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La Ilustración

La Ilustración profundiza elementos de la tradición racionalista y empirista de la


Modernidad, avalando así el giro copernicano que se vive en las ciencias y la Filosofía.
Documentos como la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (Asamblea
Nacional Constituyente, 1789), que son hitos fundacionales en el proceso ético-político de
los derechos humanos, cristalizan ideas de los pensadores ilustrados. Racionalidad, libertad y
progreso encabezarán algunas de las líneas principales del recorrido de esta lectura.

Los principios entendidos como portadores de emancipación

¡Sapere aude!

Los límites

Referencias

Revisión del módulo


LECCIÓN 1 de 5

Los principios entendidos como portadores de


emancipación

Por "Ilustración” se entiende habitualmente el modo de pensamiento dominante en Europa durante el siglo XVIII o,
si se prefiere, entre las dos revoluciones, la inglesa de 1688 y la francesa de 1789. Como es natural, la gran variedad
de obras y opiniones que produjo dicho siglo hace difícil la unificación doctrinal de sus rasgos. Por lo pronto, ha sido
necesario distinguir una Ilustración inglesa, francesa, alemana, italiana, española, cada una de ellas con
características propias. Sin embargo, los historiadores de la Filosofía señalan ciertos rasgos que permiten hablar de la
presencia de la Ilustración.

Se puede considerar la Ilustración como el periodo de implantación de la mentalidad burguesa. Ciertamente, la


Filosofía Ilustrada no es una filosofía sistemática, y se apoya la mayor parte de las veces en la síntesis de obras
previas.

La Ilustración francesa está marcada por el proyecto de la Enciclopedia (1751-1765), empresa conducida por Diderot
y D’Alembert.

L´Encyclopédie de Diderot y D’ Alembert (1751-1772) pasó a la historia como la obra más representativa de la
Ilustración. Se trató de un gran proyecto de sistematización del conocimiento del siglo XVIII, compuesto por 35
volúmenes, en los que participaron algunos de los más reconocidos intelectuales de la época, como Voltaire,
Montesquieu, Rousseau, Quesnay, Turgot, entre muchos otros colaboradores.

Figura 1: Encyclopedie
Fuente: [Imagen sin título sobre La Enciclopedia], 2018), http://bit.ly/2rX2w26

¿Qué propósito tenía construir una obra de tan grande envergadura?

La enciclopedia pretendía instituir, en cierta forma, un nuevo orden social promoviendo la importancia de asumir una
actitud respecto del mundo, basada en los principios de universalidad, libertad, autonomía de la razón, dignidad y
laicismo, principios todos ellos que la Revolución francesa (1789) incorporaría en sus famosos lemas. Sin embargo,
su desarrollo recibió fuertes críticas. El siglo XVIII fue uno de los más convulsos de la historia europea. Situar al ser
humano y al mandato de la razón autónoma en el centro de una reflexión que pretendía democratizar el saber para
impulsar una visión del progreso fundacional provocó grandes descontentos y polémicas. Por no presentar a la
persona inserta en las verdades absolutas del dogma católico, varios años más tarde la fuerza de la censura lo llevó a
formar parte del “Índice de libros prohibidos” de la Iglesia católica.
El proyecto enciclopédico comparte rasgos centrales con el movimiento ilustrado (Hottois, 2003):

Sentido crítico

Apuesta por la explicación racional y científica

Voluntad pedagógica

Intención universalista

En otros países, la Ilustración tuvo rasgos específicos (Copleston, 2011). La Ilustración inglesa, con figuras como
Hume o Newton, supuso una visión naturalista y la apuesta por la sistematización científica. La Ilustración italiana,
muy influida por la francesa, se caracterizó por el estudio de los problemas políticos y jurídicos. La alemana se
orientó hacia una visión sintética, apostando por la sistematización del cuerpo de saber filosófico (como son los casos
de Wolff y del propio Kant), incluso en terrenos como la estética (Baumgarten). En España, la Ilustración se sostuvo
como un fenómeno más cultural que de otro orden, dadas las condiciones del poder absoluto y antiliberal de los
sectores del poder económico y político.

Hay muchas maneras de conocer la historia de este siglo. Podríamos, por ejemplo, echar un vistazo a la producción
artística, literaria y musical de este período, y ya se nos revelaría el influjo que ejercieron determinados ideales que
atacaron con vehemencia arraigadas costumbres y maneras de pensar. Quizá resulte difícil para nosotros hoy pensar
cómo debió haber sido entonces experimentar que los fuertes cimientos de esa sociedad comenzaran a tambalearse
como consecuencia de aquella difusión tan potente de la libertad individual, pero este fue el siglo más distintivo en
cuanto al cuestionamiento de los dogmas religiosos, a la inquietud profunda por el progreso y a la admiración
creciente por el pensamiento científico y racional.

