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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS


SUAYED HISTORIA
FILOSOFIA DE LA HISTORIA
DR JAVIER SIGUENZA

TRABAJO: Informe de lectura “EL PROYECTO DE LA ILUSTRACION”


TZVETAN TODOROV

ALUMNO: MONTAÑO SOLARES RAYMUNDO


CUENTA: 304234284
EL PROYECTO DE LA ILUSTRACION

Todorov señala que la Ilustración es racionalista y empirista a la vez, tan heredada de descartes
como de Locke, acoge en su seno a los antiguos y modernos, a los universalistas.
Se apasiona por la historia y por el futuro, por los detalles y por las abstracciones por el arte y la
igualdad, no es sino lo que se hizo de nuevo con material viejo.
El pensamiento de la ilustración es resultado de muchos individuos que lejos de estar de acuerdo
entre sí, se enrolaban constantemente en violentas disputas, estos desacuerdos dieron origen a
escuelas de pensamiento que todavía se enfrentan en nuestros días. La ilustración fue más un
periodo de debate que de consenso.
El proyecto ilustrado procura la autonomía del individuo en su más amplio sentido, para la cual las
contribuciones de la ciencia son centrales, la separación de lo teológico con lo científico, con
independencia de que dichas contribuciones también son expuestas a la crítica: “El objetivo es la
autonomía del individuo, la capacidad de examinar de forma crítica las normas establecidas y de
elegir por uno mismo las reglas de conducta y las leyes; el medio, el dominio de las capacidades
intelectuales fundamentales y el conocimiento del mundo. En eso consiste pasar de la infancia a la
edad adulta.
El libro de Todorov ofrece una visión general de la Ilustración, de los conflictos que la atravesaron
y de su camino a través del tiempo y el espacio. Ejemplos actuales muestran la actualidad del
proyecto ilustrado, a pesar de que son ejemplos del desvió de pensamiento de la Ilustración o de
los problemas a los que tuvo que enfrentarse, en particular en el siglo XX. El panorama que
describe Todorov constituye una primera aproximación a un fenómeno que, ciertamente, es
inagotable.
La Ilustración no era tan peligrosamente optimista ni utópica, sino que exigía tomar conciencia de
la complejidad de la vida, así como de los límites cognitivos y existenciales de la condición
humana. Libres, sí, pero conscientes de que “la voluntad del individuo se enfrenta a su
incapacidad de conocer las razones de sus propios actos. ¿Qué hay más importante en la vida de
un ser humano que la elección del objeto de su amor? Pero ni la voluntad ni la ciencia consiguen
llegar hasta el fondo del secreto de esa elección. Por eso toda utopía, sea política o técnica, está
destinada al fracaso.”
RECHAZOS Y DESVIOS
Desde un inicio la Ilustración fue objeto de muchas críticas. Debemos distinguir, sin embargo,
entre aquellas críticas que se enfrentan realmente a la ilustración, que Todorov llamará “rechazos”
y aquellas que se enfrentan con caricaturas o corrupciones de la misma que llamará “desvíos
Es un “rechazo”, por ejemplo, decir que “el error de la Ilustración consiste en haber colocado al
hombre en el lugar de Dios en cuanto principio de sus ideales, la razón a la que quiera recurrir
libremente cada individuo en lugar de las tradiciones colectivas, la igualdad en lugar de la
jerarquía y el culto a la diversidad en el lugar del culto a la unidad.
Por ejemplo, acusar a la Ilustración de haber proporcionado “los fundamentos ideológicos del
colonialismo europeo del siglo XIX y de la primera mitad del XX”, es un error, un desvío, ya que lo
que sucedió es que los ideales de la Ilustración gozaban en esos momentos de gran prestigio, de
modo que se los utilizó para justificar la empresa colonial, Lo cierto es, pues, que la política de
colonización se oculta tras los ideales de la Ilustración, cuando, en realidad, avanza en nombre del
simple interés nacional. Pero el nacionalismo no es producto de la Ilustración, sino, en todo caso,
un “desvío” de la misma: “el de no admitir que pueda imponerse límite alguno a la soberanía
popular.”
La cuestión es más complicada cuando se mezclan rechazos y desvíos. Tengamos en cuenta, por
ejemplo, el reproche clásico que suele hacérsele a la Ilustración de haber generado, aunque
involuntariamente, los totalitarismos del siglo XX. Se supone que los hombres, al rechazar a Dios y
elegir por sí mismos los criterios de bien y de mal, cometen pecado de hybris y son castigados por
el totalitarismo que surge de sus propias fantasías.
Juan Pablo II considerará que “el drama de la Ilustración europea” es haber rechazado a Cristo,
esto es, haber sustituido búsqueda de la redención por la de la felicidad, giro que había de
llevarnos necesariamente al totalitarismo.
Parece, pues, que la Ilustración debe resguardarse en dos frentes: el de los rechazos y el de los
desvíos. El autor pondrá como ejemplo el lema de una famosa asociación en defensa de las
mujeres, que reza: Ni putas ni sumisas”. Según el autor, esa doble negación se parece a la que él
propone a la hora de defender a la Ilustración, ya que “someter a las mujeres es rechazar la
Ilustración; reducirlas a la prostitución es desviar la libertad que piden.” No es cierto, dice
Tódorov, que rechazar una vía implique aceptar la otra, “también está abierto el camino de la
autonomía, del humanismo y de la universalidad.”
3. Todorov, Tzvetan, “I. El proyecto” y “Rechazos y desvíos”, en El espíritu de la Ilustración,
México, Galaxia Gutenberg, 2014; pp. 7-39.

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