pie del mal
camino,
por cumplir tus palabras;
y, pues to me has instruido,
mis actos de tus leyes no se apartan.
I Que dulce al paladar es tu promesa!
mas que miel en la boca;
tus preceptos me dan discernimiento, por eso odio las sendas
enganosas.

XIV (Nun)
Tu palabra es antorcha de mis pasos
y luz de mi sendero;
lo juro y cumplire lo que he jurado:
que observare tus justos mandamientos;
en mi extrema aflicciOn dame la vida,
conforme a la promesa hecha a tu siervo.
Acepta el homenaje de mi boca
y ensename tus juicios;
277

326 TEXTOS DIVERSOS


mi vida esta en peligro a cada instante, pero yo de tu ley jamas me
olvido,
Me tendieron un lazo los malvados,
pero no me aparte de tus caminos.
Son mi herencia perpetua tus decretos
y son mi regocijo;
por eso al cumplimiento de tus leyes mi corazOn inclino.

XV (Semech)

Aborrezco a los hombres inconstantes,


pero le tengo amor a tus preceptos;
to eres mi protector y mi refugio y en tu palabra espero;
apartense de mi, hombres malvados,
y cumplire, Senor, tus mandamientos.
Sostenme con tu dicho y vivire;
que no quede frustrada mi esperanza; ayildame, Senor, y sere salvo,
y fijare en tus leyes la mirada. Al que deja tus leyes lo desprecias, pues
proyecta falacias.
Consideras basura a los malvados,
por eso tengo amor a tus preceptos;
ante ti, de temor, tiembla mi came, y temo tus decretos.

SALMOS Y RESPUESTAS 327


XVI (Ain)

Yo practico el derecho y la justicia,


no me entregues, Senor, al enemigo;
sal fiador de tu siervo,
para que no lo opriman los inicuos.
Mis ojos se consumen aguardando
tu prometida ayuda. y justo juicio.
Conforme a tu bondad, trata a tu siervo
y dame a conocer tus ordenanzas;
soy siervo tuyo, dame inteligencia
para entender, Senor, lo que me mandas; ya es Nora de que actlies,
porque tu ley quebrantan. Amo tus mandamientos
278

mas que el oro purisimo, por eso aprecio tus decretos y el engano
abomino.

XVII (Phe)

Tus preceptos, Senor, son admirables,


por eso yo los cumplo;
da luz la explicacion de tu palabra y ensena a los incultos;
como quien toma el aire por la boca, asi anhelo cumplir tus estatutos.
Vuelvete a mi y ten misericordia,
como sueles hacer con tus amigos;

328 TEXTOS DIVERSOS


endereza mis pasos con tus leyes
y que no me domine nada inicuo;
librame de los hombres opresores
para poder andar por tus caminos.
Muestrate bondadoso con tu siervo
y dame a conocer tus ordenanzas;
rios de agua descienden de mis ojos
porque tu ley no ha sido respetada.

XVIII (Sade)

Eres justo, Senor,


y rectos son tus juicios;
con justicia y verdad tus leyes has prescrito; el celo me consume
porque olvidan tu ley mis enemigos. Tu promesa ha pasado toda
prueba
y tu servidor la ama;
poca cosa soy yo y despreciable, pero jamas olvido lo que mandas; una
justicia eterna en tu justicia y tu voluntad no pasa.
Aunque angustias y penas no me faltan,
tus leyes siguen siendo mi delicia;
eternamente justas son tus normas,
damelas a entender para que viva.
279

SALMOS Y RESPUESTAS 329


XIX (Coph)

Senor, responde a mi clamor


y guardare tus leyes;
a ti to estoy pidiendo que me salves
para poder cumplir con lo que quieres;
despierto antes del alba y pido auxilio
y en tu palabra espero firmemente.
A fin de meditar en tu promesa,
mis ojos a la aurora se anticipan; conforme a tu bondad, oye mi voz y
conforme a tu ley, dame la vida; se acercan ya mis fieros enemigos, los
que tu ley olvidan.
TA, Senor, estas cerca
y todos tus decretos permanecen; de tiempo atlas yo se que tus
preceptos los has establecido para siempre.

XX (Res)

Mira mi abatimiento y ponme a salvo,


pues nunca eche tu ley en el olvido;
defiende tti mi causa rescatandome y hazme vivir segan lo has
prometido; por no buscar tu ley,
lejano del malvado esta tu auxilio.
Tu ternura, Senor, no tiene limites;
de acuerdo con tu ley, dame la vida;

330 TEXTOS DIVERSOS


aunque muchos me agravian y persiguen yo no me apartare de tus
consignas;
viendo a los renegados, senti asco, pues tu ley evadian.
Mira, Senor, como amo tus preceptos
y conforme a tu amor, dame la vida;
clave de tu palabra es la verdad
y eternas son tus normas de justicia.

XXI (Sin)
280

Los grandes me persiguen sin razon,


Pero yo temo mas a tus palabras.
Me alegro en tus promesas,
como aquel que se encuentra unas alhajas; detesto y aborrezco la
mentira,
pero tu ley mi corazon inflama. Siete veces al dia to bendigo,
por tus justos decretos;
quienes aman tu ley gozan de paz y no tienen tropiezos;
tu salvaci6n aguardo,
porque cumplo, Senor, tus mandamientos. Yo guardo tus mandatos
y los amo en extremo;
yo cumplo tus decretos y tus ordenes,
pues to conoces todos mis senderos.

SALMOS Y RESPUESTAS 331


XXII (Tau)

Que mi queja, Senor, llegue hasta ti,


con tus palabras dame inteligencia;
que llegue mi plegaria a tus ofdos;
rescatame conforme a tu promesa;
que proclamen mis labios tu alabanza, pues tus leyes me ensenas.
Que tu fidelidad cante mi lengua
porque son justos todos tus decretos;
que tu mano este pronta a socorrerme, pues tus leyes prefiero;
tu salvacion ansio
y encuentro mi deleite en tus preceptos. Dame vida, Senor, para
alabarte;
que vengan tus mandatos en mi auxilio, cual oveja extraviada ando
perdido;
ven, Senor, al rescate de tu siervo,
pues yo de tus preceptos no me olvido.

Salmo 121

Que alegria senti cuando dijeron


"Vayamos a la casa del Senor".
Y hoy estamos, por fin, Jerusalen, pisando tus umbrales.
281

Jerusalen ha sido edificada


como un conjunto armOnico.

332 TEXTOS DIVERSOS


Alla suben las tribus,
las tribus del Senor,
segun lo que a Israel se le ha ordenado a celebrar su nombre;
porque alli, en el palacio de David estan los tribunales de justicia.
Para Jerusalen, pidan la paz:
"Que prosperen aquellos que te aman, que refine la paz entre tus
muros
y la seguridad en tus palacios".
Por el amor que tengo a mis hermanos,
voy a decir "La paz este contigo". Y por la casa del Senor, mi Dios,
pedire para ti todos los bienes.

Salmo 125

Cuando el Senor nos hizo volver del cautiverio,


creiamos sonar:
entonces no cesaba de refr nuestra boca
ni se cansaba entonces la lengua de cantar.
Aun los mismos paganos con asombro decian:
"Grandes cosas ha hecho por ellos el Senor". Y estabamos alegres
pues ha hecho cosas grandes por su pueblo el Senor. Como cambian los
rios la suerte del desierto,
cambia tambien ahora, nuestra suerte, Senor, y entre gritos de jubilo,
cosecharan aquellos que siembran con dolor.

SALMOS Y RESPUESTAS 333


Al ir, iban llorando,
cargando su semilla;
al regresar, cantando
vendran con sus gavillas.

Salmo 131
282

En favor de David,
no te olvides, Senor, de sus desvelos, cuando al Senor, al Fuerte de
Jacob, hizo este juramento:
"No he de entrar en la tienda donde habito,
ni he de subir al lecho en que descanso,
no habit de conceder sueno a mis ojos ni quietud a mis parpados,
hasta que halle un lugar para el Senor,
para el Dios de Jacob, un tabernaculo".
Supimos que en Efrata estaba el arca,
en campos de Jaar la descubrimos
entremos en la tienda del Senor,
y a sus pies, adoremoslo, rendidos.
Levantate, Senor, ven a tu casa,
ven con el arca, poderoso auxilio: tus sacerdotes vistanse de gala,
tus fieles, jubilosos lancen gritos. Por amor a David, tu servidor,
no apartes la mirada de tu ungido.

334

TEXTOS DIVERSOS
El Senor, que jamas va a retractarse,
le ha jurado a David esta promesa:
"Pondre sobre tu trono,
a uno de tu propia descendencia".
Si tus hijos son fieles a mi alianza,
y obedecen mis leyes,
tambien ocuparan sus hijos
tu trono para siempre.
Esto es asi, porque el Senor
ha preferido a Sic% como morada:
"Aqui esta mi reposo para siempre;
porque asi me agradO, sera mi casa". Yo la bendecire con provisiones
y saciare de pan at indigente,
de gala vestire a sus sacerdotes
y gritaran de jail° sus fieles.
Hare que brote un vastago a David
y encendere una lampara a mi ungido; Pondre sobre su frente mi
diadema; de afrentas llenare a sus enemigos.
283

Salmo 133
Bendigan al Senor todos ustedes,
que son sus servidores;
ustedes que en la casa del Senor se quedan por la noche.
En direccion al templo alcen las manor
y llenen al Senor de bendiciones.

335
SALMOS Y RESPUESTAS
Que to bendiga a ti, que eres su pueblo,
desde este monte Sic%
el Senor, hacedor de tierra y cielo.

Salmo 148

Alaben al Senor en las alturas,


alabenlo en el cielo;
que alaben al Senor todos sus Angeles, celestiales ejercitos.
Que alaben al Senor el sol, la luna
y todos los luceros.
Que lo alabe la boveda celeste
y las aguas que cuelgan de los cielos.
Que el nombre del Senor alaben todos,
pues por ordenes suyas, existieron; el les dio consistencia para siempre
e inmutables preceptos.
Alaben al Senor desde la tierra
monstruos del mar, oceanos enormes,
rayos, granizo, nieve, bruma
huracanes sumisos a sus Ordenes.
Montes y sierras todas,
plantas de ornato y arboles frutales, animales domesticos y fieras,
reptiles y volatiles.
Reyes y pueblos todos de la tierra
gobernantes y jueces de este mundo;

336 TEXTOS DIVERSOS


284

jOvenes y doncellas,
ninos y ancianos juntos.
El nombre del Senor alaben todos,
pues su nombre es excelso;
su gloria sobrepasa cielo y tierra
y ha hecho fuerte a su pueblo.
Que lo alaben los fieles de Israel,
a quien el eligio como su pueblo.

RESRONSORIOS 337

RESPONSORIOS

Para el ultimo adi6s al cuerpo del difunto:

Recibe, Senor, Dios nuestro,


el alma de este difunto (esta difunta),
por quien has derramado to sangre.
Acuerdate, Senor, de que somos polvo,
de que el hombre es como hierba y flor del campc

V . Senor, mis pecados me aterran,


y ante ti me sonrojo.
Acuerdate, Senor, de que somos polvo,
de que el hombre es como hierba y flor del campo

0 blew
— Senor, antes de que yo naciese, me conocias;
a imagen tuya me modelaste.
Ahora te devuelvo el alma, Creador mio.

V . Senor, mis pecados me aterran,


y ante ti me sonrojo.
Cuando vengas como Juez, no me condenes.
Ahora te devuelvo el alma, Creador mio.
285

338 TEXTOS DIVERSOS

O bien
— Creo que mi redentor vive
y que, al final de los tiempos,
he de resucitar del polvo: Y, en esta came mia,
contemplare a Dios, mi Salvador. V . Lo vett yo mismo, no otro;
mis propios ojos lo contemplaran. Y, en esta carne mia,
contemplare a Dios, mi Salvador.

O bien:
— Librame, Senor, de la muerte eterna,
to que destruiste su poder
y visitaste a los que estaban bajo su dominio:
para iluminar a los que estan en las tinieblas.
V . Dales, Senor, el descanso eterno,
brille para ellos la luz perpetua.
Para iluminar a los que estan en las tinieblas.

O bien:
— Tii que resucitaste a Lazaro del sepulcro:
concedele, Senor, el descanso y el perdOn.
V . Dale, Senor, el descanso eterno,
brille para el (ella) la luz perpetua.
Concedele, Senor, el descanso y el perdon.

ORACIONES

ORACIONES

Para la estacion en la casa del difunto


Por un difunto y por los que to lloran:
286

Concedenos, Dios de misericordia, lo que con lagrimas te pedimos; no


desoigas nuestras suplicas
y, con tu compasion infinita
otorga a tu hijo (hija) N. la paz y la salvacion. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R . Amen.

Para la Liturgia de la palabra


Dios nuestro,
gloria de los fieles y vida de los justos, nosotros, los redimidos
por la muerte y resurrecciOn de tu Hijo, te pedimos que recibas con
bondad
a tu siervo (sierva) N.,
y, pues creye• en la futura resurreccion, concedele alcanzar los gozos
de la eterna bienaventuranza.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

339

340 TEXTOS DIVERSOS

O bien:

Dios, Padre todopoderoso,


que por el bautismo nos has hecho participar de la muerte y
resurreccion de tu Hijo,
concede a tu siervo (sierva) N.
que, libre de los lazos de la muerte,
pueda gozar de la compania de tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R . Amen.

O bien:

Escucha, Senor, nuestras siiplicas,


para que, al confesar la resurrecciOn de tu Hijo, se afiance tambien la
esperanza
287

de que nuestro hermano (nuestra hermana) resucitard. Por Jesucristo,


nuestro Senor.
R . Amen.

O bien:
Prepara, Senor nuestros corazones, para escuchar tu palabra,
a fin de que encontremos por ella luz en nuestra oscuridad,
fe en nuestra duda,
y nos consolemos mutuamente.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

ORACIONES 341
Por un sacerdote o un diacono:

Senor, tu siervo N.
distribuyo la palabra y los sacramentos a tu familia que peregrina en la
tierra; ya que eres padre de familia,
rellnelo con los que, rota su casa de barro, han ido pasando al cielo.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

Por un difunto que ha trabajado en el servicio del Evangelio:

Senor, imploramos humildemente tu misericordia, para que nuestro


hermano (nuestra hermana) N. que entrego su vida al servicio del
Evangelio,
alcance el premio de tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

Por un difunto que ha padecido larga enfermedad:

Dios nuestro, que quisiste


que nuestro hermano (nuestra hermana) te sirviera en la prueba de su
larga enfermedad, te pedimos que quien fue paciente
a ejemplo de tu Hijo,
alcance el premio de su misma gloria. Por Jesucristo. nuestro Senor.
R . Amen.
288

342
Por los padres:
Dios nuestro,

TEXTOS DIVERSOS ORACIONES


343
alcanzar la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Senor.

que nos has mandado honrar padre y madre, ten misericordia de mi


padre y de mi madre (de nuestros padres)
y haz que me retina (nos reunamos) un dia con ellos en la claridad de
tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

Por los convuges:


Ten misericordia, Senor, de tus hijos N. y N.,
que vivieron unidos en el matrimonio;
asi como el amor conyugal los uni6 en esta vida, que la plenitud de tu
amor los retina en la eterna. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

Por los hermanos, allegados y bienhechores:


Dios nuestro,
que concedes el perdOn de los pecados
y quieres la salvaciOn de los hombres,
por intercesion de santa Maria, la Virgen, y de todos los santos,
concede a nuestros hermanos, parientes y bienhechores
que han salido ya de este mundo,

R. Amen.

Junto al sepulcro:

Padre nuestro,
que, atento siempre a las stiplicas de tus fieles, escuchas los deseos de
nuestro coraz6n,
concede a tu siervo (sierva) N.,
cuyo cuerpo acabamos de depositar en la tierra, participar con tus
santos y elegidos
de la recompensa de la gloria.
289

Por Jesucristo, nuestro Senor.


R. Amen.

Oraciones conclusivas en el cementerio:

Dios nuestro, autor de la vida,


que haces revivir los cuerpos de los que han muerto y quieres que los
pecadores eleven a ti sus stiplicas, escucha las oraciones que to
dirigimos
por tu siervo (sierva) N., y libralo (librala) de la muerte, para que, con
tus santos,
participe en las alegrias del paraiso. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

344 TEXTOS DIVERSOS

0 bien:
Dios nuestro, cuyos dias no tienen fin y cuya misericordia es infinita,
no permitas que olvidemos
que nuestra vida es breve
y el tiempo de la muerte incierto;
y concedenos que tu Espiritu nos haga caminar en santidad y justicia a
lo largo de la vida,
para que, unidos a tu Iglesia,
en la confianza de una fe cierta,
en el consuelo de una esperanza santa
y en la perfecta caridad con todos los hombres, despues de haberte
servido en la tierra,
lleguemos felizmente a tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

0 bien:

Dios todopoderoso,
que por la muerte de Jesucristo, tu Hijo, destruiste nuestra muerte,
que por su reposo en el sepulcro, santificaste las tumbas
y que, por su gloriosa resurreccion,
290

nos restituiste la vida y la inmortalidad;


escucha nuestra oraciOn por aquellos
que, muertos en Cristo y consepultados con el,
anhelan la feliz esperanza de la resurrreccion;

ORACIONES 345
concede, Senor, de vivos y muertos,
a cuantos en la tierra to conocieron por la fe, alabarte sin fin en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

0 bien:
Autor de la vida y Senor de los difuntos, acuerdate de tu siervo (sierva)
N.,
que ha comido tu Cuerpo y bebido tu Sangre y ha ido al descanso
confiando en ti;
cuando vengas con majestad,
acompanado de tus Angeles,
resucitalo (resucitala) de su sepulcro y sacalo (sacala) del polvo,
revistelo (revistela) con traje de honor y colOcalo (colOcala) a tu
derecha,
para que contigo entre en la morada del cielo y alabe tu bondad.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amen.

Para las exequias de parvulos:

Te pedimos, Senor,
por intercesion de la Santisima Virgen Maria, Madre de Dios,
que estuvo al pie de la cruz del Hijo que morfa,

346 TEXTOS DIVERSOS


que avives la fe en quienes como ella estan ahora afligidos
por la muerte de este nifio (esta
los socorras y les alcances el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro
Senor.
R. Amen.
291

PLEGARIAS UNIVERSALES 347

FORMULARIOS PARA LA
PLEGARIA UNIVERSAL

ormulario general

Oremos con fe a Dios Padre, para quien toda criatura vive, y pidamosle
que escuche nuestra °radon.

— Para que perdone los pecados de su siervo (sierva) N. y


acepte sus buenas obras, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Para que lo (la) libre de toda pena merecida por sus cul-
pas y pueda participar ya en el descanso eterno, rogue-
mos al Senor. R.

— Para que, dejado ya este mundo, goce eternamente en


el paraiso, roguemos al Senor.

Para que a nosotros el Espiritu Santo nos lleve por las sendas de la fe y
nos de la esperanza firme de alcanzar, junto a nuestro hermano
(nuestra hermana), el reino eter-
no, roguemos al Senor.

Senor Dios, que has querido


que nuestro hermano (nuestra hermana) N.

-
348 TEXTOS DIVERSOS
por medio de la muerte, se asemejara a Cristo,
que por nosotros murk) en la cruz, escucha nuestra °rad&
292

y dignate hacer participe


en la Pascua renovadora de to Hijo al (a la) que, mientras vivia en la
tierra, fue marcado (marcada)
con el sello del Espiritu Santo.
Por Jesucristo, nuestro Setior.
R . Amen.

2. Formulario general

Pidamos al Senor que se compadezca de nuestras lagrimas, el, que


atendio la voz de su Hijo cuando en la cruz le presen-
to sus oraciones y stiplicas
Para que Dios, nuestro Senor, coloque entre los mora-
dores felices de su reino a nuestro hermano (nuestra her-
mana), el niiio (la nina) N., a quien acaba de llamar de este mundo, y le
de a gozar de los bienes del cielo, ro-
guemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

Para que, ya que en el bautismo lo (la) eligi6 como miem-


bro de su Iglesia en la tierra, ahora en el cielo lo (la) ad-
mita tambien entre los santos y elegidos, roguemos al Se-
nor. R.

-
PLEGARIAS UNIVERSALES 349
— Para que Dios sea refugio y fortaleza de quienes, sin corn-
prender sus designios, lloran su muerte, roguemos al Se-
nor. R.

Para que el Senor se compadezca de los que se yen des-


concertados ante esta [inesperada] muerte y los reconforte
con la esperanza de la vida eterna, roguemos al Serior. R.
— Para que las lagrimas de sus [padres y] familiares se trans-
formen un dia en aquel gozo que nadie les podra nunca
arrebatar, roguemos al Seim. R.
293

Para que a todos los que lloran su muerte les sirva de alivio la
comuni6n fraterna y la solidaridad cristiana de quienes nos hemos
reunido aqui para acompariarlos, ro-
guemos al Senor. R.

Para que todos nosotros comprendamos, en la escuela


del dolor y de las lagrimas, la caducidad de los bienes
terrenos y nos adhiramos con fe a los eternos, roguemos
al Senor.

Concluyamos nuestra ()mei& pidiendo a Dios por todos los hombres; y


para que santifique a su Iglesia, colme de bienes al mundo y se
compadezca de todos los que su-
fren, roguemos al Senor. R.

Dios nuestro, Padre bueno y justo,


inclinandonos humildemente ante el misterio

350 TEXTOS DIVERSOS


de unos designios que no comprendemos,
te pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y concedas al nifio
(a la nina) N.
vivir eternamente contigo en la felicidad de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

3. Formulario general

Acudamos al Padre de misericordia y Dios de todo consuelo y


pidamosle que vuelva sus ojos hacia nosotros, sus siervos, que lloramos
la tragica e inesperada muerte de aquellos a quie-
nes amabamos.
— Por nuestros hermanos, arrancados tan inesperadamen-
te de nuestra convivencia terrena; para que el Sei'tor los
acoja en su reino de bienestar, roguemos al Senor.
294

R . Te rogamos, Senor.

— Para que Dios les perdone todos sus pecados y les pre-
mie sus buenas obras, roguemos al Senor. R.
Por sus familiares, que sufren la gran prueba de su im-
prevista muerte y tragica desaparici6n; para que encuen-
tren en la fe la fortaleza necesaria para superar esta gran pena,
roguemos al Sefton R.

PLEGARIAS UNIVERSA LES 351


Para que sus lagrimas y sufrimientos se transformen un dia en aquel
gozo que nadie les podra nunca arrebatar, roguemos al Senor. R.

Para que a todos los que lloran ante esta desgracia les
sirva de alivio la comuni6n fraterna y la solidaridad cris-
tiana de quienes nos hemos reunidos aqui para acompa-
roguemos al Serior. R

Para que el Senor, que contempla como el dolor nos des-


concierta y cOmo es debil nuestra fe, nos ayude a acep-
tar el misterioso designio de su voluntad tal como se ha realizado en
nuestros hermanos muertos y como se cum-
plird tambien en cada uno de nosotros cuando a el le plaz-
ca, roguemos al Senor. R.
Dios nuestro, Padre bueno y justo,
inclinandonos humildemente ante el misterio
de unos designios que no comprendemos,
te pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y concedas a
nuestros hermanos
vivir eternamente contigo en la felicidad de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

352 TEXTOS DI VERSOS

4. Formulario general
295

Pidamos al Senor que se compadezca de nuestras lagrimas, el, que


atendi6 la voz de su Hijo cuando en la cruz le presen-
t6 sus oraciones y stiplicas.

Para que el Senor, que llor6 ante la tumba de su amigo Lazaro y se


compadeci6 ante las lagrimas de la viuda de Naim, que lloraba la
muerte de su hijo tinico, se compa-
dezca tambien de los padres [y familiares] del pequerio (de la
pequeria) N., roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Para que les de la fuerza necesaria para superar esta pe-


na, a fin de que sepan hallar en la fe consuelo y esperan-
za, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que han muerto en la esperanza de la resu-


rrecci6n, para que Dios los ilumine con la claridad de su
rostro, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que nos hemos reunido aqui en la fe y en


el amor, para que Dios nos retina tambien en su reino
glorioso, roguemos al Senor. R

— Para que afiance al pueblo cristiano en la fe y en la uni-


dad, y libre al mundo entero de todos los males, rogue-
mos al Senor. R.

PLEGARIAS UNI VERSALES 353


Dios nuestro, Padre bueno y justo,
inclinandonos humildemente ante el misterio
de unos designios que no comprendemos,
to pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y nos concedas
vivir eternamente contigo
y con el nirio (la nina) N. en la felicidad de to reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.
296

5. Formulario general

Elevemos ahora nuestras stiplicas al Senor, implorando los bienes de


su misericordia y de su bondad.

— Para que el Senor mitigue el dolor de los padres y fami-


liares que lloran la muerte de este nino (esta nina), ro-
guemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Para que los ayude, a fin de que sepan hallar en la fe


consuelo y esperanza, roguemos al Senor. R.

— Para que acreciente la fe de los fieles y libre al mundo


de todo mal, roguemos al Senor. R.

— Para que avive en todos nosotros la esperanza de la re-


surrecciOn, roguemos al Senor. R.

354 TEXTOS DIVERSOS•


Dios nuestro, Padre bueno y justo,
inclinandonos humildemente ante el misterio
de unos designios que no comprendemos,
to pedimos que escuches nuestras plegarias,
ilumines las tinieblas en que nos sume nuestro dolor y nos concedas
vivir eternamente contigo
y con el nifio (la nina) en la felicidad de tu reino. Por Jesucristo,
nuestro Senor.
R. Amen.

6. En la muerte de un padre (una madre) de familia

Con la confianza puesta en el amor de Dios, oremos por N. y por todos


los que sufren esta perdida.
297

— Pidamos por nuestro hermano (nuestra hermana) N.: pa-


ra que la semilla de su vida truncada [en plena juventud]
florezca multiplicada en el amor de los suyos.

R . Te rogamos, Senor.

Oremos por sus familiares: para que superen la tristeza y afronten la


vida con esperanza. R.
— Pidamos tambien por esta comunidad [parroquial]: Pa-
ra que, en situaciones como esta, estemos cerca de los
que sufren. R.

— Oremos por todos los matrimonios cristianos y por sus

PLEGARIAS UNIVERSALES 355


hijos: para que colaboren generosamente a hacer de la sociedad una
familia humana. R.
— Pidamos por todos los difuntos: para que el Padre de las
misericordias los admita en su morada del cielo. R.

Senor, escucha nuestras suplicas, y recibe en tus Brazos


a nuestro hermano (nuestra hermana) N. que am() y sirviO a su familia
imitando tu generosidad.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

7. En una muerte repentina

Con el corazOn apenado por la muerte de N., pero confiando


en la misericordia de Dios, nuestro Padre, oremos con fe.

Para que libre de todo mal y admita en su presencia a


nuestro hermano (nuestra hermana) que ha sido arre-
batado (arrebatada) por la muerte de forma tan inespe-
rada, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.
— Para que ayude a sus familiares y amigos y los consuele
298

con su gracia, roguemos al Senor. R.

356 TEXTOS DIVERSOS


— Para que la Iglesia, en esta y en otras circunstancias de
dolor, anuncie eficazmente la victoria de Cristo sobre la
muerte, roguemos al Senor. R
— Para que todos los que nos hemos reunido para dar el
ultimo adiOs a N sepamos construir una sociedad mas
humana y fraterna, roguemos al Serior.
— Para que Dios purifique a los fieles difuntos con su mi-
sericordia y los revista de gloria y de inmortalidad, ro-
guemos al Sefton R.
Dios nuestro, ten misericordia de tu siervo (sierva) N.,
y a nosotros concedenos
mantener siempre viva la esperanza de la vida eterna. Por Jesucristo,
nuestro Serior.
R. Amen.

8. En una muerte despues de larga o penosa enfermedad

Oremos, hermanos, por medio de nuestro Senor Jesucristo, que soport6


nuestrns sufrimientos y aguanto nuestros dolo-
res para salvarnos.

— Por nuestro hermano (nuestra hermana) N., que ha sido


probado (probada) en su enfermedad, para'que Dios lo
(la) encuentre digno (digna) de si, roguemos al Sefton

R . Te rogamos, Senor.

PLEGARIAS UNIVERSALES 357


— Por sus familiares y las personas que lo (la) han asistido,
para que Dios premie sus desvelos y les conceda la paz,
roguemos al Serior. R.

— Por los enfermos incurables y por los moribundos, para


que Dios venga en su ayuda y les de fortaleza y esperan-
za en la vida que no acaba, roguemos al Serior. R.
299

— Por todos nosotros, para que ayudemos a los que sufren,


compartiendo su lucha contra la enfermedad o el dolor,
roguemos al Serior. R.

— Por los difuntos de esta comunidad, para que resuciten


un dia revestidos de gloria, roguemos al Serior. R.
Escucha, Padre de bondad,
las oraciones de tu pueblo
y se para todos refugio y fortaleza en los momentos de prueba.
Por Jesucristo, nuestro Serior. R . Amen.

9. En la muerte de un joven (una joven)

Aunque la oracion es dificil en momentos como el que esta-


mos viviendo, levantemos nuestra mirada a Dios Padre, que resucit6 a
Jesus de entre los muertos, para que nos reconfor-
te y nos ayude a seguir caminando guiados por la fe.

-
358 TEXTOS DI VERSOS
— Por N., para que encuentre en la morada definitiva la
plenitud de la vida y de la felicidad que apenas empez6
a disfrutar en este mundo, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.
Por la familia (los padres y hermanos) y los amigos de
, para que no se dejen abatir por la tristeza de la sepa-
raciOn y confien en que un dia se volveran a encontrar
con el (ella) en la casa del Padre, roguemos al Senor. R

Por los jovenes, para que no pongan su coraz6n en lo que es


perecedero y trabajen con ilusiOn por un mundo mas acogedor y mas
Bello, roguemos al Senor. R.

— Por la Iglesia, por los pastores y fieles, para que seamos


300

capaces de hacer mas atractivo el seguimiento de Jesu-


cristo, roguemos al Senor. R.

Escucha, Padre,
la oracion que to dirigimos en favor de N. y de todos sus familiares y
amigos;
sabiendo que solo to puedes
hacernos plenamente felices.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R. Amen.

-
PLEGARIAS UNIVERSALES 359

10. En la muerte de un nitio (una nitia) (1)

Confortados por la palabra de Dios, abramosle nuestro co-


razOn para encontrar la ayuda de su misericordia.
Por los padres (y familiares) de N., para que encuentren en Dios su
consuelo y en nosotros la amistad, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.
— Por los educadores y los que se dedican al cuidado de
los ninos, para que pongan mucho amor en su tarea, ro-
guemos al Sefior. R.

— Por los nirios que mueren sin que nadie llore por ellos,
para que Dios los reciba en su regazo, roguemos al Se-
nor. R.

— Por todos nosotros, para que tratemos de mejorar tan-


tas cosas que estan mal en nuestra vida y en nuestro mun-
do, roguemos al Senor. R.

Recibe, Senor, las silplicas de tus fieles y concede el don de la esperanza


y del consuelo a quienes se sienten abatidos
por la muerte de este nifio (esta nifia). Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.
301

-
360 TEXTOS DIVERSOS
11. En la muerte de un nittio (una nina) (2)
Hermanos: Invoquemos con fe a Dios, Padre todopoderoso, que
resucito de entre los muertos a su Hijo Jesucristo para la salvacion de
todos los hombres.

Para que affiance al pueblo cristiano en la fe y en la uni-


dad, roguemos al Senor.
R . Te rogamos, Sefton
Para que libre al mundo entero de todos los males, ro-
guemos al Serior. R.

— Por todos los que nos hemos reunido aqui en la fe y en


el amor, para que Dios nos retina en su reino glorioso,
roguemos al Senor. R.

— Por los padres y familiares del nirio (de la nina) N. , para


que sepan hallar en la fe el consuelo y la esperanza, ro-
guemos al Senor. R.

— Por los que se han dormido en la esperanza de la resu-


rreccion, para que Dios los reciba y los ilumine con la
claridad de su rostro, roguemos al Senor. R.

Escucha, Senor,
las stiplicas con que imploramos tu misericordia, para que un dia
participemos en la vida eterna con este nirio (esta nina), que ya vive en
tu reino. Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

-
PLEGARIAS UNIVERSALES 361
12. <En ana muerte por accidente

Oremos a Dios, el tinico que puede responder a nuestra an-


gustia con la promesa y la realidad de la vida eterna.
302

Por nuestro hermano (nuestra hermana) , cuya vida ha quedado


truncada por un accidente [de carretera, la-
boral], para que Dios lo (la) reciba en sus brazos de Pa-
dre, roguemos al Senor.
R . Te rogamos, Senor.
Por los familiares [la esposa (el esposo), los hijos] y los
amigos de N., para que encuentren fortaleza en su fe y
motivos para seguir luchando, roguemos al Senor. R.

