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Psychosocial Intervention

ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

Herrera Sánchez, Isabel María; León Rubio, José María; Medina Anzano, Silvia
Necesidades de evaluación de las organizaciones sociales
Psychosocial Intervention, vol. 15, núm. 1, 2006, pp. 65-79
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179814011005

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Intervención Psicosocial, 2006, Vol. 15 N.° 1 Págs. 65-79. ISSN: 1132-0559

ESPACIO ABIERTO

Necesidades de evaluación de las organizaciones


sociales
Evaluation needs of the social organizations

Isabel María HERRERA SÁNCHEZ*


José María LEÓN RUBIO*
Silvia MEDINA ANZANO*
Fecha de Recepción: 02-04-2004 Fecha de Aceptación: 06-02-2006

RESUMEN
Se examinan los aspectos teóricos y prácticos que regulan el proceso de la evaluación
cuando el objeto de la misma lo conforman las organizaciones sociales que colaboran con
la Administración Pública para la prestación de servicios sociales. De este modo, se pre-
tende dar respuesta a las necesidades de evaluación en lo que se refiere a: 1) el conoci-
miento de las características del objeto de la evaluación; 2) la formulación de los criterios
que serán empleados para su valoración; 3) el procedimiento a través del cual se obtendrá
información relevante de cara a la valoración; y 4) la utilización de los resultados de la
evaluación. Todo ello encaminado a la formulación de un modelo que pueda orientar la
práctica de la evaluación de las organizaciones sociales.

PALABRAS CLAVE
Organizaciones sociales, Servicios sociales, Criterios de evaluación, Modelos.

ABSTRACT
The theoretical and practical aspects regulating the evaluation process are examined
when the object is made up of social organizations collaborating with the Government
Agencies for the social services. In this way, it responds to the evaluation needs regarding
following: 1) the knowledge of the characteristics of the object being evaluated; 2) the for-

* Departamento de Psicología Social. Universidad de Sevilla.

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mulation of the criteria that will be used for their assessment; 3) the procedure through
which the relevant data needed for assessment is obtained; and 4) the use of the results
of the evaluation. All of these are directed to the formulation of a model that guides the
evaluation practice of the social organizations.
KEY WORDS
Social organizations, Social services, Evaluation criteria, Models.

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Isabel María Herera Sánchez, José María León Rubio y Silvia Medina Anzano

En las últimas décadas, la participa- comunidad contribuye de manera signifi-


ción de las organizaciones sociales priva- cativa en la acción social, ya que no sólo
das en la prestación de servicios sociales colaboran con la Administración en la
se ha visto incrementada de forma verti- prestación de servicios, desde una plani-
ginosa, conformando un nuevo mapa ficación de la política social de arriba-
económico y social, que se ha venido a abajo, sino que, ofrecen respuestas a los
denominar Tercer Sector, para referirse a problemas sociales en una labor de
las organizaciones que reúnen las carac- abajo-arriba en la búsqueda de solucio-
terísticas de tener un origen privado, de nes a estos problemas (López-Cabanas y
carácter no lucrativo y de beneficiarse en Chacón, 1997; Villasante, 1993).
buena medida de la aportación volunta-
ria (Salomon y Anheier, 1994). Sin embargo, esta creciente demanda
no se ha visto acompañada de una res-
Las razones de este crecimiento pue- puesta eficaz por parte de las entidades
den situarse en los acontecimientos que sociales, produciéndose un importante
se produjeron en España entre los años desconocimiento de sus acciones, como
ochenta y noventa (Álvarez de Mon, Mar- se ha llegado a lamentar (Álvarez de Mon
tín y Martínez, 1998). Entre ellos: la con- et al., 1998).
solidación de la democracia, el creci-
miento económico y el acceso a los fon- Esta situación ha llevado a que cada
dos comunitarios, la mayor presencia en vez estén más presionadas por sus
la vida pública de la labor de las donantes y por la sociedad en su conjun-
OONNGG, las reformas de la gestión to para que, al igual que la Administra-
pública con la creación de organismos ción, rindan cuentas de su actuación.
encargados de canalizar las dotaciones Por ello, es necesario introducir mecanis-
económicas y la descentralización de la mos para evaluar con objetividad e inde-
gestión pública propiciando la cercanía pendencia estas organizaciones, lo que
con la iniciativa social, sobre todo, en el sin duda exige desarrollar modelos que
nivel municipal (López-Cabanas y Cha- nos permitan valorarlas para facilitar la
cón, 1997). Otros factores de carácter toma de decisiones y elaborar propues-
sociológico fueron, la mayor disponibili- tas de cara a ofrecerles una asistencia
dad del tiempo libre, el retraso en la técnica y formativa ajustada a sus nece-
incorporación al mercado laboral y el sidades.
cambio en los sistemas de valores en la
sociedad democrática española tales Este trabajo tiene por finalidad esta-
como solidaridad o salvaguardia de los blecer los aspectos teóricos y prácticos
derechos humanos. centrales que caracterizan la evaluación
de las organizaciones sociales en el
Hoy en día, hay amplio consenso marco de su colaboración con la Admi-
entre los agentes sociales a la hora de nistración para la prestación de servicios
destacar y valorar el papel que están sociales. Para ello, se ha seguido la línea
ejerciendo estas organizaciones, en parti- de trabajo de Shadish, Cook y Leviton
cular, su contribución en el bienestar (1991), y, en particular, la última revi-
individual y social. Lo que ha llevado a sión de Shadish (1994), que siguiendo
reconocer y confiar su colaboración en la los argumentos de Scriven (1980) consi-
gestión y provisión de los servicios socia- dera que la mejor evaluación debe ser
les. En este sentido, se asume que su aquella que responda a las necesidades a
participación en la atención de las nece- que se enfrenta; esto es, al uso de prácti-
sidades y los problemas sociales de la cas viables para la construcción del cono-