Figura 2: Retrato de la reina María Antonieta


Fuente: Vigée Le Brun, M. (Artista). (1790)

La artista ejecutando un retrato de la reina María Antonieta (1790). Cuando la madre le arregló la
boda con un marchante de arte, Jean-Baptiste Le Brun, la pintora, albergó dudas: “Tenía 20 años y
vivía sin preocupación por mi futuro. Ganaba mucho dinero y no sentía ningún deseo de casarme.
Pero mi madre, que creía que el señor Le Brun era muy rico, me insistió en que no rechazara esta
unión tan provechosa. Por fin consentí en casarme, deseosa sobre todo de escapar de la horrible
vida con mi padrastro. En todo caso, tan pequeño era el entusiasmo por renunciar a mi libertad
que camino de la iglesia no paré de decirme a mí misma: ‘¿Diré sí? ¿Diré no?’. Una pena. Dije sí
y mis viejos problemas se transformaron en otros nuevos”, escribiría (de Diego, 2015,
http://bit.ly/36PwdRB).
Mención especial merece la Ilustración en Latinoamérica, pues, de algún modo, el pensamiento de los libertadores y
los mismos procesos de independencia tuvieron en el continente un lugar de experimentación privilegiado.

En Hispanoamérica, la influencia de la Ilustración fue determinante en el campo intelectual y


político desde la segunda mitad del s. XVIII. La Ilustración suponía una invitación a la libertad de
pensamiento, que implicaba también un impulso a la emancipación política, en la medida en que
suponía una incitación a tomar conciencia de la propia identidad hispanoamericana. Ese
movimiento emancipatorio comenzó contentándose con pedir una cierta autonomía política
respecto a la metrópoli, pero en la medida en que ésta respondió de forma negativa y cerrada, van
apareciendo las primeras propuestas de independencia. Los líderes de la independencia, los
libertadores, eran hombres empapados por el credo ilustrado. Las Juntas de Defensa se van
configurando a partir de 1810 para conseguir la autonomía, y luego, ante la incomprensión de
España, la independencia. Así, como señala Leopoldo Zea, «en México, en Nueva Granada, en el
Perú, Chile y el Plata los hasta ayer hombres de ciencia se trocaron en conspiradores y guerreros;
los telescopios, microscopios y otros instrumentos científicos, en fusiles y cañones; los tratados
científicos, en proclamas libertarias. En Santa Fe de Bogotá y otras ciudades hispanoamericanas
fueron sacrificados muchos de los hombres de ciencia que poco antes habían sido felicitados por
los virreyes» (Beorlegui, 2010, pp. 188-189)
LECCIÓN 2 de 5

¡Sapere aude!

Destaca en el pensamiento acerca de la Ilustración la definición que dio el propio Kant en su escrito ¿Qué es
ilustración?, que data de 1784:

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la


imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía del otro. Esta incapacidad es culpable
porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí
mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he
aquí el lema de la ilustración (Kant, 1994, p. 25).

Esta definición kantiana hace de la ilustración un proceso que no solo está presente en el contexto histórico que
tratamos, sino que lo considera además una condición del pensar humano mismo. Destaca el énfasis puesto en el
elemento práctico: servirse de la propia razón. El optimismo de unas capacidades presentes en el ser humano, así
como la voluntad de someter a juicio y examen crítico absolutamente todas las nociones y sistemas de ideas. La
ilustración así entendida no solo es un periodo histórico, sino una apuesta ético-política cuyo sentido algunos autores
(Habermas, Foucault, Pinker) reivindican para nuestro presente.

En su conocido escrito ¿Qué es la Ilustración?, Kant definía la ilustración como salida del estado de minoría de edad
intelectual por parte del hombre, o sea, como emancipación intelectual. Kant se refiere aquí a la ilustración como
cualidad humana: ilustrado es quien se emancipa intelectualmente y no necesita de la guía de nadie para usar su
inteligencia.
¿De qué modo podemos pensar ese Sapere aude del que nos habla Kant? También hoy en día los medios recuperan
esta famosa expresión de la filosofía. Este año, por ejemplo, se estrena, bajo ese nombre, una secuela y spin-off de la
famosa serie Merlí.