Por todos los que mueren de manera violenta [en la ca-


rretera, en el lugar de trabajo], para que alcancen la feli-
cidad y la paz que en esta vida no pudieron encontrar, roguemos al
Senor. R.

Por nuestra sociedad, para que no haga de la vida una frivolidad o una
carrera de obstaculos, en la que impe-
ren el placer y el egoismo, roguemos al Senor. R.

— Por todos nosotros, para que pongamos nuestra volun-


tad en los valores que permanecen y llevemos a la practi-
ca la solidaridad cristiana, roguemos al Senor. R.

Senor, tti que eres compasivo y justo, escucha las oraciones de tu


Iglesia

362 TEXTOS DIVERSOS


y aytidanos a superar la adversidad y a vivir guiados por la fe
y sostenidos por la esperanza.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

13. En una muerte por homicidio o por presunto suicidio

Unidos a todos los que sufren por la muerte de Ni [en las cir-
cunstancias en que se ha producido], acerquemonos al Senor de la
misericordia, para encontrar luz en la oscuridad y fe en nuestra duda.
— Por nuestro hermano (nuestra hermana) N., por quien
Jesus, nuestro Salvador, entreg6 su vida, para que alcance
303

el perdon y la misericordia del Padre, roguemos al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

— Por sus familiares y amigos, desconcertados ante esta


muerte, para que vivan apoyados en Jesus, manso y hu-
milde de coraz6n, y encuentren en el el consuelo prome-
tido, roguemos al Senor. R.

— Por todos los que han muerto en circunstancias extra-


iras, para que el Dios que conoce el corazOn y la respon
sabilidad de cada uno, sea para ellos compasivo y mise-
ricordioso, roguemos al Senor. R.

PLEGARIAS UNIVERSALES 363


— [Por quien haya podido tener alguna responsabilidad di-
recta en la muerte de N., para que reconsidere su acciOn
y se integre, convertido y reconciliado, en la comunidad cristiana,
roguemos al Senor.

Por nuestra sociedad, que se hace competitiva y violen-


ta, para que recupere la jerarquia de los valores morales y defienda
eficazmente el sagrado derecho a la vida que tiene todo ser humano,
roguemos al Senor.

— Por todos nosotros y por los que ansian un mundo mas


fraterno, para que superemos con el amor cualquier con-
lficto o enfrentamiento, roguemos al Serior.

Escucha, Senor, nuestra oraciOn y ten piedad de N. que fue hecho hijo
tuyo (hecha hija tuya)
por el bautismo;
acepta el bien que hizo en su vida y perdona sus culpas o debilidades.
Por Jesucristo, nuestro Senor.
R . Amen.

14. En la muerte de una persona alejada o en situacion irregular

Oremos al Dios de la misericordia y del perdon infinitos.


304

Pidamos por N. al Padre que conoce los corazones dc


todos y las dificultades y problemas de cada uno, que el sea para
nuestro hermano (nuestra hermana) juez mise-
ricordioso, roguemos al Senor.
R . Te rogamos, Senor.

-
364 TEXTOS DIVERSOS
Pidamos por la familia y los amigos de N., al Dios de quien procede todo
bien. Que el les conceda consuelo en el dolor y fortaleza para vivir
como hijos suyos, rogue-
mos al Sefton
Pidamos por toda la comunidad cristiana, al Padre que
nos congrega en el amor. Que el nos haga testigos mas
convincentes del Evangelio de Cristo, roguemos al Senor.

Pidamos por los no creyentes, al Dios de quien viene la


luz de la verdad. Que el les conceda conocerlo como pre-
mio a la rectitud y sinceridad de sus vidas, roguemos al
Sefton R.
Pidamos por todos los difuntos, al Padre que les comu-
nicO la vida y los hizo semejantes a el. Que los admita en su reino
eterno, una vez reparada la imagen divina en cada uno, roguemos al
Serior. i<
Dios todopoderoso, Padre de misericordia, da la paz y el descanso
eterno a los difuntos; y concede a cuantos to buscan
en lo mas profundo de su corazon, el gozo de reconocerte.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

-
PLEGARIAS UNIVERSALES 365
15. En la muerte de un obispo, un presbitero o un dificono

Hermanos: Oremos a Dios Padre misericordioso, que nos reti-


ne para celebrar la muerte y resurrecciOn de su Hijo, para que conceda
la felicidad de su reino a nuestro hermano N., a quien en el bautismo
Hamel a la vida eterna y en el sacramento del orden puso al servicio de
su pueblo.
305

Por el obispo, un presbitero o un diacono:


Por nuestro hermano N. [obispo, presbitero, diacono],
elegido para hacer las veces de Cristo en medio de la co-
munidad cristiana, para que sea contado entre los servi-
dores fieles y reciba el premio de sus trabajos, roguemos
al Senor.

R . Te rogamos, Senor.

Por el obispo o un presbiterb:


Por el que fue ordenado para ofrecer sobre el altar el sa-
crificio de Cristo uniendo a el la oblaciOn de los fieles,
para que participe para siempre en el banquete celeste y
en la alabanza de los bienaventurados, roguemos al Se-
nor. R.

P un diacono:
Por el que fue ordenado para proclamar el Evangelio y servir al altar y
a los pobres, para que participe para siem-
pre en el banquete celeste y en la alabanza de los biena-
venturados, roguemos al Senor. R.

-
366 TEXTOS DIVERSOS
Por la Iglesia santa de Dios, para que no se yea privada de los ministros
necesarios del Evangelio y de los sacra-
mentos, roguemos al Senor. R.
Por esta comunidad de N., que conoci6 la dedicaciOn pas-
toral de nuestro hermano N., para que guarde con amor
su memoria y persevere siempre en la fe, roguemos al Se-
tfon R.

Por todos nosotros, para que a imagen de Cristo, buen Pastor, demos
dia a dia la vida por nuestros hermanos, roguemos al Senor. R.
Dios nuestro, que quisiste dar pastores a tu pueblo, al elevar nuestras
oraciones
en favor de nuestro hermano N.,
306

[Obispo, presbitero, diacono de esta iglesia], to pedimos que le


concedas el premio prometido a tus servidores fieles y solicitos.
Por Jesucristo, nuestro Setior. R . Amen.

16. En la muerte de un religioso (una religiosa)

Con la confianza puesta en el Padre celestial, oremos por nues-


tro hermano (nuestra hermana) N., que fue llamado (llama-
da) a seguir mas de cerca las huellas de Cristo y que ha tras-
pasado ya el umbral de este mundo.

-
I'LEGARIAS UNIVERSALES 367
Por nuestro hermano (nuestra hermana) N., que quiso ser signo y
testimonio del reino en esta vida, para que haya alcanzado la plena
posesiOn de to que debia anun-
ciar, roguemos al Sefton
R . Te rogamos, Sefton
Por sus hermanos (hermanas) de la comunidad de N. [y por los
familiares de N.], para que se consuelen mutua-
mente con la fe y la esperanza que comparten como hi-
jos de Dios elegidos con una vocaciOn particular en la Iglesia, roguemos
al Sewn R.

Por la Iglesia, Esposa de Cristo y Madre de los fieles, para que se yea
enriquecida con nuevas vocaciones a la vida religiosa, que conduzcan a
sus hijos hacia la cari-
dad perfecta, roguemos al Senor. R.
— Por los religiosos y religiosas que trabajan en nuestra Igle-
sia, para que, manteniendose fieles y alegres en el segui-
miento de Cristo, sean en todas partes testigos de su amor, roguemos al
Senor. R.

Padre, to que prometiste el ciento por uno a los que lo dejasen todo
para seguir a tu Hijo,
recibe en tu presencia
a nuestro hermano (nuestra hermana) N., purificado (purificada) de
toda mancha, y dale la posesi6n de la vida eterna.
307

Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 369

PALABRAS INTRODUCTORIAS
Y DE DESPEDIDA
PARA CASOS ESPECIALES

I. Cuando la familia ha quedado muy desconcertada.

Introduccion:

Hermanos: Ante la [inesperada] muerte de nuestro querido y


recordado (nuestra querida y recordada) N., nos sentimos abrumados
y no sabemos encontrar pala-
bras para explicarnos su partida de entre nosotros. Cons-
ternados frente a este hecho, no podemos, con todo, de-
sesperarnos, porque, en este doloroso momento, viene en ayuda
nuestra la fe cristiana; ella nos asegura que la vida de nuestro hermano
(nuestra hermana) no ha ter-
minado con esta muerte que contemplan nuestros ojos; creemos que el
(ella) continua viviendo, en una dimen-
si6n ciertamente distinta y ahora para nosotros incom-
pressible, pero no por ello menos verdadera.

370 TEXTOS DIVERSOS


Ahora no podemos comprender el misterioso desig-
nio de Dios, segfin el cual nos vemos privados de la pre-
sencia visible de un querido companero (querida compa-
nera) de viaje; pero, frente a su muerte, queremos incli-
308

narnos ante la poderosa mano de Dios, descargando en


el todo nuestro agobio y confiando que el se interesa por
nosotros; el Senor, a su tiempo, enjugard las ldgrimas de
nuestros ojos y hard desaparecer la muerte para siempre.
Oremos, pues, al Senor, durante esta celebraciOn,
por el descanso de nuestro hermano (nuestra hermana)
y, supliquemosle tambien que de a sus familiares y a cuan-
tos ahora se ven consternados por esta [inesperada] muer-
te aquellos mismos sentimientos de fortaleza y de espe-
ranza que tuvo Maria ante la muerte violenta de su Hi-
jo. Que ella, madre de misericordia, ella que experimen-
t6 las ldgrimas y el dolor ante la muerte de su Hijo, in-
terceda por los que lloran ahora en este valle de lagrimas.

Despedida:
Vamos ahora a cumplir con nuestro deber de dar se-
pultura al cuerpo de nuestro hermano (nuestra herma-
na). Fieles a la costumbre cristiana, lo haremos pidiendo
con fe a Dios para quien todos vivimos, que admita su
alma entre los santos y que este cuerpo que hoy vamos
a enterrar, lo resucite un dia lleno de vida y de gloria.
Que, en el momento del juicio sea misericordioso para
con nuestro hermano (nuestra hermana), para que libre

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 371


de la muerte, absuelto (absuelta) de sus culpas, reconci-
liado (reconciliada) con el Padre, llevado (11evada) sobre los hombros
del buen Pastor, y agregado (agregada) al sequito del Rey eterno,
disfrute para siempre de la gloria eterna y de la compania de los santos.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside con-


tinua, diciendo:

No temas, hermano (hermana), Cristo muri6 por ti. El


Senor te protegi6 durante tu vida; por ello, esperamos
que tambien te librard, en el ultimo dia de la muerte que
acabas de sufrir. Por el bautismo, fuiste hecho (hecha)
309

miembro de Cristo resucitado: el agua que ahora derra-


maremos sobre tu cuerpo nos lo recordard. [Dios te dio
a su Espiritu Santo, que consagr6 tu cuerpo como tem-
plo suyo; el incienso con que perfumaremos tus despo-
jos, sera simbolo de tu dignidad de templo de Dios y acre-
centara en nosotros la esperanza de que este mismo cuerpo
resucitard gloriosamente como el de Jesucristo].

372 TEXTOS DIVERSOS


2. Por un difunto laity joven

IntroducciOn:

Queridos hermanos: La muerte, a nuestros ojos des-


concertante, de N , el hermano querido (la hermana que-
rida) a quienes lloramos, ha congregado hoy en torno a
el (ella) una asistencia muy numerosa. Hemos acudido
aqui para orar por el compafiero (la compafiera) de viaje
que nos ha precedido, para testimoniar nuestra amistad
y solidaridad para con su familia que sufre, para mos-
trar a unos amigos queridos nuestra mas sentida condo-
lencia.
La celebraciOn de estas exequias nos une a todos en
una angustia casi indecible: nos resulta realmente dificil
aunar la juventud con la muerte; el inicio de una vida
llena de ilusiones con el fin inesperado de una existencia
que apenas habia comenzado. Frente a una muerte co-
mo la que estamos contemplando, parece que todo nues-
tro ser se revela y nos vemos desprovistos de respuestas
y casi sin fuerzas.
Pero, si no sabemos acallar nuestro dolor, podemos, por lo menos,
dirigir a Dios una mirada que, aunque li-
mitada y pobre, quiere buscar humildemente en el refu-
gio y consuelo, fuerza y esperanza.
Recordemos, en este momento de desaliento a Je-
sus que, turbado y lleno de angustia ante su propia muer-

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 373


310

te, dirige al Padre su ()radon, amarga por el dolor: "Dios mio, Dios mio,
Lpor que me has abandonado?"; y afian-
cemos nuestra esperanza, recordando coin° el Padre aten-
di1:5 esta plegaria de tal modo que Jestis, poco despues, confortado ya
con el auxilio del cielo, puede decir, con una gran paz y esperanza:
"Padre, en tus manos enco-
miendo mi espiritu".

Que el Padre de misericordia los ayude el mismo a imitar esta actitud


de confianza que vemos en Jestis que, inclinados tambien ustedes bajo
la poderosa mano de Dios, logren descargar en el todo su agobio,
confiando que el no deja de interesarse por ustedes.

Despedida:

Dispongamonos ahora a cumplir cristianamente con el deber de dar


sepultura al cuerpo de nuestro hermano (nuestra hermana) y pidamos
a Dios, para quien todos vivimos, que admita su alma en la asamblea de
los san-
tos, y que este cuerpo, que hoy vamos a enterrar, el Se-
nor lo resucite lleno de vigor y de gloria en el Ultimo dia. Que Dios
escuche nuestras suplicas, en el momento del juicio, sea misericordioso
con el (ella) para que, libre de la muerte, absuelto (absuelta) de sus
culpas, reconcilia-
do (reconciliada) con el Padre, llevado (llevada) sobre los hombros del
buen Pastor y agregado (agregada) al sequito del Rey eterno, disfrute
para siempre de la gloria eterna y de la compaftia de los santos.

374 TEXTOS DIVERSOS


Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside, con-
tinua diciendo:
El agua con que vamos a rociar ahora el cuerpo de este
hermano nuestro (esta hermana nuestra) nos recuerda que
en el bautismo fue hecho (hecha) miembro del cuerpo de
Jesucristo, que murio y fue sepultado, pero que con su
gloriosa resurreccion vencio a la muerte. [El incienso con
que perfumaremos luego su cuerpo nos traera a la me-
moria que fue templo del Espiritu y esta llamado a la re-
311

surreccion] .

3. Por un nino que ha Ilegado al use de radon

Introduccion:

Queridos hermanos: La celebracion que hoy nos congre-


ga aqui, junto a unos padres (familiares) inconsolables
por la muerte de su hijo (hija) (del pequeno; de la peque-
na) , nos sume a todos en una angustia casi indecible.
Resulta realmente dificil aunar la ninez con la muerte,
el inicio de una vida que apenas habia comenzado con
este fin inesperado que estamos contemplando. Si siem-
pre la muerte nos desconcierta y nos llena de interrogan-
tes, la muerte de un nino casi nos escandaliza. La fe cris-
tiana, que ilumina siempre el camino de los creyentes en
Jesus, en estas circunstancias no llega a ahuyentar ni el
dolor ni el desconcierto. El mismo JesUs —recordarlo en
este momento puede aliviar nuestras lagrimas— se con-
turb•:5 ante la muerte de su amigo Lazaro y se compade-

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 375


Pero sobre todo ustedes, los padres (familiares) del
pequeno (de la pequena) N., ante la muerte de su hijo
(de su hija) (ante la muerte de este Tao; esta nina), han
quedado desconcertados y posiblemente tentados inclu-
so a pensar que Dios los ha abandonado. Pero, por enci-
ma de su dolor, por encima del desconcierto que sien-
ten, dentro de ustedes mismos, en este momento dificil,
deben pensar que esta misma muerte puede ser para us-
tedes como una Hamada que Dios les dirige para que con-
timien amando a su Hijo (su hija) (al nino al que lloran;
a la nina que lloran) para que lo (la) amen por medio de
una renuncia generosa que como cristianos creemos que
es solo momentanea.

La muerte de N, a todos nos anuncia, a su manera, una vida nueva, la


vida sin fin del Reino de Dios, donde algUn dia nos volveremos a
encontrar todos en medio de una alegria que jamas volvera a empariar
312

las lagrimas. El nino Oa nina) que hoy lloramos nos invita a todos a
creer en esa vida.

Despedida:

Dispongamonos ahora a cumplir cristianamente con el


deber de dar sepultura al cuerpo del nino (de la nina) N.
y pidamos a Dios para quien todos vivimos, que admita
su alma en la asamblea de los santos, que este cuerpo,
que hoy vamos a enterrar, el Senor lo resucite lleno de
vigor y de gloria en el Ultimo dia; y que acoja con amor

ciO de la desolaciOn de una viuda que lloraba a su hijo.

376 TEXTOS DIVERSOS


a su alma y la coloque en el reino de la luz y de la paz, dandole un
puesto entre los santos y elegidos que lo si-
guen, revestidos con vestiduras blancas y palmas de vic-
toria, a donde quiera que va, porque fueron adquiridos como primicias
de la humanidad para Dios.

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside con-


tinua, diciendo:

El agua con que vamos rociar ahora el cuerpo de es-


te nino (esta nina) nos recuerda que en el bautismo fue
hecho (hecha) miembro del cuerpo de Jesucristo, que mu-
y fue sepultado, pero que con su gloriosa resurrec-
cion vencie la muerte. [El incienso con que perfumare-
mos luego su cuerpo nos traera a la memoria que fue tem-
plo del Espiritu y esta llamado a la resurreccion].

4. En caso de un accidente public°

Introduction:
313

Queridos hermanos: En este momento de un dolor


tan intenso y en medio del desconcierto en que a todos
nos sume la desgracia que tan insperadamente ha caido
sobre nosotros, intentemos elevar nuestra mirada a Dios
para encontrar refugio en la oracion y respuesta a nues-
tro dolor en la palabra de Dios. Es tinicamente esta pa-
labra la que puede proyectar un rayo de luz sobre la os-
curidad de la prueba que estamos viviendo e iluminar el

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 377


misterio, a nuestros ojos imcomprensible, de por que Dios haya
permitido que nos ocurriera una desgracia tan
grande.

En este momento, ninguna palabra humana es sufi-


ciente para atenuar nuestro dolor. Por ello, debemos ele-
var nuestros ojos a Dios y dirigirnos a el con aquellos mismos
sentimientos de esperanza que salian del cora-
Din de Pablo: "Bendito sea Dios, Padre de nuestro Se-
nor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consue-
lo: el nos conforta en toda tribulaciOn".

Despedida:

Vamos ahora a cumplir con el deber de dar sepultu-


ra a los cuerpos de estos hermanos nuestros. Fieles a la
costumbre cristiana, lo haremos pidiendo con fe a Dios,
para quien todos vivimos, que admita sus almas entre sus
santos y que estos cuerpos que hoy vamos a enterrar, los
resucite un dia llenos de vida y de gloria. Que, en el mo-
mento del juicio, sea misericordioso con ellos, para que,
libres de la muerte, absueltos de sus culpas, reconcilia-
dos con el Padre, llevados sobre los hombros del buen
Pastor y agregados al sequito del Rey eterno, disfruten
para siempre de la gloria eterna y de la compailia de los
santos.
314

378 TEXTOS DIVERSOS

Todos oran unos momentos en silencio. Luego, el que preside con-


tinua, diciendo:
No teman, hermanos, Cristo muds:5 y resucitO por
ustedes. El Senor los protegiO durante su vida; por ello,
esperamos que tambien los librard, en el ultimo dia, de
la muerte que acaban de sufrir. Por el bautismo, fueron
hechos miembros de Cristo resucitado: el agua que aho-
ra derramaremos sobre sus cuerpos nos lo recordard.
[Dios les dio su Espiritu Santo, que consagro sus cuer-
pos como templo suyo; el incienso con que les perfuma-
remos sera simbolo de su dignidad de ter plos de Dios
y acrecenterd en nosotros la esperanza de que estos mis-
mos cuerpos, resucitaran gloriosamente como et de Je-
sucristo] .

5. En la muerte de un padre (madre) de familia

Introduccidn:

Hermanos: Nos encontramos reunidos para decir


adios a un (una) [joven] padre (madre) de familia, N. De
una manera especial, queremos estar hoy al lado de su
esposa (esposo) e hijos para acompaflarlos en su dolor.
Pero, a la vez, queremos que estos momentos sean una
afirmacion de esperanza. De esperanza en el amor de Dios
que nunca abandona a sus hijos, a pesar de las pruebas
de la vida. De esperanza, tambien en el amor de este pa-
dre (esta madre), santificado por el sacramento del ma-

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 379


trimonio, que no quedard sin fruto. Como Cristo, todo el que ama y se
sacrifica por los demas se convierte en fuente de vida inagotable.

Despedida:
315

Al llegar el momento de la despedida, digamos adios a los restos


mortales de este padre (esta madre) [joven] N., que van ustedes a
introducir en la tierra, como el gra-
no de trigo destinado a dar fruto.

Encomendemoslo (Encomendemosla), una vez mds,


al amor del Padre, con la confianza de que le darn una
felicidad infinitamente mayor, y hard que un dia el (ella)
y su familia se vuelvan a encontrar en el reino eterno.

Nuestro canto y nuestra oraciOn, al tiempo que hon-


ramos el cuerpo de este padre (esta madre), vayan acom-
pafiados tambien del firme propOsito de dedicarnos a los demas y de
ayudarnos mutuamente.

6. En una muerte repentina

Introduccidn:
Hermanos: Hoy nos convoca un hecho desconcer-
tante, aunque no frecuente. La muerte inesperada de N.
En realidad, la muerte resulta siempre dolorosa y nos su-
me en la angustia y en la conciencia de nuestra limita-
ciOn. En momentos como el presente, acudimos a la fe

380 TEXTOS DIVERSOS


para encontrar fortaleza y esperanza. Interroguemos, si, a la fe, pero
desde una actitud atenta a la revelacion de Dios por medio de su
Palabra todopoderosa, y confian-
do tambien en la °rack:al de la Iglesia.

[La Eucaristia que vamos a celebrar nos pone en con-


tacto con el amor de Dios manifestado en la muerte y resurreccion de
su Hijo Jesucristo, causa de salvacion para todos los hombres].

[Dispongamonos a participar dignamente en ella].


316

Despedida:

Antes de separarnos [para conducir el cuerpo de N. al lugar de su


reposo definitivo], oremos con fe y espe-
ranza, confiando nuevamente en las manos de Dios a nuestro hermano
(nuestra hermana).

Hemos venido a esta celebracion hondamente afec-


tados. Salgamos de ella fortalecidos por la palabra del Sefton "Vengan a
mi todos los que estan fatigados y ago-
biados, y yo los aliviare". Pero no olvidemos tampoco su invitacion a
estar preparados, porque no sabemos el dia ni la hora.

La aspersiOn con el agua bendita que vamos a reali-


zar, en sefial de respeto hacia estos restos mortales, sig-
nifica que nuestro hermano (nuestra hermana) fue incor-

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 381


porado (incorporada) a la Iglesia por medio del bautis-
mo. La Iglesia ora por el (ella) y lo (la) despide con afec-
to y dolor.

7. En una muerte despues de una larga enfermedad

Introduccidn:

Hermanos: Reunidos para celebrar las exequias de


N., que perteneci6 a esta comunidad [parroquia ] de N. ,
queremos compartir nuestros sentimientos y nuestra ple-
garia con sus familiares y amigos. La larga (penosa) en-
fermedad ha puesto a prueba tanto al difunto (a la di-
funta) como a sus familiares. Pero recordemos la pala-
bra del Apostol: "Si se destruye este nuestro tabernacu-
lo terreno, tenemos un solid° edificio construido por Dios
y que tiene una duraciOn eterna en los cielos".
317

[Ofrezcamos el sacrificio eucaristico en favor de nuestro hermano


(nuestra hermana) N. —que se uni6 a Jesucristo por medio del Viatico;
de la comuni6n
frecuente— para identificarse mas plenamente con Cris-
to paciente].

[En silencio entremos en nuestro interior para disponer-


nos a participar en los sagrados misterios como conviene].

382 TEXTOS DIVERSOS


Despedida:

Al despedir los restos mortales de N. para deposi-


tarlos en la tierra, tengamos presentes las promesas del
Senor, por medio de san Pablo: "Esto corruptible tiene que vestirse de
incorrupciOn, y esto mortal tiene que ves-
tirse de inmortalidad"

Con esta confianza, honremos este cuerpo que fue


lavado con el agua del bautismo y fortalecido con los de-
!lids sacramentos [con la unciOn de los enfermos].

Al mismo tiempo, intensifiquemos nuestra oraciOn confiando a nuestro


hermano (nuestra hermana) a la mi-
sericordia divina y a la Iglesia del cielo.

8. En una muerte por accidente

IntroducciOn:

Hermanos: La vida humana es un bien tan precioso


que, cuando alguien la pierde de forma violenta por ac-
cidente [de transito, de trabajo], todos nos sentimos afec-
tados. La muerte de N. [feligres (feligresa) de esta pa-
rroquia; vecino (vecina) de ustedes; companero (compa-
Fiera) de trabajo de ustedes] los ha reunido en esta igle-
sia. Para unos, esto es un acto de solidaridad con el di-
funto (la difunta) y con su familia: para otros, los
318

creyentes, es tambien un momento de oraciOn, de fe en


un Dios que es Padre capaz de dar no solo la vida terre-

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 383


na, sino tambien la vida que no acaba. Nuestro destino es vivir, y vivir
felices en el reino eterno de Dios.
[Que esta Eucaristia, celebraciOn de la muerte reden-
tora de Jesucristo, ayude a nuestro hermano (nuestra her-
mana) N. a alcanzar la vida eterna —premiando sus obras buenas y la
entrega a su trabajo—].
[Al comenzar esta celebracion, pidamos a Dios que nos conceda la
conversion de nuestros corazones, para que se aumente nuestra
comuniOn con el y con los hermanos].

Despedida:

Antes de despedirnos, serenado nuestro espiritu por la palabra de Dios


y la participaciOn [en la Eucaristia] en la oraciOn de la Iglesia,
realicemos un postrer acto de homenaje a los restos mortales de N.
Recordemos la promesa del Se-1°r; "Que todo el que
cree en el Hijo tiene vida eterna, y yo to resucitare en el
Ultimo dia". (0 bien, en caso de accidente de trabajo:
"El que se ama a si mismo se pierde, y el que se aborrece
a si mismo en este mundo se guardard para la vida
eterna").
Rociaremos con agua bendita este cuerpo, en me-
moria del bautismo que incorpor6 a nuestro hermano

384 TEXTOS DIVERSOS


(nuestra hermana) a la comunidad de salvaciOn [y lo in-
censaremos en serial de respeto]. La Iglesia ora de nuevo
por el (ella), para confiarlo a la misericordia del Padre.

9. En una muerte por homicidio o por supuesto suicidio

Introduction:
319

Hermanos: Estamos reunidos para encomendar al


amor infinito de Dios, nuestro Padre, a N., cuya muerte
nos ha llenado de dolor a todos. Al mismo tiempo, de-
seamos consolar a una familia, a unos amigos que su-
fren particularmente. A nosotros no nos es dado juzgar
a nadie: Solo Dios conoce el fondo de las personas, y só -
lo el sabe lo que se encierra en el corazOn humano. Por
eso, su justicia esta envuelta siempre en la misericordia.
En estos momentos, dirigimos nuestra mirada a Cristo,
muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra
justification. Creemos en el y confiamos en el.
[Escucharemos su palabra y renovaremos el gesto su-
premo de su entrega a la muerte para salvarnos, espe-
rando que su sacrificio beneficie, en cuanto sea necesa-
rio, a nuestro hermano (nuestra hermana) N., y sea fuente
de perdOn tambien para quienes puedan haber causado
su muerte].

[Humildemente, recononozcamonos pecadores e in-


voquemos la misericordia divina].

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 385


Despedida:

La bondad de Dios esta por encima de los hombres, su justicia se


traduce en misericordia para los que acu-
den a el. Serior, escucha mi oration; tu, que eres fiel, atiende a mi
suplica. No llames a juicio a to siervo, pues ningtin hombre es inocente
frente a ti.

Al despedir a N., para dar sepultura a sus restos mor-


tales, rociandolos con el agua del bautismo, que un dia
recibiO para ser hijo de Dios y heredar la vida eterna, ore-
mos de nuevo por el (ella) confiandolos tambien a la in-
tercesiOn de la Santisima Virgen Maria y de todos los
santos.

10. En la muerte de un presbitero


320

IntroducciOn:

Hermanos: Nos hemos reunido en torno al altar pa-


ra celebrar el misterio pascual de Jesucristo, que se cum-
ple en nuestro hermano sacerdote N., cuyo cuerpo acorn-
pariamos con veneration y respeto. Un dia fue recibido
en la familia de los hijos de Dios por el bautismno, que-
dando para siempre incorporado a Cristo. Otro dia, por
medio del sacramento del orden, fue hecho signo e ins-
trumento de Cristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia. Desde
entonces, sus manos, sus labios y su corazOn han estado
consagrados al ministerio presbiterial [en esta parroquia
de N. especialmente . . ].

386

TEXTOS DIVERSOS
Nuestra presencia aqui quiere ser expresiOn de gra-
titud al Senor por el don de la vida sacerdotal de su sier-
vo, y stiplica confiada de que participe ya en el banquete
celeste quien tantas veces presidio la Eucaristia en la tierra.

[Al comenzar estos sagrados misterios, reconozca-


mos humildemente que somos pecadores].

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA


387

11. En la muerte de un dideono

Introduccion:

Hermanos: Al reunirnos este grupo de presbiteros


y diaconos y los fieles de la comunidad (parroquia) de
N., para celebrar las exequias de N., diacono de la Igle-
321

Despedida:

Antes de entregar a la tierra, de donde fue forma-


do, el cuerpo de nuestro hermano N., presbitero de esta
iglesia de N. (di6cesis; catedral; comunidad religiosa), des-
pidamonos de el con un ultimo gesto de respeto y de ye-
neraciOn
Hecho templo vivo de Dios por el bautismo, parti-
cipo despues en el sacerdocio de Jesucristo por el sacra-
mento del orden. Sus manos fueron entonces ungidas para
bendecir y perdonar. Sus labios destinados a predicar el
Evangelio, y su coraz6n a acoger paternalmente a todos
los hombres.

Este ultimo adi6s esta marcado, pues, por la grati-


tud y el reconocimiento hacia una vida sacerdotal gasta-
da en el servicio de Dios y de la Iglesia.

Que nuestra oraciOn encomiende a N. en las manos del Padre celestial,


con la intercesiOn de Maria, la Ma-
dre del Senor y de los santos pastores.

sia, a quien nos unian vinculos de la fe y del bautismo


[y del ministerio], recordemos las palabras del Senor:
"Voy a prepararles un lugar, para que donde estoy yo,
esten tambien ustedes".

Con esta confianza, participemos en la Eucaristia,


para unir la acciOn de gracias, las ofrendas y las suplicas
por nuestro hermano N., al sacrificio de Cristo.

[Si era diacono con esposa e hijOs:

Pidamos tambien por su esposa y por sus hijos y fa-


miliares, para que reciban el consuelo de la fe y la ale-
gria de haber ayudado a la Iglesia].

[Que el Senor, que nos invita a la mesa de su Pala-


bra y de su Cuerpo y Sangre, nos conceda la conversion
322

ie nuestros corazones para que se acreciente nuestra co-


muniOn con Dios y con los hermanos].

388 TEXTOS DIVERSOS

Despedida:

Nuestro hermano N., diacono, duerme en la paz c


Cristo. Confiemoslo al amor de Dios, nuestro Padre
a la intercesiOn de la Iglesia del cielo, antes de sepulta
su cuerpo en la tierra, en la espera de la resurrecciOn

El que tantas veces sirvi6 al Senor y a los hermanos con su ministerio,


merece este Ultimo gesto de honor y de veneraciOn. Con el queremos
recordar, sobre todo, su bautismo, puerta de salvaciOn y principio de
todas las gra-
cias y dones que Dios derram6 en su vida.
Que el Senor lo reconozca entre sus servidores fieles y le de la posesiOn
de su reino.

12. En la muerte de un religioso (una religiosa)

Introduccion:

Hermanos: Nos reline la muerte de N., que vivid en esta comunidad


religiosa de N. con el deseo de seguir a Jesucristo por la senda de la
caridad perfecta, siendo en la Iglesia una serial de los cielos nuevos y
de la tierra nueva que Dios ha preparado para los que aman y se
dedican a los hermanos.
En la paz y la confianza que brotan de la fe y del
amor fraterno, celebremos la Eucristia, anticipo y pren-
da de las bodas de Cristo con su Iglesia. Pidamos que

PALABRAS INTRODUCTORIAS Y DE DESPEDIDA 389


quien en la tierra se consagr6 al servicio divino y a la san-
tificaci6n de los hombres [en la vida contemplativa; en el campo
sanitario, educativo . . .] merezca alcanzar el pre-
mio prometido al que ha sabido esperar, vigilante y acti-
323

vo, al Senior (a la que ha sabido esperar al Esposo con la lampara


encendida).