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cimiento del valor del evaluando, que pue- ya que proporciona información relevan-
den ser utilizadas para mejorar los pro- te sobre el mismo en virtud de la cual se
blemas sobre los que el evaluando es rele- determina si el programa objeto se ajus-
vante (p. 352). ta, en qué medida lo hace y cómo pode-
mos optimizar en todo momento ese pro-
ceso de ajuste, a los objetivos y previsio-
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO nes de toda naturaleza (recursos inverti-
DE EVALUACIÓN dos, metas cubiertas, infraestructura
empleada, etc.); comprendidas en la pla-
Sistematizar el proceso de evaluación nificación rigurosa del programa, en su
de la intervención social y comunitaria implementación a lo largo del tiempo y
implica considerar los evaluandos que en en su culminación (León y Gómez, 1998).
un momento dado pueden llegar a ser
objetos de análisis. Uno de los factores que determinarán
el éxito de un programa lo constituirán
Utilizando la terminología empleada aquellos elementos organizativos que la
por Cook, Leviton y Shadish (1985), se institución responsable del programa o
podría situar en un primer nivel la inves- servicio pone en marcha para su imple-
tigación evaluativa orientada a la política mentación. Por tanto, podemos situar en
social y a su desarrollo a través de los este mismo nivel las organizaciones de
planes que la conforman. En este caso, servicios sociales como objeto de evalua-
se trataría de una evaluación que exami- ción, ya que forman los escenarios desde
naría en sentido crítico las asunciones donde se desarrollan los programas
de la política social, identificando tres sociales (Aguilar y Ander -Egg, 1992;
clases de análisis: a) la valoración de las Medina, 1997; Rogers y Hough, 1995;
necesidades detectadas, por lo general, Rossi, Freeman y Lipsey, 1999).
en organizaciones de bienestar social; b)
el análisis distributivo de los recursos y En nuestro caso, el evaluando al que
su uso en un determinado programa; c) hacemos referencia, lo constituyen aque-
los estudios de asignación, a partir del llas organizaciones voluntarias y de eco-
análisis de un problema o programa nomía social que participan, junto con la
social de cara a determinar las eleccio- Administración, en los proyectos y pro-
nes políticas (véase Rebolloso y Morales, gramas que están dirigidos a la atención
1996). de las necesidades y los problemas
sociales. Esto significa un conjunto
En un segundo nivel se sitúan los diverso de organizaciones tales como
programas, que suponen el esfuerzo de asociaciones, fundaciones, organizacio-
concreción operativa de dicha política nes no gubernamentales, empresas de
social. De éstos, se desprenden, a su vez, carácter social, etc. Heterogeneidad que
dos componentes más específicos: el pro- no impide que puedan establecerse ras-
yecto, que sería el proceso de implanta- gos definitorios que son comunes a
ción y ajuste de ese programa a un con- éstas. Éstos son los siguientes:
texto social específico, y los elementos
del programa que se suponen necesarios • Origen. La acción social comienza
y suficientes para la consecución de las con la percepción de un problema,
metas del mismo. carencia o necesidad que motiva a
una persona o un colectivo a tomar
En este nivel, la evaluación es una la iniciativa de resolución e iniciar
fase más en el desarrollo del programa la auto-organización. Por otro lado,

