Está en la página 1de 3

TEMA: NUESTRA PATRIA CELESTIAL

Es el fin último del hombre.

“Yo no soy de este mundo pertenezco a la patria celestial”

Hebreos 11:13-16 Reina-Valera 1960

13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 porque los que esto dicen,
claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde
salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se
avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

Hebreos 11:13-16 Nueva Versión Internacional

13 Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo
lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 14 Al expresarse así, claramente dieron a
entender que andaban en busca de una patria. 15 Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían
emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. 16 antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la
celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.

Introducción:

Este es el pasaje bíblico conocido como el capítulo de los “héroes de la fe.” Estos héroes de la fe
aparecieron sin haber recibido las promesas y reconocieron que eran extranjeros y peregrinos
sobre la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una
patria. ¡Qué es patria ¡ v.13-14
La patria es la tierra a la cual se siente ligada una persona por motivos jurídicos, culturales, históricos o
afectivos, bien por haber nacido en ella, bien por haberla adoptado como patria por elección personal.

Si hubieran estado pensando en aquella patria- patria terrenal - de donde habían emigrado, habrían tenido
oportunidad de regresar a ella. Esta patria terrenal donde nos encontramos viene a ser parte de la identidad
colectiva. Es el lugar donde nacimos físicamente o el lugar adoptivo donde uno se siente ligado por la historia,
cultura, valores, y afectos; sentimos que pertenecemos allí. Es el lugar que amamos y forma parte de nuestras
raíces. En esta patria terrenal debemos cumplir:

 Con la constitución y las leyes de la Republica


 Debemos trabajar según las capacidades y posibilidades
 Contribuir con los servicios básicos

Los cristianos, tenemos otra patria más, que es la espiritual, la cual, aunque no vemos, es tan real como la que
vemos. La Biblia dice que tenemos una ciudadanía que está en los cielos (Filipenses 3:20);

Filipenses 3:20 Nueva Traducción Viviente

20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y esperamos con
mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador.

Pablo como autor atribuido de estas 2 cartas, El escogía un lugar para predicar el Evangelio, lo hacía
como un estratega, pero esta vez escogió Dios, dándole una visión, Hechos 16:6-10. Filipos recibió el
privilegio de ser una colonia Romana. El poseer la ciudadanía Romana, en aquellos tiempos, era lo
máximo para cualquier persona que la pudiera obtener. (Hechos 22:25-29)

Para viajar en un lugar debemos tener pasaporte Nuestro pasaporte es Jesucristo en el esta
nuestra identidad y que somos ciudadanos del Reino del cielo. Decimos reino porque Cristo es el
Rey de reyes y Señor de señores. Para Pablo, no había nada más importante que ser "Ciudadano del
cielo “Para ti ¿Dónde está tu patria? ¿Actúas tú como ciudadano del Reino?

Pablo Insta a los cristianos a que sean capaces de valorar altamente la importancia de ser ciudadanos del
cielo. Tenemos una patria celestial cuando recibimos a Cristo, aprendemos a amar nuestra patria celestial.

1. Jesús, nuestro pasaporte de acceso para nuestra Patria celestial - es el requisito importante
El es El Camino de Retorno al Hogar Eterno
A. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan 14:6) ¡No hay otro camino!
B. En la casa de mi Padre muchas moradas hay (Juan 14:2)
C. C. Vengan a mí. Encuentren descanso para vuestras almas. El alma nunca ha estado feliz en este
mundo, no pertenece aquí. (Mateo 11:28-30)
D. Yo soy el agua viva (Juan 4:10,13,14)
E. Yo soy el pan de la vida (Juan 6:50,51)
F. La vida y la resurrección (Juan 11:25)

¿Usted ya encontró la senda y el camino que le llevará de regreso a la patria celestial?