[Al comenzar esta celebraciOn, pidamos al Padre su misericordia para


morir cada dia al pecado y resucitar a la vida nueva].

Despedida:

Con una gran esperanza, despedimos a nuestro her-


mano (nuestra hermana) N. Su vida ha sido, entre noso-
tros, un signo de que no tenemos morada permanente en
este mundo: "Mientras vivimos, estamos desterrados le-
jos del Senor. Caminamos sin verlo, guiados por la fe".

Honremos este cuerpo que fue templo del Espiritu


Santo y ofrenda viva, santa y grata a Dios, por la consa-
graciOn religiosa. Pidamos al Padre de las misericordias,
por intercesion de la Virgen Maria, de san N. (patrono
o fundador) y de todos los santos, que reciba a su siervo
(sierva) y le conceda participar en la felicidad de los justos.

APENDICE II

FORMULARIO COMPLETO
PARA LA MISA DE DIFUNTOS
CELEBRADA FUERA DE LA IGLESIA

(ORDINARIO DE LA MISA)

Para la celebraciOn de las misas de difuntos se usaran, ordinariamente,


los diversos formularios propios que figuran en el Misal y en el
Leccionario para estas celebraciones. Pero, cuando la misa deba
celebrarse excepcionaln-iente fuera de la iglesia y no se tenga a mano
el Misal y el Leccionario, puede recurrirse al siguiente texto:

RITOS INICIALES
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo.
R. Amen.
324

Saludo
— El Senor este con ustedes.
R. Y con to espiritu.

Antifona de entrada
Dale, Senor, el descanso eterno,
y brille para el (ella) la luz eterna.

392 MISA DE DIFUNTOS

Acto penitencial
Tu que has gustado la muerte: Senor, ten piedad.
R. Senor, ten piedad.
Tu que reposaste en el sepulcro: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
Tu que has resucitado gloriosamente de entre los muertos:
Senor, ten piedad.
R. Senor, ten piedad.

Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
R. Amen.

ORACION COLECTA
Oremos.
Escucha, Senor, nuestras stiplicas
y haz que tu siervo (sierva) N.,
que acaba de salir de este mundo,
perdonado (perdonada) de sus pecados y libre de toda pena,
goce junto a ti de la vida inmortal; y, cuando llegue el gran dia
de la resurrecciOn y del premio,
colocalo (colocala) entre tus santos y elegidos. Por nuestro Senor
Jesucristo.

MISA DE DIFUNTOS 393


325

LITURGIA DE LA PALABRA

Se proclaman dos o tres lecturas y el salmo responsorial, tomadas del


Lec-
cionario de difuntos (cfr en este mismo volumen, el Leccionario de las
misas de difuntos, pp. 444-527).

Antes del evangelio, el sacerdote, inclinado, dice en secreto:


Purifica mi corazOn y mis labios, Dios todopoderoso,
para que anuncie dignamente tu Evangelio.

Term i el ev el ceiebrante besa el libro, diciendo:


Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

Despues de la homilia, se hace la plegaria universal, para la que se


puede usar uno de los formularios que figuran en el Apendice I (pp.
347-367).

LITURGIA EUCARISTICA

Presentacion del par


Bendito seas, Serior, Dios del universo, por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad
y ahora to presentamos;
el serd para nosotros pan de vida.

394 MISA DE DIFUNTOS MISA DE DIFUNTOS 395

Mixti6n del agua con el vino Invitacian del pueblo

El agua unida al vinoOren, hermanos,


sea signo de nuestra participacidn para que este sacrificio, riff() y
vuestro,
en la vida divina sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
326

de quien ha querido compartir R. El Senor reciba de tus manos este


sacrificio,
nuestra condicion humana. para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
PresentaciOn del vino y el de toda su santa Iglesia.

Bendito seas, Senor, Dios del universo, ORACION SOBRE LAS


OFRENDAS
por este vino,
fruto de la vid y del trabajo del hombre, Recibe, Senor, con agrado,
que recibimos de tu generosidad la ofrenda de esta Eucaristia;
y ahora to presentamos; que por ella obtenga
el serd para nosotros bebida de salvacion. nuestro hermano
(nuestra hermana) N.
el deseado perdon de sus pecados,
SUplica de ofrecimiento y pueda asi cantar eternamente tu gloria
en la alegre compania de los santos.
Acepta, Senor, nuestro corazdn contrito Por Jesucristo, nuestro Senor.
y nuestro espiritu humilde; R. Amen.
que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia,
Senor, Dios nuestro.

Lavabo
Lava del todo mi delito, Seflor, limpia mi pecado.

396 MISA DE DIFUNTOS MISA DE DIFUNTOS 397


Por eso,
con los Angeles y los arcangeles
PLEGARIA EUCARISTICA y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar
Prefacio el himno de tu gloria:

El Senor este con ustedes. Santo, Santo, Santo es el Senor,


R. Y con tu espiritu. Dios del Universo.
Levantemos el corazon. Llenos estan el cielo y la tierra de tu gloria.
R. Lo tenemos levantado hacia el Serior. Hosanna en el cielo.
Demos gracias al Senor, nuestro Dios. Bendito el que viene en
nombre del Senor.
R. Es justo y necesario. Hosanna en el cielo.
327

En verdad es justo y necesario,


es nuestro deber y salvaciOn Plegaria eucaristica
darte gracias
siempre y en todo lugar, El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Senor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, Santo eres en verdad, Padre,
por Cristo nuestro Senor. y con razon to alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Senor nuestro,
En el cual resplandece con la fuerza del Espiritu Santo,
la esperanza de nuestra feliz resurreccion; das vida y santificas
todo,
y asi, aunque la certeza de morir nos entristece, y congregas a tu
pueblo sin cesar,
nos consuela la promesa de la futura inmortalidad. para que ofrezca
en tu honor
Pues, para quienes creemos en ti, Senor, un sacrificio sin mancha
la vida se transforma, desde donde sale el sol hasta el ocaso.
no se acaba;
y disuelta nuestra morada terrenal, se nos prepara una mansion
eterna en el cielo.

398 MISA DE DIFUNTOS

Junta las manos y, manteniendolas extendidas sobre las ofrendas, dice:


Por eso, Padre, te suplicamos
que santifiques por el mismo Espiritu
estos dones que hemos separado para ti,

Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el caliz conjun-
tamente, diciendo:

de manera que sean


Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Senor nuestro,

Junta las maims.

que nos mand6 celebrar estos misterios.


328

En las formulas que siguen, las palabras del Senor han de pronunciarse
con claridad, como lo requiere la naturaleza de estas.

Porque el mismo,
la noche en que iba a ser entregado,

Toma el pan y, sosteniendolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tomb pan,
y dando gracias te bendijo, to partio
y lo dio a sus discipulos, diciendo:

Se inclina un poco.

MISA DE DIFUNT( 399


Tomad y corned todos de el,
porque esto es mi Cuerpo,
que sera entregado por vosotros.

Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena


y lo adora haciendo genuflexion.

Despues prosigue:

Del mismo modo, acabada la cena,

Toma,e1 caliz y, sosteniendolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

tome) el caliz,
dando gracias te bendijo,
y to pas6 a sus discipulos, diciendo:

Se inclina un poco.
Tomad y bebed todos de el,
porque este es el caliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y
eterna, que sera derramada por vosotros
y por todos los hombres
para el perdon de los pecados.
329

Haced esto en conmemoracion mia.

Muestra el caliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora


haciendo genuflexion.

400 MISA DE DIFUNTOS


Luegi.

Este es el Sacramento de nuestra fe.

Y el
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurreccion. ;Ven, Senor Jesus!

Despues, el sacerdote, con las manos extendidas, dice:

Asi, pues, Padre,


al celebrar ahora el memorial
de la pasion salvadora de tu Hijo,
de su admirable resurreccion y ascension al cielo, mientras esperamos
su venida gloriosa,
to ofrecemos, en esta acciOn de gracias, el sacrificio vivo y santo.

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la


Victima
por cuya inmolaciOn
quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos
con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espiritu Santo,
formemos en Cristo
un solo cuerpo y un solo espiritu.
Que el nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu
heredad

MISA DE DIFUNTOS 401


junto con tus elegidos:
con Maria, la Virgen Madre de Dios, los apOstoles y los martires,
[San santo del dia o patrono]
y todos los santos,
330

por cuya intercesion


confiamos obtener siempre tu ayuda.

Te pedimos, Padre,
que esta Victima de reconciliaciOn
traiga la paz y la salvacion al mundo entero. Confirma en la fe y en la
caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el Papa 14., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los
presbiteros y diaconos, y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y suplicas de esta familia que has congregado en tu


presencia.
Retine en torno a ti, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste [hoy]
de este mundo a tu presencia: concedele
que, asi como ha compartido ya la muerte de Jesucristo,
comparta tambien con el
la gloria de la resurreccion,

402 MISA DE DIFUNTOS


cuando Cristo haga resurgir de la tierra a los muertos,
y transforme nuestro cuerpo fragil
en cuerpo glorioso como el suyo.
Y a todos nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu
amistad recibelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria;
alli enjugards las lagrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte
como tti eres,
Dios nuestro,
seremos para siempre semejantes a ti
y cantaremos eternamente tus alabanzas,

Junta lad manos.


por Cristo, Senor nuestro,
por quienes concedes al mundo todos los bienes.
331

Toma la patena, con el pan consagrado, y el caliz y, sosteniendolos


elevados, dice:
Por Cristo, con el y en el,
a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espiritu Santo, todo
honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.

El pueblo aclama:

Amen.

MISA DE DIFUNTOS 403

RITO DE LA COMUNION

Una vez que ha dejado el caliz y la p'atena, el sacerdote, con las manos
juntas, dice:
Fieles a la recomendacion del Salvador y siguiendo su divina
enserianza,
nos atrevemos a decir:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, continua:


Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hagase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada dia;
perdona nuestras ofensas,
como tambien nosotros perdonamos a los que nos ofenden;‘
no nos dejes caer en la tentaciem, y libranos del mal.

El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue el solo:


Libranos de todos los males, Senior,
y concedenos la paz en nuestros dias,
para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de
pecado
y protegidos de toda perturbaciOn, mientras esperamos la gloriosa
venida de nuestro Salvador Jesucristo.
332

404 MISA DE DIFUNTOS

Junta las manos.

El pueblo concluye la oraci6n, aclamando:


Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria, por siempre, Senor.

Despues, el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:


Senor Jesucristo,
que dijiste a tus apOstoles:
"La paz les dejo, mi paz les doy",
no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concedele la paz y la unidad.

Junta las manos.


Tit que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

El pueblo responde:

Amen.

El sacerdote, extendiendo y juntando las manos, ariade:


La paz del Senor este siempre con ustedes.

El pueblo responde:
Y con tu espiritu.

MISA DE DIFUNTOS 405

Luego, si se juzga oportuno, el sacerdote ariade:


Dense fraternalmente la paz.

Despues, toma el pan consagrado, lo parte sabre la patena, y deja caer


una parte del mismo en el caliz, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de nuestro Senor Jesucristo, unidos en este caliz,
333

sean para nosotros


alimento de vida eterna.

Mientras tanto, se canta o se dice:


Cordero de Dios, que quietas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

A continuaciOn, el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto una


de las dos oraciones siguientes:
Senor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre,
cooperando el Espiritu Santo,
diste con tu muerte la vida al mundo, lthrame, por la recepcion
de tu Cuerpo y de tu Sangre,
de todas mis culpas y de todo mal.
Concedeme cumplir siempre tus mandamientos y jamas permitas que
me separe de ti.

406 MISA DE DIFUNTOS


0 bien:

MISA DE DIFUNTOS

407

Despues, toma la patena o la pixide, se acerca a los que quieren


comulgar

Senor Jesucristo,
la comunion de tu Cuerpo y de tu Sangre
no sea para ml un motivo de juicio y condenacidn, sino que, por tu
piedad,
me aproveche para defensa de alma y cuerpo y como remedio
saludable.

El sacerdote hace genuflexion, toma el pan consagrado y, sosteniendolo


un poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo, diciendo:
334

Este es el Cordero de Dios,


que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Senor.

Y, juntamente con el pueblo, anade:


Senor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastard para sanarme.

El sacerdote dice en secreto:


El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.

Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo. Despues, toma el caliz y


dice en secreto:
La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna.

Y bebe reverentemente la Sangre de Cristo.

y les presenta el pan consagrado, que sostiene un poco elevado,


diciendo a cada uno de ellos:
El Cuerpo de Cristo.

El que va a comulgar responde:


' Amen.
Y comulga.

Si el sacerdote hace la purification, dice en secreto:


Haz, Seizor,
que recibamos con un corazon limpio
el alimento que acabamos de tomar,
y que el don que nos hates en esta vida nos aproveche para la eterna.

Despues, el sacerdote puede it a la sede. Si se juzga oportuno, se


pueden guardar unos momentos de silencio.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION


Senor, al recibir estos dones,
que son nuestra acciOn de gracias,
335

to pedimos humildemente por tu siervo (sierva) N. libralo (librala), por


la sangre de tu Hijo,
de las ataduras del pecado
y haz que pueda llegar felizmente a la alegria de tu presencia.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.

408 MISA DE DIFUNTOS

RITO DE CONCLUSION

El sacerdote extiende las icia el pueblo y dice:

El Sefior este con ustedes.

El pueblo responde:

Y con tu espiritu.

El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:


La bendiciOn de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espiritu Santo,
descienda sobre ustedes.

El pi )nde:

Amen.

Luego, con las manos juntas, despide al pueblo, diciendo:

Pueden it en paz.

El pueblo responde:

Demos gracias a Dios.

Despues, el sacerdote besa con veneracion el altar, como al comienzo, y


hace la debida reverencia.

APENDICE III
336

BENDICION DEL AGUA

Si en las exequias celebradas fuera de la iglesia no se dispone de agua


ben-
decida para la aspersion del cadaver, el sacerdote o el diacono pueden
bendecir previamente el agua con la siguiente formula:
Ant. El que tenga sed, que venga a mi;
el que cree en mi, que beba.

Oremos.
Oh Dios, creador de todas las cosas, que, por el agua y el Espiritu,
diste forma y figura al hombre y al universo, bendice y purifica a tu
Iglesia.

Oh Cristo, que, de tu costado abierto en la cruz, hiciste manar los


sacramentos de salvaciOn,
bendice y purifica a tu Iglesia.

Oh Espiritu Santo,
que del seno bautismal de la Iglesia, nos haces renacer como nuevas
criaturas, bendice y purifica a tu Iglesia.

PRECES EN EL CEMENTERIO 411

Todos oran unos momentos en silencio.

APENDICE IV
PRECES EN EL CEMENTERIO
Y BENDICION DEL SEPULCRO

FORMULARIO I

El sacerdote saluda a los presentee, diciendo:


— El Senor este con ustedes. R . Y con tu espiritu.

Si dirige las preces un laico, en lugar de la salutaciOn El Setior este con


ustedes, puede decir:
337

Bendigamos al Seilor,
que, por la resurreccion de su Hijo,
nos ha hecho nacer para una esperanza viva.
R . Bendito seas por siempre, Senor.
Vamos ahora a enterrar el cuerpo de nuestro hermano (nues-
tra hermana) N., para que vuelva a la tierra de la que fue sa-
cado (sacada). Pero, antes de colocarlo en el sepulcro, eleve-
mos nuestras suplicas a Dios Padre y, con la fe puesta en la
resurrecciOn de Cristo, el primer resucitado de entre los muer-
tos, pidamosle que bendiga esta tumba donde el cuerpo de nuestro
hermano (nuestra hermana) descansard esperando la resurrecciOn del
ultimo dia.

A continuaci6n, se dice la siguiente oraci6n (si el sepulcro esta ya


bende-
cido o un laico dirige las preces, se omite el texto entre corchetes).

Oremos.
Senor Jesucristo,
que al descansar tres dias en el sepulcro santificaste la tumba de los
que creen en ti, de tal forma que la sepultura
no solo sirviera para enterrar el cuerpo, sino tambien para acrecentar
nuestra esperanza en la resurrecciOn, [dignate ben + decir esta tumba
y]
concede a nuestro hermano (nuestra hermana) N. descansar aqui de
sus fatigas,
durmiendo en la paz de este sepulcro, hasta el dia en que
que eres la ResurrecciOn y la Vida, lo (la) resucites y lo (la) ilumines
con la contemplacion de tu rostro glorioso.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R . Amen.

Dicha esta °radon sobre el sepulcro, si es posible, se coloca el cuerpo en


la sepultura. A continuaci6n, se concluye la celebracion con las siguien-
tes preces u otras parecidas:
Pidamos por nuestro hermano (nuestra hermana) a Jesucris-
to, que ha dicho: "Yo soy la resurrecciOn y la vida: el que cree en mi,
aunque haya muerto, vivird; y el que esta vivo y cree en mi, no morird
para siempre".
338

-
412 PRECES EN EL CEMENTERIO
Senor, to que lloraste en la tumba de Lazar°, dignate en-
jugar nuestras lagrimas.

R Te lo pedimos, Senor.
Tit que resucitaste a los muertos, dignate dar la vida eter-
na a nuestro hermano (nuestra hermana). R.
Tti que perdonaste en la cruz al buen ladrOn y le prome-
tiste el paraiso, dignate perdonar y llevar al cielo a nues-
tro hermano (nuestra hermana). R.
Ttl que has purificado a nuestro hermano (nuestra her-
mana) en el agua del bautismo y lo (la) ungiste con el Oleo de la
confirmaciOn, dignate admitirlo (admitirla) entre tus santos y elegidos.
R.
Ttl que alimentaste a nuestro hermano (nuestra herma-
na) con tu Cuerpo y tu Sangre, dignate admitirlo (admi-
tirla) en la mesa de tu reino. R.
Y a nosotros, que lloramos su muerte, dignate confortarnos con la fe y
la esperanza de la vida eterna. R.

Las preces se terminan con la recitaci6n del Padre nuestro o con la si-
guiente oracion u otra colecta de las que figuran en este Ritual:
Escucha, Serior, nuestras stiplicas
y ten misericordia de tu siervo (sierva) N.,
para que no sufra castigo por sus pecados,

-
PRECES EN EL CEMENTERIO
pues dese6 cumplir tu voluntad; y, ya que la verdadera fe
lo (la) uni6 aqui, en la tierra, al pueblo fiel,
que tu. bondad ahora lo (la) una
al coro de los angeles y elegidos. Por Jesucristo, nuestro Sefton
R. Amen.

— Senor, dale el descanso eterno.


R. Y brille sobre el (ella) la luz eterna.
339

Descanse en paz.
R. Amen.

FORMULARIO II

El sacerdote saluda a los presentes, diciendo:

— El Senor este con ustedes.

R. Y con to espiritu.

Si dirige las preces un laico, en lugar de la salutacion El Serior este con


ustedes, puede decir:

Bendigamos al Senor,
que, por la resurrecciOn de su Hijo,
nos ha hecho nacer para una esperanza viva.

• Bendito seas por siempre, Senor.

413

414 PRECES EN EL CEMENTERIO


Antes de colocar en el sepulcro el cuerpo de nuestro hermano (nuestra
hermana), recordando la sepultura de Jesucristo, ilu-
minada por los esplendores de su resurrecciOn, pidamos a Dios que
esta tumba sea para el (ella) lugar de descanso y para to-
dos nosotros motivo de esperanza de que el cuerpo, que hoy
enterramos en este sepulcro, resucitard un dia gloriosamente como el
de Jesucristo.

Todos oran unos momentos en silencio.

A continuaciOn, se dice la siguiente oraci6n (si el sepulcro esta ya


bende-
cido o un laico dirige las preces, se omite el texto entre corchetes):

Oremos.
340

Padre santo,
recordando en este momento
el sepulcro que diste a nuestro padre Abraham y el que Jose de
Arimatea dispuso con amor para que en el descansara el cuerpo de tu
Hijo, to pedimos que [ben + digas este sepulcro,]
mandes a tus santos angeles que custodies este lugar, para que en el
descanse
el cuerpo de nuestro hermano (nuestra hermana) N., y recibas su alma
en el paraiso,
para que goce eternamente
entre tus santos y elegidos.
Por Jesucristo, nuestro Senor. R . Amen.
Dicha esta oraciOn sobre el sepulcro, si es posible, se coloca el cuerpo
en la sepultura. A continuaci6n, se concluye la celebracion con las
siguien-
tes preces u otras parecidas:

PRECES EN EL CEMENTERIO 415


Oremos con fe a Dios Padre, para quien toda criatura vive, y pidamosle
que escuche nuestra oraciOn.
Para que perdone los pecados de su siervo (sierva) N. y acepte sus
buenas obras, roguemos al Salon

R. Te rogamos, Senor.
Para que lo (la) libre de toda pena merecida por sus cul-
pas y pueda participar ya en el descanso eterno, rogue-
mos al Senor. R.

— Para que, dejado ya este primer mundo, goce eternamente


en el paraiso, roguemos al Senor. R.

Para que a nosotros el Espiritu Santo nos lleve por las sendas de la fe y
nos de la esperanza firme de alcanzar, junto a nuestro hermano
(nuestra hermana), el reino eter-
no, roguemos al Senor. R.

Las preces se terminan con la recitaciOn del Padre nuestro o con la si-
guiente oracion u otra colecta de las que figuran en este Ritual:
341

Padre nuestro,
que, atento siempre a las suplicas de tus fieles, escuchas los deseos de
nuestro corazOn,
concede a tu siervo (sierva), cuyo cuerpo
acabamos de depositar en la tierra (en el sepulcro), participar con tus
santos y elegidos

416 PRECES EN LA CASA YEN EL CEMENTERIO


de la recompensa de la gloria. Por Jesucristo, nuestro Senor.

R. Amen.

— Dale, Senor, el descanso eterno.

R. Y brille para el (ella) la luz eterna.

— Descanse en paz.

R. Amen.

APENDICE V

ESQUEMA DE LECTURAS

Entre parentesis se pone el namero que se ha dado a cada lectura


del Leccionario, para su fa& localizacidn

A) ESQUEMAS DE LECTURAS
PARA CELEBRACIONES COMUNES

I. EL PECADO CAUSE LA MUERTE


1. Esquema: La muerte esta ligada al pecado de Adan y ha entrado asi
en el mundo para dominar a todos los horn-
bres(/a. lect.). Su poder de destruccion sego podia ser neu-
tralizado por el nuevo Adan, el inocente, que se sometiO a la muerte
para reparar los efectos del pecado (Ev.). El salmo reconoce la
debilidad del hombre y la fragilidad de su exis-
342

tencia. SOlo Dios puede salvarlo.

Rom 5, 17-21: Donde abundO el pecado, sobreabundo la gra-


cia. (24)
Sal 102: R.: El Senor es compasivo y misericordioso. (18) Lc 23, 44-46.
50. 52-53; 24, i o: padre, en tus manos enco-
miendo mi espiritu (57).

418 ESQUEMA DE LECTURAS


2. Esquema: La muerte, efecto del pecado, lleva consigo
un sentido de desorientacion y de angustia (la. lect.). Jestis
mismo, para redimirnos, quiso experimentar esta angustia.
Como el grano de trigo, su muerte fructifico en la salvaciOn
(Ev.). El salmo interpreta los sentimientos de los que mueren
y piden el perdOn de los pecados y la liberaciOn de la angustia.

Lam 3, 17-26: Es bueno esperar en silencio la salvaciOn del


Seflor. (7)
Sal 24: R.: A ti, Setior, levanto mi alma. (14)
Jn 12, 23-28: Si el grano de trigo muere, producird mucho
fruto. (64)

II. LA CREACION FUE TAMBIEN SOMETIDA


A LA FRUSTRACION
3. Esquema: La suerte de la naturaleza esta ligada al des-
tino del hombre. Violentada tambien por el pecado, aguarda
la plena manifestaci6n de la salvaciOn (la. lect.) obrada por
Cristo en su muerte (Ev.). El salmo es la plegaria de los que
anhelan verse libres de esta esclavitud de muerte que es el
pecado.

Rom 8, 14-23: Anhelamos la redenciOn de nuestro cuerpo. (26)


Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
Mc 15, 33-39; 16, 1-6: Dando un fuerte grito, expiro (53).

PARA CELEBRACIONES COMUNES 419


III. PARA REDIMIRNOS, JESUS SE ENFRENTO A LA MUERTE
343

4. Esquema: Cristo, por su muerte y resurrecci6n, es el


vencedor de la muerte (la. lect.). Empez6 a vencerla enfren-
tandose a ella ya durante su vida terrena, al realizar los sig-
nos que anunciaban la victoria final (Ev.). El salmo reconoce
que solo el Senor nos puede defender y dar confianza.
1 Cor 15, 20-24. 25-28: En Cristo, todos volverdn a la vida. (29)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvaciOn. (15)
Lc 7, 11-17: Joven, yo to lo mando: levdntate (54).

5. Esquema: La esperanza de la victoria sobre la muerte se basa en el


hecho de que Cristo se enfrent6 a ella muriendo por nosotros cuando
nosotros estabamos todavia sin fuerza, a causa del pecado (la. lect.).
Para comunicarnos su justicia no dudo en ser contado entre los
malhechores y morir como ellos (Ev.). El salmo suplica el perdOn de los
pecados para todos los que mueren esperando en el Senor.
Rom 5, 5-11: Justificados por su sangre, seremos salvados por
0 del castigo final. (23)
Sal 129: R.: Mi alma espera en el Senor (21).
Lc 23, 33. 39-43: Hoy estards conmigo en el paraso. (56)

6. Esquema: Las pruebas de la vida y la muerte son las


mas duras de todas; son violentas y nos oprimen, pero el amor
de Dios, manifestado en Cristo, nos ayuda a vencerlas (la.
lect.). Al morir en la cruz, Cristo hizo posible esta victoria

420 ESQUEMA DE LECTURAS

PARA CELEBRACIONES COMUNES

421

entregandonos su Espiritu (Ev.). El salmo es una invitaciOn a tener


animo y a esperar en el Senor.

Rom 8, 31-35. 37-39: z Que cosa podrci apartarnos del amor

quien se sabe acompanado por el aunque tenga que atravesar la senda


oscura de la muerte.
344

1: Lo que se ye es transitorio y lo que no

2 Cor 4, 14-15; 5,

con que nos ama Cristo? (27).


Sal 26: R.: El Seiior es mi luz y mi salvacion. (15) Jn 19, 16-18. 25-
30:Inclinando la cabeza, entregd el espiritu.
(67)

IV. LA MUERTE ABSORBIDA POR LA VICTORIA:


LA RESURRECCION
7- Esquema: La resurrecciOn de Cristo significa el triun-
fo sobre la muerte y sobre su causa, el pecado (la. lect.). Ya
no se debe buscar entre los muertos al que vive y que nos da-
rd parte un dia en su victoria (Ev.). El salmo es el canto de
gratitud del que se sabe liberado de la muerte y del pecado.

1 Cor 15, 51-57: La


muerte ha sido aniquilada por la victo-
ria. (30)
Sal 114-115: R.: Caminare ant

se ye es eterno. (31)
Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard. (13)
Jn 17, 24-26: Quiero que donde yo este, esten tambien con-
migo los que me has dado. (66)

9, Esquema: Nuestra fe en la victoria de Cristo sobre la muerte se apoya


en el testimonio de los testigos que el mismo Senor escogi6 para
manifestarse a ellos, una vez resucitado (la. lect. y Ev.). El salmo canta
la infinita grandeza del amor de Dios que nos salva en Jesucristo.

Hechos 10, 34-43: Dios lo ha constituido juez de vivos y muer-


tos. (9)
Sal 102: R.: El Senor es compasivo y misericordioso. (18)
Lc 24, 13-35: zNo era necesario que el Meslas padeciera todo
esto y asf entrara en su gloria? (58)
345

e el Seiior por la tierra de los


vivos. (19)
Lc 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6: Padre, en tus manos enco-

miendo mi espiritu (57).


8. Esquema: El Padre resucitO a Jesus de entre los muer-
tos como garantia de nuestra propia resurrecci6n (la. lect.).
Este era, ademas,el deseo de Jesus hecho °radon en la ulti-
ma Cena (Ev.). El salmo canta la confianza en el Senor de

10. Esquema: Cristo resucitado es el nuevo Adan que ha


vencido a la muerte y encabeza una nueva humanidad desti-
nada a la resurrecci6n y a la vida (la. lect.). La tumba vacia
de Jestis es el testimonio mudo de que la muerte no podia re-
tener al que la aniquilo para siempre (Ev.). El salmo canta
la certeza del justo que cree en el Senor y espera en la victoria
final.

422 ESQUEMA DE LECTURAS


1 Cor 15, 20-24. 25-28: En Cristo, todos volverdn a la vida. (29)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvaciOn. (15)
Mc 15, 33-39; 16, 1-6: Dando un fuerte grito, expiro. (53)

V. "Yo SOY LA RESURRECCION Y LA VIDA":


LA FE QUE DA LA VIDA ETERNA
11. Esquema: La victoria de Cristo sobre la muerte, por la accion de
Dios, lo constituye en principio de vida para to-
da la humanidad (la. lect.). El mismo Senor se autodefine: "Yo soy la
ResurrecciOn", es decir, yo soy el depositario y el dispensador de la
vida para todo el que cree (Ev.). El sal-
mo express la suplica llena de esperanza en ague en quien "esta la
salvacion".
Hechos 10, 34-43: Dios lo ha constituido juez de vivos y muer-
tos. (9)
Sal 129: R.: Mi alma espera en el Senor (21)
Jn 11, 17-27: Yo soy la resurreccion y la vida. (62)
346

12. Esquema: La esperanza de Job, que confia en la in-


tervencion de Dios que lo sacard de la terrible prueba (la. lect.), se hace
realidad en Cristo y promesa para todos los que escuchan su palabra y
creen en el. De este modo, poseen ya la vida eterna y empiezan a pasar
de la muerte a la vida (Ev.). El salmo recoge los sentimientos del que
espera pasar de este mundo a la casa del Padre.

PARA CELEBRACIONES COMUNES 423


Job 19, 23-27: Yo se bien que mi defensor estd. vivo. (2)
Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
Jn 5, 24-29: Quien escucha mi palabra y cree, ha pasado de
la muerte a la vida. (59)

13. Esquema: El Espiritu Santo, primicia de la resurrec-


ci6n, aviva en nosotros la fe y el ansia de la plena manifesta-
ciOn de nuestra condiciOn de hijos de Dios (la. lect.). Esa fe empieza ya
a dar fruto de vida eterna en este mundo y es una prenda de la
resurrecciOn futura (Ev.). Por esto, los que es-
peran en el Senor no quedaran defraudados salmo.

Rom 8, 14-23: Anhelamos la redencion de nuestro cuerpo. (26)


Sal 24: R.: A ti, Serior, levanto mi alma. (14)
Jn 6, 37-40: El que cree en el Hijo tendrd la vida eterna y yo
lo resucitare en el ultimo dia. (60)

14. Esquema: La fe aviva el recuerdo de Cristo resucita-


do, expresion de la fidelidad de Dios (la. lect.). Jesus mismo nos invita a
creer en esta fidelidad de Dios y en su propia pro-
mesa de conducir a los que lo siguen hasta la casa de su Pa-
dre (Ev .) . El es el buen pastor que se convierte en camino seguro hacia
las fuentes tranquilas (salmo).

2 Tim 2, 8-13: Si morimos con el, viviremos con el. (35)


Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard. (13)
Jn 14, 1-6: En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
(65)
347

424 ESQUEMA DE LECTURAS


15. Esquema: La confianza en la vida en Dios de los que han muerto a
este mundo se basa en la fe en Cristo muerto y resucitado (la. lect.).
Este gran misterio ha sido revelado a la gente sencilla, que encuentra
en el la fuente del consuelo verdadero (Ev.). Por eso, el creyente busca
a Dios para des-
ahogar su alma con el (salmo ).

1 Tes 4, 13-14. 17-18: Estaremos siempre con el Senor. (34)


Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
Mt 11, 25-30: Vengan a mi y yo los aliviare. (50)

VI. EL BAUTISMO, INCORPORACION A LA MUERTE


Y RESURRECCION DE CRISTO
16. Esquema: El cristiano, muerto al pecado con Cristo en el bautismo,
ha entrado tambien en la vida nueva de la re-
surrecci6n (la. lect.). Destruida la personalidad de pecado-
res, nuestra existencia ha de estar marcada por las obras del amor,
sobre las que un dia nos tomaran cuentas (Ev.). El bau-
tismo es un misterio de iluminacion (salmo ).