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gran parte de estas entidades, emer- los conocimientos y las herramien-


gen de la acción directa de los movi- tas de gestión y actuación del sector
mientos sociales que evolucionan privado, teniendo en cuenta las sin-
hacia estructuras organizativas gularidades del sector social (Álva-
estables con el objetivo de ofrecer rez de Mon et al., 1998; Vernis, Igle-
una respuesta más institucional sias, Sanz, Urgell, Solernou y Vidal,
que pueda resolver los problemas 1998).
sociales. En estos casos, las organi-
zaciones sociales se sienten legiti- • Gestión de los recursos humanos.
madas y fortalecidas puesto que La intervención de estas organiza-
representan el sentir de una comu- ciones será posible si cuenta con el
nidad (López-Cabanas y Chacón, equipo necesario que aporte los
1997). conocimientos y las habilidades
necesarias encaminadas a: dirigir y
• Función social. La participación de liderar en función de unos valores y
estas organizaciones sociales viene a normas de funcionamiento, desarro-
asegurar los principios democráticos llar las actividades desde una actua-
de solidaridad, participación y coo- ción profesional del servicio, admi-
peración. Siendo, en su mayoría, el nistrar la gestión y, en ciertos casos,
modelo de participación adoptado, disponer de un colectivo que se
el de complementariedad de las compromete de forma voluntaria de
acciones del Estado. acuerdo con una motivación perso-
nal. Así, la presencia del voluntaria-
• Estructura. Estas entidades se con- do constituye un eje relevante para
figuran como acción social institu- la actuación de muchas de estas
cionalizada (Rueda, 1988, cit. en organizaciones; por lo que, en la
López-Cabanas y Chacón, 1997). Es gestión de los recursos humanos,
decir, un sistema que requiere, ade- entran en juego otros factores aje-
más de una clara definición de su nos a la simple relación contractual
misión, unas estructuras formales de tipo laboral.
de organización.
• Medio de relación y comunica-
• Carácter. Son organizaciones de ción. Dado que estas organizacio-
servicios sociales cuyas característi- nes cooperan con la Administración
cas básicas son: la intangibilidad de en el desarrollo de los programas
la prestación del servicio, la simul- sociales, la comunicación entre
taneidad de la producción y su con- estas entidades y la Administración
sumo, la dificultad para su estanda- resulta esencial. Ello va a requerir
rización, la imposibilidad de almace- una coherencia interna de su actua-
namiento, y la variabilidad que está ción que se logra, además, si man-
sujeta a la relación que se establece tiene una adecuada comunicación
entre el profesional y el usuario. con la población que es objeto de su
intervención.
• Responsabilidad. Como consecuen-
cia de lo anterior, a estas organiza- • Fuentes de financiación (públicas-
ciones se les exige una gestión cada privadas). Por un lado, son organi-
vez más profesional, por lo que zaciones ajenas al funcionamiento
necesitan los medios necesarios del mercado, y, por otro, están insti-
para que incorporen las técnicas, tucionalmente separadas del gobier-

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no, aunque, una gran parte de su les a los cuales se comprometen, apoyo
financiación depende del apoyo ins- financiero de la Administración que
titucional público. Por tanto, el corresponde con el compromiso de
camino hacia su independencia eco- fomento del asociacionismo y de partici-
nómica va a estar determinado por pación de la iniciativa social y, por últi-
la capacidad para movilizar los mo, presencia de voluntariado respon-
recursos necesarios hacia una diendo al compromiso de solidaridad.
diversificación del origen de los fon- Todas estas consideraciones deberán
dos (públicos y privados) y por la quedar explícitas cuando se inicia un
capacidad de gestión de los mismos proceso de evaluación.
(Álvarez de Mon et al., 1998).
El segundo aspecto que debemos exa-
minar también con especial atención
EL PROCESO DE VALORACIÓN tiene que ver con la responsabilidad que
deben asumir estas entidades para dar
Consideramos la evaluación como un cuenta a la sociedad de su acción (Wholey
proceso por el cual se determina el valor y Newcomer, 1997). Como señalan Álva-
o mérito del evaluando por su compara- rez de Mon et al. (1998), en el momento
ción con un conjunto de estándares. en que exista una mayor transparencia
Esto significa, ante todo, seleccionar los de los objetivos que persiguen, el origen y
criterios más pertinentes para establecer la aplicación de los recursos alcanzados,
un juicio de valor. Para la consideración así como los resultados alcanzados, la
de estos criterios deben conjugarse, por sociedad dispondrá de los elementos obje-
un lado, los valores que provienen del tivos para valorar si son instituciones dig-
contexto social y político en el que se nas de confianza (p. 17).
encuentran inmersas estas organizacio-
nes, y, por otro, los que hacen referencia En fin, junto a las características
explícita a su gestión. intrínsecas de las organizaciones socia-
les, que les confiere una cierta idiosin-
En primer lugar, un contexto caracte- crasia (solidaridad, compromiso, etc.)
rizado por la existencia de un marco jurí- dado el contexto donde se promueven,
dico favorable a la participación de estas hay una necesidad de fomentar una cul-
organizaciones, la inclusión de políticas tura de gestión de eficacia y la eficiencia.
de subvenciones oportunas, la canaliza-
ción de sistemas de cooperación entre lo De lo expuesto, debemos reflexionar
público y lo privado, y por último, la pre- sobre los criterios que deben considerase
sencia de una acción colectiva cada vez para determinar el éxito o fracaso de la
más arraigada, es un exponente de la colaboración de las organizaciones socia-
confluencia de valores tales como salva- les con la Administración pública. Para
guardia de los derechos humanos, justi- ello, nos centraremos en los aspectos
cia social, ciudadanía, igualdad y com- relativos a las cuatro fases señaladas por
promiso social. En última instancia, Scriven (1980) en su Lógica de Evalua-
estos valores propios de las sociedades ción, éstas son: 1) establecimiento de los
democráticas tienen una repercusión criterios de mérito que determinan la
directa sobre el modo en que estas enti- forma de etiquetar el objeto de evalua-
dades quedan perfiladas. Así, pueden ción para ser juzgado como bueno o útil;
destacarse aspectos tales como: configu- 2) elaboración de estándares o normas
ración de una acción social instituciona- de funcionamiento que especifican nive-
lizada para resolver los problemas socia- les o grados de mérito; 3) recogida de