2. Como ciudadanos del cielo pertenecemos a la patria celestial - 15 Si hubieran estado pensando
en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. La fe nos
ilumina, nos permite ver entre lo temporal y lo eterno; esta distinción entre lo temporal y lo eterno es lo que
hace la diferencia entre volver o perseverar. Buscan una patria… anhelaban una mejor, esto es, celestial:
Caminar en la fe es más fácil cuando recordamos que este mundo no es nuestro hogar. Es más fácil cuando
recordamos que en este lado de la eternidad, no todo está resuelto y no todos los males son reparados. Por
eso es que ellos buscan una patria… anhelaban una mejor y celestial…ciudad

- Somos Extranjeros y Peregrinos

A. Pedro describe a los cristianos como extranjeros y peregrinos aquí en la tierra, es decir no son
ciudadanos de este mundo
11 
(1 Pedro 2:11) Vivid como siervos de Dios Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos,
que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

1 Pedro 2:11 Nueva Traducción Viviente 11 queridos amigos, ya que son «extranjeros y residentes
temporales», les advierto que se alejen de los deseos mundanos, que luchan contra el alma.

La palabra griega para extranjero es: "Pároicos" La palabra "pároicos" se usaba para describir a un
residente temporal en un país extraño. Describe a aquel que se encontraba en otro país, aunque con el
pensamiento siempre estaba en el suyo

Se dice de los Judíos que: Dondequiera que estuvieran exiliados, sus ojos se dirigían hacia la Ciudad de
Jerusalén, la Ciudad del gran Rey. En los países extranjeros construían sus sinagogas orientadas hacia
Jerusalén, su anhelo era regresar a la tierra de promisión.

Los cristianos, en cualquier parte del mundo son un grupo de gente cuya mirada se dirige siempre hacia
Dios y cuya lealtad suprema está en el más allá. Los cristianos son el pueblo cuyo Rey es Cristo, cuyo
hogar es la eternidad. Esto desde luego, no quiere decir que debemos retirarnos del mundo, sino que
debemos de la manera más realista estar en el mundo y no ser del mundo. Los cristianos habitan la tierra
de su nacimiento, pero como residentes temporales, asumen todas las responsabilidades como
ciudadanos, pero ellos son extranjeros y peregrinos en la tierra. Pasan la vida en la tierra, pero su
ciudadanía está en los cielos (Fil. 3:20, 1 Corintios 4:9-13)

El hombre es ciudadano de la Ciudad de Dios, y miembro del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia
Características de la patria Celestial – v 16. Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria
celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha
preparado una ciudad.

 Dios es el arquitecto y constructor de esta patria Hebreos 11:10 porque esperaba la ciudad que
tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
 El mundo es un puente. El sabio pasa sobre el, pero no construye en él su morada. Es verdad, aquí
no tenemos residencia permanente (hebreos 13:14) – Ciudad permanente
 Apocalipsis 21:2 Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
preparada como una novia ataviada para su esposo.
 1 Pedro 1:4 para {obtener} una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará,
reservada en los cielos para vosotros,
 Apocalipsis 21:27 y jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y
mentira, sino sólo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero.
 Apocalipsis 22:3-5 Y ya no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará
allí, y sus siervos le servirán. Ellos verán su rostro, y su nombre {estará} en sus frentes. Y ya
no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el
Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.

Conclusión:

Dios nos ha preparado una patria “Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les
había prometido. Y aunque no recibieron lo prometido lo vieron desde lejos y lo aceptaron con
gusto. Coincidieron en que eran extranjeros y nómadas aquí en este mundo. Es obvio que quienes
se expresan así esperan tener su propio país. Si hubieran añorado el país del que salieron, bien
podrían haber regresado. Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso,
Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.” (HEB
11: 13-16 NTV) ¡Usted, sí, usted! ¿Ya ha encontrado a Jesús? Es el único que le
puede conducir de retorno a la ciudad celestial con plena seguridad. Deje ya de
tanto caminar y buscar, Cristo es lo que usted necesita.

También podría gustarte