Rom 6, 3-9: Llevemos una vida nueva. (25)


Sal 26: R.: El Serior es mi luz y mi salvaciOn. (15)
Mt 25, 31-46: Vengan, benditos de mi Padre. (52)
17. Esquema: El que ha sido bautizado tiene la vida de Cristo. Por eso,
ningun cristiano vive o muere para si mis-
mo, sino para el Senor (la. lect.). El amor de Dios esta en el discipulo de
Jesus orientando su vida hacia el encuentro definitivo con el Padre
(Ev.). El es el Padre amoroso que siente ternura por todos sus hijos
(salmo ).

425
PARA CELEBRACIONES COMUNES
Rom 14, 7-9. 10-12: Ya sea que estemos vivos o que hayamos
muerto, somos del Senor. (28)
Sal 102: R.: El Serior es compasivo y misericordioso. (18)
Jn 17, 24-26: Quiero que donde yo este, esten tambien con-
migo los que me has dado. (66)
348

18. Esquema: La serial de haber pasado de la muerte a


la vida en el bautismo es el vivir amando a los hermanos (la.
lect.). Por eso, dichosos, como Cristo, los que han hecho de
las bienaventuranzas el programa de su vida (Ev.). Confie-
mos en el Senor, que nos ayudard a vencer el egoismo (salmo).

1 Jn 3, 14-16: Hemos pasado de la muerte a la vida, porque


amamos a nuestros hermanos. (37)
(14)
Sal 24: R.: A ti, Serior, levanto mi alma.
Mt 5, 1-12: Alegrense y salten de contento, porque su premio
sera grande en los cielos. (49)

VII. LA EUCARISTIA, ALIMENTO DE LA VIDA ETERNA


19. Esquema: El banquete anunciado por Isaias para los tiempos
mesianicos y simbolo de la union gozosa con Dios (la. lect.) es la
Eucaristia, la comida de vida eterna que Cris-
to mismo nos da para vivir en nosotros y para que nosotros, viviendo
en el, resucitemos en el ultimo dia (Ev.). El Senor es el que "prepara
esta mesa" para los que lo seguimos como las ovejas al pastor (salmo ).

426 ESQUEMA DE LECTURAS


Is 25, 6. 7-9: El Senor destruird la muerte para siempre. (6)
Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard. (13)
Jn 6, 51-58: El que come mi came y bebe mi sangre, tiene
vida eterna y yo lo resucitare el Ultimo dia. (61)

20. Esquema: El cristiano, en la muerte, encuentra el des-


canso de sus buenas obras (la. lect.) y el acceso al banquete
ofrecido por el mismo Senor en su reino (Ev.). La Eucaristia
es un anticipo de este banquete, al que se llega con alegria,
porque participar en el significa pisar el umbral de la casa del
Senor (salmo ).
Apoc 14, 13: Dichosos los que mueren en el Senor. (10)
Sal 121: R.: Vayamos con alegria al encuentro del Senor. (20)
349

Lc 12, 35-40: Tambien ustedes esten preparados. (55)

21. Esquema: El cristiano, que en esta vida se ha alimen-


tado de la Eucaristia, lleva dentro de si "la energia" de la re-
surrecciOn, que transformard un dia su condiciOn mortal (la.
lect.). Es la fuerza del grano de trigo, Cristo\ que da fruto
en nosotros, haciendonos morir con el para alcanzar la vida
eterna (Ev.). Los que confian en el poder de este misterio no
quedaran defraudados (salmo ).

Filip 3, 20-21: Cristo transformard nuestro cuerpo miserable


en un cuerpo glorioso, semejante al suyo. (33)
Sal 24: R.: A ti, Senor, levanto mi alma. (14)

PARA CELEBRACIONES COMUNES 427

Jn 12, 23-28:Si el grano de trigo muere, producird mucho


fruto. (64)
22.Esquema: La angustia de la muerte se traduce, en el
creyente, en la bilsqueda de Dios (la. lect. y salmo). Como
los discipulos de Ematis, le pedimos que se quede con noso-
tros porque se acerca la noche. Su respuesta es sentarse con
nosotros a la mesa y darnos su Cuerpo como alimento (Ev.).

Job 19, 23-27: Yo se bien que mi defensor esta vivo. (2)


Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
Lc 24, 13-35:iNo era necesario que el Mesias padeciera todo
esto y asi entrara en su gloria? (58)

VIII. VIVIR Y MORIR PARA EL SENOR.


ESTAR PREPARADOS
23. Esquema: La muerte del cristiano representa el final
de una vida concebida como una ofrenda a Dios y un servicio
(la. lect.). Ante la muerte de los demas, debemos afirmar nues-
tra confianza en que el Senior no dejard de manifestar su glo-
350

ria (Ev.). Con el salmista, renovemos nuestra fe esperanzada


en la palabra del Senor (salmo ).
Rom 14, 7-9. 10-12: Ya sea que estemos vivos o que hayamos
muerto, somos del Senor. (28)
Sal 129: R.: Mi alma espera en el Senor (21)
Jn 11, 32-45: ;Lazar°, sal de alli! (63)

428 ESQUEMA DE LECTURAS


24. Esquema: Delante de Dios solo cuenta la vida pura y perfecta,
aunque sea corta (la. lect.). Es preciso, por lo tan-
to, aprovecharla para realizar las obras del amor. Lo que se hace o se
deja de hacer en favor del prOjimo se hace o se deja de hacer al mismo
Cristo (Ev.). Es el unico modo de seguir a Cristo, buen pastor (salmo ).

Sab 4, 7-15: La edad avanzada consiste en una vida sin ta-


cha. (5)
Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard. (13) Mt 25, 31-46:
Vengan, benditos de mi Padre. (52)

25. Esquema: La vida de los discipulos de Jesus esta mar-


cada por la perseverancia en la fidelidad (la. lect.). El miste-
rio pascual, revelacion del amor de Dios a su Hijo Jesucristo y, a traves
de el, a todos los hombres, ha hecho posible que los discipulos esten un
dia donde esta su Senor y contemplen su gloria (Ev.). Mientras tanto,
deben prepararse para com-
parecer ante su presencia (salmo ).

2 Tim 2, 8-13: Si morimos con el, viviremos con el. (35)


Sal 142: R.: Senor, escucha mi oracion. (22)
Jn 17, 24-26: Quiero que donde yo este, esten tambien con-
migo los que me has dado. (66)

PARA CELEBRACIONES COMUNES 429


26. Esquema: Dios mismo sostiene la esperanza de los que se someten
con fe a su voluntad (la. lect.). Dichosos los que saben permanecer en
vela y estan preparados (Ev.). El amor de Dios, amor de Padre, ofrece
protecciOn y fortaleza a los que confian en el (salmo ).
351

Lam 3, 17-26: Es bueno esperar en silencio la salvacion del


Senor. (7)
Sal 102: R.: El Senor es compasivo y misericordioso. (18) Lc 12, 35-40:
Tambien ustedes esten preparados. (55)

27- Esquema: El sufrimiento y las pruebas de esta vida


purifican al hombre y lo preparan para el encuentro con Dios
(la. lect.). Estas pruebas lo ayudan a permanecer vigilante
(Ev.). El salmo canta anticipadamente la liberaciOn de toda
desgracia.

Sab 3, 1-9: Los aceptd como un holocausto agradable. (4)


Sal 114 y 115: R.: Caminare ante el Senor por la tierra de los
vivos. (19)
Mt 25, 1-13: Va viene el esposo! iSalgan a su encuentro! (51)

430 ESQUEMA DE LECTURAS

IX. LA RESURRECCION FUTURA Y EL JUICIO DE DIOS


28. Esquema: La vision apocaliptica de la resurreccion de los muertos y
del juicio efectuado por Dios en base a las obras de cada uno (la. lect.
A.T. y N. T. y Ev.) anuncia tam-
bien el principio de los cielos nuevos y de la tierra nueva, en los que
todo sera transformado. El salmo expresa la convic-
ciOn de que nadie es inocente frente a Dios, pero manifiesta tambien la
confianza en el.

Apoc 20, 11-21, 1: Los muertos fueron juzgados conforme


a sus obras. (11)
0 bien:
Dan 12, 1-3: Los que duermen en el polvo despertardn. (8)
Sal 142: R.: Senor, escucha mi oraci6n. (22)
Mt 25, 31-46: Vengan, benditos de mi Padre. (52)

29. Esquema: Morir significa pasar de la morada corrup-


tible a la incorruptible, pero tambien comparecer ante el Se-
352

nor para evaluar lo hecho en esta vida (Ia. lect.). La


resurrecci6n del ultimo dia y lo que venga despues empiezan
a gestarse ya ahora, en la fe en el Hijo de Dios (Ev.). Esta
fe sera nuestra defensa, porque se apoya en el mismo Senor
(salmo ).

2 Cor 5, 1. 6-10: Dios nos tiene preparada en el cielo una mo-


rada eterna. (32)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvacion. (15)
Jn 11, 17-27: Yo soy la resurrecci6n y la vida. (62)

PARA CELEBRACIONES COMUNES 431


30. Esquema: El que muere en el Senor confia en la res-
tauracion de todo su ser en la resurrecci6n futura (la. lect.). El mismo
Senior lo ha prometido para el que coma su came y beba su sangre,
porque en estos dones esta la vida eterna (Ev.). La confianza en esta
promesa se pace confesi6n expli-
cita en el (salmo ).
Job 19, 23-27: Yo se bien que mi defensor estd vivo. (2) Sal 129: R.: Mi
alma espera en el Senor (21)
Jn 6, 51-58: El que come mi came y bebe mi sangre, tiene
vida eterna y yo lo resucitare el ultimo dia. (61)

31. Esquema: La fe en la resurrecci6n futura, manifes-


tada ya antes de la plena revelaciOn de Jesucristo, se traduce en la
oraciOn y en las obras de piedad para con los difuntos (la. lect.). Esta fe,
incomprensible para los sabios del mun-
do, es un don de Dios para los sencillos y los que acuden a el (Ev.). El
salmo expresa la confianza en esta preferencia di-
vina por los sencillos.

2 Mac 12, 43-46: ObrO con gran rectitud y nobleza, pensando


en la resurreccian (1)
Sal 114-115: R.: Caminare ante el Senor por la tierra de los
vivos. (19)
Mt 11, 25-30: Vengan a mi y yo los aliviare. (50)
353

432 ESQUEMA DE LECTURAS

X. EL CIELO Y LA FELICIDAD DE LOS JUSTOS


32. Esquema: Dios mismo rescata a los justos de las prue-
bas de esta vida y aun de la muerte para darles parte en su
reino eterno (la. lect.). De igual modo, Jesus, desde la cruz,
prometiO el paraiso al ladrOn arrepentido (Ev.). Esta confianza
nos ayudard a superar el dolor y las penalidades de la vida
(salmo ).
Sab 3, 1-9: Los aceptO como un holocausto agradable. (4)
Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios info. (16)
Lc 23, 33. 39-43: Hoy estards conmigo en el paralso. (56)

33. Esquema: Una nueva creacion, una nueva Jerusalen,


un nuevo pueblo convertidos en morada de Dios y espacio
de comuniOn permanente con el (la. lect.). He aqui la pro-
mesa de Jesus, cuando se despide de los discipulos para it a
prepararles sitio junto a el (Ev.). El salmo expresa la alegria
de los peregrinos al acercarse a la nueva morada de Dios con
los hombres.

Apoc 21, 1-7: Ya no habrd muerte (12)


Sal 121: R.: Vayamos con alegria al encuentro del Senor. (20)
Jn 14, 1-6:En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
(65)

PARA CELEBRACIONES COMUNES 433


34. Esquema: Ver a Dios es el objeto supremo de la vida del justo, el
don inefable del amor de Dios que nos ha hecho hijos suyos (la. lect.).
Cristo es el mediador de este don que se convierte, despues de la
muerte, en descanso y gozo eter-
nos (Ev.). Los creyentes suspiran por este don en medio del destierro
de la vida mortal (salmo ).
1 Jn 3, 1-2: Veremos a Dios tal cual es. (36)
Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
354

Mt 11, 25-30: Vengan a nil y yo los aliviare. (50)

35. Esquema: La felicidad eterna ha sido descrita como


un banquete cara a cara con el Senor, cuando el dolor y el
luto hayan desaparecido (la. lect.). Dios mismo se da a los
que han sabido esperarlo, haciendose su anfitri6n (Ev.). El
salmo pone de manifiesto la esperanza de gozar un dia de es-
ta dicha.
Is 25, 6. 7-9: El Senor destruird la muerte para siempre. (6)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvacion. (15)
Lc 12, 35-40: Tambien ustedes esten preparados. (55)

36. Eiquema: Los vivos y los difuntos seremos un dia reunidos por el
Senor y seremos una sola cosa con el. Esta promesa debe llenar de
consuelo a los que Horan la separa-
cion causada por la muerte (la. lect.), pues dicha promesa se hizo
oracion en labios de Jesus en la Ultima Cena (Ev.). Con el salmo abrimos
nuestro corazon a la esperanza de ver realizada la promesa en el
santuario celeste.

434 ESQUEMA DE LECTURAS


1 Tes 4, 13-14. 17-18: Estaremos siempre con el Senor (34)
Sal 62: R.: De ti, Senor, sedienta esta mi alma. (17)
Jn 17, 24-26: Quiero que donde yo este, esten tambien con-
migo los que me has dado. (66)

37. Esquema: Los discipulos de Jesus somos ciudadanos del cielo.


Nuestra verdadera morada esta alli (la. lect.). Je-
sus resucitado nos ha precedido en la casa del Padre. El vol-
vela para hacernos entrar en el lugar preparado (Ev.). A troves de esta
vida, caminamos como peregrinos hacia la casa del Senor (salmo ).

Filip 3, 20-21: Cristo transformard nuestro cuerpo miserable


en un cuerpo glorioso, semejante al suyo. (33)
Sal 121: R.: Vayamos con alegria al encuentro del Serior. (20) Jn 14, 1-
6: En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
(65)
355

PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS 435

B) ESQUEMAS DE LECTURAS
PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS

I. ANTE UNA MUERTE DESCONCERTANTE

1. Muerte que deja un gran vacio


38. Esquema: La fe que nos refine ante esta muerte nos ofrece el
consuelo de saber que el mismo Hijo de Dios sufriO, para salvarnos, la
muerte mas desgarradora (Ev.). De el vie-
ne la salvaciOn para todos aquellos que la esperan y estan uni-
dos a el por el sacramento del bautismo (la. lect. A.T. y N. T.). Desde lo
mas profundo de nuestro dolor, esperamos en la pa-
labra del Senor (salmo ).

Lam 3, 17-26: Es bueno esperar en silencio la salvacion del


Senor. (7)
0 bien:
Rom 6, 3-9: Llevemos una vida nueva. (25)
Sal 129: R.: Mi alma espera en el Senor (21)
Jn 19, 16-L8. 25-30: Inclinando la cabeza, entrego el espiritu
(67)

436

ESQUEMA DE LECTURAS
2. Muerte que conmueve a un pueblo o barrio

39. Esquema: El cristiano esta llamado a reproducir en

437
PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS
defrauda, porque el amor puesto por Dios en el corazOn del
356

padre (de la madre) subsistird y seguird siendo fuente de vida


para sus hijos (la. lect.). Estos han de confiar en el Senor (sal-

su vida la existencia de Jesus, que "past haciendo el bien" (la. lect.). El


mismo Senor se convertird en su recompensa, cuando se vive de
acuerdo con su espiritu (Ev.). Confiemos en nuestro Salvador (salmo ).
Hechos 10, 34-43:Dios lo ha constituido juez de vivos y muer-
tos. (9)
Sal 102: R. El Senor es compasivo y misericordioso. (18)
Mt 5, 1-12: Alegrense y salten de contento, porque su premio
send grande en los cielos. (49)

3. Muerte de un padre (una madre) de familia


40. Esquema: Vivir para los demas es una forma de dar la vida por
amor. Dar la vida es encontrarla (la. lect.). En nuestro dolor, acudamos
a Cristo (Ev.) y levantemos nuestra mirada hacia 61 (salmo ).

1 Jn 3, 14-16: Hemos pasado de la muerte a la vida, porque


amamos a nuestros hermanos. (37)
Sal 24: R.: A ti, Senor, levanto mi alma. (14)
Mt 11, 25-30: Vengan a mi y yo los aliviare. (50)

41. Esquema: La muerte de un padre (una madre), espe-


cialmente cuando es joven, produce una sensaciOn de aban-
dono y de angustia, similares a las que experimentO el mismo
Jesus en la cruz (Ev.). Sin embargo, la esperanza cristiana no

mo ).

Rom 5, 5-11: Justificados por su sangre, seremos salvados por


el del castigo final. (23)
Sal 142: R.: Senor, escucha mi oraciOn. (22)
(53)
Mc 15, 33-39; 16, 1-6: Dando un fuerte grito, expir6.

4. Muerte repentina
42. Esquema: El catheter inesperado de la muerte se tra-
duce, segun la palabra del Senor, en aviso para los que aun vivimos
(Ev.). Pero la actitud de espera debe compaginarse con la confianza en
357

la misericordia divina (la. lect.). El nun-


ca nos deja abandonados a nuestra suerte (salmo ).

Lam 3, 17_26: Es bueno esperar en silencio la salvacion del


Senor. (7)
Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard . (13)
Lc 12, 35-40: Tambien ustedes esten preparados. (55)

43. Esquema: La venida del Senor nos toma siempre por


sorpresa, aunque sepamos que se acerca (Ev.). Sin embargo,
viene para llevarnos consigo, de manera que los que aun vivi-
mos seremos tambien convocados a la presencia del Senor (la.
lect.). Acudamos ya desde ahora a su misericordia, pidiendo-
la para nuestro hermano (nuestra hermana) que acaba de morir
(salmo).

438 ESQUEMA DE LECTURAS


1 Tes 4, 13-14. 17-18: Estaremos siempre con el Senor. (34)
Sal 102: R.: El Senor es compasivo y misericordioso. (18)
Mt 25, 1-13: Ya viene el esposo! iSalgan a su encuentro! (51)

5. Muerte despues de larga o penosa enfermedad


44. Esquema: La enfermedad forma parte de la condi-
ciOn humana, pero, afrontada con fortaleza cristiana, llena
de sentido la vida del enfermo (la. lect. A.T.) y se hace parti-
cularmente fecunda (la. lect. N.T.). El mismo Cristo se aban-
don6 en los Brazos de su Padre para abrirnos, con su muerte
y resurrecci6n, un camino a la esperanza (Ev.). Apoyado en
61, el enfermo pierde el temor a la misma muerte (salmo ).

Sab 3, 1-9: Los aceptd como un holocausto agradable. (4)


0 bien:
2 Tim 2, 8-13: Si morimos con el, viviremos con el. (35)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvaciOn. (15)
Lc 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6: Padre, en tus manos enco-
miendo mi espiritu. (57)
45. Esquema: A veces nos hemos preguntado oara que tanto
sufrimiento?, zque sentido tiene una enfermedad tan prolongada o tan
358

penosa? La Unica respuesta posible viene de Cristo. El mismo


experimentO la angustia de la muerte (la. lect. A.T.) y se hizo grano de
trigo caido en tierra para morir y dar vida (Ev.). Cuando nuestro cuerpo
se destruye, en rea-
lidad esta empezando a transformarse para la resurrecciOn (la. lect. N.
T.). El salmo refleja la situaciOn espiritual del que ex-
perimenta esta transformaci6n.

PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS 439


Lam 3, 17-26: Es bueno esperar en silencio la salvacion del
Serlor. (7)
0 bien:
2 Cor 5, 1. 6-10: Dios nos tiene preparada en el cielo una mo-
rada eterna. (32)
Sal 62: R.: De ti, Senor, sedienta esta mi alma. (17)
Jn 12, 23-28: Si el grano de trigo muere, producird mucho
fruto. (64)

II. MUERTE DE UN JOVEN (UNA JOVEN)


1. Muerte natural
46. Esquema: Morir joven no es un castigo de Dios. Pa-
ra 61 no cuentan los ands, sino una vida pura y santa (la. lect. A.T.). El
recuerdo de Jesucristo, muerto joven tambien, con-
tribuird a mitigar nuestra pena (la. lect. N.T.). El devolviO la vida al hijo
de la viuda de Naim, para anunciar que 61 tiene el poder de dar la vida
eterna (Ev.). Nuestros difuntos esta-
ran con el Senor "en el pais de la vida" (salmo ).

Sab 4, 7-15: La edad avanzada consiste en una vida sin ta-


cha. (5)
0 bien:
2 Tim 2, 8-13: Si morimos con el, viviremos con el. (35)
Sal 114-115: R.: Caminare ante el Senor por la tierra de los
vivos. (19)
Lc 7, 11-17: Joven, yo to lo mando; levdntate. (54)
359

440 ESQUEMA DE LECTURAS


47. Esquema: Una vida joven rota nos llena de tristeza y desaliento. Sin
embargo, la muerte, por dura que sea, no puede apartarnos del amor
de Cristo (la. lect.). Lo impor-
tante es vivir dispuestos a caminar, viviendo con ilusiOn, te-
niendo encendida la luz, en actitud juvenil (Ev.). El joven no teme,
camina seguro, guiado por el Senor (salmo ).

31_35.

PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS 441


2. Muerte repentina
49. Esquema: A pesar del dolor agudo que produce la muerte repentina
de un joven, la misericordia del Senor no termina (la. lect.). Es preciso
mantener la esperanza, porque Jesus es fiel a sus promesas y sus
palabras son verdaderas (Ev.). Levantemos hacia el nuestras almas,
pues no quedaremos de-
fraudados (salmo ).

Rom 8, 37-39: z Que. cosa podrd apartarnos del amor


con que nos ama Cristo? (27)

Sal 22: R.: El Senor es mi pastor, nada me faltard. (13)


Lc 12, 35-40: Tambien ustedes esten preparados. (55)

48. Esquema: La muerte de una persona joven puede sig-


nificar el derrumbamiento de un mundo de felicidad. Sin em-
bargo, la verdadera dicha no esta aqui, sino en la creaciOn
nueva reservada a los elegidos (la. lect. Apoc). El cristiano,
por lo tanto, vive para el Senor que da la vida (la. lect. Rom)
El mismo Jesus padeciO tambien la muerte para entrar en la
gloria (Ev.). Lo importante es llegar a la casa del Senor (sal-
mo

Apoc 20, 11-21, 1: Los muertos fueron juzgados conforme


a sus obras. (11)
0 bien:
Rom 14, 7-9. 10-12: Ya sea que estemos vivos o que hayamos
muerto, somos del Senor. (28)
Sal 26: R.: El Senor es mi luz y mi salvaciOn. (15)
360

Lc 24, 13-35: ZNo era necesario que el Mesias padeciera todo


esto y asi entrara en su gloria? (58)

Lam 3, 17-26: Es bueno esperar en silencio la salvacion del


Senor. (7)
Sal 24: R.: A ti, Senor, levanto mi alma. (14)
Jn 14, 1-6: En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.
(65)

3. Muerte en accidente
50. Esquema: La muerte, en determinadas circunstancias, resulta
especialmente dificil de aceptar. A pesar de ello, el cre-
yente intenta sobreponerse porque espera alzarse sobre el polvo el dia
de la resurrecci6n (la. lect.). El mismo Jesus experi-
mentO todo el desgarramiento de una muerte violenta en la soledad de
la cruz (Ev.). A veces, no nos queda otra cosa que gritar al Senor, para
que nos escuche (salmo ).
Job 19, 23-27: Yo se bien que mi defensor estd vivo. (2)
Sal 142: R.: Senor, escucha mi oracion. (22)
Lc 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6: Padre, en tus manos enco-
miendo mi espiritu. (57)

442 ESQUEMA DE LECTURAS

III. MUERTE DE UN ANCIANO (UNA ANCIANA)


51. Esquema: Los que han consumido su vida haciendo
el bien o enseriando a otros la justicia tienen escrito su nom-
bre en el libro de la vida (la. lect. A.T.). Han pasado ya de
la muerte a la vida (la. lect. N.T.). Sus obras los han hecho
acreedores del reino de Dios (Ev.). A traves de ellos se ha ma-
nifestado la misericordia del Serior que dura siempre y pasa
de hijos a nietos (salmo ).

Dan 12, 1-3: Los que duermen en el polvo despertardn. (8)


0 bien:
1 Jn 3, 14-16: Hemos pasado de la muerte a la vida, porque
361

amamos a nuestros hermanos. (37)


Sal 102: R.: El Senor es compasivo y misericordioso. (18)
Mt 25, 31-46: Vengan, benditos de mi Padre. (52)

52. Esquema: El anciano que muere despues de una vida


de servicio a Dios y a los hombres es como una semilla fecun-
da que da fruto abundante. El recibird el premio prometido
por Cristo (Ev.); y todos los demas esperamos la hora en que
Dios hard los cielos nuevos y la tierra nueva (la. lect.). El sal-
mo canta la alegria del que ansia llegar a la meta.
Apoc 21, 1-7: Ya no habrd muerte. (12)
Sal 62: R.: De ti, Senor, sedienta esta mi alma. (17)
Jn 12, 23-28: Si el grano de trigo muere, producird mucho
fruto. (64)

PARA ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS 443

IV. MUERTE DE UN NISIO (UNA NINA)


LLEGADO (LLEGADA) AL USO DE RAZON
53. Esquema: La muerte de un nirio (una nina), cuando
la vida empieza a florecer, es particularmente dolorosa. Sin
embargo, la fe nos invita a contemplarlo (contemplarla) for-
mando parte del Cordero inocente en el cielo (la. lect. Apoc),
porque nadie vive o muere para si mismo sino para el Serior
(la. lect. Rom). Este es nuestro consuelo (Ev. ). Aunque nos
cueste, hemos de creer que poseer a Dios es lo imico que sa-
cia el anima (salmo).
Apoc 7, 9-10. 15-17: Dios enjugard de sus ojos toda ldgrima.
(70)
0 bien:
Rom 14, 7-9. 10-12: Ya sea que estemos vivos o que hayamos
muerto, somos del Senor. (28)
Sal 41-42: R.: Mi alma tiene sed de ti, Dios mio. (16)
Mt 11, 25-30: Vengan a mi y yo los aliviare. (50).

DEL ANTIGUO TESTAMENTO 445


En efecto, orar por los difuntos para que se vean libres de

APENDICE VI
362

LECCIONARIO DE LAS
MISAS DE DIFUNTOS

I. EXEQUIAS DE ADULTOS

PRIMERAS LECTURAS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO

sus pecados es una acciOn santa y conveniente.


Palabra de Dios.

Yo se bien que mi defensor est(' vivo.

Lectura del libro de Job


19, 23-27

n aquel tiempo, Job dijo:

"Ojald que mis palabras se escribieran;

ojald que se grabaran en laminas de bronce

Obro con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurreccion.

Lectura del segundo libro de los Macabeos


12, 43-46

n aquellos dias, Judas Macabeo, jefe de Israel, hizo una

o con punzOn de hierro se esculpieran en la roca para siempre.


Yo se bien que mi defensor esta vivo
y que al final se levantard a favor del humillado; de nuevo me revestire
de mi piel
363

colecta y recogio dos mil dracmas de plata, que envid•

y con mi came vere a mi Dios;

a Jerusalen para que ofrecieran un sacrificio de expiaciOn por los


pecados de los que habian muerto en la batalla.
Obro con gran rectitud y nobleza, pensando en la resurrec-
ciOn, pues si no hubiera esperado la resurreccion de sus corn-
paneros, habria sido completamente intitil orar por los
muertos. Pero el consideraba que, a los que habian muerto
piadosamente, les estaba reservada una magnifica recompensa.

yo mismo lo vere y no otro,


mis propios ojos lo contemplardn.
Esta es la firme esperanza que tengo".
Palabra de Dios.

446 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

Dios creel al hombre para la inmortalidad.

Lectura del libro de la Sabiduria


2, 1-5. 21-23

os impios, razonando equivocadamente, se dijeron:

DEL ANTIGUO TESTAMENTO 447


Esto es lo que piensan los impios,
pero se enganan, porque su maldad los ciega. No conocen los designios
de Dios,
no esperan el premio de la virtud,
no valoran la recompensa de una vida intachable. Dios cre6 al hombre
para la inmortalidad
y lo hizo a imagen de si mismo.
Palabra de Dios.
364

"Triste y corta es la vida,

e irremediable el trance final del hombre.


Por casualidad nacimos
y pasaremos como si no hubieramos existido;

nuestra respiracion es humo, y nuestro pensamiento,


la chispa de un corazon que late. Cuando la chispa se apague,
el cuerpo se convertird en ceniza

Los aceptd como un holocausto agradable.

Lectura del libro de la Sabiduria


3, 1-9

y el espiritu se desvanecerd como la brisa. El tiempo hard que nuestro


nombre

as almas de los justos estan en las manos de Dios y no los alcanzard


ningun tormento.

se pierda en el olvido
y nadie se acordard de lo que hicimos; nuestra vida pasard
como el rastro de la nube,
se disipard como neblina,
acosada por los rayos del sol y abrumada por el calor.
Nuestra vida es el paso de una sombra y nuestro fin es irreversible.
Nuestro destino esta sellado: no hay retorno".

Los insensatos pensaban que los justos hablan muerto, que su salida de
este mundo era una desgracia
y su salida de entre nosotros, una completa destruccion. Pero los justos
estan en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos
esperaban confiadamente la inmortalidad.
Despues de breves sufrimientos
recibirdn una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba
365

y los hallo dignos de si.

448 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


Los probo como oro en el crisol
y los acepto como un holocausto agradable.

En el dia del juicio brillaran los justos


como chispas que se propagan en un canaveral. Juzgaran a las naciones
y dominaran a los pueblos, y el Senor reinara eternamente sobre ellos.
Los que confian en el Senor comprenderan la verdad y los que son
fieles a su amor permaneceran a su lado, porque Dios ama a sus
elegidos y cuida de ellos.
Palabra de Dios.

La edad avanzada consiste en una vida sin tacha.

Lectura del libro de la Sabiduria


4, 7-15

DEL ANTIGUO TESTAMENTO 449


y el vertigo de la pasiOn pervierte la mente que no conoce la malicia.

En poco tiempo madur6 y cumpli6 muchos anos. Su alma fue


agradable a Dios y se apresur6 a salir de la maldad. La gente
lo ye y no lo comprende ni se da cuenta de que el Senor ama
a sus elegidos y se apiada de ellos y cuida de aquellos que le
son fieles.
Palabra de Dios.

El Sefior destruird la muerte para siempre.

Lectura del libro del profeta Isaias


25, 6. 7-9
366

n aquel dia, el Senor del universo

E preparara sobre este monte


unque muera prematuramente, el justo tendra descan- un festin con
platillos suculentos

so. No son los muchos dias los que hacen venerable la vejez, no se mide
la vejez por el 'Rimer() de anos. Las canas del hombre son la prudencia
y la edad avanzada consiste en una vida sin tacha.
Fue agradable para Dios, y Dios lo amo. Entre pecadores vi-
via, y Dios se lo llevo. Se lo llev6 para que la maldad no per-
virtiera su conciencia, para que la perfidia no sedujera su alma.
Porque el vicio es una fascinacion que ensombrece la virtud,

para todos los pueblos;


un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos.

Destruira la muerte para siempre;


el Senor Dios enjugara las lagrimas de todos los rostros y borrard de
toda la tierra la afrenta de su pueblo.
Asi lo ha dicho el Senor.

450 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


En aquel dia se dill:
"Aqui esta nuestro Dios,
de quien esperabamos que nos salvara.
Alegremonos y gocemos con la salvaciOn que nos trae, porque la mano
del Senor reposara en este monte".
Palabra de Dios.

Es bueno esperar en silencio la salvaciOn del Setlor.

Lectura del libro de las Lamentaciones


3, 17-26
367

e han arrancado la paz

DEL ANTIGUO TESTAMENTO 451


Yo me digo: "El Senor es la parte que me ha tocado en herencia"
y en el Senor pongo mi esperanza.
El Senor es bueno con aquellos que en el esperan, con aquellos que lo
buscan.

Es bueno esperar en silencio la salvacion del Senor.


Palabra de Dios.

Los que duermen en el polvo despertaran.

Lectura del libro del profeta Daniel


12, 1-3

y ya no me acuerdo de la dicha.

Pienso que se me acabaron ya las fuerzas y la esperanza en el Senor.

n aquel tiempo, se levantara Miguel, el gran principe que defiende a tu


pueblo.