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información sobre el desempeño del Por esta razón, pensamos que la


objeto sometido a evaluación y compara- selección de los criterios de valor va a
ción con los estándares de funciona- suponer, también, un proceso prescripti-
miento establecidos previamente; y 4) vo, dado que, como ya hemos visto, valo-
síntesis o integración de los datos dentro res sociales tales como solidaridad o
de un juicio de valor. compromiso social son factores que con-
dicionan la relación o colaboración que
Respecto a la selección de los criterios se establezca con la Administración
de valor (primer paso), desde un punto de Pública en la prestación de un servicio
vista descriptivo, diferentes grupos de social, por lo que deberán estar presen-
interés mantendrán ideas diferentes tes en todo momento de la evaluación.
sobre lo que constituye una participa-
ción eficaz. Desde aquellos que asignan En cuanto al segundo paso de la lógi-
los recursos (donantes), a las organiza- ca de la evaluación, supone establecer
ciones objeto de las ayudas, consideran- una comparación que determine el grado
do también las personas voluntarias, la en que el evaluando satisface un conjun-
población que recibe los servicios que to de estándares o normas de desempe-
prestan estas organizaciones, los distin- ño. Esta comparación puede tener su
tos grupos y organizaciones que repre- base en referencia a unas normas
sentan los intereses de diferentes secto- siguiendo un criterio absoluto o bien con
res de población, los movimientos socia- relación a otros evaluandos bajo criterios
les, la comunidad científica y, por últi- relativos (Cook, Leviton y Shadish,
mo, la sociedad civil. Así, por ejemplo, la 1985). Así, cuando los evaluadores están
Administración podrá demandar la eva- interesados en medir los efectos o resul-
luación para tomar decisiones relativas a tados de una organización, bajo estánda-
la adjudicación de recursos, en este sen- res absolutos, éstos se establecen por el
tido, los criterios de evaluación se rela- nivel deseado de desempeño en el senti-
cionarán con la supervisión y el control do prescriptivo y normativo. Para ello,
de los fondos públicos concedidos. Por puede implicarse a determinados grupos
su parte, las entidades sociales podrán (expertos, gestores de los programas,
demandar la evaluación para juzgar la etc.) o bien seguir normas legislativas o
consecución de los objetivos propios de consideraciones éticas que determinan
la Acción Social, esto es, la creación de los valores absolutos. Cuando los están-
los cauces formales de participación. dares siguen criterios comparativos,
entre las opciones posibles se encontra-
En consecuencia, la presencia de dis- rían: partir de la selección de un grupo
tintos grupos de interés que participan o de control sin tratamiento, establecer
están implicados en la selección de los variaciones planificadas de alternativas
criterios de valor, será, sin duda, uno de posibles, o bien, comparar el desempeño
los principales problemas que se plantea de un evaluando con el logro de otros.
en el proceso de evaluación, puesto que
esta pluralidad va a significar la con- El tercer paso, la selección de las
fluencia de valores, en muchas ocasiones variables e indicadores que permitan
conflictivos. Más aún, las posibles dis- verificar los criterios de mérito, supone
crepancias que puedan existir entre que las organizaciones sociales introduz-
ellos, también afectarán a la selección de can de forma paulatina una serie de
los indicadores más pertinentes para medidas de desempeño orientadas no
definir cada uno de estos criterios (New- sólo a demostrar la eficacia de sus pro-
comer, 1997). gramas sino también la capacidad insti-