Figura 3: Merlí

Fuente: [Imagen sin título sobre Merlí] s.f., http://bit.ly/2Z0hZdR

Merlí: Sapere Aude. Un spin off protagonizado por Pol Rubio (Carlos Cuevas), el alumno más carismático de la
clase.

La visión que descubre ese atreverse a servirse de la propia inteligencia para definir la actitud que asumimos en la
vida puede tener también un profundo impacto social. Pensemos en la siguiente pregunta, para reflexionar
atentamente, en el marco de alguna experiencia o situación como la que compartiremos luego:
¿Por qué parece que esa “emancipación intelectual” puede concedernos un mayor poder de
control sobre nuestras vidas y lo que nos rodea?

A continuación, se presenta el discurso completo que pronunció Elsa Ramos, una niña trans de ocho años ante los
políticos españoles:

Me llamo Elsa y tengo ocho años. No es la primera vez que se habla de mí en este sitio, en la
Asamblea de Extremadura. Hace cuatro años, ya vino mi madre y estuvo contando cuál era mi
historia.

Soy una chica transexual, vivo en Arroyo de San Serván y durante los cuatro últimos años he
vivido un camino muy importante, el camino de mi felicidad. Estoy en el colegio Nuestra Señora
de la Soledad, el cole de mi pueblo, y allí he tenido la suerte de que mis compañeros y
compañeras han comprendido cómo soy desde el primer día. Sin embargo, sigue siendo necesario
recordar que tengo el derecho a ser llamada como yo me siento. Y que, cuatro años después, las
equivocaciones son un poco raras, como si alguien pudiera dudar de que yo soy una niña trans.

Y también quiero decir que en el fondo he tenido suerte de nacer en mi pueblo. Allí todo el
mundo sabe que soy una chica diferente, una chica transexual, y me siento querida y respetada.
Todo el mundo me conoce. Pero de todo lo que tengo que decir hoy lo más importante es esto:
señores y señoras que se dedican a la política sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que
reconozcan que las personas somos diversas. Por encima de todo, las personas transexuales
tenemos el derecho a ser quienes somos. No permitan que nadie nos arrebate la felicidad. Gracias.
(El País, 2016 https://bit.ly/2M7MWaR)
VERNE

El discurso ante los políticos extremeños de Elsa, una niña


trans de 8 años
"Sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que reconozcan que las personas somos diversas"
"Tengo el derecho a ser llamada como yo me siento", dice Elsa Ramos, una niña trans de ocho
años ante la Asamblea de Extremadura.

MÁS INFORMACIÓN VERNE 


LECCIÓN 3 de 5

Los límites

Otro elemento básico del pensamiento ilustrado es la concepción utópica de la realidad. Las utopías modernas no son
invención del siglo XVIII, sino del XVI, y surgen como género literario en el que la descripción de una organización
social irreal, pero en algún sentido modélica, sirve de contrapunto crítico respecto de las organizaciones políticas
reales.

La novedad propia de los ilustrados es la aplicación directa de la utopía a la realidad, es decir, la concepción de la
realidad como utopía.

Otro rasgo distintivo del modo de pensamiento ilustrado es el uso metódico de la crítica. Crítica, según su etimología,
significa acto de discernimiento, e implica necesariamente el examen o consideración atenta de un asunto, y el
posterior juicio que recoge y expresa.

También encontramos en el modo de pensar ilustrado el “pedagogismo”.

La noción de Ilustración se vincula intrínsecamente con la de “formación”, y en este punto se


pone de manifiesto la gran paradoja práctica del pensamiento ilustrado. La lógica de este
planteamiento obliga a pensar que nadie puede emancipar a nadie, sino que la emancipación la ha
de realizar cada uno por sí mismo; lo que trasladado al concepto de ilustración significa que nadie
puede enseñar a nadie a ser ilustrado. Si ser ilustrado equivale a hacer uso del propio juicio, nadie
puede suplirme ni ahorrarme camino en el ejercicio de la ilustración. (Falgueras, 1988,
http://bit.ly/35zzofR)
A estos rasgos pueden añadirse los siguientes (Hottois, 2003):

Confianza humanista y fe en el progreso: Aunque algunos autores, como Rousseau, sostuvieron


posturas escépticas sobre el progreso, lo cierto es que se buscaba sentar una historia humana hacia
mejor, lo que comportaba revisar los modos institucionales que definían las prácticas humanas.

Actitud racionalista: Los ilustrados consideran, por lo común, que la razón humana es una y
universal. Aunque introducen la idea de unas culturas civilizadas frente a unas bárbaras, la
potencialidad de la razón es igual para todos los seres humanos.