Fijate, Senor, en mi pesar,


en esta amarga hiel que me envenena. Apenas pienso en ello,
me invade el abatimiento. Pero, apenas me acuerdo de ti, me lleno de
esperanza.
La misericordia del Senor nunca termina y nunca se acaba su
compasion;
al contrario, cada manana se renuevan. iQue grande es el Senor!

Sera aquel un tiempo de angustia, como no lo hubo desde el -


principio del mundo. Entonces se salvara tu pueblo; todos aquellos que
estan escritos en el libro. Muchos de los que duer-
368

men en el polvo, despertaran: unos para la vida eterna, otros para el


eterno castigo.
Los guias sabios brillaran como el esplendor del firmamento, y los que
ensenan a muchos la justicia, resplandeceran como estrellas por toda la
eternidad.
Palabra de Dios.

452 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

PRIMERAS LECTURAS
DEL NUEVO TESTAMENTO
EN TIEMPO PASCUAL
9

Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apostoles


10, 34-43

n aquellos dfas, Pedro se dirigio a Cornelio y a los que

PRIMERA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO (T.P.) 453


El nos mand6 predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha
constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es
unanime: que cuantos creen en el reciben, por su medio, el perdOn de
los pecados".
Palabra de Dios.

10

Dichosos los que mueren en el Senor.

Lectura del libro del Apocalipsis del apostol san Juan


14, 13

estaban en su casa, con estas palabras: "Ahora caigo en


369

o, Juan, of una voz que venia del cielo y me decia: "Di-

la cuenta de que Dios no hace distinci6n de personas, sino


que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la na-

chosos los que mueren en el Seftor". El Espiritu es quien

lo dice: "Que descansen ya de sus fatigas, pues sus obras los

dein que fuere. El envie, su palabra a los hijos de Israel, para


anunciarles la paz por medio de Jesucristo, Seftor de todos.
Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo princi-
pio en Galilea, despues del bautismo predicado por Juan: c6-
mo Dios ungi6 con el poder del Espiritu Santo a Jesus de
Nazaret y c6mo este pas6 haciendo el bien, sanando a todos
los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con el.

Nosotros somos testigos de cuanto el hizo en Judea y en Je-


rusalen. Lo mataron colgandolo de la cruz, per'? Dios lo re-

acompaftan".
Palabra de Dios.

11

Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras.

Lectura del libro del Apocalipsis del apostol san Juan


20, 11-21, 1

o, Juan, vi despues un trono brillante y magnifico, y al

sucit6 al tercer dia y concedio verlo, no a todo el pueblo, sino

que estaba sentado en el. El cielo y la tierra desapare-


370

unicamente a los testigos que el, de antemano, habia escogi- cieron


de su presencia sin dejar rastro. Y vi a los muertos,
do: a nosotros, que hemos comido y bebido con el despues grandes
y pequeftos, de pie delante del trono. Fueron abier-
de que resucit6 de entre los muertos.

454 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


tos unos libros y tambien el libro de la vida. Los muertos fue-
ron juzgados conforme a sus obras, que estaban escritas en los libros.
El mar devolvio sus muertos; la muerte y el abismo devolvie-
ron los muertos que guardaban en su seno. Cada uno fue juz-
gado segtin sus obras. La muerte y el abismo fueron arrojados
al lago del fuego; este lago es la muerte definitiva. Y a todo

PRIMERA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO (T.P.)


"Esta es la morada de Dios con los hombres: vivira con ellos como su
Dios
y ellos seran su pueblo.
Dios les enjugara todas sus lagrimas y ya no habra muerte ni duelo,
ni penas ni llantos,
porque ya todo lo antiguo terming".

455

el que no estaba escrito en el libro de la vida lo arrojaron al lago de


fuego.
Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer
cielo y la primera tierra habian desaparecido y el mar ya no
existia.
Palabra de Dios.

12

Ya no habrci muerte.
Lectura del libro del Apocalipsis del apOstol san Juan
21, 1-7

Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: "Ahora yo voy a hacer


nuevas todas las cosas". Y anadi6: "Estas son palabras fieles y
371

verdaderas. Escribelas". Finalmente me di-


jo: " Ya esta hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que
tenga sed le dare de beber gratis del manantial del agua de la vida. Al
vencedor le reservo esta herencia: yo sere su Dios y el sera mi hijo".
Palabra de Dios.

o, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque


el primer cielo y la primera tierra habian desaparecido

y el mar ya no existia.

Tambien vi que descendia del cielo, desde donde esta Dios, la ciudad
santa, la nueva Jerusalen, engalanada como una novia, que va a
desposarse con su prometido. Oi una gran voz, que venia del cielo, que
decia:

456 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

SALMOS RESPONSORIALES

13

Del salmo 22

R. El Senor es mi pastor, nada me faltard.

El Senor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace


reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis
fuerzas. R.

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me gula por el sendero recto;
asi, aunque camine por canadas oscuras, nada temo, porque to estas
conmigo.
372

Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R.


Til mismo me preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios;
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los hordes R.

Tu bondad y tu misericordia me acompanaran todos los dias de mi


vida;
y vivire en la casa del Senor por anos sin termino. R.

SALMOS RESPONSORIALES 457


14

Del salmo 24

R. A ti, Senor, levanto mi alma.

Acuerdate, Senor, que son eternos tu amor y tu ternura.


Segim ese amor y esa ternura, acuerdate de nosotros.
Alivia mi angustiado corazon,
de mis congojas ponme a salvo;
contempla mis trabajos y miseria
y perd6name todos mis pecados. R.

Protegeme, Senor, salva mi vida;


que jamas quede yo decepcionado
de haber en ti buscado mi refugio.
Mi rectitud e inocencia me defienden,
pues tengo en ti, Senor, mis esperanzas. R.

15

Del salmo 26

R. El Senor es mi luz y mi salvacion.

El Senor es mi luz y mi salvacion, La quien voy a tenerle miedo?

458 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS SALMOS


RESPONSORIALES 459
373

El Senor es la defensa de mi vida, Del Dios que da la vida


zquien podra hacerme temblar? R. esta mi ser sediento.
LCuando sera posible
Lo unico que pido, lo Wilco que busco ver de nuevo su templo? R.
es vivir en la casa del Senor toda mi vida,
para disfrutar las bondades del Senor Enviame, Senor, tu luz y tu
verdad;
y estar continuamente en su presencia. R. que ellas se conviertan
en mi guia
y hasta tu monte santo me conduzcan,
Oye, Senor, mi voz y mis clamores alli donde to habitas. R.
y tenme compasiOn;
el corazOn me dice que te busque Al altar del Senor me acercare,
y buscandote estoy. k. Al Dios que es mi alegria,
y a mi Dios, el Senor, le dare gracias
No rechaces con colera a tu siervo, al compas de la citara.
to eres mi tinico auxilio;
no me abandones ni me dejes solo, LPor que te acongojas, alma mia,
Dios y salvador Info. R. por que te preocupas?
Espera en el Senor y volveras a alabarlo,
diciendole: "Tti eres mi salvador, Dios mio". R.
16
17
De los salmos 41 y 42
Del salmo 62
R. Mi alma tiene sed de ti, Dios info.
R. De ti, Senor, sedienta esta mi alma.
Como el venado busca
el agua de los rios, Senor, to eres mi Dios, a ti te busco;
asi, cansada, mi alma, de ti sedienta esta mi alma.
te busca a ti, Dios mio. R. Senor, todo mi ser te anora,
como el suelo reseco anora el agua. R.

460 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


Para admirar tu gloria y tu poder,
con este afan te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia;
siempre, Senor, te alabaran mis labios. R.
374

Podre asi bendecirte, mientras viva y levantar en oraciOn mis manos.


De lo mejor se saciara mi alma;
te alabare con jubilosos labios. R.

Tu eres, Senor, mi auxilio y a tu sombra canto con gozo. A ti se adhiere


mi alma
y tu diestra me da seguro apoyo. R.

18

Del salmo 102

R. El Senor es compasivo y misericordioso.

El Senor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso


para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga
segim nuestros pecados. R.

Como un padre es compasivo con sus hijos,


asi es compasivo el Senor con quien lo ama,
pues bien sabe el de lo que estamos hechos
y de que somos barro, no se olvida. R.

SALMOS RESPONSORIALES
La vida del hombre es como la hierba, brota como una flor silvestre:
tan pronto la azota el viento, deja de existir y nadie vuelve a saber nada
de ella. R.

El amor del Senor a quien lo teme es un amor eterno,


y entre aquellos que cumplen con su alianza pasa de hijos a nietos su
justicia. R.

19

De los salmos 114 y 115

R. Caminare ante el Senor por la tierra de los vivos.


375

El Senor es bueno y junto, nuestro Dios es compasivo. A mi, debil, me


salvO
y protege a los sencillos. R.

Aun abrumado de desgracias, siempre confie en Dios;


aun cuando en mi afliccion pensaba:
"Los hombres son unos mentirosos". R.

461

462 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS SALMOS


RESPONSORIALES 463
20 21

Del salmo 121 Del salmo 129

R. Vayamos con alegria al encuentro del Senor. R, Mi alma espera en el


Senor.

Que alegria senti, cuando me dijeron: Desde el abismo de mis


pecados clamo a ti;
"Vayamos a la casa del Senor"! Senor, escucha mi clamor;
Y hoy estamos aqui, Jerusalen, que esten atentos tus oidos
jubilosos, delante de tus puertas. R. a mi voz suplicante. R.

A ti, Jerusalen, suben las tribus,Si conservaras el recuerdo de las culpas,


las tribus del Senor, Lquien habria, Senor, que se salvara?
segan lo que a Israel se le ha ordenado, Pero de ti procede el perd6n,
para alabar el nombre del Senor. R. por eso con amor te veneramos.
R.

Digan de todo coraz6n: "Jerusalen, Confio en el Senor,


que haya paz entre aquellos que te aman, mi alma espera y confia en su
palabra;
que haya paz dentro de tus murallasmi alma aguarda al Senor,
y que refine la paz en cada casa". R. mucho mas que a la aurora el
centinela. R.

Por el amor que tengo a mis hermanos, Como aguarda a la aurora el


centinela,
376

voy a decir: "La paz este contigo". aguarda Israel al Senor,


Y por la casa del Senor, mi Dios, porque del Senor viene la
misericordia
pedire para ti todos los bienes. R. y la abundancia de la redencion,
y 61 redimira a su pueblo
de todas sus iniquidades. R.

464 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

22

Del salmo 142

R. Senor, escucha mi oracion.

Pues eres justo y fiel, Senor, esclichame y a mi plegaria atiende.


No vayas a juzgarme,
pues ninguno ante ti es inocente. R.

Cuando me pongo a recordar tus obras y pienso en tus proezas,

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 465

SEGUNDAS LECTURAS
DEL NUEVO TESTAMENTO

23

Justificados por su sangre, seremos salvados por el del castigo final

Lectura de la carta del apOstol san Pablo a los romanos


5, 5-11

tiendo hacia ti las manos,


de ti sediento, como tierra seca. R.
377

ermanos: Dios ha infundido su amor en nuestros co-


razones por medio del Espiritu Santo, que el mismo nos

ha dado.
Senor, respondeme enseguida,

pues me falta el aliento.


Senor, no to me escondas,
pues entonces sere como los muertos. R.

Hazme saber to amor por la maftana, pues en ti yo 'confio;


y pues eres mi Dios,
ensename el camino. R.

En efecto, cuando todavia no teniamos fuerzas para salir del


pecado, Cristo murio por los pecadores en el tiempo senala-
do . Dificilmente habra alguien que quiera morir por un jus-
to, aunque puede haber alguno que este dispuesto a morir por
una persona sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos
ama esta en que Cristo muri6 por nosotros, cuando aun era-
mos pecadores.

Con mayor razOn, ahora que ya hemos sido justificados por


su sangre, seremos salvados por el del castigo final. Porque,
si cuando eramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con
el por la muerte de su Hijo, con mucho mas raz6n, estando
ya reconciliados, recibiremos la salvaciOn participando de la

466 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


vida de su Hijo. Y no solo esto, sino que tambien nos gloria-
mos en Dios, por medio de nuestro Senor Jesucristo, por quien hemos
obtenido ahora la reconciliacion.
Palabra de Dios.

24
378

Donde abund6 el pecado, sobreabund6 la gracia.

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 467

25

Llevemos una vida nueva.

Lectura de la carta del apostol san Pablo a los romanos


6, 3-9

ermanos: Todos los que hemos sido incorporados a Cris-

to Jesus por medio del bautismo, hemos sido incorpo-

Lectura de la carta del apostol san Pablo a los romanos


5, 17-21

ermanos: Si por el pecado de un solo hombre estable-

rados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepul-


tados con el en su muerte, para que, asi como Cristo resucitO de entre
los muertos por la gloria del Padre, asi tambien no-
sotros llevemos una vida nueva.

ciO la muerte su reinado, con mucho mayor razOn rei-

naran en la vida por un solo hombre, Jesucristo, aquellos que reciben la


gracia sobreabundante que los hace justos.

En resumen, asi como el pecado de un solo hombre, Adan, vino la


condenacion para todos, asi por la justicia de un solo hombre,
Jesucristo, ha venido para todos la justificaciOn que da la vida, y asi
como por la desobediencia de uno, todos fue-
ron hechos pecadores, asi por la obediencia de uno, todos se-
ran hechos justos.
Cuando la ley comenth a existir, el pecado crecio. Pero, don-
379

de abundo el pecado, sobreabundO la gracia, para que asi co-


mo el pecado tuvo poder para causar la muerte, asi tambien
la gracia de Dios, al justificarnos, tenga poder para condu-
cirnos a la vida eterna, por medio de Jesus, nuestro Sefior.
Palabra de Dios.

Porque, si hemos estado intimamente unidos a el por una muerte


semejante a la suya, tambien lo estaremos en su resu-
rreccion. Sabemos que nuestro viejo yo fue crucificado con Cristo, para
que el cuerpo del pecado quedara destruido, a fin de que ya no
sirvamos al pecado, pues el que ha muerto queda libre del pecado.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que
tambien viviremos con el; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado
de entre los muertos, ya nunca morird. La muerte ya no tiene dominio
sobre el.
Palabra de Dios.

468 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

26

Anhelamos la redenciOn de nuestro cuerpo.

Lectura de la carta del ap6stol san Pablo a los romanos


8, 14-23

ermanos: Los que se dejan guiar por el Espiritu de Dios,

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 469


nosotros, los que poseemos las primicias del Espiritu, gemi-
mos interiormente, anhelando que se realice plenamente nues-
tra condicion de hijos de Dios, la redencion de nuestro cuerpo.
Palabra de Dios.

27

Que cosa podrd apartarnos del amor con que nos ama Cristo?
380

esos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un es-

piritu de esclavos, que los haga temer de nuevo, sino un espi-


ritu de hijos, en virtud del cual podemos Hamar Padre a Dios.

El mismo Espiritu Santo, a una con nuestro propio espiritu

Lectura de la carta del apOstol san Pablo a los romanos


8, 31-35. 37-39

ermanos: Si Dios esta a nuestro favor, Lquien estard en

da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos,

contra nuestra? El que no nos escatimo a su propio Hi-

somos tambien herederos de Dios y coherederos con Cristo,


puesto que sufrimos con el para ser glorificados junto con el.

Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden corn-


parar con la gloria que un dia se manifestard en nosotros; por-
que toda la creacion espera, con seguridad e impaciencia, la revelacion
de esa gloria de los hijos de Dios.

La creacion esta ahora sometida al desorden, no por su que-


rer, sino por voluntad de aquel que la sometio. Pero dandole al mismo
tiempo esta esperanza: que tambien ella misma va a ser liberada de la
esclavitud de la corrupcion, para compar-
tir la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos, en efecto, que la creacion entera gime hasta el pre-
sente y sufre dolores de parto; y no solo ella, sino tambien

jo, sino que lo entreg6 por todos nosotros, Lcomo no va a estar


dispuesto a darnoslo todo, junto con su Hijo? 1,Quien acusara a los
elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, Lquien sera el
que los condene? LAcaso Jesucristo, que murio, resucit6 y esta a la
derecha de Dios para interce-
381

der por nosotros?

LQue cosa podra apartarnos del amor con que nos ama Cris-
to? ,Las tribulaciones? LLas angustias? LLa persecucion? LEI hambre?
i,La desnudez? tEl peligro? La espada?

Ciertamente de todo esto salimos mas que victoriosos, gra-


cias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que
ni la muerte ni la vida, ni los Angeles ni los demonios, ni el
presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto

470 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


ni lo bajo, ni creatura alguna podra apartarnos del amor que nos ha
manifestado Dios en Cristo Jestis.
Palabra de Dios.

28

Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Sefior.

Lectura de la carta del apostol san Pablo a los romanos

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 471

29

En Cristo, todos volverdn a la vida.

Lectura de la primera carta del ap6stol san Pablo a los corintios


15, 20-24. 25-28

ermanos: Cristo resucito, y resucitO como la primicia

14, 7-9. 10-12

de todos los muertos. Porque si por un hombre vino


382

la muerte, tambien por un hombre vendra la resurrecciOn de

ermanos: Ninguno de nosotros vive para si mismo, ni los muertos.


muere para si mismo. Si vivimos, para el Senor vivi-

mos; y si morimos para el Senor morimos. Por to tanto, ya


sea que estemos vivos o hayamos muerto, somos del Senor.
Porque Cristo murio y resucito para ser Senor de vivos y
muertos.

Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Dios. Como dice la


Escritura: Juro por n' mismo, dice el Sellor, que to-
dos doblardn la rodilla ante n' y todos reconocerdn pdblica-
mente que yo soy Dios.

En resumen: cada uno de nosotros tendra que dar cuenta de si mismo a


Dios.
Palabra de Dios.

En efecto, asi como en Adan todos mueren, asi en Cristo to-


dos volveran a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo,
como primicia; despues, a la hora de su advenimien-
to, los que son de Cristo.

Enseguida sera la consumaci6n, cuando Cristo entregue el Rei-


no a su Padre. Porque el tiene que reinar hasta que el Padre
ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El Ultimo de los
enemigos en ser aniquilado, sera la muerte. Es claro que cuan-
do la Escritura dice: Todo lo someti6 el Padre a los pies de
Cristo, no incluye a Dios, que es quien le someti6 a Cristo
todas las cosas.

Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se


sometera al Padre, y asi Dios sera todo en todas las cosas.
Palabra de Dios.

472 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


383

30

La muerte ha sido aniquilada por la victoria.

Lectura de la primera carta del apOstol san Pablo


a los corintios
_y
15, 51-g

es voy a revelar un misterio; no todos moriremos, pero

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 473

31

Lo que se ye es transitorio y lo que no se ye es eterno.

Lectura de la segunda carta del apOstol san Pablo a los corintios


4, 14-5, 1

ermanos: Sabemos que aquel que resucito a Jesus nos

todos seremos transformados en un instante, en un abrir

resucitara tambien a nosotros con Jesus y nos colocara

y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Pues al so-


nar la trompeta, los muertos resucitaran incorruptibles y no-
sotros seremos transformados. Porque es preciso que este ser nuestro,
corruptible y mortal, se revista de incorruptibilidad e inmortalidad. Y
cuando nuestro ser, corruptible y mortal, se revista de
incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cum-
plird la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la
victoria. Eionde estd, muerte, tu victoria? Ddnde es-
td, muerte, tu aguijOn? El aguij6n de la muerte es el pecado y la fuerza
del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por
nuestro Senor Jesucristo.
384

Palabra de Dios.

a su lado con ustedes. Y todo esto es para bien de ustedes, de manera


que, al extenderse la gracia a mas y mas personas, se multiplique la
accion de gracias para gloria de Dios.

Por esta razor' no nos acobardamos; pues aunque nuestro


cuerpo se va desgastando, nuestro espiritu se renueva de dia
en dia. Nuestros sufrimientos momentaneos y ligeros nos Pro'
ducen una riqueza eterna, una gloria que los sobrepasa con
exceso.

Nosotros no ponemos la mira en lo que se ye, sino en lo que


no se ye, porque lo que se ye es transitorio y lo que no se ye
es eterno. Sabemos que, aunque se desmorone esta morada
terrena, que nos sirve de habitacion, Dios nos tiene prepara-
da en el cielo una morada eterna, no construida por manos
humanas.
Palabra de Dios.

474 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


32

Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna.

Lectura de la segunda carta del apOstol san Pablo a los corintios


5, 1. 6-10

ermanos: Sabemos que, aunque se desmorone esta mo-

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 475

33

Cristo transformard nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso,'


semejante al suyo.

Lectura de la carta del apostol san Pablo a los filipenses


385

3, 20-21

ermanos: Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde

rada terrena, que nos sirve de habitacidn, Dios nos tie-

esperamos que venga nuestro salvador, Jesucristo. El

ne preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos


humanas.
Por eso siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras
vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Senor. Caminamos
guiados por la fe, sin ver todavia. Esta-
mos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para
vivir con el Serior. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en
la patria. Porque todos tendremos que compa-
recer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el cas-
tigo por lo que hayamos hecho en esta vida.
Palabra de Dios.

transformara nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorio-


so, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para so-
meter a su dominio todas las cosas.
Palabra de Dios.

34

Estaremos siempre con el Senor.

Lectura de la primera carta del apostol san Pablo a los tesalonicenses


4, 13-14. 17-18

ermanos, no queremos que ignoren lo que pasa con los

difuntos, para que no vivan tristes, como los que no


386

tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesus murk) y resucito, de igual


manera debemos creer que, a los que mueren en Jestis, Dios los lleva
con el.
Los que quedemos vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos
entre nubes, por el aire, para it al encuentro del Senor,

476 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


y asi estaremos siempre con 0. Consuelense, pues, unos a otros con
estas palabras.
Palabra de Dios.

35
Si morimos con el, viviremos con a

Lectura de la segunda carta del apOstol san Pablo a Timoteo


2, 8-13

uerido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, des-


cendiente de David, resucito de entre los muertos, con-

forme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar
cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no esta
encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para
que ellos tambien alcancen, en Cristo Je-
sus, la salvaciem, y con ella, la gloria eterna.

Es verdad lo que decimos:


"Si morimos con el, viviremos con el;
si nos mantenemos firmes, reinaremos con el;
si lo negamos, el tambien nos negard;
si le somos fieles, el permanece fiel,
porque no puede contradecirse a si mismo".
Palabra de Dios.

SECUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 477

36
387

Veremos a Dios tal cual es.

Lectura de la primera carta del apostol san Juan


3, 1-2

ueridos hijos: Miren cuanto amor nos ha tenido el Pa-


dre, pues no solo nos llamanos hijos de Dios, sino que

lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha


reconocido a el.

Hermanos mios, ahora somos hijos de Dios, pero min no se ha


manifestado como seremos al fin. Y ya sabemos que, cuan-
do el se manifieste, vamos a ser semejantes a el, porque lo veremos tal
cual es.
Palabra de Dios.

37

Hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros


hermanos.

Lectura de la primera carta del apostol san Juan


3, 14-16

ueridos hijos: Nosotros estamos seguros de haber pasa-


do de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros

Q
hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su
hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningun homicida
tiene la vida eterna.

478 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros.
Asi tambien debemos nosotros dar la vida por nues-
tros hermanos.
Palabra de Dios.
388

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO479

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO

38

Cfr Mt 11, 25

Te doy gracias, Padre, Senor del cielo y de la tierra, porque has


revelado los misterios del Reino
a la gente sencilla, dice el Serior.

39

Mt 25, 34
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Senor;
tomen posesiOn del Reino preparado para ustedes desde la creacion
del mundo.

40

Jn 3, 16

Tanto am6 Dios al mundo, que le entrego a su Hijo fink°,


para que todo el que crea en el tenga vida eterna.

480 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQU1AS DE ADULTC

41

Jn 6, 39
La voluntad del Padre, que me envio,
es que yo no pierda a ninguno de los que el me ha dado,
389

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO


45

Filip 3, 20

Nosotros somos ciudadanos del cielo,

481

sino que lo resucite en el ultimo dia, dice el Senor.

42

Jn 6, 40
El que cree en mi tiene la vida eterna, dice el Senor,
y yo lo resucitare en el ultimo dia.

43

Jn 6, 51.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Senor;
el que coma de este pan vivird-para siempre.

44

Jn 11, 25. 26
Yo soy la resurreccion y la vida, dice el Senor;
el que cree en mi, aunque haya muerto, vivira.

de donde esperamos que venga nuestro salvador, Jesucristo.

46

2 Tim 2, 11-12
Si morimos con Cristo, viviremos con el;
si nos mantenemos firmes, reinaremos con el.

47

Apoc 1, 5. 6
390

Jesucristo es el primogenito de los muertos:


a el la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

48

Apoc 14, 13
Dichosos los que mueren en el Senor. Que descansen ya de sus fatigas,
pues sus obras los acompanan.

482 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

EVANGELIOS

49

Alegrense y salten de contento, porque su premio serd grande en los


cielos.

Lectura del santo Evangelio segun san Mateo


5, 1-12

n aquel tiempo, cuando Jesus vio a la muchedumbre, su-

EVANGELIOS 483
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el
Reino de los cielos.
Dichosos serail ustedes cuando los injurien, los persigan y di-
gan cosas falsas de ustedes por causa mia. Alegrense y salten
de contento, porque su premio sera grande en los cielos".
Palabra del Sefior.

50

Vengan a mi y yo los aliviare.


391

j tau Lectura del santo Evangelio seglin san Mateo

bid' al monte y se sent& Entonces se le acercaron sus dis-

q r

11, 25-30

cipulos. Enseguida comenzo a ensenarles, hablandoles asi:

"Dichosos los pobres de espiritu,

n aquel tiempo, Jesus exclamo: "I Te doy gracias, Pa-


dre, Senor del cielo y de la tierra, porque has escondido

porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran,


porque serail consolados. Dichosos los sufridos,
porque heredaran la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque seran
saciados.
Dichosos los misericordiosos,
porque obtendran misericordia.
Dichosos los limpios de corazon, porque veran a Dios.
Dichosos los que trabajan.por la paz,
porque se les Barnard hijos de Dios.

estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la


gente sencilla! Gracias, Padre, porque asi to ha parecido bien.

El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie co-


noce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar.

Vengan a mi, todos los que estan fatigados y agobiados por


la carga, y yo los aliviare. Tomen mi yugo sobre ustedes y
aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazon, y en-
contraran descanso, porque mi yugo es suave y mi carga
392

ligera".
Palabra del Senor.

484 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

51

; Ya viene el esposo! ;Salgan a su encuentro!


Jr. Lectura del santo Evangelio segun san Mateo

EVANGELIOS 485
Por eso, esten preparados, porque no saben ni el dia ni la
hora".
Palabra del Senor.

52

it
g <E

25, 1-13

I Reino de los cielos es semejante a diez jOvenes, que


tomando sus lamparas, salieron al encuentro del es-

Vengan, benditos de mi Padre.

mita Lectura del santo Evangelio segtin san Mateo

poso. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las -.2r


descuidadas llevaron sus lamparas, pero no llevaron aceite para

25, 31-46

llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada


una un frasco de aceite junto con su lampara. Como el espo-

E
393

n aquel tiempo, Jesus dijo a sus discipulos: "Cuando ven-


el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompana-

so tardaba, les entr6 sueno a todas y se durmieron.

A medianoche se oy6 un grito: iYa viene el esposo! iSalgan


a su encuentro!' Se levantaron entonces todas aquellas jove-
nes y se pusieron a preparar sus lamparas, y las descuidadas
dijeron a las previsoras: `Dennos un poco de su aceite, por-
que nuestras lamparas se estan apagando'. Las previsoras les
contestaron: porque no va a alcanzar para ustedes y pa-
ra nosotras. Mejor vayan a donde lo venden y cOmprenlo'.

Mientras aquellas iban a comprarlo, Rego el esposo y las que estaban


listas entraron con el al banquete de bodas y se cerr6 . la puerta. Mas
tarde llegaron las otras jovenes y dijeron: 'Se-
nor, senor, abrenos'. Pero el les respondio: 'Yo les aseguro que no las
conozco'.

do de todos sus Angeles, se sentara en su trono de gloria. En-


tonces seran congregadas ante el todas las naciones, y el
apartara a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de
los cabritos, y pondra a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su
izquierda.

Entonces dill el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos


de mi Padre; tomen posesion del Reino preparado para uste-
des desde la creaciOn del mundo; porque estuve hambriento
y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era fo-
rastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, en-
fermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los
justos le contestaron entonces: `Senor, Lcuando te vimos ham-
briento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber?
LCuando te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo
y te vestimos? i,Cuando te vimos enfermo o encarcelado y te
fuimos a ver?' Y el rey les dill: 'Yo les aseguro que, cuando

486 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


394

lo hicieron con el mas insignificante de mis hermanos, con-


migo lo hicieron'.
Entonces dira tambien a los de la izquierda: 'Apartense de mi, malditos;
vayan al fuego eterno, preparado para el dia-
blo y sus Angeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer,
sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron,
estuve desnudo y no me vistieron, enfer-
mo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderan: 'Senor, Lcuando te vimos ham-
briento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encar-
celado y no te asistimos?' Y el les replicard: 'Yo les aseguro que, cuando
no lo hicieron con uno de aquellos mas insigni-
ficantes, tampoco lo hicieron conmigo. Entonces iran estos al castigo
eterno y los justos a la vida eterna' ".
Palabra del Sefior.

53

Dando un fuerte grito, expird.,

Lectura del santo Evangelio segim san Marcos


15, 33-39; 16, 1-6

l llegar el mediodia, toda aquella tierra se quedo en ti-


nieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesus gri-
ts:5 con voz potente: "Eloi, Eloi, Llema sabactani?" (que sig-
nifica: Dios mio, Dios mio Lpor que me has abandonado?)

EVANGELIOS 487
Algunos de los presentes, al oirlo, decian: "Miren, esta Ha-
mando a Elias". Uno corri6 a empapar una esponja en vina-
gre, la sujeto a un carrizo y se la acerc6 para que bebiera, diciendo:
"Vamos a ver si viene Elias a bajarlo". Pero Jesus, dando un fuerte grito,
expir6.

Entonces el velo del templo se rasg6 en dos, de arriba a aba-


jo. El oficial romano, que estaba frente a Jesus, al ver como
habia expirado, dijo: "De veras este hombre era Hijo de
395

Dios".

Transcurrido el sabado, Maria Magdalena, Maria (la madre de


Santiago) y Salome compraron perfumes para it a embal-
samar a Jesus. Muy de madrugada, el primer dia de la sema-
na, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decian
unas a otras: "LQuien nos quitara la piedra de la entrada del sepulcro?"
Al llegar, vieron que la piedra ya es-
taba quitada, a pesar de ser muy grande.

Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una tunica


blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero el les
dijo: "No se espanten. Buscan a Jesus de Nazaret, el que fue crucificado.
No esta aqui; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habian puesto".
Palabra del Sefior.

488

LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


54

EVANGELIOS 489
55

Joven, yo te lo mando: levdntate.

Lectura del santo Evangelio segun san Lucas

Tambien ustedes ester: preparados.

Lectura del santo Evangelio segim san Lucas

JC

7, 11-17 rir 12, 35-40

E
396

n aquel tiempo, se dirigia Jesus a una poblacion Ilamada


Nairn, acompanado de sus discipulos y de mucha gente.

n aquel tiempo, Jesus dijo a sus discipulos: "Esten lis-


tos, con la ttinica puesta y las lamparas encendidas. Sean

Al llegar a la entrada de la poblacion, se encontr6 con que sacaban a


enterrar a un muerto, hijo tinico de una viuda, a la que acompanaba
una gran muchedumbre.
Cuando el Senor la vio, se compadecio de ella y le dijo: "No llores".
Acercandose al ataud, lo toc6 y los que lo llevaban se detuvieron.
Entonces dijo Jestis: "Joven, yo te lo mando: levantate". Inmediatamentt
el que habia muerto se levant6 y comenz6 a hablar. Jestis se lo entrego
a su madre.

Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glori-


ficar a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre no-
sotros. Dios ha visitado a su pueblo".

La noticia de este hecho se divulg6 por toda Judea y por las regiones
cincunvecinas.
Palabra del Sefior.

semejantes a los criados que estan esperando a que su senor


regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Di-
chosos aquellos a quienes su senor, al llegar, encuentre en ve-
la. Yo les aseguro que se recogerd la ttinica, los hard sentar
a la mesa y el mismo les servird. Y si llega a medianoche o
a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.

Fijense en esto: Si un padre de familia supiera a que hora va a venir el


ladr6n, estaria vigilando y no dejaria que se le me-
tiera por un boquete en su casa. Pues tambien ustedes ester'
preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, yen-
dra el Hijo del hombre".
Palabra del Sefior.
397

490 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


56

Hoy estards conmigo en el paralso.