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tucional o capacidad de actuación de las La conclusión que podemos sacar de


organizaciones receptoras del apoyo todo lo expuesto es que la secuencia de
financiero, respondiendo así al movi- pasos de Scriven es un claro esfuerzo
miento reciente de evaluación del de- para ofrecer valoraciones objetivas.
sarrollo (Piccioto, 1997). Estas medidas Ahora bien, en el contexto social, la
de desempeño abarcan cuatro compo- naturaleza multivariada, no uniforme y
nentes: los insumos (input), las activida- cambiante de las políticas, programas o
des, los productos (output) y los resulta- servicios hace más difícil que el evalua-
dos (outcome). dor pueda seguir de manera racional
estos pasos. Todo lo cual exige la nego-
Por último, el proceso de valoración ciación con las partes implicadas, sobre
culmina con la integración o combina- todo, en aquellos contextos donde la eva-
ción de los resultados en un juicio final luación tiene importantes implicaciones
(cuarto paso); bien con la suma de los políticas y donde los valores e ideologías
hallazgos discretos de cada uno de los de los grupos implicados son bastantes
criterios de mérito identificados, que divergentes (Rossi, Freeman y Lipsey,
puede complementarse con la asigna- 1999).
ción de ponderaciones establecidas de
forma cuantitativa o cualitativa, o bien,
disponiendo de un perfil del conjunto de CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO
puntuaciones dispuestas en un histo-
grama. Este procedimiento lleva a la Para realizar un juicio de valor no
categorización del evaluando o un juicio basta sólo con la selección de los crite-
de su valor. De este modo, con la sínte- rios pertinentes de valoración y sus
sis se llega a un mayor entendimiento estándares de desempeño, también son
del evaluando al ofrecer conclusiones imprescindibles unas bases conceptua-
justificadas sobre la base de los están- les del objeto de evaluación y un método
dares y la recogida de información de su sistemático para acceder a este conoci-
ejecución. miento. Como consecuencia, es necesa-
rio que en todo proceso de evaluación se
Este último paso ha sido, sin lugar a disponga de una amplia base conceptual
dudas, el más cuestionado por los auto- que permita, por un lado, realizar una
res. Así, para Stake y Migotsky (1997) evaluación ajustada a las características
este modelo sigue un razonamiento for- que presenta el evaluando, y, por otro,
mal que no es habitual en la práctica contrastar, verificar o sugerir nuevas
actual, dado que la determinación del vías de investigación. Sólo así, la evalua-
mérito de un objeto es un proceso com- ción podrá servir para el avance del
plejo y condicional. La naturaleza cam- conocimiento. Lo cual nos lleva a consi-
biante del evaluando significa que los derar los modelos teóricos que sirven de
criterios de mérito y la asignación de base para el conocimiento de las organi-
pesos también pueden cambiar a lo largo zaciones sociales y guían su evaluación.
del proceso de evaluación. En este senti-
do, el evaluador deberá recopilar los Teniendo en cuenta que los modelos
valores de otros, examinarlos de forma evaluativos son inseparables de los
escéptica y describirlos, siendo los recep- modelos de intervención, como han
tores de la evaluación los que organiza- señalado López-Cabanas y Chacón
rán y analizarán los datos obtenidos y (1997), y que las organizaciones sociales
emitirán los informes de la manera que funcionan dentro de un sistema social
consideren más apropiada. complejo, los modelos teóricos que acom-

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pañen la evaluación de estas organiza- un evaluando complejo, con efectos y