Voluntad de comunicación y publicidad: Para los ilustrados, la publicidad y la comunicación –la


creación de una esfera pública- será de vital importancia porque mediante ella se puede acometer todo
el proyecto de pedagogía social y fomentar una ciudadanía crítica y activa.

Compromiso crítico: En algunos casos, la crítica llega a ser demoledora, en otros casos la crítica es
más reformista, pero los ilustrados comparten la idea de que es preciso revisar las costumbres y
tradiciones, así como las rutinas de pensamiento, para mejorarlas.

Laicismo en la concepción del espacio público: No todos los ilustrados fueron ateos, pero por lo
común consideran necesario para el progreso potenciar la tolerancia religiosa y generar espacios de
interacción social que sean genéricos, no limitados por credos específicos.

Posiciones deístas: Consideran la religión como religión natural, como actitud que brota de una razón
que organiza el universo, pero que no puede definirse al modo de las religiones dogmáticas.

Fortaleza de posiciones empiristas: Muchos de los autores ilustrados reivindican el lugar central de
la experiencia en el conocimiento, como modo también de limitación del prejuicio mediante el que
algunos hombres dominan a otros.

Reivindicación del valor y centralidad de las ciencias.


En el siglo XVIII se vivencia un cambio crítico de orientación. ¿Qué conceptos clave
resumen ese cambio?

Libertad y derechos individuales.

Obligación moral y cultura material.

SUBMIT
LECCIÓN 4 de 5

Referencias

[Imagen sin título sobre La Enciclopedia]. (2018) Recuperado de: https://redhistoria.com/la-enciclopedia-faro-del-


conocimiento-de-la-ilustracion/

Beorlegui, C. (2010) Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Bilbao: Publicaciones de la Universidad
de Deusto.

Copleston, F. (2011) Historia de la Filosofía 2. Barcelona: Ariel.

de Diego, E. (2015). La pintura favorita de María Antonieta. Recuperado de:


https://elpais.com/elpais/2015/10/08/fotorrelato/1444305179_245678.html#foto_gal_1

El País, (2016). El discurso ante los políticos extremeños de Elsa, una niña trans de 8 años. Recuperado de
https://verne.elpais.com/verne/2019/12/03/articulo/1575364001_857825.html#?ref=rss&format=simple&link=link

Falgueras, I. (1988). Ideas filosóficas de la Ilustración. Recuperado de https://mafiadoc.com/ideas-filosoficas-de-la-


ilustracion_59ef812d1723dd3d60a1aa24.html

Hottois, G. (2003) Historia de la Filosofía. Del Renacimiento a la Posmodernidad. Madrid: Cátedra.

Kant, I. (1994) Filosofía de la Historia. (Traducido por Imaz, E.) México: Fondo de Cultura Económica.

Vigée, Lebrun, E. (Artista). (1790). Autorretrato [Óleo en lienzo]. Extraído de


https://ep00.epimg.net/elpais/imagenes/2015/10/08/fotorrelato/1444305179_245678_1444305543_album_normal.jpg
LECCIÓN 5 de 5

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos...

Razón y fe el pensamiento medieval



Comenzamos a interrogarnos por la fusión del pensamiento cristiano y filosófico durante uno de los períodos más
extensos de la historia de la humanidad: la Edad Media. Fruto de ese contacto, comprendemos la transmisión de una
de las principales problemáticas del pensamiento occidental: el debate entre fe y razón.

La sabia ignorancia

Nos encontramos con dos de las más cruciales doctrinas del pensamiento filosófico: el racionalismo y el empirismo
de la mano de sus principales portavoces, Descartes y Hume. Los elementos nucleares de ambas doctrinas se
enmarcan en el apogeo de una serie de explicaciones de tipo mecanicista del universo, entre otros grandes
acontecimientos.

Razón y deber

La reflexión filosófica se erige fuertemente como crítica contra las pretensiones dogmáticas y autoritarias a través
del pensamiento kantiano. Será con Kant, en la segunda mitad del siglo XVIII, con quien veremos eclosionar una de
las más grandes transformaciones en la historia de la filosofía.
La Ilustración

Ya con Kant anticipamos la potente influencia de la Ilustración al proponer una mirada de la humanidad interesada
en delimitar con precisión el valor de la autonomía personal, la dignidad y la libertad. En este sentido, se profundiza
aquí el modo en que se sitúa y ahonda esta consideración de lo humano en el centro de la reflexión filosófica.

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