3, 33. 3943

EVANGELIOS 491

57

Padre, en tus manos encomiendo mi espfritu.


rja Lectura del santo Evangelio segan san Lucas
rum 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6

nrLectura del santo Evangelio segtin san Lucas2

uando llegaron al lugar llamado "la Calavera", cruci-


ficaron alli a Jestis y a los malhechores, uno a su dere-

ra casi el mediodia, cuando las tinieblas invadieron toda


la regi6n y se oscureci6 el sol hasta las tres de la tarde.

cha y el otro a su izquierda.

Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesus, dicien-


dole: "Si to eres el Mesias, solvate a ti mismo y a nosotros". Pero el otro
le reclamaba indignado: "LNi siquiera temes to a Dios estando en el
mismo suplicio? Nosotros justamente re-
cibimos el pago de lo que hicimos. Pero este ningtin mal ha hecho". Y le
decia a Jestis: "Senor, cuando llegues a to Rei-
no, acuerdate de mi". Jestis le respondio: "Yo to aseguro que hoy
estards conmigo en el paraiso".
Palabra del Senor.
398

El velo del templo se rasg6 a la mitad. Jestis, clamando con voz potente,
dijo: "'Padre, en tus manos encomiendo mi es-
piritu!" Y dicho esto, expiro.
Un hombre llamado Jose, consejero del sanedrin, hombre bue-
no y justo, se presento ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesus. Lo
baj6 de la cruz, lo envolvi6 en una sabana y lo co-
loco en un sepulcro excavado en la roca, donde no habian puesto a
nadie todavia.
El primer dia despues del sabado, muy de manana, llegaron
las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habian pre-
parado. Encontraron que la piedra ya habia sido retirada del
sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Senor
Jesus.
Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presenta-
ron dos varones con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron
de miedo e inclinaron el rostro a tierra, los varones les dijeron: "I,Por
que buscan entre los muertos al que esta vivo? No esta aqui; ha
resucitado".
Palabra del Senor.

492 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


58

zNo era necesario que el Mesias padeciera todo esto y as( entrara en su
gloria?

JEA Lectura del santo Evangelio segtin san Lucas


24, 13-35

l mismo dia de la resurreccion, iban dos de los discipu-

EVANGELIOS 493
Angeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros
companeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habian dicho las
mujeres, pero a el no lo vieron".
Entonces Jesus les dijo: " iQue insensatos son ustedes y que
duros de corazon para creer todo lo anunciado por los profe-
tas! LAcaso no era necesario que el Mesias padeciera todo es-
399

to y asi entrara en su gloria?" Y comenzando por Moises y

los hacia un pueblo llamado Emaus, situado a unos on-

siguiendo con todos los profetas, les explic6 todos los pasa-

ce kilometros de Jerusalen, y comentaban todo lo que habia sucedido.

Mientras conversaban y discutian, Jestis se les acerc6 y co-


menz6 a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discipu-
los estaban velados y no lo reconocieron. El les pregunt6: "I,De que
cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?"

Uno de ellos, llamado Cleofas, le respondi6: "LEres to el unico


forastero que no sabe lo que ha sucedido estos dias en Jeru-
salen?" El les pregunto: "i,Que cosa?" Ellos le respondieron:
"Lo de Jesus el nazareno, que era un profeta poderoso en
obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Como los
sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperaba-
mos que el seria el libertador de Israel, y sin embargo, han
pasado ya tres dias desde que estas cosas sucedieron. Es cier-
to que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcer-
tado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron
el cuerpo y llegaron contando que se les habian aparecido unos

jes de la Escritura que se referfan a el.


Ya cerca del pueblo a donde se dirigian, el hizo como que iba mas lejos;
pero ellos le insistieron, diciendo: "Quedate con nosotros, porque ya es
tarde y pronto va a oscurecer". Y en-
tro para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomb un pan,
pronunci6 la bendici6n, lo parti6 y se lo dio. Enton-
c .es se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero el se les
desapareci6. Y ellos se decian el uno al otro: Won raz6n nuestro
corazOn ardia, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las
Escrituras!"

Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalen, don-


400

de encontraron reunidos a los Once con sus companeros, los


cuales les dijeron: "De veras ha resucitado el Senor y se le
ha aparecido a Simon". Entonces ellos contaron lo que les
habia pasado por el camino y como lo habian reconocido al
partir el pan.
Palabra del Sefton

494 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS

59

Quien escucha mi palabra y cree, ha pasado de la muerte a la vida

Lectura del santo Evangelio seglin san Juan


5, 24-29

EVANGELIOS 495

60

El que cree en el Hijo tendril la vida eterna y yo lo resucitare en el


ultimo

Lectura del santo Evangelio seem san Juan


6, 37-40

n aquel tiempo, Jesus dijo a los judios: "Yo les aseguro


que quien escucha mi palabra y cree en el que me envi6,

n aquel tiempo, Jesus dijo a los judios: "Todo aquel que

tiene vida eterna y no sera condenado en el juicio, porque ya

me da el Padre viene hacia mi; y al que viene a mi yo


401

pas6 de la muerte a la vida.


Les aseguro que viene la hora, y ya esta aqui, en que los muer-
tos oiran la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan oido vi-
viran. Pues asi como el Padre tiene la vida en si mismo,
tambien le ha dado al Hijo tener la vida en si mismo; y le ha
dado el poder de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que
yacen en la tumba oiran mi voz y resucitaran: los que hicieron el bien,
para la vida; los que hicieron el mal, para la condenaciOn.
Palabra del Sefior.

no lo echare fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi


voluntad, sino la voluntad del que me envie'.
Y la voluntad del que me envi6 es que yo no pierda nada de lo que el
me ha dado, sino que lo resucite en el ultimo dia. La voluntad de mi
Padre consiste en que todo el que yea al Hijo y crea en el, tenga la vida
eterna y yo lo resucite en el Ultimo dia".
Palabra del Senor.

61

El que come mi came y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo


resucitare el ultimo dia.

Lectura del santo Evangelio segtin san Juan


s'lrl 6, 51-58

n aquel tiempo, Jesds dijo a los judios: "Yo soy el pan E vivo que ha
bajado del cielo; el que coma de este pan

496 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


vivira para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi came para que
el mundo tenga vida".

Entonces los judios se pusieron a discutir entre si: "Como puede este
darnos a corner su came?"
402

Jesus les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la came del Hijo del hombre
y no beben su sangie, no podran tener vida en ustedes. El que come mi
came y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitare el ultimo
dia.

Mi came es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebi-


da. El que come mi came y bebe mi sangre, permanece en
mi y yo en el. Como el Padre, que me ha enviado, posee la
vida y yo vivo por 0, asi tambien el que me come vivira por mi.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el mama que


comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivira
para siempre".
Palabra del Senor.

62

Yo soy la resurreccion y la vida.

EVANGELIOS 497
ca de Jerusalen, como a unos dos kilometros y medio, y mu-
chos judios habian ido a ver a Marta y a Maria para conso-
larlas por la muerte de su hermano.

Apenas oyo Marta que Jesus llegaba, saliO a su encuentro,


pero Maria se quedO en casa. Le dijo Marta a Jesus: "Senor,
si hubieras estado aqui, no habria muerto mi hermano. Pero
aun ahora estoy segura de que Dios to conceders cuanto le
pidas".
Jestis le dijo: "Tu hermano resucitard". Marta respondi& "Ya se que
resucitard en la resurreccion del ultimo dia". Jesus le dijo: "Yo soy la
resurreccion y la vida. El que cree en mi, aunque haya muerto, vivira; y
todo aquel que esta vivo y cree en mi, no morird jamas. i,Crees to esto?"
Ella le contest& "Si, Senor. Creo firmemente que to eres el Mesias, el
Hijo de Dios, el que tenia que venir al mundo".
Palabra del Seim%

63
403

;Ldzaro, sal de alit"!


la Lectura del santo Evangelio segun san Juan

nre
Lectura del santo Evangelio segun san Juan

11, 32-45

11, 17-27

n aquel tiempo, cuando llegO Maria a donde estaba Je-


stis, al verlo, se echo a sus pies y le dijo: "Senor, si hu-

n aquel tiempo, cuando Rego Jesus a Betania, Lazar° bieras estado aqui,
no habria muerto mi hermano". Jesus,
vaba ya cuatro (Has en el sepulcro. Betania quedaba cer- al verla llorar
y al ver llorar a los judios que la acompafia-

498 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


ban, se conmoviO hasta lo mas hondo y preguntO: "I,Donde
lo han puesto?" Le contestaron: "Ven, Senor, y lo veras".
Jesus se puso a llorar y los judios comentaban: "De veras
I cuanto lo amaba!" Algunos decian: "zNo podia este, que
abrio los ojos al ciego de nacimiento, hacer que Lazar° no
muriera?"

EVANGELIOS 499

64

Si el grano de trigo muere, producird mucho fruto.

Lectura del santo Evangelio seglin san Juan


ri 12. 23-28

Jesus, profundamente conmovido todavia, se detuvo ante el


sepulcro, que era una cueva, sellada con una losa. Entonces
404

n aquel tiempo, Jesus dijo a sus discipulos: "Ha llegado


la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo

dijo Jesus: "Quiten la losa". Pero Marta, la hermana del que habia
muerto, le replicO: "Senor, ya huele mal, porque lleva cuatro dias". Le
dijo Jesus: "Oslo te he dicho que si crees, veils la gloria de Dios?"

Entonces quitaron la piedra. Jesus levanto los ojos a lo alto y dijo:


"Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo ya sabia que to
siempre me escuchas; pero lo he dicho a cau-
sa de esta muchedumbre que me rodea, para que crean que to me has
enviado". Luego gritO con voz potente: " ;Lazar°, sal de alli!" Y salio el
muerto, atados con vendas las manos y los pies, y la cara envuelta en
un sudario. Jesus les dijo: "Desatenlo, para que pueda andar".

Muchos de los judios que habian ido a casa de Marta y M Ha, al ver lo
que habia hecho Jesus, creyeron en el.
Palabra del Senor.

les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no


muere, queda infecundo; pero si muere, producira mucho fru-
to. El que se ama a si mismo, se pierde; el que se aborrece
a si mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo este, tambien
este mi servidor. El que me sirve sera honrado por mi Padre.

Ahora que tengo miedo, Lle voy a decir a mi Padre: 'Padre,


Brame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora
he venido. Padre, dale gloria a to nombre". Se oy•5 entonces
una voz que decia: "Lo he glorificado y volvere a glorificarlo".
Palabra del Senor.

500 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULTOS


65

En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones.


405

&NA Lectura del santo Evangelio segtin san Juan


14, 1-6

n aquel tiempo, Jesus dijo a sus discipulos: "No pierdan

EVANGELIOS 501
dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, por-
que me has amado desde antes de la creaciOn del mundo.

Padre junto, el mundo no to ha conocido; pero yo si to co-


nozco y estos han conocido que to me enviaste. Yo les he da-
do a conocer tu nombre y se lo seguire dando a conocer, para
que el amor con que me amas este en ellos y yo tambien en
ellos".

la paz. Si creen en Dios, crean tambien en mi. En la ca- Palabra del


Setior.

sa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera asi, yo


se lo habria dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lu-

gar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volvere y los lle-


vare conmigo, para que donde yo este, esten tambien ustedes.
Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".

Entonces Tomas le dijo: "Senor, no sabemos a dOnde vas,


isOmo podemos saber el camino?" Jesus le respondiO: "Yo
soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no
es por

67

Inclinando la cabeza, entrego el espfritu.

Lectura del santo Evangelio seem san Juan


19, 16-18. 25-30

n aquel tiempo, los judios tomaron a Jesus y el, cargan-


406

Palabra del Senor.

do con la cruz, se dirigiO hacia el sitio llamado "la Ca-

lavera" (que en hebreo se dice Golgota), donde lo crucifica-

66

Quiero que donde yo este, esten tambien conmigo los que me has dado.

Lectura del santo Evangelio segtin san Juan


qp 17, 24-26

ron y con el a otros dos, uno de cada lado, y en medio Jesus.


Junto a la cruz de Jesus estaban su madre, la hermana de su madre,
Maria la de Cleofas y Maria Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella
al discipulo que tanto queria, Jesus dijo a su madre: "Mujer, ahi esta tu
hijo". Luego dijo al discipu-
lo: "Ahi esta tu madre". Y desde entonces el discipulo se la llevfo a vivir
con el.

n aquel tiempo, Jesus ore) diciendo: "Padre, quiero que E donde yo


este, esten tambien conmigo los que me has

502 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE ADULT()


Despues de esto, sabiendo Jesus que todo habia Ilegado a su
termino, para que se cumpliera la Escritura dijo: "Tengo sed".
Habia alli un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron
una esponja empapada en vinagre a una cana de hisopo y se
la acercaron a la boca. Jesus prob6 el vinagre y dijo: "Todo
estd cumplido", e inclinando la cabeza, entrego el espiritu.
Palabra del Senor.

PRIMERA LECTURA DEL ANTIGUO TESTAMENTO 503

II. EXEQUIAS DE NISIOS BAUTIZADOS


407

PRIMERAS LECTURAS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO

68

El Senor destruird la muerte para siempre.

Lectura del libro del profeta Isaias


25, 6. 7-9

n aquel dia, el Senor del universo

preparard sobre este monte

un festin con platillos suculentos para todos los pueblos;


un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos.
Destruird la muerte para siempre;
el Senor Dios enjugard las ldgrimas de todos los rostros y borrard de
toda la tierra la afrenta de su pueblo.
Asi lo ha dicho el Senor.

En aquel dia se dird:


"Aqui esta nuestro Dios,
de quien esperdbamos que nos salvara.
Alegremonos y gocemos con la salvaciOn que nos trae, porque la mano
del Senor reposara en este monte".
Palabra de Dios.

504 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOSi

69

Es bueno esperar en silencio la salvacion del Sefior.

Lectura del libro de las Lamentaciones


408

3, 22-26

a misericordia del Senor nunca termina

PRIMERA LECTURA DEL ANTIGUO TESTAMENTO (T.P.)


505

PRIMERAS LECTURAS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
EN TIEMPO PASCUAL

70

y nunca se acaba su compasion;

al contrario, cada maiiana se renuevan. ;Que grande es el Senor!

Yo me digo: "El Senor es la parte que me ha tocado en herencia"


y en el Senor pongo mi esperanza.

Dios enjugard de sus ojos toda ldgrima.

Lectura del libro del Apocalipsis del apostol san Juan


7, 9-10. 15-17

o, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie

El Sefior es bueno con aquellos que en el esperan,

podia contarla. Eran individuos de todas las naciones

con aquellos que lo buscan.


Es bueno esperar en silencio la salvacion del Senor.
Palabra de Dios.
409

y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie delante


del trono y del Cordero; iban vestidos con una tunica blanca; llevaban
palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: " La salvacion
viene de nuestro Dios, que esta sen-
tado en el trono, y del Cordero!"

Ellos estan ante el trono de Dios y lo sirven de dia y de noche


en su templo, y el que esta sentado en el trono los protegera
continuamente. Ya no sufriran hambre ni sed, no los quema-
rd el sol ni los agobiard el calor, porque el Cordero, que esta
en el trono, sera su pastor y los conducird a las fuentes del
agua de la vida y Dios enjugard de sus ojos toda lagrima.
Palabra de Dios.

506 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


71

Ya no habrd muerte.

Lectura del libro del Apocalipsis del apostol san Juan


21, 1. 3-5

o, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, por-

SALMOS RESPONSORIALES 507

SALMOS RESPONSORIALES

72

Del salmo 22

que el primer cielo y la primera tierra habian desapare-

R. El Senor es mi pastor, nada me faltard.


410

cido y el mar ya no existia.


El Senor es mi pastor, nada me falta;

Oi una gran voz, que venia del cielo, que decia: "Esta es la morada de
Dios con los hombres; vivird con ellos como su Dios y ellos seran su
pueblo. Dios les enjugard todas sus Id-
grimas y ya no habra muerte ni duelo, ni penas ni llantos, por-
que ya todo lo antiguo terminO".

Entonces el que estaba sentado en el trono dijo: "Ahora yo voy a hacer


nuevas todas las cosas". Y anadio: "Estas son palabras fieles y
verdaderas. Escribelas".
Palabra de Dios.

en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me


conduce para reparar mis fuerzas. R.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guia por el sendero recto;
asi, aunque camine por canadas oscuras, nada temo, porque to estas
conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R.
Tti mismo me preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios;
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los hordes. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompanaran todos los dias de mi


vida;
y vivire en la casa del Senor por anos sin termino. R

508 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


73

Del salmo 24

R. A ti, Sefior, levanto mi alma.

Descubrenos, Senor, tus caminos,


411

gufanos con la verdad de tu doctrina.


Tit eres nuestro Dios y salvador,
y tenemos en ti nuestra esperanza. R.

Acuerdate, Senor, que son eternos tu amor y tu ternura.


Segtin ese amor y esa ternura, acuerdate de nosotros. R.

Protegeme, Senor, salva mi vida;


que jamas quede yo decepcionado
de haber en ti buscado mi refugio.
Mi rectitud e inocencia me defienden,
pues tengo en ti, Senor, mis esperanzas. R.

SALMOS RESPONSORIALES
74

De los salmos 41 y 42

R. Mi alma tiene sed de ti, Dios mfo.


Como el venado busca el agua de los dos,
asi, cansada, mi alma,
te busca a ti, Dios mio. R.
Del Dios que da la vida esta mi ser sediento.
LCuando sera posible
ver de nuevo su templo? R.

Enviame, Senor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi gula


y hasta tu monte santo me conduzcan, alli donde to habitas. R.
Al altar del Senor me acercare, al Dios que es mi alegria,
y a mi Dios, el Senor, le dare gracias al compas de la citara. R

i,Por que te acongojas, alma mia, por que te preocupas?


Espera en el Senor y volverds a alabarlo,

509
diciendole: "Tit eres mi salvador, Dios mio". R.

510
412

Del salmo 148

LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


75

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO 511

SEGUNDAS LECTURAS

R. Alabemos todos al Senor.

Alaben al Senor en las alturas, alabenlo en el cielo;


que alaben al Senor todos sus Angeles,
celestiales ejercitos. R.

Reyes y pueblos todos de la tierra,


gobernantes y jueces de este mundo;
hombres, mujeres, jovenes y ancianos, alaben al Senor y denle culto. R.

DEL NUEVO TESTAMENTO

76

Estamos seguros de que tambien viviremos con Cristo.

Lectura de la carta del apOstol san Pablo a los romanos


6, 3-4. 8-9

ermanos: Todos los que hemos sido incorporados a Cris-

El nombre del Senor alaben todos,

H
413

to Jesus por medio del bautismo, hemos sido incorpo-

pues su nombre es excelso,


su gloria sobrepasa cielo y tierra
y ha hecho fuerte a su pueblo. R.

Que alaben al Senor todos sus fides los hijos de Israel,


el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con el. R.

rados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepul-


tados con el en su muerte, para que, asi como Cristo resucito de entre
los muertos por la gloria del Padre, asi tambien no-
sotros llevemos una vida nueva.

Por lo tanto, si hemos inuerto con Cristo, estamos seguros de que


tambien viviremos con el; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado
de entre los muertos, ya nunca morird. La muerte ya no tiene dominio
sobre el.
Palabra de Dios.

512 513
LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEOUIAS DE PARVUL

M
77

Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Senor.

Lectura de la carta del apOstol san Pablo a los romans


14, 7-9

SEGUNDA LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO


79

Dios nos eligio en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuera-
mos santos.
Lectura de la carta del apOstol san Pablo a los efesios
1, 3-5

H
414

ermanos: Ninguno de nosotros vive para si mismo ni


muere para si mismo. Si vivimos, para el Senor vivi-

ermanos: Bendito sea Dios,

mos; y si morimos, para el Senor morimos. Por tanto, ya sea

Padre de nuestro Senor Jesucristo

que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Senor. Porque
Cristo murk) y resucitO para ser Senor de vivos y muertos.
Palabra de Dios.

78

En Cristo todos volverdn a la vida.


Lectura de la primera carta del apostol san Pablo a los corintios
15, 20-23

ermanos: Cristo resucitO y resucitO como la primicia de

que nos ha bendecido en el


con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales. El nos eligio en
Cristo, antes de crear el mundo,
para que fueramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor,
y determine), porque asi lo quiso,
que, por medio de Jesucristo, fueramos sus hijos.
Palabra de Dios.

80

Estaremos siempre con el Senor.

todos los muertos. Porque, si por un hombre vino la


415

muerte, tambien por un hombre vendra la resurreccion de los


muertos. En efecto, asi como en Adan todos mueren, asi en
Cristo todos volveran a la vida, pero cada uno en su orden:
primero Cristo, como primicia; despues, a la hora de su ad-

Lectura de la primera carta del apostol san Pablo a los tesalonicenses


4, 13-14. 17-18

venimiento, los que son de Cristo.


Palabra de Dios.

ermanos, no queremos que ignoren lo que pasa con


los difuntos, para que no vivan tristes, como los que

no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jestis muriO y re-

514 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


sucito, de igual manera debemos creer que, a los que mueren en Jesus,
Dios los lleva con el.
Los que quedemos vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos
entre nubes, por el aire, para it al encuentro del Senor, y asfestaremos
siempre con el. Consuelense, pues, unos a otros con estas palabras.
Palabra de Dios.

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO515

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO


81

Cfr Mt 11, 25

Te doy gracias, Padre, Senor del cielo y de la tierra, porque has


revelado los misterios del Reino
a la gente sencilla, dice el Senor.

82
416

Jn 6, 39

La voluntad del Padre, que me envio,


es que yo no pierda a ninguno de los que el me ha dado, sino que lo
resucite en el ultimo dia., dice el Senor.

83

2 Cor 1, 3-4

Bendito sea Dios, Padre lleno de misericordia y Dios que siempre


consuela.
El es quien nos conforta en nuestras tribulaciones.

516

LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEOUIAS DE PARVULOS

EVANGELIOS

EVANGELIOS 517
85

Dejen que los nMos se acerquen a Int

Lectura del santo Evangelio segtin san Marcos

84

Vengan a mi y yo los aliviare.

it 10, 13-16
n aquel tiempo, la gente le llevo a Jesus unos ninos

E para que los tocara, pero los discipulos trataban de im-


Lectura del santo Evangelio segtin san Mateo
417

Jr.
11, 25-30
n aquel tiempo, Jesus exclam6: ";Te doy gracias,

pedirlo.
Al ver aquello, Jesus se disgust6 y les dijo: "Dejen que los
ninos se acerquen a mi y no se lo impidan, porque el Reino

Padre, Senor del cielo y de la tierra, porque has escon-

de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que

dido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado


a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque asi to ha parecido
bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie co-
noce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar.

Vengan a mi, todos los que estan fatigados y agobiados por


la carga, y yo los aliviare. Tomen mi yugo sobre ustedes y
aprendan de mi, que soy mans° y humilde de corazon y en-
contraran descanso, porque mi yugo es suave y mi carga
ligera".

no reciba el Reino de Dios como un nino, no entrara en el".


Despues tomb en brazos a los ninos y los bendijo imponien-
doles las manos.
Palabra del Senor.

86

El que cree en el Hijo tendril la vida eterna y yo lo resucitare en el


ultimo dia.
Ot. Lectura del santo Evangelio segtin san Juan

Palabra del Senor.


418

6, 37-40

n aquel tiempo, Jesus dijo a los judios: "Todo aquel


E que me da el Padre viene hacia mi; y al que viene a mi

518 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


yo no to echare fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi
voluntad, sino la voluntad del que me envie,.

Y la voluntad del que me envio es que yo no pierda nada de to que el


me ha dado, sino que lo resucite en el Ultimo dia. La voluntad de mi
Padre consiste en que todo el que yea al Hijo y crea en el, tenga la vida
eterna y yo lo resucite en el ultimo dia".
Palabra del Sefior.

87

El que come mi came y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo


resucitare el ultimo dia.

jr. Lectura del santo Evangelio seem san Juan


irir 6, 51-58

n aquel tiempo, Jesus dijo a los judios: "Yo soy el

EVANGELIOS 519
Mi came es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebi-
da. El que come mi came y bebe mi sangre, permanece en
mi y yo en el. Como el Padre, que me ha enviado, posee la
vida y yo vivo por 0, asi tambien el que me come vivira por mi.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el mans que


comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivira
para siempre".
Palabra del Sefior.
419

88

Si crees, veras la gloria de Dios.

Jr. Lectura del santo Evangelio segun san Juan


rum 11, 32-40

n aquel tiempo, cuando liege, Maria a donde estaba


E Jestis, at verlo, se echo a sus pies y le dijo: "Senor, si

pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este

hubieras estado aqui, no habria muerto mi hermano". Jesus,

pan vivira para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi came para
que el mundo tenga vida".

Entonces los judios se pusieron a discutir entre si: "LCOmo puede este
darnos a corner su came?"

Jesus les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la came del Hijo del hombre
y no beben su sangre, no podran tener vida en ustedes. El que come mi
came y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitare el ultimo
dia.

at verla llorar y al ver llorar a los judios que la acompana-


ban, se conmovio hasta lo mas hondo y pregunto: "i,Donde lo han
puesto?" Le contestaron: "Ven, Senor, y to
Jesiis se puso a llorar y los judios comentaban: "De veras icuanto lo
amaba!" Algunos decian: "i,No podia este, que abriO los ojos al ciego de
nacimiento, hacer que Lazar° no muriera?"
Jestis, profundamente conmovido todavia, se detuvo ante el
sepulcro, que era una cueva, sellada con una losa. Entonces

520

LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


420

dijo Jesus: "Quiten la losa". Pero Marta, la hermana del que habia
muerto, le replicO: "Senor, ya huele mal, porque

lleva cuatro dias". Le dijo Jesus: "LNo to he dicho que si crees, veras la
gloria de Dios?"
Palabra del Sefior.

89

Ahi estci tu madre.


JE. Lectura del santo Evangelio segun san Juan

EXEQULAS DE NISIOS NO BAUTIZADOS

PRIMERAS LECTURAS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
90

El Setior destruird la muerte para siempre.

fir

19, 25-30 Lectura del libro del profeta Isaias


25, 6. 7-9

unto a la cruz de Jesus estaban su madre, la hermana


de su madre, Maria la de Cleofas y Maria Magdalena.

n aquel dia, el Senor del universo •

Al ver a su madre y junto a ella al digcipulo que tanto queria,

preparard sobre este monte

Jesus dijo a su madre: "Mujer, ahi esta tu hijo". Luego dijo al discipulo:
"Ahl esta tu madre". Y desde entonces el disci-
pulo se la llevO a vivir con el.
421

Despues de esto, sabiendo Jestis que todo habia llegado a su


termino, para que se cumpliera la Escritura dijo: "Tengo sed".
Habia alli un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron
una esponja empapada en vinagre a una calla de hisopo y se
la acercaron a la boca. Jestis probO el vinagre y dijo: "Todo
esta cumplido", e inclinando la cabeza, entree) el espiritu.
Palabra del Sefior.

un festin con platillos suculentos para todos los pueblos;


un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos.
Destruird la muerte para siempre;
el Senor Dios enjugard las lagrimas de todos los rostros y borrard de
toda la tierra la afrenta de su pueblo.
Asi lo ha dicho el Senor.

En aquel dia se dill:


"Aqui esta nuestro Dios,
de quien esperabamos que nos salvara.
Alegremonos y gocemos con la salvacifin que nos trae, porque la mano
del Senor reposard en este monte".
Palabra de Dios.

522 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


91

Es bueno esperar en silencio la salvackin del Senor.

Lectura del libro de las Lamentaciones


3, 22-26

SALMOS RESPONSORIALES 523

SALMOS RESPONSORIALES
92

Del salmo 24
422

a misericordia del Senor nunca termina y nunca se acaba su


compasiOn;

R. A ti, Serior, levanto mi alma.

al contrario, cada mariana se renuevan.

iQue grande es el Senor!

Yo me digo: "El Senor es la parte que me ha tocado en herencia"


y en el Senor pongo mi esperanza.
El Senor es bueno con aquellos que en el esperan, con aquellos que to
buscan.

Es bueno esperar en silencio la salvaciOn del Senor.


Palabra de Dios.

Desctibrenos, Senor, tus caminos,


guianos con la verdad de tu doctrina.
Tit eres nuestro Dios y salvador,
y tenemos en ti nuestra esperanza. R.

Acuerdate, Senor, que son eternos tu amor y tu ternura.


Segtin ese amor y esa ternura, acuerdate de nosotros. R.
Alivia mi angustiado corazon,
de mis congojas ponme a salvo;
contempla mis trabajos y miseria
y perdOname todos mis pecados.
Protegeme, Senor, salva mi vida;
que jamas quede yo decepcionado
de haber en ti buscado mi refugio. R.

524

LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS


423

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO


93

EVANGELIOS

EVANGELIOS

95

525

2 Cor 1, 3-4

Bendito sea Dios, Padre lleno de misericordia y Dios que siempre


consuela.
El es quien nos conforta en nuestras tribulaciones.
94

Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has reve-
lado a la gente sencilla.
Lectura del santo Evangelio segUn san Mateo
11, 25-30

n aquel tiempo, Jesus exclamo: `ire doy gracias,

E Padre, Senor del cielo y de la tierra, porque has escon-


Apoc 1, 5. 6 dido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has
revelado
a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque asi to ha parecido

Jesucristo es el primogenito de los muertos:


a el la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

bien.

El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie co-


noce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar.
424

Vengan a mi, todos los que estan fatigados y agobiados por


la carga, y yo los aliviare. Tomen mi yugo sobre ustedes y
aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazOn, y en-
contraran descanso, porque mi yugo es suave y mi carga
ligera".
Palabra del Senor.

526 LECCIONARIO DE DIFUNTOS EXEQUIAS DE PARVULOS

96

Jesus, dando un fuerte grito, expir6.


JrA Lectura del santo Evangelio segtin san Marcos
15, 33-46

l llegar el mediodia, toda aquella tierra se qued6 en

EVANGELIOS 527
nedrin, que tambien esperaba el Reino de Dios. Se presento con valor
ante Pilato y le pidio el cuerpo de Jesus. Pilato se extran6 de que ya
hubiera muerto y llamando al oficial, le pregunto si hacia mucho
tiempo que habia muerto. Informa-
do por el oficial, concedi6 el cadaver a Jose. Este compr6 una sabana,
baj6 el cadaver, lo envolvio en la sabana y lo puso en un sepulcro
excavado en una roca y tape, con una piedra la entrada del sepulcro.

tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesus Palabra del Senor.

grits:5 con voz potente: Eloi, Eloi, zlernd sabactant? (que sig-

nifica: Dios mio, Dios mio, Lpor que me has abandonado?).


Algunos de los presentee, al oirlo, decian: "Miren, esta lla-
mando a Elias". Uno conk) a empapar una esponja en vina-
gre, la sujet6 a un carrizo y se la acerco para que bebiera,

97
425

AM' esta tu madre.

Lectura del santo Evangelio segun san Juan

diciendo: "Vamos a ver si viene Elias a bajarlo". Pero Jesus, dando un


fuerte grito, expire,.

wjr.

19, 25-30

T unto a la cruz de Jesus estaban su madre, la hermana

Entonces el velo del templo se rasg6 en dos, de arriba a aba-


jo. El oficial romano que estaba frente a Jesus, al ver como
habia expirado, dijo: "De veras este hombre era Hijo de
Dios".

Habia tambien ahi unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos;
entre ellas, Maria Magdalena, Maria (la madre de Santiago el menor y
de Jose) y Salome, que cuando Jesus estaba en Galilea, lo segulan para
atenderlo; y ademas de ellas, otras muchas que habian venido con el a
Jerusalen.

Al anochecer, como era el dia de la preparaciOn, vispera del


sabado, vino Jose de Arimatea, miembro distinguido del sa-

Jde su madre, Maria de Cleofas y Maria Magdalena. Al


ver a su madre y junto a ella al discipulo que tanto queria, Jesus dijo a
su madre: "Mujer, ahi esta tu hijo". Luego dijo al discipulo: "Ahi esta tu
madre". Y desde entonces el disci-
pulo se la Revd, a vivir con el.