ciones deben partir de un enfoque multi- resultados múltiples, y sobre todo, que
disciplinar y multinivel. Uno de estos tiene lugar dentro de un contexto parti-
modelos es el modelo transaccional eco- cular producto de las acciones y signifi-
lógico propuesto por Seidman (1983), cados de todos los involucrados. Por esta
desde el cual se identifican las organiza- razón, respecto al método, se defiende
ciones sociales como sistemas de distri- una postura ecléctica y flexible, como
bución, siendo éste el eslabón directo propone Patton (1997). En este sentido,
entre el exosistema, esto es, la estructu- los argumentos que deben servir para la
ra económica y política que determina selección del método, ya sea de índole
los planes y políticas y el sistema recep- cuantitativa o cualitativa, no tienen por
tor, los individuos y microsistemas que qué depender de la adhesión a un para-
son los beneficiarios de las políticas y digma determinado y sí del entorno
programas sociales. específico donde se plantea la evalua-
ción, de las exigencias del problema de
Por otra parte, considerando los prin- investigación y de las necesidades de
cipios del modelo ecológico (Kelly, 1966; información de las audiencias identifica-
Trickett, Kelly y Todd, 1972), la evalua- das, bien sea para producir conocimien-
ción debe: 1) Llegar a conocer a las to generalizable que pueda ser usado
transacciones que mantienen las organi- para la planificación de futuras interven-
zaciones sociales con los diferentes exo- ciones (véase Lipsey, 1997), o bien, pro-
sistemas y con el sistema receptor (prin- mover la transferencia del conocimiento
cipio de interdependencia entre los ele- y las habilidades entre los evaluadores y
mentos de un sistema); 2) Incidir en la los grupos implicados a través de proce-
capacidad de la comunidad o de la insti- sos que conducen al aprendizaje y el
tución para movilizar, identificar y resol- empowerment (Parker et al., 1999).
ver los problemas sociales siguiendo el
principio de adaptación, esto es, las con- De esta forma, Cook (1997) reconoce
ductas necesarias para que el individuo, que cada paradigma ofrece un camino
grupo o sistema pueda evolucionar en legítimo para el conocimiento y compren-
cada contexto (véase Parker, Eng, Schulz sión de la realidad, por lo que la utiliza-
e Israel, 1999); 3) Considerar la evolu- ción de diferentes clases de métodos
ción de la comunidad, y las organizacio- puede ser lo más apropiado para apren-
nes sociales en particular, esto es, cómo der sobre diferentes clases de fenóme-
van reaccionando y adaptándose a la nos. Razón por la cual, el uso de la trian-
intervención (principio de sucesión, la gulación, en particular, la mezcla de
historia que representa tanto la conti- métodos con el objetivo de proporcionar
nuidad como los cambios de los sistemas una información coincidente desde
en los distintos contextos); y 4) Centrar diversas estimaciones independientes
su atención en aspectos tales como la (por ejemplo, las opiniones sobre los pro-
utilización y cobertura de los recursos, gramas, las razones para el uso o el no
partiendo del principio de recursos cícli- uso de los servicios o el impacto específi-
cos que considera la utilización y reposi- co de un proyecto), facilitaría una eva-
ción de las distintas formas de energías luación más completa y válida en orden
de los sistemas para adaptarse a las a comprender los complejos fenómenos.
demandas del medio (López-Cabanas y En cambio, advierte que estos métodos
Chacón, 1997). no son intercambiables: mientras que los
métodos cualitativos no son buenos para
En definitiva, nos encontramos ante generar estimaciones cuantitativas, los

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métodos cuantitativos no permiten te; por último, la sociedad civil, aquel


explorar los procesos, a menos que ten- segmento del público que presta la aten-
gan una considerable información a ción en los temas políticos y sociales, en
priori sobre el programa o que sus plan- definitiva, el público informado.
teamientos teóricos queden explícitos. No
obstante, la evaluación necesita ambos En fin, el análisis del uso de la eva-
tipos de métodos para llegar a un conoci- luación, significa considerar el contexto
miento válido y fiable. social y político en el que tiene lugar la
evaluación; las múltiples necesidades de
información que necesitan las personas
UTILIZACIÓN DE LOS RESULTADOS implicadas así como sus intereses parti-
culares respecto a la información que
Sin duda, una de las cuestiones que pueda proporcionar la evaluación; y, por
mayor interés ha suscitado dentro y último, las diferentes estrategias para
fuera de la comunidad evaluativa ha sido optimizar la utilización de los resultados
el modo en que el conocimiento generado o el propio proceso de la evaluación.
por la evaluación es luego utilizado en
política social y los programas sociales.
Así, la evaluación de las organizaciones LA PRÁCTICA DE LA EVALUACIÓN
sociales debe considerar los posibles DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES
usos que puedan derivarse de ellas, esto
es: 1) Instrumental, donde los resultados Finalmente, como señalan Shadish et
de la evaluación se utilizarían como al. (1991), los profesionales van a reque-
inputs centrales en la toma de decisio- rir conceptos prácticos que orienten las
nes; 2) Conceptual, proporcionando nue- estrategias generales que deben adoptar
vos conocimientos y una mayor com- para conducir una evaluación. Por lo
prensión del objeto de la evaluación, sin tanto, la teoría de la práctica es un ele-
tener que derivar en actuaciones concre- mento central en la teoría de la evalua-
tas; o 3) Político, donde se utilizarían los ción, ya que ayuda a clarificar las priori-
resultados de la evaluación en un debate dades del contexto y las negociaciones
político como ejercicio de persuasión que se llevan a cabo para la toma de
(Cronbach, 1982; Lewinton y Hughes, decisiones de la tarea evaluativa, dados
1981; Weiss, 1998). unos recursos, un tiempo disponible y
unas destrezas determinadas.
Por otra parte, es importante también
considerar el contexto de acción en el Todo lo cual nos sirve para ilustrar
que se desarrollan los programas de eva- una serie de lecciones aprendidas que
luación (Shulha, y Cousins, 1997). En pueden sugerir líneas prácticas para la
particular, los usuarios que van a hacer evaluación de las organizaciones socia-
uso de la evaluación. Siguiendo a Weiss les, considerando que la elección de las
(1998), habría que identificar, en primer mejores estrategias y tácticas en el tra-
lugar, los financieros, directores, perso- bajo profesional del evaluador dependerá
nal, clientes, etc., es decir, los grupos de de los contextos específicos donde tiene
interés implicados en la evaluación e lugar y, sobre todo, de los propósitos de
interesados en tener un mejor conoci- evaluación: rendición de cuentas o res-
miento y comprensión del evaluando. En ponsabilidad, obtención de conocimiento
segundo lugar, la organización, esto es, acerca del evaluando y evaluación para
la organización que aprende para adap- el desarrollo y aprendizaje (Chelimsky,
tarse a un entorno complejo y cambian- 1997). En función de estos propósitos,