Despues de esto, sabiendo Jesus que todo habia llegado a su


termino, para que se cumpliera la Escritura dijo: "Tengo sed".
Habia alli un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron
una esponja empapada en vinagre a una cana de hisopo y se
la acercaron a la boca. Jesus probe, el vinagre y dijo: "Todo
esta cumplido", e inclinando la cabeza, entreg6 el espiritu.
Palabra del Senor.
426

528

Lecturas:

HOMILIAS EXEOUIALES

APENDICE VII

HOMILIAS EXEQUIALES

EL MISTERIO DE LA MUERTE

529
EL MISTERIO DE LA MUERTE
manos de Dios vivo, que recibe esa realidad y convierte esa muerte en
semilla de resurrecciOn.
La muerte es ciertamente la crisis fundamental del hom-
bre; alguien ha dicho, irOnicamente, que la muerte es la ex-
-propiacion forzosa de todo lo que es y de todo lo que tiene
427

el hombre. Es ademas una crisis irrefutable, a la que el hom-


bre no puede responder; quitandole el ser, la muerte le quita tambien
al ser humano la palabra, pero Dios si puede respon-
der. Si realmente es el Dios fiel y veraz, el Padre misericor-
dioso, el amigo y aliado del hombre, no puede contemplar indiferente
lo que le ha ocurrido a su hijo (hija). Dios esta ahi para responder por
61 (ella) y su respuesta es el cumpli-
miento de la promesa de vida y de resurrecci6n.
San Pablo decia a sus fieles de TesalOnica, en un trance
parecido al que ahora estamos viviendo: "No vivan tristes,

1 Tes 4, 13-14. 17-18

Jn 11, 17-25
"Senor, si hubieras estado aqui, no habria muerto mi her-
mano. Pero aun ahora estoy segura de que Dios to conceders
cuanto le pidas" (Jn 11, 21). En esas palabras de Marta, her-
mana de Lazar°, se expresan los dos sentimientos que nos em-
bargan en estos momentos: dolor por la separaciOn de un ser
querido y, a la vez, esperanza firme de que se trata efectiva-
mente de una separaciOn, pero no de una perdida. Cuando
se trata de la muerte de alguien a quien amamos, nos damos
cuenta de que la vida humana es demasiado valiosa para de-
saparecer sin dejar rastro. Los cristianos creemos que la muerte
no es un termino, sino un transito; no es una ruptura, sino
una transformacion. Creemos ademas que, cuando nuestra
existencia temporal llega al limite de sus posibilidades, en ese
limite se encuentra no con el vacio de la nada, sino con las

como los que no tienen esperanza" (1 Tes 4, 13). El apOstol


no prohibe a sus cristianos la tristeza; pero les advierte que
su tristeza no tiene por que ser desesperada. A la separaciOn
sucedera el reencuentro, en un plazo mss o menos prOximo,
pero en todo caso seguro y ya a salvo de toda contingencia.
El cristiano, como Cristo, no muere para quedar muerto, si-
no para resucitar; devuelve la vida a su Creador y en 61 alcan-
za esa plenitud de ser y de sentido que es la vida verdadera
y que llamamos vida eterna. Porque no hay dos vidas, esta
y la otra; lo que se suele designar como "la otra vida" no
es, en realidad, sino esta en plenitud, la que habla comenza-
428

do con el bautismo y la fe ("quien cree tiene la vida eterna",


cfr Jn 5, 24) y que ahora se consuma en la comunion inme-
diata con el ser mismo de Dios.

530 HOMILIAS EXEQUIALES


Por otra parte, estamos reunidos aqui tambien para re-
zar por nuestro hermano (nuestra hermana). La separacion
que la muerte representa no significa que el difunto queda fue-
ra del alcance de nuestro amor. Nuestro amor le llega, en la
medida que lo necesite, en forma de oraci6n. Y toda la Igle-
sia ahora se une a nosotros, avalando, con su intercesiOn, a
este hijo suyo (esta hija suya) en el momento crftico de su corn-
parecencia ante Dios. No comparece solitario; nosotros esta-
mos con el (ella), la Iglesia entera esta con el (ella) y evoca
para el (ella) las palabras consoladoras del Evangelio: "Te fe-
licito, siervo bueno y fiel. Entra a tomar parte en la alegria
de to Setior" (Mt 25, 21).
Con estos sentimientos de dolor esperanzado, de amor solidario,
participemos en la Eucaristia que ofrecemos ahora en sufragio de
nuestro hermano (nuestra hermana); una Euca-
ristia que es, a la vez, celebracion de su encuentro con Cristo y
expresi6n de nuestra fe en la resurrecci6n.

REZAR POR LOS DIFUTNOS 531

ES UNA IDEA PIADOSA Y SANTA


REZAR POR LOS DIFUNTOS

Lecturas:
2 Mac 12, 43-46 Mt 11, 25-30
Queridos hermanos: Siempre que celebramos la muerte
de un hermano difunto (una hermana difunta), la lectura del
segundo libro de los Macabeos nos facilita la reflexion sobre
la condiciOn de aquellos que ya han partido de este mundo,
429

de camino hacia la casa del Padre. El pasaje leido expresa la


oraciOn biblica por los que han muerto en el Senor, pero por
falta de una completa purificaciOn, no pueden gozar todavia
plenamente de su felicidad. El texto al que nos referimos es
testimonio fehaciente de la vivencia de la "comuniOn de los
santos".
Judas y sus compatieros viven mas de siglo y medio an-
tes de la venida de Jesucristo. Se defienden valerosamente fren-
te a quienes los persiguen por su fe y costumbres piadosas.
Algunos caen en la defensa de estos valores. Al retirar los ca-
daveres, sus compafieros descubren que habian guardado ob-
jetos preciosos, ofrecidos a los dioses, y joyas que adornaban
los templos paganos. A este pecado, atribuyen los compaile-
ros vivos su muerte en la batalla. En realidad, no hablan sido

532

HOMILIAS EXEQUIALES

REZAR POR LOS DIFUNTOS 533

del todo fieles a Dios (Dt 7, 25). Pero no habian caido en la


idolatria, sino en la codicia. Su pecado no los aparta definiti-
vamente de Dios; es un pecado expiable. Judas y sus compa-
ireros creen en la resurreccion, y por eso hacen una colecta
para que se ofrezca en Jerusalen un sacrificio por los pecados
de los caidos.
El segundo libro de los Macabeos alaba la conducta de Judas, que ofrece
sufragios por los comparieros difuntos. El motivo que lo impulsa a
actuar asi es la fe en la resurrecciOn: "Si no hubiera esperado la
resurrecciOn habria sido comple-
tamente inutil orar por los muertos" (2 Mac 12, 44).
La Iglesia de hoy, como lo hizo desde los primeros si-
glos, ora por los difuntos. De este modo, expresa su fe en que estos
viven mas alla de la muerte. Pone en praetica su convic-
ciOn en la comuniOn de los santos. La oracion, limosnas y sa-
crificios de los que peregrinamos en este mundo tienen un efecto
saludable para quienes se purifican en la otra vida. De este modo, se
430

hace concreta y eficaz la comuniOn que reina en todo el cuerpo mistico


de Cristo.
En este clima ha de entenderse la piedad y oracion por
los difuntos. Para la Iglesia y los cristianos, sigue siendo "una
idea piadosa y santa rezar por los difuntos para que sean li-
berados del pecado" (cfr Mac 12, 46). La Iglesia, apoyando-
se en la Escritura y en la tradici6n orante, cree que el cristiano
que no muere separado de Dios por el pecado mortal tiene
la posibilidad todavia de purificarse Inas alla de la muerte.
Aunque el no puede contribuir con sus obras a la purifica-
cion propia, puede hacerlo mediante la aceptacion del sufri-
miento, al sentirse impedido de disfrutar plenamente de Dios.
Y es en este contexto donde se sittian los sufragios de los vi-

vos: oraciones, limosnas, penitencias, buenas obras y, de modo


especial, la Eucaristia.
Este actuar de la Iglesia, ofreciendo sufragios y sobre todo la santa misa
en favor de los difuntos, da testimonio de su fe en el purgatorio, como
el estado en que se encuentran quie-
nes aim no estan en disposiciOn de gozar cara a cara de Dios. Pero
estos tienen la plena certeza de que, una vez acrisola-
dos, Dios sera su descanso y felicidad.
Cuando celebramos la muerte o el aniversario del transi-
to de un hermano difunto (una hermana difunta), nos mueve
el deseo de orar por el (ella). Nuestra plegaria es testimonio
de que vive. Pero, mientras deseamos que goce plenamente
de la compariia del Dios uno y trino, nos queda la sospecha
razonable de que no haya colmado la medida de su respuesta
a Dios. En este caso, creemos, con la Iglesia, que el encuen-
tro con el Dios santo y misericordioso acontece en el fuego
de amor. Un amor que transforma, limpia, ordena, cura y
completa lo que es necesario a la persona. A esta acci6n puri-
ficadora contribuyen la oracion y sufragios de los hermanos.
Al confesar nuestra fe en la resurreccion, pedimos para
nuestro hermano (nuestra hermana) el descanso eterno y la
liberaciOn de sus posibles sufrimientos. Queremos suplicar al
Padre el descanso que ofrece Jesus en el Evangelio proclama-
do (cfr Mt 11, 29). Este descanso nace de la pobreza personal
y la apertura al Dios de la misericordia. Es el descanso que
431

colma toda aspiraci6n y deseo en la paz gozosa de quien llega


al puerto. La Iglesia lo pide para este hermano (esta herma-
na) mientras profesa su fe, viviendo el amor fraterno. Al mis-

534 HOMILIAS EXEQUIALES


mo tiempo, da gracias al Padre "porque ha escondido estas cosas a los
sabios y entendidos y se las ha revelado a la gente sencilla" (cfr Mt 11,
25).
Con esta fe, alimentada en la palabra de Dios, nos dis-
ponemos a participar en el sacrificio de la Eucaristia, que se ofrece
siempre por los vivos y difuntos.

PARA UN CRISTIANO PRACTICANTE 535

EN LA MUERTE
DE UN CRISTIANO PRACTICANTE

Lecturas:

Is 25, 6. 7-9
Sal 41, 2. 3. 4. 5
Rom 8, 31-35. 37-39 Mt 11, 25-30

Hermanos y hermanas: Nosotros experimentamos mu-


chas veces la bondad de Dios: en cualquier detalle de la natu-
raleza, en la delicadeza de muchas personas, en cada uno de nosotros.
Dios Padre es la fuente de toda bondad. Y se va mostrando a traves de
todas las cosas y de las personas Bue-
nas que conocemos. Y tambien ahora quiere el Senor que ex-
perimentemos su bondad.
Con motivo de la muerte de nuestro hermano (nuestra hermana), nos
hemos reunido aqui en comunidad, y es el Es-
432

piritu Santo quien nos ha congregado para que celebremos y


experimentemos que Dios es bueno.
Dios quiere a los hombres y mujeres, nos quiere, y por
eso nos ha comunicado su Palabra carinosa, que es su Hijo
amado. De alp% la Ruskin y la alegria, y las ganas que hemos
de tener, y ya tenemos, de escuchar la palabra de Dios y cele-

536

HOMILIAS EXEQUIALES

PARA UN CRISTIANO PRACTICANTE 537

brar que, hoy y aqui, nos habla para comunicarnos la buena


noticia de que Dios es Padre y quiere a todos los hombres.
Y, por eso, la necesidad de que escuchemos la palabra de Dios con un
corazOn bien dispuesto, sencillo, humilde, y asi la palabra de Dios
penetrara hasta el fondo de cada uno de nosotros y nos transformard.

La alegria de Jestis

Se habla y se vive poco la alegria profunda de Jesus, esa


alegria que nada ni nadie nos puede robar. Y Jesus, profun-
damente gozoso, desbordante de alegria, da gracias al Padre
porque hay personas que lo entienden, lo quieren y lo siguen.
Personas que quiza no son las que mas brillan y aparentan
en la sociedad, sino personas que saben sonreir sin fingir, que
saben ayudar y servir sin hacer propaganda, que siembran y
reparten bondad e ilusiOn. Que aman profundamente a Dios,
quiza sin hablar mucho de el, que saben orar y han ensenado
a rezar, que aman a la Iglesia con sus luces y sus sombras y
que se han sentido siempre, sin avergonzarse, hijos fieles de
la Iglesia.
Ese misterio de la gracia de Dios se revela y manifiesta a la "gente
sencilla", porque asi lo quiere Jesus, el Hijo de Dios, por medio de su
Espiritu. Y hoy lo estamos viendo y celebrando en nuestro hermano
(nuestra hermana).
433

Cada uno de nosotros, tambien hoy, ahora puede expe-


rimentar ese gozo indecible de Jesus. Nosotros, que tambien queremos
tener un corazOn sencillo y que queremos seguir a Jesus de verdad.

Este gozo es fruto de la muerte y resurrecciOn de Jesus, y nada ni nadie


nos lo puede guitar. Es cierto que vivimos y pasamos por problemas y
dificultades grandes, problemas familiares, econOmicos o de otras
clases. Pero la experiencia de Dios, de su bondad, de su fuerza y su
presencia es para nosotros un gran tesoro, nuestra riqueza.
Por eso, ahora, como tantas veces lo ha hecho a lo largo de su vida
nuestro hermano (nuestra hermana), conociendo nuestra pobreza y
pequeriez, con la fuerza del Espiritu San-
to, tambien decimos: "i,Que cosa podra apartarnos del amor con que
nos ama Cristo? ,Las tribulaciones? j,Las angustias? LLa persecucion?
LE1 hambre? LLa desnudez? LE1 peligro? iLa espada? (Rom 8, 35).
En nuestro caminar tambien nosotros "tenemos sed del
Dios que da la vida" (cfr Sal 41, 3), del que ya habil partici-
pado nuestro hermano (nuestra hermana), y nos dejamos guiar
por su luz y su verdad hasta el encuentro definitivo con el.

El banquete definitivo y la fuerza contra el mal


La Eucaristia es ya la participaci6n de ese banquete que
Dios Padre celebra con su Hijo y al que todos estamos invita-
dos, en el cual el manjar es la palabra gratuita y sobreabun-
dante de Jesucristo, palabra que se hace pan para convertirse
en nuestro alimento. Nuestro hermano (nuestra hermana) se
prepar6 para este banquete definitivo con la fuerza del sacra-
mento de la santa union y con el viatico, el pan de la Euca-
ristia que le dio fuerza para la Pascua definitiva, el abrazo
eterno con el Sefton Nosotros tambien comemos del pan de

538

HOMILIAS EXEQUIALES

539
CRISTO VIDA Y RESURRECCION
434

la palabra que se hace cuerpo de Cristo, y los que comamos de el


viviremos para siempre, nos dice nuestro Senor.
Pero el corner y beber en el banquete de Jesucristo resu-
citado nos compromete a trabajar y luchar contra toda clase de mal, a
saber "enjugar las lagrimas de todos los rostros"

(Is 25, 8), precisamente porque seguimos a Jesucristo resuci-


tado que, muriendo y resucitando, vencio al mal.
El Senor, que nos ha reunido con motivo de la muerte
de nuestro hermano (nuestra hermana), nos ha hablado, nos
ha hecho experimentar su amor y su alegria, amor y alegria
que nuestro hermano (nuestra hermana) habra experimenta-
do ya en plenitud. Vamos ahora a hacer "memoria" de lo
que hizo Jesus. Aquello que "hizo"; ahora su palabra es la
misma, su Cuerpo y su Sangre gloriosos tambien son lo mis-
mo. Estamos invitados y participamos ya del banquete de bo-
das del Cordero.
La muerte y la resurrecciOn de Jesus ha fructificado en
las Buenas obras de nuestro hermano (nuestra hermana). Y
nuestra participacion en esta Eucaristia y el amor y amistad
hacia nuestro hermano (nuestra hermana) nos comprometen
a luchar sinceramente contra toda clase de mal, en nosotros
o a nuestro alrededor. De esta manera, manifestamos con cla-
ridad que creemos en Jesucristo resucitado y lo amamos, y
nos preparamos, tambien nosotros, para el encuentro defini-
tivo con el.

CRISTO ES LA VIDA Y RESURRECCION


DE LOS MUERTOS

Lecturas:
Filip 3, 20-21
Jn 12, 23-28
Prefacio III de difuntos
Hermanas, hermanos y amigos todos: El Senor nos ha convocado aqui
para celebrar juntos el paso de N., para cele-
brar la Pascua del Senor muerto y resucitado. Es una cele-
bracion de despedida y tambien de encuentro. La despedida la
experimentamos los que quedamos en la tierra, y el encuen-
435

tro lo celebra nuestro hermano (nuestra hermana) a quien de-


cimos: ";Rasta pronto!".
A la luz de las lecturas proclamadas y del prefacio que
pronto proclamaremos, hay como tres elementos que estimu-
lan nuestra fe en la esperanza de los que estamos llamados
a morir:
1. Cristo es la salvaciOn del mundo: En el esta la res-
puesta a los afanes, trabajos, penas, sufrimientos y proyec-
tos para todo el que muere. La muerte es la firma autentifi-

540 HOMILIAS EXEQUIALES


cadora de que somos limitados y de que no estamos hechos,
sin embargo, para una vida caduca, sino eterna y sin fin.
2. Cristo es la vida de los hombres: A veces parece co-
mo si todo se acabara con la muerte de un ser querido; pero, para los
cristianos, es todo lo contrario. La muerte en Cristo es la plenitud de
vida para el creyente. Con la muerte se aca-
ban las preguntas, las dudas, las limitaciones y comienza la verdadera
vida en totalidad, que es "Cristo resucitado" en la persona del hermano
(de la hermana) a quien despedimos con dolor humano y explicable.
3. Cristo es la resurrecc ion de los que mueren: No po-
demos imaginarnos como seremos y viviremos mas ally de la muerte.
Pero lo cierto es que Cristo nos ha precedido como grano de trigo
sepultado en el Calvario y se ha convertido en cosecha eterna de
resurrecci6n. Y aqui esta nuestra meta y aliciente: luchar, compartir,
sembrar y sembrarnos evangeli-
camente en el surco de cada dia. El resto lo hace el Senor, sin regateos y
con toda generosidad.
Que esta celebraciOn exequial, que realizamos en la Pas-
cua de nuestro hermano (nuestra hermana), se convierta, por el
sacrificio de Cristo, en salvaciOn, vida y resurrecciOn sin fin! Amen.

FE ESPERANZA Y ORACION 541

5
436

FE, ESPERANZA
Y ORACION POR LOS DIFUNTOS

Lecturas:

2 Mac 14, 43-46


1 Cor 15, 20-23
Jn 11, 21-27
La muerte de un ser querido siempre produce dolor. Pe-
ro el sufrimiento humano se puede transformar en gozo cris-
tiano a la luz de la resurrecciOn del Senor. "Aunque la certeza
de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura
inmortalidad". Porque creemos y esperamos en la resurrec-
ci6n del Senor y en nuestra propia resurreccion, por eso, pre-
cisamente, nos hemos congregado aqui, como asamblea santa,
para rezar por el alma de nuestro hermano (nuestra herma-
na)
Nuestra reunion es, ante todo, una afirmaciOn de la fe
que profesamos. El corazon del misterio cristiano esta en una
sola palabra: "resucit6". Jesus ha resucitado de entre los
muertos. De lo contrario, nuestra fe seria vana. Como muy
bien dice san Agustin: "La fe de los cristianos es la resurrec-
clic% del Senor". Que Cristo haya muerto, todos lo creen; in-
cluso los paganos. Es mas, sus mismos enemigos estaban

542 HOMILIAS EXEQUIALES


completamente persudiados de ello. Que Cristo haya resuci-
tado, solo lo creen los cristianos, y no somos verdaderos cris-
tianos si no lo creemos. Pero hay algo mas, como nos ensefia san Pablo:
Cristo ha resucitado como primicia de todos los creyentes (cfr Cor 15,
23). Por eso, su resurrecciOn es la prenda segura de nuestra propia
resurrecci6n.
Apoyados en esta fe que profesamos, brota la esperanza en el mas alla,
la seguridad en el encuentro definitivo con Dios. En el prefacio I de la
liturgia de difuntos rezamos: "Disuelta nuestra morada terrenal, se nos
437

prepara una mansion eterna en el cielo". La muerte no es el final del


camino. Al contra-
rio, no es mas que un paso hacia una vida mejor. De ahi, nues-
tra esperanza y nuestro gozo. La esperanza de la Iglesia es ciertamente
gozosa, pues la gloria que se espera es tan grande que hace pregustar
ya el cielo.
La esperanza, ademas, suscita la oracion y el amor fra-
terno. Nuestra presencia aqui tiene tambien como finalidad
practicar el amor. Rezar por los difuntos es un acto de cari-
dad cristiana. La Iglesia, a lo largo de los siglos, siempre ha
pedido oraciones por los difuntos. Los sacrficios y las plega-
rias que por ellos hagamos tiene un valor expiatorio, es decir,
pueden purificarlos de sus pecados. Esta es la enserianza de
la Iglesia, que arranca de las mismas Escrituras Sagradas. La
Iglesia confiesa, asimismo, la comunion de los santos. Todos
los que creemos en Cristo formamos un solo cuerpo. Entre
todos existe una solidaridad y una comunion. De este miste-
rio arranca nuestra oraciOn.
La Eucaristia que estamos celebrando es misterio de co-
munion. ComuniOn con Cristo, que nos une a la vez con el
Padre y con todos los hermanos. La Eucaristia es, ademas,

FE ESPERANZA Y ORACION 543


la prenda de la futura resurrecciOn. Pidamos, pues, al Senor resucitado
que reciba benignamente en su gloria a nuestro her-
mano (nuestra hermana) N.

APENDICE VIII

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

1
REPERTORIO GREGORIANO
1
Kyrie
438

rim: 1••• • •
Y- ri- e * e- 16- i-son. bis Chri-ste e- 16-

i-son. bis KSr- ri- e

e- 16- i-son.
2
Sanctus

e- 16- i-son. e

■ III II II ■

Anctus, * Sanctus, Sanctus Dominus De- us SA-


439

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


546

REPERTORIO GREGORIANO 547


4 Lux aeterna

•• ■ ■ ■ ■
■ ■

■ • •
•* • ■ ■ • M1


a a.


■ ■ ■ ■
a : I

ha- oth. sunt caeli


I
■ IN•

et terra gib-ri- a tu- a. Ho-sanna



■ • • ■

UX ae-terna 111-ce- at e- is, Domi-ne, cum sanctis

■ • -0 ■

in excelsis. Be-ne-dictus qui ve-nit in nOmine DOmi-ni.
440




tu- is in aeternum, qui- a pi- us es.

D.

Ho-sduna in excelsis

3
Agnus Dei

le

- ■
• • ■ • • •

5
Levavi oculos meos
• RO M au ■ • a si!

i. Levavi acu-los me-os in mon- tes



O a*
441

■ ■ as • ■ ■

* unde veni- et auxf-

a•
A -gnus De- i,
• ■



*qui tol-lis peccd-ta mundi : mi-se-

• ■ ■ •

um mi- hi. vel : mi- hi.

2. Auxilium meum a Domino, * qui fecit caelum et terram.

11.• •• ■ • a. ■

■ 3. Non det in commotienem pedem teum :* neque dormitet q3t


custodit te.

re-re no- bis. Agnus De- i,

ui tol-lis peccd-ta mundi :

■ ■ • ■ ■

4. Ecce non dormitabit neque dormiet, * qui custodit Israel:


5. Dominus custodit te, Dominus protectio tea, * super manum
dexteram team.

■ ra alL
mi-se-re-re no- bis.

• ■ • •
442

Agnus De- i, * qui tol-lis peccd- ta mun-

6. Per diem sol non caret te :* neque Nina per !lectern.


7. Dominus custodit te ab Omni mato : * custediat anirnam team
Dominus.
8. Dominus custodiat intraitum timm et exitum teurn, * ex hoc
num, et usque in saeculum.


•• 9. Requiem aeternam * &ma eis Demine.


1111•
40. Et lux perpetua * lucent eis.

di : do-na no-bis pa- cein.

548
6
Ego sum resurrectio et vita

• a
s

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


a --i-
• II

CANTOS DE ENTRADA
2
CANTOS DE ENTRADA
7
443

El Senor te abra las puertas

549

Majest uoso

-go sum* re- surrecti- o et vi-ta : qui cre-dit in

me, et- 1- am si mortu- us fil- e-rit, vi-vet : et o-mnis gili

vi-vit et cre-dit in me, non mo-ri- e-tur in ae-ternum.


El Se- nor te a- bra las

■IMINIIIIMMV ■ AMBIVJ INI■1141MINI


W.•=100. MINIM= IMIIIIMISNIONI NI!IN■ MEEK:
I fm• WIN 41■1111• 11■VV.' ••••••■•NMNIP" IMO" OM INAMar
NAVIN
411=111Y1111.■ MI,■ 1111M i MI
puer- tas del pa- ra-1- SO, y

go- ces pa- ra siem- pre en a- que- Ila pa-


444

MIIMMV ■11111 ■11IMM■11 ■•••■■


111■111. 81■ 11111111■111M 111411 61111111M
INIMIP.Ii9IIMINIMMEINIIINV MOW AINIMMINIV JIM■11 111•1
tria, don- de ya no hay muer- te ni do- lor, si- no

paz y a-le- grf- a sin fin

0 0- 0-

0 0
1. Que a- legria cuando me di- je- ron: Wa- mos
2. Glo- ria al Padre y al Hi- jo y al

1. a la casa del Se- fior." Ya cstan pisando


2. Espiri- to San- to . Como era en el principio,a-

550 CANTOS PARA LAS EXEQU1AS

#

CANTOS DE ENTRADA 551

[vi
C

— 0 0----4D •

445

1 nues- tros pies tus umbrales, Je -ru-sa- len


2. ho- ra y siem- pre, por los siglos dc los si- glos A- men

8
Dios enjugard las lagrimas

por- que tu vas con mi- go Tu vara y tu cayado me so-

sie- gan

2. Tu bondad y tu miscricordia me_acom-pa- Tian to-

40 40 •

Dios en- ju-ga- ra las la- gri- mas de sus

1■." •■■••••

0" jo s ya no ha- bra ni muer- te, ni

lu- to, ni Ilan- to, ni do- lor,

dos los dias de mi vi- da, y ha- bitare en casa del Se- nor
446

40.
40^
por anos sin ter- mi- no

9
Se alegraran para el Senor
Muy bien declamado
0 , ;

snami.o m■ar
IIra■ INMIM M
4 40A1Mi

umolime .1■
I ig■mcw. 4.1.
■ M
AIMI
M M 11111MbilEr ■ M
M 11::■11mm

por que el pri- mer mun- do ha pa- sa- do. Se a- le- gra- ran pa- ra
el Se- nor los

hue- sos que-bran- ta- dos


Aun- que camine por canadas oscuras,na- da te- mo

552 CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


4
-111P-
Man- da,Senor,a los an- ge- les que lo conduzcan
447

al rei- no de la luz y viva eterna- mente con

ti- g

CANTOS DE ENTRADA 553


4
nor; da- le—el des- can-
,.

$
I.MMI1101•1111111■••■■111■■■•■31111■ ■111111M1111■3■
f.. ■ ilMIOMNB M /1/M ■ 1 •1•11111E M M NIIIIIIIIIMII M MI
■41,4111■11r .11111Mr MINE W`III■/.111■.•■•91110M
bre' tus bra- DA' de a- mor,
4
cion. Oti Te re- ci- ban los
J
CP

10
Dale el descanso, Senor


IMI WN.J.11•141111■
.11111111107i. 1011111MIMMI MIN1111■■ ■•■•• ■ 31111
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448

■111•111■11• MIIIIIIII■W
.11M1••■•

.1 J
ge- les en su ciu- dad;

Da- le el des-can- so, Se- nor; da- le el des-, to re- ci- ban los
mar- ti- res

can- so; en su a-mis- tad.

a- bre tus bra- zos de a- mor,

cion. Da- lee ldes-can- so,

554 CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


3

SA LMOS RESPONSORIALES

555

SALMOS RESPONSORIALES

11
Salmo 122: A ti levanto mis ojos

Estribillo:
Moderato ( a 4)

• MONII■ ■■ 'M IME 113 =11•11e∎MOINIM


.0/Mol■ . • 11111..J111 11MP AMMON UM I NM MINIM ■M
1011 ■01MV /NV SNE/11
449

/.. 1111■ • •111111•■ WM, NM I Mt/La Ma i=r,l1■1,1111■ ••


■••■!.1111 W.M•PM1••■■•11
•,■• •■■•61C•
A ti le - van- to mis o- jos,

tl que,ha-bi- tas en el cie-lo; ti le - van- to mis


Fin.

I
AMIIMIIMO al NI aa a =NO .1111•11 MII aaaaaaa 1111M1 MN
MN IIIII MM ■111111 all
/... 1••=.11!. IN 1•∎ ∎ IMO • ■• MI 1■41a•M••••111 ■••11 II= MO
IM NMI I! MO I
s$,////88/6■40".a.riff a1! taras NEM /L7•111,i1 ammrcammumairi
saseiroomsams
o- jos, por-que es-pe- ro to mi- se- ri - cor- dia.

Estrotas:

Co-moys - tan los o- jos de los es - cla- vos

111111= MIN •11•• JIM I• aaaaa =Mar MIR


IIMMIPMEIM 11•11/• III=

if- jos en las ma - nos de sus se - no- res, a - sf es -


3
tan nues- tros o - jos en el Se - "nor,
es - pe -
450

• J • • J • PIJ
41
ran- do su mi - se - ri - cor- dia. A

2. Co- mo es-tan los o- jos de la es -cla- va


--3

fi - jos en las ma- nos de su se - no - ra, a -st es-


3
• • • 1)-
tan nues-tros o - jos en el Se - nor, es - pe -

ran - do su mi - se - ri - cor- dia. A

r-3 —7 1— 3

Mi- se- ri- cor- dia, Se- nor, mi- se- ri- cor- dia, que„es-
3 —7 r— 3 —7

MO MI =II IMMINIIMMIIMMEMM
.11111i111• • M • M MI= MOM I= MN MIMI
G.U11•I BINHIANNINE M OW P."•` •••••1•11111•11••
11■111.9■••• MM. MUM/MP. •
IM 11111 1•W awmairrumw m is--a 18111 - ■•■••
to-mos so- cia-dos de bur-las; mi-se-ri-cor- dia, Se-rior,mi- se- ri-

cor- dia, que es-ta- mos sa- cia- dos de des- pre-cios. A

556
451


• NI 11/W.L. •IP.M1

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

• •11•••••■ 011•11M•W

SALMOS RESPONSORIALES

557

1•=1
1.■ ■••17•1111= g.■■•IM 11.•■ ■•■
MIll

.a• MN MME/0• 1•If11 1•11■ 1•••1•1• ■•••• MI


!I = MIN■••■••■ ZIMM/64■1

I LI Estribillo

W•1110.■••• • M
4. Nues-tra al-ma es- to sa- cia- da

•11 1•• •••MM•N•l ■


.••11•11• ■ •■••ill•••• lel ■ I•Mr IMEMNI•le RIP
452

faull•M SOW r■V MB IP 1••••IP •■ •■ •• IPNEMIIPAM


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de los sa-tis-fe- chos; nues-tra al-ma

del sar-cas-mo

■ 1••■•• ■
MI • MI MIIIMINIIMIM
IN.••■•• MEW /M/SW.1■111=
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453

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1
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del des- pre- cio de los or- gu - llo - sos. xi- lio mevie-nedel Se- nor,
que hi- zo el cie- lo y la

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war. • III • -1•1•1

Miguel Manzano —

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tie-rra. El au - xi - ho me vie- ne del Se - nor, que

12
Salmo 120: Levanto mis ojos a los montes Fin
1'
Estrofa:

hi - zo el cie - lo tie - rra.


454

Le-van- to mis o - jos a los mon- tes:4. de


Estrofas:

a ---
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UMW. Elf L lo•I
don- de me ven-dra el au- xi-lio? El au- xi- ho me vie- ne del Se- 2.
No per - mi - ti - ra que res - ba - le to pie,

558

tu guar- dian no duer- me;

CA NTOS PA RA LAS EXEQUIAS

no duer- me ni re -

SA LMOS RESPONSORIA LES 559

13
Salmo 129: Desde lo hondo

Estrofa:
Allegretto (a 2)

po- sa el guar- dian Is - ra - el El au -


455

• El Se- nor te guar- da a su som- bra, el Se-


r-3 i-
3

=144.1•• • ■IP•1=11•1= ■1• •= •11•11•• =11.■ ••••1.■


AIMIAMW 1111•11M• II MRMEI IM MO= MIN
W41111■ ■ AIM ••• UMW MM. E■wINIIIIMP. •••

J
1. Des - de lo hon - do a ti gri - to, Se - nor;

Se- nor, es- cu- cha mi voz; es- ten tus o -

..•=1M IN MEMO.

nor es- tá a tu de- re- cha;

de di- a el sol no te ha-ra

ta■ILIMINPV•M0=WAIM :

1- dos a- ten- tos

= = = .11111e ra•
/MIMI= IMIIIIIMIM■E
a la voz de mi

••■••1111•111
IMMIMIPMMIlir Mt Si
ca.
456

da- no, ni la lu - na de no- che. El au-

r-3 - 1

Mi al-ma es- pe- ra en el Se-nor, mi al-ma es-


4. El Se - nor te guar- da de to- do mal, el Se-

pe - ra en su pa - la- bra; mi al-ma a -


iror guar- da tu al- ma; el guar- da tus en- tra- das y sa- Fin

guar- da al Se.- nor; por-quesden el es- td la sal- va- cion.


ii- das, y por siem- pre. El au-

560
Estrofas:
r-- 3 1

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

3 1-

11

SALMOS RESPONSORIALES 561

JJ JIJ J J J JIJ
2. Si lle-vas cuen-ta de los de - li - tos, Se-nor,

y la re - den- cion co- pio - so;


457

.111• 7 111= 1=■•••■ •• = MN

y el re - di- mi-

MIMI ME M• ••• 3 'MINI M

, u........w, _
r-3 -1
,,,, ■• .•.-,■

1■
•■ .■■ •111 M OE IM MO M ■ WV A. W JINNI
11■ •• ■ ••■ = f BINf‘CIIIII•• ~•131■111111/81.• MI ME MP •
1•• w MI

= 1 = 101f JO&2•Nb2m6a•

IIM M ■•■Ii• =^ ■.111111■1111•• 1

• 1, quien po- dra re- sis- tir?

Pe- ro de ti pro- ce- de el per-

ra a Is -ra - el de to- dos sus de- li- tos. Mi

Miguel Manzano
14
Salmo 129: A ti, Dios mio, levanto mi suplica

don, ya- sf in- fun- des res- pe- to.


)1.

Mi
Respuesta:
1J
458

crest

■ ■ •■•• ■ • •••••••••

41' JIJ

JIJ J J

•IN•11•• IMM •■ ■ • ■••• Er S W Jr


• _ •• _ ! Mr ••••••• ∎ • a =I MINI! • I
AIM MN !IM MIV ma ma liamall

3. Mi al - ma a - guar- da al Se- nor,


J J• ••
mas que el cen - ti - ne - la la au - ro - ra.A -

/.. 11:■••• 1•1■11/.1••■• NMI.' IMM•7•••••••■•



guar- de Is - ra - el al Se - nor, co - mo el cen- ti -

ne - la la au - ro - ra. Mi
r-3 -1 r- 3
J$

4 ,,,_,
459

1.
2.

A ti, Dios rnf- o, le- van- to mi pli- ca.

1. Desde lo hondo a ti grito, Se nor;


2. Si llevas cuenta de los delitos, Se nor,
3. Mi alma espera en el Se nor,
4. Aguarde Israel al Se nor,
__________Loj

Senor, escucha mi voz;


/. quien podra resis tir?

(Pm n1.1.

• • 3.

espera en su

pa - labra;

4. Por- que del Se- nor vie - ne la mi- se- ri- cor- dia 4. porque del
Senor viene la miseri - cordia,

562
crest

AN

1. esten tus
460

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

stf
rI
ofdos a - tentos

SALMOS RESPONSORIALES 563


Versiculos:
A

1, - 0 0 1 .7-1

2. Pero de ti procede el per -


3. mi alma aguarda al Se -
4. la redencion co

le
b we
1. a la voz de mi
2. y asf infundes res -
3. mas que el centinela la au
4. y 61 redimira a Israel de todos sus de

don,
nor,
piosa;
%
- ..0.1 II

suplica.
peto.
- rora.
- litos.

• •
1. El Se - for es mi pas - tor,
2. El me gufa por la justa ye - reda,
3. TO pre paras ante mf una mesa,
4. Mi - seri - cordia y bon -dad me sigan
5. Glo -ria a Dios, Padre omnipo - tente,
461

I, - ' " 0 • 0
1. na da me falta;

Antonio Martorell

2. por
3. frente

a
............/ a

mor de su nombre;
a quellos que me odian;

15
Salmo 22: El Senor es mi pastor

4. en los
5. y_a su

• •
1. en pra- deras
2. aim - que pase

dfas de mi vida;
462

Hijo, el Se - nor,

de hierba tierna
por vanes de ti nieblas,

.=O MAW • 11.11111111•1111 1111■IMME ••=2111 kW


b.waicr...1.6=..som.amor ANEW !AMOUR
F F

• MM .' ■
MI•111.1•••■ •■■ • ■IIIM■\MIME:OW.7
7f

Kii 3.
Ell
4.

mi ca - beza unges con Oleo


en la casa del Se - nor mora - re

El Se-nor es nu pas - tor, na - da me pue - de fal - tar.


5. y al Es - pfritu que, ha - bita en nuestras almas,
Joseph Gelineau

564
D

iJr- • - a
1. gl me hace
2. nin - gun mal
3. (omitir)
4. (omitir)

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


463

• - o
re po - sar;
to me - re;

CANTOS ANTES DEL EVANGELIO


4
CANTOS ANTES DEL EVANGELIO

16
Senor, to tienes palabras

565

5.

E
6- • •
1. a las

(omitir)

to
aguas del des

- canso me
464

11

lleva

Se - nor, to tie - nes pa - la- bras de vi -da e- ter- na.


Francisco Palazon
17
Aleluya. Tu palabra, Senor

2. junto a mi
3.
4.
5.
F

1. y mi al
2.
3. des - bor - dan

tu ca - yado y tu vara

ma re con- for - ta.


llos me con - for - tan.
465

- te es ta mi co - pa.

Alegro

A - le - lu- ya, a - le - lu ;ya, Fin

a - le - lu - ya, a - le - lu- ya, a - le - lu - ya.

Menos movido
;AMIE
MaNNII■ IM O= MEM, IMNIMOr

4, a lo lar
5. por los si

- go de mis di - as.
- glos de los si - glos.

Joseph Gelineau
san - ti

S
Tu pa - la bra, Se - 'nor, es la ver - da

- fi - ca- nos, Se-nor, en la ver- dad.

Luis Elizalde

566
CANTOS PARA LAS EXEQUIAS
5
466

CANTOS DE COMUNION

18
Yo soy el pan de vida
Estrofas: J=9

••• v

CANTOS DE COMUNION

2. El pan que yo dare


es mi cuerpo,

567

• Yo soy el pan de vi - da, el que

vie - nea mi no ten - dra ham - bre, el que

cree en mf no ten- dra sed. Na - die vie- nea


Fin

si mi Pa - dre no le a - tra - e.

Estribillo:
467

41,

vida para el mundo. El que siempre


coma de mi came vivira en mi,
como yo vivo cn mi Padre.
3. Yo soy esa bebida
que se prueba
y no se siente sed.
El que siempre beba de mi sangre vivird en mi
y tendra la vida eterna.
4. Si, mi Senor, yo creo
que has venido al mundo a redimirnos.
Que to eres el Hijo del Dios y que estas aqui,
alentando nuestras vidas.

Yo le re- su - - ta- re,

re - su - ci

yo le re - su - ci - ta-
Suzanne Toole

- to - re,

568

19
La muerte no es el final
468

• • •
1. Tu nos di - jis
tr p
noes el if - nal

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


- te que la muer - te
J 1 .1) .1)
del , ca - mi - no,

569
CANTOS DE COMUNION
2. Cuando la pena nos alcanza
por un hermano rrdido,
cuando el adios dolorido busca en la fe su esperanza, en tu palabra
confiamos, con la certeza que to
ya le has devuelto la vida,
ya lo has llevado a la luz.
3. Cuando, Senor, resucitaste,
todos vencimos contigo. Nos regalaste la vida
como en Betania al amigo. Si caminamos a tu lado,

rppp r
que, aun-que mo - ri mos, no

no va a faltarnos tu amor,
so mos porque, muriendo, vivimos
vida aids clara y mejor.
Cesareo Gabarain

J •
car - ne de ,un cie - go

TO nos hi - cis - te, tu


469

.1) 1
des ti no.

- yos so - mos.

Nues- tro des - ti - noesvi vir


p
sien do fe li - ces con - ti - go,

•t) 1 61,
sin pa - de - cer ni mo - rir.

570 CANTOS PARA LAS EXEQUIAS


6
CANTOS DE DESPEDIDA
20

CANTOS DE DESPEDIDA

= :111NrIELs W •MINII■1•■•■••■■
.1=WIV P - 11•1•116■111111M .1■1111M
/.. M■1•41•11•Or-■•••■••M Iller JOINI•IM MOM= AM
M•■■■

571
470

111■ 01• ■ •■••■•■••/•••/■••


•■••■ •111•W M•sellE•r J■11•M
m
r.■•••=or MIIM■■••

Tu fuiste sepultado

11110MIIE•KA NMI
1/41••11•• •■ •111

Intensamente expresivo

C■11.1■ 1■1■1111•r•La
11■11111•=1111 1111M INP M11■ 1=

2. Tufuis-te in-jer- ta- do en la vi- da de Je-

111•11•111•••■••11

f.. WINIMIr 41IW JIMIU 411■1011


■■ar mos armaimm Amia■ n. am". ommr.

•■ •1■11•111=1•1111
alma.. mow Jim
sits;
471

que la vi- da de Je- stis te con-

1. Tu fuis- te se-pul-

ilMOLSM OV,I•IIIIIIMOi■••711M •11/••

ta- do por el bau-

MIOIIMI MIIIIMILINIOM

M10/11111111•1= 3•1111O■
W .111111"11111•11• ■ •1• M I A V 7
I N. Y INNINII M II I .00f ANNIII. 0 1111•1.

f.. Y1111 •■■••111•••1110 MIN!


IL.NI / /./1/0 ■.///1WIM alis mo

I W1, 1 !ff
Ird•Inr ■•••••■ •••■!.
Jmrer.san
472

tis- mo en la muer- tc de Jc- que la

muer- te de Je- sus te con- duz- ca al Pa-

45 =11
cire.

• •
1/.1111111111r_.711111■11. 11■111•11• MahMIVW
I 411OMMW 111 1■•••••■••=1= 111W IIM Mi="•■••■
• ■ IN11.■1•11■111• YOIOMM ■/•••1•1•' •I■t ••••••11=
R.Y teen-con-tra- re- mos en la ca- sa del

duz- ca al Pa- dre.a/R


473

IONO•1• ■ 1.11■111■11M •La


MIMS= IMEMMIMNSI K", 1■13■OlOIONIM MII
I faul•IWNIA!' .1! •=11■Ir ■ ••4■11IM • •• •■101/M1
W3V/Ii O1111■•=•111• •1•1•11/•••=111"•Mr AMI
3. Tu fuis- te mar- ca- do por el Es-

pi-ri- tu de Je- sus; que el Es-tu de Je-

sits te con- duz ca al Pa- dre.a/R

1110/•1•=4 MNI= 3•IM 1.11■11M ■11■1■111■ 1.11•1•1 IN=


WAIII• WfWEN■f ■■•••11 ■1111M0111•
■ /..111EM14•0•1•IMOL N/01/••■ =11t /1■1•' AMEN -MEI •
•111M1111./M
WOVis, .8=00■■•• M"••••••'•IIMIIIPMMIIIM JIM
4. Tu fuis- te a- li- men- ta- do con el

572 CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

•••.■ im■•■■:■•we l■MI■MIN •1111■1•11■11


B I. .11MINNIMMI.M■ walININC WWESIONSB■ SIII •■ ■
Wit SIM WNW AMEMP.SINI •■••M
cuer- po de Je- sus; que el cuer- po de Je-
474

CANTOS DE DESPEDIDA

cite to cuer- po;

-que, re-ves-ti- do de glo-


0

vivas siem- pre con el.

stis te con- duz- ca al Pa-

21
Te colocamos en los brazos de Dios
Alegre festivo
I
I. 111= 7"- 1110ZIMINI . MIr ..f. lIMI W '•' 1
IIII SIIIIIIIIMK MIME /1111111W

dre.a/R

•■• 1,■ ■
Si= II/WW S■
475

22
Que los Angeles te lleven
Airoso amable
• • • •

I f..`SILIMIAI

WV/ifr

r■lar∎ ■■1111111 MMIIIII■■••= W.•M


Te co- lo- ca- mos en los bra- zos de

IWAMINI7111L-•
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■••

IPA 11111111/1•11F -WOW S


)11111•1111.0111SISSIMN W
• •

Dios, nues- tro Pa-

II/A=11. MIMS MEI


• W •IMMI•11•1

0
476

dre; confi-

NNW ii•r /atm ms•ums •■11•11111•


• •=W

Que los in- ge- les te lle- yen

al Pa- ra- SO que los

BrAMM 'IWIN• WSI" /NSIF7Wk/BP7

WNW ■■■•■■=r ANNII

MMEN •■•WINBUYINIOS 11•1111•WM

I ra•■11■ 11 eMt

MLINSEBNIS 1MINNII
MlIes■BI/MIN W

ados en su a- mor,

nos des-pe- di- mos de

EIMNIMM JIMINE
•4•111111WAINW •■■• MIE Y WABBS
San- tos te re-ci- ban en el cie-
477

O/BMW

•■'.■.111111111
lo

1•11M ■111B ■ ••■

II.IIMM.1111=ZWSMI ■MBESS
01110•113M

11
SMINNLYW

ti.-

W W9■111.04111MEMI
Que Cris- to te a- co- ja

.I 0

IMOMP■SIMP.MINI.INIC
III Y 11/
y te co-lo- que

Que el Selior,que te ali- ment6 con su car- ne, -resu- jun- to a sus a-mi-
gos
478

574
23

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

CANTOS DE DESPEDIDA

I
/..■1111 .•

575

■11F.• 311111W 1=1•1111111111r


MMI

Despidamos todos juntos al hermano

ma-

ye-
479

Vr
Des- pi- da- mos to- dos jun- tos al her-

no y e-

mos en su ho- nor u- na o- ra-

wo, g ; 11: f f: 1 1: 1 1: 1

ria Cris- to te de la
I
C7
vi- da

y te re-ci- ba en su a- mis- tad.


480

tmomemow room ammoto. ..•■■•=. lam=


fa• WIIIIIMANIIMIIII IIIIII•1M1INIPAMIIIr Mima

cion; de •

s-pi- da- mos to- dos jun- tos al her-

I
,t)

y te re- ci- ba cn su

tad..

2.Tu familia y amistades hoy presentes

ne- mos la
J
nor en- to- nc-

vic- to- ria del Se-

1
mos la vic-to-

te desean que descanses junto a Dios; to familia y amistades hoy


presentes te despiden y te cantan el adios
hasta pronto,hasta el cielo.

576

24
10h luz gozosa! (Deiss)
481

Oh luz go - zo

glo - ria del Pa - dre ce


r

CANTOS PARA LAS EXEQUIAS

sa de la san - to

- les - te, in - mor - tal!

INDICE DE TEXTOS BIBLICOS

INDICE DE TEXTOS BIBLICOS

LECTURAS

Macabeos
12, 43-46: ObrO con gran rectitud y nobleza,
pensando en la resurreccion

Job
19, 23-27: Yo se bien que mi defensor esta vivo

Sabidurfa
482

577

445

r___r
i San - to y fe

- liz Je - su - cris - to!


Lucien Deiss

2, 1-5. 21-23: Dios creO al hombre para la inmortalidad


3, 1-6: Los aceptO como un holocausto agradable
3, 1-9: Los acepte• como un holocausto agradable
4, 7-15: La edad avanzada consiste en una vida sin tacha

Isaias
25, 6. 7-9: El Senor destruird la muerte para siempre. 449,

Lamentaciones
3, 17-26: Es bueno esperar en silencio
la salvacion del Senor
3, 22-26: Es bueno esperar en silencio
la salvaciOn del Senor

Daniel
12, 1-3: Los que duermen en el polvo despertaran
483

Mateo
5, 1-12: Alegrense y salten de contento, porque su premio
sera grande en los cielos
11, 25-30: Vengan a mi, y yo los aliviare 159,

446
158
122, 447
448

503, 521

21, 450

504, 522

451

482
483, 516

578 INDICES

11, 25-30: Has escondido estas cosas a los sabios


y entendidos y las has revelado a la gente sencilla 525
11, 28-30: Vengan a mi, y yo los aliviare 123
25, 1-13: IYa viene el esposo! Salgan a su encuentrot 484
25, 31-46: Vengan, benditos de mi Padre 485

Marcos
484

10, 13-16: Dejen que los niftos se acerquen a mi 517


15, 33-39; 16, 1-6: Dando un fuerte grito, expir6 486
15, 33-46: Jestis, dando un fuerte grit6, expir6 526

Lucas
7, 11-17: Joven, yo to lo mando: levantate 488
12, 35-40: Tambien ustedes esten preparados 489
23, 33. 39-43: Hoy estards conmigo en el paraiso 490
23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6: Padre, en tus manos encomiendo
mi espiritu 491
24, 13-35: LNo era necesario que el Mesias padeciera todo esto
y asi entrara en su gloria? 492

Juan
5, 24-29: Quien escucha mi palabra y cree,
ha pasado de la muerte a la vida 494
6, 37-40: El que cree en el Hijo tendra la vida eterna
y yo lo resucitare en el Ultimo dia 495
6, 51-58: El que come mi came y bebe mi sangre,
tiene vida eterna y yo lo resucitare el ultimo dia 495, 518
7, 9-10. 15-17: Dios enjugara de sus ojos toda lagrima 505
11, 17-27: Yo soy la resurreccion y la vida 496
11, 32-40: Si crees, veras la gloria de Dios 519
11, 32-45: Lazaro, sal de ahit 497
12, 23-28: Si el grano de trigo muere, producira mucho fruto.. 499
14, 1-6: En la casa de mi Padre
hay muchas habitaciones
,
,

INDICE DE TEXTOS BIBLICOS 579

17, 24-26: Quiero que donde yo este esten tambien conmigo


los que me has dada 500
19, 16-18. 25-30: Inclinando la cabeza, entrego el espiritu 501
19, 25-30: Ahi esta. to Madre 520, 527

Hechos de los apostoles


485

10, 34-43: Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos 452

Romanos
5, 5-11: Justificados por su sangre,
seremos salvados por el del castigo final 465
5, 17-21: Donde abund6 el pecado, sobreabund6 la gracia 466
6, 3-4. 8-9: Estamos seguros de que tambien
viviremos con Cristo511
6, 3-9: Llevemos una vida nueva 467
8, 14-23: Anhelamos la redencion de nuestro cuerpo 468 8, 31-35.
37-39: i,Que cosa podra apartarnos
del amor con que nos ama Cristo? 469
14, 7-9: Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto,
somos del Senor 512
14, 7-9. 10-12: Ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto
somos del Seftor 470

1 Corintios
15, 20-23: En Cristo todos volveran a la vida 512
15, 20-22. 25-26: En Cristo todos volveran a la vida 26
15, 20-24. 25-28: En Cristo todos volveran a la vida 471
15, 51, 57: La muerte ha sido aniquilada por la victoria 472

2 Corintios
4, 14-5, 1: Lo que se ve es transitorio y lo que no se ye
es eterno 473
5, 1. 6-10: Dios nos tiene preparada en el cielo
morada eterna 474

580 INDICES
Efesios
1, 3-5: Dios nos eligio en Cristo, antes de crear el mundo
para que fueramos santos , 513

Filipenses
3, 20-21: Cristo transformara nuestro cuerpo miserable
en un cuerpo glorioso, semejante al suyo 475
486

I Tesalonicenses
4, 13-14. 17-18: Estaremos siempre con el Senor475

2 timoteo
2, 8-13: Si morimos con el, viviremos con el 476

1 Juan
3, 1-2: Veremos a Dios tal cual es 477 3, 14-16: Hemos pasado de la
muerte a la vida
porque amamos a nuestros hermanos 477

Apocalipsis
14, 13: Dichosos los que mueren en el Senor 453
20, 11-21, 1: Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras
453
21, 1. 3-5: Ya no habil muerte 506
21, 1-7: Ya no habil muerte 454

SALMOS

24: A ti, Senor, levanto mi alma 308


41: Como el venado busca el agua de los rios 310
50: Senor, apiadate de mi 312
92: Reina el Senor, vestido de grandeza 314
113, 1-8. 17-26: Al salir Israel de Egipto 32, 52, 81, 235
114: Amo al Senor porque escucha el clamor de mi plegaria
315
115: No deje de confiar, aunque exclamaba:
"Que grande es mi desdicha" 316

INDICE DE TEXTOS BIBLICOS 581

117: Te damos gracias Senor, porque eres bueno 64, 92, 113,
146, 18'7, 201, 246
118: Dichosos los que viven rectamente 317 121: Que alegria senti
cuando me dijeron
"Vayamos a la casa del Senor" 331
125: Cuando el Senor nos hizo volver del cautiverio 332
487

129: Desde el abismo de mis pecados clamo a ti... 20, 50, 175,
233
131: En favor de David no to olvides, Senor de sus desvelos... 333
133: Bendigan al Senor todos ustedes que son sus servidores... 334
148: Alaben al Senor en las alturas 335

SALMOS RESPONSORIALES

22• 456, 507. 114 y 115:. 461


24: 457, 508, 523 121• 462
41 y 42• 458, 509 129: 463
62• 459 142: 464
102• 460 148: 510

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO

Mateo 2 Corintios
11, 25 (Cfr) 479, 515 1, 3-4 515, 524
25, 34 479
Filipenses
3, 20 481

Juan 2 timoteo
3, 16 479 2, 11-12 481
6, 39 480, 515
6, 40 480 Apocalipsis
6, 51 480 1, 5-6 481, 524
,
.

INDICE GENERAL
488

Decreto de la Sagrada Congregacion del Culto Divino y de la Disci-


plina de los Sacramentos por el que se promulga la primera edi-
ci6n tipica 5*
Decreto de la Sagrada CongregaciOn del Culto Divino y de la Disci-
plina de los Sacramentos por el que se aprueba la version caste-
liana para Mexico 7*
PRAENOTANDA 9*
I. Sentido de las exequias cristianas 9*

II. Formas de celebracion 10*


Primera forma de celebracion exequial 10*
Segunda forma de celebraciOn exequial 11*
Tercera forma de celebracion exequial 11*

III. Elementos que deben tenerse en cuenta en las exequias 12*


El Ultimo adios al cuerpo del difunto 12*
La lectura de la palabra de Dios 12*
Los salmos 13*
Las oraciones 13*
El Oficio de difuntos 13*
Exequias y cremaci6n del cadaver 14*

IV. Funciones y ministerios de la celebracion de las exequias 14*

V. Adaptaciones que corresponden a las


Conferencias Episcopales16*

VI. FunciOn del sacerdote en la preparaciOn y organizaciOn


de la celebraciOn 17*
ORIENTACIONES DEL EPISCOPADO MEXICANO 19*
I. La muerte cristiana 19*
La realidad de la muerte 19*

584
La resurrecciOn de Cristo La Eucaristia
CelebraciOn de la misa
II. Ministerios en las exequias
489

Papel de la comunidad
Otros ministerios
La persona difunta
III. LA CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS
A) Diversas formas del rito exequial
Celebracion en casos extraordinarios
Rito breve de las exequias
CelebraciOn de las exequias de los nifios
Celebracion de la Eucaristia en las exequias
B) Elementos dinamicos del rito
Estructura general
Rito de acogida
ProcesiOn o introducciOn del difunto en la iglesia Iluminacion del cirio
pascual
Celebracion de la palabra de Dios
Celebracion de la Eucaristia
Ultimo adios al cuerpo del difunto
Procesi6n al cementerio o despedida del feretro
Bendicion del sepulcro
Alocucion de un familiar
Preces finales
C) Algunas normas especiales
Preces en la iglesia y en el cementerio
Salmos y cantos
Liturgia de las Horas
Vigilia comunitaria de oracion
OraciOn en la capilla ardiente
Traslado del difunto a la iglesia, antes de la exequias
Concelebracion
D) Utilizacion del ritual

INDICES

19*
20*
20*
21*
21*
23*
490

23*
24*
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30*
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33*
34*
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34*
35*
35*
36*

36*
36*
37*

INDICE GENERAL 585

Libro I: PRECES DIVERSAS PARA ANTES DE LAS


EXEQUIAS 1

Capitulo I: En el momento de expirar 4

Capitulo II: Colocacion del cadaver en el ataad 7


491

Capitulo III. Oraciones para antes de las exequias 9


Formulario 1 (oracion comunitaria)9
Formulario 2 (oracion comunitaria) 11
Formulario 3 (oraciOn comunitaria) 13
Formulario 4 (oraciOn comunitaria) 14
Formulario 5 (oracion individual) 16

Capitulo IV: Vigilia comunitaria de oraciOn por el difunto 18

Capitulo V: Liturgia de las Horas en el dia de la muerte


y del entierro 26
Laudes 27
Visperas 28

Capitulo VI: Traslado y recepciOn de un difunto en la


iglesia, antes de las exequias 30
A) Forma tipica30
B) Rito simplificado 39

Libro II: CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS CON CANTO


Y DOS PROCESIONES
(Forma tipica) 45

Libro III: CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS SIN CANTO


Y DOS PROCESIONES
(Forma tipica)

586 INDICES

Libro IV: RITO SIMPLIFICADO DE LAS EXEQUIAS


SIN CANTO 101
Libro V: RITO BREVE DE LA CELEBRACION DE LAS
EXEQUIAS 117
Libro VI: CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS EN CASOS
EXTRAORDINARIOS 129
492

Capitulo I: Celebraci6n de las exequias


sin participacion del pueblo 131

Capitulo II: Celebracion de las exequias en el cementerio 136


Formulario de las exequias en el cementerio,
con dos estaciones 138
Formulario de las exequias en el cementerio
con una sola estacion 155

Capitulo III: CelebraciOn de las exequias


en el domicilio del difunto 167

Capitulo IV: CelebraciOn de las exequias de varios difuntos


en caso de accidente publico 174
Capitulo V: Celebracion de las exequias de un difunto
no practicante, pero cuya familia pide la celebraciOn
cristiana del entierro 191
Capitulo VI: Celebracion de las exequias de los que
han donado su cuerpo 205
Capitulo VII: Celebracion de las exequias en caso
de cremaciOn del cadaver 206

INDICE GENERAL

Capitulo VIII: Celebracion de la misa exequial cuando el


sepelio del cadaver se celebra en otro momento

Misa exequial

Libro VII: CELEBRACION DE LAS EXEQUIAS DE


LOS PARVULOS
Capitulo I: Exequias de un parvulo bautizado
Forma tfpica de las exequias de un parvulo bautizado,
con cantos

Capitulo II: Rito simplificado de las exequias


de un parvulo bautizado

Capitulo III: Exequias de un parvulo no bautizado


493

Libro VIII: EXEQUIAS EN CASOS ESPECIALES


Capitulo I: En las exequias del obispo diocesano
(residencial o emerito)

Cal:dui° II: En las exequias de un obispo


que no fue pastor propio

Capitulo III: En las exequias del parroco


(residencial o emerito)

Capitulo IV: En las exequias de un presbitero

Capitulo V: En las exequias de un diacono

Capitulo VI: En las exequias de un religioso laico

387

219

221

229

231

232

255

264

271
494

273

277

280

283

286

289

588 INDICES
Capitulo VII: En las exequias de una religiosa 291
Libro IX: CELEBRACIONES NO EXEQUIALES
POR LOS DIFUNTOS 293
Capitulo I: Traslado de un difunto a su sepultura
definitiva 295
Capitulo II: Conmemoracion de uno o varios difuntos
en determinadas circunstancias 297

Preces para despues de la misa 298

APENDICI 305

Apendice I: Textos diversos 307

1. Salmos y respuestas 308

2. Responsorios 337

3. Oraciones 339
Para la estacion en la casa del difunto 339
Para la Liturgia de la palabra 339
Junto al sepulcro 343
495

Oraciones conclusivas en el cementerio 343


Para las exequias de parvulos 345

4. Formularios para la plegaria universal 347


1-5. Formularios generales 347
6. En la muerte de un padre (una madre) de famlia 354
7. En una muerte repentina 355
8. En una muerte despues de larga o penosa enfermedad 356
9. En la muerte de un joven (una joven) 357
10. En la muerte de un nirio (una nina) (1) 359

INDICE GENERAL 589

11. En la muerte de un nirio (una nina) (2) 360


12. En una muerte por accidente 361
13. En la muerte por homicidio o presunto suicidio 362
14. En la muerte de una persona alejada
0 en situaciOn irregular 363
15. En la muerte de un obispo, un presbitero
o un diacono 365
16. En la muerte de un religioso (una religiosa) 366

5. Palabras introductorias y de despedida


para casos especiales 369
1. Cuando la familia ha quedado muy desconcertada369
2. Por un difunto muy joven 372
3. Por un nirio que ha llegado al use de razon 374
4. En caso de un accidente public° 376
5. En la muerte de un padre (madre)
de familia378
6. En una muerte repentina 379
7. En una muerte despues de una larga enfermedad 381
8. En una muerte por accidente382
9. En una muerte por homicidio o supuesto suicidio 384
10. En la muerte de un presbitero 385
11. En la muerte de un diacono 387
12. En la muerte de un religioso (una religiosa) 388

Apendice II: Formulario completo para la misa de difuntos


496

celebrada fuera de la iglesia


(ORDINARIO DE LA MISA) 391

Apendice III: Bendici6n del agua 409

Apendice IV: Preces en el cementerio y bendicion del sepulcro 410


Formulario I 410
Formulario II 413

590 INDICES

Apendice V: Esquema de lecturas 417

A) Esquemas de lecturas para celebraciones comunes 417

I. El pecado causo la muerte 417


II. La creaci6n fue tambien sometida a la frustraciOn 418
III. Para redimirnos, Jesus se enfrento a la muerte 419
IV. La muerte absorbida por la victoria:
la Resurreccion420
V. "Yo soy la Resurreccion y la vida";
la fe que da la vida eterna 422
VI. El bautismo, incorporaci6n a la muerte
y resurreccion de Cristo 424
VII. La Eucaristia, alimento de vida eterna425
VIII. Vivir y morir para el Senor.
Estar preparados 427
IX. La resurrecci6n futura y el juicio de Dios 430
X. El cielo y la felicidad de los justos 432

B) Esquemas de lecturas para algunas circunstancias 435

I. Ante una muerte desconcertante 435


1. Muerte que deja un gran vacio 435
2. Muerte que conmueve a un pueblo o barrio 436
3. Muerte de un padre (una madre) de familia 436
4. Muerte repentina 437
5. Muerte despues de larga o penosa
497

enfermedad 438

II. Muerte de un joven (una joven) 439


1. Muerte natural 439
2. Muerte repentina 441
3. Muerte en accidente 441

INDICE GENERAL 59/


III. Muerte de un anciano (anciana) 442

IV. Muerte de un nirio (una nina)


llegado (llegada) al use de razOn 443

Apendice VI: Leccionario de las misas de difuntos 444

I. Para las exequias de adultos 444


Primeras lecturas del Antiguo Testamento 444
Primeras lecturas del Nuevo Testamento
en Tiempo pascual 452
Salmos responsoriales 456
Segundas lecturas del Nuevo Testamento 465
Aclamaciones antes del Evangelio 479
Evangelios 482

II. Exequias de nirios bautizados 503


Primeras lecturas del Antiguo Testamento 503
Primeras lecturas del Antiguo Testamento
en Tiempo pascual 505
Salmos responsoriales 507
Segundas lecturas del Nuevo Testamento 511
Aclamaciones antes del Evangelio 515
Evangelios 516

III. Exequias de nirios no bautizados 521


Primeras lecturas del Antiguo Testamento 521
Salmos responsoriales 523
Aclamaciones antes del Evangelio 524
Evangelios 525
498

Apendice VII: Homilias exequiales 528

1. El misterio de la muerte 528

2. Es una idea piadosa y santa rezar por los difuntos 531

592 INDICES
3. En la muerte de un cristiano practicante 535
4. Cristo es la vida y resurrecciOn de los muertos 539
5. Fe, Esperanza y oracicin por los difuntos 541
Apendice VIII: Cantos para las exequias 545
1. Repertorio gregoriano
1. Kyrie 545
2. Sanctus 545
3. Agnus Dei 546
4. Lux aeterna 547
5. Levavi oculos meos 547
6. Ego sum resurrectio et vita 548
2. Cantos de entrada
7. El Senor te abra las puerta 549
8. Dios enjugard las lagrimas 550
9. Se alegraran para el Senor 551
10. Dale el descanso, Senor 552
3. Salmos responsoriales 554
11. Salmo 122: A ti levanto mis ojos 554
12. Salmo 120: Levanto mis ojos a los montes 556
13. Salmo 129: Desde lo hondo 559
14. Salmo 129: A ti, Dios mio, levanto mi stIplica 561
15. Salmo 22: El Senor es mi pastor 562
4. Cantos antes del Evangelio 565
16. Senor, to tienes palabras 565
17. Aleluya. Tu palabra, Senor 565
5. Cantos de comunion
18. Yo soy el pan de vida 566
19. La muerte no es el final 568
6. Cantos de despedida
20. Ttl fuiste sepultado 570
21. Te colocamos en los brazos de Dios 572
22. Que los Angeles te lleven 573
23. Despidamos todos iuntos al hermano 574
499

24. 10h luz gozosa' 576

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