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un plan de evaluación supondría: 1) La tenibilidad (grado en que las organizacio-


elaboración de un modelo conceptual nes pueden continuar su acción una vez
que oriente las preguntas de evaluación; que se ha retirado la ayuda externa) efi-
2) El establecimiento de los criterios de cacia (relación entre los resultados
valor; y 3) La selección de los métodos y alcanzados y los objetivos previstos por
técnicas de recogida de información; y 4) la organización responsable del servicio);
La especificación de los caminos inten- eficiencia (logros alcanzados en función
cionados para ejercer una influencia en de los recursos empleados), impacto
los implicados. Pasemos a comentar (contribución de la organización en un
cada uno de estos aspectos. contexto más amplio).
La elaboración de un modelo concep- Hay que tener presente que estos cri-
tual. Este modelo orienta las preguntas terios quedarán sujetos a la particular
de evaluación acerca de la estructura, visión que cada uno de los implicados
características y funcionamiento de las pueda tener acerca de ellos. Por ejemplo,
organizaciones sociales así como de los para la Administración una organización
procesos que ponen en marcha su cola- será pertinente si su actuación responde
boración con la Administración. La a las necesidades sociales establecidas
determinación de este modelo se basaría con criterios normativos, en cambio
en la identificación de los elementos desde la perspectiva de los miembros de
prioritarios que los políticos y técnicos las organizaciones o incluso de sus bene-
de la Administración, los representantes ficiarios lo será en la medida que ofrece
de las entidades y los expertos conside- respuestas alternativas a las deficiencias
ran necesarios que se incluyan en dicho que, bajo su punto de vista, muestra el
modelo. De este modo, pueden plantear- Estado en la resolución de los problemas
se diversas cuestiones de evaluación que les afectan de forma directa. Por
relacionadas con los procesos (tanto de esta razón, desde una aproximación des-
la organización responsable del servicio criptiva deben considerarse las múltiples
como de la propia prestación del servicio) percepciones de valor de los grupos
y los resultados (bien considerándose el implicados. De este modo, y de cara a la
efecto del apoyo gubernamental a estas valoración y propuestas de mejora, éstos
organizaciones o bien los beneficios participarían en la designación de los
alcanzados por los beneficiarios más criterios de valoración y en el análisis de
directos los servicios que prestan tales los datos recogidos.
entidades), siendo la negociación un
medio necesario para articular y compa- Al igual que ocurre con la selección de
tibilizar estas prioridades. los criterios de valor, deben establecerse,
además, las medidas de desempeño de
El establecimiento de los criterios de forma que se recojan aquellos aspectos
valor, respetando los principios que sus- que son de mayor interés para los diver-
tentan la colaboración de las organiza- sos grupos de implicados. Por lo general,
ciones sociales desde un punto de vista éstas pueden quedar representadas,
prescriptivo. Entre tales criterios se desde un marco lógico, en términos de
podrían considerar los siguientes: perti- contexto (aspectos históricos, políticos,
nencia (adecuación de los resultados y jurídicos, económicos, etc.), insumos
objetivos de la organización al contexto (función social de la organización, recur-
en el que opera), capacidad institucional sos, dispositivos de comunicación dentro
(capacidad de gestión de las institucio- de la organización y fuera de ella, diseño
nes receptoras de apoyo financiero), sos- de las actuaciones, etc.), actividades

Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 1 75


Necesidades de evaluación de las organizaciones sociales

(movilización de la comunidad, reestruc- ción de estudios de casos con métodos


turación de los servicios, etc.), productos cuantitativos, permitiendo obtener un
(contabilidad financiera, servicios presta- conocimiento comprehensivo a la vez que
dos, adherencia a estándares de calidad, analítico (véase Datta, 1997).
etc.) y resultados (los cambios sobre los
individuos, familias, organizaciones, ins- La especificación de los caminos inten-
tituciones o la comunidad). La recogida cionados para ejercer una influencia en
de información siguiendo este modelo los grupos implicados. Ésta quedará suje-
lógico servirá para la interpretación y ta a los propósitos de la evaluación, así,
asignación de significado de tales medi- la evaluación que demanda la Adminis-
das, de tal modo que medir insumos- tración, estará más orientada a obtener
actividades-productos puede ser indicati- de las organizaciones sociales una mayor
vo de la capacidad de la organización responsabilidad pública de sus acciones
para conseguir con mayor probabilidad y a la toma de decisiones políticas para
resultados (Wholey y Newcomer, 1997). mejorar la eficacia de la colaboración con
las organizaciones sociales. Por otra
La selección de los métodos y técnicas parte, los investigadores buscarán la
de recogida y análisis de la información mejor comprensión y explicación de los
en función de los criterios de valoración procesos que circunscriben la acción de
y las medidas de desempeño especifica- estas entidades. Mientras que, las perso-
das. Así, por ejemplo, ante el interés por nas que dirigen y lideran las organizacio-
realizar un seguimiento del gasto público nes sociales disponen de la evaluación
en la financiación de las entidades socia- para mejorar la gestión y eficacia de sus
les colaboradoras, el evaluador puede actuaciones. De este modo, la evalua-
optar por realizar un análisis comparati- ción, para los primeros casos, asume un
vo de tales entidades en el contexto espe- modelo lineal de carácter sumativo,
cífico de la colaboración con la Adminis- mediante acciones correctivas. En los
tración Pública con la finalidad de expli- últimos, la evaluación, siguiendo un
car las fuentes de variación inter-organi- modelo no lineal, de carácter formativo y
zacional en ese contexto. O bien, realizar participativo, servirá como instrumento
estudios de casos para analizar con dete- que facilita los procesos de aprendizaje
nimiento una organización e identificar que contribuyan al cambio organizacio-
ciertas características y procesos socia- nal, esto es, la transferencia del conoci-
les que ocurren dentro de ella, evaluan- miento que proporciona la evaluación a
do de forma constante sus fortalezas y las particularidades de las organizacio-
debilidades. Sin embargo, ambas alter- nes, convirtiéndolas en agentes de su
nativas presentan limitaciones debidas, propio cambio.
en el primer caso, a las dificultades para
el establecimiento de dimensiones gene-
rales relevantes que hagan posible una A MODO DE CONCLUSIÓN
explicación adecuada de la variabilidad
entre las organizaciones, y, en el segun- Las dimensiones teóricas propuestas
do, a la imposibilidad de establecer rela- por Shadish, Cook y Leviton, (Shadish,
ciones entre variables (Peiró, 1991). Qui- 1994; Shadish et al., 1991) nos parecen
zás, por ello, la utilización de diferentes apropiadas porque obligan a los evalua-
clases de métodos y técnicas de recogida dores a ser explícitos sobre las teorías y
de información pueden ayudar en la asunciones que ellos de forma implícita
obtención y generación de conocimiento usan en su trabajo. En particular, esta
válido y fiable. Por ejemplo, la combina- perspectiva nos ha servido para encami-

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Isabel María Herera Sánchez, José María León Rubio y Silvia Medina Anzano

nar la evaluación de las organizaciones de vista queden representados, debemos


que colaboran con la Administración en considerar una evaluación multicriterio,
la resolución de los problemas sociales sin olvidar los valores considerados fun-
teniendo en cuenta las particularidades damentales en la Sociedad del Bienestar.
de este contexto. En tercer lugar, el conocimiento del eva-
luando desde una perspectiva ecológica
En primer lugar, considerando la tiene fuertes implicaciones para la eva-
estructura y las características del objeto luación, por cuanto exige examinar múl-
de evaluación, es manifiesto que se está tiples sistemas que interactúan unos con
ante un tipo de evaluando complejo, otros. Por ello, tanto las aproximaciones
tanto por su heterogeneidad (desde orga- cuantitativas como las cualitativas deben
nizaciones de autoayuda a organizacio- ser utilizadas conjuntamente en orden a
nes más centradas en la prestación de conducir una evaluación más adecuada
servicios) como por sus objetivos (promo- a los propósitos enmarcados. Finalmen-
ver la participación social y resolver los te, teniendo en cuenta el marco de
problemas sociales), en un contexto con acción en el que tiene lugar la evalua-
una elevada susceptibilidad política y ción, ésta ejercería su influencia sobre
sensibilidad social (colaboración con los los individuos, interesados en obtener un
poderes públicos). En segundo lugar, hay mejor conocimiento y comprensión del
muchos valores adheridos a la participa- evaluando, las entidades públicas y pri-
ción social, al igual que también hay vadas interesadas en aprender para
diferentes grupos de interés que difieren tomar decisiones en la dirección adecua-
sobre qué medir. Por lo tanto, si quere- da y la sociedad civil que persigue el
mos asegurar que los diferentes puntos bienestar social.

Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 1 77


Necesidades de evaluación de las organizaciones sociales

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